martes, 18 de abril de 2017

You are everything I've been looking for

Capítulo 18. Lost in your eyes

Changmin llegó hasta su habitación lo más deprisa que pudo, aún sin poderse hacer a la idea de todo lo que había sucedido, estaba como en estado de shock. Apenas entró dejó en el suelo la pesada caja, cerró la puerta y llegó hasta su cama, tirándose en ella boca abajo, con la barbilla sobre la almohada, de pronto las vívidas imágenes del semblante de Yunho acercándose al suyo acudieron a él, avergonzado se cubrió el rostro dejando caer la cabeza

Ni siquiera pudo ahogar un grito de ansiedad, se quedó así, inmóvil, hasta que la falta de aire lo obligó a apartarse, continuaba ido, tratando de encontrar una explicación lógica a tan extraño suceso, pero no la encontró, sin embargo se descubrió a sí mismo sonriendo ampliamente, reviviendo el momento en que aquellos labios tibios y carnosos se apoderaron de los suyos, sin que él quisiera oponerse. Al primer intento Yunho fracasó, pero los instintos de Changmin pudieron más que su sensatez, entonces se entregó a ese beso, buscando en la boca ajena el anhelo que tuvo desde hace tiempo, cuando le vio de cerca por primera vez y comprobó que su boca tenía una invitación abierta a ser besada

Ahora, sin que él hubiese dado el primer paso, algo sucedió entre él y Yunho, más allá de aquel beso, más allá de la confesión de gustarle, más allá de saber que saldría con él si las circunstancias fueran otras, entre los dos una barrera invisible se desmoronó, entonces ¿Qué podía esperar ahora de su relación? Ya no eran tan solo amigos, no ahora que sería incapaz de mirarlo con los mismos ojos de antes. La sonrisa de Changmin se desvaneció y fue sustituida por un largo suspiro, luego una mirada al vacío, permaneciendo así por un rato

- ¿Qué debo hacer? – meditó profundamente

Como si de una señal incierta se tratase, su celular comenzó a sonar, lo sacó enseguida de la bolsa de su pantalón y sin variar la posición miró la pantalla, Jonghyun le llamaba, dejándolo helado, no se sentía preparado para escuchar su voz, recordar que le prometió una relación temporal como prueba, por si la compatibilidad era mucha, formalizar algo más; aunque en los días que tenían “juntos” eso no había sucedido aún

- No ¿Por qué justo ahora? – cuestionó abrumado. El teléfono continuaba sonando y decidió no responder, por el contrario, apagó enseguida el aparato, sintiendo segundos después una extraña culpa – Perdóname Jonghyun – volvió a suspirar y se dejó caer de nueva cuenta sobre la almohada, escondiendo su rostro en ella. Estaba confundido y asustado.


Después que Changmin se fuera de su casa, Yunho caminó hasta su habitación y se sentó justo en la esquina de la cama, con las piernas separadas y los brazos sobre estas, mirando hacia abajo, directamente al suelo, aunque sin observarlo. Tardó al menos cinco minutos en darse cuenta de lo que había hecho, aunque no estaba arrepentido de haberlo besado, pero el momento no fue el más adecuado, todos sus esfuerzos por controlarse fueron en vano y se sentía culpable, aunque haber besado al chico fue en realidad algo bello

Llevó su índice derecho hacia el labio inferior y cerró los ojos, aunque fue su primera vez besando a un hombre no se sintió ajeno, la boca de Changmin resultó ser deliciosa, no obstante nunca fantaseó con ella, lo cual fue bueno, no hubo expectativa, sino una gratificante revelación que llegó a él, mostrándole lo que en su vida jamás imaginó. El beso perfecto de quien nunca pensó, sin embargo todo fue tan rápido que lo dejó con una tremenda sed, quería tomar esos labios nuevamente, buscar en ellos lo que le faltó encontrar, un manantial escondido del que deseaba seguir bebiendo

- Changmin… – suspiró – ¿Qué me has hecho? – preguntó con una sonrisa, dejándose caer sobre la cama, con la espalda en el colchón, miró hacia el techo y volvió a tocarse los labios

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que sintió una ilusión así? Con Boa el sentimiento era constante: amor, frustración, desesperación, dolor, tristeza; con ella el ensueño se perdió hace tiempo y su relación no fue más que un gas tóxico que se cernió durante años sobre los dos. No, con ella no fue, la única ocasión en que se sintió así a su lado sucedió hace demasiado tiempo, cuando apenas eran unos jóvenes inexpertos, jugando infantilmente a lo que creyeron que significaba el amor.

Podía compararlo un poco a su relación con Stephanie, con ella creyó que tenía una nueva oportunidad, que la sombra de Boa dejaría de ir tras él, atormentándolo incansablemente, aunque no fue así, pero al menos tuvo el placer de sentirse esperanzado, aquello sí que fue una ilusión, vacía y fugaz, pero el poco tiempo que duró aquel auto engaño resultó ser más bonito de lo que imaginó. Con Changmin no tenía claro como sentirse, pero de momento no quería investigarlo, el calor de sus labios que aún sentía sobre los propios lo mantenía en un constante duermevela del que no quería deshacerse pronto

Volvió a cerrar los ojos y guardó en su memoria por enésima vez, la sensación de besar a Changmin, el movimiento de sus labios, la tibieza de su saliva, la caricia de su lengua, su cadencioso respirar, los brazos alrededor de su cuello, el delgado cuerpo tan cerca del suyo, sus propias manos aferrándose a la cintura del menor. Una entrega total, sin que ninguno de los dos se sintiera forzado a nada, un beso natural, deseado por ambos, ejecutado así, sin planes ni condiciones, con un resultado satisfactorio, hasta que sus miradas se encontraron después y se dieron cuenta que aquello que les unió, era quizás también aquello que les separaría, no había sido el momento adecuado, aquel fue el único error, por todo lo demás ambos experimentaron sin duda, uno de los mejores besos de sus vidas

- Es imposible – suspiró inquieto – Debo sacarte de mi mente – determinó resignado, habría querido mantenerse con aquel recuerdo perfecto, pero estaba en un error y no le quedaba duda alguna, Changmin también pensaba lo mismo, lo vio en su mirada, todo su gesto gritaba desesperado lo mismo que él

Por sus amigos y ellos mismos, debían olvidar que aquello sucedió entre los dos, por mucho que hubiera sido perfecto, aunque ambos se quedaron con las ganas de seguir unido al otro. Así tenía que ser, el acontecimiento debía desaparecer de sus mentes antes que cualquiera de los dos se hiciera más ilusiones sobre lo que nunca debió suceder.


Eran casi las cinco de la tarde, Donghae volvió a casa y se encontró con el gran silencio que la habitaba, extrañado dejó las bolsas de mandado sobre la mesa del comedor y subió a la segunda planta. El mutismo era total y no dudó en ir a la habitación de su amigo, la puerta se encontraba cerrada, estiró la mano y agarró el picaporte, con la otra dio dos suaves golpes, sin recibir respuesta

- ¿Changmin? – habló bajito, pegado a la puerta, pero el aludido no respondió. Donghae no tuvo mayor remedio que abrir la puerta

Aún había luz de sol y vio claramente a Changmin acostado en la cama, boca abajo, abrazado a la almohada, parecía completamente dormido, el mayor sonrió y cerró de nuevo la puerta con cuidado, alejándose de ahí. Volvió a la planta de abajo y comenzó a sacar todas las cosas para acomodarlas en su lugar, al poco tiempo, mientras se disponía a alzar una caja de cereal en un cajón de la alacena, su teléfono celular comenzó a sonar, lo sacó enseguida y vio el nombre de su novio en la pantalla, así que respondió rápidamente

- Hola cariño  – saludó alegre

- ¿Está Changmin contigo? – preguntó sin responder el saludo

- Está arriba en su habitación ¿Por qué? – cuestionó intrigado, su novio sonaba serio

- ¿No está enfermo? ¿No ha recaído?

- Que yo sepa no ¿qué pasa? – inquirió preocupado

- Jonghyun ha intentado llamarlo en varias ocasiones, la primera el teléfono sonó y sonó, pero después no entraba la llamada, está preocupado por él – explicó el mesero

- No hay de qué preocuparse, yo salí a hacer algunas compras y acabo de volver, lo he visto en su habitación, está profundamente dormido – informó con tranquilidad para transmitirle ese sentimiento a Eunhyuk, a quien escuchó suspirar aliviado

- Menos mal – habló ya sin presión. Girándose hacia su convaleciente amigo le sonrió – Changmin está bien, solo se quedó dormido – expuso y Donghae alcanzó a escuchar esa respuesta, mostrando una sonrisa divertida

- Esos dos, se cuidan mucho, se preocupan demasiado por el otro – dijo con voz lo suficientemente alta para que su novio le escuchase – Necesitan aprender a estar lejos un poco – comentó convencido, aunque Eunhyuk pensaba distinto

- Ya, eso no nos corresponde decirlo – contradijo al instante, Donghae no quería ahondar en ello así que no insistió

- Bueno y ¿Cómo han estado? ¿Necesitan algo? – apresuró a preguntar, realmente interesado en saber – Puedo ir allá antes de abrir

- No mi amor, estamos bien, concéntrate en el Bar y no te preocupes ¿de acuerdo?

