viernes, 4 de octubre de 2024

Escenarios Paralelos 

Capítulo 45. Nefasto día

A primera hora del día, Yunho ya se encontraba por completo despierto, acostado sobre su cama, mirando hacia el techo como si no perteneciera al mundo. No había otros sonidos además de su cansada respiración y todo su cuerpo se sentía como si pesara diez veces más, haciéndolo incapaz de moverse aunque sea un centímetro.

 

Suspiró por segunda vez antes de volver a cerrar los ojos, deseando no existir, quería desaparecer para siempre. Estuvo toda la semana tratando de negarse a sí mismo que justo esa noche, esperaría a dos hombres en su departamento para someterlo sexualmente ante varias cámaras, según se especificó en el contrato.

 

Finalmente pudo moverse un poco, miró la hora en su teléfono móvil, ya pasaban de las 8 y su estómago reclamaba por comida, pero a la vez sentía náuseas, no quería desayunar y no se forzó a hacerlo, solo se levantó de la cama y fue al baño a echarse agua sobre el rostro.

 

Miró su reflejo antes de secarse con una toalla, su mirada estaba perdida y las gotas que escurrían por su cuello apenas podía sentirlas, estaba ausente, como si su mente lo protegiera de verse a sí mismo en ese espejo. No supo cuánto tiempo estuvo así, pero no hubo necesidad de quitarse el agua de la cara, se había secado sola.

 

Salió del cuarto de baño y se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y sacó de ahí una manzana, fue lo único que no le produjo asco, la comida que veía frente a él le pareció hecha de tierra, no le apetecía en absoluto.

 

—¿Por qué haré todo esto? ¿No es más fácil retirarme? ¿Y qué si soy Gay? ¿Qué si usé una App para tener sexo? No he dañado a nadie —meditó por unos momentos

 

Pero la verdad es que amaba ser idol, los escenarios lo eran todo para él; cantar, bailar, actuar. Todo le resultaba gratificante, era su razón de ser, el motivo por el que desafió a todos y por el que luchó tanto, haciendo sacrificios y logrando sus objetivos.

 

Fue contra su familia y los pronósticos derrotistas de aquellos que lo rechazaron antes de entrar en su agencia actual. Con esfuerzo, dolor y lágrimas demostró ser mejor de lo que muchos creían, los enseñó a respetarlo y también a admirarlo.

 

A todos aquellos que lo hicieron menos les hizo tragarse sus palabras. Así llegó a ser quien era en el presente, él era Jung Yunho y no dejaría que nadie se lo arrebatara, por eso haría todo eso, para seguir protegiendo la imagen que durante años creó con tanto esfuerzo y dedicación.

 

No había tiempo para sentirse derrotado, grabaría esos sucios videos, ya no había marcha atrás. Aceptó de nuevo su destino y se armó de valor, aún faltaban varias horas para que esos tipos llegaran, pero debía preparar su departamento para que el hombre que no conocía, no descubriera que él era un cantante.

 

.

 

Esos días sin grabaciones, aunque eran pocos, Changmin los usó para tratar de mantenerse mentalmente lo más ocupado posible con diversas actividades, para su fortuna, Yeol tenía mucho trabajo y apenas si se habían mandado algunos mensajes.

 

Aquello le daba tiempo al actor de seguir considerando las circunstancias propicias y más apropiadas en las cuales terminaría su relación con su novia, pensando en la forma menos dolorosa e incómoda para ella, quien estaba muy enamorada de él.

 

Se sentía culpable por haber dejado que las cosas llegaran a ese punto, sabiendo que se pudo haber evitado muchos dolores de cabeza si tan solo hubiera escuchado mejor a la voz de la consciencia, en su caso esa era la de Hyesung, porque la propia no era muy confiable.

 

Miró el reloj en su teléfono, pasaba del mediodía y él no había terminado de limpiar su extenso librero, principalmente lleno de libros y una que otra figura coleccionable, no tenía muchas, nunca se consideró un coleccionista de nada, hasta que claro, se hizo fan de Yunho, entonces se dio a la tarea de comprar cuanta mercancía era posible.

 

De momento todo eso lo tenía celosamente guardado en su habitación, más preciso dentro de cajas de almacenamiento, las cuales ocultó con habilidad debajo de su cama, mientras que lo único que tenía por fuera, era el disco que el propio idol le regaló con su firma y el cual justo en esos momentos tenía en sus manos.

 

Sonrió, porque aquella era una de sus posesiones más preciadas, su primer álbum del cantante, regalado y firmado por él mismo.

 

—Puedes haberte olvidado de mí, pero yo no me olvidaré de ti —expresó antes de abrazar con fuerza aquel objeto.

 

Casi deja caer el disco cuando escuchó su teléfono móvil sonar, respiró con alivio al evitar la desgracia y enseguida se marchó para contestar. En la pantalla vio el nombre de su mánager

 

—Hola Hyung —saludó alegre

 

—Hola —contestó, aunque el extraño entusiasmo lo dejó confundido— ¿Cómo estás hoy?

 

—Bien, estoy de hecho limpiando mi librero —informó, tomando asiento en el sillón

 

—No nos hemos visto estos días ¿aún quieres estar solo?

 

—La verdad sí Hyung, no he salido siquiera

 

—Bien, tu mandas —expresó tranquilo

 

—¿Y tú cómo vas? ¿Se han visto de nuevo?

 

—De hecho mañana saldremos a cenar —confesó con entusiasmo

 

—¿Van a salir en público? ¿No es algo arriesgado?

 

—Fue idea de ella, supongo no le importa

 

—Si es así ¿Por qué no la llevas a ese restaurante francés que le gusta mucho a Yeol? Las chicas tienen fijaciones con lo Francés

 

—Pero que experto en mujeres es usted Shim Changmin —bromeó divertido el mayor, el aludido bufó ofendido

 

—Confía en mí —contestó el actor

 

—No quiero sonar tacaño, pero es algo caro y de momento no…

 

—Basta Hyung, usa la tarjeta empresarial ¿está bien? Corre por mi cuenta, lúcete amigo —ofreció sin pensarlo mucho, conmoviendo al otro

 

—No puedo aceptarlo

 

—No quiero excusas, además no permitiste que agregara un bono adicional en la renovación del contrato, deja de ser tan santurrón —regañó con tono bromista, haciéndolo sonrojar

 

—Está bien, muchas gracias

 

—Bien, voy a colgar o si no, nunca terminaré de limpiar esto

 

