Escenarios Paralelos
Tenerlo ahí frente a él, a su merced, sometido a la fuerza lo hizo sonreír ampliamente, le dijo lo que le haría incluso antes de comenzar a intentarlo. Apretó el agarre de su brazo en la espalda, mientras la otra mano pretendió deshacerse del pedazo de tela que los separaba, comenzó a bajar su ropa interior.
Aquella emoción lo hizo bajar la guardia sin que apenas se diera cuenta, tan solo sintió que lo empujaban hacia atrás, haciéndolo retroceder y obligándolo a soltar el agarre.
—¡Vuelve acá zorra! —gritó apenas lo vio correr lejos de él— Maldición —susurró con enojo, pero yendo tras su presa enseguida.
Yunho corrió hacia la cama, deteniéndose abruptamente antes de llegar al otro extremo, donde pretendía meterse por debajo y agarrar su mochila. El agresor miró con alegría como el otro ya comenzaba a sentir los efectos de la heroína que le inyectó.
—Eres mío imbécil, todo quedará grabado —sabiendo que ahora el otro ya empezaba a experimentar el efecto de la droga, no lo persiguió con tanta prisa
El hombre joven miró hacia las 3 cámaras que aún parecían de pie, grabando, relamió sus labios mientras avanzaba hacia el idol, había perdido la erección momentos atrás, pero solo de pensar en lo que haría, comenzó a excitarse de nuevo.
El cantante cayó de rodillas en la esquina de la cama y avanzó gateando, buscando algo, pero el otro no le tomó importancia, llegó hasta él y lo pateó con fuerza en las costillas, logrando que se retorciera del dolor.
—¿Te gusta que te traten mal? —miró hacia su entrepierna, notando un bulto a través de la ropa, aunque sabía que se trataba de las sustancias
Sonrió sintiéndose complacido y acto seguido colocó su pie sobre el miembro de Yunho, empujó hacia abajó y lo hizo gritar, mientras el reía divertido
—¡Basta! —exclamó, pero también reaccionando, agarró el pie del otro y lo movió con tanta fuerza que lo hizo caer al suelo, luego se volteó de nuevo para ponerse en cuatro e intentar ir bajo la cama
Para fortuna de Yunho, el agresor no se dio cuenta de sus intenciones, en cambio, pagó la consecuencia de haberlo hecho enojar aún más
—¿Quieres que pare? ¿Eso quieres imbécil? —volvió a darle una patada en las costillas, pero esta vez Yunho permaneció en la misma posición, intentando meterse bajo el mueble
Sin piedad alguna, el chico volvió a someterlo, esta vez pateándolo repetidas veces para neutralizarlo, su coraje iba en aumento, había creído que le sería más fácil, pero no fue así.
—¿Dónde crees que vas? —agachándose a su altura, lo agarró por el cabello y de forma brusca le jaló la cabeza hacia atrás, le salía sangre de la boca y tenía lágrimas en los ojos— Ya cariño, deja de resistirte, te va a gustar
—Ya no… por favor —suplicó arrastrando las palabras
—Eso es, llora, así este video se venderá mejor, para todo hay público —sonrió amplio, sabiendo de lo que hablaba, los videos “normales” podían venderse fácilmente en sitios comunes de pornografía, pero videos como el que ahora pretendía grabar, se vendían mejor en otra clase de foros— No me dejaste opción, rompiste el trato
Aventó a Yunho hacia el piso, golpeándole la cara contra esta, sudaba mucho y tenía la mirada ida, pero no perdía la consciencia, los golpes diezmaron un poco el efecto de la euforia, pero la aceleración de su corazón, que no había disminuido, lo mantenían consciente.
El otro hombre se acomodó detrás, sintiéndose triunfante por fin, parecía que el idol ya no iba a moverse más, pero cuando quiso quitarle lo que quedaba de su ropa, Yunho comenzó a arrastrarse por debajo de la cama, haciéndolo reír.
—Ahí no podrán verte, debo subirte a la cama para que te pueda grabar —habló en tono cariñoso como sarcasmo, sin saber qué pretendía el otro.
A pesar de todo, la idea no abandonó su mente, se arrastró hasta la mochila y la agarró, justo en el momento en que el otro lo agarró de las piernas y comenzó a jalarlo hacia atrás, para sacarlo de ahí, pero Yunho se empujó hacia delante, mientras sacaba su teléfono
—Que pesado estás grandote —comentó con fastidio, sin abandonar su tono burlón
La remota parte de su subconsciente que aún podía actuar, logró desbloquear el teléfono y llamar, el tono sonó durante unos segundos solamente, luego de eso escuchó que le respondían.