- De acuerdo – consintió sonriente – Cuídense, el lunes iré allá ¿de acuerdo? Solo espera unos días más – habló con voz suave

- Sí, lo haré – sonrió ampliamente – Y cuando Changmin despierte, que llame a Jonghyun por favor, está que se muere por oírlo – exteriorizó con exageración, volteando a ver a su amigo vio su gesto de desaprobación – Bueno, eso no dijo él – aclaró – Igual que le llame o tendré que oírlo lamentarse como bebé toda la noche – rio juguetonamente

- No te preocupes, le diré a Changmin – contestó finalmente Donghae – Debo colgar, aún hay mucho que hacer y pronto se hace tarde

- Sí, lo siento. Mucha suerte

- Gracias

- Te veo después

- Sí, nos vemos

- Ya voy a colgar

- Sí, hazlo – insistió el barman, casi a punto de reír

- Hasta pronto

- Que sí

- Te amo, te extraño – dijo avergonzado porque sabía que lo primero nunca tenía respuesta

- También te extraño, pero de verdad debo colgar

- Ya, está bien. Tírame un beso – pidió con emoción. Del otro lado Jonghyun entornó los ojos, eso era demasiado cursi incluso para él

- No seas ridículo – contestó sonrojado el barman

- Solo uno, anda

- Bueno. Está bien. Si eso te calma… – respondió luego de meditarlo

Más a fuerzas que con ganas, finalmente Donghae tiró un beso hacia la bocina del teléfono, luego se echó a reír completamente avergonzado

- Te puse en altavoz – confesó burlonamente, aunque era mentira, Donghae se sonrojó con intensidad, visiblemente indignado

- Eres un idiota – regañó con fastidio, haciéndolo reír

- Es broma, no hice eso. Me habría encantado ver tu cara – no podía parar de reír

- Tonto – dijo finalmente con buen ánimo, recuperando la sonrisa – Ahora sí te colgaré. Cuídense

- Ustedes también. Adiós

- Adiós

- Te amo – confesó de nuevo el mesero y antes de colgar o recibir respuesta, mandó devuelta un beso a través de la bocina, colgando por fin. Donghae sonrió con ternura, observando fijamente el teléfono móvil

Las palabras que pronunció Yunho el día anterior le hicieron borrar su sonrisa, su amigo le dijo que la realidad ante él era más hermosa de lo que creía y que dejara de soñar, sabía que se refería a Eunhyuk como su realidad y a él como el sueño imposible, dándole a entender que si seguía sumergido en él, Eunhyuk podría irse de su lado y él de todos modos no iba a corresponder a sus sentimientos. Donghae se sintió triste, pero no sabía qué tenía más peso sobre él, la idea de perder a su novio o que su mejor amigo de quien estaba enamorado, jamás iba a corresponderle

Suspiró largo y sin una conclusión concreta, decidió continuar con los quehaceres que realizaba antes de aquella llamada, dentro de poco el Bar abriría nuevamente y siendo jueves, le esperaba una noche realmente larga y aburrida.


Changmin comenzó a despertar poco a poco, sintiendo un alivio como hace mucho no sentía. Estiró la mayor cantidad posible de músculos y sonrió relajadamente, sin importarle cuánto tiempo durmió, nada, se sentía muy descansado

- Parece ser que anocheció – musitó al mirar la oscuridad tras la ventana. Pesadamente se incorporó en la cama, sentándose a la orilla de esta, cogió su celular, lo prendió y miró la hora, ya eran casi las nueve de la noche, lo cual le sorprendió – Dormí bastante – dijo sin vergüenza y volvió a estirarse, luego se levantó de la cama y avanzó hacia el interruptor, encendió la luz

Desde aquel ángulo miró su nave a escala sobre el ropero, fue inevitable pensar en Yunho y todas las imágenes de lo que sucedió por la tarde acudieron a él. Sonrió, mezcla de amargura y nostalgia, volviéndole a parecer increíble que aquello pasó

- Le gusto – susurró asombrado pero feliz, si aquello no era una completa locura, no sabía lo que dicha palabra significaba – ¿Cómo es eso posible? – se cuestionó con mayor intriga que hace unas horas cuando todo pasó, su cabeza estaba ahora fría y le permitía pensar con mayor claridad

Llevó una mano a su pecho y torció la boca en un gesto reflexivo

- ¿De verdad le gusto o está confundido? – especuló, sintiéndose intranquilo. Sabía que lo sucedido no podía trascender, pero trataba de encontrar una lógica a todo aquello – Lo de Boa, conoció a mi ex, convivió con mi familia, nos hemos hecho cercanos, ya no ha tenido sexo, todo eso pudo haberlo confundido – concluyó con desánimo – Pero… ¿Debe importarme? Es mejor si solo está confundido ¿no? ¿Por qué quiero gustarle? ¿Por qué eso me pone contento? No está bien – definió finalmente y apartó la mirada de su nave a escala

Si seguía pensando en eso su cabeza explotaría, así que mejor salió de la habitación y se dirigió al baño para tomar una ducha, la segunda de ese día, Changmin era un obsesionado de la limpieza. Al entrar se quitó enseguida la ropa y abrió la llave, entrando en el chorro de agua tibia, cerró los ojos y se relajó, dejando que el agua hiciera su trabajo, luego de unos segundos se jabonó el cuerpo, haciéndolo rápido. Tras el champú se puso un producto especial y luego de enjuagar su cabello cerró finalmente la regadera

- Como nuevo – sonrió satisfecho, estiró su mano y quiso agarrar una toalla, pero no se encontraba ninguna – Rayos – molesto se acercó a la puerta – Ni modo, tendré que salir así. No hay nadie al fin y al cabo – comentó relajado, así que abrió y asomó la cabeza

Tras verificar que no hubiera nadie a la vista salió del baño, sintió un inquietante aire sobre la piel desnuda al que se acostumbró rápidamente y se dirigió a su habitación lo más rápido posible. Entró y cerró la puerta tras él, sin percatarse de la otra presencia adentro, hasta que se giró hacia la cama y vio a Yunho sentado en ella

Se miraron mutuamente a los ojos, ambos sorprendidos, hasta que la mirada del mayor bajó lentamente hacia la entrepierna de Changmin, incomodándolo, pero Yunho se dio cuenta y alzó la vista hasta sus ojos otra vez

- ¡Yunho! – expresó enojado, enseguida el aludido se cubrió los ojos con la mano derecha, aunque sin cerrarlos, logró ver a través de sus dedos, emitiendo una risa inquieta

- Lo siento – dijo sin sentirlo, aprovechando para mirar cuanto quiso, Changmin lo notó pero ya no dijo nada, solo se sonrojó completamente

- ¿Qué más da? Los dos somos hombres – expresó con sarcasmo, lanzándole una mirada entre coqueta y nerviosa. Avanzó hacia el ropero, cogió una toalla y se comenzó a secar sin que Yunho le apartara la vista de encima, mirándolo de costado pero en un ángulo que podía ver al frente con claridad

Aunque sabía que lo observaba, Changmin pretendió que no le importaba, sin embargo se sintió nervioso, pero por otro lado pensar que de alguna forma lo provocaba le agradó, si le gustaba a Yunho sin importar sus preferencias y más allá de un cuerpo, no le era de extrañar que en algún punto comenzaría a desearlo también sexualmente, por lo que le permitió el deleite de mirar

Yunho lo siguió en cada movimiento, sintiéndose un maldito degenerado, pero no pudo evitarlo, ni siquiera lo intentó, miró sin pudor alguno, las largas y aún torneadas piernas, provistas del vello justo; un trasero que si bien no era de prominente proporción, calzaba a la perfección con la complexión delgada de su cuerpo; su pene era el equivalente a un buen tamaño, por encima del promedio y los genitales que le acompañaban le daban la forma perfecta, era la primera vez que Yunho miraba tan atento la entrepierna de otro hombre, tragó saliva y su vista continuó el recorrido

El bajo vientre de Changmin, adornado con una masculina línea de vello que llegaba hasta el ombligo, tenía aún la forma de quien ejercita su cuerpo, aunque sus abdominales no estaban tan marcadas como alguna vez parecieron estarlo, esa parte de su cuerpo era muy atractiva; siguió por el torso mientras Changmin se colocaba la ropa interior, el pecho del menor continuaba trabajado y el color de su piel era perfecto, casi parecía trigueño; los pezones no eran tan pequeños pero sí perfectamente asimétricos, su torso constituía en sí en una mezcla adecuada de elementos. La posición en esos segundos no le permitió ver bien la espalda, pero por la curvatura de sus hombros no hubo mucho que imaginar

El largo cuello de Changmin fue recorrido por los curiosos ojos de Yunho, había notado antes la forma, el grosor y la nuez de Adán que se ofrecía ante él, pero no había reparado en lo suave que se veía su piel, aquella parecía gritarle “Bésame”. Intentó no pensar demasiado en ello y contempló su rostro, el tamaño de sus orejas, claramente visibles gracias al cabello mojado; la forma de la nariz, la curva bajo ella y hasta los labios, la barbilla. Changmin era de quijada ligeramente cuadrada, muy masculina, pese a que su rostro en totalidad era lindo, no tosco, de semblante infantil y maduro a la vez

Sus pestañas extensas y los párpados poco caídos hacían de sus oscuros ojos, más expresivos aún, pese a que en esos momentos no lo observaba de frente, el mayor guardaba en su memoria el claro recuerdo de la mirada del menor, sin duda lo que más le gustaba de él. 

El agua que aún caía a gotas por las puntas de su cabello estaba mojando la camisa que acababa de ponerse, Changmin finalizó poniéndose el pantalón, mientras lo abrochaba se giró un poco hacia Yunho, quien observó su rostro, la frente, los pómulos prominentes que solían marcarse cuando sonreía, las mejillas que más de alguna vez vio sonrojadas. Sin darse cuenta sonreía al verlo, sin poderse explicar porque de repente le gustaba tanto, pero ¿Quería saberlo? Aquel enigma era seductor, le insinuaba al oído que debía hacer todo cuanto estuviera a su alcance para saciar sus deseos. 

No tenía miedo, solo estaba preocupado por quienes también le importaban, aquellos quienes saldrían heridos, pero si no estuvieran, si hubiera otra situación, en esos momentos estaría llevándose a Changmin a la cama, lo tomaría sin reservas y le haría el amor. Por primera vez sentía aquel deseo y sonrió con desconcierto, sin dejar de observarlo y maquilando en su cabeza cientos de ideas que muy probablemente jamás llevaría a cabo.