—Vamos, eres un as de la limpieza, acabarás y te dará tiempo de ver un par de conciertos —comentó tranquilamente, hasta que se percató de lo que dijo, quedándose mudo

 

—Espera ¿qué? ¿por qué dijiste eso? —preguntó pronto, sorprendido, comenzando a sentir agitada la respiración y sus orejas se sintieron calientes

 

—Ah… no es nada —corrigió enseguida— Solo balbuceaba

 

—Hyung, dímelo —insistió, era obvio que el mánager sabía su secreto

 

—Antes que te molestes conmigo, no fue mi intención, se me cayó algo al suelo en tu habitación, cuando Geu-Rin fue, me agaché a juntarlo y vi tus cajas, no esculqué, lo juro —explicó tan breve como pudo— Si querías ocultarlo de verdad, no hubieras comprado de las transparentes

 

Changmin se sintió muy avergonzado de que su secreto fuese descubierto de esa forma, pero Hyesung parecía no juzgarlo en absoluto, al principio pensó que si lo supiera le haría burla, pero al menos de momento, no estaba haciendo eso

 

—¿Qué piensas?

 

—Que eres un fan medio lunático, pero —hizo una pausa— Me alegra que aprecies su talento, que hayas dejado tu prejuicio a un lado

 

—Gracias —sonrió feliz

 

—También debo decir que seguro serías un excelente Presidente del club de fans —esta vez bromeó un poco, pero Changmin enseguida lo calló

 

—¿Sabes? No estaría mal crear un perfil para entrar a esas comunidades de fans en línea —lo pensó detenidamente, no sonaba del todo descabellado

 

—Mientras no te conviertas en un Sasaeng está bien

 

—Ni de broma Hyung —aseguró convencido

 

—Bueno, luego hablamos de eso, te dejo para que limpies bien. Cuando estés listo nos vemos de nuevo, cuídate mucho ¿sí?

 

—Gracias, también tú

 

Ambos colgaron, Changmin respiró profundo, sintiéndose un poco más aliviado, ahora el único secreto que le ocultaba a Hyesung había sido revelado, quitándole un peso de encima, por el momento.

 

.

 

Cuando se llegó la tarde y el reloj ya marcaba las 6, Yunho revisó por última vez todo su departamento, había quitado cualquier indicio que lo descubriera como cantante, no es que se creyera que todos en el país supieran de su existencia, pero más de alguna vez su imagen en publicidad debió haber sido vista por No Fans, debía tomar precauciones.

 

—Creo que es todo —analizó, aunque había dejado por último su habitación

 

Entró en el sitio y revisó que ropa se pondría, aunque la mayor parte del video aparecería sin ella, también buscó su vieja máscara, al encontrarla la miró fijamente, sintiendo enormes deseos por destruirla, de poco le sirvió cuando aquel tipo descubrió su identidad, volvió a sentirse culpable por haberle confirmado que se trataba de él.

 

Salió de su alcoba y entró en el baño, buscó en su botiquín de primeros auxilios, por fortuna tenía banditas del tamaño más pequeño que le serviría para cubrir su lunar, aunque pensó en si sería realmente de utilidad, si la cámara se acercaba lo suficiente, se vería que usaba una y eso lo pondría en evidencia, así que pensó en una mejor solución, usaría maquillaje.

 

Así como lo hacía cuando tenía encuentros sexuales, preparó una mochila con algunas de sus pertenencias, las pondría debajo de la cama por precaución, ahí metería su teléfono móvil en modo silencio, tal como había planificado desde la mañana. Mentalmente no estaba preparado para hacer todo lo acordado, pero tenía todo listo.

 

Tragó saliva con fuerza, solo quedaba esperar las horas que faltaban, sabía que debía comer algo, así que no tuvo de otra que preparar algo ligero, se ducharía media hora antes que los tipos llegaran y ya, no había más que pudiera hacer.

 

.

 

Dentro de una habitación de Motel barato, las luces parpadeantes del exterior se filtraban a través de las opacas cortinas y el bullicio de la calle a unos metros de distancia agregaban al ambiente un matiz de repudio mayor al que sintió cuando entró en la insípida pieza.

 

La chica que la citó ya se encontraba dentro y cuando la vio entrar ensanchó la sonrisa, pese a que el cubrebocas la tapaba, era notorio. Rápidamente la sujetó del brazo y la apartó de la entrada, cerrando la puerta luego de eso.

 

—Creí que no vendrías —expresó con alivio— Por poco echas a perder el plan

 

—Aún no sé si hice bien —contestó nerviosa— No quiero hacerlo, él me da asco

 

—Te entiendo —habló con aparente preocupación— Lo haría yo, pero sabe quién soy

 

La chica observó a la otra con recelo, no confiaba plenamente en ella, pero les había ayudado durante meses, desde que entró a su grupo de amigas obtuvieron información que nunca antes pudieron haber tenido, incluso un contacto directo con el sujeto que esperaban y de quien habían tenido más que solo datos aleatorios y quizás poco confiables.

 

—¿De verdad debo tener sexo con él? ¿No se conformará con lo de siempre? —inquirió tratando de aguantarse el asco que la idea le daba

 

—No hay otra opción —fingiendo ser comprensiva, le colocó una mano sobre el hombro— Necesitamos la evidencia en video, lo grabaremos todo ¿sí? Lo tendremos en nuestras manos, hará lo que le pidamos

 

—¿No es suficiente con lo que nos da?

 

—Claro que no tonta —respondió comenzando a impacientarse, pues el aludido no tardaría en llegar— Es su mánager, le conoce sus secretos, no los dirá con solo besitos y porque metas la mano en su pantalón ¿comprendes?

 

A duras penas, la otra chica asintió

 

—¿No dijiste que amabas a Oppa? Que harías todo por él

 

—Claro que sí, lo amo —aseguró, sintiendo deseos de llorar— Lo haré, me acostaré con ese tipo

 

—Bien —sonrió ampliamente, su chantaje tuvo el efecto que quería— Instalaré las cámaras, tengo que salir antes que llegue

 

—Sí —volvió a asentir, quedándose callada y pensativa, mientras la otra comenzaba a poner todo

 

Una vez que terminó de poner las pequeñas cámaras, guardó sus cosas y se acercó de nuevo a la otra chica, mirándola fijamente a los ojos, esta le devolvió la mirada, no parecía mostrar culpa en absoluto, le observaba a través de unas gafas y aunque el cubrebocas no mostraba su rostro completo, podía notar que era muy guapa, mucho más que ella.

