10 años
Capítulo 5. 2008 “El sentimiento que despertó”
Al pie del Gran Cañón la imagen de Changmin resultaba épica, jamás antes lo había visto tan atractivo, ni siquiera cuando lo vio salvajemente montado en su bicicleta de montaña cuando fueron de campamento por motivo de su photobook A week Holiday. En esos momentos Changmin se veía verdaderamente atractivo, el aire volaba sus cabellos y aquella ropa tan adecuada para él que lo hacía ver aún más guapo. De vez en cuando se perdía ante aquella imagen, sin notar siquiera las miradas y risas burlonas de Junsu y Yoochun, tampoco aquella inquisidora y triste mirada de Jaejoong ante la situación, su embelesamiento era tal que ni siquiera notaba aquella mirada perdida de Changmin, pues para el menor no había pasado desapercibida esa mirada, haciéndolo sentir incómodamente triste, quizás porque en su interior algo se había movido, quizás en el fondo de su confundido corazón sabía lo que estaba pasando, pero le aterraba como nunca antes le dio miedo algo, era mejor tratar de no pensar, de no sentir...
Fijó su mirada hacia el horizonte, convencido de que todo era parte de su imaginación, y lo que vio frente a él lo hizo sentir pequeño, que grande era aquel paisaje, que inmenso era el mundo y que pequeños eran él y sus triviales problemas en comparación a lo grande del planeta, su corazón sintió un vuelco, miró hacia abajo y la vista bajo sus pies lo mareó un poco, recordó aquellas pesadillas y su incertidumbre de años atrás, dio un paso atrás, confundido, a su lado estaba Junsu que lo observaba con gravedad
- ¿Éstas bien? No deberías acercarte tanto - sugirió el mayor de los dos, Changmin sonrió, que extraño era ver a Junsu preocupado por él, pero le gustaba la idea, así que asintió
- Lo haré - respondió tranquilamente, palmeó el hombro de su compañero y se alejó, Yoochun se acercó a Changmin al verle desacomodada una parte de su camisa y le ayudó a arreglarla
- ¿Sabes? Desde hace rato te veo algo distraído ¿hay algo que te preocupe? - preguntó tras ayudarle con su ropa, Changmin sonrió y negó con la cabeza
- Pasa algo, pero no puedes ayudarme - se sinceró causándole sorpresa a Yoochun, sin embargo no insistió
- Sabes que puedes platicar conmigo lo que quieras, te ayudaré, siempre que pueda - dijo con sinceridad, sintiéndose un poco inútil, pero conocía bien a Changmin y sabía que cuando el menor no quería hablar de algo no había fuerza que lo hiciera cambiar de opinión, el respetaría aquello - Nosotros siempre nos ocupamos del pequeño Changmin - revolvió sus cabellos al decirlo, haciéndolo sonrojar
- Gracias - contestó en tono sutil y sonrió antes de alejarse de él. Casi enseguida fueron llamados a tomar sus lugares y continuar con las tomas
Aquel viaje fue uno de los más agotadores, no acostumbrados al calor del desierto había resultado en una experiencia fatigadora, sin embargo una de las mejores, habían convivido con la naturaleza y se habían maravillado de lo asombroso del paisaje, amaban el Gran Cañón, que ganas de regresar algún día, no por el trabajo, si no como amigos que han hecho un viaje. Llegaron a un Hotel en las Vegas, harían una pequeña escala ahí antes de regresar a Seúl, donde los esperaban algunas actividades antes de regresar a Japón y prepararse para el próximo lanzamiento de su cuarto álbum en aquel país del Sol Naciente, la agenda estaba llena como nunca la habían tenido, pero esa noche disfrutarían de su estadía en “Ras Vegas” como decía Junsu. Desde lo sucedido en París, Jaejoong y Yoochun no habían vuelto a causar alboroto, habían sido bien regañados por Yunho, así que en Las Vegas se comportarían lo mejor posible. Bajaron juntos al Bar del Hotel, el cual se encontraba justo al lado de un casino, a Changmin se le iluminaron los ojos y giró su cabeza hacia el líder, sonriendo como niño pequeño
- ¿Los casinos también están prohibidos? – preguntó con curiosidad inocente, recibiendo de Yunho una amplia sonrisa
- No le veo lo malo a los casinos, pero si entran no gasten de más, no caigan en la trampa – aconsejó como buen líder, no tenía experiencia en casinos pero había visto muchas películas donde la adicción al juego había causado la ruina de muchos hombres