—¿Qué sucede? Es de madrugada —respondió una voz adormilada
—Ayuda… ayúdame —habló como pudo, casi a punto de desmayarse
—¿A quién le pides ayuda zorrita? —preguntó sin darse cuenta que era una llamada real, pensando que quizás solo deliraba
—¿Yunho? ¿Dónde estás? —inquirió alarmado
—Ayuda —repitió, comenzando a llorar— Changmin
—¿Estás en tu casa? —cuestionó preocupado, sin recibir respuesta— Yunho… Yunho —llamó un par de veces más
—¿Qué demonios? —esta vez el otro tipo alcanzó a escuchar otra voz, pues el actor alzó el tono tras escuchar la del idol
Jaló con más potencia hasta sacarlo por fin, Yunho sostenía su teléfono, el que agarraba con fuerza en su mano, la llamada continuaba activa, al ver eso el otro se alarmó
—Hijo de perra —musitó alarmado— ¿Qué hiciste? —esta vez gritó, se agachó y agarró el móvil, luego lo aventó al otro extremo de la habitación
No se fijó siquiera a quien hizo la llamada, lo importante era huir de ahí lo más rápido posible, si alguien estaba en camino entonces el estaría frito más tarde. Se acercó hacia sus cámaras y las guardó rápido en su mochila, salvo las que cayeron antes al suelo, suponiendo que estarían descompuestas por el golpe.
Caminó hasta donde se encontraba el idol una vez que se puso toda la ropa y molesto le dio una última patada, cerca del pecho, la que lo sofocó y lo hizo toser.
—Esto no quedará así niño estrella, espera y verás —amenazó como último acto, luego salió corriendo de ahí con prisa tras ponerse los zapatos, olvidando cerrar la puerta de entrada, la que quedó entreabierta.
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Aún en shock luego de aquella espeluznante llamada, Changmin miró el teléfono, el que temblaba al igual que su mano, preguntándose ¿fue real? ¿una broma? ¿quizás alguien le tendía una trampa? ¿Yunho en verdad estaba en peligro? Porque sin duda fue su voz, pero ¿Qué no aquella podía ser fácilmente replicada por las famosas IA?
Antes que se colgara la comunicación, alcanzó a escuchar otra voz, la que gritó “¿Qué hiciste?” Aunque no alcanzó a entender a lo que se refería. El actor estaba paralizado, aún sin reaccionar.
“Ayuda, ayúdame”
Volvió a recordar la súplica del idol y salió de su trance, rápido pidió a su foco inteligente que se encendiera y corrió al armario, sacó lo primero que tuvo enfrente, sin fijarse si combinaba, ni la clase de prenda que era, solo se vistió tan rápido como fue posible, agarró su móvil, las llaves de su auto, colocó los tenis que tenía más cercanos en su recibidor y se fue de prisa.
Ni siquiera pensó en pedir ayuda adicional, tampoco llamó a Hyesung, todo lo que tenía en mente era Yunho, lo imaginó en diversas situaciones de peligro y sintió un temor jamás tenido, aún le temblaban las manos y ni siquiera sabía lo que estaba pasando.
Manejó hacia el departamento del cantante intentando regular su velocidad, no estaba seguro de que se encontraba en su hogar, pero confió en su instinto. Estacionó su auto en el primer sitio que pudo y bajó apurado, corriendo hacia el interior del edificio, no esperó el elevador, corrió escaleras arriba, aprovechando la adrenalina.
—Está abierta —musitó preocupado al ver la puerta, aunque esta no estaba por completo extendida, se podía entrar
Imaginó que alguien salió de ahí con apuro y la dejó así, lo primero que llegó a su mente es que se trató de algún robo. Hizo un primer intento por entrar, pero se atravesó una idea antes, quizás aún había alguien dentro y por eso estaba así la puerta
—¿Llamo a la policía? —pensó con preocupación— No, los medios no tardarían en llegar —analizó con cuidado
Entonces tomó la determinación, sacó su teléfono y colocó 119 en el marcador, en caso de ser necesario presionaría en llamar y el servicio de emergencia acudiría al lugar, pero aquello solo lo haría si aún hubiera alguien dentro y él o Yunho estuviesen en peligro.
Ingresó en el departamento de forma cautelosa, sin hacer el más mínimo ruido, pronto se dio cuenta que no había nadie más, o quizás estaría escondido, pero le parecía menos probable. Cerró con cuidado la puerta de entrada, avanzando por el interior, en la cocina y baño no había alguien, salvo la habitación, lo que saltaba a la vista en el lugar también estaba libre
Changmin avanzó hacia la alcoba con sigilo y lo que vio ahí le horrorizó, dejó caer su teléfono al suelo y por instinto se llevó una mano hacia la boca, quedándose sin aliento, parecía estar viendo una escena de película de terror.
Todo estaba hecho un desastre, había rastros de sangre que manchaban el suelo, cosas tiradas, la cama hecha jalones, cerca de sus pies vio una jeringa usada, pero no vio rastro de nadie ¿dónde estaba Yunho? ¿Acaso lo secuestraron?
Tembloroso caminó hacia el otro extremo de la cama, quizás ahí quedó algo, el teléfono del cantante o su cartera, una pista que le dijera donde estaba él o sus atacantes, pero lo que encontró fue aún peor. El cuerpo de Yunho estaba tirado inmóvil en el suelo, sobresalía desde media espalda hasta los pies, pensó lo peor.