 

—Solo dime algo —pidió antes que se marchara, ella volteó— ¿Por qué yo? Dijiste que quien lo hiciera debía ser bonita, hay otras más bonitas que yo

 

—Porque eres menor de edad —respondió como si nada— Pero no lo aparentas, así cuando él se entere de eso y que lo grabamos, accederá a nuestras demandas para evitar la denuncia

 

—¿Solo eso?

 

La otra chica asintió, se acercó de nuevo y le besó la mejilla a través de la tela que cubría sus labios, luego la miró a los ojos

 

—Ah, también porque no eres virgen —aseguró divertida— Será menos traumático para ti, supongo —esta vez le acarició el cabello— Te dejé condones bajo la almohada, suerte.

 

Sin agregar más, se apartó lentamente de la otra chica, mirándola de pie al centro de la habitación, continuaba sin parecer convencida, pero al menos sabía que haría todo lo que le pidió, por el bien de “la causa” se debían hacer ciertos sacrificios.

 

Respiró tranquila una vez fuera de la habitación, luego se apresuró a salir antes que el sujeto llegara, aunque sabía que estaba a tiempo, quería evitarse sorpresas. Subió en su automóvil, el cual aparcó a unas cuadras del Motel y se dirigió a otro sitio.

 

—Solo esperar que el otro inútil haga bien su trabajo —negó con decepción— Perdóname Oppa, pero yo te protegeré, a los dos y el amor que se tienen —sonrió con emoción— Le quitaré los videos una vez que los tenga, me encargaré de él, lo prometo.

 

Satisfecha de su plan y sus aparentes buenas intenciones, estaba segura de que Yunho le agradecería todo lo que estaba haciendo por él y el hombre que amaba, no dejaría que nadie los separara, así tuviera que deshacerse de algunos tontos estorbos.

 

.

 

Por mucho que quisiera negarse a la realidad conforme se acercaba la hora, no pudo simplemente disociarse, no había marcha atrás, lo sabía, aceptó su destino desde hace semanas, pero no podía evitar sentir lo que estaba sintiendo, repulsión por sí mismo entre todo.

 

Recordó aquella terrible noche, en la que sin piedad alguna, su padre lo echó de casa, no sin antes propinarle la peor paliza de su vida y de gritarle todas las ofensas que se le ocurrieron, como si le hablase al peor de los delincuentes, no a su único hijo varón, quien solo había nacido con gustos diferentes a los convencionalismos impuestos por su sociedad.

 

“No te atrevas a volver, no eres nada aquí”

 

Lo último que oyó antes del portazo que le hizo comprender que el apellido que llevó durante años ya no le pertenecía, aunque aún existiera, los Jung no lo reconocerían como uno de los suyos jamás, su padre fue lo bastante claro.

 

“No existen maricones en la familia, no serás el primero”

 

Aquella frase aún calaba en sus huesos, el señor a quien antes llegó a llamar papá con convicción se lo dijo dentro del auto cuando lo recogió en la escuela el día que lo expulsaron, convencido de que si lo llevaba al lugar correcto, aquello se le quitaría. Yunho aún recordaba el asco que sintió en ese momento, cuando la mujer contratada hizo todas aquellas cosas para “motivarlo”, sin éxito.

 

“Me avergüenzas, estarías mejor muerto”

 

Eso dolió, más que los golpes, más que los insultos, incluso que aquella mirada fría de su hermana, su ausente madre en la esquina, sin decir ni una sola palabra, mientras él, tirado en el suelo sentía crujir sus costillas rotas y el sabor a sangre que se acumulaba dentro de su boca.

 

Creyó que moriría, si no era el dolor, sería la humillación o simplemente el deseo de evaporarse, tal cual estaba sintiendo en esos momentos, mientras esperaba que esos dos sujetos llamaran a su puerta.

 

Miró la hora en su teléfono, eran escasos veinte minutos los que faltaban, si es que acaso eran tan puntuales. Yunho deseó que algo pasara, que un camión les arrollara antes de llegar, quizás un terremoto que les impidiera cumplir con lo acordado.

 

“Eres asqueroso”

 

A medida que se acercaba la hora, recordaba más y más ese día, las palabras de su padre. Tal vez porque sí se sentía una basura, esperando a dos hombres que lo llevarían a la cama para hacerle lo que se les antojara, sin que pudiera reclamar, pues había firmado un acuerdo.

 

En medio de sus más amargos recuerdos, tocaron a la puerta, un golpe discreto pero conciso, nadie que conociera tocaba así, por lo que era obvio. Miró la hora, eran tan puntuales que se sintió irreal, entonces era un hecho, no habían muerto en camino hacia su departamento, ya estaban ahí.

 

Su corazón comenzó a agitarse y le temblaron las manos, su sentencia, dictada hace tiempo, por fin sería ejecutada. La garganta se le hizo un nudo y avanzó a la puerta, la cual abrió, encontrando enfrente a su maldito acosador, acompañado de otro hombre más o menos de su edad, era atractivo, pero eso no importaba, no lo hacía menos deplorable.

 

—Hola guapo —saludó como si fueran viejos amigos. No hubo respuesta

 

El otro sujeto sonrió, aunque le miraba extrañado, Yunho tenía puesta su máscara y no habló. Los dos entraron en el departamento.

 

—Lindo —expresó el chico, mirando el interior del sitio una vez que ambos quitaron sus calzados en el pequeño recibidor— ¿Eres mudo?

 

—Ya te lo dije, es discreto —respondió el otro como si fuese condescendiente

 

—No importa —encogió los hombros

 

Yunho percibió la mirada fija del otro chico, lo miró de pies a cabeza, pese al deseo en sus ojos, no sintió la misma repulsión que con el otro, su acosador. No sabía si ellos eran amigos o si solo hacían videos juntos, tampoco le importaba, pero podía notar que eran diferentes.

 

—Buen cuerpo —halagó con emoción, el idol continuó sin responder

 

—Ya, vamos al grano ¿dónde está la habitación? —preguntó pese a que solo había 1 y la puerta abierta del baño mostraba cuál no era

 

El cantante señaló su alcoba, su mano continuaba temblando, el otro hombre pareció notarlo

 

—Nunca has hecho esto ¿verdad? —inquirió hacia él, esta vez hubo respuesta, Yunho solo negó para confirmar— Tranquilo, te gustará

 

—Deja de perder el tiempo, vamos —empujó discretamente a su compañero por el hombro, luego miró hacia el idol, sonriendo con arrogancia— Las damas primero

 

Sin deseos de discutir o de mostrarse molesto, Yunho simplemente entró primero en la habitación, encendiendo la luz, los otros dos detrás de él, el acosador traía una mochila grande colgada al hombro, la colocó en el suelo y con una rodilla en este, se agachó para sacar cosas.