Changmin terminó de vestirse por completo y apenas fue capaz de mirar de reojo al otro, Yunho aún se cubría el rostro fingiendo no ver, pero el menor sabía que lo observaba fijamente, que no dejó de mirarlo mientras se secaba la piel mojada, luego mientras se vestía, lo cual hizo más lento de lo que haría normalmente, fue a propósito, pero ahora se sentía avergonzado, solía ser tímido, no un mojigato, pero nunca fue libertino, no como su mejor amigo, Jonghyun si podía tener sexo con un completo extraño, o sería capaz de probar posiciones y métodos, pero Changmin no, lo más atrevido que hizo en toda su vida fue acostarse con su ex en la oficina y lucir aquel extraño ropaje solo para él. Vestirse frente a Yunho en un intento extraño de seducirlo se sumaba a esa pequeña lista de cosas atrevidas que había hecho

- ¿Qué haces aquí? – preguntó finalmente, girándose del todo hacia el otro, Yunho se descubrió el rostro y lo miró, sonriendo enseguida, aquel gesto derritió a Changmin, si el chico le parecía atractivo, en esos momentos era simplemente seductor

- Donghae me envió – respondió rápido – Creyó que tal vez estabas con fiebre otra vez porque dormiste muchas horas – explicó tranquilamente, sin apartar de él una mirada fija

- Ya veo – contestó con decepción, por segundos creyó que el mayor estaba ahí simplemente porque quería verle. Changmin le devolvió la mirada fija, comenzó a sentirse nervioso

Se quedaron en silencio mirándose, ambos recordando aquel beso que se dieron por la tarde, pero ninguno dio el primer paso y hablar en al menos tres minutos, en aquellos intentaron pensar en otra cosa, pero fue imposible. Yunho volvió a mirar las hebras de cabello mojado, observó atento y finalmente se puso de pie, acercándose al menor, Changmin se paralizó al instante, sus piernas no fueron capaces de moverse, cuando el mayor llegó hasta él creyó que tal vez lo tomaría entre sus brazos, pero no fue así

Yunho estiró la mano hacia la puerta del clóset, la cual permanecía abierta, sobre esta se encontraba la toalla con la que Changmin se secó, el mayor la agarró, sin dejar de observarlo la subió hacia el más alto y con ella le acarició el cabello, aunque la intención fue secar el exceso de agua, la piel entera de Changmin se estremeció

- ¿Qué estás…? – intentó preguntar, pero fue interrumpido

- Tu cabello está empapado – respondió con voz suave y sin dejar de mirarlo a los ojos. Se encontraban relativamente cerca, el corazón del menor palpitaba con agitación y su respiración estaba inquieta. Yunho volvió a acariciarle el cabello con la toalla, secando el costado izquierdo, luego atrás, continuó la acción arriba y finalmente en el lado derecho, usando la zurda para sostener la tela

- Gracias – dijo con timidez el menor, tratando de sonreír, pero cuando sostuvo la toalla para quitársela a Yunho, él le apartó la mano

- Espera – sonrió también. Con suavidad le pasó el paño una vez más, desde arriba de la oreja derecha hacia atrás, lentamente, dejando de ver sus ojos para mirar esa parte de su cabeza. El agua ya no destilaba de las sedosas hebras de cabello, así que sonrió satisfecho

Yunho bajó el brazo con el que sostenía el paño y volvió a observarlo

- Listo – en respuesta el menor asintió en silencio – Perdón – dijo de pronto, con el gesto ligeramente consternado

- ¿Por qué?

- Por espiarte – confesó avergonzado, Changmin se sonrojó de nuevo

- ¿Me espiaste? No me di cuenta – fingió demencia, con un tono de voz similar al que usaban cuando bromeaban entre ellos, era una forma de tratar de recuperar un poco de su antigua relación, ahora completamente transformada debido al beso que se dieron

Nuevamente hubo silencio, largo e incómodo, Changmin ya no sabía cómo romper el hielo, pero no era el único, Yunho tampoco lo sabía

- Creo que debería irme – habló finalmente el mayor, Changmin asintió, tratando de emitir una sonrisa natural

Observó como el otro colocaba la toalla nuevamente en la puerta del clóset y sin cerrarla miró de nuevo hacia el más alto, acercándose un paso más, miró su oreja izquierda, una última gota se hospedaba justo en el lóbulo, casi a punto de caer, pero no fue necesaria la toalla, estiró su mano y la atrapó, justo entre su índice y pulgar, haciendo una ligera presión, Changmin entrecerró los ojos, porque aquello se sintió peligrosa y extrañamente bien, se estremeció solo de imaginarlo besando su cuerpo por todas partes

El mayor lo miró y desesperado lo atrajo hacia él, rodeándolo con su brazo izquierdo y Changmin no pudo más, se desplomó sobre su cuerpo, aunque los dos estaban de pie, el menor se abrazó a él rodeándole los hombros, escondiendo el rostro en su cuello, percibiendo el olor de Yunho, una fragancia naturalmente provocadora que le inundó los sentidos

- Changmin, no somos unos adolescentes – musitó Yunho, cerca de su oído, logrando que nuevamente se estremeciera – No podemos evitar lo obvio y no quiero limitarme. Por favor, solo dímelo una última vez para desistirme o no… ¿Quieres estar conmigo? – cuestionó sin preámbulos, directo

Si de algo podía presumir Yunho era de su firme carácter, si deseaba algo no dudaba en ir tras él, por algo se le conocía en todo el pueblo como quien no deja escapar ni una sola de sus conquistas. Al oír aquella pregunta el menor se confundió, habían hablado ya de la importancia de no trascender sus acciones más allá del beso que ya se habían dado, por el bien de sus mejores amigos, pero ahora remitía al mismo tema y le dejaba a él la capacidad de elección

- No quiero una relación formal, ni siquiera la deseaba con Jonghyun – respondió al fin el menor, muy cerca de la piel contraria, logrando que el mayor se mordiera ligeramente el labio inferior. Yunho sonrió

- Eso no fue lo que te pregunté – aclaró avergonzado, Changmin entendió enseguida y un escalofrío lo recorrió por completo, logrando que sus mejillas nuevamente se tiñeran de rojo

- Yo… sabes que tengo novio – insistió en su farsa, Yunho suspiró un poco y cerró el apretón con el brazo que faltaba

- Solo responde mi pregunta – esquivó la objeción, porque en esos momentos dolía terriblemente, su consciencia además no le permitía olvidar que lejos de aquel idilio romántico, estaba un hombre postrado en una cama sin poderse mover, convaleciente. Y ellos estaban ahí, solos, actuando a sus espaldas

- Sí quiero – dijo al fin, sorprendido de su determinación, Yunho sonrió satisfecho y poco a poco le soltó, en cambio el otro continuaba aferrado a sus hombros, con el rostro refugiado en el manto del cuello contrario – Pero no puedo… no debo – continuó, desanimando a Yunho, aunque no del todo

- Entonces… – levantó ambas manos y le sujetó de los antebrazos, apartándolo fríamente de él, logrando que Changmin se afligiera. 

Poco a poco se alejó de su cuerpo, aunque aún estaban cerca extrañó el olor de su piel, la tibieza que manaba de él. Se negó a mirarlo a los ojos, sintiéndose molesto, quería tirársele encima, ir a esa cama y meterse bajo las sábanas con él

- Cuando “puedas” – habló en tono sarcástico – Búscame. Nadie lo sabrá, solo tú y yo, no lastimaremos a nadie, tampoco será una relación formal, como dices no querer tener. Pero no nos privemos de la cercanía que deseamos – insistió, sintiéndose cada vez menos nervioso – Somos adultos ¿no?... Que desean lo mismo, sin ataduras ni compromisos

Changmin volvió otra vez la vista hacia él, su rostro continuaba sonrojado, Yunho estaba siendo demasiado claro y directo, si los dos se ansiaban no había necesidad en privarse de satisfacer sus deseos, como adultos que eran, pero también le pedía oculto tras esas palabras que dejara a Jonghyun antes de eso, así él le estaría esperando

Aquella propuesta sexual tan ideal, tan perfecta, no hizo a Changmin dejar de lado su asombro, apenas podía creer que eso estaba sucediendo, lamentó enormemente que no hubiese sucedido antes, de ser así habría tenido relaciones con él sin pensarlo un segundo, pero de por medio estaba la promesa que hizo a su mejor amigo y el hecho de que el mismo estuviera en aquella lamentable situación dentro del Hospital

También le sorprendió la capacidad de Yunho para hacer de lado todo y ofrecerle un oasis en aquel marginado pueblo, tal como Changmin lo deseó la primera noche que pisaron aquel bar; aunque aquello implicara un daño colateral hacia Donghae, señal de que el deseo de Yunho hacia él era realmente fuerte como para hacer de lado esa situación, después de todo como se lo dijo apenas segundos atrás, “Nadie lo sabrá, no lastimaremos a nadie”. Changmin solo tenía que dejar a Jonghyun como pareja, nada más, entonces ninguno tendría atadura alguna y podrían calmar aquellas ganas

- Yunho… – intentó hablar, con la voz quebrada, pero el aludido le pidió que no lo hiciera, colocándole el índice sobre los labios, negando con la cabeza al mismo tiempo

- No hay nada más qué decir – sonrió, mirándole por última vez, bajó el brazo y se alejó, rozando ligeramente el hombro del más alto al primer paso, luego el calor de su cuerpo desapareció como si nunca hubiese estado ahí . Yunho ya se encontraba cerrando la puerta con él del otro lado cuando Changmin reaccionó

Se giró hacia atrás sobre sus talones, encontrándose solo en la habitación, miró detenidamente la puerta, como si del otro lado pudiera ver a Yunho. Sonrió, mezcla de consternación y alegría, acababa de recibir la propuesta “indecorosa” más extravagante de toda su vida, él ni siquiera tuvo la iniciativa, siendo el único Gay entre los dos, sin embargo la decisión fue del otro, el heterosexual inalcanzable del que quedó prendado desde la adopción de su nueva vida

Ni siquiera estaba enamorado, pero el deseo hacia él crecía cada vez más, ahora se sentía atrapado, maldijo su manía de precipitarse a la hora de tomar decisiones, de haber hecho una promesa que obviamente no podía cumplir, darle una oportunidad a Jonghyun había sido un terrible error, ahora pagaba la consecuencia. Se maldijo por duplicado, primero debido al hecho de estar amarrado a su mejor amigo, en segundo término al sentirse de aquella manera, Jonghyun no había hecho más que apoyarlo, sacarlo adelante cuando peor estuvo, ahora él se auto reprendía por devolverle solo un poco de todo ese amor

- Soy detestable ¿cierto? – preguntó mientras la imagen de su amigo se formaba en su mente – Por un acostón con otro reniego de la oportunidad que siempre has merecido. No soy digno de que me ames – lamentó con angustia, sintiendo que su pecho se oprimía, causándole un gran dolor

Muy a su pesar, ya no quedaba más que hacer. Morderse hasta los dedos para aguantarse en tanto no terminara con su actual novio, una relación bastante desastrosa y que además era incapaz de terminar pronto, sería casi inhumano dejarlo en esa situación, a su suerte. Cerró los ojos y suspiró, haciendo después un puchero

- ¿Por qué? ¿Por qué no sucedió antes? – dijo en tono caprichoso. La resignación no era algo a lo que se aferrara normalmente.