Una sensación de desesperación se apoderó de él ¿seguía con vida? Se preguntó con miedo, asustado de confirmar, quería acercarse, pero tampoco quería hacerlo, temía que fuese verdad, que Yunho se hubiese marchado para siempre. No lo pudo controlar, estaba llorando, sin sollozos, solo lágrimas, volvió a paralizarse.
Hasta que vio un pie moverse, luego un quejido largo y tembloroso, aunque sonaba lamentable, al menos era una prueba de que seguía con vida. Changmin limpió rápido sus lágrimas y se tiró al suelo, intentando sacar a Yunho de ahí, pero este se opuso, quiso patearlo.
—No… basta —alcanzó a hablar, con las pocas fuerzas que le quedaban, creyendo aún que se trataba de su agresor
—Soy yo, Yunho, soy yo —habló rápidamente Changmin— Estoy aquí ¿sí? Soy yo —repitió cuantas veces pudo para convencerlo
—Changmin —susurró con alegría
—Vamos, sal de ahí —lo jaló con cuidado, evitando que cualquiera de los dos se golpeara con las tablas de la cama
Finalmente lo sacó, pero lo que vio le dejó helado, tenía el rostro cubierto de sangre, amoratado e hinchado, principalmente en los pómulos y sus dientes por completo manchados de rojo, como si le hubiesen tumbado un par, pero en apariencia no faltaba ninguno, su ojo izquierdo estaba casi cerrado debido a las heridas.
—¿Quién fue? ¿Quién demonios te hizo esto? —le preguntó mientras intentaba ayudarlo a subirse a la cama
Ahora que tenía el panorama completo sintió coraje como jamás había sentido, lastimaron a Yunho, su Yunho estaba hecho un guiñapo, golpeado, semi desnudo y seguramente drogado. La persona que le hizo aquello, si acaso la llegaba a tener enfrente, sin duda sería capaz de asesinarla
—Changmin, ayúdame —pidió, como si fuera la primera vez que lo veía— Quiero vomitar
—Hazlo, yo limpio después —respondió, ayudándolo a inclinarse al frente, pero el cantante no pudo hacer lo que deseaba, solo sintió una fuerte arcada, tras eso su cuerpo se ablandó de nuevo, casi desmayándose
El actor lo sostuvo como pudo, aunque sus propias rodillas temblaron bajo el peso del idol, una vez que se estabilizó, pudo por fin subirlo a la cama, Yunho se acostó y al hacerlo soltó un grito de dolor, pese a eso, luego se comenzó a reír, preocupando más al menor
—¿Con qué te drogaron? —se preguntó molesto, fue hacia la jeringa que vio cuando entró, la juntó del suelo y observó un rastro de líquido obscuro, no sabía de drogas, pero lo que sí sabía, es que eran ilegales y que debía deshacerse de ese objeto
Del otro lado, Yunho se arrastró por el colchón, como se arrastraba debajo de la cama antes, eso llamó la atención de Changmin, quien sabía que no tenía tiempo de momento para preocuparse por la jeringa, así que la dejó con cuidado en el buró, luego fue hacia el idol
—Te traeré agua, debes beber mucha agua —colocó una mano sobre su frente, estaba demasiado fría, eso lo asustó, llevó luego su mano al corazón del idol, estaba muy agitado
No sabía mucho del tema, pero quizás Yunho estaba por experimentar una taquicardia, eso lo preocupó aún más, debía hacer algo, llevarlo a un hospital, tal vez llamar a un médico y pagarle por ser discreto
—No quiero meterte en problemas —musitó desesperado— ¿Qué hago? ¿Qué debo hacer? — consternado sujetó su cabello con la diestra, la izquierda en su cintura, pensando en qué sería mejor
El actor optó por ayudarlo solo él, esperando con ello no perjudicarlo, pero si iba a un Hospital afectaría por completo la carrera del idol, sabía lo que significaba para él, así que no era opción, además estaba casi seguro que no tenía una sobredosis, lo que más le preocupaba era la aceleración inusual del corazón
Salió de ahí, fue hacia la cocina y buscó algo en qué poner agua potable, encontrando una jarra grande, la cual llenó y llevó con él también un vaso. Al entrar a la habitación, Yunho intentaba ponerse de pie, Changmin corrió, dejó las cosas en el buró y se acercó para volverlo a acostar.
—Debo ir, déjame —habló con urgencia el idol, empujándolo
—¿Dónde?