- Genial – se animó Junsu, acercándose a Changmin miró a Yoochun – Vamos –
- No gracias, prefiero ir al Bar – respondió de pronto, acercándose a Jaejoong - ¿Verdad? – sonrió hacia él, pero éste miró a Changmin, luego a Yunho
- Yo quiero jugar – contradijo para sorpresa de Yoochun, era la primera vez que le era rechazada una invitación para ir a beber, todo por ir tras Changmin, quien sonrió contento
- Sí, vamos – hizo una seña al mayor para que se acercara, éste sin pensarlo dos veces se acercó a él y lo abrazó por la espalda, sonriendo cuando el menor no hizo nada para repelerlo, todos miraban hacia Yunho
- ¿Y tú? – preguntó Yoochun decepcionado, él realmente quería ir a beber
- Juguemos – contestó Yunho, mirando hacia Changmin, éste pronto se emocionó, alejándose violentamente de Jaejoong para acercarse a Yunho, le dio un abrazo rápido y luego caminó de nuevo hacia Junsu y entraron al casino, Yunho fue tras ellos, Jaejoong miró hacia Yoochun y se encogió de hombros, él había perdido, así que no hubo remedio, no quería beber solo, así que los siguió, entrando todos al casino. Dentro se dispersaron luego de adquirir algunas fichas y monedas, Changmin se acercó a una de las máquinas traga monedas y Jaejoong lo siguió, mientras que Junsu probó su suerte en la ruleta y Yoochun en el Black Jack, para su felicidad había quien llevaba bebidas alcohólicas hasta las mesas de juego
Por su parte Yunho los había seguido a todos con la mirada, una vez que supo donde andaba cada uno se acercó a las máquinas traga monedas, no había espacio junto a Changmin, pues de un lado tenía a Jaejoong y del otro a una señora, pero pudo ponerse enfrente, logrando mirar al menor por encima de las máquinas, se le veía contento como niño pequeño, él también sonrió solo de verlo, olvidándose de jugar, que manera de perder la concentración de todo tenía el líder cuando miraba a Changmin, cuando aquel chico lograba captar absolutamente toda su atención, verlo durante incansables minutos era cosa de todos los días, comenzaba a hacerse notorio, pareciera, menos para Changmin, o quizás solamente trataba de no ver, de no pensar, alejarse de sí mismo y protegerse de los daños colaterales ¿Quién sabía? Ni siquiera él era capaz de advertirlo
- ¿No piensas jugar? – preguntó Jaejoong en tono golpeado, mirando a Yunho, entonces Changmin se dio cuenta de su presencia, levantó la cabeza y le sonrió
- ¿No estás jugando? – preguntó extrañado, Yunho afirmó
- Si si, claro – sonrió también, luego dirigió una mirada de reproche hacia el mayor. De pronto la máquina sonó y varias monedas comenzaron a salir, Changmin había ganado algunas pocas monedas en su sexto juego, se emocionó y las juntó de prisa, sin prestar atención en nada más – Felicidades Changmin – felicitó el líder, el aludido le sonrió
- Los guapos tenemos suerte – dijo contento, Yunho asintió
- Eres bastante afortunado entonces – halagó de pronto, haciéndolo sonrojar, Changmin negó varias veces
- No es para tanto – avergonzado terminó de recoger sus monedas y se puso de pie – Iré con Yoochun – avisó y se fue deprisa, Yunho lo observó marcharse
- Un punto a tu favor – dijo Jaejoong con media sonrisa, éste volteó a verlo
- ¿De qué hablas? –
- No finjas – sonrió de nuevo, sin ganas. A medida que pasaba el tiempo Yunho perdía la habilidad de ocultar sus pensamientos, de hacer ojos ciegos ante sus sentimientos, y le causaba horror ver las respuestas de Changmin ante esos hechos ¿Qué nadie más se daba cuenta? Quizás porque era él quien más se encontraba atrapado, sin salida, sin respuesta, comenzaba a hacerse agotador