Cerca de la medianoche, Changmin bajó hacia el Bar, temía que Yunho se encontrara ahí, por eso aguardó, quedándose en su habitación, tratando de no cavilar en esas ideas extrañas que ya no podían apartarse fácilmente de su cabeza, aunque lo intentó con fuerza. Para su fortuna el chico en cuestión no se encontraba, el Bar estaba prácticamente solo, sin música en vivo, ni siquiera algún partido de fútbol que llamara la atención, se trataba de un día aburrido

Donghae se encontraba limpiando tarros mientras bostezaba, tratando de no hacerlo, pero sin poderlo evitar, él también se encontraba sumamente aburrido. Changmin se dirigió directo a él, sentándose en uno de los bancos frente a la barra, al verlo, el barman lo miró asombrado

- Vaya, creí que habías caído en coma – dijo sonriendo con burla, el más alto sonrió, bastante avergonzado, hacía demasiado tiempo que no dormía de aquella manera, claro, sin contar los días que estuvo enfermo, salvo que ahora se encontraba más sano que nunca

- Me excedí – admitió con pena – Ni siquiera comí, muero de hambre

- ¿Shim Changmin no ha comido y sigue vivo? – cuestionó con ironía, el menor le lanzó una mirada de profundo desprecio – ¿Por qué no vas con Yunho?

- ¿Eh? ¿Con Yunho? ¿Por qué con él? – preguntó con voz titubeante, Donghae enarcó una ceja, observándolo fijo – No es que quiera verlo ni nada…

- ¿De qué rayos hablas? – inquirió sorprendido, de un segundo a otro Changmin estalló en nervios, lo cual le resultó sospechoso, pero no comentó algo al respecto

- Digo que porque lo mencionas… él ¿habló algo contigo? – rascó sutilmente su nuca con tres dedos, sin dejar de mirar al barman, Donghae casi echó a reír

- Creo que dormir tanto te tiene perturbado – observó divertido, sin levantar mucha sospecha de la actitud de su amigo, aunque sí era extraña, más no demasiado fuera de lo normal, decidió no tomarle importancia

- Sí, necesito despejarme

- Te comenté de Yunho porque estuvo aquí un rato, se fue hace menos de diez minutos antes que llegaras, dijo que iría a comer algo al restaurante de la carretera – comenzó a explicar el barman – Ni Junsu ni yo quisimos algo, así que no volverá aquí, supongo que regresará a su casa, a menos que haya vuelto a las andadas – dijo con fastidio

- Ah, era eso – respondió tranquilo Changmin, sonrió aliviado y meditó unos instantes

- Deberías ir, con suerte paga tu cena, ya sabes, eres el menor – aconsejó sabiamente el barman, pero el otro no tenía deseos de ver nuevamente a Yunho, o quizás es que sus deseos de verlo eran demasiado grandes que ya no quería ponerse de frente a la tentación

- Yo creo que mejor preparo algo aquí – contestó finalmente

- Como quieras, igual hice compras por la mañana, el refrigerador y la alacena ya no están vacíos – informó con orgullo, a Changmin se le iluminó el rostro

- No sabes cuánto te amo en estos momentos – declaró con entusiasmo, se estiró sobre la barra y besó la mejilla del barman, Donghae lo empujó con sutileza y se limpió, fingiendo que le molestó, el menor se echó a reír, luego se levantó del banco

- Por cierto – le llamó antes que se apartara – ¿Llamaste a Jonghyun?

- ¡Jonghyun! – exclamó aturdido – No, no le llamé – confesó, mostrándose afligido pese a que nunca tuvo intenciones de hablarle

- Ese Yunho, le dije claramente que te avisara que llamó por la tarde – expuso molesto, el menor lo analizó y en ningún momento Yunho le pasó ese recado, apretó los labios molesto

- ¿Por qué hizo eso? – preguntó hacia su amigo, visiblemente inquieto, pensando que tal vez el otro lo hizo con mala intención, pero realmente a Yunho se le olvidó por completo. Espiar a Changmin mientras se vestía, después hacerle una loca y extraña propuesta, hicieron que ni siquiera recordara las palabras de Donghae

- No sé – encogió los hombros casi con indiferencia – Igual es tarde, ya debe estar durmiendo

- Es verdad, quiero que descanse – contestó con sinceridad

- Bueno, ve a comer algo, no te vayas a desmayar – exageró en broma, Changmin lo tomó casi como una orden pues también deseaba alimentarse cuanto antes

- Ceno y vuelvo – indicó decidido

- Creo que cerraré temprano – comentó al ver a unos clientes abandonar el Bar, Junsu se acercaba a la barra con el dinero de esa cuenta. Además de ellos solo estaba un grupo de tres chicas conversando, pero no parecía que durarían mucho, pues el último pedido lo habían hecho hace más de media hora

- Parece que hoy particularmente es aburrido – comentó el más alto, el barman asintió, recibiendo luego el dinero y guardándolo – Bien, me retiro

- Sí, está bien – dijo cerrando la caja.

Changmin se preparó de cena la suma de la comida de un día, tenía demasiada hambre, desde la mañana cuando comió algo para el desayuno que no comía nada más. Incluso mientras lo hacía, no pensó ni una sola vez en Yunho, sintiéndose en paz, todo ese asunto le tenía enajenado, imaginando una y mil situaciones donde ellos dos irremediablemente terminaban entregados a sus deseos, aquellos pensamientos lo agobiaban, pero ahora no estaban más que él y aquel enorme plato, cuando acabara, muy seguramente volvería a lo mismo.


Yunho miraba por la ventana del Restaurante mientras esperaba su rebanada de pastel y un café descafeinado con leche. Antes de eso cenó muy bien y ahora se daba un pequeño lujo con esa especie de postre, Sulli no tardó mucho en entregar el pedido, observando curiosa a su amigo, parecía muy abstraído, haciendo que ella se preguntara si se encontraba pensando en su eterno amor, o si tal vez había conocido a alguien más que le pudiera obrar el milagro de olvidar a aquella ingrata

La mesera sonrió y al hacerlo hizo un bufido, captando sin querer la atención de Yunho, él la miró y le sonrió cortésmente

- Por favor dime que estás pensando en mí – suplicó en broma, sentándose en el sillón del frente, sin hacer caso a los gritos de su jefe. Apoyó la cabeza sobre las manos, mirando al ensoñador Yunho, sin decir más nada

- Las niñas deben dormirse temprano – refutó divertido, alzando un dedo le dio un golpecito en la frente, la chica le sacó la lengua

- Eres tonto ¿Acaso no te das cuenta que soy toda una mujer? – habló con arrogancia simulada, señalando su cuerpo, Yunho miró sutilmente el área del pecho y alzó las cejas

- Pero si eres casi un muchacho – contradijo en broma, Sulli enseguida se cubrió el pecho

- Todos los hombres son iguales, solo ven esas cosas – bufó molesta, Yunho solo ensanchó la sonrisa, sin decir algo – Si yo tuviera más busto ¿te fijarías en mí?

- Haces preguntas peligrosas chiquilla – esquivó la cuestión, comiendo un poco del pastel

- Entonces tal vez si te puede gustar un “muchacho” – comentó refiriéndose a las palabras de Yunho, sin embargo él automáticamente pensó en Changmin ¿Qué diría Sulli si supiera que realmente la cuestión del pecho le era irrelevante? Claro que un par de buenas tetas siempre era un plus maravilloso, pero no lo era todo, al menos no para él

Sonrió con amargura, no podía responder a los cuestionamientos de la chica, odiaba limitar a las personas por sus cuerpos. En su vida se había acostado con diversos tipos de mujeres, desde las que tenían el mejor de los cuerpos hasta otras menos privilegiadas, altas, bajitas, femeninas y todo lo contrario; rubias, pelirrojas, castañas y un gran etcétera en ese aspecto, desde inteligentes hasta las que no conocían ni el dos más dos; las que querían con él de todo y hasta las que al día siguiente le olvidarían sin problema. Ahora el único interés que podía tener por un muchacho se trataba de Changmin

La mesera lo miró fijamente, se encontraba tan absorto en sus pensamientos que volvió a preguntar en qué demonios pensaba, pero sin decirlo, tan solo en su mente se respondió con alguna que otra locura. Yunho miraba con insistencia su plato, como si haciéndolo este fuese a desaparecer, Sulli aprovechó eso para agarrarlo de una orilla y jalarlo, sacándolo de su trance

- En diez minutos salgo ¿Por qué no vamos a caminar por ahí? – preguntó con emoción

- Olvídalo – contestó pronto, jalando de vuelta el plato – Te irás a casa – indicó con autoridad

- Acompáñame a mi casa, no quiero irme sola

- Siempre te vas sola

- Sí, pero ahora puedes llevarme, por favor – con mirada de niña buena lo observó insistentemente, Yunho bebió de su café y suspiró

- De acuerdo – comentó resignado – Solo porque vives lejos de aquí

- Gracias – emocionada sacó de su mandil la cuenta y la entregó a Yunho, luego se puso de pie y fue a las demás mesas a hacer lo mismo, mientras él terminaba de comer aquello, sacando después el dinero para pagar

- Está loca – dijo sonriendo, mientras negaba con la cabeza. Al fondo de esa misma hilera de mesas, estaba una chica sola, comiendo al parecer una ensalada, le sonrió coquetamente

Yunho se giró sutil hacia atrás para constatar que no estuviera mirando a otro, pero al darse cuenta que era a él solo sonrió cortésmente. La mujer parecía bastante bonita, aunque no la veía muy bien, enseguida su mente caviló, como en los viejos tiempos, que la abordaba, conseguía su número de teléfono y a la noche siguiente estarían compartiendo una cama, sin acordarse apenas el uno del otro sus nombres

