El jardín de las delicias
Capítulo 2: Fiesta de Aniversario
En la ostentosa ciudad de New York
se desarrolla ésta historia, dicha ciudad había visto nacer al grupo The Wings
no hace mucho tiempo, 1 año para ser exactos, por eso se encontraban festejando
el aniversario del grupo, se trataba de una gran fiesta, personas de la prensa
estaban presentes, algunos fans también había logrado incorporarse al ambiente
de festejo, el lugar del evento era casi enorme pues se trataba de una gran
fiesta, el lugar poseía una gran piscina que se encontraba en el jardín
principal de la casa, porque el lugar de la fiesta era una casa, la cual
pertenecía a Trowa, baterista del grupo, él era rico no solo a causa de lo bien
que le iba al grupo sino porque a la muerte de sus padres había heredado una
gran fortuna, de hecho, él había sido el responsable de financiar al principio
al grupo antes de que Zechs fuera su representante.
En el jardín, el cual poseía una
gran riqueza en flores, se encontraban Heero y Duo, vocalista y guitarrista
respectivamente, ambos estaban sentados en el césped del jardín y con una copa
de un buen champaña a la mano, Duo tenía ya bastantes minutos hablando sin
siquiera dar oportunidad a Heero de decir algo y esa situación tenía totalmente
molesto a su compañero
Duo. A poco no es verdad? ninguno de
nosotros y te lo puedo asegurar, pudo imaginarse que tendríamos tanto éxito,
porque después de todo prácticamente éramos unos Don nadie, y si no fuera
porque Trowa nos financió al principio yo no sé cómo le hubiéramos hecho porque
imagínate, esas tontarronas de Dark Sound nos hubieran acribillado y...
Heero: ¡¿Podrías ya guardar silencio
Duo?!
Duo. Uy, pero que carácter, yo no sé
cómo hemos logrado soportarte, porque mira que un año no pasa en balde y
nosotros hemos sido condescendientes contigo porque...
Heero mira irritado a Duo y sin más
se levanta del césped dejando a Duo con la palabra en la boca, realmente era
sorprendente como Duo podía hablar y hablar sin cansarse de hacerlo y además
sin darse cuenta que molestaba a los demás, obviamente la actitud de Heero
había molestado a Duo y sin dudarlo se levanta también del césped y acercándose
a su compañero derrama sobre sus pantalones el contenido de la copa,
rápidamente Heero lo mira con desprecio
Duo. Jajajaja, pero que tonto te ves
¿acaso te hiciste del baño Heero?
Heero. ¡Baaaka!
Duo. ¿Qué significa eso?
Heero. Que te lo interprete mi dedo
Heero levanta sin remordimientos su
dedo medio a la vez que sonríe para después darse media vuelta e irse,
ignorando casi por completo todos los insultos que Duo le decía sin parar, al
cabo de unos segundos cuando Heero se ha retirado y Duo por fin ha dejado de
decir groserías llega Trowa y posando su mano derecha sobre la cadera de Duo
comienza bajarla haciendo que éste reaccione propinándole una bofetada
Duo. ¡¿Qué demonios haces?!
Trowa. Intentando tocarte el trasero
Duo. ¡¿Cuánto has bebido hoy?!
Trowa. No lo sé
Duo. ¡Púdrete!
Duo se va casi echando chispas, no
era usual que Trowa hiciera esas cosas, de hecho nunca las había hecho, no al
menos con él ya que la fama de Trowa estaba en tener a muchas mujeres a su
alrededor, las llevaba a su casa, les hacía el amor, despilfarraba su dinero en
regalos caros para ellas y al final las desechaba como zorras inservibles, pero
seguramente esa actitud se debía completamente al alcohol, tal vez alguna droga
pues ellos al ser estrellas rock eran muy propensos a ese tipo de vicios y
Trowa vaya que lo era, de hecho, los cinco habían probado alguna vez un tipo de
sustancia tóxica o a veces hierba, pero eso no importaba, igual había intentado
invadir terreno prohibido y eso no lo olvidaría al menos hasta que pudiera
cobrarse
La velada era realmente buena, la
fiesta había alcanzado niveles insospechados, casi se podía decir que se había
salido de control, en la piscina miles de parejas se bañaban desnudas, la
música tenía un volumen muy alto, el licor y una que otra droga no faltaban,
los policías de los alrededores estaban sobornados para que aquellos
"excesos" no fueran denunciados a la jefatura de la policía, también
habían pleitos dentro de la casa, miles de personas en un caos total llenaban
casi por completo la casa por dentro y por fuera aunque era un poco más
tranquilo el ambiente eso no exentaba el que estuviera lleno de disturbios.