—Detenlo, tienes que detenerlo —insistió, empujándolo más fuerte
—¿A quién? ¿La persona que te hizo esto? —inquirió, tal vez el mayor le diría algún nombre
—Changmin ¿eres tú? —reaccionó de pronto, mirándolo como si antes no lo hubiese visto, el menor asintió varias veces y le acarició la mejilla con su zurda, sonriéndole— Estás aquí —expresó con emoción— Viniste —comenzó a llorar, abrazándose a él
—Aquí estoy —repitió, devolviéndole el abrazo
—No me dejes, no te vayas —suplicó con apuro, como si el actor se estuviera marchando, apretando con fuerza la tela de su camisa por la espalda
—Me quedaré, no te dejaré, nunca más te dejaré —expresó con sinceridad, no soltando el agarre, hasta que el propio Yunho lo soltó, mirando su rostro fijamente
—Eres tan hermoso, te amo —suspiró, mirándolo embelesado
De los pies a la cabeza, Changmin sintió un estremecimiento, quedándose sin palabras, tan solo devolviendo la mirada que Yunho le sostenía. No sabía cómo reaccionar
—¿Qué? —preguntó por instinto, como si el idol le pudiese responder de forma coherente, estaba drogado, seguro alucinaba, o quizás solo estaba dejando salir sus más profundos sentimientos— ¿Qué dijiste? —inquirió de nuevo, esta vez colocándole las manos sobre los hombros
Sin responder, Yunho comenzó a reír, primero de forma discreta, después un poco más fuerte, hasta que se alejó y volvió a la cama, acostándose sobre ella, mientras el actor lo miraba fijo, pensando en lo que le dijo, ese Te amo tan inesperado lo dejó más que confundido
—Agua —musitó el mayor, removiéndose entre las sábanas
Al escucharlo, Changmin reaccionó, yendo hacia el buró, sirvió el agua a medio vaso y lo ofreció a Yunho, sentándose junto a él, cuidando que no lo tirara. Bebió todo y pidió más, así que el otro no dudó en volver a servirle. Esta vez el idol se apresuró y echó algo del líquido sobre él, resbalándose por su barbilla y cuello.
—Perdón —se disculpó pese a no ser su culpa, agarró el vaso y se levantó de la cama
Después de dejar el recipiente vacío sobre el buró, el menor se volteó hacia la cama de nuevo, Yunho estaba sentado, con una pierna hacia fuera y la otra doblada sobre el colchón, ya que solo traía puesta la ropa interior, lograba verse hacia dentro, Changmin notó su entrepierna y enseguida apartó la mirada.
No expresó nada, caminó hacia el clóset de la alcoba y sacó algo de ropa, volviendo a la cama, de nuevo Yunho estaba acostado, parecía que se quedaría dormido de un momento a otro, Changmin tuvo miedo de que lo hiciera, no sabía cómo funcionaba la droga en su sistema, así que lo mantendría despierto un poco más.
—Levántate —con cuidado de no lastimarlo, intentó sentarlo, pero su cuerpo era muy pesado— Vamos, no te duermas —insistió, usando un poco más de fuerza
—Changmin —musitó el cantante, parecía que deseaba abrir los ojos, pero su voz sonaba muy adormilada y estaba temblando— Tengo miedo
—Estoy contigo —respondió, abrazándolo sin dudar, pudiendo notar aún que su corazón estaba demasiado agitado— ¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó asustado
No solo era el cantante, él también tenía miedo, era la primera vez que se enfrentaba a una situación como esa, aún dudaba si debía buscar ayuda de un médico, o de llamar a Hyesung, pero también era consciente de como estaba todo alrededor, además tomando en cuenta que el idol se encontraba casi desnudo, temía poner en riesgo su integridad ante otros.
—¿Cómo pudo alguien hacerte esto? —pensó con rabia, además de sentirse impotente, no tenía un nombre, tampoco un rostro, solo la consecuencia de un brutal ataque
Mientras lo mantenía abrazado a su cuerpo, sintió los brazos de Yunho cerrarse con fuerza en su espalda, pudiendo sentir también su pecho contra el suyo, eso lo hizo reaccionar, recordando que el actor se encontraba semi desnudo, debía vestirlo, así que lo apartó
—No, no me sueltes —suplicó el mayor, intentando volver a abrazarlo
—Espera, necesitas vestirte ¿sí? —quiso razonar con él, pero fue imposible— Te ayudaré
Sin responder, el idol se aferró con renovadas fuerzas a él, esta vez hundiendo su cabeza entre el cuello y hombro de Changmin, suspirando profundo, intentó besar su piel. El actor al percibir el tibio aliento lo empujó, sintiendo las orejas calientes al igual que su rostro
—Debes ponerte ropa —expresó nervioso
Se estiró sobre la cama para tomar de nuevo las prendas, pero Yunho lo agarró del brazo y lo atrajo hacia él, casi logrando que le cayera encima, pero Changmin lo impidió usando su otra mano, agarrándose de la sábana
—No, espera —insistió, alterándose un poco
No dudaba de sí mismo, sabía que no tocaría a Yunho en ese estado, pero no sabía que tan necio o frenético podía ponerse el idol, era obvio que si le inyectaron aquella droga, era precisamente para poder abusar de él sin mucho esfuerzo, volviéndolo desinhibido, tal cual estaba ahora
—Changmin —llamó al actor, intentando seguir sus pasos cuando este se levantó de la cama y quiso alejarse— Ven —insistió, con la respiración agitada
El aludido tragó saliva, preguntándose lo qué debía de hacer, era consciente del peligro de estar cerca, pero por otro lado, quería vestir a Yunho para que no estuviera solo con aquella prenda
—¿Si lo meto a la regadera con agua fría? —pensó sin dejar de observarlo
Analizó toda la situación y el panorama alrededor, concluyendo en que no era buena idea, no estaba seguro si la persona que lo atacó logró sus intenciones, pero en caso de que así fue y decidía levantar una denuncia, lavar su cuerpo no sería de ayuda
—Yunho escucha —intentó persuadirlo, dando un paso atrás— Déjame vestirte ¿sí?
