miércoles, 21 de octubre de 2015

Fijación

Capítulo 7. Un gran dolor



Habiéndose calmado después de lo sucedido con Relena en casa de los Peacecraft Yuy, el trenzado regresa a su casa, su tía esa noche iba a hacer doble turno en el trabajo y no iba a llegar a dormir, por eso había invitado a Heero a dormir, el ojiazul recibe a Duo con un abrazo pero Duo estaba visiblemente no muy alegre, lo cual preocupa a Heero

Heero. ¿Qué pasó?

Duo. Es que se me perdió tu llave, lo siento

Heero. No te preocupes pero ¿llegaste a mi casa?

Duo. Si, toque y nadie me abrió, tendrás que ponerte mi ropa

Heero. Qué raro, Relena nunca está fuera tan noche y mi papá tampoco

Duo. Tal vez se fue con una amiga y de tú papá pues... no sé

Heero. Bien, no importa

Unos segundos de silencio entre los dos y Heero atrae a Duo hacia él comenzando ambos a besarse y caminando hacia la sala donde los dos se sientan y después poco a poco comienzan a acostarse, Heero sobre Duo acariciándolo apasionadamente deteniéndose unos segundos para poder verlo a los ojos

Heero. ¿Seguro que estaremos solos hasta mañana?

Duo. Sí... no pares

El ojiazul sonríe y los dos vuelven a besarse continuando Heero acariciando a Duo hasta comenzar a desabrocharle los botones de la blanca camisa hasta quitarla aventándola al suelo, Duo sonríe ante las cosquillas que la ropa de Heero le hace en su desnudo pecho y baja sus manos comenzando a desabrochar el cinturón del pantalón del ojiazul volviendo los dos a besarse, de pronto la luz en la casa se va y los dos se detienen unos momentos pero riendo, después los dos continúan besándose, la falta de luz no era impedimento para terminar lo que habían comenzado pero la luz no tarda en llegar, aún ellos continúan besándose con los ojos cerrados y cuando se sueltan Heero dirige sus labios a la oreja de Duo besándola y pasándose a su cuello, el trenzado gime despacito ante los besos y caricias y con sus brazos aprieta la espalda de Heero

Duo abre sus ojos y hace su cabeza hacia el lado izquierdo dirigiendo su mirada hacia la puerta de su habitación donde ve a Hilde de pie afuera de la habitación observándolos a los dos, el trenzado se distrae un poco pero Heero no lo nota continuando ahora con el pantalón de Duo separándose un poco del trenzado para poderle quitar bien el cinturón del pantalón pero ve que Duo mantenía los ojos apretados, Heero lo ve unos segundos pero termina de quitarle el cinturón así como el botón y el cierre hasta abajo volviendo a acostarse sobre él, nuevamente los dos se besan pero Duo abre sus ojos viendo ahora a Hilde a pie del sillón observándolos, Duo no aguanta más la presión por más que trataba de concentrarse en lo que Heero le hacía y avienta al ojiazul

Duo. ¡Ya basta!

Heero. Duo...

Los dos se miran a los ojos y Duo vuelve a aventar a Heero para poderse poner de pie, se levanta del sillón y sube corriendo las escaleras hasta su habitación donde azota la puerta, Heero no entiende para nada lo que sucede y se levanta del suelo para ir también a la habitación de Duo, abre la puerta y ve al trenzado sentado en una esquina con las piernas encogidas y la cabeza agachada, Heero prende la luz del cuarto y se acerca a Duo haciéndolo levantar la cabeza, el ojiazul se sorprende de ver lágrimas en los ojos y mejillas del trenzado y lo abraza, enseguida Duo también lo abraza con fuerza soltando el llanto, Heero estaba completamente intrigado... minutos después Heero suelta a Duo cuando siente que él lo empuja un poco y secándose las lágrimas el trenzado mira fijamente a Heero, el ojiazul acaricia el cabello de Duo y se acerca dándose un beso en la punta de la nariz

Heero. Perdóname, no quise ir tan rápido

Duo. No es eso, no se trataba de eso

Heero. ¿Entonces? Si no es por lo que estábamos haciendo ¿entonces por qué?

Nuevamente Duo abraza a Heero y comienza a llorar, el ojiazul le sostiene con una mano la cabeza acariciándole los cabellos y con la otra lo toma de la espalda, cada vez entendía menos lo que le pasaba a Duo pero él sin dejar de llorar le explica

Duo. No puedo vivir así

Heero. ¿Cómo?

Duo. Con estas culpas... no puedo

Heero. No entiendo ¿de qué culpas hablas?

Duo. He hecho cosas malas, cosas que no te puedo decir... y ya no puedo más

Heero se queda callado y estático ante la confesión dejando de acariciarle los cabellos, Duo deja el llanto un poco y levanta el rostro mirando a Heero fijamente quien solo miraba al frente pero sin esperárselo Heero sonríe ampliamente observando ahora al trenzado y Duo no entiende porque

Heero. Vamos ¿qué pudo ser tan malo? Todos cometemos errores

Duo. ¿Qué?

Heero. Estoy seguro que lo que hayas hecho tiene perdón, no debes angustiarte

Heero aprieta el cuerpo de Duo contra el suyo y le besa la frente, Duo se queda muy pensativo ante las palabras, seguramente Heero no había entendido la magnitud de la confesión pero era mejor dejarlo así, en ese momento de vulnerabilidad pudo haber perdido la confianza de Heero para siempre y no se podía permitir algo así, para la próxima era mejor no hablar de más...

Sin continuar con lo que hacían Heero había tenido que hacer el sacrificio de terminar el solo como consolación, si Duo estaba indispuesto era mejor no presionarlo, el chico era tan lindo que se sentía culpable por cosas "malas" que había hecho, algo que Heero pensaba como que antes era un pandillero o drogadicto, cosas leves o cosas no tan graves como lo eran matar a alguien, a lo que Duo realmente se refería y entonces decide dormir, su celular se había quedado sin batería y el teléfono de la casa de Duo se encontraba fuera de servicio por falta de pago así que no iba a poderse comunicar a casa para avisarle a su papá que no iba a llegar a dormir

Duo le acomoda a Heero la cama que era de Hilde para no levantar sospechas con su tía al día siguiente y el ojiazul se queda dormido enseguida, Duo en cambio no podía dormir, seguía viendo a Hilde rondar por la casa y eso no estaba nada bien, ese día había faltado al Psicólogo del que le había hablado su tía pero ya no lo iba a aplazar más tiempo, necesitaba sentirse un poco más en paz pero sentía físicamente un intenso calor y aunque la ventana estaba abierta y entraba aire el calor se sentía muy fuerte así que Duo se pone de pie y con cuidado sale de la habitación para ir al baño a echarse un poco de agua... abre la llave y el agua comienza a fluir mojándose las manos y llevándolas a su rostro, cuello y pecho, de pronto se le queda viendo al agua por mucho tiempo y recuerda fragmentos de aquella noche en que había ahogado a Trant en el río y enseguida cierra la llave del agua viéndose al espejo y apretando después los ojos

Duo. No puedo más

Duo vuelve a llorar empuñando con fuerza las manos, ya no podía más con la carga de su conciencia, pesaba demasiado y entonces escucha una risa y abre los ojos volteando hacia atrás para saber si alguien estaba ahí ya que esa no era la risa de Hilde pero no había nadie, Duo cierra los ojos y se repite varias veces así mismo que todo está en su mente y entonces la risa se detiene, el trenzado abre los ojos sintiéndose tranquilo pero al hacerlo frente a él estaba Trant, con la piel completamente azul, los labios morados y sangré saliéndole por los ojos, Duo grita asustado y se acerca a la puerta intentando abrirla pero por los nervios no puede haciendo parecer que la puerta tiene seguro pero no lo tenía y entonces comienza a llorar con fuerza golpeándose la cabeza con el puño derecho

"Deja de llorar, mi amor"

Duo. No estás aquí... ¡No estás aquí!

"Si estoy, he vuelto para ti"

Duo. Trant...

Duo abre los ojos y deja de golpearse la cabeza observando a su alucinación de Trant fijamente a los ojos y sonríe nerviosamente estirando sus manos hacia esa imagen que a pesar de lo escabrosa le sonreía, la imagen de Trant también estira sus manos y se tocan ambos, el trenzado sonríe muy contento y se avienta a la imagen pero cae al suelo, muy triste levanta su mirada hacia donde debería estar Trant pero ya no estaba, en eso escucha que alguien toca a la puerta del baño

Heero. Duo ¿estás bien?

La voz de Heero desconcierta un poco a Duo pero reacciona enseguida poniéndose de pie y limpiándose las lágrimas se acerca a la puerta y abre, Heero lo mira extrañado y lo abraza, Duo aprieta sus manos a los costados de su cuerpo y aleja después a Heero quien lo miraba aun completamente extrañado, Duo en cambio lo veía con el ceño fruncido

Duo. Tú no eres Trant

Heero. ¿Trant?

Duo. ¡Tú no eres Trant!