Durante gran parte de la noche estuvieron jugando, en un punto los cinco se encontraban en la misma mesa, retando su suerte a la ruleta, Changmin y Yoochun eran quienes más tuvieron suerte en ello mientras que Junsu perdió casi todo el dinero que había cambiado, teniendo el orgullo roto, y claro, las burlas conjuntas de Changmin y Yoochun hacia él no se hicieron esperar. La habían pasado sin duda muy bien, pero era hora de volver a sus habitaciones, no podían andar por ahí en las calles y más tarde en el día partirían, no se podían desvelar por mucho tiempo; sin embargo debido a la excitación de todo lo ganado Changmin no podía dormir, así que salió discretamente de su habitación, conocía a Yunho, sabía que estaría merodeando por ahí hasta no escuchar el silencio absoluto y no se equivocó, cuando caminó a la terraza al final del pasillo lo vio, parado mirando hacia las luces de la ciudad que nunca duerme, sonrió, el aire de melancolía que le aportaba a su silueta no tenía igual, entonces se acercó
- Me siento peor que en la cárcel, eres como un carcelero – observó sonriendo, Yunho volteó asustado, si Changmin leyera el pensamiento se asombraría de que lo llamaba con la mente, en ese momento de reflexión el protagonista era él. Sonrió en respuesta
- Solo cuido de ustedes ¿es eso malo? – Changmin negó
- Por eso te queremos – contestó tímidamente, Yunho sonrió, girándose hacia él
- ¿Tú me quieres? – preguntó súbitamente, mirándolo fijo, el menor se sonrojo
- No me hagas decir esas cosas – pidió avergonzado, Yunho soltó una pequeña risa, acercándose a él, lo sujetó de los hombros
- Solo dilo – borró su sonrisa, mirándolo fijamente, Changmin sonrió con mayor timidez
- Te quiero – dijo en voz baja, mirándolo, Yunho sonrió complacido
- ¿Cuánto? – preguntó de forma cariñosa, se miraron a los ojos fijamente
- Mucho – respondió con sencillez – Te quiero mucho – declaró con dejo de vergüenza, no solía expresar sus sentimientos de aquella forma, ni siquiera con su familia, pero había querido decirlo, ver en Yunho la expresión de oír aquello, y en silencio se sonrieron, no había palabras que decir. En esos momentos más que nunca quiso besarlo, la situación, el entorno, todo estaba a su favor, podía hacerlo de haberlo querido, pero no pudo ni quiso, prefería la tranquilidad de aquel momento, la brisa del aire lleno de cariño entre los dos, si hacía algo más encontraría el rechazo, Changmin se alejaría de él, lo que era peor que su propio silencio, otro día más de aquellos largos años que les esperaban, debía guardar sus sentimientos dentro de lo más profundo de su alma. Caminaron en silencio uno al lado del otro hasta la habitación de Changmin, se detuvieron frente a la puerta
- Descansa – dijo el mayor cuando el menor entró sin cerrar la puerta
- Tú también – contestó sin demora. Volvieron a sonreírse, Yunho dio la espalda y avanzó un paso mientras Changmin iba cerrando la puerta
- Changmin… - lo llamó antes de que terminara de cerrar, éste volteó y lo miró en silencio – Yo también… - le tembló el labio inferior – También te quiero mucho, más de lo que crees – dijo sin pensar, no había habido ninguna motivación externa para declararlo, salvo el sentimiento de lanzarse a lo desconocido, sin pensar, sin temer, pero lo ambiguo de esa declaración no fue suficiente, Changmin estudió su rostro por breves momentos
- Lo sé – respondió secamente, casi sin expresión, bajó la mirada unos instantes, Yunho sonrió con la timidez que le caracterizaba en situaciones así y entonces se alejó, pensando, dudando si había estado bien decirlo, dudando si había estado mal no decirlo por completo. Dejó a Changmin al marco de la puerta, pensando, que rara una situación así con Yunho, sin razón, sin motivo, diciéndose cuánto se querían, casi como dos amantes a quienes les ha nacido decirlo sin esperar nada a cambio. Sonrió ante la idea absurda “amantes”. Fue a dormir, lo que le esperaba en el mundo de los sueños quizás no era algo alejado de la realidad, tanta ambigüedad…
El año 2008 les habían sido alegrado con tantas nominaciones y premios, a fin de año sin sumar los premios en programas de televisión o premios en el extranjero habían obtenido 13 nominaciones a importantes premios dentro del medio, y aunque solamente habían ganado 9 habían sido el único artista en hacerlo posible. Pero fue en los Mnet Asian Music Awards que realmente sintieron el peso de lo que les estaba sucediendo, eran ídolos, eran íconos, eran artistas de verdad, recibiendo premios que muchos otros solo podían desear.