 

—Yo traje esto —expresó el otro mientras metía su mano en la bolsa del pantalón, extrayendo de ahí un frasco de plástico, era lubricante, lo mostró hacia Yunho— Es mejor prevenir

 

—Eres demasiado blando —dijo con enojo— No necesita eso, la zorrita se abrirá lo necesario —comentó con desdén, riendo un poco.

 

—Haremos una doble penetración, no queremos accidentes —miró hacia el idol— Suele pasar

 

El aludido tragó saliva, pensando en lo doloroso que iba a ser, las burlas del otro tipo no ayudaban en nada, se sintió humillado y aún ni siquiera habían comenzado.

 

—Oye amigo ¿Qué posiciones te gustan? —inquirió hacia el idol hablando con entusiasmo— Ah cierto, no hablas —pensó un momento— Pero puedes hacer alguna seña, supongo

 

—Ya cállate idiota, ayúdame a poner esto —regañó el otro, dándole algunas cámaras

 

—Estás de muy mal humor hoy —observó el chico estando cerca del otro, tratando de no hablar muy alto

 

—Me haces enojar —entornó nos ojos— Vamos a follar a la zorra y ya, no se hará tu amiguito

 

—¿Por qué eres tan despectivo? ¿Qué te hizo Hyung? —indagó extrañado, habían trabajado juntos muchas veces, era la primera vez que lo veía actuando así

 

—No te importa —respondió secamente

 

El joven ya no hizo más preguntas, continuó ayudando a poner las cámaras, no eran espías, si no normales, en total 5 de ellas, puestas en lugares donde se permitiera enfocar todos los ángulos importantes posibles.

 

Yunho observó aquello como si no estuviese pasando, su mente parecía protegerlo. Imaginó los reflectores de un set de filmación normal, personas del staff yendo y viniendo, la mirada fija de un Director invisible, supervisando todo. Pensó en ello como un trabajo cualquiera en un día normal.

 

—Hey, despierta —llamó su atención el acosador— Quítate la ropa, menos la interior

 

Como si de un autómata se tratara, Yunho obedeció, para no tener que quitarse la máscara, anticipó su vestuario antes, por lo que traía una camisa que se abotonaba al frente, se despojó de todo tal cual le indicaron, sin oponerse en absoluto.

 

—Ya sé por qué lo elegiste, está buenísimo —expresó admirado, luego se acercó a Yunho, mirando su abdomen, después el resto del cuerpo, el idol por inercia retrocedió— Lo siento

 

—Bien, ya está todo —miró las cámaras mientras también se despojaba de su ropa, solo que él se quitó todo desde el inicio

 

—Hyung, siempre es un gusto verte —bromeó el otro, observando directamente su entrepierna

 

—Hoy no te toca comértela —respondió la broma, echando a reír en tanto su compañero fingió estar triste— Es momento de hacer gozar a esta zorra —dirigió una mirada hacia el idol, quien continuó ignorando sus comentarios

 

—No es normal su comportamiento ¿Quién eres y por qué te trata así? —pensó el chico, dirigiendo miradas a uno y otro— Es mejor que no me meta, hora de filmar —al igual que sus compañeros de esa noche, se desnudó

 

—Tú ya sabes —habló hacia su amigo, luego al cantante— Serán tomas sin cortes, las ediciones se harán después, así que correrse más de una vez será normal, los descansos también, se continuará cuántas veces sea posible, aparentará más resistencia en la versión final

 

—¿Qué será primero? ¿Dejaremos la doble penetración al final?

 

—Claro, la cereza del pastel —sonrió ampliamente— Estás demasiado tenso, te daré algo —miró hacia Yunho con desprecio— No lo eches a perder

 

El idol recordaba el acuerdo que firmó, decía que permitía no solo el no uso de preservativos, si no el consumo de afrodisiacos o cualquier otra sustancia que se le diera, así que no tuvo más remedio que tomar aquella pequeña pastilla.

 

.

 

Esos días sin pendientes en el trabajo, Changmin tuvo todo el tiempo que necesitó para reordenar y limpiar su departamento, todo eso le ayudó a no pensar tan seguido en sus problemas, su urgente rompimiento con Yeol, el que no podía seguir posponiendo, pues temía que si dejaba pasar más tiempo, olvidaría su convicción.

 

Por otro lado, aunque no esperaba nada de Yunho en un sentido romántico, saber que ya no gustaba de él, que dejó de importarle y que se habían vuelto lo que fueron en un inicio, unos completos desconocidos que solo están trabajando juntos, lo tenía cabizbajo, aunque a grandes ratos se ocupaba en otras cosas, apenas las terminaba o tenía un descanso, él volvía a su mente.

 

Ya era de noche ese día, otro que estaba por terminar, no volverían a las grabaciones hasta dentro de dos días, filmarían la escena del final, una que requería que ambos estuvieran muy cerca, diciendo cosas dulces y actuando románticos, el actor se preguntaba si aquello podía lograrse sin que él sucumbiera a las lágrimas, sabiendo que todo sería solo ficticio.

 

Mientras intentaba conciliar el sueño, como pocas veces hacía, abrió la ventana del pequeño balcón y salió, sin correr la cortina, aunque por la altura no se vería muy hacia dentro, no le gustaba que no hubiese algo que tapara.

 

La luna esa noche resplandecía y el cielo estaba despejado de nubes, comenzó a soplar un viento leve y agradable, Changmin entrecerró los ojos y suspiró profundo, luego los abrió y apoyado como estaba en el barandal, elevó el rostro y miró las estrellas, sonriendo con tristeza.

 

—¿Qué estarás haciendo, Yunho? ¿De verdad ya no piensas en mí? —susurró y sus palabras se perdieron en la oscuridad.

 

La sensación de nostalgia lo abrumó, preguntándose ¿Cómo llegó hasta ese punto? Su vida hace meses era completamente distinta, él también era otro, todo había cambiado y no era feliz. Antes, se sentía satisfecho por el trabajo, aunque no estuviera enamorado de su novia, era un complemento que le ayudaba a sentir que estaba haciendo algo con su vida.

 

Ahora no tenía siquiera eso, seguridad, la tranquilidad de su cotidiano día a día, la pasión por lo que hacía, todo en su conjunto lo llenaba de alguna forma, ahora es que se sentía más vacío que nunca.

