10 años
Capítulo 7. 2010 "Despedidas y un nuevo comienzo”
Cuando terminó el 2009 y tuvieron que culminar con su poca agenda fue un momento realmente incómodo, las conversaciones con sus compañeros no podían comenzar sin terminar en una discusión de verdad, no como las tonterías por las que solían discutir antes, así que eventualmente dejaron de hablarse, como desconocidos que van al mismo sitio, incluso su relación con Yunho era escasa, aunque no prácticamente nula como lo era con los otros tres, de vez en cuando debía lidiar con las miradas de Jaejoong, cuando el mayor quería hablarle se retractaba y el terminaba ignorándolo. No podía decir que no le dolía, que no le gustaría que todo fuera como antes, pero ajustándose a su realidad eso ya no podía ser; poco a poco incluso Jaejoong dejó de insistir, y el alejamiento fue mayor, a pesar de que habían cuidado bien las palabras y no se habían lastimado con ellas era mejor alejarse poco a poco, así quizás se podrían guardar las bellas memorias, aquel era el pensamiento más sincero de Changmin…
Y así pasaron los días, las semanas y poco a poco los meses, mientras grababa para su drama y cumplía con los últimos compromisos de su agenda en Japón, las últimas apariciones en revistas, el último Bigeastation, la última grabación de un MV, su álbum de la mejor selección de canciones, la invitación al A-nation que jamás llegó y todos los demás compromisos cancelados, hasta que finalmente no se pudo hacer más y su compañía en Japón hizo el anuncio oficial, el grupo entraba en un hiatus indefinido ¿Acaso ahí había acabado todo? Simplemente así, de esa manera tan fría y cruel. Se sintió poca cosa, todo lo que habían logrado, todo tirado por problemas al fin y al cabo financieros, malos entendidos, falta de comunicación, diferencias de opiniones, que tonto parecía todo si lo comparaba con tantos años de lágrimas y risas compartidas; más allá de la tristeza comenzaba a sentir odio y no quería, luchaba contra sí mismo y aquel sentimiento
Pasar los días perdido, sin rumbo, fue caótico para Yunho, pero no podía dejar de echarse la culpa, de pensar que quizás pudo hacer algo distinto, cambiar el rumbo de las cosas, pero no lo hizo, actuó de acuerdo a sus pensamientos sinceros y sus ideales, siendo fiel a la lealtad que le había caracterizado durante tantos años desde que había entrado en aquella empresa, y no se arrepentía de ello ¿Cómo hacerlo si se le había dado tanto? Si ahí había tantas personas en quienes confiaba, que le habían dado la mano en los peores momentos de su vida, incluso antes de su debut, antes de que fuera una estrella que les hacía ganar millones, y eso no lo iba a olvidar jamás, estaba agradecido y seguiría ahí “al pie del cañón” como decían, no importaba si tenía que comenzar de cero, pero quería continuar, ser lo que siempre quiso, eso no se lo quitaría ningún problema legal, después de todo lo que le quedaban eran los ideales a los cuáles se quería seguir aferrando, solo eso.
Aunque tampoco estaba exento del odio, del resentimiento que quería reprimir, más ahora que lo había visto con ojos atónitos, su ex compañía Japonesa lo había anunciado, los otros comenzaban un nuevo proyecto sin ellos, se sintió menospreciado, no lo pudo evitar, tampoco pudo evitar pensar que quizás lo planearon desde antes, pero no era así ¿verdad? Debía tratarse de algo improvisado, no podían ser tan crueles, simplemente no podían…
Miró su reloj luego de unos momentos bajo el sol, eran las 4 de la tarde y algunos minutos más, no podía esperar un solo segundo más, necesitaba verlo, tocarlo, sentirlo después de tanto tiempo, bueno, no tanto en realidad, pero en cuestión de no ver a Changmin, 6 semanas y media eran una eternidad, así que se sentía impaciente, estaba emocionado, la última vez que lo vio había sido realmente poco, fue a visitarlo al set del drama a pesar de que el menor siempre le pidió que nunca fuera, pero Yunho quería hacer un viaje a Jeju desde hace tiempo, así que con eso de pretexto fue a verlo, después de la grabación se habían ido a comer y habían conversado, aunque muy poco pero al menos verlo le hizo feliz.
