lunes, 22 de febrero de 2016

El jardín de las delicias

Capítulo 30. Cuando el amor no es suficiente


Regresar a New York y volver a respirar aquel precario pero a la vez delicioso aire contaminado por el smog de la gran metrópoli fue un suceso que le llenó de satisfacción, hacía un día espléndido, el sol se alzaba entre pequeñas nubes blancas que se movían rápidamente por el cielo, el clima era tan espectacular en comparación con la horrible isla donde estuvo durante tantos meses, aislado, condenado a un futuro incierto, pero ahora todo eso estaba en el pasado, ahora su presente era Duo, imaginaba su reencuentro, el trenzado correría a sus brazos y volverían a amarse, se perdonarían todas las heridas del pasado, nada volvería a separarlos. No solía ser tan positivo, pero su amor era grande y había vivido un verdadero infierno en aquella isla, se sentía un hombre diferente

Habían viajado en un avión privado, librándose de la horrorosa prensa que seguro los esperaría en el aeropuerto si hubieran llegado en un avión comercial. Traize continuaba en Canadá, aún se preparaban para arreglar su traslado a una clínica mental en New York, pero el regreso de Heero apremiaba, además él se encontraba ansioso por volver, había intentado comunicarse a casa de Trowa pero fue imposible, los teléfonos habían sido cambiados hace meses, cuando tuvieron que reforzar las medidas de seguridad, incluso cambiaron sus celulares, el único contacto que podrían tener era con Richard, a quien no habían podido localizar, Mark lo llamaba una y otra vez sin respuesta, hasta el momento él y Hilde eran los únicos enterados de que Heero estaba vivo y ambos habían acordado en primero hablar con Richard, no podían simplemente manejar las cosas con imprudencia, en los medios de comunicación aún no se hablaba bien del asunto, la situación estaba manejándose cautelosamente aunque algunos periodistas ya estaban al acecho, esperando tener la exclusiva de aquella historia casi de película.

Llegaron a unas oficinas de gobierno, ahí esperarían noticias de Richard y aunque Mark hacía tiempo que no trabajaba con la Ley se encontraba ahí, había ido en apoyo porque así se lo habían pedido, después de todo era quien más conocía a Richard

Hilde y Mark llegaron rápidamente al lugar, la chica de Dark Sound estaba aún conmocionada, sin poderlo creer, había querido correr con Relena y contárselo, decirle que Heero estaba vivo, el amor de su vida, el hombre al que amó tanto y que con su partida se llevó todo lo que había en su alma, pero no podía, así lo habían acordado ella y su prometido. Heero estaba al tanto de lo sucedido en los juicios, sabía que solo Dorothy y Dermail estaban detrás de todo, había leído todos los documentos, las resoluciones de la corte, absolutamente todo, naturalmente estaba indignado, bastante molesto, por culpa de la estúpida ambición e idiota capricho de Dorothy habían vivido el peor horror, Zechs estaba muerto, él casi muere y Traize había perdido la razón, además de todos los otros daños colaterales, Duo, su precioso Duo había estado en la cárcel y dentro casi muere también, The Wings había sido destruido desde su interior, desde sus más valiosos cimientos, ellos, Dorothy había destrozado la vida de muchas personas, no podía siquiera imaginar el dolor de todos alrededor, de su querido Duo, de sus amigos, de las demás chicas de Dark Sound, a quienes sin duda la rubia también les había robado todos sus sueños.

La vida estaba descompuesta, se habían movido los crueles hilos del destino, todo por culpa de sus ambiciones, por el poder, el dinero, que arrogantes monstruos habían sido Dorothy y su abuelo, ellos solo unas víctimas, pero nada de eso podía ser remediado ya, debían continuar, seguir sus vidas de forma dolorosa, pero con mejor cara al futuro, así veía las cosas Heero en esos momentos, mientras esperaba una respuesta de parte del abogado que Trowa había contactado y de quien Heero prácticamente no sabía nada, ni siquiera del romance que éste mantenía con Duo, su Duo, la persona a quien más deseaba ver