 

.

 

 

No esperaron más de cinco minutos desde que se tomó aquello, el acosador ya se encontraba impaciente, pues estaban tardando mucho en comenzar con el asunto. En tanto el otro chico parecía estar del todo tranquilo, ignorando por completo lo que había detrás de la grabación de eso.

 

—Vamos, relájate —animó el más joven de los tres, acercándose a Yunho lo llevó a la cama, donde le hizo sentarse, luego subió también, por detrás, comenzando a darle un pequeño masaje en los hombros

 

Sabiendo que ya era imposible salir de aquella jaula en la que había sido aprisionado, Yunho no tuvo más remedio que meterse en su papel, por lo que asintió, cerrando los ojos, concentrándose en aquel toque, sin siquiera darse cuenta cuando las cámaras comenzaron a grabar.

 

El otro hombre sonrió con malicia, por fin estaba sucediendo, logró arrinconar al idol hasta tenerlo ahí, sobre el colchón, dispuesto a todo con tal de mantener su anonimato y no arruinar su futuro como artista. También se acercó, mientras su compañero comenzaba a tocarle más que los hombros, deslizando las manos hacia el pecho, la boca por la nuca y cuello.

 

Yunho abrió los ojos cuando sintió la otra presencia al frente, entre sus piernas, mordisqueando por encima de la delgada tela, debajo de esta, aún nada lograba reaccionar, aun cuando la mano del sujeto se coló por dentro, tocándolo.

 

El cantante sabía que no debía mostrarse ansioso, hastiado o molesto, debía actuar, hacer lo que sabía, fingir que lo disfrutaba, pero no podía, por más que deseaba meterse en el papel, eso no era una película normal o un drama de televisión, estaba a punto de filmar pornografía por primera vez en su vida.

 

Tragó saliva y luego apretó los labios, cerró los ojos de nuevo y quiso gemir al menos para disimular, pero nada salió de su boca, en cambio la del chico ya buscaba excitarlo con la suya sobre su pene, en tanto el otro exploraba sus pectorales con las manos, succionando su piel con apasionados besos, el idol podía sentir el pene erecto cerca de su espalda.

 

Ninguna de las acciones de alguno de ellos le estaba despertando en absoluto, no quería que estuvieran ahí, que le tocaran, sentía deseos de llorar, como aquel día de su juventud, en ese sucio prostíbulo al que su padre lo obligó a ir para que una mujer adulta lo convirtiera en un hombre de verdad, según las crueles palabras que le dirigió.

 

—Entonces era verdad —pensó con tristeza— Soy un asco, tenías razón Papá.

 

Su mente, la que debía protegerlo en esos instantes para no pensar en lo sucio del momento, lo atormentaba con recuerdos del pasado, los que había enterrado hace tiempo. El dolor del rechazo, la repulsión con la que fue observado cuando lo expulsaron de la escuela, que su propia familia le diera la espalda.

 

Pero no era todo, aquello fue el comienzo de una serie de injustos sucesos y malas decisiones, antes de debutar y empezar a lograr sus sueños tuvo que afrontar situaciones que después había decidido mejor ignorar, como si no hubiesen pasado, siempre pensó que vivir el presente y trazar su futuro debía ser prioridad.

 

Ahora el peso de todo eso lo estaba aplastando, porque sin duda volvió a esos días, el chico ingenuo que fue se apoderaba de su cuerpo actual, el joven inexperto que se dejó menospreciar, incluso manipular, era el mismo Jung Yunho de antes, ahí en esa cama, sentado, con un tipo atrás y otro delante, los tres en medio de un grupo de cámaras.

 

Decenas de voces se agruparon en su mente, recordándole las peores palabras que pudieron escupirle a la cara durante los años antes de ser quien era hoy.

 

“No llegarás a nada, nunca serás alguien”

“Ser homosexual no te abrirá ninguna puerta en este país”

“No te atrevas a mirarme de nuevo a los ojos, desviado de mierda”

“¿A eso llamas cantar? No seas iluso”

“Ya no tengo un hijo, no vuelvas”

“Jamás te aceptarán en una empresa grande, pero si eres bueno conmigo te haré una estrella”

“Eso que te gusta es repulsivo, no podemos tolerarlo aquí”

“Cuidé de ti, sané tus heridas ¿No merezco algo de agradecimiento?”

“Tienes la cara y el cuerpo, pero ¿Qué hay del talento? ¿crees tenerlo? Tonterías, eres común”

 

Ahogó un grito desde el fondo de su corazón, quería callar todas esas voces, le mareaban, le hacían sentir náuseas. Durante años creyó que logró silenciarlas, que demostró no ser el fracaso que le dijeron que sería, pero estar en ese momento en esa situación le hizo sentir que él perdió.

 

Un instantáneo momento de derrota le nubló los sentidos, hasta que una de tantas voces contradijo todas las anteriores, una voz amable y ligera, alguien que finalmente lo veía por quien era, que no le miraba con asco a pesar de ser “diferente”, de confesar tener los gustos por los que antes le obligaron a sentir vergüenza.

 

“Realmente ¿Importa? Yunho es Yunho y a mí me agrada ese Yunho ¿Y qué si le gustan los hombres? Eso no cambia nada”

 

La llegada de Jungmin a su vida fue la primera luz en la oscuridad de su tempestuoso camino, el cariño y el agradecimiento que sintió por él quizás se confundieron con algo más, pero no se arrepentía, sus afectos lo ayudaron muchas veces a seguir adelante.

 

Pero él no fue el único, aunque sus inicios no fueron los mejores y pese a los prejuicios con los que se enfrentaron mutuamente y los llevaron a no congeniar, esa persona demostró, contra todo pronóstico, volver a hacerle creer en algo puro y auténtico, algo tan simple como el amor.

 

La llegada de Changmin a su vida podía ser descrita como la pieza que le faltaba, aquello que no sabía que estaba buscando. Enamorarse por primera vez lo cambió todo para siempre, nunca esperó nada a cambio de todo el dolor por el que atravesó en el pasado y justo en ese momento no se sentía merecedor de si quiera pensar en el actor.

 

¿Qué pensaría él si en esos momentos estuviera observando? Seguro lo odiaría, sentiría un profundo y repulsivo asco. Lo imaginó mirándolo con ojos fijos llenos de decepción, le daría la espalda y se alejaría para siempre, solo de pensarlo quiso llorar.