Ahora estaba impaciente, volviendo a ver el reloj, jugando con sus dedos en aquella calle no muy lejos de su viejo departamento, al que no habían regresado desde hace muchos meses y al que no querían regresar, a pesar de que sabían que tarde o temprano debían hacerlo, aunque ahora era grande para solo dos, así que les habían prometido la compra de otro, más acorde a ellos solos. Aquella idea tenía fascinado a Yunho, aunque el gran inconveniente era ahora tener que resistirse a las ganas de besarlo, tocarlo, tenerlo todo para él, solo de pensarlo un escalofrío le recorría la espina dorsal, pero debía contenerse y controlarse, no quería perder también a Changmin por culpa de sus impulsos… Lo vio a lo lejos, él venía a su encuentro, y era tan guapo como siempre, un poco más delgado que años anteriores, pero no le restaba belleza, no le quitaba elegancia, seguía siendo tan perfecto como aquel día hace años, cuando lo conoció, cuando lo enfrentó con palabras crueles, vaya forma de comenzar
A unos cuantos metros vio a Yunho, y él lo observaba, y sonreía, aquella sonrisa que le regalaba era tan bella, siempre había pensado que él tenía una bella sonrisa, que envidia sentía. No podía negar que sentía emoción de verlo, su relación había mejorado bastante, poco después de la demanda interpuesta por sus ex compañeros conversaban durante horas y horas, aunque tampoco pensaban completamente igual, pero se entendían porque sus bases eran las mismas, y se habían vuelto mejores confidentes
- ¿Por qué tan feliz? – preguntó el menor al llegar hasta él
- ¿No puedo alegrarme por ver a un amigo? – respondió volviendo a sonreír, Changmin asintió
- Es verdad, hace más de un mes que no nos vemos – observó – Me hiciste falta – dijo avergonzado, ligeramente ruborizado, Yunho se sorprendió ¿es que acaso Changmin comenzaba a sentir por él algo especial? Temía ilusionarse
- ¿En verdad? – inquirió feliz, pero Changmin se veía triste
- Me pidió un tiempo… - dijo de pronto, y su semblante se oscureció – Solo quería pensar las cosas, pero hace una semana me dejó – confesó con tono verdaderamente triste, Yunho no pudo evitar sentirse triste también, Changmin no era de los que se dejaban caer, pero de pronto lo vio decaído – Le pedí darnos una nueva oportunidad, pero me rechazó… creí que nos amábamos, pero que fácil me dejó – terminó de explicar, perdiendo la mirada, Yunho lo miró atentamente y sin pensarlo lo atrajo hacia él en un cálido abrazo, Changmin no correspondió, pero apoyó su cabeza en el hombro de Yunho
- Lo lamento – dijo con sinceridad, debería sentirse feliz por saberlo libre de nuevo, pero simplemente no pudo, verlo así de triste no era de su gusto – Sabemos que es difícil mantener una relación en nuestra situación, debió ser triste para ella no verte muy seguido, pero si te dijo que te amaba, no dudes de eso ¿Cómo podría ella no enamorarse de ti? – animó con tono suave mientras sus manos le acariciaban la espalda, el menor sonrió con calidez, sintiéndose bien de recibir esas palabras, con ello comprobaba cuanta falta le hizo su amigo días atrás, tal cual lo tuvo junto a él en los momentos más difíciles de su carrera
- Gracias – se separó de él y le sonrió mientras lo miraba a los ojos – Seré fuerte, debo olvidarla – dijo casi para sí mismo, Yunho asintió
- Lo superarás, ya lo verás – también le sonrió, con cariño fraternal, luego le dio unas palmaditas en la mejilla, como si fuera su pequeño. Changmin sintió una sensación de protección como hace mucho no la sentía, que falta le había hecho Yunho
- Te quiero Yunho – dijo con sinceridad, dejando que saliera la voz desde lo profundo de su corazón, no era un hombre de palabras de amor, pero cuando las decía eran tan sinceras, Yunho lo sabía, sintió un vuelco agradable en el estómago, aunque sabía que ese cariño que el menor tenía por él no era como el amor que él sentía por Changmin, pero ya hace años se había resignado que era imposible, jamás tendría a Changmin de esa forma, aunque no había superado aún la tristeza de esa realidad había aprendido a vivir con ella sin hacerse tanto daño
- Tenemos cosas que hablar Changmin, vamos a tomar algo – sugirió el mayor
- ¿Jung Yunho quiere alcohol? Últimamente tomas más – observó casi con burla
- Ya estoy dejándolo – confesó – He adquirido algunas manías extrañas, me gusta andar yo solo en trenes últimamente – sonrió avergonzado, Changmin lo observó fijamente
- Te entiendo, quieres mantener la cabeza ocupada – consintió, Yunho asintió
- ¿Qué tal va el box? –
- Cada vez voy menos – sonrió también – Estamos terminando de grabar, tal parece que el drama se retrasará, pronto tendré más tiempo libre – dijo con tristeza, recordar lo lleno de su agenda en años anteriores y compararlo con el presente era desalentador
- Entiendo, vamos a beber y charlemos – lo jaló levemente del brazo y luego lo soltó, caminaron hacia el auto de Yunho, estacionado cerca de ahí. Mientras conducía hacia un Bar conversaban
- ¿Lo has pensado? Lo que nos pidieron – comenzó Changmin, preocupado de lo que Yunho pudiera decir
- Claro que si lo he pensado… Ha pasado mucho tiempo Changmin ¿no lo extrañas? –
- Si, sabes que lo extraño, pero tengo mis dudas ¿podremos solos? Tengo miedo en verdad – confesó - ¿Lo haremos bien? ¿nos odiarán nuestras fans? ¿le agradaremos ahora a la empresa? ¿y si no funciona? – empezó a preguntar, a cada pregunta Yunho lo meditaba, no es que él no hubiera pensado en esas cosas, pero quería ser positivo
- Te entiendo, todo eso lo pensé también, pero si no nos arriesgamos perderemos más de lo que hemos perdido – explicó - ¿No lo crees? – el otro lo pensó
- Quizás tengas razón – respondió, aunque poco convencido
- Vamos Changmin, estamos juntos – sonrió emocionado, colocando su mano en la pierna del menor, quitándola casi enseguida – Si permanecemos juntos lo lograremos, deja tus miedos atrás, quédate a mi lado y continuemos con nuestros sueños, si estás conmigo me hago fuerte – dijo con toda sinceridad, haciéndolo sonrojar, Changmin también se emocionó, no pudo ocultarlo
- Tienes razón – dudó menos – Después de todo somos Dong Bang Shin Ki – dijo animado, Yunho soltó una pequeña risa – Nada nos detiene –
- Es verdad somos Dong Bang Shin Ki – sonrió ampliamente, y en silencio ambos se emocionaron con la idea, se presentarían en el SMTOWN de ese año como Dong Bang Shin Ki, ya no había necesidad de solo presentarlos como U-Know y Max. Les habían dado un tiempo para pensarlo por separado y luego conversarlo entre ellos, ahora lo habían decidido, era momento de regresar