Hubo felicidad, hubo orgullo, hubo agradecimiento y ganas de llorar, pero Yunho se mantuvo firme, recibiendo el último galardón de la noche, álbum del año, todo el esfuerzo había valido la pena, cada sudor, cada lágrima, cada temor, cada grito de frustración, ahora todo estaba compensado, que distante parecía todo y a la vez tan palpable. Agradeció con todo su corazón, sin notar que tras él había estallado la bomba, las lágrimas acumuladas de 5 años por fin brotaban y le desnudaban sobre el escenario, Changmin se derrumbaba sin poderse contener, Yoochun a su lado, intentando consolarlo, riendo para no acompañarle a llorar, sus rodillas temblando y sus hombros agitándose, no se podía detener por más que intentaba sofocar el dolor, la felicidad, incluso el cansancio, todo y nada acumulado, los sentimientos como nunca los experimentó, y sintió vergüenza, sabía que lo veían, que seguramente todos se preguntaban lo que pasaba por su mente, pero no había una respuesta única y concreta, era todo lo vivido en sus mejores 5 años de vida lo que le tenía así.
Terminó de hablar y entre los aplausos del público y el aclamo y lágrimas de Cassiopeia se dio media vuelta, entonces lo vio, llorando como jamás lo vio, y su corazón se hizo pequeño, no lo pensó más y se acercó a él, abrazándolo pese a las miradas de todos, no le importó nada más, tan solo estar cerca de él y hacerle saber que estaba ahí, que si lo necesitaba siempre estaría ahí, a pesar de la ausencia de palabras; pero debían volver a su lugar según la indicación, así que lo soltó y caminaron junto a los demás que daban palabras a Changmin, pero él no dijo nada, no quiso explicar nada, quizás incluso no había nada que explicar. Se abrazaron los 5, lejos de la cámara oficial, era su momento íntimo. Llegaron a sus asientos y el sentimiento volvió, se agachó y volvieron a brotar las lágrimas, pero ésta vez Yunho estuvo a su lado, le tomó de la mano y lo consoló, sintiendo la tortura de no poder hacer nada, como contener ese momento de debilidad en el menor, lo observó con gravedad, todo a su alrededor desapareció, solo estaban ellos dos, y él sintiéndose inferior, no podía hacer nada por él
Cuando pudo calmarse sintió una terrible vergüenza, nunca en sus años de carrera había llorado de esa forma, y ahora lo había hecho, frente a todos, en transmisión nacional, pensó en como había podido dejar que pasara, pero no hubo remedio, estaba hecho. Sintió la mano que lo sujetaba firmemente y la apretó con fuerza, no había palabras para explicar ese sentimiento, Yunho a su lado, sintiendo lo mismo que él, su cariño hacia él fue mayor, en esos momentos no era Yunho el líder, no era Yunho su compañero, era Yunho su amigo
- ¿Estás bien? – preguntó con preocupación cuando sintió que Changmin apretaba su mano, él tan solo asintió con la cabeza, sin soltarlo. Yunho lo miraba fijamente, esperando que se levantara y poder verlo a los ojos, decirle lo que había demostrado con su abrazo - ¿Quieres irte? –
- No – dijo al fin – Se verá mal – respondió sin dudarlo, la ceremonia aún no terminaba. Poco a poco soltó su mano y se irguió sobre la silla, con las manos en sus rodillas suspiró con fuerza, secó sus irritados ojos y se giró hacia Yunho, sonriéndole levemente. Nuevamente se le estrujó el corazón al ver aquella mirada a pesar de su sonrisa, estiró su mano hacia la de Changmin y la apretó de nuevo, mirándolo a los ojos
- Estoy contigo – dijo con voz suave, perdiéndose en los ojos desconcertados del menor, cuyo corazón latió de prisa ante la mirada dulce y sincera de Yunho, se soltó pronto del agarre, por alguna extraña razón se sintió nervioso
- Gracias, de verdad – sonrió, terminando de limpiarse las lágrimas
- Si puedo hacer algo por ti… si quieres hablar… -