Quatre quien poseía la inocencia que
a los otros cuatro les faltaba se paseaba por el jardín principal de la casa
viendo como personas que ni siquiera conocía invadían la piscina de la casa de
Trowa sin una pizca de decencia, en su caminar ve no muy a lo lejos a Wufei
casi acostado sobre el césped, recargado de espalda sobre sus codos, fumaba un
pequeño cigarrillo de marihuana, aún se encontraba un poco sobrio, miraba las
estrellas muy pensativo, Quatre lo observa detenidamente, su pecho estaba totalmente
descubierto, no llevaba camisa, solamente sus pantalones, sus zapatos se
encontraban a un costado, Quatre se acerca a donde está su compañero y le
sonríe amablemente pero Wufei seguía ensimismado, Quatre se sienta a un lado de
su amigo
Quatre. ¿En qué piensas?
Wufei. En nada, solo me doy un toque
Quatre. Eso es malo para tu salud
Wufei. Sí, y eso lo hace deseable
Quatre. Me preocupa cuando se
drogan, Trowa está hasta atrás, alucinado ¿sabes?
Wufei. Así quiero estar, alucinando,
olvidar el pasado, ya sabes... volar
Quatre. ¿Pasado? no entiendo
Wufei. Olvídalo
Wufei apaga su cigarrillo en el
césped y se pone de pie, al hacerlo rápidamente se marea un poco y vuelve a
caer sentado, Quatre intenta ayudarlo pero él se niega
Quatre. Estás mal
Wufei. ¿Te parece? jajajaja
Quatre. Wufei
Wufei. Eres lindo Quatre, nunca
cambies
Wufei pasa delicadamente su mano por
el rostro de Quatre pero él rápidamente la quita
Quatre. No me toques así
Wufei. Perdón... para la otra te
hago el amor
Quatre. ¡Basta!
Wufei. Era una broma amigo
Wufei se retira mientras ríe, Quatre
se queda sentado en aquel lugar mientras un notorio rubor se apoderaba de su
rostro, jamás había escuchado en Wufei ese tipo de comentarios, él solía ser un
poco serio, aunque no tanto como Heero y Trowa, de hecho, poco sabían de él, de
lo poco que sabían es que él era de origen chino y que llevaba escasamente
cuatro años viviendo en New York, Wufei se negaba a platicar algo sobre su vida
estando en China, además había vivido un tiempo en Boston después de haber
abandonado su país natal, y eso era prácticamente todo lo que sabían,
ignoraban, de hecho, si tenía alguna clase de familiar u otros amigos aparte de
ellos y Sally, ya que Wufei tampoco hablaba de eso.
Entonces Quatre comienza a recordar
tiempos pasados en los que felizmente vivía como cualquier otro chico de su
edad, al lado de su padre y sus hermanas, su madre había muerto hacía muchos
años y poco la recordaba pero eso no quitaba el hecho de que la quisiese mucho,
él era de descendencia Árabe ya que había nacido en aquel país lleno de vicios
(EUA), pero eso no quería decir que no supiera mucho sobre su cultura
ancestral; en pleno apogeo de sus pensamientos llega Catherine a aquel sitio
donde se encontraba Quatre y se sienta a su lado sacándolo de sus recuerdos,
ella le sonríe amablemente y él le contesta, ellos se llevaban muy bien, a
diferencia de Duo quien no perdía la oportunidad para hacer enojar a Catherine,
porque hacerla enojar era tan fácil como hacerlo con Heero quien no soportaba
al trenzado aunque el verdadero motivo para no hacerlo no era exactamente el
que Heero aparentaba.