—Te necesito — siguió avanzando hacia él, su mirada continuaba perdida, pero el menor notó que parecía cada vez más aletargado— Házmelo —suspiró, comenzando a tocarse el cuello
—No puedo huir, lo mejor será someterlo —musitó para sí, pero enseguida vio lo maltratado de su cuerpo, tenía moretones que se veían más acentuados que cuando recién llegó, los golpes se habían enfriado
No quería lastimarlo, pero tampoco podía permitir que se acercara de esa forma tan peligrosa. No tuvo más opción y en vez de huir, se acercó él, estirando los brazos colocó las manos sobre los hombros de Yunho, empujándolo con sutileza hacia la cama, pero Yunho se abalanzó hacia él, intentando besarlo.
—Cálmate —pidió mientras inclinaba su cabeza hacia otro lado, pero el idol no se rendía, buscaba sus labios y el calor de su cuerpo, intentando el contacto más íntimo
—Te amo Changmin, hay que hacerlo —se inclinó con ahínco, logrando juntar su cuerpo al contrario— Te amo —repitió, esta vez jalando la tela de su camisa
—¡No! —gritó desesperado, empujándolo con tanta fuerza que lo hizo caer al suelo
Debido a sus heridas, la caída lo lastimó más de lo común, por lo que soltó una exclamación de dolor, quedándose tirado, removiéndose en el suelo mientras se quejaba
Changmin miró asustado el resultado de su reacción y pronto la culpa lo inundó, así que se dirigió al piso también, se puso de rodillas, acercándose a Yunho lo ayudó al menos a sentarse y lo abrazó.
—Perdóname, por favor perdóname —cerró sus ojos e intentó no llorar, mientras el mayor aún se quejaba, olvidándose por completo de sus intenciones anteriores
—Tengo miedo —expresó esta vez con voz angustiada— Me siento mal, me quiero morir
—No digas eso —apretó el cuerpo contrario hacia el suyo, mientras Yunho escondió su rostro en el pecho del menor, acurrucándose en sus brazos— ¿Qué haría sin ti? ¿Eh? —abrió los ojos y sonrió, mirando su rostro ahora relajado, le acarició una mejilla
A diferencia del inicio, el cuerpo de Yunho se sentía a una temperatura mayor, más cálido, no como si tuviera fiebre, más como si hubiese recuperado el calor corporal, su pecho se sentía menos agitado también, eso tranquilizó a Changmin.
No supo cuánto tiempo estuvieron en esa posición, pero por alguna razón para el actor aquella lo hizo sentirse seguro, pensando en lo mucho que le gustaría que las circunstancias fueran otras, tener a Yunho así entre sus brazos sin que estuviera tan vulnerable y malherido.
El cantante aún no se dormía, pero se había quedado quieto por completo, ya no se quejaba del dolor y tampoco intentaba tocar a Changmin o pretender que le hiciera algo, así que el actor aprovechó para ayudarlo a ponerse en pie, luego lo sentó en la cama
Por fin pudo ponerle la ropa, esta vez el idol no puso resistencia, aunque no ayudó tampoco, fue como ponerle ropa a un muñeco, estaba aletargado, miraba hacia el suelo
—Debo limpiar tu rostro, espera aquí —habló sutilmente, pero no recibió respuesta
Salió de la habitación para ir al baño por el botiquín de primeros auxilios, sabía que había uno, luego volvió a la alcoba para curar a Yunho, quien ahora estaba acostado en la cama, en posición fetal. Al verlo, Changmin se estremeció, volviendo a pensar en lo injusto de la situación, quien había hecho todo eso sin duda era un animal
Se acercó a la cama y luego se sentó junto al mayor, intentando que se volteara para comenzar a curarlo, pero este se oponía, no quería moverse
—Déjame curarte —pidió con amabilidad— La sangre se ha secado, te dará comezón —insistió, tocándolo del hombro quiso voltearlo, sin éxito
—Mamá —susurró el mayor— Mamá ayúdame, por favor
Aquella era la primera vez que Changmin escuchaba al otro mencionarla, pero más que eso, le estaba suplicando, el actor tocó la frente del cantante, no parecía tener fiebre, simplemente era otro efecto de la droga, una especie de alucinación, o eso creía
—¿Sabes? Mejor mañana lo hago, descansa —estiró la mano y le apartó cabello del rostro, estaba endurecido debido a la sangre
Lo miró un largo instante, hasta que Yunho cerró los ojos y parecía haberse quedado dormido, eso hizo a Changmin sentirse aliviado, entonces el peso del cansancio cayó sobre él, sus extremidades se sintieron más pesadas de lo usual
Dejó el botiquín en el buró y se quedó sentado unos segundos, hasta que se agachó mientras cubría su rostro con ambas manos, luego las pasó por su cabello y suspiró largo y tendido, comenzando a sentir sueño
—No puedo dormir aquí —pensó, aunque la cama era grande, no podía arriesgarse a que el mayor despertara de pronto e intentara algo más, después de todo, Changmin no tenía la más mínima idea de cuando acabaría totalmente el efecto de la droga.