- Ahora no, solo… quédate a mi lado – respondió sin analizar sus palabras, Yunho sonrió como nunca, sin perder de vista aquellos ojos melancólicos. Le agarró de la mano otra vez y en silencio se incorporaron en sus asientos, no se soltaron hasta que hubo necesidad de aplaudir. Entonces la ceremonia terminó, se pusieron de pie para salir de prisa, en un par de horas más debían partir a Japón a cumplir su agenda
Al bajar a donde se encontraban los camerinos fue interceptado por un reportero, su acción sobre el escenario no iba a pasar desapercibida, no pudo repelerlo
- Lloraste mucho allá arriba ¿Qué pasó? – preguntó con descaro, pero Changmin no estaba dispuesto a hablar, era difícil con personas de su confianza, con aquel hombre aún más, así que aprovechó que su amigo de Shinee pasaba por ahí y lo llamó con una seña
- Porque Minho de Shinee es muy apuesto – respondió sarcásticamente mientras el aludido se acercaba sonriendo
- No, Changmin es genial – siguió el juego, entonces con decepción el reportero se alejó, no había obtenido lo que quería
- Gracias – dijo Changmin dirigiéndose a él, éste le sonrió
- ¿Todo bien? – preguntó con seriedad, mirándolo atentamente
- Todo bien, luego hablamos – respondió rápido y sonrió antes de irse
- Cuídate – dijo cuando Changmin ya se había ido, volviendo a lo suyo. El menor se apresuró para salir, encontró a algunos de los suyos en el camino, charlando con otros artistas pero no les dijo nada, él solo quería irse, no estar rodeado de tantas personas, no quería que nadie más le preguntara sus motivos. Llegó al camerino designado a TVXQ y se alivió de no encontrar a nadie dentro, entonces se cambió de ropa mientras esperaba a los demás, fue Yoochun quien entró mientras él se vestía
- Changmin ¿Cómo estás? – preguntó preocupado, acercándose a él mientras terminaba de ponerse los pantalones, el menor lo miró y sonrió
- Bien gracias –
- ¿Quieres hablar? –
- No – contestó de pronto, sorprendiéndolo, se dio cuenta que había hablado muy seco y sonrió otra vez – Gracias – retiró su mirada, terminando de vestirse
- Está bien – se alejó, él también debía vestirse, casi enseguida llegó Junsu
- ¡Gran cosa chicos! – dijo emocionado, cerrando la puerta – Somos grandes – completó con una gran sonrisa
- Lo somos – le siguió Yoochun con una gran sonrisa, acercándose a Junsu para abrazarlo, festejando felizmente los dos
- Y modestos no – acompañó Changmin, sonriendo ampliamente, le gustaba verlos felices. Poco pasó para que Yunho se les uniera, apresurado, cerrando la puerta con fuerza
- ¿Listos? – se acercó rápido a su ropa y comenzó a cambiarse, miró en toda la habitación – ¿Dónde está Jaejoong? – cuestionó algo molesto, creía que iba tarde
- No lo sé, saludando a toda la farándula, quizás – contestó Yoochun, casi riendo
- No me sorprende – sonrió un poco – Pero ya vamos tarde –
- ¿Lo busco? –
- Sí por favor – respondió Yunho amablemente, Yoochun hizo una seña a Junsu para que lo acompañara, éste se terminó de poner los zapatos y se acercó a él
- Ya volvemos – salieron rápido del camerino, dejándolos solos. Yunho se vistió rápido como sabía, caminando luego a su mochila, sacó el pastillero que le había regalado su mamá hace tiempo y sacó de ahí una pastilla de ginseng rojo, se la comió y ofreció a Changmin, éste no se negó y agarró una, comiéndosela
- ¿Te sientes mejor? – el menor asintió – Me preocupaste mucho – guardó su pastillero en el pantalón y se acercó a Changmin, mirándolo a los ojos
- Estoy bien, ni siquiera sé porque lloré – guardó silencio unos momentos - ¿Qué opinas? –
- ¿Sobre qué? –
- Lo que hemos vivido ¿podrá durar toda la vida? – se cuestionó para sí mismo, Yunho sonrió al notar esa expresión infantil en Changmin
- No nos imagino bailando Mirotic a los 80 años – respondió con gesto burlón, Changmin sonrió un poco
- No hablo solo de eso, los quiero mucho – se acercó a él sin pensarlo y lo abrazó, acción tan poco frecuente en él, no de aquella forma, como si realmente lo necesitara, Yunho cerró el abrazo, apoyando su barbilla en el hombro del menor – Cuando estaba arriba en el escenario, llorando, a pesar de eso yo realmente deseaba que fuera eterno, no cambiaría nada, todo, lo quiero igual siempre, y saber que están conmigo – sollozó de nuevo, eran raras aquellas palabras en él, pero Yunho las entendió, sentía lo mismo