Duo se avienta hacia Heero golpeándole el pecho con los puños pero Heero sujeta con fuerza los hombros de Duo y lo atrae hacia él dándole un fuerte abrazo, Duo abre ampliamente los ojos y también abraza a Heero comenzando a llorar de nuevo

Duo. Tu eres Heero... tu eres Heero... tu sí estas aquí, tú estás vivo

Heero. Sí, estoy aquí, jamás me separaré de ti

Duo llora hasta que ya no puede y se queda dormido en brazos de Heero, el ojiazul lo observa y notoriamente muy preocupado lo lleva hasta la habitación donde lo acuesta con cuidado en la cama, le quita las pantuflas y lo tapa con una sábana suspirando hondo, jamás había visto a alguien con una crisis de ese tipo, Duo jamás le había dicho algo acerca de que le dieran crisis nerviosas o algo por el estilo, sin duda estaba muy preocupado... a la mañana siguiente cuando Duo todavía no despertaba llega Noin y se sorprende de ver a Heero sentado en el sofá de la sala bebiendo café, eran las siete de la mañana, el ojiazul ve llegar a la tía y se pone de pie para saludarla

Heero. Hola Señora ¿me recuerda?

Noin. Sí Heero, gracias por tu visita ¿y Duo?

Heero. Dormido

Noin. Ya veo

Heero. Señora ¿podemos hablar?

Noin. ¿Habla de qué?

Heero. De Duo

Noin. Claro, déjame prepararme un café y hablamos

Heero. Si

La tía del trenzado se retira hacia la cocina y Heero nuevamente se sienta bebiendo a su tasa de café, a los pocos minutos Noin regresa trayendo con ella galletas para el café

Noin. Te escucho

Heero. No sé qué le pasó ayer a Duo pero estaba muy alterado

Noin. No otra vez

Heero. ¿Otra vez?

Noin. Desde que mi Hilde se fue él tiene ataques de nervios, dice que la ve a ella

Heero.  ¿Ve a Hilde?

Noin. Sí, dice que su espíritu sigue aquí

Heero. Ayer no dijo nada de su prima, más bien mencionó a un tal Trant

Noin. ¿A Trant?

Noin se desconcierta al escuchar a Heero, del tiempo que Trant llevaba muerto Duo no había vuelto a hablar de él salvo cuando había tenido que ir a declarar a la policía porque él había sido la última persona en verlo y por ser su mejor amigo, en cambio el ojiazul se queda esperando respuesta por parte de la señora que se veía muy pensativa

Heero. ¿Quién es el tal Trant?

Noin. Era su mejor amigo y novio de mi hija, murió ahogado hace tiempo

Heero. Cuanto lo siento

Noin. Creímos que lo había superado pero por lo que me dice veo que no

Heero. ¿Le afectó mucho?

Noin. Si, eran como hermanos, Duo lo quería muchísimo

Heero. Ya veo... señora, quiero ayudar a Duo, cuente conmigo para lo que sea

Noin. Gracias muchacho, tú, Trowa y Quatre son de mucho apoyo para mí Duo

Heero. Para eso estamos los amigos

Heero y Noin se sonríen, la tía de Duo se sentía contenta de que su sobrino tuviera buenos amigos a su alrededor ya que era un chico con bastantes problemas y que merecía ser feliz después de tantas penas que había tenido que soportar desde pequeño, sobre todo lo que tenía que ver con la muerte, parecía que ésta le perseguía en todo momento y lugar

- Mamá, la niña está llorando -

Trowa. ¡Relena!

El ojiverde se despierta alterado y confundido, a su alrededor había gente que lo observaba fijamente y estaba conectado a cables y aparatos, oía la voz de una enfermera que le avisaba al doctor que el paciente había despertado al fin pero veía todo nublado, su cuerpo temblaba y se sentía sumamente raro, no recordaba casi nada del accidente de la noche anterior, solo tenía en mente la imagen de Relena traspasando el parabrisas y cubierta de sangre, todo su cuerpo temblaba solo de recordarla... un doctor se le acerca y comienza a examinarlo pero él no se dejaba, intentaba moverse pero él se lo impedía

Doctor. Calma, todo va a estar bien

Trowa. Mi hermana doctor, ¿dónde está?

Doctor. Tranquilícese

Trowa. ¡Quiero saber de ella!

Una enfermera se acerca para auxiliar al doctor con Trowa y le da un tranquilizante para que deje de moverse tanto y mientras va recuperando poco a poco su buena visión observando los alrededores de la habitación de hospital, la enfermera coloca su mano sobre la frente de Trowa y lo arrulla

Trowa. ¿Por qué no siento mis piernas?

Enfermera. Tranquilo, ya hablaremos de eso

Trowa. ¿Llamaron a alguien?

Enfermera. No hemos podido comunicarnos con nadie de tu familia

Trowa. Quiero saber cómo está mi hermana

Poco a poco Trowa cierra los ojos y se queda dormido, había pasado toda la noche desde el accidente dormido pero ahora lo importante era mantenerlo tranquilo, era demasiado pronto para darle malas noticias como la muerte de Relena o lo de sus piernas... el doctor otra vez se acerca a la cama y se pone a un lado de la enfermera mientras ambos miran a Trowa

Doctor. Pobre, toda una vida por delante

Enfermera. Sí, ha perdido sus dos piernas, y su hermana...

Doctor. Muerta

Enfermera. Y esperando un bebé, que lástima

Doctor. Sí pero ¿qué le vamos a hacer?

Enfermera. Hicimos todo lo posible por salvarle las piernas, usted lo sabe

Doctor. Sí... trate nuevamente de comunicarse con la familia

Enfermera. Si doctor

La enfermera se va y el doctor observa por otros segundos a Trowa y después se marcha, tenía otros pacientes a quienes atender...

Un poco más tarde Duo se despierta, Heero le tenía preparado el desayuno y se lo había subido a la habitación, Noin se había ido a dormir porque había tenido una noche muy pesada en el trabajo... el trenzado sonríe emocionado y le da a Heero un beso en los labios por el detalle, nunca le habían llevado el desayuno a la cama y eso le agradaba

Heero. ¿Sabes Duo? hoy es un día especial

Duo. ¿Por qué?

Heero. Dos cosas, primero voy a terminar con Quatre

Duo. ¿De verdad mi amor?

Muy emocionado Duo abraza a Heero tirando un poco del licuado de plátano que le había preparado y después se besan, sí que el trenzado estaba feliz, había esperado por ese día durante mucho tiempo, lamentablemente la segunda noticia de Heero no iba a ser de su total agrado

Duo. ¿Y la segunda?

Heero. Yo te acompañaré a tus terapias, quiero ayudarte

Duo. ¿Te contó ella verdad? vieja chismosa

Heero. Duo...

Heero mira sorprendido la cara de enojo y hastío de Duo al mencionar a su tía y no entiende el porqué de su enfado, Heero retira la mesita con el desayuno y se acerca un poco más al trenzado que estaba cruzado de brazos torciendo la boca

Heero. Ayer realmente me preocupé por ti, ya me dijo tu tía que no es la primera vez

Duo. Yo no estoy loco Heero

Heero. Nadie te dice eso

Duo. Pero lo piensas, me miras de esa forma

Heero. Te amo Duo, quiero tu bien

Duo. A veces te juro que me muero de miedo

Duo abraza nervioso a Heero y solloza, realmente estaba muy preocupado por sí mismo, algún día ya no iba a poder con su conciencia e iba a terminar por hacerse daño o hacérselo a Heero, la persona a quien en esos momentos más amaba, ahí si ya iba a ser imposible seguir viviendo... el ojiazul sale de la casa de Duo y se dirige a la de Quatre, estaba ya decidido, iba a terminar con Quatre ese mismo día e iba a hablar con su hermano, sabía muy bien que él quería mucho a Duo además eran novios y él prácticamente le había quitado a Duo así que ese día iba a ser en definitiva muy complicado. Quatre abre la puerta y cuando ve a Heero parado en el marco se alegra y lo abraza con emoción, Heero se desconcierta un poco y por petición de Quatre entra a la casa y los dos se sientan en la sala

Quatre. Gracias por venir, pensaba en ti precisamente

Heero. Quatre, hay algo que debo decirte

Quatre. Ah, yo también

Heero. Por favor déjame hablar primero

Quatre. No, necesito decir esto

Heero. Está bien

El rubio muy contento toma la mano de Heero y la besa, el ojiazul lo mira extrañado y lentamente le quita la mano, Quatre se desconcierta un poco pero no abandona su tierna sonrisa

Heero. Habla

Quatre. Heero, sé que lo digo mucho pero necesito decirte que te amo, realmente estoy enamorado de ti

Heero. Quatre yo...

Quatre. Déjame terminar por favor

Heero. Está bien

Quatre. Lo que realmente quiero decirte es Gracias

Heero. ¿Gracias? ¿por qué?

Quatre. Por ser tan bueno conmigo, por haber sido el primer hombre con el que yo tuve relaciones, por ser mi novio, mi amigo, no sé qué haría sin ti

Ante las palabras de Quatre Heero se queda mudo, en los ojos de Quatre se notaba la ilusión y el tono de su voz era realmente alegre, si le decía en ese momento que terminaban sin duda le iba a partir el corazón en mil pedazos y le iba hacer mucho daño así que no podía hacerlo en esos momentos, mejor era hacer que Quatre se desilusionara poco a poco de él y que el mismo rubio lo terminara a él... Quatre observa a Heero y se acerca para darle un beso en los labios y lo abraza con fuerza

Quatre. Te juro que sin ti me muero

Heero. Quatre, no digas eso...

Quatre. ¿Acaso me vas a dejar?

Quatre aprieta con más fuerza la espalda de Heero y sus ojos se humedecen, Heero corresponde al abrazo y niega moviendo la cabeza, el rubio siente el movimiento y muy contento se separa un poco de Heero y ambos comienzan a besarse hasta que el teléfono de la casa de Quatre suena y él se levanta del sillón para contestar, se trataba del padre de Heero que sonaba muy angustiado

Quatre. ¿Qué le pasa señor?