Durante su estancia en el Bar platicaron todo lo que no habían conversado en el tiempo de no haberse visto, entre risas, bromas y alguna que otra charla seria pasaron las horas, cuando menos acordaron ya era más de las dos de la madrugada, y aunque ninguno de los dos estaba completamente ebrio se encontraban bastante alegres. Yunho tuvo que pedir un taxi porque no iba a poder conducir, mientras que su auto se quedaría ahí, dejaría dinero para que se lo cuidaran. Irían al departamento que habían habitado durante años, hace poco les habían dicho que sus ex compañeros habían sacado sus cosas hace bastante tiempo, pero ninguno de los dos había querido volver a ese lugar, sin embargo sabían que era necesario, sobre todo ahora que se mudarían a otro más pequeño
- ¿Por qué no subes primero? Iré a comprar algunas cosas a la farmacia – indicó Yunho cuando bajaron del taxi, Changmin asintió
- Trae comida, seguro no hay nada arriba que sirva – se rio divertido, Yunho asintió
- Enseguida vuelvo – le dio la espalda y se alejó, Changmin sacó su llave mientras caminaba, feliz de no ver a fans por ahí, seguro sabían que desde hace tiempo ese departamento no era habitado por nadie. Subió por fin y entró, al cerrar la puerta prendió la luz y miró el interior desde aquel sitio, toda sonrisa se borró, no sabía de la nostalgia que sentía por aquellos días hasta que vio ese lugar, cada rincón cobró la vida que le había sido quitada. Avanzó algunos pasos hacia dentro, puso atención en la televisión de la sala, de pronto fue como ver a Junsu frente a ella, retándolo a jugar con él el último videojuego, desvió la mirada y siguió avanzando, en el mueble cerca de una de las habitaciones, ahí donde se encontraba el estéreo pudo ver a Yoochun reproduciendo el último CD que se había comprado, pidiéndole que lo oyera con él y le diera su opinión, quiso evitar sonreír pero no pudo, era mejor alejarse, todo el departamento seguía vivo en esos pocos segundos, no quiso pensarlo, odiaba pensar en ellos y reavivar su tristeza y su odio, pero no lo pudo evitar. Las habitaciones estaban casi vacías, se habían llevado todo lo que era de ellos
- No quiero estar aquí – pensó con aflicción, pero siguió caminando hasta llegar a la cocina, y Jaejoong estaba ahí, pidiéndole con una sonrisa que se acercara, le había preparado su comida favorita. En silencio los ojos se le llenaron de lágrimas, no había llorado en tanto tiempo, desde aquella entrega de premios, pronto sintió que los ojos le ardían y se cubrió el rostro, los sollozos no tardaron y se agachó, apoyando la frente en sus rodillas, quizás el alcohol lo había puesto más sensible, no sabía, solo sabía que por primera vez desde la separación dejaba que sus emociones lo dominaran
Cuando abrió la puerta no esperaba ver a Changmin en el suelo, llorando como un pequeño, solitario, cerca de la sala, mirando hacia la cocina. El corazón se le encogió pero no dudo en dejar en el suelo las cosas que había comprado y acercarse a Changmin, se agachó a su altura y lo abrazó con fuerza, como si lo necesitara con la misma urgencia que el menor lo necesitaba a él, no dijo nada, tan solo lo abrazó durante el tiempo que lloraba, en silencio los dos, hasta que se acabaron los sollozos, Changmin lo apartó lentamente, dándole la espalda se puso de pie
- Perdón – pidió avergonzado, limpiándose las lágrimas – Que tonto soy – casi se rio, nervioso
- No digas eso, te comprendo, éste lugar… - miró a su alrededor, con fuerza dejó de pensar en lo que pudiera hacerle daño y logró no derrumbarse
- Quise no pensar… - dijo de pronto, aun dándole la espalda – Pero no lo pude evitar, a veces siento que los odio – confesó
- No pienses así – sonrió – Pasó por algo, y el odio no nos llevará a ningún lado – dijo con toda sinceridad, acercándose a él, le colocó las manos sobre los hombros
- Si no estuvieras a mi lado, si también te hubieras ido tú… no lo habría soportado – su voz aún sonaba quebrada, Yunho lo giró hacia él, mirándolo a los ojos, cubrió su rostro con ambas manos y le sonrió
- Seguiré a tu lado, te lo prometo – soltó su rostro y le dio un beso en la mejilla, se veía tan indefenso que su beso fue puro y sincero, por primera vez no pensó que prefería estar besando sus labios
- Gracias Yunho – sonrió sinceramente, pensando en sus palabras, como siempre su amigo tenía toda razón, el odio no lo llevaría a nada, seguirían adelante, juntos, y mientras pudieran permanecerían de esa forma. También miró en sus ojos su sincero cariño, su corazón latió de prisa, quizás aún el efecto del alcohol, no supo, pero se sintió agradecido de tenerlo a su lado, aunque solos…
- ¿Qué pasa? – preguntó el mayor cuando notó su repentina mirada vacía, lo estudió, preocupado de que fuera a recaer, pero los ojos negros volvieron hacia los suyos hasta que estos bajaron hacia su barbilla, o quizás sus labios – Changmin… - susurró cuando el menor dio medio paso al frente, el que faltaba para estar tan cerca de él, tragó saliva, el silencio y la quietud del momento lo confundió, pero no más que aquella repentina reacción, pero Changmin no se movía, su mirada estaba fija en el suelo ¿estaría pensando? ¿recordando? Quizás necesitaba otro abrazo, pero levantó de nuevo la mirada y en sus ojos había un vacío, ahora él le miró los labios, pareciera que el menor había querido decir algo, pero se había arrepentido – Deberíamos ir a descansar – sugirió con una sonrisa tímida, Changmin comenzaba a perecerle irresistible
- No – susurró en respuesta, por fin parecía que volvía en sí, pero todo comenzó a dar vueltas a su alrededor cuando se acercó a él, inclinándose hacia su cuerpo, rozando sus labios con los suyos, le dio un beso, pequeño, como quien besa a un bebé, pero para Yunho aquello significó todo, por alguna razón Changmin le daba pie, y no lo desaprovechó, Changmin cerró los ojos y de nuevo acortó la distancia entre sus labios, los separó suavemente, y Yunho parpadeó varias veces al sentirlos, sorprendido, era el menor quien estaba tomando la iniciativa, poco a poco cerró los ojos, y sus labios se separaron también, permitiéndole continuar el juego, aquel primer beso fue torpe, lento, pero el sabor lo embriagó más de lo que pudo hacer el alcohol, poco a poco no solo fueron los labios, sintió el pecho de Changmin junto al suyo, y el latido desesperado de su corazón se sintió a través de cada fibra nerviosa de sus labios unidos
- ¡Nos estamos besando! – no pudo evitar gritar dentro de su cabeza, aquel deseo reprimido por más de 5 años de besarlo por fin era una realidad, y era mil veces mejor a lo que había imaginado, los labios de Changmin eran cálidos y más húmedos de lo que pensó, la sensación lo llevó de la mano al cielo y le regaló el infinito entero.