Mordió sutilmente su labio inferior, analizando. Con Changmin se quedó con las ganas, su cuerpo estaba acostumbrado a conectarse con la mente y siempre terminaba cediendo a sus deseos, pero una voz interna, igual que por la tarde, le indicaba que era mejor alejarse de terrenos peligrosos, así que optó por mostrar otra sonrisa, esta vez más seca y luego tan solo la ignoró, terminando su pastel y el café

Sulli regresó al poco tiempo, ya sin el mandil, su compañera del otro turno acababa de llegar, aquel restaurante al estar a orillas de la carretera, abría las veinticuatro horas. Yunho la miró y se puso de pie, observó de soslayo a la atractiva mujer del otro extremo, les observaba asombrada, como si estuviese viendo alguna aberración de la naturaleza, Yunho le ignoró por completo y junto a la mesera salieron del Restaurante

- ¿No vas abrirme la puerta? – preguntó la chica justo al lado de la mencionada, Yunho negó en silencio y entró en el auto

- Sube ya – indicó desde el interior y ella entró rápido, colocándose enseguida el cinturón

- Maleducado – regañó en broma, él no respondió nada y solo echó andar su vehículo

En auto el trayecto era realmente más rápido, así que no tardaron en llegar, Yunho detuvo el vehículo y miró hacia la mesera

- Listo, te he traído

- Gracias – sonrió mirándolo fijo – ¿Quieres pasar?

- No ¿para qué? – cuestionó escandalizado, Sulli rio divertida

- Para saludar a mis papás ¿para qué más? – respondió y él se sintió aliviado

- Es verdad, hace tiempo que no los veo – devolvió la sonrisa, sacó las llaves del auto y los dos bajaron de él

Yunho esperó atrás de Sulli mientras ella abría la puerta, una vez que entró prendió la luz, él cerró la puerta tras entrar y miró alrededor, hace años que no entraba y todo parecía tan igual, los cuadros familiares dispersos en distintos puntos le daban calidez a la casa

- Una vez arreglé el auto de tu papá, creo que ibas en secundaria – recordó con nostalgia, sus primeros trabajos como mecánico – Vine hasta acá y entre los dos lo reparamos – comentó mientras miraba una foto de los papás de la chica, ella no respondió

- Parece que no están – comentó fingiendo ignorar desde antes ese hecho. Los padres de Sulli habían viajado a Incheon por un asunto de negocios, los dos eran comerciantes

- Ya veo – la observó con suspicacia, dejando la foto donde la había tomado – Y tú no sabías que no estarían ¿verdad? – preguntó molesto, no cabía duda alguna, cayó en la emboscada de la chica, se sentía un tonto

- ¿Cómo dices eso? Claro que no sabía – fingió demencia, Yunho suspiró

- Bien, me voy – sin tratar de desenmascarar la mentira, decidió mejor solo irse, pero una cosa estaba clara, ya no volvería a confiar en ella. Le dio la espalda y avanzó a la puerta

- Espera… – llamó la chica enseguida, Yunho se detuvo y se giró hacia atrás, al hacerlo la chica terminaba de quitarse la blusa, dejándolo sorprendido – ¿Es que de verdad aún me ves como una niña? ¿La de secundaria que te pidió le enseñaras de mecánica solo para estar junto a ti un par de horas? – cuestionó nerviosa, moviendo ambas manos hacia su espalda

- Sulli, ponte eso – pidió con calma, pero en lugar de recibir respuesta a su petición, vio a la chica quitarse el sostén, mostrando efectivamente que ya no era ninguna niña, incluso si no tenía un busto grande

Yunho miró sus pequeños y firmes pechos, muy bonitos, no podía negarlo, pero aunque ella tenía ese cuerpo, con una cintura delgada y estética, el pálido de su piel, casi espectral y sin duda una cara muy bonita, no despertaba en él ningún deseo, sintió vergüenza de que alguien a quien apenas veía como una amiga, intentara seducirlo así

- ¿No te gusto ni siquiera un poquito? – preguntó afligida, Yunho se quedó mudo, girando su cabeza a un lado, mirando cualquier cosa para no observarla

- Vístete, no quiero marcharme dejándote así, antes ponte la ropa – pidió amablemente, pero ella hizo caso omiso y avanzó hacia él, quedando a un paso solamente

- Mírame – suplicó, pero él no le obedeció, siguió esperando a que ella se cubriera. Al no ver respuesta, la chica decidió actuar antes, sujetando la mano izquierda de Yunho, la cual alzó, él enseguida se puso en alerta pero no fue capaz de evitar que ella la colocara sobre su seno derecho, buscando el contacto de su mirada

Yunho se quedó paralizado, sintiendo la suave piel bajo su mano, su dedo índice quedó cerca del pezón. Su instinto más primario lo hizo apretar con suavidad y su dedo se movió hasta tocar el punto exacto, escuchando de la chica un suspiro, sin darse cuenta apenas que ella aprovechó para que le tocase con la otra mano

- ¿Te gustan? – cuestionó sonrojada, sintiendo que se le doblaban las rodillas, pero él no respondió, estaba pasmado, ella se acercó más a su cuerpo y buscó su cuello, exhalando una bocanada de aire, luego buscando rápido sus labios

Yunho la besó con arrebato, dejando de pensar en quien tenía frente a él, acariciándole los pechos mientras devoraba su boca, ella abrió los ojos, sorprendida de aquella pasión, nunca en su vida la habían besado así, aquel sí que era un beso adulto, no como los que había recibido en algunas ocasiones, se sentía desesperada, sin saber cómo reaccionar al ritmo, sin poder corresponder, intentó dejarse llevar pero la boca de Yunho le llevaba años de ventaja

La dirigió hacia la pared más próxima, soltó sus labios y los pechos, bajó directamente hacia ellos, agarró uno por debajo, usando solo su pulgar e índice derecho, apretó suavemente y lo llevó a su boca, Sulli tembló, nunca en su vida imaginó que sentiría algo así, los labios, la lengua, Yunho sabía qué tocar y cómo hacerlo. Lanzó un gemido incómodo y luego apretó los dientes unos instantes

- Yunho – musitó avergonzada y más excitada de lo que alguna vez estuvo en toda su vida – Hazme tuya… – suplicó convencida, si él se detenía ella simplemente se desmayaría

Él continuó con lo suyo, sin prestar atención a sus palabras, a aquella súplica, si prestaba atención de aquella voz entonces regresaría a la realidad, donde ella solo era una chica loca que intentaba seducirlo, no la mujer que se mostraba ante él, un ser sexualmente despierto

- Yunho… – volvió a suplicar, temblando, su experiencia era nula comparada con la de él, pero deseaba una cosa tanto como el mayor

Dejó de besarle y subió deslizando sus labios por el cuello hasta bajar de nuevo y atacar el hombro con sus besos, le abrazó por la cintura y luego sus manos tocaron sus glúteos. Más sonrojada y excitada que nunca, Sulli cerró sus ojos y se aferró a los hombros de Yunho, sintiendo en él la entrepierna abultada

- Por favor… Quiero que seas el primero – suplicó una última vez antes de sentir que su mundo se caería alrededor, las palabras mágicas para Yunho, más no para ella, era hora de despertar, él estaba excitado pero aún esa pequeña parte de él que era su consciencia, le gritaba lo horrible que sería quitarle la virginidad tan solo por una calentura momentánea, resultado de sus múltiples frustraciones

Se detuvo abruptamente y alzó la mirada, buscando en los inocentes ojos de Sulli a la niña que siempre veía atendiendo un restaurante, con una sonrisa limpia. La imagen que se mostró ante él lo horrorizó a tal modo que retrocedió dos pasos, observándola como si no supiese la forma en que llegó hasta ahí, o como si ella fuera el mismísimo demonio

Sintió vergüenza a tal punto que perdió el habla, Yunho la miró aturdido, negando en silencio, continuó retrocediendo hacia la puerta, ella quiso alcanzarlo, pero él simplemente se dio medio vuelta y salió corriendo de ahí hacia su auto. Lo echó a andar y condujo rápido pero sin rumbo, deteniéndose en el primer lugar aislado que encontró, lejos de la casa de ella, lejos del corazón del pueblo, aunque aún en sus territorios, apagó el auto y miró el volante por unos instantes, los recuerdos de lo sucedido rondaban por su mente y le perturbaron

- ¿Qué pensaba hacer? – recriminó confundido, sintiendo en su boca aún el sabor de aquellos duros y dulces pezones. Cerró fuerte los ojos y los talló, luego golpeó el volante – Si ella no hubiese dicho aquello… Dios – meditó horrorizado – Yo le habría arrebatado algo importante, solo por sexo, sin poderle cumplir ninguna promesa

Intentó calmarse pero durante algunos segundos se encontró tan agitado que temió caer en un ataque de nervios, apenas sintió que algo dentro de sus pantalones necesitaba atención, continuaba excitado, tantos días sin nada y de repente aquello, si no hubiese estado en abstinencia, de Sulli no habría robado ni siquiera un beso

- Soy despreciable – pensó con un tono más tranquilo, apoyó la espalda en el respaldo y cuando se calmó del todo agachó la cabeza, mirando su entrepierna ligeramente endurecida, la erección estaba bajando pero aún no del todo

Miró a su alrededor, prestando atención por primera vez, dándose cuenta que se encontraba completamente solo, ni siquiera por la carretera que se lograba ver en el fondo pasaba algún auto. Hace tiempo que no se tocaba, la última vez ni siquiera la recordaba, pero ahora era necesario, no buscaría una mujer con quien saciar los deseos, debía hacerlo todo él

Desabrochó el pantalón y bajó el cierre, extrajo su miembro por encima de la ropa interior y esta la bajó un poco más, comenzó por deslizar lentamente su mano. Cualquier forma de sexo para él era un arte, así que lo hizo despacio, creándose imágenes en su mente para lograr la erección que minutos atrás tuvo en casa de la chica, solo que ésta vez no pensó absolutamente nada en ella, haría que ese hecho desapareciera por siempre de su mente