Odín. ¿Sabes de Heero?

Quatre. Si, precisamente está aquí conmigo ¿todo bien?

Odín. No, hubo un accidente, dile que venga al hospital donde internábamos a su madre

Quatre. Está bien, le aviso, adiós

Quatre voltea con Heero y él al verle la cara se preocupa así que se acerca a prisa a Quatre y lo sujeta con fuerza de los hombros, el rubio lo mira bastante preocupado

Quatre. Dijo tú papá que fueras al hospital donde internaban a tu mamá, hubo un accidente

Heero. ¿Qué le pasó a mi papá?

Quatre. No lo sé, no me dijo nada más

Heero. Le hablaré a mis hermanos ¿me prestas el teléfono? Mi celular se descargó

Quatre. Sí claro

Muy apurado Heero marca al teléfono de Trowa pero la operadora le dice que se encuentra fuera del área de servicio y después habla al celular de Relena pero éste suena y suena sin ser contestado, se encontraba en la casa, lugar donde antes de morir estaba la chica, Heero muy enojado sale de la casa de Quatre siendo seguido por él

Quatre. ¿Te acompaño?

Heero. No

Heero contesta cortantemente y sube a su automóvil para ir rumbo al hospital, Quatre muy desconcertado no sabe qué hacer y llama a Duo y le cuenta, el trenzado no se preocupa para nada al saber que Heero estaba bien pero finge estar preocupado así que Quatre queda de pasar por él a su casa para que los dos vayan al hospital, recordaba bien el nombre porque Heero lo había mencionado en alguna ocasión más no sabía la dirección pero su chofer era conocedor de la ciudad así que no representaba ningún inconveniente...

Heero llega muy apurado al hospital buscando por todos los pasillos, no sabía quién había tenido el accidente así que no podía preguntar por algún paciente y decir del accidente era absurdo ya que en los hospitales se registraban muchos accidentes diariamente y lamentablemente a su padre no le gustaban los celulares y no tenía ninguno así que Heero no tenía más remedio que buscar por las áreas no restringidas hasta que llega a una de las salas de espera y ve a su padre sentado, se veía muy cansado y desaseado, parecía que había pasado la noche ahí, el ojiazul se acerca y se agacha frente a él, su padre levanta el rostro y Heero ve en sus ojos el rastro de un llanto y se preocupa

Heero. ¿Qué paso?

Odín. Tus hermanos...

Odín comienza a llorar nuevamente tapándose el rostro con ambas manos y Heero siente la sangre hasta los pies y el cuerpo completamente helado, el accidente tenía que ver con sus hermanos y por la reacción de su padre se veía que la situación no pintaba bien

Heero. ¡¿Qué les pasó?!

Odín. Relena... tu hermana está muerta

Heero. No

Heero mueve su cabeza a los lados varias veces y se pone de pie mirando a su padre con cara de asombro, Odín levanta el rostro y ve a su hijo quien comienza a ponerse muy enojado dejando ir su puño contra la pared y sintiendo ganas de llorar pero no derramando lágrima alguna a pesar del dolor

Heero. No es cierto

Odín. Es verdad

Heero. ¡¿Y Trowa?!... Trowa

Odín. Tu hermano sigue vivo pero...

Heero. ¿Qué le pasa? ¿está grave?

Odín. Está fuera de peligro pero... perdió sus piernas

Heero. No, Trowa

No pudiendo más Heero recarga su cabeza sobre su brazo y comienza a llorar en silencio, sus lágrimas caían hasta el suelo y su corazón se oprimía, su hermana estaba muerta, eso era difícil de asimilar, después de su madre no había pensado jamás que aquello se repitiera en la familia y además Trowa había perdido sus piernas, él que prometía mucho como jugador de básquetbol y ahora le sucedía esto... Heero reacciona y se acerca nuevamente a su padre quien aún lloraba

Heero. ¿Trowa lo sabe?

Odín. No, ni lo de Relena ni lo de sus piernas

Heero. Quiero verlo papá

Odín. No se puede

Heero. Tienes que lograrlo, quiero verlo

Odín. Heero...

Heero. ¡Tú no entiendes!

Odín. Entiendo, no estas sufriendo solo

Heero. Tiene varios días enojado conmigo, yo quiero que sepa que lo quiero

Odín. Ya habrá tiempo de eso

Heero. ¡No!... quiero verlo

Completamente alterado Heero intenta ir hacia la habitación de su hermano aunque no sabía exactamente cuál era pero escucha la voz de Quatre y voltea hacia atrás viendo a Duo y al rubio a unos metros de ahí, Heero aún derramaba lágrimas en silencio y se acerca lentamente hacia los chicos pero apurando después el paso y sin dudarlo se avienta a los brazos de Duo apretándolo con fuerza dejando a Quatre sorprendido con los ojos completamente abiertos, Heero sin pensárselo había ido directamente a los brazos de Duo en vez de buscar los suyos y eso le hace sentir un fuerte dolor en el pecho y cuando reacciona solo los observa de reojo, Duo estaba preocupado y le daba palmadas en la espalda, Quatre agacha la cabeza y se acerca a su suegro

Quatre. ¿Qué pasó?

Odín. Relena murió

Quatre. ¿Relena está muerta?... no lo puedo creer

Odín. Y mi hijo, mi pobre hijo... perdió sus piernas

Quatre. Tro... Trowa

Ante la noticia Quatre siente un pequeño mareo y cae de rodillas al suelo, Odín se levanta y lo ayuda a levantarse y a sentarse, el rubio se tapa la boca con ambas manos e inhibe el llanto, más que la muerte de la rubia había sentido el que Trowa estuviera pasando por algo tan duro, porque él a pesar de los engaños y las intrigas de Duo seguía amando al ojiverde aunque también estuviera enamorado de Heero, en cambio Duo que había alcanzado a escuchar no podía evitar sentirse muy contento, la chica no había logrado su cometido de abrir la boca y eso lo hacía feliz, pocas veces se alegraba de que alguien muriera y esa era una de las excepciones pero debía fingir y hacerse el dolido, lo de Trowa le parecía insignificante, si con piernas le parecía un tipo desagradable ahora sin ellas iba a ser completamente repugnante...

Más de una hora después Odín ya no se encontraba en la sala de espera del hospital, Quatre le había pedido que se fuera a dormir un poco mientras ellos se quedaban al pendiente de Trowa, Odín tenía desde muy temprano en el hospital, la enfermera encargada lo había logrado localizar hasta el día después del accidente; Heero ya hacía tiempo que había dejado de llorar pero estaba completamente derrumbado, ahora que por fin se sentía feliz porque estaba enamorado por primera vez, pero lamentablemente la felicidad no era para él, al menos es lo que pensaba en esos momentos, Duo y Quatre le acompañaban, no habían hablado entre ellos, todo estaba muy silencioso, Heero se levanta para ir al baño dejando a los chicos solos, Quatre tenía ganas de hablar con Duo pero no sabía por dónde comenzar

Quatre. Que terrible todo esto ¿verdad?

Duo. Sí, pobre Relena, y Trowa también

Quatre. Heero está destrozado, sus hermanos siempre fueron lo más importante para él

Duo. Para mí la muerte de Hilde también fue horrible y éramos tan solo primos

El rubio sonríe y apoya su mano en el hombro de Duo y le da unas palmadas, la expresión de Duo era indefinida pero parecía que estaba realmente triste

Quatre. ¿Sabes? me sorprende lo que pasó

Duo. ¿Del accidente?

Quatre. No, que Heero buscara consuelo en ti y no en mí

Por las palabras de Quatre el trenzado estaba muy contento aunque no lo demostraba pero sí que lo estaba, no se había puesto a pensar en ese detalle pero Quatre si y de seguro era algo que lo tenía preocupado, eso sin duda le daba puntos a su favor

Duo. No pienses en tonterías ahora

Quatre. Es verdad

Heero llega cuando los chicos ya estaban nuevamente en silencio y cuando pretende sentarse nuevamente el doctor encargado de Trowa llega, Heero muy desesperado se acerca a él comenzando a sentirse alterado pero sintiendo la mano de Duo sobre su hombro se calma

Heero. Hable

Doctor. Trowa no tarda en despertar, es justo que sepa la verdad

Heero. Yo quiero estar ahí doctor

Doctor. Veo que su padre se ha ido así que accederé pero ellos se quedan

Heero. Está bien

Doctor. Por cierto, no sé si estaban conscientes de la situación pero su hermana estaba esperando un bebé, apenas iba a ajustar tres semanas

Heero. ¿Relena estaba embarazada?

Heero cierra sus ojos unos segundos y se coloca una mano sobre la frente suspirando hondo, Duo y Quatre también estaban sorprendidos por la noticia y el doctor entiende que no estaban enterados de la situación, Heero mira al doctor y muy serio le pide de favor que no le diga a Odín de la situación de Relena y él acepta, después de todo eran cosas de familia y él había cumplido con informar aunque sea a un miembro de la familia, el doctor le pide a Heero que lo siga y él obedece dejando a Duo y Quatre en la sala de espera y sin despedirse de ellos, en esos momentos no tenía cabeza para ninguno de los dos...