 

“No te estoy juzgando, Yunho”

 

Recordó las palabras que el menor le expresó aquel día en que confesó haber tenido sexo con un extraño en un cuarto oscuro, después de haberle contado una sucia historia de él haciéndole sexo oral a otro hombre en las regaderas de la escuela

 

—Changmin… —suspiró para sus adentros— ¿Pensarías lo mismo si vieras esto?

 

Sintió un espasmo extraño y abrió los ojos, mirando abajo, frente a él aquel tipo continuaba tratando de despertarlo, pero no lo lograba aún, lo notaba molesto, aunque no se detenía, en tanto el otro le besaba toda la piel que podía, tocándolo sin que apenas sintiera algo, se advertía muerto.

 

—No puedo —pensó aturdido, por más que quisiera cumplir la parte de su contrato, simplemente no se sentía excitado en absoluto

 

“Quizás tomaste decisiones precipitadas, pero solo tú puedes recriminarte por ello, si así lo deseas”

 

—No debo —comenzó a sentirse desesperado, inquieto, ansioso, una sensación rara como nunca había sentido, su corazón estaba latiendo de forma extraña

 

—Vamos bebé —habló el hombre que lo tocaba, mordisqueándole la oreja— Es hora de hacer lo tuyo —tras decirlo se puso de pie en la cama, con la diestra agarró su pene erecto, tocándole la cara a Yunho por el mentón con la zurda— Quiero que uses tu sucia boca.

 

El idol miró a través de la máscara, aunque su cuerpo no reaccionaba, los otros dos no se detendrían, después de todo no necesitaban de eso, conque pudiera recibirlos entre las piernas y con su boca sería suficiente. Un terror inexplicable se apoderó de él.

 

El rostro de Changmin vino a sus memorias, sus ojos, su boca, la brillante sonrisa; luego su voz, su calor, el olor de su piel, la sensación de sus besos, su cuerpo, todo él podía recordarlo a la perfección. Aquella era la respuesta, siempre estuvo ahí y no la vio, por culpa del autodesprecio, el miedo, la culpa, pero gracias a él es que podía ahora rechazar hacer algo tan bajo.

 

—No quiero —susurró tenuemente, sintiendo la garganta reseca— Si hago esto, no seré capaz de volver a mirarlo a los ojos… la persona que más amo en el mundo —pensó angustiado

 

Ninguno de los dos alcanzó a escucharle, el acosador, hincado frente a él, pretendía quitarle la ropa interior, mientras el otro le obligó a abrir la boca, pero antes que intentara introducirse en ella, Yunho movió la cabeza bruscamente hacia un lado.

 

—No quiero —repitió, esta vez lo suficientemente alto como para que ambos lo escuchasen a la perfección— No lo haré —expresó con determinación, empujando fuertemente al chantajista, poniéndose de pie enseguida

 

—¿Por qué? —cuestionó confundido el más joven de los tres— Si es por lo que dije, es una porno, así me expreso, no es personal

 

—¡Cállate estúpido! —reprendió el otro, levantándose, luego miró hacia Yunho— Teníamos un acuerdo, hijo de perra

 

—Tranquilo, solo está nervioso ¿verdad?

 

—Váyanse —contestó el idol con decisión, acercándose a una cámara para apagarla, pero antes que llegara a esta, el otro tipo lo alcanzó, sujetándolo de un brazo

 

—¡Voy acabarte si no grabas esto, lo juro! —gritó furioso— Vuelve a la cama zorra, abre tus piernas como acordamos ¿oíste?

 

—No grabaré —respondió convencido de su decisión, mirándolo a los ojos— Lárgate ya

 

—¿De verdad eres tan ingenuo? —bufó divertido, luego miró hacia la cámara más cercana, la que continuaba grabando—¿Por qué no muestras tu cara pedazo de mierda?

 

Antes que el cantante pudiera reaccionar, el tipo le propinó un fuerte golpe en el estómago, el que lo noqueó por completo, ni siquiera pudo evitar que le quitara la máscara del rostro. Yunho intentó inclinar la cabeza al otro lado, pero el hombre aprovechó que aún estaba aturdido por el golpe y lo agarró con fuerza del cabello, dirigiendo su cara hacia la cámara

 

—Creo haberlo visto —pensó el otro hombre, quien parecía ajeno a la escena— Oye, tranquilo, hablemos —intentó persuadirlo, pero sin éxito

 

—Míralo —esta vez se dirigió a su compañero— ¿No lo reconoces? Mira bien —sonrió amplio, como enloquecido, mientras el mayor intentó recuperarse del ataque anterior

 

—Es… es famoso ¿cierto? —respondió nervioso, aquello ya no estaba gustándole— Mejor vámonos, estás fuera de ti

 

—¿Eres estúpido? —preguntó molesto— Vamos a follarlo, incluso si es a la fuerza

 

—Enfermo —comentó esta vez Yunho, recuperado del golpe, se soltó del agarre y lo empujó con todas sus fuerzas, haciéndolo tropezar con la cámara, la que cayó con todo y soporte— Llamaré a la policía, vete de una vez —amenazó con enojo, le temblaban las piernas

 

—La policía —rio divertido— ¿De verdad quieres que esto salga a la luz? Que el gran Jung Yunho grabaría una Porno?

 

—Lo recuerdo, es cantante —murmuró el tercer chico, asombrado por completo

 

—¡Me obligaste a esto!

 

—Firmaste un acuerdo de consentimiento imbécil —refutó las palabras anteriores

 

—Espera ¿lo coaccionaste? —inquirió con mayor sorpresa— ¿Estás demente?

 

—Tú cállate y ayúdame a llevarlo a la cama —ordenó enojado— Lo follaremos sí o sí

 

—De ninguna manera, no sé en qué términos quedaron, pero no participaré en una violación, ya dijo que no, déjalo, sácale dinero o algo, podemos terminar esto por la paz —propuso con calma, no quería meterse en problemas

 

—Tremendo cobarde saliste —bufó indignado

 

—No soy cobarde, soy consciente de que esas compañías de entretenimiento son peor que la mafia, si yo fuera tú, no me metería en líos, anda, vámonos amigo —insistió, preocupado por la forma en que el otro estaba actuando, tan enloquecido

 

—Pon un precio, lo pagaré —habló esta vez el cantante, aunque ya antes ofreció pagar con dinero el chantaje, tal vez en esta ocasión aceptaría, gracias a la persuasión de su compañero

 

—Ustedes, millonarios de porquería, todo quieren comprar ¿no es cierto?