Sustituyó los recuerdos comunes por lo sucedido en aquella tarde, pensó en Changmin, en su seductora desnudez, su cuerpo mojado, su cabello con exceso de agua. Lo recordó frente a él, tan sorprendido y pasmado como él lo estaría si hubieran invertido los papeles; su miembro comenzó a reaccionar, el calor de la piel del menor y el dulce aroma le llenó los sentidos, el ritmo de su mano aumentó. Apretó los ojos y con su mano izquierda sujetó fuerte el volante, la derecha se masturbaba a un ritmo cada vez más acelerado

Imaginó el cuerpo desnudo de Changmin sobre el suyo, en ese auto, le daba la espalda y se movía al ritmo que en esos momentos se deslizaba su mano, Yunho podía verle la espalda y no se limitaba en besarla, sintiendo sobre sus caderas los glúteos del menor, saltando sobre él mientras se sujetaba con ambas manos de aquel volante, Yunho le agarraba la cintura

- Changmin… – musitó excitado. No tuvo que imaginar más, el recuerdo de aquel día cuando el mencionado enfermó sustituyó pronto a su espejismo, la mirada fija, los ojos decididos, pero no era el sándwich lo que mordía, era su miembro, perdido dentro de su cavidad, le succionaba sin pudor alguno y eso fue suficiente

Exclamando un gemido de completo placer, un par de chorros brotaron de su miembro y cayeron sobre él, manchándole los pantalones, pero no le importó, sacó lo más que pudo hasta que su respiración, agitada y llena de desesperación se hubo calmado. Los días de abstinencia acumularon en él semen suficiente para catalogar aquello como un accidente, pero no le importó, suspiró hondo y abrió los ojos, sintiéndose relajado, la respiración volvió a su ritmo habitual y tras eso no llegó culpa

La sentía por lo sucedido en casa de Sulli, porque fue lo suficientemente estúpido en dejarse llevar, pero no la sentía por haberse masturbado pensando en Changmin, con aquellas sexys imágenes de los dos teniendo sexo, tampoco por los recuerdos, transformados en algo que nunca sucedió pero sí pensó en aquel momento. La curiosidad por estar con el menor ahora resultaba más grande, así que dejó enterrado el mal recuerdo de minutos atrás, no volvería a verla jamás con los mismos ojos, incluso era mejor no verla nunca más

- Que te sirva de lección – habló con voz baja, recriminándose. Continuaba con la espalda sobre el respaldo del asiento, los pantalones abiertos y manchados, pensando, mientras miraba la parte de arriba del auto

Luego de estar así un par de minutos, sacó de la guantera algunas toallitas de papel y limpió sus ropas, la mano y finalmente las partes de su cuerpo que se ensuciaron. Acomodó sus ropas y sujetó el volante con ambas manos, luego suspiró mirando al frente, sin moverse, permaneciendo así algunos segundos nada más, luego sacó el celular y mandó un mensaje de texto a Donghae

- ¿Puedo desahogarme con mi amigo como antes? ¿O la veda no solo era por mis lloriqueos sobre BoA? – repitió mientras escribía, luego mandó el mensaje

Esperó casi cinco minutos sin respuesta alguna, estuvo a punto de simplemente marcharse cuando llegó la contestación, abrió el mensaje y lo leyó sonriendo

- Ven por unos tragos, llorón – respondió secamente. El mayor guardó el celular y se puso en marcha de regreso al Bar.


Donghae hizo las cuentas de la noche, como esperaba, las ganancias fueron realmente muy bajas, así que solo suspiró resignado. Su mesero se había marchado hace menos de dos minutos y ahora él cerraba la caja, luego colocó los brazos sobre la barra y esperaría a Yunho, sintiendo que el corazón le latía de prisa, estaba emocionada, extrañaba mucho ser su confidente, y ya que seguramente sus quejas no tenían nada que ver con BoA, no le preocupó romper su promesa

Changmin regresó al Bar tras su cuantiosa comida, la sonrisa amplia en su rostro era la clara muestra de que estaba satisfecho. Se acercó a la barra y se sentó frente al barman que parecía muy pensativo, así que llamó su atención enseguida

- ¿Qué sucede? – preguntó extrañado, pero el otro le devolvió una sonrisa

- Nada, Yunho viene para acá

- Pero ya cerraste ¿no? – cuestionó nervioso, Donghae lo miró con sorpresa, pero no comentó nada curioso sobre eso

- Sí, pero no importa, es amigo – respondió con tono sarcástico, Changmin solo asintió como si hubiese aceptado el chiste con tranquilidad. Ciertamente no tenía cabeza para muchas cosas y en realidad no quería ver a Yunho, así que sonrió y se levantó del asiento – ¿Te vas?

- Sí, para que hablen tranquilos

- No creo que a él le moleste

- Tal vez, pero a ti… – guardó silencio, sin animarse a completar esa frase, Donghae suspiró con incomodidad y miró hacia la puerta, como si Yunho estuviera ahí, frente a los dos

- No me enojaré si te unes

- Sí pero ¿sabes? Creo que deben hablar solos, me retiro

- Como quieras – encogió los hombros – Por cierto, te dejó Yunho por la tarde una caja en la sala, dijo que es lo faltante – informó antes que el menor saliera de ahí

- Gracias – dijo amablemente y por fin se retiró. Encontró la caja rápidamente y la levantó, llevándosela a su habitación.

En pocos minutos llegó Yunho al Bar, su amigo lo esperaba en una de las mesas, lejos de los ventanales por los que se podía ver hacia afuera, se saludaron alzando sus manos, luego el mayor se sentó frente a él, la mesa era para dos

- Tienes cara de afligido – observó preocupado – Cuéntame tus pecados

- Antes de eso ¿Tienes algo de Whiskey, o Tequila? No sé

- Vaya, algo fuerte ¿eh? – sonrió divertido y se levantó de la mesa, sacó una botella de su mejor Tequila, dos vasitos tequileros y regresó a la mesa, destapó la botella y sirvió para ambos – Como en los viejos tiempos – dijo alzando el vaso, Yunho hizo lo mismo, chocaron suavemente el del otro y de un solo trago se tomaron todo el contenido

Para el mayor no hubo problema alguno, solo cerró unos instantes los ojos mientras golpeaba el vaso vacío contra la mesa, pero su amigo no tuvo mejor suerte, Donghae dejó con fuerza el trasto también sobre la madera y cerrando fuertemente los ojos apoyó la frente junto al vasito, pataleando un par de veces

- No está tan fuerte – regañó Yunho riéndose divertido, pero Donghae tardó en levantarse del mueble, por lo que su amigo lo miró con curiosidad. Repentinamente el menor se irguió nuevamente y sirvió de nuevo, como si nada hubiese pasado

- Es cuestión de acostumbrarme – se justificó despreocupadamente, bebió esta vez un trago pequeño e intentó no mostrarse perjudicado por el ardor de garganta que experimentaba – Ahora dime, ¿qué diablos te pasa? – inquirió mirándolo con suspicacia, Yunho suspiró y agarrando el vasito entre sus manos lo observó fijamente, bebió todo el contenido de un trago y se sirvió un tercero, mirando luego a su amigo

- Por poco y tengo sexo con Sulli – confesó agobiado. Al oír tan extrañas palabras Donghae se sorprendió sobremanera, sin poderlo creer, Yunho levantó la mirada y vio a su amigo beberse el resto de la copa de un trago

- ¿Te has vuelto loco? ¿Sulli? – preguntó indignado, reaccionando al fin – ¿La del Restaurante? – el aludido asintió, bebiéndose de a una todo el contenido de su tercer vaso – Pero si es una niña – comentó disgustado

- Oh no – negó enseguida, recordándola frente a sus ojos – Créeme, no tiene cuerpo de niña, no lo que vi – justificó enseguida, pero eso solo indignó más a su amigo

- ¿Es que perdiste los escrúpulos? – increpó aún dentro de su asombro

- Hermano, las mujeres son el diablo – sollozó impaciente, subiendo los brazos a la mesa y apoyando sobre ellos su cabeza, mirando hacia abajo – Y yo su más fiel servidor del inframundo – expuso casi con teatralidad, ante la mirada de molestia de su amigo

- El problema es este pedazo de idiota – dijo levantándose un poco para poder estirar la mano y golpear la cabeza de Yunho, luego volvió a sentarse – No culpes a las mujeres, el débil eres tú – regañó sin remordimiento alguno

Pronto Yunho se sobó la cabeza y luego de unos segundos se levantó, sirviéndose otro vasito con Tequila, esta vez hasta el tope, tirando un poco, bebió de un trago hasta la mitad, luego miró a su amigo, suspiró mientras asentía

- Lo sé, soy un degenerado ¿cierto? – cuestionó afligido, Donghae asintió efusivamente – No quiero justificarme – suspiró, mirando el vaso – Me llevó a su casa con una mentira y yo caí, adentro me sedujo

- Uy, pobrecito – interrumpió con tono sarcástico, Yunho bufó suavemente

- No sé qué me pasó, enloquecí – bebió el resto del vaso y lo depositó sobre la mesa, mirando hacia su amigo y su eterno gesto de reproche – Estábamos besándonos, te juro que la habría llevado a la cama, pero de algún modo me confesó que sería su primera vez – declaró avergonzado, Donghae solo alzó ambas cejas, sin interrumpir – Fue como un balde de agua fría, entonces me detuve, no pasó a más, salí corriendo, la dejé así, semidesnuda y confundida, no me lo perdonaré nunca – expuso avergonzado, sirviéndose de nuevo

- De verdad te ves afligido – observó curioso su amigo, sirviéndose de nuevo Tequila, pero muy poco, bebió un trago pequeño – ¿Qué vas hacer? Necesitas volver a tu vida de libertinaje con todas esas mujeres o la abstinencia te seguirá haciendo esto – aconsejó, aunque no estaba del todo seguro de su propio consejo. Yunho negó enseguida

- No es eso – también bebió un trago pequeño – No es mi falta de mujeres, solo es la falta de sexo, creo – dijo sin pensar mucho en lo que decía, el barman enarcó una ceja, confundido