Catherine. Te vi muy pensativo
¿recordabas algo?
Quatre. Sí, mis años junto a mi
familia
Catherine. Ya veo, ellos no te
apoyan con esto ¿verdad?
Quatre. Así es, hace más de un año
que no nos hablamos
Catherine. Lo siento
Quatre. No importa
Catherine. ¿Y no has pensado en
dejarlo por tu familia?
Quatre. ¿Dejar la música? eso no, me
gusta mucho tocar... recuerdo que cuando era muy pequeño mi madre me enseñaba a
tocar el violín y cuando ella murió yo no quería volver a tocar ningún otro
instrumento pero después de un tiempo encontré en la música el método para
llenar mi soledad
Catherine. Entonces comenzaste a
tocar el bajo
Quatre. Sí, dos años después de eso
conocí a Trowa, me invito a formar un grupo y el resto ya lo sabes
Catherine. Si ¿sabes una cosa?
cuando hablas de mi hermano un brillo singular acompaña esos ojos celestes que
tienes
Un gran rubor marca el rostro de
Quatre, jamás creyó que su pequeño gusto por el baterista fuera a notarse a ese
grado, Catherine ríe pícaramente un poco al notar ese lindo rubor que emanaba
del rostro de su bello amigo y colocando su mano sobre el hombro de Quatre le
regala una linda sonrisa; a ella no solamente Quatre le caía muy bien, sino que
también lo consideraba un buen partido para su hermano
Catherine. Venga hombre, no te
ruborices
Quatre. Es que yo... yo
Catherine. No hace falta que me
digas nada, es más, yo te ayudaré
Catherine le guiñe un ojo a Quatre y
después se pone de pie, el chico rubio le sonríe nerviosamente a su amiga y aún
con rubor en su rostro, ella se aleja del lugar, a lo lejos Quatre distingue la
silueta de Trowa y se pone de pie decididamente a acercarse a su amigo cuando
de repente todas las luces de la casa se apagan, Quatre se detiene en seco y
mira rápidamente a su alrededor tratando de encontrar un poco de luz para poder
avanzar pero era imposible, ya era muy de noche y no había casas muy cerca,
además el alumbrado público no era mucho y además se encontraba un poco
distante, hacia el boulevard.
Las personas que estaban en la casa
llegan a impacientarse y a echar de gritos, pues la música también había dejado
de sonar, unos habían comenzado a golpearse entre sí sin razón aparente, la
gente de la prensa tampoco se salvaría, y otro que tampoco se salvaría sería
Trowa pues los camarógrafos tenían gran parte de la acción grabada en sus
cámaras de video y al día siguiente en los periódicos y noticieros aparecería
la nota con el escándalo, y eso podría atraerle problemas legales, ya que una
cosa era tener a la policía local sobornada y otra muy distinta enfrentarse a
la policía estatal.
Después de varios minutos de caos
una pequeña luz al fondo se enciende y el escándalo cesa ya que los presentes
que se encontraban en el jardín y otros tantos que estaban dentro de la casa
voltean hacia esa pequeña luz, de repente una voz suena desde atrás de un
micrófono aunque no podía verse la persona a quien pertenecía
Voz. ¡¿Se divierten en ésta fiesta?!
Ningún presente responde a tan
extraña pregunta, en cambio se miran unos a otros como intentando descifrar con
la mirada de quien se trataba pero no pudiendo reconocerla siguen con la
incógnita, pero alguien entre los presentes si la reconoce al instante, se
trataba de Heero, él era el único que había lograba reconocer aquella voz ¿y
cómo no hacerlo? si esa misma voz lo había atosigado durante mucho tiempo hasta
que un día él mismo le había dado fin a tan horrible acoso
Voz. ¡Pregunté si se divertían!...
es obvio que no... Porque nosotras no fuimos invitadas!
