viernes, 23 de octubre de 2015

Loco por Shun

Capítulo 3. Perfidia


La noche de la cena se llega y muy emocionado Shun se arreglaba mientras silbaba una canción, su hermano Ikki lo miraba atento desde la cama del peliverde mientras se preguntaba que era aquello que tenía aquel tipo para tener a Shun tan alegre, porque su hermano expresaba maravillas de ese chico a quien lo denominaba el ideal de hombre perfecto...

El hermoso chico peliverde cepillaba su cabello con la sonrisa de oreja a oreja, faltaba solo una hora para que pudiera ver a su Seiya, su amigo Hyoga iba a llegar al departamento de los hermanos y de ahí se iban a ir al restaurante mientras que a Seiya y a Alberich los había citado directamente en el restaurante, el primero en llegar es Alberich quien tenía fama por ser puntual y formal, la mesa estaba reservada a nombre de Shun y el chico pelirosa llega muy contento y se sienta, mira su reloj y ve que aún faltaba media hora para que llegaran los demás por lo que se pone a leer un libro, a los quince minutos llega Seiya bastante formal, vistiendo de traje y sus ojos tenían antepuestos unos lentes viéndose de ésta forma un poco más intelectual, Seiya pregunta por la reservación a nombre de Shun y el mesero rápidamente lo lleva a la mesa donde estaba sentado Alberich quien al ver la sombra de alguien alza su mirada topándose con la de Seiya, el chico rápidamente reconoce que ese no es Hyoga porque Shun le había dicho que era rubio por lo que deduce que se trata del tal Seiya así que frunciendo el ceño se pone de pie sin despegarle la vista a Seiya, ese hombre frente a él traía loco a Shun y eso no lo podía soportar

Seiya. Buenas noches

Alberich. Buenas noches

Los dos estiran su mano al mismo tiempo y la estrechan mirándose rudamente, por el gesto de Alberich el estafador se da cuenta de que no le era de agrado a aquel chico por lo que deduce que ese también era un pretendiente de su Shun, ambos se sueltan la mano y toman asiento presentándose enseguida guardando ambos un largo silencio

Seiya. ¿Y a quién más esperamos aparte de "mí" Shun?

Alberich. A mi pareja de ésta noche, Hyoga

Seiya. ¿Hy... oga?

Al escuchar ese nombre Seiya palidece ¿sería posible que ese Hyoga fuera el mismo que él conocía? La probabilidad de que lo fuera era de un 90 a favor ya que aquel a quien él conocía también era conocido de Shun por lo que no resultaría extraño de que sí lo fuera, además a esas alturas el Hyoga que él conocía muy seguramente estaba ya consciente de que lo había estafado... Alberich se da cuenta de la expresión de Seiya y sonríe ¿acaso ese tal Hyoga resultaba de peligro?

Alberich. ¿Te sientes bien? No te ves bien

Seiya. Me siento de maravilla, Shun es mi novio ¿hay algo más sublime que eso?

El comentario del estafador no es del agrado de Alberich quien enseguida muestra una expresión de enojo misma que es notada por un Seiya que sonríe petulante y victorioso, ahora si estaba 100 seguro de que ese tal Alberich también estaba que se moría por Shun, por su Shun, pero mejor era que se fuera olvidando de él porque a esas alturas el peliverde estaba demasiado enganchado con él y difícilmente otro podía entrar en su corazón o... ¿si lo había?

Al automóvil de Shun a último momento se le había acabado la batería por lo que iban a tener que irse caminando, el restaurante no quedaba ni muy cera ni muy lejos por lo que no convenía que se fueran en un taxi así que ambos van caminando por la calle mientras conversan una que otra tontería, a Shun le parecía muy simpático su nuevo amigo, era sencillo, lindo y aunque no era muy intelectual su forma de ser era muy agradable, se notaba que no era un hombre de mundo, más bien del tipo humilde, sus gustos no eran iguales pero algunos si eran parecidos y no por eso diferían en opiniones al grado de llegar a pelearse, sin duda se complementaban muy bien...