- No te preocupes Changmin, siempre estaré contigo, lo prometo – susurró, convencido, el otro sonrió entre las nuevas lágrimas que intentaban correr, pero no las dejó, sin embargo se sentía débil, había expresado todas sus emociones juntas y había sido agotador. Se soltó poco a poco del mayor, pero éste no lo soltó, aflojó los brazos en su cuerpo y lo alejó un poco, sin soltarlo, necesitaba ver su rostro, estudiar aquellos ojos que lo miraban en trance, la cercanía… tan peligrosa, tan esperada para Yunho, tan confusa para Changmin – Changmin… - dijo en voz baja al estudiarlo y se quedaron en silencio, la mano derecha de Yunho subió a su pelo y lo acarició un poco sobre la oreja, corto ahora, pero tan sedoso como siempre; y simplemente no lo pensó, cerró sus ojos y se acercó a él, ante la atónita y dudosa mirada del menor tocó sus labios con los suyos, como tantas veces lo imaginó y deseó por más de 5 años, pero ésta vez no lo había pensado, no lo había planeado, había sido un impulso imprudente y cobarde, porque pretendía tomar sus labios sin siquiera confesarle sus sentimientos. Pero fue un segundo, un escaso pero maravilloso segundo, Yunho sintió que Changmin le correspondía, pero quizás fue solo su imaginación, sintió que los labios del menor se cerraron en los suyos
Cuando lo vio acercarse así jamás pensó que haría algo semejante, pero lo hizo, el rostro de Yunho estaba demasiado cerca del suyo, y había cerrado los ojos y sintió los labios cálidos del mayor sobre los suyos, confundiéndolo, sus ojos se abrieron ampliamente, incapaz de moverse aunque intentaba mover sus manos, alejar a Yunho, pero no pudo, quiso hablar y tampoco pudo, apenas sus labios pudieron moverse un poco, pero no dijo nada, por segundos pensó que cerraría los ojos, que quizás se entregaría a un beso así, pero no podía, no debía, iba contra su propia naturaleza, además no era cualquier persona, era Yunho, Yunho y nadie más que Yunho… Se armó de valor y lo empujó con poca fuerza, lográndolo apartar dos pasos, lo miró asustado
- Yunho ¿Qué haces? – preguntó impresionado, abriendo más los ojos, en el acto Yunho había abierto los suyos, horrorizado de lo que había hecho, no había debido pasar, no fue lo correcto, se sintió miserable, se sintió de lo peor, merecía los golpes de Changmin si éste se decidía a actuar así. Hubo un silencio tan terrible para ambos, pero era tan incómodo el momento que ambos quisieron salir corriendo, sin embargo ninguno de los dos se movió, las pupilas de Changmin estaban ligeramente más dilatadas de lo normal - ¡Yunho! – llamó por reflejo, necesitaba una explicación y el mayor debía dársela, porque no entendía que demonios estaba sucediendo
- Yo… - dijo casi para sí mismo, trabado, realmente no sabía que decir, él, Jung Yunho, quien siempre tenía palabras para todo en esos momentos no supo qué decir, pero los latidos de su corazón estaban fuera de lo normal, sabía que si no decía algo jamás se calmarían – Perdóname – se disculpó sinceramente, pero Changmin necesitaba algo más que una vacía disculpa, quería una razón, un por qué, y Yunho no se lo estaba dando
- ¿Por qué hiciste eso? ¿Qué diablos te sucede? – alterado como nunca no quiso saber más, estaba confundido, pasó de él y salió por la puerta hecho una furia, estaba enojado, pero sobre todo asustado, su corazón latía de prisa, toda su piel se había erizado y un calambre le recorrió toda la espina dorsal, estaba aterrado, no solo de aquellas acciones tan extrañas de Yunho, si no por su propia reacción, tenía que haberle dado un golpe, un puñetazo en la cara y listo, pero no, en cambio quiso una explicación ¿Qué demonios quería saber? O mejor aún ¿Qué necesitaba saber?