 

—¿Millonario? Mira donde vivo, lo que tengo lo he ganado con esfuerzo, no haciéndole la vida miserable a otros. Deja el juego, solo tú estás dentro —miró por instantes al otro chico, quien asintió para darle la razón

 

Para sorpresa de Yunho y el actor porno, lejos de haberlo convencido de retractarse, lo hicieron enojar más, su rostro rojo por el coraje lo delataba, aun así echó a reír, confundiendo a los otros dos

 

—Ustedes de verdad, son un par de estúpidos —volvió a reír— ¿No lo ves? —miró a su compañero, pero señalando a Yunho— Este homosexual de clóset, viviendo feliz sin que sus fans lo sepan, siendo adorado y amado por los medios, una vida impecable, sin escándalos, pero ¿Qué harían si supieran que se veía con hombres para follar a través de una aplicación ¿lo querrían igual? ¿Eh?

 

—Yo me voy, estás loco —informó sintiéndose incómodo, comenzando a juntar su ropa y a vestirse

 

—¿Loco? ¿Por qué? —bufó molesto, esta vez mirando al idol— No todos tuvimos tu suerte, salimos del clóset y lo perdimos todo ¿es eso justo?

 

—Lo lamento, pero eso no es mi culpa

 

—¡Yo solo quería alguien con quien hablar y me diste la espalda! Sin remordimientos, viviendo una doble vida, grandísimo hipócrita, eres una basura —espetó poniéndose furioso

 

El otro chico terminó de vestirse y lo miró fijamente, entendía lo que decía porque había pasado por malas situaciones también, pero no justificaba que quisiera culpar de eso al cantante, mucho menos que lo obligara a filmar una película pornográfica, no tenía sentido

 

—Adiós —continuó con su idea de marcharse— Lo siento, no tenía idea que te obligaba —dijo hacia Yunho y aunque este no respondió, aceptó las disculpas en silencio.

 

—Ya se fue, olvídalo, estoy cansado —suspiró con agobio— Si quieres decir que soy Gay o que tuve encuentros sexuales no importa, aceptaré las consecuencias

 

Confiado en que todo había terminado, Yunho le dio la espalda y avanzó hacia donde estaban las cámaras, apagándolas una por una, hasta que sintió un fuerte golpe cerca de la nuca que lo hizo caer al suelo de cuclillas.

 

El dolor en la parte baja de la cabeza lo hizo sentirse mareado, por instinto estiró los brazos e intentó palpar el suelo, como si buscara algo, pero solo era un acto reflejo, no podía siquiera pensar, nunca había estado tan aturdido.

 

Pasaron unos segundos cuando alcanzó a escuchar una voz, al inicio no supo lo que estaba sucediendo, hasta que poco a poco recordó la situación, estaba en su habitación, junto al sujeto desagradable que lo orilló a filmar un video porno, llegó con otro tipo y antes de comenzar con el acto, él se retractó.

 

—Espabila chico estrella —ordenó molesto— No será tan divertido si no estás inconsciente

 

Casi por completo recuperado, Yunho abrió los ojos y miró al hombre frente a él, continuaba desnudo y lo observaba con desdén, de pie, mientras que él se encontraba sentado en el suelo. El idol sujetó con fuerza su hombro, cerca del cuello

 

—Vete —pidió con dificultad, intentando levantarse

 

—¿Eres idiota? —sonrió con autosuficiencia, luego rio con discreción— Te daré algo para que te relajes, tranquilo

 

El cantante logró ponerse en alerta y miró fijamente al otro sujeto, antes no se percató, pero ahora podía verlo, sostenía en su mano una jeringa con contenido extraño, de color oscuro, no supo siquiera en qué momento la llenó, pero se acercaba a él. Como pudo, Yunho le soltó un golpe, pero este no alcanzó su objetivo.

 

En cambio, el chico estiró la pierna y con el pie empujó al mayor por el pecho, haciendo que chocara su espalda en la base de la cama, ejerciendo presión contra su cuerpo, se agachó hacia él, mirándolo directo a la cara. Sonrió de forma cínica y anticipándose a lo que haría el artista, se irguió y lo volvió a noquear, pateándole el rostro.

 

Esta vez no pudo atontarlo del todo, así que Yunho aprovechó y lo sujetó por una pierna, intentando derrumbarlo, pero solo logró que trastabillara un poco, haciéndolo enojar aún más.

 

—Eres… un… imbécil —espetó con furia, mientras le propinaba un par de golpes en las costillas

 

Aunque estaba en desventaja por la posición y los anteriores ataques, el idol logró cubrirse lo mejor posible, al primer instante que el otro sujeto bajó la guardia, Yunho se incorporó un poco y logró darle un golpe en la cara, pudiendo también ponerse de pie, pero la cabeza le dolía al igual que la nuca y los hombros, se sentía tenso

 

—Te crees muy rudo ¿eh? —se burló de él, aun sosteniendo la jeringa se acercó, pero el mayor intentó huir hacia la puerta, sin éxito, pues su agresor lo jaló con fuerza del brazo, haciendo un primer intento por clavarle la aguja

 

Incluso si fue más rápido y eludió el primer intento, el hombre, motivado por su ira logró empujarlo con fuerza hacia la pared, haciendo que chocara de frente, lo que aprovechó para agarrarle un brazo y torcerlo en su espalda, Yunho gritó

 

—Cállate y sé bueno

 

—No, por favor —suplicó el idol cuando percibió el filo de la aguja en su piel, poco después traspasándola, el líquido que entró se sintió tibio y denso, eso lo llenó de pánico

 

—No es tan rápido como en la vena —susurró cerca de su oído— Pero pronto te sentirás muy bien —sin pudor alguno se acercó más, restregando su sexo en la pierna contraria, estaba erecto, lo que le causó mayor repudio al idol

 

—Suéltame —pidió, la voz le temblaba, no sabía qué hacer, no sentía fuerzas, era como estar en shock, tenía miedo

 

—Es horrible ¿no? Sentirte vulnerable —aventó la jeringa sin fijarse en donde, con la mano que se desocupó lo sujetó con fuerza del cabello y lo jaló hacia atrás, teniendo su rostro cerca— Lamentarás haberme despreciado, ella tenía razón

 

—¿Ella? ¿Quién? —preguntó confundido

 

—No importa, solo es una loca… —respondió indiferente— Pero dijo una verdad, no era justo que tú vivieras tranquilo y feliz, ocultando tu homosexualidad, mientras personas como yo salimos del clóset y todo se perdió… por eso pienso que eres una escoria hipócrita —espetó con sumo coraje, apretando con mayor fuerza el brazo aprisionado

 