A solo dos cuadras de llegar al restaurante Shun pisa un hoyo que se encontraba en el pavimento y al estar a punto de caerse es sostenido por los brazos de Hyoga que no lo dejan caerse, Shun un poco sonrojado voltea a verle a los ojos y ambos se miran por varios segundos, Shun serio y Hyoga sonriendo ampliamente, estaba feliz de que Shun no se hubiera hecho daño, el peliverde baja su cabeza y se aleja ligeramente de su amigo colocándole ambas manos en el pecho

Shun. Perdóname

Hyoga. No te preocupes ¿estás bien? Fue una suerte atraparte

Shun. Sí, fue una suerte que tus brazos estuvieran ahí

Hyoga. Bien, ya vamos a llegar

Hyoga suelta del todo a su amigo y éste aún sonrojado agachaba su cabeza mientras que el rubio le dice que ya están a punto de llegar encaminándose ambos hacia el restaurante y mientras caminan ambos permanecen en silencio, Shun se sentía extraño, nunca antes se había detenido a oler la fragancia del perfume de Hyoga y nunca se había dado cuenta de que tenía una presencia tan cálida e inexplicablemente el sonrojo de su rostro no podía desaparecer...

En la mesa estaban ambos pretendientes de Shun sintiéndose nerviosos, ya pasaban 15 minutos de la hora acordada y esos chicos no llegaban, no se habían caído bien y parecía que nunca iban a caerse bien, ambos enamorados de Shun y solo uno podía tenerlo pero no por eso lo sentía 100 seguro, ya que si ese tal Hyoga amigo de Shun era el mismo Hyoga a quien había estafado entonces un peligro se avecinaba.

Ante los nervios y la copa de coñac que ya había consumido Seiya se pone de pie para ir al baño quedándose Alberich solo en la mesa, a los pocos segundos de que Seiya se pusiera de pie llegan Shun y Hyoga preguntando enseguida por la mesa siendo guiados por el mesero hacia ésta, al llegar ambos el pelirosa se pone de pie para saludar con una sonrisa de oreja a oreja y sin ver a Hyoga se apresura a saludar a Shun dándole un beso en su mano derecha y después sin muchas ganas saluda a Hyoga sentándose los tres enseguida de que las presentaciones hubieren terminado...

En el baño Seiya renegaba en su interior por la presencia de ese tal Alberich, ese hombre se veía de cuidado en el sentido de que era de aquellos que no se daban por vencidos, o al menos eso parecía y lo que a él respectaba ya comenzaba a enamorarse de Shun a quien en un principio solo había enamorado para poderse acostar con él y tal vez hasta sacarle un poco de dinero pero ahora todo era distinto; el estafador sale del baño aún con las manos un poco mojadas puesto que se había olvidado de secárselas y al salir del baño ve hacia la mesa y se da cuenta de que ya Shun había llegado pero para su sorpresa sus suposiciones eran ciertas, ese tal Hyoga amigo de Shun era el mismo Hyoga a quien él vilmente había estafado, ahora sí que estaba en un aprieto pero no podía echarse para atrás, ya Alberich lo había visto y muy seguramente al notar que él no había regresado del baño se lo iba a informar a los presentes y muy seguramente Shun iba a decepcionarse de él por haberlo dejado plantado, así que no tenía de otra más que salir e ir a la mesa, ya que a Hyoga tampoco le convenía hablarle a Shun con la verdad porque al enterarse el peliverde que el rubio lo había mandado investigar él también iba a caer de la gracia de Shun para siempre por lo que no representaba un gran peligro ver a ese chico frente a frente

No estaba equivocado ya que al llegar a la mesa Hyoga lo mira como si de un desconocido se tratara y finge no haberlo visto nunca, Shun los presenta enseguida y muy contento le da un beso en los labios a Seiya frente a sus otros dos pretendientes que fruncen el ceño al mismo tiempo al ver aquel beso y después se miran el uno al otro dándose cuenta ambos de que los dos también querían a Shun

El timbre de su departamento suena y cuando abre la puerta sin mirar antes por la mirilla de la misma se da cuenta de que nuevamente su ex cuñado ha ido a verlo y no hace más que suspirar hondo y dejarlo pasar ya que si lo pensaba bien Ikki no tenía la culpa de que Shun se hubiera enamorado de otro y él no tenía por qué tirar la amistad de ambos a la basura, el hermano del peliverde se alegra de que el amor de su vida lo haya dejado pasar y muy contento entra al departamento con un pay de manzana en sus manos dándoselo enseguida a Shiryu cuando éste cierra la puerta y entra de lleno al departamento

Shiryu. ¿Y a qué debo tu visita?

Ikki. A decir verdad yo vine a decirte algo que ya no puedo ocultar más

Shiryu. ¿Algo que ocultas?