Pasan los minutos y Trowa no despierta, ya pasaban de las cinco de la tarde y tenían esperando en la habitación casi una hora, el doctor ya no estaba ahí porque tenía muchos pacientes que necesitaban ser atendidos pero Heero y una enfermera estaban ahí, poco a poco Trowa abre sus ojos y al verlo su hermano se levanta acercándose a la cama, el ojiverde ve a su hermano y le sonríe, Heero se acerca más y le sujeta la mano derecha

Trowa. Todo está bien ¿verdad?

Heero. Trowa, necesitas saber algo

Trowa. No

Heero. Trowa...

Trowa. No digas nada

Trowa cierra sus ojos y aprieta la mano de Heero, sabía muy bien que su hermano le iba a dar una noticia no grata y su corazón se comenzaba a acelerar

Heero. Deja de evadirte

Trowa. Por favor, necesito escucharte que todo está bien

Heero. Pero Trowa

Trowa. ¡No!... ¡No me digas nada!

Trowa cierra con más fuerza sus ojos y eleva el tono de su voz, de las orillas de sus orbes comienzan a salir un par de lágrimas y Heero se acerca dándole un fuerte abrazo apretando también sus ojos

Heero. Si Trowa, está muerta

Trowa ya sabía de la situación, lo había sentido cuando Heero había comenzado a hablar pero cuando escucha aquella afirmación de los labios de Heero llora con más fuerza y lleva su otra mano a la espalda de Heero apretándola con fuerza

Trowa. Yo la maté Heero, fue mi culpa

Heero. No digas estupideces, fue un accidente

Trowa. Debí obligarla antes de arrancar a que se pusiera el cinturón

Heero. No fue tu culpa, así era ella, necia... era necia

El ojiverde suelta a Heero y él se separa de él, ya Heero no podía volver a llorar, los ojos ya no le daban para más pero Trowa tenía el rostro cubierto de lágrimas, el ojiazul le seca unas cuantas lágrimas y lo mira fijamente pero después se aleja, Trowa no entiende porque pero la enfermera se acerca a él, Trowa la mira desconcertado, la chica se detiene al estar junto a la cama

Enfermera. Trowa, quiero que me escuches bien ¿sí?

Trowa. ¿Qué pasa?

Enfermera. Aparentemente el choque no fue tan aparatoso pero el auto iba con el cofre hacia abajo y al estamparse en el árbol se destrozó completamente por delante, tus piernas quedaron atoradas, prácticamente estaban desgarradas y no hubo más opción que...

Trowa. ¡Noooo!

Mientras la enfermera hablaba Trowa la veía fijamente pero conforme avanzaba su historia iba comprendiendo a lo que quería llegar la enfermera y antes de dejarla terminar se quita de encima la sábana y ve horrorizado como ambas piernas se encontraban amputadas a escasos dedos arriba de las rodillas, un escalofrío le invade por completo el cuerpo y se comienza a alterar mucho comenzando a gritar, todo parecía una pesadilla, algo que deseaba se tratara de un sueño pero no lo era, era real, su hermana estaba muerta y él se había quedado sin piernas, Heero lo mira y la sensación de impotencia le hace sentirse miserable, no había nada que pudiera decir o hacer para ayudar a Trowa, su hermano seguramente debía de estar sufriendo mucho

Trowa. ¡Quiero mis piernas! ¡devuélvame las malditas piernas!

Enfermera. Tranquilícese por favor

Trowa. Mis piernas

Trowa cierra nuevamente sus ojos y eleva el rostro, no quería verse así mismo sin piernas, todo le parecía horrible, la enfermera le da nuevamente un tranquilizante para dormirlo porque estaba bastante alterado y Heero no pudiendo más sale de la habitación recargándose en la pared y dejándose caer poco a poco hasta sentarse en el suelo donde se encoge de piernas y agacha la cabeza, para él todo también parecía el producto de una pesadilla pero debía aprender a ajustarse a la realidad...

Fumándose tranquilamente un cigarro Wufei observaba por la ventana, era de noche y la luna brillaba en su mejor estado, era noche de luna llena, en ese momento siente como unos brazos le rodean el pecho sintiendo a su vez el pecho de aquella persona sobre su espalda, Wufei coloca sus manos sobre esos brazos y gira un poco su cabeza hacia atrás

Wufei. Estas despierta

Sally. Sí mi amor

La chica besa el hombro izquierdo de Wufei con ternura y luego se besan en los labios, Wufei nuevamente mira por la ventana y continúa fumando, estaba muy pensativo, desde que había sabido la noticia del embarazo no podía dejar de pensar en Relena

Sally. ¿En qué piensas amor?

Wufei. ¿La verdad?

Sally. Si

Wufei. En Relena y en su hijo... mi hijo

Sally. ¿Tu... hijo?

La chica suelta a Wufei y lo hace girarse para tenerlo enfrente, no podía creer lo que estaba escuchando ¿acaso Wufei aceptaba esa paternidad? En cambio el chino continúa fumando despreocupado, él era de esos tipos que les valía casi todo y para él el enojo de Sally era insignificante y aburrido

Wufei. Sí, mi hijo

Sally. ¿Cómo sabes que es tuyo?

Wufei. No sé, algo me lo dice

Sally. Eres un idiota, esa zorra logró atraparte

Wufei. No la llames así

Sally. ¿Qué no te das cuenta? Ese era su plan

Wufei. No me importa lo que pienses, es más, le pediré que se case conmigo

Sally. ¿Qué? eres el hombre más idiota del mundo

Wufei. ¡Ya cállate urraca! No amo a Relena pero me casaré con ella y le daré apellido a mi hijo ¿entendiste?... y la zorra eres tú

Sally abre su boca mientras observa a Wufei sintiéndose completamente indignada por las palabras, el chino comienza a juntar la ropa de la chica que estaba tirada en el suelo y se la avienta, Sally la agarra con ambas manos siendo observada despectivamente por Wufei

Wufei. ¿Qué esperas? Lárgate

Sally. Pero...

Wufei. Nada, vete

Sally. Wufei estoy desnuda

Wufei. Te cambias afuera, anda, vete

Wufei agarra a Sally de los hombros y le da media vuelta comenzando a empujarla ligeramente hacia la puerta, la abre y le da un empujón haciéndola salir por completo de la habitación, la chica estaba a punto de llorar pero mientras solloza se comienza a poner la ropa rápidamente, no quería que alguien de la casa de Wufei la viera desnuda... Wufei apaga su cigarro y sonríe, de seguro iba a ser muy divertido ser padre, solo esperaba que Relena lo pudiera perdonar por como la había tratado y aceptara casarse con él, seguro con el paso de los años podía enamorarse de ella, ya la estimaba así que no iba a ser nada difícil llegar a amarla.

Ya casi de madrugada Odín regresa nuevamente al Hospital para relevar a Heero que se veía muy cansado, Duo y Quatre se habían ido al caer la noche, el ojiazul ve a su papá y se pone de pie, le da un abrazo y después ambos se sientan, Odín mira a su hijo y le sonríe acariciándole los cabellos

Odín. Vete a dormir hijo

Heero. No puedo, quiero quedarme

Odín. No, vete

Heero. Pero...

Sin esperar a más oposiciones Odín coloca su mano sobre el hombro de su hijo y lo atrae hacía con él para abrazarlo depositando un beso en su cabeza sobre el cabello, Heero se sorprende un poco, Odín era muy buen padre pero hacía muchos años que no le daba esa clase de demostraciones de cariño, Odín suelta a Heero y él accede a irse a descansar, después de todo se sentía muy cansado, el ojiazul se despide de su papá y se va del hospital y llega a su casa, antes de entrar duda en abrir la puerta, sabía que esa casa ya no iba a ser igual pero debía continuar con su vida, tal cual lo había hecho después del fallecimiento de su mamá, Heero entra a la casa y la mira desde la puerta, se sentía vacía, abandonada, entonces se sienta en la sala y observa hacia las escaleras

Relena. Vas a ver, le voy a decir a papá

Heero. Dile, que al cabo sabe que eres bien chillona

Relena. No es verdad

Heero. Llorona

Relena. No es cierto

Heero. A que sí, quieres llorar, quieres llorar

Relena. ¡No es cierto... papá!

Heero sonríe al recordar cuando era niño y hacía llorar a su hermana quien siempre había sido caprichosa e infantil y muy vulnerable, el ojiazul aprieta con fuerza sus ojos y se agacha escondiendo su rostro entre sus brazos que estaban sobre sus piernas, a pesar de lo mal que se llevaba siempre con Relena no dejaba de ser su hermana y la quería, lamentablemente ella ya no iba a estar ahí, estaba muerta y debía aprender a vivir con eso, Heero se levanta y observa nuevamente las escaleras y después mira hacia el suelo y se da cuenta que el celular de Relena estaba en el suelo lo cual le parece extraño pero no lo asocia con nada malo siendo que la razón por la que estaba en el suelo era porque al forcejear con Duo éste se había caído al suelo al soltársele de las manos, Heero mira la pantalla del teléfono y ve que tiene una llamada perdida sabiendo que se trataba de la que él le había hecho y enojado avienta el teléfono lejos y decide subir a su cuarto pero antes de abrir la puerta mira hacia el cuarto de Trowa y decide entrar acercándose directamente al librero donde Trowa tenía mucha variedad de libros y además tenía trofeos, Heero se acerca a uno en especial, se trataba de un campeonato que había ganado con su equipo de básquetbol de la secundaria, recordaba muy bien el día en que lo habían ganado, el ojiverde estaba realmente muy entusiasmado, había sido su primer campeonato

Heero. ¿De verdad hermano?