Se levantó de la cama y miró en silencio la habitación, el estómago se le revolvió, había olvidado el horror que aquella vista le daba, así que decidió recoger aunque sea un poco, empezando por ese lado de la cama.
Cuando llegó, el idol estaba debajo por la mitad de su cuerpo, así que seguramente algo debía estar ahí, Changmin se agachó y vio que no se equivocó, podía ver un bulto, entonces se metió, sustrayendo lo que parecía ser una mochila.
Una vez fuera miró el interior, entre las cosas que había dentro, se encontraba la billetera de Yunho, también algo de ropa y no revisó si algo más, dejó la mochila junto al buró. Caminó por el cuarto y vio las cámaras, también las levantó, pero las dejó juntas en otro lado, parecían rotas, aunque no revisó si dentro había memorias.
Echó una mirada otra vez, recordó que no había visto el teléfono del cantante, así que lo buscó, encontrándolo cerca del otro buró, junto a la pared contraria del lado de la cama donde se acostó el mayor, Changmin sacó conclusiones, pues justo antes que la llamada se cortara abruptamente, escuchó un fuerte crujido.
Después que Yunho le pidiera ayuda, oyó una voz preguntando “¿Qué hiciste?”, y ya que el idol estuvo en el suelo en ese lado, bajo la cama, seguramente intentó esconderse, pero fue descubierto y su móvil terminó estrellado, tal vez así también fue drogado, en el momento que se descuidó y bajó la guardia para esconderse
—Pero la mochila —miró el objeto al otro lado— ¿Acaso Yunho lo conocía?... las cámaras —recordó ese detalle, ahora estaba más confundido— Si lo pienso, la cerradura no está forzada
Miró hacia el cantante, no quería adelantarse a los hechos, pero todo parecía indicar que el idol iba a grabarse en un encuentro con alguien y salió mal, pero ¿Por qué?
Por un instante sintió curiosidad de revisar las grabaciones si es que aún servían esas cámaras, pero tampoco quería entrometerse de esa forma, tal vez había algo ahí que el idol no quería compartir con él, entonces respetaría su privacidad, ya le preguntaría él mismo
Talló sus ojos, los párpados le pesaban, recordó que dejó caer su propio teléfono cuando entró en la alcoba, por lo que fue a recogerlo, miró la hora, eran casi las 3 de la madrugada, el tiempo pasó rápido y no se dio cuenta.
Observó a Yunho una última vez antes de apagar la luz, salió de la habitación, pero no cerró la puerta por completo, solo lo suficiente para que permaneciera obscuro. Caminó hacia el sofá, sin apagar el foco de la sala, solo dejó su teléfono junto a él una vez que se acostó, cerró los ojos y en cuestión de segundos, también se quedó por completo dormido.
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Entró frenéticamente a su domicilio y cerró la puerta con un fuerte golpe, ya ahí, gritó tan alto como pudo, haciendo una terrible rabieta, las cosas que encontraba a su paso las tiró hacia el suelo, luego pataleó y entró en su habitación, ahí se quitó los zapatos, pues olvidó dejarlos a la entrada, su bolso también terminó en el suelo.
—¡Es un reverendo imbécil! —volvió a gritar con furia— No sirvió para nada, estoy segura que no hizo su trabajo, no lo hizo
Con un poco más de calma, se sentó en su cama y lloriqueó debido al coraje, esa parte del plan no salió bien, pero no sabía que tan mal resultó todo, pues necesitaba que el idiota le explicara con detalle.
Mientras esperaba fuera del conjunto de edificios a que todo pasara, mucho antes de la hora que calculó, vio salir a uno de los dos chicos, parecía que vio a un fantasma, pues se alejaba ávidamente, como huyendo de algo
En ese momento sintió gran confusión, pues era obvio que no estaban grabando uno de los dichosos videos que el sujeto le prometió, pero también tenía la duda de por qué solo salió uno y el otro no, más aún ¿Por qué parecía tan apresurado?
¿Acaso es que Yunho se encontraba en peligro? Pero si lo pensaba bien ¿Qué clase de peligro? En ese momento no tuvo nada claro, así que esperó un poco más, hasta que finalmente mucho tiempo después, el otro tipo salió, tan deprisa como el primero, pero no parecía estar alerta como él, aunque si lucía fugitivo de algo, quizás alguien.