Ikki. Sí, algo que ocultaba por compromiso, pero ahora que ya no estas con él creo que es hora de decirlo

Shiryu. Dilo entonces

Ikki. Me gustas Shiryu, y me gustas mucho

Por fin después de haberlo ocultado tanto Ikki se decide confesarle sus sentimientos al ex novio de su hermano quien al escuchar tan extraña confesión no tiene otra reacción más que sonreír ligeramente aunque en sus ojos se mostraba la confusión, no se esperaba aquella confesión por parte de Ikki, además de que no era muy común que recibiera ese tipo de confesiones porque a pesar de ser atractivo y buen deportista no gozaba de mucha popularidad entre las mujeres o entre los hombres... Ikki por su parte esperaba la respuesta por parte del chico de cabello largo quien se queda en una especie de shock por varios segundos reaccionando solo cuando escucha su propio nombre en labios de aquel frente a él

Ikki. ¿Y qué me dices?

Shiryu. No sé qué decirte, además yo sigo queriendo a Shun

Ikki. Comprendo, espero no haberte quitado el tiempo, perdóname

Un poco desilusionado Ikki se da media vuelta para irse del departamento, se sentía muy tonto por haber creído por algunos segundos que su ex cuñado iba a corresponderle, pero claro, él siempre había sido el poco atractivo, al que no perseguían chicas y chicos por igual, él no era igual a Shun por quien todos siempre se morían, él no estaba a su altura e inútil era pensar que alguien que había estado antes con Shun quisiera estar después con él, ese sí que era un cambio brusco, pero incluso pensando así y para su sorpresa Shiryu se apresura y se acerca a él colocándole la mano sobre el hombro haciéndolo voltear

Ikki voltea al sentir la mano y rápidamente siente como unos labios se apoderan de los suyos haciendo que las pupilas de sus ojos se dilaten completamente, aquel beso no se lo había esperado para nada, el pay de manzana cae de las manos de Shiryu cuando estas se apresuran a atrapar la cintura de Ikki fuertemente para poder estrechar el cuerpo del chico contra el suyo, la mano derecha de Ikki se agarra fuertemente del cuello de su ex cuñado mientras cierra lentamente sus ojos y su mano izquierda se apoya en el hombro del muchacho haciendo de aquel un beso lleno de pasión pero a pesar del deseo expresado en ese beso ambos se sueltan cuando se hace necesario el aire separando por completo sus cuerpos, los dos se miran a los ojos largo tiempo hasta que Shiryu se agacha y agarra el pay de manzana en el suelo

Shiryu. Discúlpame por ese beso

Ikki. No sabes lo bien que me hizo

Shiryu. Ikki yo...

Ikki. Lo sé, quieres a mi hermano, comprendo

Shiryu. No es que no me gustes pero...

Ikki. Ya te dije que comprendo, de todos modos gracias por oírme y también por ese beso

Ahora si sintiéndose derrotado Ikki se da media vuelta de nuevo e intenta irse pero nuevamente es detenido por Shiryu quien le coloca la mano derecha sobre del hombro haciéndolo voltear enseguida, ambos se miran a los ojos y Shiryu se acerca al chico para susurrarle unas palabras a su oído, "Quédate ésta noche" le pide con un tono de voz que Ikki no puede oponerse, ese chico era el amor de su vida y le estaba pidiendo que se quedara con él, sabía a la perfección que él estaba enamorado aún de su hermano y que si le pedía que se quedara era solo porque se sentía solo y no porque lo quisiera pero aun así no podía oponerse, Shiryu no le estaba pidiendo que se acostara con él, solo le pedía que estuviera con él esa noche y él así lo iba a hacer incluso aún si Shiryu le pidiera que hiciera el amor con él aunque fuera solo sin compromiso él iba a hacerlo porque en el mundo no había persona salvo su hermano más querida por él que Shiryu, el amor de su vida...

La cena transcurre tranquila para Shun pero muy incómoda para los otros tres que se miraban unos a otros como tratando de decirse lo mucho que se detestaban, además Shun hacía intentos porque Hyoga y Alberich conversaran ya que pensaba que harían buena pareja, ambos eran buenas personas y ambos eran sus amigos así que para el peliverde eran la pareja ideal...

Haciendo gala de lo aprendido en un curso rápido de Internet Seiya se luce en la cena sabiendo sobre todas las reglas de etiqueta y sobre vinos finos mismos que no faltan en el transcurso de la cena, por su parte Alberich hablaba alegremente sobre lo apasionante que era para él la literatura y sobre los últimos libros de gran dificultad que él había leído, sin embargo Hyoga sin mucho que ofrecer cuenta los mejores chistes en su repertorio, los tres trataban de impresionar de una u otra forma a Shun quien escuchaba atento a los tres chicos presentes, sin duda todos y cada uno de ellos tenía un encanto especial...