- ¡Changmin! – gritó Yunho al salir del camerino, pero en su campo de visión ya no se encontraba el menor, al salir había sido visto por Jaejoong, quien llegaba sin los otros dos, al ver al líder tan alterado se preocupó, acercándose a él, entraron al camerino, Jaejoong cerró la puerta
- ¿Qué pasa? – preguntó asustado, Yunho estaba casi pálido – Yunho – se acercó a él y lo observó, sus ojos reflejaban un miedo que jamás le había visto y eso le asustó
- Nada – respondió secamente
- ¿Por qué llamaste a Changmin? Dímelo – se acercó un poco más y quiso tocar su rostro con ambas manos, pero Yunho se alejó de él, dándole la espalda
- Todo está bien – dijo con nerviosismo - ¿Y los otros dos? – miraba hacia el suelo, como si buscara algo, pero solo intentaba calmarse, lucir como siempre, pero a Jaejoong no lo podía engañar nunca
- ¿Qué pasó con Changmin? ¿Qué le hiciste? – preguntó de pronto, se acercó a Yunho, éste volteó a verlo, sorprendido
- ¿Qué? –
- Basta de juegos Yunho, lo sé – sonrió cálidamente, jamás había visto a Yunho como su rival, lo había sabido siempre, desde hace tres años, sabía que algún día sería más probable que él, Yunho, pudiera llegar al corazón de Changmin, porque él, Jaejoong, jamás tendría una oportunidad, él siempre ejercía presión, se desesperaba e intentaba cosas raras, Yunho no, él era paciente, él era discreto, él sabía como manejar sus sentimientos. Sabía de antemano que Changmin era de los que se tomaban su tiempo para querer a una persona
- ¿De qué me hablas? – fingió no saber, preocupado
- Yunho, soy la persona que más te conoce, basta con ver tus ojos, tus expresiones, nunca podrás ocultarme nada, tampoco eso, tu cariño especial por Changmin – dijo de forma amable, pero su mirada se había endurecido, sentía envidia, verdadera envidia
- Jaejoong – suspiró levemente, desviando la mirada, solo volviéndola al frente cuando sintió las manos de su compañero en sus mejillas, se miraron fijamente, el mayor le sonrió
- Sé cuánto duele el rechazo – tragó saliva – Pero si has iniciado algo, debes terminarlo. No sé qué hiciste, pero estás obligado a no dejarlo en el olvido – culminó su consejo, retiró las manos del rostro de Yunho y volvió a sonreír
- Gracias… - no sabía que más decir, pero siempre había atesorado cuando Jaejoong le hablaba tan sinceramente, y quizás tenía razón, una vez que había hecho lo que hizo no podía dejarlo así, porque de hacerlo aquello se convertiría siempre en una sombra entre él y el menor
Pasó más de media hora y Changmin no regresó, todos se encontraban en el camerino, el Mánager miraba la hora cada minuto, se le notaba algo enojado, todos a excepción de Yunho habían marcado a su celular pero se encontraba apagado, Yoochun y Junsu no tenían ninguna idea de lo que estaba sucediendo, Jaejoong lo podía imaginar pero no hacía comentario alguno, Yunho en cambio sabía exactamente que pasaba, pero estaba tan preocupado que no podía ni siquiera pensar
- Iré a buscarlo – dijo de pronto Yoochun – No puede estar lejos –
- No, si te vas y regresa tendremos que buscarte a ti – respondió seriamente el Mánager – Esperemos un poco más, estamos a tiempo, pero si no regresa nos iremos, es mejor perder 1 boleto que 5, ya nos alcanzará después – no hubo respuesta, todos acataron y en silencio esperaron, Yunho no dejaba de recriminarse por aquel acto tan impulsivo e irresponsable, él que era el líder había hecho algo así, estaba decepcionado de sí mismo
Caminó lo más lejos que pudo, aún se encontraba en las instalaciones del lugar del evento, no había salido a la calle, sabía que tenían un vuelo, que quizás lo perdería, pero en esos momentos no podía pensar en nada, solo vagaba, sus recuerdos le atormentaban desde diferente ángulos, en ocasiones recordaba los párpados de Yunho a la altura de sus ojos, después cuando lograba deshacerse de la visión recordaba el calor de la respiración, su nariz tan cerca de la suya, luego recordaba la tibieza de los labios sobre los suyos y se estremecía ¿Qué maldita sensación era esa?