Una nueva luz aparece dando a
conocer al dueño de tan extraña voz, se trataba de nada más y nada menos que
Reelena, vocalista del grupo Dark Sound, pero no solo ella había asistido sin
invitación al evento, también las otras tres estaban ahí; a los pocos segundos
otra luz al lado de Reelena hace notar que Hilde se encontraba a su lado y a la
vez otra luz al otro lado de Reelena aparece y ahí estaba Dorothy, no muchos
segundos después aparece una cuarta luz y ahí se encontraba un poco apenada
Sally, ya que ella no quería irrumpir en la fiesta de ese modo, de hecho, Wufei
le había hecho una cordial invitación, pero sus compañeras de grupo habían
logrado convencerla de tan ridículo acto de presencia.
De repente, un sonido muy potente
que emanaba de una guitarra comenzaba a sonar en forma pesada, ya que el estilo
de música de Dark Sound era muy metal, incluso las integrantes solían vestirse
de forma particular, como si trataran de dar una imagen de rebeldes; tras
aquella guitarra se encontraba Hilde quien comienza a tocar una de las
canciones del repertorio del grupo, la multitud comienza a sentir la música y a
reaccionar ante ella mientras los miembros de The Wings, desde diferentes
puntos, veían como aquella música atraía al público y su semblante se vuelve de
enojo, incluso Quatre, quien no solía enojarse con facilidad, Duo corre
aprovechando que hay más luz y se dirige muy apresurado a donde sabe que se
encuentra Zechs, él y Traize bebían pacientes una copa de vino, habían
escuchado perfectamente lo que pasaba a la entrada del jardín pero habían
decidido no prestarle atención, ya vería Zechs luego cómo se las arreglaba con
Noin para echárselo en cara, pero en ese momento solo quería disfrutar un buen
vino al lado de su buen amigo Traize
Duo. ¡¿Por qué estás tan paciente
aquí sentándote?!
Zechs. Relájate, ven, te presento a
nuestro amigo Jack Daniels
Duo. ¡Deja de beber! ¿Qué no ves lo
que están haciendo esas tontarronas de Dark Sound?
Zechs. No las veo, las oigo
Duo. ¡Deja de hacerte el chistoso!
Zechs. Por favor ten calma, ya
veremos la forma de vengarnos de ellas, tranquilo
Duo. ¡Eso no! pediré que preparen
nuestros instrumentos
Zechs. Pero Duo
Duo. ¡¿Qué no sabes que las odio?!
no puedo dejarme vencer por esa tonta de Hilde
Zechs. Y vaya que esa niña sabe
tocar la guitarra eléctrica
Duo. ¿De qué lado estas?
Traize. Has caso a Zechs, después se
vengarán de esas tontas
Duo. ¡Ustedes no comprenden!
Duo se va muy enojado de donde se
encontraban los dos amigos mientras ellos echan a reír, realmente Duo odiaba a
las chicas de Dark Sound, él solía ser muy caprichoso muchas veces, el trenzado
quería ser el mejor guitarrista del mundo (así decía él) y no se iba a dejar de
nadie, ese tipo de personalidad la había adquirido desde antes de estar en
secundaria, ya que él era huérfano de padre y madre y se había criado en un
orfanato, ahí sus compañeros solían tratarlo muy mal no solo porque él antes
era un chico muy tímido, sino también por su aspecto casi femenino por portar
aquella trenza, pero si algo adoraba Duo era su cabello, tenía vagos recuerdos
de su madre cuidándole tan apreciable atributo y por eso lo cuidaba con tanto
recelo, a causa de eso él se había vuelto una persona que trataba de
demostrarle a los demás y a sí mismo que podía ser el mejor en lo que se
propusiese.
Entonces Duo llega a donde se
encontraba Heero y le propone que ataquen a las chicas con su sonido pero éste
se niega, Duo se enoja con su compañero por su apatía y antes de volver a irse
corriendo lo llama con un par de groserías, mismas que Heero ignora, al estar
corriendo Duo tropieza accidentalmente con Trowa cayendo ambos al piso, él
encima de su compañero baterista, Trowa se aprovecha y aprisiona el cuerpo de
Duo con sus manos sobre la espalda del trenzado pero él sin dejarse abrazar por
mucho tiempo logra darle a Trowa un rodillazo en la entrepierna haciendo que él
irremediablemente lo suelte y lleve sus manos hacia donde está su miembro
tratando de aminorar el dolor
Continuará…
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