El peliverde en su papel de casamentero le dice a Seiya que le quiere decir algo y le pide que vayan a un lugar privado para hablar, Seiya a pesar de lo tonto que es entiende por qué su novio hizo eso y accede dejando los dos a los chicos en la mesa solos guiñándole el ojo Shun a Alberich cuando se pone de pie y toma a Seiya del brazo, tanto Alberich como Hyoga quedan en silencio al estar solos, se sentían muy incómodos, ambos estaban tras los huesitos de Shun y no tenían intención de consolidar algo entre ellos pero Hyoga no aguantándose la curiosidad le hace ver a Alberich que se ha dado cuenta de su gusto por el peliverde y el chico pelirosa hace lo mismo con Hyoga

Alberich. Por el momento no me ocuparé de ti, Seiya es un peligro mayor

Hyoga. A mí no me importa si Shun no se enamora de mí, pero no quiero que un inepto estafador le quiera ver la cara de tonto, se merece algo mejor

Alberich. Mnh, algo como yo

Hyoga. Já, si como no

Ante el comentario del rubio el pelirosa frunce el ceño y gruñe ¿qué se creía Hyoga para decirle que era nada para Shun? Él si se merecía a alguien como el peliverde, no como Seiya que era un estafador de primera, el mismo Alberich se había dado cuenta de ello porque cometía muchas torpezas mismas que Shun no notaba porque estaba muy embelesado con él... pasados varios minutos la pareja feliz regresa a la mesa encontrándose con dos chicos serios con los brazos cruzados, para Seiya eso era un inconveniente ya que conveniente era para él que ambos se gustaran y dejaran a Shun por la paz, mientras que para el peliverde resultaba una lástima ya que pensaba que ambos harían una buena pareja, lamentablemente eso no se iba a poder dar porque se veía a leguas que esos dos no se atraían para nada

Shun. ¿Todo bien?

Alberich. Sí Shun ¿y tú?

Shun. También... ¿saben? Seiya y yo nos vamos

Alberich. ¿Juntos? ¿a dónde?

Shun. A mí casa

La respuesta deja a Hyoga y a Alberich con la boca y los ojos abiertos mientras que Seiya muestra una sonrisa de oreja a oreja, el peliverde había aceptado que ambos fueran a la casa de Shun porque Seiya insistía en que no fueran a su supuesto departamento que era en realidad un cuarto de Hotel de quinta

Hyoga. Pe... pero

Shun. Perdóname, sé que venimos juntos pero Alberich puede llevarte a casa ¿verdad?

Alberich. Sí, supongo

Hyoga. Mnh...

La sonrisa de Seiya se amplía aún más por las expresiones del rubio y el pelirosa, sin duda él había ganado, Shun sería suyo esa noche, ya estaba decidido y aquellos dos debían de resignarse o tal vez... ¿unir fuerzas? Sí, eso resultaba una alternativa mejor así que cuando Shun y Seiya se despiden de ambos chicos y comienzan a caminar hacia la entrada Alberich finge que un fuerte dolor de estómago lo ataca y grita haciendo que la pareja voltee encontrándose con un Alberich tirado en el suelo mientras se agarra fuertemente el estómago y a un Hyoga tratando de ayudar al chico, Shun se asusta y corre hacia sus amigos mientras que Seiya los ve completamente molesto, a él no lo engañaban, esos dos se habían puesto de acuerdo...

El pay de manzana se encontraba consumido hasta la mitad, Ikki y Shiryu se habían encargado de que así fuera y ahora se encontraban viendo la televisión sentados en el amplio sofá de la sala del departamento de Shiryu, veían una entretenida serie de televisión y mientras veían el episodio Ikki volteaba de vez en cuando para observar el hermoso rostro de Shiryu, ese que amaba desde hace mucho tiempo, Shiryu por su parte notaba esas miradas y cuando Ikki volteaba de nuevo a la televisión era su turno de ver a su acompañante, así hasta que sin querer ambos coinciden y se miran volteando enseguida a ver la televisión, para Ikki era costumbre eso de la tensión sexual porque Shiryu siempre le había gustado pero para Shiryu era algo nuevo, nunca había experimentado con su amigo eso que se denominaba tensión sexual y mientras observaba la televisión se imaginaba que le hacía el amor, un sonrojo se apoderaba de todo su cuerpo y comenzaba a sentirse más incómodo mientras que Ikki recordaba el beso de hace apenas un par de horas, sin quererlo y pedirlo comenzaba a excitarse...