No pararon hasta que la respiración se los permitió, y al separarse no hubo gritos, ni reclamos, ni un golpe, vio a Changmin respirar agitado mientras se separaba, abriendo lentamente los ojos, y lo observó confundido, como si tratara de pensar si aquello había realmente sucedido o si lo había alucinado, pero se quedó ahí, quieto, y él muriéndose de ganas por continuar, no se pudo contener, se acercó rápido a él, casi de forma violenta, con necesidad, sujetó la parte trasera de su cabeza con la mano derecha e intentó atraerlo a él, besarlo de nuevo, pero Changmin se intentó alejar, agachó la cabeza mientras la inclinaba hacia la derecha, pero Yunho buscó sus ojos, encontrándolos en una mirada llena de duda, no lo pensó más y se acercó rápido, tomando de nuevo sus labios, pero la mano izquierda de Changmin lo intentó empujar, alejarlo de él, intentaba evitar aquel beso, evitarlo solo para no aceptar que se moría de ganas de volver a besarlo, tener en su boca el sabor de sus labios
Pero el deseo le ganó, volvió a ceder, besándolo con los ojos abiertos, mirando los párpados cerrados del mayor, la parte superior de la nariz, y poco a poco cerró los ojos, entregándose al momento, a las manos de Yunho que le comenzaban a rodear la cintura, con delicadeza, como si dudara, pero igual lo hizo, y la distancia de sus cuerpos se acortó nuevamente, asustándolo, entonces intentó alejarlo pero sin soltar sus labios, con ambas manos en el pecho de Yunho intentó empujarlo, sin éxito, volvió a caer en la trampa, sus brazos se aferraron a su cuello, y las manos le sujetaron el cabello con violencia, profundizando el beso como jamás antes besó
- ¿Qué diablos estoy haciendo? – se preguntó Changmin, estaba confundido, mareado, sin embargo la embriaguez del momento comenzaba a callarle todos los demás sentidos, se estaba entregando casi contra su voluntad, su mente y su cuerpo no eran el mismo ente. Las manos de Yunho antes en su cintura se pasaron lentamente a sus caderas, empujándolo, como si lo dirigiera hacia la habitación, pero en esos momentos no lo pensó así, Changmin avanzó hacia atrás, casi chocando contra los muebles a su paso, pero falló la puntería del mayor, no entraron a la habitación, su espalda chocó en el pedazo de pared entre dos cuartos, ahí se terminaron de devorar los labios, cuando el aire volvió a faltar se separaron, aún con los ojos cerrados, Yunho le besó la comisura de los labios suavemente, luego la barbilla, mientras ambos respiraban desesperadamente, Changmin abrió los ojos y vio el rostro de Yunho, cerca del suyo, besándole las mejillas, luego buscando de nuevo sus labios, actuaba como alguien sediento que había vivido días y días sin probar agua en un desierto, se sintió abrumado por ello – No… Yunho… - intentó apartarlo por segunda vez, pero no tenía realmente fuerza, o quizás no quería realmente alejarlo.
La insistencia del mayor fue mucha y terminó cediendo una vez más, ésta vez fue Changmin quien le sujetó la nuca y lo empujó hacia él, apretando los labios casi hasta los dientes, como si necesitara más que nunca de sus labios, no quiso pensar más, se dejó llevar, no tenía caso negarse, estaba hechizado por aquellos besos. Ésta vez entraron a la habitación, había algo de polvo sobre las sábanas, pero no importó, nada más importaba, Yunho lo tumbó en la cama, nunca antes tuvo tanta urgencia, las veces que había tenido sexo habían sido excitantes, pero a la vez frías, en ésta ocasión sentía una pasión especial, como quien cumple un deseo después de años de sufrir por no poder hacerlo. Se besaron tanto como pudieron, Yunho no volvió a ver los ojos abiertos de Changmin, pero sintió que lo volvía a empujar, era como si de repente no quisiera ceder, pero después de nuevo sentía lo contrario, era obvio que Changmin se debatía una y mil veces entre su razón y sus deseos, sus cuerpos estaban tan unidos que el mayor lo notó, había logrado despertar al menor con sus besos, tembló por completo, besarlo era ya un enorme logro pero ¿se dejaría hacer el amor?
Era obvio que Changmin sabía con qué intención lo había acostado en la cama, pero no parecía estarlo evitando, así que lo sintió propio, después de todo estaban en el calor del momento, y él con el deseo multiplicado por 100 veces al de Changmin, eso seguro. Sin embargo comenzó a sentir los besos menos apasionados ¿acaso es que el menor estaba cayendo en la consciencia de que aquello estaba mal? No quiso investigarlo, no quiso hablar y romper con la magia del momento, así que solo actuó, soltó súbitamente sus labios, dirigiendo los suyos ahora a su cuello, mientras la mano izquierda bajó hasta su entrepierna, lo sintió estremecer bajo su cuerpo cuando metió la mano por debajo del pantalón. Lo escuchó jadear mientras lo tocaba, ahora duro, era la primera vez que tocaba el miembro de alguien más, solo conocía la sensación del suyo antes de satisfacerse, aquel pensamiento lo excitó, Changmin estaba duro gracias a él y sus besos, así que continuó tocando ahí y besando el cuello, pero los jadeos del menor cada vez fueron más débiles hasta que sintió que no había más respuesta, entonces lo temió, se sintió avergonzado cuando detectó aquel cambio en la respiración, Changmin estaba dormido, profundamente dormido.