- ¿También lo haces con hombres? – preguntó perturbado – Has dicho algo muy raro

- No – negó rápidamente – Olvídalo, no sé lo que digo… – bebió de nuevo el contenido completo de su vaso, pensó en Changmin y su creciente frustración, su deseo por poseerlo, estaba dejando que lo consumiera a pasos agigantados

- Búscate una novia, alguien que te quiera y comprenda, que no sea solo por sexo. Quiero verte superando a BoA de una vez por todas – suplicó en tono suave, cálido, mientras su mano buscaba la contraria, sujetándola con firmeza, Yunho sonrió

- Tal vez – sonrió amablemente y con su otra mano acarició el rostro de su amigo – Extrañaba esto ¿sabes? Gracias por escuchar mis lloriqueos

- De nada – sonrió también – Aunque esta vez ganas de golpearte no me faltaron

- Ella es mayor de edad – apresuró a justificarse

- No deja de ser una chiquilla caprichosa e inmadura, tú no dejas de ser un ojo alegre, te mereces lo que te pasa – regañó convencido, a Yunho le dolió el comentario pese a que sabía que era verdad, volvió a colocar los brazos sobre la mesa y escondió el rostro entre ellos

- Necesito otro trago – gimoteó, su amigo solo entornó los ojos y sirvió de nuevo

- Anda, bebe más – incitó, sirviéndose él también. Yunho se irguió de nuevo y bebió. Volvieron a empinar el vaso, consumiendo el contenido completo

El mayor miró unos instantes a Donghae en silencio, luego miró hacia la puerta que conectaba con la casa, girando de nuevo hacia su amigo

- ¿Dónde está Changmin? – preguntó arrastrando un poco las palabras, no estaba del todo ebrio, pero ya había perdido la cuenta de los vasos completos que bebió y comenzaba hacer efecto el alcohol

- Supongo que en su habitación, no quiso quedarse a conversar con nosotros – respondió normal, volviendo luego a llenar su vaso, de paso sirvió al mayor

- Ya veo

- ¿Quieres verlo? ¿Le llamo? – cuestionó con suspicacia, Yunho soltó una larga carcajada y negó varias veces

- Solo preguntaba – encogió los hombros y bebió casi con indiferencia. Más le valía disimular bien o su intuitivo amigo le leería la mente como solía hacer

- A veces actúas tan raro – comentó mirándolo adustamente, pero Yunho pretendió no escuchar sus palabras y continuó bebiendo. Entre los dos habían consumido un poco más de medio botella.

Después de haber dormido tantas horas por la tarde, Changmin no tenía absolutamente nada de sueño, tan solo daba vueltas sobre la cama, pensando en miles de cosas, mientras hacía desidia y no se daba ánimo de activar la computadora para de una vez por todas, borrar todo lo que tuviera que ver con su Ex

- También está la Tablet – pensó, mirando hacia una esquina de la habitación, donde tenía la otra caja de sus pertenencias. La pantalla de bloqueo era una foto de él junto a Kyuhyun, razón de sobra para no querer ni prenderla, aunque sabía que eventualmente debía hacerlo

Changmin estiró la mano hacia el buró, miró la hora del celular y rezongó molesto, deseaba dormir pese a su falta de sueño, así que no le quedó mayor remedio que levantarse y buscar algo quehacer. Pensó en el Bar, en ir hacia abajo, pero una gran parte de él gritaba que no, que se mantuviera alejado de Yunho lo más que pudiera, pero estaba aburrido como ostra, por lo que dejó de meditarlo, se colocó ropa ya que se encontraba solo con la interior, saliendo luego de la habitación

Bajó al primer piso y antes de salir al Bar se detuvo, meditando un poco, aun dudando sobre si debía hacerlo o no. Tras unos segundos casi eternos, decidió al fin hacerlo, entró en el Bar y vio a sus dos amigos sentados en una mesa para dos, uno frente al otro, ambos se veían ya bastantes ebrios, sobre todo Donghae, para Changmin no fue difícil adivinar que tenía menor tolerancia al alcohol que el otro

Sobre la mesa descansaba una botella vacía de Tequila y otra con un tercio ya de consumo, Changmin avanzó poco a poco hacia los dos hombres, ninguno reparó en su presencia

- Sabes que cuentas conmigo – comentó Donghae casi llorando, mirándolo fijamente – Eres mi único amor, daría mi vida por ti – confesó estirando su mano, queriéndolo acariciar, pero el mayor manoteaba como si estuviera espantando moscas

- Compórtate… – regañó a punto de reírse, el menor también intentó contener la risa, pero ambos terminaron carcajeando – Eunhyuk se pondrá triste – dijo sin parar de reír

- Mi Eunhyuk… – habló en tono cálido – Es mi único amor, daría mi vida por él – aseguró limpiándose las lágrimas e intentando dejar de reír – Espera, ¿o eras tú? – cuestionó confundido, al no encontrar respuesta volvió a reír, sirviéndose más Tequila

- Estás loco – afirmó divertido, estirando el vasito para que le sirviera de nuevo

Changmin se cruzó de brazos, observando el espectáculo, intentando no reírse, los dos se veían muy cómicos balanceándose de esa forma

- No, tú estás loco – se defendió el barman, haciendo una pausa para beber todo el contenido de su vaso, sin dejar de señalar a su amigo – Ibas a tirarte a la Sulli – acusó frunciendo el entrecejo. Al oír eso Changmin abrió más amplio los ojos, permaneciendo inmóvil – Hombre malo y perverso – incriminó tratando de lucir molesto, pero conteniendo una sonora carcajada, Yunho hizo puchero

- Ya te expliqué – gimoteó, con tono de voz emberrinchado – Yo no quería, pero sus pechos son tan bonitos, suaves y firmes – confesó alucinado, levantando las manos hacia Donghae, como si estuviese a punto de agarrar los mencionados

- Asqueroso – reprendió enojado, levantándose de su asiento, estiró la mano y dio un golpe sobre las de Yunho, casi cayéndose al frente, así que volvió a sentarse

- ¿Por qué?... Yo escucho tus pláticas sobre penes – recriminó indignado. Los dos se quedaron callados mirándose un rato y luego soltaron a reír otra vez, el barman volvió a ponerse de pie – ¿Acaso me gustan los penes? – preguntó, aunque meditaba más para sí mismo – Quizás uno – se respondió con alegría – Me gusta el de…

- Chicos – apresuró Changmin a interrumpir, estaba completamente rojo, sin saber cómo actuar, parecía nervioso. El par de amigos volteó a verlo

- ¡Hey! – exclamó Donghae con una gran sonrisa, acercándose hacia él – Hablando de penes – llegó a donde estaba Changmin y lo abrazó con fuerza, casi cayéndose, el más alto tuvo que sostenerlo

- Cuidado – advirtió preocupado. Donghae levantó la mirada y le sonrió, el rostro completo de Changmin enrojeció cuando sintió que el barman le rozaba con la mano la entrepierna en un intento fallido por sostenerle el miembro

- Creo que el suyo es grande – confesó emocionado mirando hacia Yunho, como si quisiera secretearlo, pero al oír aquello Changmin se avergonzó, empujando a Donghae, lo cual le hizo marearse e irremediablemente se fue corriendo hacia el baño para vomitar, ante la risa hilarante de su mejor amigo

- Es un pervertido – se quejó avergonzado, aun sintiendo su rostro arder – Deja de reírte – dijo mirando hacia Yunho que no paraba de reír como tonto

- Los Gays hablan de penes – afirmó el mayor, justificando a su amigo – Nosotros los heteros de tetas – reafirmó convencido

- Muy elegante tu observación – comentó en tono sarcástico. Nunca imaginó verlo en ese estado, no sabía si reír o sentir vergüenza ajena, pero a Yunho le importó poco la mirada del menor sobre él, sonrió mientras se ponía de pie

- No soy Gay – negó convencido, moviendo incluso su dedo índice frente a Changmin – Pero puedo hablar de tu pene – aseveró con emoción, acercándose más a él, rodeándole los hombros con su brazo derecho, sujetándole la barbilla con la mano izquierda

- No digas esas cosas – regañó abochornado, pero sin hacer apenas un intento por alejarlo

- Déjame hacértelo – susurró cerca de sus labios, haciéndolo pasar saliva – Solo una vez, quiero hacerlo contigo– suplicó, intentando besarlo, pero Changmin reaccionó y alcanzó a empujarlo con fuerza, logrando que cayera sentado en la silla

- ¿Qué están haciendo? – preguntó Donghae, quien se acercaba a ambos lentamente y tambaleándose, Changmin lo miró sin saber que responder – ¿Iban a besarse? – inquirió divertido, acercándose a Yunho – Bésame a mí – pidió sin pudor, sentándose en sus piernas e intentando abrazarlo por el cuello

- Quítate – respondió el mayor, aventándolo y consiguiendo que cayera al suelo

- Eres tan malo – lloriqueó Donghae antes de volverse a reír, luego se puso de pie pero cayó de nuevo, Yunho también reía, sin embargo Changmin los observaba a ambos sin saber que decir, solo esperaba que a la mañana siguiente el barman no se acordara de lo que vio, porque era claro que miró lo que su amigo intentaba hacer

- Ustedes dos, están comportándose tan patéticamente – reprochó Changmin, llevándose ambas manos a la cintura – ¿No les da vergüenza?