Sin poderse aguantar más Ikki se pone de pie dispuesto a irse de ese departamento a pesar de que ya había aceptado quedarse a pasar la noche, si seguía ahí sin duda iba a hacer algo de lo cual tal vez iba a arrepentirse y la razón por la cual pudiera hacer eso era porque tal vez al estar haciéndolo con Shiryu el chico iba a estar pensando en Shun, cosa que de solo pensarlo le hacía tener un fuerte escalofrío

Ikki. Mejor me voy, Shun va a preocuparse

Shiryu. Por favor no te vayas

Ikki. Es que no puedo, si me quedo yo... no resistiré más

Shiryu. Es que yo no pido que te resistas

Ambos chicos se miran intensamente, ahora sí no había marcha atrás, o tomaban la oportunidad con sus manos o la dejaban ir para siempre porque no iba a haber otra oportunidad, no iba a haber circunstancia igual, éste era el momento así que muy decidido Ikki se acerca a su ex cuñado y lo sujeta fuertemente del cuello atrayéndolo a él y robándole un beso que no queda sin corresponder pues Shiryu toma nuevamente a Ikki entre sus brazos y hacen el beso más apasionado mientras jadean y comienzan a descender al suelo sin soltarse, hasta que están acostados separando sus labios

Shiryu que estaba arriba de Ikki lo mira profundamente y el hermano de Shun estira sus manos rodeando ambas mejillas de Shiryu y nuevamente se dan un beso pero sin cerrar los ojos, ésta vez se veían fijamente a los ojos, el chico de cabello largo se levanta del cuerpo de Ikki sentándose sobre las caderas del chico y comienza a quitarse las ropas hasta que queda completamente desnudo dejando al descubierto ese cuerpo casi tan perfecto que hace que Ikki de solo verlo se muerda fuertemente el labio inferior, como había deseado ese momento

Las manos de Shiryu se dirigen al pantalón de Ikki y le quita el cinturón seguido del botón y por último el cierre bajando la prenda ligeramente al igual que el boxer pero sin quitárselo por completo, nuevamente Shiryu se acomoda y toma el erecto miembro de Ikki comenzando a introducirlo en su entrada comenzando él a bajar por ese mismo miembro penetrándose de forma lenta hasta estancarse en el tope jadeando ambos

Shiryu aprieta sus manos sobre el abdomen de Ikki y armándose de valor comienza a embestirse gimiendo por el dolor, no estaba acostumbrado a ser el uke aunque ese papel era de su total agrado y mientras lo hacía Ikki cerraba con fuerza los ojos cada vez que sentía el tope de su miembro en el interior del chico de cabello largo, Shiryu comienza a imprimirle velocidad a las embestidas que se hacía hasta que el líquido de Ikki llena su interior haciendo que ambos giman complacidos aunque aún Shiryu no se liberaba por lo que saca el miembro de Ikki de su entrada y se baja del cuerpo del chico, Ikki respira unos segundos y después se limpia el sudor, se sentía un poco agotado pero sabía lo que seguía, era su turno así que se sienta y quita por completo sus ropas inferiores seguido de la camisa que en todo momento había traído puesta y se acomoda abriendo sus piernas, Shiryu se lame los labios y se acerca al chico, Ikki cierra los ojos al pensar que Shiryu lo penetrará…

Pero para su sorpresa Shiryu se dirige a la parte inferior donde comienza a acariciar los glúteos del chico, Ikki jadea de lo bien que se siente y se queja de dolor cuando siente dos dedos de Shiryu entrar a su cavidad y explorarla, el hermano de Shun comenzaba a gemir, no se imaginaba que Shiryu fuera tan buen amante, el de cabello largo saca sus dedos y le deja el camino libre a su lengua que disfruta completamente de ese orificio, pero Ikki no puede más ante la tortura y suplica que entre en él, necesitaba sentirlo dentro, sentir ese tibio y delicioso líquido en su interior, sentir que Shiryu se lo daba todo, porque él de Shiryu necesitaba todo por lo que el de cabello largo atiende a la súplica levantando el rostro e hincándose mientras se acomoda entre las piernas del chico, sostiene ambas con sus manos y comienza a entrar en él hasta el tope