Apartó los labios de la piel y se levantó un poco, sin sacar su mano de donde estaba, comprobó lo que había temido, el menor dormía tranquilo, pero no se enojó, sonrió con ternura, luego le besó los labios antes de sacar por fin su mano
- Descansa mi Changmin – apartó los mechones de cabello sobre la frente, luego depositó un beso ahí – Me hiciste tan feliz – se tocó los labios, ensoñado, había sucedido, fue real, se besaron y fue auténtico, besó como nunca antes había besado, y lo mejor es que había sido con él, con el amor de su vida, el hombre por quien esperó aquellos besos durante años. Sonrió de nuevo, tan amplio como nunca antes sonrió, estaba emocionado – Te amo – dijo antes de ponerse de pie, que tonto de no haberlo dicho antes, pero se lo confesaría, después de todo había comenzado entre ellos algo muy especial, se sentía más enamorado que antes.
En las sombras aquellas sonrisas resplandecían con una calidez que lo hizo sentir feliz. Una mesa, tres sillas y una distancia, alrededor solo oscuridad, escuchó risas y voces conocidas que lo hicieron sentir bien, pero de pronto todo a su alrededor desapareció, pudo ver su mano con un halo de luz en medio de la oscuridad, quiso alcanzar algo que se alejaba cada vez más. Las espaldas que vio alejarse no volvieron la marcha atrás, a pesar de que se supo corriendo tras ellas, hasta que se cansó, su mano bajó, no pudo ver nada más, solo oscuridad.
Sintió calor en su garganta, era un grito de auxilio, pero nadie atendió, cuando pudo abrir los ojos las hojas de un frondoso árbol se desvanecían en el suelo de cristal, una imagen abstracta pero hermosa, casi tan hermosa y resplandeciente como aquella persona frente a él, y ella le sonreía, extendiendo los brazos, le pedía ir a su encuentro, la felicidad que sintió fue indescriptible y comenzó a correr, alcanzaría su anhelo si corría cada vez más rápido, pero fue inútil, porque pareciera que por mucho que corriera la distancia crecía cada vez más
– “No me dejes” – gritó con tanta fuerza que su garganta volvió a quemar, pero aquella figura hermosa se desvaneció, ella ya no estaba, ella se había ido, ella y sus promesas, ella y sus recuerdos, todo se alejaba de él, demasiado duro para aceptarlo todo a la vez y no perderse en medio de la terrible oscuridad – “No puedo más” – no se vio, no se podía ver, pero lo sintió, aquel sentimiento de encontrarse llorando… - “Te necesito” – se escuchó susurrar, y a lo lejos lo escuchó, el eco de miles de voces aclamando, una marea roja frente a sus ojos y su corazón volvió a latir, la vida regresaba a su cuerpo marchito, y en medio de ese mar encontró su anhelo, una amplia y hermosa sonrisa – “No estás solo”.
Esa imagen no tenía rostro, pero supo por la sonrisa quien era, no pudo decir el nombre, las palabras morían en su garganta, estiró su mano y se aferró a la mano que extendida hacia él le prometía el paraíso, sonrió, y ésta vez las lágrimas fueron de felicidad, abrió la boca, pronunciaría su nombre, el rostro comenzó a hacerse poco a poco visible, estuvo a punto de verlo ¿Quién era?...
El reloj despertador lo levantó de súbito, el ruido que hacía era insoportable, lo necesario para haberlo desesperado antes de que sintiera que su sueño estaba terminado, de momento se enojó, desesperado agarró el maldito aparato y lo apagó. Volvió a acostarse en la cama, abrazándose a una de las almohadas
- Diablos – se quejó molesto, quería seguir durmiendo, tenía sueño, tenía hambre, le dolía un poco la cabeza – Que noche – susurró al recordar el bar, al recordar las cervezas, al recordar los besos con Yunho - sonrió… ¿los besos con Yunho?...
Reaccionó sentándose rápidamente sobre la cama, con los ojos ampliamente abiertos, el dolor de cabeza se le olvidó tan pronto como sintió que lo tenía, ahora en su mente el carrete de imágenes lo atormentó, su momento de debilidad, el consuelo de su amigo, su iniciativa de besarlo y la respuesta tan cooperativa de Yunho ¿Qué diablos había hecho? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿en qué momento se le ocurrió que besar a Yunho era lo correcto? ¿Por qué carajos Yunho no lo repelió? No entendía nada, solo comenzó a recordar todo con lujo de detalle, y no había estado tan ebrio como para no saber lo que estaba haciendo, pero era obvio que se había dejado llevar por fuerzas desconocidas que en ese momento no podía descubrir, se sintió humillado y completamente avergonzado ¿Qué pasaría ahora? ¿Qué pensaría Yunho de él? Estaba aturdido y horriblemente confundido
– Dios – se quejó de nuevo, cerró los ojos y se dejó caer de espalda sobre la cama - ¡Soy un estúpido! Tanto tiempo queriendo olvidar aquella estupidez que hizo él y yo hago una peor, soy un verdadero idiota, idiota, idiota – se recriminó decenas de veces, estaba muy preocupado respecto a todo, no sabía que pensar realmente de lo que había sucedido entre él y Yunho. Se giró hasta quedar sobre su costado, abrió los ojos y miró detenidamente las sábanas, se sonrojó como un enorme jitomate al recordar que no solo fueron besos, Yunho lo tocó, estaba seguro de eso, le había acariciado la entrepierna y lo había besado en el cuello ¿acaso había tenido intenciones de tener relaciones sexuales con él? ¡Eso era aún peor! No lo podía creer, todo había sido tan rápido, tan extraño, se sintió avergonzado como nunca, también estaba preocupado, se tocó los labios con los dedos, le habían gustado, aquellos besos ¡que besos! Los había disfrutado bastante, no podía negarlo, de nuevo se sintió avergonzado, quería desaparecer de la faz de la tierra, agarró una de las almohadas y se tapó la cabeza, gritó con fuerza y cuando se calmó se destapó, mirando al techo – Tendré que hacerle frente, esto no debió pasar – pensó enseguida, no quería que Yunho pensara que era Gay o que sentía algo extraño por él, no quería engañarlo nunca