- A mí no – contestó rápido y sincero el mayor de los tres

- No, ni a mí – secundó el barman, también muy convencido, mientras se levantaba del suelo – Quiero llamar a mi novio – avanzó hacia la barra, ahí había un teléfono fijo

- Ven acá, es tarde para eso – contradijo Changmin, yendo por él lo jaló de nuevo hacia la mesa, mientras Yunho se servía más alcohol

- Suéltame – pidió al tiempo que intentaba soltarse – Quiero decirle que lo amo

- Díselo cuando estés sobrio – hizo otro intento por jalarlo, pero se detuvo en seco cuando sintió a Yunho abrazarlo por la espalda, ni siquiera lo percibió acercarse, ahora tenía esos fuertes brazos rodeándole el cuello

- Qué bonito eres – dijo con emoción, sonriendo ampliamente, el calor de su aliento chocó cerca de su cuello y bien pudo ser algo erótico, pero el olor a alcohol fue más bien desagradable, así que Changmin le dio un codazo y logró que lo soltara, él también soltó a Donghae y se apartó de los dos

- Me largo, hagan lo que quieran – dijo molesto, dándoles la espalda

- No te vayas – suplicaron al mismo tiempo, el menor se detuvo y giró hacia ellos otra vez

- Entonces basta, a dormir – sentenció como si fuese el padre de ambos, Yunho regresó a la mesa y se sentó otra vez, pero Donghae avanzó hacia él

- Sí señor – llegó hasta él y lo abrazó, sonrió y rápidamente le dio dos besos en la mejilla derecha, después lo soltó, Changmin intentó no reírse, pero realmente ese par lucían muy cómicos, lamentó no haberlos grabado

- Ya anda, vete – lo empujó pero el barman no cayó, siguió caminando hasta que finalmente desapareció, Changmin alcanzó a escuchar cómo se caía un par de veces en el interior de la casa, pero no se asomó a ver si fue grave, supuso que no

- Ven, ven Changminnie – dijo Yunho desde la mesa, haciéndole señas con una mano y sosteniendo la botella con la otra, bebiendo directamente de ahí – Bebamos

- Tú también, a dormir – regañó, acercándose hacia él, pero el mayor negaba enérgicamente, sin dejar de beber, hasta que el menor llegó a él y le arrebató la botella – Es la segunda vez en mi vida que te arrebato una botella de alcohol, tienes problemas – observó preocupado, pero Yunho estaba tan relajado que casi parecía estarse quedando dormido

- No quiero ir a mi casa – protestó pataleando – Quiero dormir contigo

- Eso no sucederá – objetó sonrojado – Puedes dormir en la habitación de Jonghyun, si quieres – comentó mientras se acercaba a la barra y dejaba ahí la botella de Tequila, volteó después hacia la mesa, Yunho hacía puchero

- Espera – meditó, mirando hacia el frente, donde no estaba Changmin – Si duermo en su habitación, me convierto en tu novio – volteó ahora con el aludido, quien se echó a reír levemente, pareciéndole divertida la conclusión a la que llegó el otro – Entonces sí – se puso de pie con dificultad, avanzando al interior, el más alto lo siguió, apagando tras de él la luz

Entraron en la casa, vieron a Donghae tirado en el sillón de la sala, los zapatos y pantalón en el suelo, él profundamente dormido. Para subir las escaleras Yunho se agarró fuerte del pasamanos, pero al llegar hasta la parte de arriba estuvo a punto de caer, entonces Changmin lo sostuvo y ayudó el resto del camino a no caerse, colocándose un brazo del mayor en su hombro

- Como pesas – bufó, haciendo uso de todas sus fuerzas, así no solo evitaba que Yunho cayera, si no él también. Al llegar al fondo del pasillo se detuvieron abruptamente a causa del mayor, que se negaba a entrar – ¿Qué pasa?

- ¿Dónde me llevas? – preguntó confundido

- ¿Cómo a dónde? A la habitación de Jonghyun, a dormir

- Ah – respondió calmadamente, pero cuando Changmin intentó avanzar, de nuevo se detuvo, haciéndolo enojar – Espera

- ¿Ahora qué?

- No quiero – contestó en tono suave – Llévame a mi casa

- Dijiste que no querías ir – indicó enojado, Yunho pesaba mucho y se daba el lujo de hacer esa clase de cosas – Dime por qué

- Porque me gustas

- ¿Eso que tiene que ver? Deja de hablar tonterías – exasperado intentó avanzar otra vez, sin éxito, Yunho además de corpulento no hacía mucho esfuerzo por mantenerse de pie, dejándole casi todo el trabajo a él

- No quiero – negó una vez con la cabeza, mirando el rostro de Changmin – No quiero dormir donde duermes con él – confesó emberrinchado

- Cada quien tiene su habitación – dijo molesto, haciendo acopio de todas sus fuerzas logró moverlo y entraron a la habitación de su ausente novio, prendió la luz y llevó a Yunho hasta la cama, sentándolo, pero él se tiró de espaldas al colchón

Suspiró profundamente y lo miró desde la esquina de la cama, de pie, Yunho estiraba los brazos hacia los lados. Sus miradas se cruzaron, el mayor sonrió alegre

- Que cómoda cama – comentó emocionado

- Descansa Yunho – susurró con suavidad, observándolo, luego le dio la espalda y avanzó hacia la puerta

- No te vayas – pidió, haciendo que se detuviera – Déjame darte un beso, uno – el aludido volteó hacia él y se acercó después a la cama, hincándose a un lado de la misma, a la altura de la cabeza de Yunho

- No más besos Yunho, no hasta terminar con Jonghyun – prometió con una sonrisa, quería serle fiel a sus deseos, pero no a costa de sus principios

- Jonghyun, Jonghyun, Jonghyun – se quejó en tono infantil, estirando la mano izquierda hacia Changmin, le acarició el rostro y con el pulgar los labios – Me pongo celoso

- Yunho…

- Dime Changminnie – bajó la mano de su cara y la dejó caer en el colchón – En esta cama ¿te ha hecho el amor? – preguntó con voz afectada, ya no era el alegre ebrio, casi parecía dolido, como esos despechados que lloran tras beber luego de una trágica ruptura

- No – mintió rápidamente, si decía la verdad, entonces el otro se pondría necio de nuevo y ya no querría dormir ahí, si hubiese estado sobrio, no habría tenido problema en decir la verdad, por incómoda que fuera

- Qué bueno – pronunció con una gran sonrisa y cerró los ojos – No quiero dormir en la cama que has compartido con otro – dijo suave y lento, finalmente se quedó dormido

El corazón de Changmin latió rápidamente, apenas podía creer todo aquello, aunque le confesó que le gustaba, pese al apasionado beso que se dieron, no obstante todo lo que estaban viviendo, continuaba pareciéndole increíble que Yunho se mostrara tan abiertamente interesado en él, de cierto modo se trataba de algo halagador y conforme pasaba el tiempo, sus ganas de acostarse con él aumentaban, además la propuesta estaba hecha, la decisión de dejar la relación fallida con su amigo también, solo era cuestión de esperar, lo que Changmin no sabía y de momento no quería averiguar, era si él se aguantaría hasta entonces. Mirando los labios entreabiertos de Yunho casi tuvo que hacer uso de una fuerza de voluntad sobrehumana y ponerse de pie para no tomarlos

Alejándose llegó hasta la puerta y lo miró desde ahí, sonrió con amargura y apagó la luz, entonces salió de la habitación y la cerró, yendo a la suya, cerró por dentro y sin encender la luz se quitó la ropa y fue hasta su cama, acostándose en ella. Aun sin sueño, tuvo un par de horas para pensar en todo lo que estaba pasando, la loca idea de volver a huir acudió a él tan solo por unos momentos, decidiendo que no podía escapar cada vez que un problema era tan grande que se sintiera ahogar, debía hacerle frente a todos ellos.

Continuará...

Notas de autor: ¡Hola! Una nueva actu, espero les haya gustado, agradezco los comentarios que me dejan, me hacen muy feliz (ya están respondidos, por cierto). No sé qué más decir xD no sé por qué, bien, nos leemos en el próximo capítulo, cuídense

10 comentarios:

  1. Me dejaste con unas ganas bárbaras de que se dieran un beso, pero bueno, ya será después.

    Ese Yunho, cada vez le es más difícil aguantarse, estaba segura que le contaría sobre sus sentimientos a Donghae, fue gracioso que se embriagaran y cómo actuaban.

    La última escena (como si fuera una película xD), me gustó mucho, un Yunho totalmente sincero, sin intención de esconder nada, ni siquiera lo molesto que le es saber de Jonghyun.

    Me encantó. Y bueno... a esperar otro capítulo, que me parecen tan lentos los días hasta la siguiente actualización xD

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    1. xD jajaja era la idea, crear tensión sexual :3

      También me divertí escribiéndolos borrachos xD pero aun no es tiempo que Donghae se entere ;)

      Gracias por dejarme siempre un comentario :D

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  2. XD De verdad ame este episodio, lleno de emociones por un momento creí que se acostaría con Sulli y yo asi de "Nooo Dx" jaja, pero afortunadamente no paso.
    Estubo genial como siempre, y hae y yunho borrachos mas :v Ya no quiere ocultar nada ese Yunho, pero eso me alegra.
    Gracias por el episodio, espero con ansias el siguiente!

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    1. XD jajaja si, imagino... de hecho si iba hacer que se acostaran, pero antes, cuando BoA recién se fue, pero me arrepentí y lo cambié por esta escena, creo que fue mejor :D

      Gracias a ti por leer y comentar :D

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  3. Me encanta!!!
    Las escenas de Yunho borracho eran como si viera una película.
    Gracias por actualizar constantemente todos tus fics, es algo que realmente aprecio.
    Nos leemos pronto

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    1. XD jaja gracias :D me divertí mucho escribiendo eso, que bueno que gustó :p jejeje

      Hasta pronto! gracias a ti por leer y comentar ñ,ñ

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  4. Increíble!!! Con cada capítulo superás ampliamente la maestría del anterior!!!Los detalles, las situaciones saltan de las letras!! Como siempre:Maravilloso!!

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    1. Gracias! n////n me da mucho gusto que te agrade tanto. Gracias por comentar!

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  5. Ame este capitulo, sobretodo la parte de los borrachos jaja muy divertida....y si pense que
    Yunho le confesaría algo a Donghae bueno estuvo a punto....y me preocupa un poco lo que Sulli irá hacer en el futuro para vengarse no directamente si no ayudando a otros...ya sabrás de quienes hablo...y que ganas le tiene Yunho a Changmin lol a ver cuanto tiempo se resistirán los dos.....gracias y felicidades cada vez escribes mejor!!!
    Tonni

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    1. Gracias n,n
      Yo también disfruté escribiendo eso xD y lo imaginé todo como si lo viera igual.. pero aun no es tiempo que Donghae se entere, cuando lo haga enloquecerá xD jajaja

      En cuanto a Sulli, no es mi idea que se vengue ni nada ;) así que eso no pasará jejeje

      Gracias por seguir leyendo y la paciencia :) pronto habrá mucho HoMin, las compensaré por tanta espera ;)

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