Ikki intenta agarrarse de algo ante la intromisión pero al no haber nada cerca por instinto se levanta un poco quedando apoyado de sus codos topándose la mirada de ambos, Shiryu comienza con las embestidas mientras ambos siguen mirándose a los ojos, Ikki apretaba con fuerza sus ojos y cierra sus piernas en la cintura de Shiryu quien comienza a descender hasta quedar acostado nuevamente sobre Ikki continuando con las embestidas pero ambos fundiéndose en un apasionado beso, sus lenguas batiéndose en un sensual duelo y un hilo casi imperceptible de saliva saliendo de la comisura de sus labios, pronto el miembro de Ikki comienza a despertar nuevamente, aún era rápido para otra erección pero la pasión era tal que eso no había importado, Shiryu se aleja un poco de nuevo de Ikki y baja su mano hasta el miembro del chico comenzando a masturbarlo pero sin bajar el ritmo de sus penetraciones

Ikki estaba al punto del delirio, sus ojos cerrados se abrían por instinto comenzando a ver nublado y a gemir con más lentitud pero completamente hechizado, Shiryu aprieta con fuerza las piernas de Ikki e imprime más velocidad a sus embestidas pero por mucho esforzarse no logra el orgasmo hasta que siente el líquido de Ikki sobre su mano comenzando a brotar el suyo dentro de Ikki gimiendo con fuerza ambos a la vez que unos cuantos choques eléctricos les atacan la región abdominal, sus respiraciones profundas y rápidas y el sudor bañando todo el cuerpo les hacen sentir una gran paz, toda esa pasión desbordada les había robado el aliento...

Poco a poco Shiryu sale de Ikki y se coloca a su lado cerrando los ojos y suspirando hondo, el hermano del peliverde completamente agotado por el acto sexual cierra también sus ojos unos segundos pues después se gira ligeramente quedando apoyado solo con su codo izquierdo y voltea a ver fijamente a Shiryu mientras con su mano derecha acaricia el pecho del chico

Ikki. Estuviste maravilloso

Shiryu. Tú también

Ikki. Shiryu, nunca te pediré que me ames pero por favor, júrame que mientras lo hacíamos no pensaste en mi hermano

Shiryu. Ikki...

Ikki. Por favor, júramelo

Shiryu. No pensé en Shun, te lo juro

Con una gran sonrisa por las palabras de Shiryu, Ikki se agacha y le besa los labios acostando su cabeza sobre el pecho del chico mientras se acuesta en el piso, el de cabello largo lo abraza solo con una mano y mira hacia el techo, la mirada de Ikki al hacerle la petición anterior se había quedado grabada en su memoria, nunca, ni por un solo segundo le hubiera pasado por la cabeza que él le amara y mucho menos que algún día se iban a entregar a una pasión tan desbordada como la de hace un par de minutos, sin duda la vida siempre estaba cargada de muchas sorpresas...

Pero para sorpresas la de Seiya cuando tiene que resignarse a que ese día Shun tampoco iba a ser suyo porque Alberich y Hyoga eran muy buenos actores y el peliverde había caído redondito ante el susodicho malestar de su amigo pelirosa, aunque obviamente él no había caído en ese truco para nada, el peliverde intenta llamar a una ambulancia pero Alberich se niega pretextando que en su casa podrá reponerse con un poco de cuidado y un delicioso té sabiendo que con decir esto Shun se iba a ofrecer para ser su enfermero ya que sabía que el chico vivía solo, Hyoga y Seiya también se ofrecen para pasar la noche con Alberich con tal de que Shun no se quedara solo con él en el departamento y así los tres se quedan en casa de Alberich donde lo atienden siendo Shun el coordinador de todas las actividades hasta que agotado el peliverde se queda dormido en el sofá más amplio de la sala, Hyoga va por unas sábanas y tapa al chico sonriendo tiernamente mientras le acaricia los hermosos cabellos verdes yéndose después al cuarto de Alberich donde está Seiya ahí

Hyoga. Ya deja tu actuación a un lado

Alberich. ¿Solo yo actúo?

Hyoga. Mnh...

Seiya. Déjense de tonterías y aclaremos las cosas de una buena vez

Alberich. ¿Qué cosas hay que aclarar?

Seiya. Que yo soy el novio de Shun y ustedes están de más

Hyoga. Eres su novio gracias a tus fraudes

Alberich. ¿Fraudes?

Hyoga. Verás...

Seiya. Ey, tú cállate

Seiya y Hyoga se ven rudamente mientras el primero señala al segundo como diciéndole, "si hablas yo también lo hago" así que ambos dejan esa discusión dejando a Alberich con un gran signo de interrogación en su cabeza, no entendía de que fraudes hablaba Hyoga aunque algo se podía imaginar por el concepto que Shun tenía de ese chico y lo que él había podido ver de Seiya...