Desde que había despertado una enorme sonrisa de oreja a oreja atravesaba su rostro, todo lo sucedido la noche anterior desde que Changmin se abalanzó sobre él y lo besó estaba realmente impregnado en su memoria, apenas podía creerlo, su deseo reprimido desde hace años había sido liberado por fin, y que mejor siendo el menor el de la iniciativa, eso le había dado enormes esperanzas sobre su situación, era obvio que le gustaba a Changmin, si no, no habría hecho lo que hizo, después de todo no habían bebido tanto como para no saber lo que hacían, el menor era consciente y no lo iba a poder negar, porque fue él, el menor se olvidó de todo cuanto los rodeaba y solo existieron ellos dos y sus labios unidos, regalándose caricias, las mejores de su vida, porque habían sido con él, el amor de su vida, no había palabras para describir su emoción
- A partir de ahora todo será perfecto, Changmin y yo tendremos algo, y volveremos al escenario, no puedo esperar más – pensaba decidido mientras caminaba por la calle, había querido que Changmin al despertar se encontrara solo, eso le daba tiempo de pensar las cosas, después de todo el mayor no quería presionar – Seguramente ya habrás despertado – pensó contento y de nuevo la sonrisa amplia le surcó el rostro, se llevó los dedos índice y medio a los labios y entrecerró los ojos, recordando de nuevo todo, estaba emocionado, no lo podía ocultar, aunque no había confesado sus sentimientos al menor quizás él los había entendido y por eso no habían hecho falta las palabras – Cuando te tenga, cuando pueda hacerte el amor estará todo completo, éste sentimiento, nosotros dos… será perfecto – se emocionó de nuevo, mordiéndose el labio inferior, quizás estaba haciéndose falsas ilusiones pero no lo podía evitar, cada vez que pensaba en Changmin y recordaba sus besos le volvía el optimismo - ¿Quién habría pensado que besaras tan bien? Tan joven – volvió a entrecerrar los ojos y evocar los recuerdos, el dulce sabor de su boca, los labios que tímidos rompían el silencio y se convertían en los protagonistas de tan apasionados besos, solo de recordarlo se emocionó de más
Al levantarse de la cama, con la duda y los nervios por no querer ver a Yunho, pero tenía cosas que hacer, no podía quedarse solo ahí, pensando, así que debía salir, y era una posibilidad que se lo encontrara en el departamento, sin embargo cuando salió de la habitación no se encontró con él, estaba solo en el departamento, suspiró con alivio, avanzó hacia la cocina, tenía hambre, el refrigerador olía terrible, tanta comida podrida, así que abrió la alacena, había productos nuevos, seguro los que Yunho había comprado anoche… de nuevo Yunho en su mente, de nuevo reavivando los recuerdos y el calor de sus labios, el color le subió al rostro, volvió a sentir una profunda vergüenza, casi se le iba el hambre, pero tenía muchas horas sin comer, demasiada tortura para él.
Sacó un vaso de Ramyeon instantáneo y lo preparó mientras pensaba, meditando la situación, de pronto recordó lo sucedido en el 2008, Yunho intentando besarlo, y ahora casi dos años después era él quien se había abalanzado como fiera sobre él, solo que ésta vez sí había sucedido y ambos se habían besado ¿tendrían ambos eventos relación? En el pasado para él fue terrible la acción de su compañero pero ahora debía admitir que permitió aquellos besos porque los necesitaba, pero en ambas situaciones Yunho parecía convencido ¿acaso sentía algo diferente por él?
La sola idea lo asustó como nunca, gustándole a Yunho, siendo amado por Yunho de esa forma, simplemente terrible, no quería que sucediera lo mismo que el año pasado, Jaejoong regalándole el mundo y bajándole las estrellas, luego alejándose como si sus palabras ya no tuvieran valor, como si todo ese amor que le profesó hubiese sido una mentira, debía admitir que le dolió, aunque él no sintió nunca nada de eso por su ex compañero, y no es que lo sintiera por Yunho, pero detestaría que el mayor también estuviera enamorado de él y después como si nada lo dejara, abandonándolo a pesar de todo el amor profesado
- Estás creando dramas tontos en tu mente – se recriminó – Lo del pasado me lo aclaró, lo de anoche tuvo que ser por el mismo motivo que yo, simplemente necesitábamos el uno del otro, aunque de esa forma… - lo dudó, volvió a sonrojarse – No, igual no debió pasar – se atormentó de nuevo, no tenía idea de cómo demonios le daría la cara a Yunho, y justo ahora que volverían, cuando TVXQ los necesitaba más que nunca, vaya tormento
Necesitaba hablarlo con alguien, necesita contar lo que había sucedido, el gran acontecimiento, se había besado con Changmin, para él significaba todo, después de solo mirarlo en silencio, después de ser solo el compañero, solo el amigo, quien le aconsejaba incluso en el amor, siendo solo una sombra, nunca alguien que lo ama y lo desea como algo más. Quizás solo para él era importante, que gran tristeza si lo pensaba así, pero algo le decía que no, que aquello también tenía emocionado a Changmin, seguramente escucharía de él una confesión, quizás el menor le diría que también lo quería así, que fueran algo más, que fueran su todo el uno del otro, la idea de que le correspondiera le llenaba de ilusión. Agarró su celular y marcó a un viejo amigo de su ciudad natal, nadie más a excepción de Jaejoong sabía sobre su amor por Changmin, ni a sus amigos de la empresa se los había confesado, era su gran y hermoso secreto. Del otro lado recibió una cálida respuesta, hace no mucho que habían conversado por última vez pero el que Yunho recordara bien a sus viejos amigos siempre era alentador