Trowa. Claro, seré como Michael Jordan y jugaré en la NBA

Heero. Pero te vas a ir lejos y te vas a olvidar de mí

Trowa. Claro que no chaparro, yo siempre voy a tenerte presente

Heero. Si claro

Trowa. Confía en mí, te quiero mucho hermanito

Heero. Está bien, yo también te quiero

Heero. Yo también te quiero Trowa

El ojiazul deja el trofeo y suspira hondo, debía de ser fuerte y no volver a llorar a pesar de que sentía una fuerte opresión en el pecho, debía de mostrarse firme porque él debía de encargarse de animar tanto a su padre como a su hermano, sobre todo a éste último quien necesitaba todo el apoyo posible, el hacer que su familia no se derrumbara dependía ahora de él... Al hacerse las diez de la mañana Heero despierta ya que el timbre de la casa comienza a sonar, el ojiazul se había quedado dormido porque se sentía sumamente cansado, ese día ni siquiera iba a ir a la escuela, ya avisaría después a sus profesores, Heero se viste a medias y baja para abrir la puerta aun tallándose los ojos, Heero abre y ve a un chico de cabellos negros y ojos también negros, de mediana estatura y con cara de pocos amigos, nunca lo había visto y no sabía quién era, se trataba de Wufei quien tampoco había ido a la escuela para buscar a Relena, sabía que la chica a veces faltaba a clases por flojera y muy probablemente la iba a encontrar en casa, Heero lo mira indiferente

Wufei. ¿Está Relena?

Heero. ¿Quién eres?

Wufei. Wufei, su novio

Al escuchar ese nombre Heero abre por completo los ojos, había escuchado mucho de ese muchacho pero no lo conocía en persona, él único que lo conocía era Trowa pero él nunca lo había visto, el ojiazul comienza a enojarse, si ese era el tal Wufei lo más probable era que él fuera el padre del hijo que esperaba su hermana así que muy embravecido sin aviso le suelta un tremendo golpe en el rostro haciéndolo caer al suelo con rudeza después de hacerlo retroceder más de un metro, la nariz de Wufei comienza a sangrar mucho y se queja del dolor, Heero se agarra el puño con la otra mano, el golpe había sido tan fuerte que incluso se había lastimado la mano pero eso no le importa y se acerca a Wufei agarrándolo de la camisa lo hace ponerse de pie siendo observado por el chico que estaba enormemente confundido

Heero. ¡¿Cómo te atreves?!

Wufei. Supongo, que ya sabes

Wufei intenta limpiarse la sangre para que no le siga cayendo a la boca pero parecía que tenía la nariz rota porque dolía demasiado, Heero se enfurece más por su cinismo y lo avienta con fuerza, Wufei se queja pero también se comienza a enojar, no se iba a dejar de ese muchacho, es cierto que había embarazado a Relena pero era algo que no había hecho solo así que no tenía por qué ensañarse con él, Wufei se levanta y se acerca a Heero frunciendo con enojo el ceño

Wufei. No me provoques

Heero. Tu eres quien debe cuidarse de mí

Wufei. Quiero ver a Relena

Heero. ¡Lárgate!

Wufei. Déjame verla

Heero. ¿Quieres verla? ¿eso quieres?

Wufei. Si

Wufei se acerca más a Heero y lo mira muy enojado, el ojiazul lo agarra de nuevo de la camisa pero ésta vez Wufei le arrebata con fuerza la mano, Heero se enoja y lo empuja con fuerza haciéndolo caer nuevamente al suelo, Wufei intenta ponerse de pie...

Heero. Está muerta ¿quieres verla?... mañana es el entierro

Las palabras de Heero sonaban frías e indiferentes, Wufei no se lo toma en serio creyendo que el chico lo dice como metáfora así que se pone de pie y se acerca a Heero, él cree que lo va a golpear pero Wufei no lo hace sino que empuja a Heero para quitarlo de su camino y entra a la casa, Heero intenta sacarlo pero Wufei se opone caminando a prisa y subiendo por las escaleras dirigiéndose a la habitación de la difunta y al no verla ahí grita su nombre bajando luego las escaleras volviendo a ponerse frente a su ex cuñado

Wufei. Está en la escuela ¿cierto?

Heero. No

Wufei. No me importa cuánto la niegues, no me impedirás que yo la vea y le pida que se case conmigo, nuestro hijo nacerá, nadie lo va a impedir

Heero se queda totalmente callado observando a Wufei y éste comienza rápido a ponerse nervioso, en la mirada de ese chico se ve que decía la verdad pero no quería creerlo, se negaba a creerlo, Relena y su hijo no podían estar muertos, no ahora que ya lo tenía todo claro, no en esos momentos en que había tomado una de las decisiones más importantes de su vida, eso no podía ser cierto

Heero. Ignoro lo que tenían ustedes dos pero siento mucho lo de tu hijo, yo tampoco voy a poder conocer a mi sobrino ¿triste no?

Completamente nervioso Wufei comienza a caminar hacia atrás no quitando su mirada de los ojos de Heero y al llegar a la puerta se da media vuelta y comienza a correr, ahora si le creía al chico, Relena estaba muerta y con ella su hijo, Wufei llega hasta un poste de luz y se recarga en él comenzando a llorar, que tonto había sido, si no hubiera tratado a Relena como la había tratado tal vez en esos momentos estarían vivos...

Al día siguiente es el entierro de Relena, Heero y Odín asisten al igual que Duo y Quatre, Wufei y los compañeros de escuela de la chica, Odín y Heero se veían serenos pero con la mirada perdida, como cuando se siente un gran dolor pero las lágrimas se han secado, Wufei en cambio no podía dejar de llorar, era un tipo duro y de carácter fuerte pero había perdido algo más que una novia, había perdido un hijo al cual nunca iba a poder conocer, a un hijo que había negado y esa si era una culpa muy grande sobre los hombros

Quatre también lloraba, había adquirido un cariño especial por la chica, Duo en cambio estaba indiferente, hasta se sentía aburrido, pensaba que ojalá Heero se recuperara de su pena pronto para que pudieran nuevamente volver a ser felices y el resto de los conocidos de Relena sentían mucha pena por la chica, era realmente joven y había muerto trágicamente, no eran más que personas hipócritas que solo por saberla muerta sacaban de ella lo mejor que podían ya que la chica nunca había tenido amistades sinceras, solo amistades sociales... el entierro termina y tanto Odín como Heero regresan al Hospital acompañados de Duo y Quatre, en su habitación Trowa estaba muy acongojado, no apartaba un solo segundo de su mente a su hermana y seguía repitiéndose así mismo que debió de haberla obligado a usar el cinturón pero también pensaba en sus piernas, no lograba aceptarlo todavía

Heero. Al menos ya hablo conmigo

Odín. Qué bien... hijo, debo ir a arreglar unos asuntos, quédate con tu hermano

Heero. Sí

Odín le da un abrazo a Heero y se despide del rubio y del trenzado, Quatre se acerca a su novio y le da un beso en la mejilla, Duo mira y frunce la ceja, apenas caía en la cuenta de que su ojiazul no había terminado con el rubio como lo había prometido y eso lo enfurece

Duo. Heero ¿crees que podría ver a Trowa? ¿a "mi" novio?

El trenzado sonríe a Heero y éste le mira fijamente, sabía que Duo resaltaba eso de que era su novio solo porque lo había visto muy cerca de Quatre, eso le molestaba pero era mejor así, Trowa necesitaba de Duo así que afirma con la cabeza y Duo se retira, Quatre abraza a Heero y éste recarga su cabeza en el pecho del rubio, se sentía muy cansado, había dormido poco... Duo entra a la habitación y sonriendo altaneramente observa a Trowa quien se alegra de ver al trenzado ahí aunque se sentía apenado, no quería que su novio lo viera en ese estado deplorable, Duo se acerca a la cama y mira a Trowa a los ojos, el ojiverde le sonríe y estira su mano para que su novio la agarre, Duo la toma y lo sigue mirando fijo

Trowa. Gracias por estar aquí

Duo. Trowa Trowa, pobre de ti

Trowa. ¿Qué?

Duo. ¿Y ahora? ¿te has visto en un espejo?

Trowa. ¿Por qué me dices eso?

Duo. ¿Sabes? ya no me interesas, terminamos

Duo suelta la mano de Trowa y lo sigue mirando fijamente sin abandonar su cínica sonrisa, Trowa se desconcierta por completo, jamás había visto en Duo esa mirada y esa sonrisa

Trowa. ¿Por qué?

Duo. ¿Por qué? mírate ¿quién crees que va a quererte así?

Trowa. Duo...

Trowa siente una punzada en el estómago por esas palabras, ahora más que nunca se sentía miserable, Duo tenía razón, en ese estado ya nadie se iba a interesar en él, el trenzado sonríe y ríe un poco dejando a Trowa desconcertado, ahora creía en las palabras de su hermana, Duo no era nada bueno, el ojiverde observa al trenzado directamente a los ojos mientras se aleja hacia la puerta caminando hacia atrás, Duo le lanza un beso con tres dedos de su mano derecha y se da media vuelta saliendo de la habitación dejando a Trowa con las lágrimas retenidas en sus ojos y aun mirando hacia la puerta, si eso le decía Duo seguramente Quatre pensaba lo mismo, él ya no valía nada... Duo llega hasta donde está la pareja

Duo. Pobre

Quatre. ¿Por qué?

Duo. Está muy afligido, tanto que terminó conmigo

Heero. ¿Qué?