A la mañana siguiente Shun despierta poco a poco y acordándose de lo mal que se había sentido su amigo Alberich la noche anterior se levanta preocupado dirigiéndose a la habitación del chico y cuando llega sonríe ampliamente, Seiya y Hyoga estaban dormidos en el suelo de la habitación, eso le tranquilizaba, se notaba que su novio y su amigo también se habían preocupado y habían pasado la noche cuidando del chico, que orgulloso se sentía pero lo que Shun no sabía es que los tres habían dormido en la misma habitación en signo de un pacto con en el lema "lo más alejado de Shun" que consistía en que todos dormirían ahí para que ninguno osara acercarse al peliverde y hacerle cosas extrañas mientras dormía, de ser así los demás iban a darse cuenta...

Dadas las 10 de la mañana los tres chicos enamorados de Shun se despiertan gracias al penetrante olor a comida misma que estaba siendo preparada por el peliverde para los chicos, los tres se miran a los ojos y sin decirse nada se levantan al mismo tiempo y corren a la cocina, no querían que ninguno de ellos estuviera solo con Shun, el peliverde los ve llegar y muy sonriente les pide que se sienten y cuando lo hacen les sirve uno a uno su respectiva ración sirviéndose él al último sentándose al lado de Seiya a quien le da un beso en los labios haciendo que los otros dos los miren atentos y con el ceño fruncido, debían idearse otro plan para no dejar a Seiya y Shun solos ya que podían retomar la decisión de la noche anterior pero para desilusión de Alberich que propone un día de campo Shun les dice que ese día no puede ir a ningún lado porque ese día es el aniversario de la muerte de sus padres y su hermano y él visitaban la tumba de los señores, los presentes se quedan en silencio y Seiya se ofrece primero para acompañar a los hermanos pero Shun se niega, ese era un momento familiar así que Seiya no tiene más remedio que resignarse, Alberich y Hyoga no insisten así que terminado el desayuno el peliverde se va despidiéndose y dejando a los tres chicos en el departamento de Alberich

Hyoga. Yo también ya me voy

Alberich. Ya era hora, no recuerdo haberlos invitado

Hyoga. Lo sabemos pero no te íbamos a dejar solo con él

Seiya. Es verdad, Shun es mi novio y ustedes parecen no entender

Alberich. Eso pronto va a cambiar

Seiya. Eso crees tú

Alberich. Estoy seguro

Hyoga. Déjense de tonterías ¿qué ninguno piensa en lo que quiere Shun?

La pregunta de Hyoga es contestada por los dos chicos con un rotundo ¡NO! volteando al mismo tiempo con el rubio quien molesto por la respuesta se da media vuelta y sale del departamento del chico, ¿acaso él era el único que realmente quería y pensaba en el bien de Shun? Porque él no pretendía que el peliverde se enamorara de él, el rubio solo quería el bienestar de Shun y sabía que ni Seiya ni Alberich se lo podían dar... antes de tomar el autobús Hyoga es alcanzado por Seiya quien había salido del departamento de Alberich segundos después de que el rubio lo hubiera hecho

Hyoga. ¿Qué quieres?

Seiya. Será mejor que te alejes de Shun

Hyoga. ¿Bajo qué condición me dices eso?

Seiya. Con la condición de que soy su novio

Hyoga. Me engañaste y lo estás engañando a él

Seiya. Tú no entiendes, amo a Shun

Hyoga. Si como no

Seiya. Aunque te cueste creerlo

Hyoga. Aunque así fuera eres su novio gracias a engaños, pero yo estoy dispuesto a decirle la verdad aunque también me afecte, eso con tal de que no esté con un estafador como tú

Seiya se queda sin respuesta a las palabras de Hyoga quien se da media vuelta y se aleja del estafador para subirse a su autobús que ya estaba estacionado en la parada, el novio del peliverde se queda pensando en lo que Hyoga le había dicho y reflexiona un poco, sería mejor que él le dijera la verdad a Shun aunque eso no le convenía, pero si él primero le decía la verdad a Shun podía cambiar un poco los hechos volteándolos en contra de Hyoga y a favor de él... Seiya llega a su habitación de Hotel de quinta y decide que sería buena idea pedir una pizza ya que tenía mucha hambre a pesar de que la cena de la noche anterior había sido muy abundante, menos mal que Alberich había pagado la cuenta porque él estaba en la total miseria tratando de aparentar algo que no era comprándose mucha ropa fina con el dinero que le había quitado a Hyoga con la estafa, lo bueno era que la pizza en los alrededores era barata y eso si podía pagar...