- ¿Qué acontece hombre? – preguntó con alegría su amigo
- Lo mejor que me ha sucedido – contestó también alegre, no había ni siquiera necesidad de fingir no tener acento de nacimiento, se sentía en plena confianza y con ánimo de ser solamente él mismo – Sucedió, Changmin y yo nos besamos, ésta vez no me rechazó – confesó sin nervios, sin temor a ser juzgado
- Vaya, que grande – contestó con ánimo también – Te felicito ¿ahora tendrás novio? – preguntó casi con inocencia, Yunho soltó una risa divertida
- Novio… no así, no sé, no hemos hablado, no hemos definido nada – expuso nervioso
- Entiendo, pero ¿Cómo pasó? – preguntó con curiosidad. Yunho continuó caminando, sin mirar a su alrededor
- Fuimos a beber… - comenzó, y apenas lo hizo fue interrumpido
- Espera espera ¿se besaron luego de ir a beber? – cuestionó preocupado
- Sí ¿Por qué ese tono? – inquirió al notarlo preocupado
- No quiero ser yo quien mate tus ilusiones, pero besarse luego de beber creo que te pudo pasar con cualquiera, después de todo el alcohol desinhibe – explicó con pesar, su amigo había estado sonando tan alegre, pero ahora estaba callado y aunque no lo vio, Yunho dejó de caminar, con la cabeza agachada, pensando, quizás tuviera razón - ¿Sigues ahí? –
- Sí – respondió con pena – Tienes razón, soy un idiota soñador – dijo en tono bajo
- No Yunho, es solo una posibilidad, habla con él, necesitan hablarlo – aconsejó
- Sí – dijo secamente – No debí hacerme ilusiones –
- Perdóname amigo, lo dije sin querer hacerte sentir mal, solo quiero que lo pienses como una posibilidad ¿está bien? –
- Lo entiendo – trató de sonreír – Debo volver a casa, te llamo luego –
- Suerte – se despidió así, con pesadez. Yunho colgó el teléfono
- Es verdad, bebimos y luego él colapsó, si hubiera estado a su lado cualquier otro lo habría hecho también – pensó con tristeza, realmente ahora le atormentaba la noche anterior
Regresó a la habitación para vestirse, mirando algo que no había notado, en el mueble del espejo había una nota, reconoció la horrible letra de Yunho en ella y la agarró, leyendo las pocas palabras ahí escritas “Necesitamos hablar de lo que pasó”
- Lo que pasó – repitió lo último con un dejo de burla y nerviosismo - ¿No podemos simplemente fingir que no sucedió? Me muero de vergüenza – dijo en tono bajo, sintiendo que su rostro ardía, de nuevo estaba sonrojado. Se tiró en la cama con el recado de Yunho aún en la mano, volvió a mirarlo, luego recordó el tacto de sus manos, los movimientos de sus labios, el roce tímido de sus lenguas en los primeros besos, la desinhibición de los roces en los últimos besos, el cuerpo de Yunho tumbándolo sobre la cama y colocándose sobre él, recordó el aroma de su piel y los latidos de su corazón en sus labios, la urgencia de sus respiraciones y la necesidad por tenerse el uno al otro, luego una excitación y después el sueño profundo ¿Qué habría pasado si no se hubiera quedado dormido? Quizás él y Yunho… agitó con violencia la cabeza, el año pasado había perdido su virginidad con su ex novia y hasta el momento era la única en su repertorio, agregar así tan de repente a un hombre era sin duda terrible, más aun siendo Yunho, y todo por una simple calentura, que horror arruinar una amistad así. Cerró los ojos aturdido, claramente estaba confundido y no sabía lo que le estaba sucediendo
- ¿Changmin? – escuchó la inconfundible voz de Yunho desde la sala y entonces se sentó de súbito, asustado, sus ojos abiertos de par en par
- Es Yunho… - susurró preocupado
- Estás aquí – la voz ahora sonaba a su espalda, tragó saliva con dureza y trató de parecer normal, se giró hacia él con una sonrisa, pero al verlo de pie en el umbral de la puerta se sintió desmoronar, lo vio guapo, así tan serio, observándole, miró sus labios enseguida, sonrojándose
- Hola – saludó secamente
- Hola – contestó Yunho, luego caminó hacia la cama y se sentó al lado del menor, poniéndolo nervioso, pero no se movió
- Lo que pasó anoche… - dijeron al mismo tiempo, interrumpiéndose cuando las miradas chocaron, sonrieron tímidamente y Yunho hizo una seña a Changmin para cederle la palabra – Fue un error… - comenzó, y con ese comienzo las ilusiones de Yunho terminaron por romperse, su amigo había tenido razón, que tonto se sentía por haberse emocionado tan unilateralmente – No pienses mal de mí por favor, no soy Gay, no me interesas de esa forma – remató, llenando de dolor las esperanzas de Yunho, toda ilusión ahora muerta. Bajó la mirada con tristeza, pero se armó de valor para no derrumbarse frente a él, levantó la mirada hacia Changmin y sonrió
- Es verdad… - casi susurró – No debió pasar, no debimos dejar que pasara – consintió, luego colocó una mano sobre la pierna del menor. Changmin sintió un pequeño escalofrío recorrerle, y sintió por la mirada de Yunho que estaba mintiendo
- Sin embargo te agradezco – colocó su mano sobre la de Yunho que reposaba en su pierna – Pero fue importante para mí, gracias – dijo con toda sinceridad, sonrió y aunque no estaba acostumbrado a esas muestras se acercó a Yunho y le besó la mejilla, luego se agarraron de las manos, mirándose a los ojos – Te quiero – sonrió de nuevo antes de soltarle la mano y ponerse de pie, Yunho sonrió de costado, por compromiso. Luego Changmin se puso de pie y se alejó, el corazón le palpitaba descontroladamente, exhaló con fuerza el gran suspiró que se estaba guardando y se dirigió a su antigua habitación, comenzaría a empacar