Sin embargo, eso no fue todo, después de ver aquello, confundida y nerviosa, esperó dentro de su automóvil, en lo que analizaba la situación, pasó varios minutos tratando de encontrarle lógica a todo, fue entonces que pasó, lo que la hizo enojar mucho más.
Un automóvil se estacionó justo enfrente del complejo de edificios y no le costó esfuerzo alguno reconocer cuál era, o mejor dicho, a quien pertenecía. Ver a Changmin llegar y dirigirse hacia el interior hizo que su furia se disparara, preguntándose qué demonios hacía ese hombre indeseable ahí ¿acaso es que estuvo siempre al tanto de lo que pasaría esa noche?
—No puedo creerlo — musitó al recordar— ¿Que diablos pasó dentro de ese departamento?
El largo de su uña del pulgar derecho se redujo significativamente al mordisquearlo en repetidas ocasiones debido a la angustia que aquella situación le estaba produciendo.
Cuando conoció a aquel desagradable sujeto se fijó un objetivo, haría que su enojo se incrementara por medio de palabras hostiles y malintencionadas, incluso si eso significaba que ese tipo odiara a Yunho, tanto que quisiera arruinarlo. Le llenó la cabeza de ideas, haciéndole ver lo injusta de la vida al comparar su situación como homosexual declarado en comparación con uno de clóset, viviendo una doble vida.
Luego de eso, lo convenció que era mejor extorsionarlo de una forma menos convencional que con dinero, acorralándolo hasta que accediera hacer algo deshonroso que quedara para siempre grabado en video, así tendría algo para ella que pudiera usar en el futuro.
—Es verdad —recordó de pronto al evocar sus intenciones con el idol— Esa tonta, espero tenga la grabación con el asqueroso ese
Regresó a dónde aventó su bolso y sustrajo de ahí su teléfono, miró las llamadas, pero no tenía ninguna perdida, luego fue a sus mensajes y solo tenía uno, pertenecía a la chica
—Está hecho —leyó entre dientes, no decía nada más, pero fue tranquilizador— Al menos ella no fue una inútil
Rechinó los dientes, molesta por no tener ninguna noticia del otro hombre. Miró la hora en su móvil, eran casi las 4am, si no recibía siquiera un mensaje de su cómplice, sabía que no lo tendría hasta dentro de varias horas, así que no tenía más remedio que esperar, iría a dormir.
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Abrió los ojos poco a poco y se encontró con la luz brillante del foco superior, no por completo sobre él, pero si lo suficientemente cerca para hacerlo cerrar los ojos unos instantes más. Se removió mientras estaba acostado y pronto cayó en la cuenta gracias a la textura que sintió en la espalda, que no se encontraba en su cama, si no en un sofá.
—Yunho —susurró tras recordarlo, la razón por la que estaba ahí— Yunho, es verdad —repitió al evocar por completo los sucesos de la noche anterior
No tardó mucho en desperezarse, luego se puso de pie y con cuidado fue hacia la habitación, cuya puerta estaba abierta, aunque fuera de la alcoba no vio al Idol, por lo que intuyó, volvió a acostarse
La recámara no tenía ventanas, así que adentro estaba oscuro, pero él no encendió la luz, con la que ingresaba desde la sala fue suficiente para verlo dormido, eso lo hizo sonreír amplio, con cuidado cerró la puerta y se alejó.
Se dirigió hacia su teléfono y miró la hora, eran las 9 de la mañana con unos cuantos minutos, volvió a estirar los músculos y se dirigió al baño, después de hacer sus asuntos se dirigió a la cocina y buscó qué preparar para desayunar.
Comió un poco de fruta enlatada que tenía Yunho, ya que al parecer no habían muchos víveres, nada de comida natural, todo eran conservas y otros alimentos. El resto de lo que preparó, lo guardó para comer junto con el cantante cuando este despertara.
No deseaba despertar al mayor, esperaría a que lo hiciera solo, así que mientras tanto, se entretuvo un poco con su teléfono móvil, contestó un mensaje de Yeol que ella le dejó una hora atrás, luego se dirigió a sus redes sociales para revisarlas, perdió algo de tiempo interactuando en su Instagram sin mirar la hora.
La puerta de la habitación se abrió de golpe y por ella salió Yunho, enseguida que escuchó aquello, Changmin volteó hacia él, sus miradas se cruzaron por fracciones de segundos, el idol lo ignoró por completo y se dirigió directo al baño. El corazón del actor se aceleró durante esos instantes y simplemente lo siguió con la mirada hasta que cerró, quedándose dentro.
—Eso fue muy rápido —murmuró perplejo el menor, ni siquiera pudo reaccionar, decirle algo o ponerse de pie, nada, también se sintió triste por ello, esperaba al menos un saludo.
Yunho cerró la puerta apenas entró, había ignorado al otro con toda intención, pues no esperaba verlo ahí todavía, no supo si quiera qué decirle, por eso tampoco lo saludó. Su necesidad de orinar era genuina, pero no justificaba ser tan indiferente con Changmin, lo hizo para no mirarlo ni hablarle, no obstante la culpa lo abrumó.