Duo. Sí, no quiere que sigamos juntos y yo respeto su decisión

Duo finge que está dolido y hace gala de todos sus dotes actorales para lograr que sus ojos se humedezcan, tanto Heero y Quatre lo miran y Heero se pone de pie para abrazarlo, Duo también lo abraza y solloza pero realmente tenía ganas de reírse, Quatre siente feo al verlos porque no era la primera vez que los veía tan compenetrados, sin duda había algo entre ellos aunque no estaba consciente del grado que había alcanzado su relación y tampoco sabía que ambos se veían a escondidas para amarse, estaba consciente de los sentimientos pero no de los sucesos, el rubio baja un poco su mirada y también se pone de pie, Heero lo observa

Quatre. Veré a Trowa

Heero. Está bien

Heero vuelve a prestar atención a Duo y el rubio se va a ver a Trowa dudándolo mucho, él y el ojiverde habían tenido problemas fuertes y no sabía cómo darle la cara ni como decirle que a pesar de todo le daba todo su apoyo... Quatre suspira antes de entrar y cuando entra ve a Trowa tirado en el suelo arrastrándose por éste con mucha dificultad, con el suero quitado, el ojiverde ve que entra Quatre y continúa arrastrándose sin prestarle atención, el rubio se asusta y se acerca preocupado agachándose un poco
Quatre. Detente Trowa

Trowa. ¡Vete de aquí!

Quatre. Te vas a hacer daño

Trowa. ¡Déjame solo!

Trowa mira muy rudamente a Quatre y éste se pone de pie observando al ojiverde quien continúa arrastrándose haciendo mucha fuerza en los brazos, Quatre comienza a derramar lágrimas, le dolía mucho ver a Trowa en ese estado

Quatre. Basta Trowa... no te hagas esto

Trowa. ¡No necesito tú lástima!

Quatre. No es lástima, realmente me preocupas

Trowa. Si claro

Quatre. Te amo Trowa

El ojiverde deja de arrastrarse y de nuevo voltea a ver al rubio y lo ve llorando, Quatre se pone de rodillas frente a él y estira su mano hacia el rostro del chico acariciándole la mejilla, Trowa lo mira con gesto de angustia y quita su rostro de la mano del rubio desviando su mirada

Trowa. No necesito de tus mentiras, lo dices por lástima

Quatre. No es verdad

Trowa. ¡No puedes amarme así... mírame!

Quatre aprieta los labios para aguantarse soltar el llanto y nuevamente estira su mano hacia el rostro de Trowa acariciándolo, el ojiverde voltea nuevamente su mirada hacia Quatre y lo mira a los ojos, el rubio se acerca y le da un beso en los labios

Quatre. A pesar de todo te amo Trowa, y te amo por quien eres no por lo que tienes o no tienes, sigues siendo el mismo al que amé, amo y si me lo permites amaré

Trowa. ¿Y Heero?

Quatre. En estos momentos me importas tú, solo tú

Trowa. ... Mentira

Quatre. ¿Qué?

Trowa. ¡Te sientes comprometido por nuestras discusiones, me dices eso porque te sientes culpable y quieres remediarlo todo!... Pero no necesito de tu lástima, vete

Quatre. No, yo...

Quatre ya no sabía cómo hacerle entender a Trowa que él lo amaba aún y que no le importaba su problema porque él seguía siendo el mismo por dentro, él mismo del que se había enamorado y una condición física no cambiaba las cosas pero el ojiverde nuevamente arrebata su rostro agachando la mirada y Quatre se lleva ambas manos al pecho

Trowa. ¡Vete! Es verdad que nadie me va a amar así ¡Nadie!

Quatre. ¿De dónde sacas eso? Trowa...

Trowa. Vete ya y... no te quiero volver a ver en mi vida

Quatre. ¿Qué?

Trowa. Desaparece de mi vida... ya no quiero saber de ti

Quatre nuevamente aprieta sus labios y cierra sus ojos pero a pesar de tratar de evitarlo comienza a llorar poniéndose de pie y abriendo sus ojos, observa a Trowa unos segundos y le dice Adiós antes de salir a prisa de la habitación llorando con fuerza pasando por donde estaban Heero y Duo pero sin prestarles atención, Trowa en su habitación comienza también a llorar, si había creído en las palabras del rubio, había creído que a pesar de todo lo seguía amando y que no le importaba su nueva condición pero sentía que no se lo merecía, sentía que Quatre merecía a un hombre que lo pudiera amar en todos los sentidos y no porque él no lo pudiera hacer por su condición sino porque eso sentía él, no podía evitar sentir complejo a pesar de que no era superficial pero él pensaba que aceptar a Quatre era condenarlo a vivir con alguien que no podía darle todo lo que él se merecía, el rubio debía ser feliz con Heero, él sí podía darle la vida que se merecía...

Desde ese día ya habían pasado tres semanas y Trowa había vuelto a casa de su padre, usaba silla de ruedas y se comportaba hostil con todos, como si el mundo entero estuviera en su contra, las ganas de vivir se habían debilitado, ni siquiera salía de la habitación y no dejaba que lo fueran a visitar, ni siquiera Traize que era uno de sus mejores amigos, no quería saber de nada ni de nadie, no comía bien ni dormía como debería, cuando no pensaba en Relena pensaba en sus piernas y sus sueños "frustrados" de jugar básquetbol, ya no tenía ninguna razón de continuar... Heero estaba en la sala con Quatre, el rubio se sentía muy mal, Trowa no quería verlo ni siquiera a él, al menos Heero estaba a su lado y él estaba al lado de Heero dándole el apoyo que necesitaba, cosa que a Duo molestaba mucho, si no era por Trowa era por Quatre pero Heero ya no tenía tiempo para él

Quatre. Ya es noche, debo irme

Heero. Sí, gracias por estar aquí

Quatre. Te quiero

El rubio se agacha y le roza a Heero los labios con los suyos, el ojiazul lo mira fijamente y le coloca una mano tras la nuca atrayéndolo a él antes de que se alejara y le da un beso no cerrando sus ojos, tampoco Quatre los cierra, ambos se miraban a los ojos, el rubio se siente un poco nervioso por ese beso, nunca Heero lo había besado así, como si fuera triste besarlo, sin duda algo comenzaba a faltar entre los dos, Heero toma la mano derecha de Quatre y agacha su mirada, el rubio lo mira preocupado, el ojiazul vuelve a levantar su mirada viendo fijamente a los ojos a su novio

Heero. Quatre... creo que debemos terminar

Quatre. ¿Ter... minar?

Automáticamente los ojos de Quatre se comienzan a humedecer, llevaba con Heero mucho tiempo de noviazgo y ahora de la nada le decía que terminaran su relación, sentía que el corazón se le partía en dos y a la vez sabía que era lo mejor, él mismo sentía que su relación se apagaba con el paso de cada día pero aun así era muy difícil vivir ese momento y a pesar de saber la razón necesitaba escucharla de los labios de Heero

Quatre. Dime porque

Heero. No llores

Quatre. Dime porque

Heero. Yo no te amo Quatre

El rubio aprieta los labios y de sus ojos comienzan a salir lágrimas mientras quita su mano de la mano de Heero, ya sabía que Heero no lo amaba desde hace mucho pero era más difícil escucharlo de él que tan solo saberlo

Heero. De hecho nunca te he amado

Quatre. ...

Heero. ¿No dices nada?

Quatre. ¿Y a Duo sí?

Heero. ¿Qué?

Quatre. ¿Estás enamorado de Duo?

Heero se sorprende por la pregunta y sin responder agacha un poco su cabeza, Quatre se molesta un poco y se pone de pie, Heero le respondía con su silencio que estaba enamorado de uno de sus mejores amigos y eso lo hacía sentirse tonto por no haberse dado cuenta antes, Heero levanta su cabeza y ve a Quatre poniéndose también de pie, el rubio le da una bofetada y Heero se sorprende

Quatre. Que cínico eres... y saber que me entregué a ti

Heero. Yo no te obligué

Quatre. Pero no me amabas y sabías que yo a ti sí, sabías lo importante que era para mí

Heero. Perdón

Nuevamente Quatre le da una bofetada a Heero, ésta vez el ojiazul lo mira frunciendo el ceño, el rubio no tenía por qué abofetearlo

Heero. No lo hagas más difícil

Quatre. Para ti no es difícil... para mí sí

Heero. Yo te quiero mucho, eres mi amigo, fuiste mi novio, eres importante, no te hagas la víctima ¿quieres?

Quatre. Ojalá Duo se fije en ti, pero lo dudo, ama a Trowa

Heero. ¿Qué?

El ojiazul se desconcierta completamente por esa afirmación, Duo le había dicho a él muchas veces que lo amaba, era imposible que estuviera enamorado de su hermano pero Quatre lo decía muy convencido, el ojiazul se enoja y agarra a Quatre de los brazos agitándolo un poco

Heero. ¿Por qué dices eso?

Quatre. Él me lo dijo después que tuvieron relaciones

A Heero se le baja la sangre hasta los pies cuando escucha que Duo y Trowa habían tenido intimidad, el trenzado le había negado que eso hubiera pasado pero ahora Quatre se lo decía, el rubio sabía que había estado mal decirle eso pero en esos momentos estaba enojado, enojado porque Heero terminara con él y enojado por haberse enamorado de Duo y haber jugado con sus sentimientos, al menos se sentía aliviado de que el trenzado amara a Trowa porque su amigo Duo no merecía que alguien como Heero lo embaucara como a él...