—Ya te dije que eso no es mi culpa —contestó casi gritando, con un último intento desesperado por librarse de ese agarre, sin lograrlo— Tampoco fue fácil para mí, todas las personas de mi pasado se alejaron —explicó, aunque no tenía por qué hacerlo— Pero no por eso intento hacerles daño a otros

 

—Ah vaya, todo un príncipe de lo correcto ¿no? —rio un poco— Pero yo no soy así, te haré sentir el dolor que te mereces —sin soltarlo, la otra mano la usó para comenzar a bajarle la ropa interior

 

Empezó a sentir un sudor frío casi inexplicable, Yunho hizo uso de toda su fuerza para realizar un movimiento brusco hacia atrás, por consecuencia el otro retrocedió. Aprovechando la confusión, el idol se deshizo del agarre, recordando que dejó una mochila debajo de la cama con su teléfono, debía llegar ahí para llamar a la policía, ya no le importaba si aquello salía en las noticias, no se dejaría agredir sexualmente por ese lunático.

 

—¡Vuelve acá zorra! —gritó, yendo tras él

 

No solo el sudor frío se sintió por todo su cuerpo, un calor extraño que le quemaba la piel, se comenzó a marear y las palpitaciones de su corazón se volvieron violentas, todo a su alrededor fue como si se distorsionara, pero la idea de ir por su teléfono no abandonó su mente, aunque cada vez estaba menos consciente de lo que sucedía.

 

Era como si él no fuese él, un estado de euforia incontrolable, envuelta en capas y capas de confusión, un éxtasis jamás sentido. Percibía la boca reseca y sus extremidades pesaban, su piel estaba ardiendo y no existía el espacio tiempo.

 

Escuchó risas divertidas, luego gritos, notó dolor, pero también alivio, un conocido y nostálgico sabor a sangre en su boca. Se movió sin pensarlo, aunque era como flotar, también rio y quiso volar, quería llegar a tocar a ese que le llamaba una y otra vez por su nombre.

 

—Changmin —susurró en estado de ensueño

 

Imaginó su rostro, ese bendito y hermoso rostro que tanto le gustaba, le dijo Te amo cuántas veces pudo antes de derrumbarse y llorar, necesitaba de él, de su abrazo, de sus besos, estaba excitado, lo deseaba más que nunca, quería entregarse a él. Su corazón casi dejó de latir, cansado y aletargado como estaba, no pudo más y cayó en la oscuridad.

 

Abrió los ojos repentinamente, sintiendo un frío horrible que le hizo temblar, los peores escalofríos de su vida, la cabeza le daba vueltas, su boca reseca y los ojos con lágrimas secas a los costados, sintió una picazón extraña, así que los talló una y otra vez.

 

Tardó un tiempo en reaccionar, después del duermevela recordó algunos fragmentos de la peor noche de su vida. Alterado se sentó, el colchón suave debajo de él no se sintió extraño, era su cama, aunque todo en torno a él estaba oscuro.

 

Pudo ponerse en pie a pesar del mareo, si esa era su habitación, sabía dónde estaba el interruptor, así que avanzó hacia él para encender la luz, al primer contacto con el brillo cerró los ojos, al volverlos abrir miró su alcoba, estaba hecha un desastre, eso lo puso nervioso, no podía recordar más que fragmentos, todos antes de que le inyectaran aquella droga.

 

Miró su cuerpo y no estaba desnudo, tampoco tenía la ropa interior solamente, vestía unos pantalones deportivos y una camisa sin mangas, si él mismo se cubrió, no podía recordar nada, si aquel tipo lo hizo, que broma de mal gusto.

 

Buscó su teléfono, pero no tardó en encontrarlo, estaba en el buró, junto a la cama, así que volvió ahí, lo agarró y miró la hora, eran casi las 5 de la mañana, apenas estaba por amanecer.

 

—¿Qué demonios? —sujetó con fuerza su cabeza, todo dio vueltas de nuevo, pero la sed era demasiada, necesitaba agua, nunca estuvo tan sediento toda su vida

 

Salió de su habitación, cuya puerta estuvo a medio abrir todo el tiempo, pero recién notó que afuera estaba la luz encendida, había una persona ahí, acostada en el sofá de la sala, podía ver su cabeza, era cabello de hombre y no tardó mucho en reconocerlo.

 

Avanzó hacia ahí, creyendo que se encontraba en un sueño, que al ver ese rostro no sería el del dueño de esa cabellera, si no la cara despreciable del hombre que lo agredió, pero no fue así, era real, lo que estaba frente a él no era un espejismo.

 

—Changmin —murmuró en un extraño tono, entre emoción, confusión y vergüenza

 

¿Qué hacía ahí? ¿Por qué? ¿Qué alcanzó a ver? ¿Fue testigo de algo atroz? ¿Llegó cuando todo había acabado? O acaso ¿fue su salvador?

 

Entre más intentaba darle una explicación lógica a todo, más conflictuado terminaba, aunque estaba aliviado, no sentía dolor en alguna parte de su cuerpo que le indicara que ese tipo logró violarlo, pero sí le dolía todo en general, lo golpearon como no lo habían hecho desde que su padre lo dejó inconsciente con las costillas rotas.

 

Dejó de mirar al actor y fue a la cocina para beber agua, tomó tres vasos de forma seguida y a pesar de continuar sediento, ya no bebió. Fatigado volvió a la recámara, no quería despertar al otro, dormía como un tronco, señal que tuvo una noche difícil, era obvio que cuidó de él drogado.

 

Presa de la humillación, de sentirse débil, estúpido, vulnerable y temeroso, lloró antes de quedarse dormido por completo, esta vez, al menos, sintiéndose a salvo con Changmin cerca de él.


Continuará...

Notas de Autor: ¡Hola! Últimamente siento que hablo sola jeje... así que no hay nota de autor, en fin, gracias por leer.

4 comentarios:

  1. En los capítulos anteriores me quedé sin comentarios porque me empaticé bastante con esa sensación de vacío :(

    Wow en este capítulo me dió de todos los sentimientos TT más por la música que estaba escuchando jejeje
    Tengo ya varias teorías de cómo llegó Changmin ahí

    Muchas gracias por esta historia con la que he conectado bastante

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    1. Te agradezco mucho que leas mi fanfic n.n perdona si a veces me paso de drama jejeje
      Qué canción oías? Para estar igual jeje
      Gracias por tu comentario ♥

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  2. Hola!!!!! En parte creo que esta soñando, pero espero que no. Esta actualización tuvo de todo, muchas gracias!

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