A los 30 minutos de que ha pedido su pizza Seiya escucha que tocan a la puerta de la habitación y se levanta tomando el dinero para pagar y se acerca para abrir llevándose una gran sorpresa cuando lo hace, el repartidor era el mismo Alberich que cuando ve a Seiya se sorprende tirando la pizza al suelo, los dos cruzan miradas y Alberich intenta huir pero Seiya lo agarra con fuerza del brazo impidiéndole que se vaya, lo jala haciéndolo entrar al cuarto y levanta la pizza del suelo cerrando después la puerta, el novio de Shun se comienza a reír y le avienta a Alberich el dinero de la pizza

Seiya. ¿Eres un repartidor de pizza?

Alberich. Es un trabajo decente

Seiya. No digo que no lo sea pero si mal no recuerdo ayer en la noche Shun platicaba emocionado que eras un altruista con mucho dinero que era sumamente culto y no sé qué tantas fregaderas más

Alberich. Y si yo mal no recuerdo Shun comentaba anoche cosas parecidas de ti pero veo que eres un maldito pordiosero que vive en una pocilga

Seiya. Cállate

Alberich. Veo que ambos mentimos para ser de su agrado ¿verdad?

Seiya. ¿Qué hiciste tú?

Alberich. Lo vi en una galería de arte donde yo llevaba una pizza

Seiya. Yo también actué donde mismo

Alberich. Ahora comprendo a que se refería Hyoga

Seiya. Hyoga, ese maldito

Alberich. ¿Es de peligro?

Seiya. Bastante

Alberich. Entonces deberíamos...

Seiya. Acabar con él

Los dos estafadores asienten con la cabeza y después se comienzan a reír, sin duda era una buena idea acabar primero con Hyoga y después hacerse pedazos entre ellos, Seiya sabía muy bien porque Hyoga representaba un peligro para sus planes de conquista y se los hace ver a Alberich a quien le cuenta la historia desde que Hyoga lo contrato y Alberich también le cuenta como comenzó con su mentira explicándole también que el departamento que supuestamente era de él no era de él ya que él solo lo cuidaba cuando los dueños estaban de viaje y había aprovechado eso para que Shun no viera que aún vivía con sus padres en una pequeña casa bastante humilde y también le cuenta que los ahorros del año se los había gastado en la cena de la noche anterior para impresionar a Shun, sin duda ambos eran muy buenos estafando pero solo uno iba a resultar ganador...

Regresando del panteón Shun e Ikki no se mostraban muy animados, sus padres habían muerto en un accidente hace un par de años cuando aún eran muy jóvenes, pero al menos se tenían uno al otro e Ikki se había encargado muy bien de su hermano menor... Ikki se mete a su habitación, se sentía muy cansado, la noche anterior había sido muy intensa e ir al panteón siempre lo fatigaba, mientras que Shun se sienta en un mueble de la sala a pensar un poco mientras oía una música ligera pero sus pensamientos son interrumpidos cuando el timbre del departamento suena y él se pone de pie para abrir encontrándose con Hyoga que portaba en su mano un ramo de flores, Shun sonríe y lo deja pasar

Shun. Hyoga...

Hyoga. Quería ir al panteón a dejarle estas flores a tus padres pero sabía que era un momento que tú querías pasar con tu hermano así que te las traje

Shun. Eres tan...

Sin siquiera terminar la frase Shun se acerca a Hyoga y con lágrimas en sus ojos lo abraza tiernamente siendo correspondido por el rubio con solo su mano derecha porque en la izquierda sostenía las flores, pero el peliverde un poco apenado suelta a Hyoga y se disculpa pero el rubio le hace ver que no hay problema, Shun agarra las flores y busca pronto un florero donde ponerlas para que no se marchitaran pidiéndole a Hyoga que tome asiento y después él se sienta a un lado de él comenzando a platicarle sobre sus padres y aquel accidente comenzando a llorar pero siendo abrazado por Hyoga quien escucha atento la historia de Shun; a los pocos segundos Ikki sale de su habitación y observa a un par de metros a los chicos sonriendo tiernamente, difícilmente Shun hablaba sobre ese tema y verlo expresándose de esa forma le alegraba, ese tal Hyoga debía de ser muy especial para Shun para hacerlo hablar sobre ese tema

Continuará...



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