El ojiazul suelta a Quatre y se sienta nuevamente en el mueble con los ojos aún muy abiertos, Quatre comprende que Heero no sabía esa información y se siente un poco culpable pero ya no había marcha atrás, Quatre se da media vuelta y sale de la casa sin decir algo más, el ojiazul reacciona por fin y se pone de pie para ir a la habitación de Trowa, el ojiverde lo mira entrar y se extraña de la expresión que había en el rostro de Heero

Heero. ¿Te acostaste con Duo?

Trowa. Sí

El ojiazul siente como si alguien le hubiera dado un fuerte golpe en el estómago, se sentía triste, enojado, sorprendido y de repente un poco asqueado, había hecho suyo a un hombre que también había sido de su hermano, Trowa se preocupa de la reacción de su hermano al decirle la respuesta y se acerca a él en su silla de ruedas

Trowa. ¿Estás bien? Te ves un poco pálido

Heero. ¿Hace cuánto fue?

Trowa. Hace como un mes

Heero. ¿Cuántas veces?

Trowa. ¿Por qué preguntas eso?

Heero. ¡¿Cuántas veces?!

Trowa. Una, solo pasó una vez

Heero comienza a respirar con dificultad y sin decir más sale de la habitación de Trowa dejándolo preocupado, no entendía porque Heero se interesaba en esa información, el ojiazul se sube a su auto y se va rumbo a la casa del trenzado, Noin le abre la puerta y él pregunta por Duo subiendo a su habitación cuando la tía le dice que está ahí, Heero ni siquiera toca a la puerta, solo abre, entra y cierra, Duo se alegra de verlo ahí y se pone de pie ya que estaba sentado en la cama leyendo un libro, el trenzado le intenta dar un beso pero Heero lo sujeta de los hombros y lo aparta de él, Duo no entiende porque y casi a punto de llorar mira fijamente a Heero, si había algo que no soportaba era que lo rechazaran

Heero. Tuviste sexo con Trowa y me lo negaste

Duo no sabe que decir por las palabras, ahora Heero seguramente ya no lo iba a querer volver a tocar porque había sido de su hermano, Duo se pone muy nervioso y comienza a dar vueltas por la habitación, a Heero le parece extraña esa reacción pero sigue mirándolo fijamente hasta que se acerca a él y lo detiene, ya estaba mareándose con tantas vueltas

Duo. Perdóname, era incapaz de decirte que sí

Heero. ¿Creíste que iba a dejarte o qué? te amo Duo, pero detesto que me mientan

Duo. Perdóname por favor... ¿quién te contó?

Heero. Quatre me lo contó y Trowa me lo confirmó

Duo se comienza a enojar, el rubio de pacotilla había soltado la sopa pero eso no se iba a quedar así, debía de pagar por haberle dicho a Heero la verdad, también Trowa era un idiota por haberlo afirmado, ahora más que nunca se alegraba de lo que le había pasado, Duo pone cara de angustia y abraza a Heero, él no le corresponde el abrazo

Duo. Te amo te amo, por favor no te enojes

Heero. Además le dijiste a Quatre que amabas a Trowa

Duo. Pero lo hice por ti

Heero. ¿Por mí?

Heero no entiende para nada a que se refiere Duo con que lo hizo por él, eso era sumamente muy extraño pero ya Duo estaba pensando en una salida fácil para excusarse por eso, el trenzado suelta a Heero y lo agarra de la mano para que ambos se sienten en la cama

Duo. ¿Sabías que Quatre ama a Trowa?

Heero. ¿Qué?

Duo. Sí, esos dos se acostaron

Heero. No es cierto

Duo. Es cierto, tuvieron sexo, Trowa ya era mi novio y obviamente ustedes también

Heero. ¿Y por eso dijiste que lo amabas?

Duo. Heero, yo no sabía si tú me amabas, pensé que amabas a Quatre y no quería que tu sufrieras porque él te dejara por Trowa, solo quería darle a entender que Trowa no lo amaba y que no íbamos a dejarnos

Para Heero todo era muy confuso, Duo le explicaba pero él no lograba entender, además eso sonaba un poco ilógico pero Duo lo decía muy convencido, sentía que debía de creerle, en sus ojos se notaba que era sincero, Duo le coloca una mano sobre la mejilla y le sonríe tiernamente, Heero agarra esa mano y cierra los ojos unos segundos

Heero. Perdóname, soy un idiota

Duo. Yo te mentí, pero te amo Heero

Heero. Yo también te amo

Duo. No quería que te enteraras eso de Trowa y Quatre, sé que te duele que haya pasado

Heero. La verdad sí, pero no puedo reclamar, hicimos lo mismo

Duo. Es verdad

Los dos se besan habiéndose contentado, ahora todo estaba aclarado, claro que no todo porque Heero no sabía quién era realmente Duo y no sabía la clase de atrocidades que se escondían en el pasado y en el presente del trenzado pero cuando lo supiera muy seguramente no lo iba a poder resistir, iba a ser muy doloroso... Duo comienza a bajar sus manos hasta el pantalón de Heero y lo comienza a desabrochar pero él le detiene la mano, los dos dejan de besarse y se miran a los ojos

Heero. Abajo está tú tía

Duo. No se da cuenta, está lavando

Nuevamente se comienzan a besar y Duo desabrocha el pantalón de Heero y le baja el cierre, el ojiazul jadea y cierra los ojos con un poco de fuerza cuando siente la mano de Duo rodearle el miembro y comenzar a deslizar la mano por él, Heero gime un poco pero por instinto agarra la mano de Duo deteniéndolo, Duo se sorprende por ello, Heero abre los ojos y lo mira

Heero. No puedo

Duo. ¿Por qué?

Heero. Tú y Trowa... no, no puedo

Heero se pone de pie y se comienza a acomodar el pantalón, Duo se enoja porque Heero no se podía concentrar pensando en que él y su hermano también lo habían hecho, comprendía que sintiera un poco de asco pero no lo podía soportar, Heero no podía rechazarlo, no lo iba a poder soportar tampoco así que debía actuar por lo que se acerca a él y lo abraza por la espalda comenzando a lamerle la oreja, Heero cierra sus ojos al sentirlo, que bien usaba Duo su lengua, en todos los sentidos, cuando besaba, cuando le hacía sexo oral, Duo era increíble y sumamente bueno pero sentía que estaba mal hacerlo suyo invadiendo terreno que también su hermano había invadido, como si aún hubiera rastro de Trowa dentro de Duo, eso sí que era muy extraño... Heero aparta las manos de Duo y se aleja un poco mirándose los dos nuevamente a los ojos

Duo. No seas ridículo Heero, además Quatre también fue de los dos

Ahora también caía en la cuenta de que había hecho suyo a dos hombres que habían sido de su hermano, sin duda se sentía un poco sucio, Heero suspira y se sienta de nuevo en la cama, esa era una situación que no podía manejar, Duo también se sienta y lo agarra de las manos, ambos se voltean a ver

Duo. No pienses tonterías ¿sí?... te necesito… me necesitas

Duo comienza a besar nuevamente la oreja de Heero y él cierra los ojos dejándose ésta vez llevar, el trenzado se pasa a su cuello y le da sutiles y sensuales besos bajando nuevamente su mano hasta el pantalón de Heero desabrochando y bajando otra vez el cierre, el ojiazul busca los labios de Duo entre el éxtasis que siente cuando Duo lo comienza a masturbar y gime en su boca haciendo los besos cada vez más apasionados, usando sus lenguas con desesperación, haciendo de sus salivas una sola, el trenzado suelta el miembro de Heero y él comienza a acostar a Duo en la cama cayendo sobre él sin dejar de besarse, los dos se acomodan quedando completamente sobre la cama y Heero comienza a quitarle la ropa comenzando por la camisa encontrando los pezones de Duo que sin dudarlo comienza a disfrutarlos con la lengua

El trenzado ya estaba completamente excitado y Heero lo siente en su vientre sonriendo ampliamente y dejando los pezones de Duo para quitarle de a poco el resto de la ropa bajando enseguida a la entrepierna de Duo y tomando su miembro con la mano izquierda, Heero inclina un poco el miembro de Duo y le lame el tronco comenzando por abajo mientras con el pulgar le masajea la punta, Duo gime completamente complacido y se inclina hacia delante sin abrir sus ojos sujetando la cabeza de Heero con ambas manos gimiendo despacito pero con enorme placer, el ojiazul se mete a la boca el miembro de su amado y comienza a succionar apoyándose con ambas manos en la cama y descendiendo primero lentamente y después con rapidez

Duo no puede más y gime con más fuerza dejándose venir sin aviso sobre la boca de Heero quien se hace un poco hacia atrás cuando siente el líquido manchándose un poco el rostro pero con la sábana se limpia y el resto que estaba en su boca se lo traga volviendo a lamer el miembro de Duo y dejándolo caer después, Heero sube nuevamente y encuentra los labios de Duo que respiraba con dificultad y después alejándose un poco termina de desvestirse, Duo que aún estaba acostado estira su mano hasta el miembro de Heero que estaba hincado frente a él y comienza a acariciarlo, Heero cierra sus ojos comenzando a gemir y cuando Duo lo suelta abre sus ojos y se acuesta nuevamente sobre el chico comenzando a besarse, Heero separa las piernas de Duo con sus manos y después se acomoda en dirección a su entrada no dudándolo y comienza a penetrarlo, Duo se queja al sentirlo dentro pero sonríe, Heero había dejado por fin de lado esa idea de que le daba asco hacerlo suyo por haber sido también de Trowa, ahora Heero lo iba a ser suyo después de tantos días, desde que había pasado el accidente no lo había vuelto a hacer...