Hacía tiempo que no volvía a besar a una chica, desde su última novia no había vuelto a besar, debía reconocer que lo extrañaba, amaba besar, le causaba un enorme placer y alegría poder tocar los labios de una chica, pero ¡Hey! Que Yunho es un hombre, y no cualquier hombre, uno por quien sentía un enorme cariño, alguien a quien le tenía profundo respeto, alguien a quien admiraba, su amigo, su compañero de grupo, todo. Volvió a sentirse nervioso, casi como si de nuevo lo tuviera tan cerca, intentando besarlo, sus ojos, sus labios, su cabello, su nariz, todo, lo recordaba absolutamente todo, incluso su extraño deseo por breves momentos de corresponder aquel beso
¡Vaya tontería! Era solo que se sentía solo ¿no? Si hubiera sido cualquiera de los otros tres habría sido lo mismo ¿no? Si hubiera sido su amigo Minho también habría sentido ese extraño deseo de devolver un beso prohibido ¿no? Todo por aquel sentimiento de la soledad, todo por sentirse vulnerable, si, debía ser eso, no podría ser que él sintiera por Yunho algo parecido al amor, al deseo, o que Yunho sintiera eso por él, quizás solo había sido algo del momento, porque se había prestado para eso ¿no? Un momento íntimo y extraño entre dos personas, una que se siente débil, otra que puede ayudarle, pudo pasarle a cualquiera ¿no? ¿no es así?.
Se tapó la boca con una mano y se quedó completamente quieto, de pie, luego de un rato la deslizó lentamente por su rostro y agachó la cabeza, suspiró y la levantó, mirando al frente, debía volver, dejar de pensar, dejar de razonar, tenía una agenda que cumplir y conociendo a su Mánager sabía que se irían sin él, así que se armó de valor y sus pies comenzaron a caminar, a medida que avanzaba iba borrando todo de su cabeza, mentalizándose a que ahí estaría Yunho, y que lo vería, y que su visión ahora sería completamente diferente a la que tenía desde hace más de 5 años
Cuando Changmin llegó hasta el pasillo donde se encontraba su camerino vio a sus miembros y el Mánager caminar con sus mochilas en mano, vio que Jaejoong traía la de él y se acercó de prisa, dirigiéndose enseguida hacia el Mánager, preocupado
- Perdón – se disculpó avergonzado, sintiéndose culpable cuando no recibió una respuesta inmediata, el Mánager se veía realmente molesto – No volverá a pasar –
- ¿Dónde estabas? – preguntó, desconcertado, de los 5, Changmin era quien menos le había causado problemas, el menor suspiró
- Es algo personal, perdón – contestó avergonzado, el Mánager sintió sus sinceras disculpas y ablandó la mirada, se dirigió a él mientras seguían caminando
- ¿Es por lo que pasó en el escenario? Realmente estabas llorando – observó
- Sí, es eso – mintió enseguida, tenía una coartada con eso
- Está bien, medita lo que tengas que meditar – respondió amablemente, Changmin asintió y en silencio caminó a su lado, como si eso lo protegiera de encarar a Yunho, no quería ver a los otros tampoco, solo quería olvidar, no recordar lo que había sucedido, hacer de cuenta que todo había sido un amargo sueño
Continuará…
¡Changmin! Pero es que... yo... quiero saber que sigue! Changmin, hazle caso a Yunho, no seas así u__u
ResponderEliminarEstá asustado, no entiende que pasa u_u
Eliminar