- Y yo te amo – susurró Yunho cuando su compañero se fue, sintió los ojos irritados, estaban rojos y él evitaba llorar, ser querido por Changmin pero no ser amado por él, que aquello que habían vivido anoche para él solo fuera cosa del momento, “un error”, le dolía como jamás antes le dolió un rechazo, y tenía que conformarse con las migajas del amor, siempre las migajas
Los meses pasaron como siempre, lentos, a veces unos días rápidos, pero entre el ir y venir mantenían ocupadas sus mentes, lo sucedido en la vieja habitación tantas noches atrás casi quedó en el olvido, mientras se preparaban para el comeback, mientras grababan, mientras trabajaban y trabajaban ya no quedó tiempo de hablar sobre eso, tan solo un acontecimiento más. Se habían mudado de departamento, uno más bonito y lujoso, pero más pequeño, y habían recuperado su amistad sin recuerdos de besos y errores, el disco estaba grabado, ahora era el turno del video musical, una propuesta nueva jamás hecha por ellos, representarían sus personalidades a través de la luz y el fuego, que acertado, porque él era fuego y Changmin su luz, se enamoró de la idea y mientras grababan sintió como si las miradas del menor estuvieran sobre él como nunca antes, si no supiera que el menor no lo amaba ni lo deseaba habría creído que coqueteaba con él, y eso lo hacía sonreír, era un hombre fanático de hacerse ilusiones, lo sabía, se recriminaba, pero no podía cambiar, su ilusión porque algún día Changmin lo amara nunca moría
Cuando tuvieron el disco terminado al fin en sus manos fue una gran emoción, su arduo y doloroso trabajo estaba en ese disco, ellos mismos habían elegido las canciones, los sentimientos de ese comeback de ambos estaba en ese disco, incluso Changmin había escrito una canción, “Confession” que doloroso saber que esa canción era para ella, la que lo dejó, la que lo tuvo deambulando con tristeza por mucho tiempo, aquella a quien Changmin le lloraba en silencio, la que lo atormentaba en sus sueños y sus recuerdos, sintió odio por ella, tanto o más odio que cuando le robó su primera vez. Desde entonces y debido a la agenda Changmin no tuvo otra relación, pero Yunho sabía que la seguía queriendo, que aún sonreía con nostalgia al oír su nombre, que las fotos que aún guardaba eran vistas con amor, había pasado tanto y él aún parecía ilusionado con la idea de que un día llamaría a la puerta y le pediría volver
No faltaba mucho para fin de año, sabían que estarían excluidos de los premios de ese año pero no les importaba, en el 2011 darían lo mejor de sí para salir adelante, para ser TVXQ de nuevo con todas sus letras, porque habían esperado y la espera se hizo tan larga que les hizo amar el escenario aún más, tal como lo amaron en el SMTOWN de ese año, cuando dijeron por primera vez “Somos Dong Bang Shin Ki” siendo solo 2, que momento tan significativo, como el instante antes de subir al escenario, se tomaron de las manos y con sus cabezas unidas se habían dado palabras de aliento, habían pasado por tanto, juntos…
- Entonces ya no te veré – dijo Yunho con tristeza mientras se despedía de Changmin
- No éste año, no hagas dramas – respondió divertido – Solo serán 3 días – determinó
- Demasiado – respondió fingiendo estar divertido también, pero efectivamente tres días sin su amor eran realmente terribles, pero pasarían la fiesta de Año Nuevo por separado, y la primera semana del mes de enero volverían a pisar un programa musical, el inicio de sus actividades
- Entonces te veré después – sonrió sinceramente y se acercó a él, se dieron un abrazo – Cuídate mucho – dijo en su oído
- Tú también – lo abrazó con ternura, luego se separaron y se miraron a los ojos, Yunho tragó saliva, hacía tanto tiempo que no deseaba así tener los labios del menor, Changmin se apartó un paso, mirándolo
- Adiós – sonrió de nuevo y se dio media vuelta, comenzando a caminar, alejándose, Yunho miró su espalda y estiró su mano, quería alcanzarlo, de pronto sus pies se movieron y caminó tras él, alcanzándolo, colocó la mano derecha sobre el hombro de Changmin, el más alto sintió el toque y se giró al tiempo que Yunho le sujetaba el rostro con ambas manos y lo atrajo hacia él, robándole un beso, sin darle tiempo a reaccionar, el menor abrió los ojos ampliamente y se quedó inmóvil, completamente paralizado. Un escalofrío le recorrió de pies a cabeza, una sensación que había extrañado tanto, la tibieza de los labios de Yunho, su respiración quitándole el aliento y aunque él no correspondió al beso sintió que entregaba los labios a él. El mayor lo acercó a su cuerpo y aquel beso tan prolongado e inocente lo llevó a la gloria, acarició con sutileza su boca y luego se alejó, colocando dos dedos sobre esos labios, no permitiendo que hablara
- No digas nada… - dio dos pasos atrás, bajando los dedos, y se observaron en silencio, Yunho sonrió como nunca. Dio un paso más atrás mientras se giraba, dándole la espalda al menor, dejándolo ahí, desconcertado. Changmin miró ahora aquella espalda y cuando hubo reaccionado se tocó los labios
- Tonto... – sonrió, se sentía conmovido, el beso más bonito que jamás nadie le dio. Giró sobre sus pasos y se alejó de las frías paredes de la empresa. Con ese final, el 2011 seguro comenzaría de la mejor forma, estaba convencido
Continuará…
Changmin-ah!! :( no sufras, Yunho está contigo. Y de que manera ♥ muy lindo ese beso, sentí mariposas en el estómago
ResponderEliminarTenía ganas de escribir un beso inocente XD jejeje
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