Al finalizar de lavarse las manos, levantó el rostro que antes se negaba a mirar y se observó en el espejo, lucía tan demacrado que no se reconoció, grandes ojeras, sangre seca que le ensuciaba la piel y los dientes, moretones debido a los golpes y los músculos inflamados, sobre todo en el entrecejo y uno de sus pómulos, medio labio partido, sin contar el dolor en su cuerpo, no quería ni verse, seguro estaría peor.
Sintió deseos de llorar, recordando toda la humillación, hasta dónde su memoria borrosa debido a la droga le permitía evocar. Hizo un esfuerzo por no derrumbarse, afuera estaba Changmin y no quería que lo escuchara, debía ser fuerte, tampoco deseaba que lo viera de nuevo, no en ese estado, por lo que se quitó la ropa para tomar una ducha.
Sus heridas, aún recientes, ardieron cuando las lavó, pero su cuerpo se relajó por completo debido al agua tibia que lo recorrió. Bajo el chorro de agua se permitió llorar en silencio, le dolía todo, pero más aún el orgullo, jamás lo habían humillado tanto, no iba a perdonar a ese sujeto, nunca.
Miró su reflejo en el espejo luego de volverse a poner la ropa y secar un poco su cabello, aún no estaba listo para salir y ver al actor frente a frente, pero estaba consciente de que éste no se iría hasta no verlo, no tenía de otra que afrontarlo de una vez. Respiró profundo y finalmente salió del baño, pero Changmin no estaba en la sala, al principio creyó que se fue, pero escuchó ruido proveniente de la cocina.
El olor de la comida despertó su hambre y pronto su estómago reclamó, caminó lento, como si aún dudara, pero llegó hasta donde se propuso y desde ese lado de la barra, miró a Changmin calentar algo en su horno de microondas, el actor enseguida volteó, sonriéndole
—Buenos días —saludó con buen ánimo el menor luego que sus miradas se cruzaran en silencio por dos breves segundos
—¿Que haces aquí? —recibió como respuesta en un tono de voz poco amigable, algo ronco y cansado, Yunho parecía molesto de verlo
Ante la actitud del idol, Changmin agachó la mirada un momento, quería comprender por qué se portaba así con él, pero no lo descifraba del todo.
—Es mejor que te vayas —expresó esta vez con mejor tono, pero decidido
—¿Por qué no te sientas? Te serviré —respondió como si no le hubiese pedido que se marchara
—¿No oyes? Te dije que…
—Sí escuché —interrumpió el actor— Pero no me iré —informó con determinación, mirándolo directamente a los ojos, no parecía enojado, solo decidido
Pronto el cantante sintió que su corazón se aceleraba y se puso un poco nervioso, el menor nunca lo había observado de aquella manera, resultaba extraño, pero emocionante a la vez
—No tienes que estar aquí, de cualquier modo, no te explicaré nada
—No tienes que hacerlo —contestó, esta vez sonriendo— No digas nada que no quieras
—Él realmente es… raro —pensó confundido, no creyendo que su hostilidad fuera recibida de aquel modo
En silencio, Changmin sirvió el desayuno para los dos y los llevó a la mesa, ante la mirada perpleja del mayor, que permanecía de pie, fuera de la cocina y a poca distancia del comedor.
—Listo, siéntate —señaló la silla frente a él una vez que acabó y luego se sentó él
—Gracias, pero lo repito, quiero que te marches, no te quiero aquí ¿sí? Vete —respondió tratando de lucir molesto, cuando en realidad estaba conmovido
—Basta —expresó Changmin mientras lo observaba fijo— Puedes fingir todo lo que quieras, pero fuiste tú quien me llamó ¿que no me querías aquí? No me mientas
—Eso —hizo una pequeña pausa— Fue casualidad, no quería llamarte a ti, marqué lo primero que vi, es todo
—Yunho —esta vez se puso de pie, pero no se alejó de la silla— No nos hemos llamado en meses, tampoco nos hemos enviado mensajes, no estoy en tu listado reciente, aún así me llamaste, buscaste mi número específicamente, querías que viniera yo, me pediste ayuda y vine sin dudar, es lo que pasó —explicó sin titubeo alguno
El cantante sintió hormigueo por todo el cuerpo, una agradable sensación que le recorrió de pies a cabeza, el actor le decía sin preocupación alguna que acudió en su auxilio sin cuestionarse nada, tan solo porque él se lo pidió, incluso si fue en medio de la noche y sin explicarle nada.
Esas simples palabras lo conmovieron lo suficiente para que sus lágrimas salieran en silencio por un segundo, hasta que cubrió su boca con una mano y continuó, desahogándose ahí mismo, cerró los ojos y al instante siguiente, unos cálidos brazos lo rodearon, por lo que se permitió llorar tan fuerte como pudo, escondiendo su rostro en el pecho ajeno, sintiendo una indescriptible liberación.
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