Posicionándose a su lado después de terminar Heero respiraba con mucha dificultad, habían tenido una sesión de candente sexo, hacía mucho que no se sentía tan complacido, Duo era sin duda una fiera, casi insaciable y además sumamente experto aunque él ignoraba que realmente Duo no lo era, al principio había mentido para hacer sentir mal a Quatre porque era virgen y santurrón... el trenzado abraza a Heero tiernamente y le besa el pecho, el ojiazul con su otra mano abraza a Duo mientras él le seguía besando el pecho, el cuerpo de Heero le encantaba, era todo un atleta y además era sumamente bueno en la cama, parecía un adulto, no hacían el amor como los muchachos tontos de preparatoria, él si era un verdadero amante, un verdadero hombre, Heero era simplemente perfecto

Heero. Duo, necesitamos hacer esto público

Duo. ¿De verdad?

Heero. Sí, quiero que todos sepan que nos amamos, Trowa fue quien terminó contigo así que no hay problema, además ya terminé con Quatre

Duo. Ay mi amor, te adoro

Duo abraza con más fuerza a Heero y sonríe muy feliz, Heero ya le estaba dando en su vida el lugar que se merecía, se sentía muy contento, era una felicidad que no podía describir, simplemente su vida estaba prácticamente completa, ya no quería saber nada, ya no le importaba que Quatre fuera infeliz, ya que el mundo hiciera lo que quisiera mientras no los molestaran, mientras nadie se interpusiera entre ellos

Duo. Me da mucho gusto, te voy a traer un rico café

Heero. Gracias

Duo se levanta y comienza a vestirse mientras que Heero se queda acostado en la cama aún desnudo y sin ninguna clase de sábana encima, seguro Duo no se tardaba y por lo que sabía su tía casi nunca lo interrumpía cuando estaba con visitas...

Noin. Que sorpresa Quatre

Quatre. Hola señora

El rubio iba llegando a casa de Duo, quería contarle a su amigo lo que le había confesado a Heero, no quería que entre ellos hubiera mentiras, estimaba mucho a Duo y no quería que el chico se molestara con él, por eso lo había ido a visitar a pesar de que era de noche, Noin le dice a Quatre que Duo está en su habitación y el rubio se dirige hacia allá mientras que Duo terminaba de vestirse, ya solo le faltaban los zapatos y se sienta en la cama para ponérselos pero Heero se sienta y le comienza a besar el cuello pero él se continúa poniendo los zapatos, el ojiazul comienza a meter su mano por debajo de la camisa acariciando el pecho de Duo haciéndolo que deje de ponerse los zapatos y ambos comienzan a besarse, en ese momento la puerta de la habitación se abre y Quatre ve con sorpresa como Heero y Duo se besan, uno desnudo y otro a medio vestir y la mano de Heero acariciando con sensualidad el pecho de Duo, el rubio siente que las piernas le tiemblan pero no hace ninguna clase de ruido, Heero y Duo dejan de besarse pero aún mantienen los ojos cerrados, Duo le dice a Heero que lo ama y nuevamente se besan

Quatre. ¿Cómo pude ser tan tonto?

Tanto Heero como Duo escuchan la voz de Quatre y dejan de besarse volteando a la puerta y lo ven ahí, parado observándolos con los ojos húmedos, Duo intenta reírse pero sabía que si lo hacía a Heero no le iba a parecer mientras que Heero se siente muy apenado, no quería hacerle daño a Quatre y tampoco quería que lo odiara y sabía que esa escena era dolorosa para él sobre todo porque a escasas horas habían terminado apenas, Quatre se da media vuelta y sale de la habitación de Duo, el trenzado y Heero se voltean a ver

Duo. Yo hablo con él

Heero. Sí

El trenzado se levanta con tan solo los calcetines puestos y sale de la habitación, Quatre estaba a punto de bajar las escaleras cuando escucha la voz de Duo que lo detiene, el rubio voltea con el rostro bañado en lágrimas y Duo lo mira indiferente

Duo. ¿Por qué tanto drama?

Quatre. Creí que eras mi amigo

Duo. Ay que tierno

Quatre. Me vieron la cara de idiota todo el tiempo... que tonto

Duo. Así es, Heero se acostaba conmigo y también contigo, solo que a mí me ama y a ti no

El trenzado sonríe ampliamente y ríe un poco, Quatre lo mira y aprieta los dientes, le molestaba ese tono altanero que Duo le mostraba, era un hipócrita, ahora lo comprendía y se sentía más tonto que antes porque ya antes lo había descubierto y se había dejado llevar por las palabras de Duo volviendo a confiar en él, pero todo había sido truco de Duo para quedarse con Heero, ahora comprendía también que los pleitos que había tenido con Trowa eran por culpa de Duo, el trenzado era muy malo, Duo se acerca a Quatre lentamente y el chico lo mira enojado

Quatre. Tú lo embaucaste, lo sedujiste

Duo. Sí, y también a Trowa, no sabes que delicioso

Quatre no podía creer lo que escuchaba de Duo, ese chico era muy malvado, había fraguado un plan casi perfecto para hacer que Heero fuera suyo y no conforme con eso había hecho lo mismo con Trowa, dudaba que ese chico pudiera amar realmente a alguien, el rubio niega indignado con la cabeza y sonríe mirando a Duo quien también sonreía muy contento estando los dos frente a frente, Quatre con un pie abajo en el primer escalón y Duo agarrándose del barandal sin ningún pie en la escalera

Quatre. Eres despreciable Duo, y de pensar que te estimaba

Duo. Soy adorable ¿cómo no hacerlo?

Quatre. ¡Déjate ya de eso maldito hipócrita!

Duo. No me grites

Quatre. ¡Eres escoria!

Duo. No me digas así

Quatre. Escoria

Quatre se da media vuelta y baja otro escalón pero Duo no iba a dejar que el chico lo insultara más así que baja un escalón y apoya su mano sobre el hombro de Quatre para girarlo y que le dé la cara pero el rubio pierde el equilibrio al estar otra vez frente a Duo y comienza a caer de espalda abriendo los ojos enormemente y estirando su mano en dirección a Duo, el trenzado lo mira fijamente a los ojos sin hacer ningún intento por ayudarlo a no caer y el rubio ve a través de los ojos de Duo todo el odio que le tiene, pero también todo el dolor que alberga en su alma, el rubio grita con horror al hallarse perdido y en cuestión de segundos ve la imagen de Trowa mientras se lleva ambos brazos en forma de equis sobre el rostro y cae sobre los escalones comenzando a descender por ellos rodando rápidamente, Heero escucha el grito de Quatre y muy asustado sale de la habitación a medio vestir, solo le faltaba la camisa y los zapatos, no había escuchado la conversación de los chicos pero ve horrorizado como Quatre está al final de las escaleras con sangre que le sale de la cabeza y con una pierna casi volteada, se había roto el hueso, se veía como inerte y enseguida voltea a ver a Duo que miraba atento y sin pestañear la imagen de Quatre, Heero lo agarra rápidamente de los hombros y lo voltea, Duo lo mira y comienza a llorar apoyando su cabeza sobre el pecho del chico

Duo. Quiso correr y resbaló... fue un accidente

Heero. Lo sé, no llores

Heero suelta a Duo y baja las escaleras corriendo, Duo se seca las lágrimas y sonríe ampliamente, no había planeado el "accidente" de Quatre pero había quedado perfecto, se estaba deshaciendo de muchos estorbos sin siquiera planearlo, Hilde, Trowa, Relena y Quatre se habían quitado por fin de su camino, ahora él y Heero podían ser felices para siempre... el ojiazul voltea hacia Duo sonriendo, el trenzado no entiende porque hasta que Heero le dice que Quatre está con vida, que aún respira, Duo finge estar contento pero por dentro reventaba, ese güerete de pacotilla seguía con vida, el trenzado baja hasta donde está Heero

Heero. Parece que tu tía salió, voy a llamar a una ambulancia

Duo. Sí

Heero se pone de pie y camina hacia la sala y agarra el teléfono, Duo se agacha junto al cuerpo de Quatre y lleva su mano hacia su nariz para tapársela y hacerlo dejar de respirar pero Heero le interrumpe

Heero. ¿Qué haces?

Duo. Viendo si está bien

Heero. No lo toques, puede tener muchas fracturas

Duo que le daba la espalda a Heero se pone de pie y sube para ponerse los zapatos, no le gustaba estar descalzo, sus pies podían ensuciarse, a Duo no le preocupaba si Quatre vivía o no, le interesaba más tener los pies limpios que la vida de ese rubio sin chiste mientras que Heero llama apurado a la ambulancia, la vida de Quatre estaba en juego y él no podía soportar más muertes, quería mucho al rubio... Duo llega a su habitación, se pone los zapatos y muy sonriente se acerca a su ropero para sacar la fotografía de Trant la cual besa y acaricia después

Duo. Amor, ojalá así se hubieran quitado los estorbos, hubiéramos sido felices ¿pero sabes? me alegro... tú también eres un estorbo entre Heero y yo

El trenzado rompe la fotografía de Trant en cuatro partes y va al baño para tirarla por el escusado bajándole a la cadena y despidiéndose así de su antiguo amor, ahora que ya podía ser feliz con Heero no necesitaba ni de su fotografía ni de su recuerdo, Trant ya estaba ahora sí completamente muerto y perfectamente enterrado...

Continuará...


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