Hilde. No lo puedo creer, de verdad estás vivo

Aunque nunca fueron amigos y jamás se dirigieron antes palabras o miradas ella lloraba, conmocionada, por momentos pensó en Noin, en que ella y su pequeño hijo aún podían ser una familia junto con Zechs, ella aún no sabía detalles, ignoraba que solo 2 de los 3 habían vuelto con vida. Heero la miró casi con tristeza pero mantuvo su mirada serena, mientras ella se acerca hasta él, mirando fijamente aquellos impenetrables ojos, sonríe emocionada

Hilde. ¿Dónde está Zechs? Noin ha sufrido demasiado con esto, cuando se entere…
Heero. Está muerto

La respuesta inmediata de Heero la deja helada, Hilde abre más amplio los ojos y trastabilla un poco, dejando de sollozar mira fijamente a Heero, luego mueve la cabeza en negativa un par de veces, él la mira fijamente y vuelve a sentir tristeza, sin demostrarlo, tan solo se miran fijamente, Mark se acerca a ella y sujeta sus hombros por la espalda, tratando de tranquilizarla

Hilde. No es verdad…
Heero. Lo siento, Zechs murió horas después del accidente, solo Traize y yo sobrevivimos

Había querido decir otra cosa, que ese horror no fuera verdad, que los tres habían vuelto salvos y sanos pero no era así, Zechs estaba muerto, no volvería jamás, Hilde vuelve a llorar, ésta vez no eran lágrimas de sorpresa y felicidad, ahora estaba triste, pensaba en su amiga Noin, en su pequeño bebé, realmente era un niño sin padre, por momentos mientras iban rumbo a ese lugar los imaginaba juntos a los tres, siendo una hermosa familia, pero había sido una falsa ilusión

Hilde. Esto es horrible, Zechs merecía vivir, era un hombre bueno

Lloraba y sus hombros se agitaban, Mark la sostuvo en todo momento, apoyándola, Heero lo miró detenidamente, no sabía quién demonios era él aunque no le importó mucho, en aquella salita de los juzgados estaban ellos tres y otras personas, personal del gobierno, unos policías y un fiscal, solo necesitaban saber de Richard, ponerse de acuerdo y someter al ex vocalista de The Wings a un proceso judicial, la acusación con Dorothy estaba hecha, pero un testimonio como el de Heero y las nuevas pruebas hacían que la condena fuera mayor y que no podría haber tratos, así Dorothy estaría en la cárcel el resto de sus días

Mark. Intentaré llamarlo de nuevo

Dice el prometido de Hilde luego de unos momentos, ella ya se encontraba más tranquila, sentada en una de las sillas de la salita, pensativa, cabizbaja. Luego de un par de intentos más por fin alguien contesta la llamada de Mark, éste hace una seña al fiscal de que saldrá de la salita y enseguida se sale

Richard. Sí, dime
Mark. ¿Por qué te has desaparecido? No respondes las llamadas, sé que estás en Italia haciendo nacer el amor pero acá se ha presentado una situación que…
Richard. Lo sé

Al oír que lo interrumpe Mark no vuelve hablar, esperaría una explicación, estaba muy confundido al respecto

Richard. En el canal Canadiense, sé que está vivo
Mark. ¿Qué? Con mayor razón debes estar aquí…
Richard. Un día por favor
Mark. ¿Un día?
Richard. Necesito un día completo con Duo, te prometo que después le diré la verdad, lo pensé mucho estos días, no puedo retenerlo ni mentirle, si se quiere ir con él no haré nada, pero necesito despedirme, por favor
Mark. Richard…
Richard. Evité las llamadas intencionalmente, mañana en la noche se lo diré, te lo juro
Mark. Estamos en los juzgados ¿Qué les digo?
Richard. Que no puedo regresar, inventa algo, más pronto que tarde retomaremos el caso, pero hoy y mañana no por favor
Mark. En unas buenas me metes, veré que hago
Richard. Muchas gracias Mark, adiós

Sin despedidas sentimentales ni más palabras Richard cuelga el teléfono, dejando a Mark un poco molesto pero también preocupado, su amigo era el tipo de persona responsable y diligente a quien no le gustaba mucho saltarse las normas ni hacer cosas incorrectas, pero ahora por Duo estaba actuando de maneras irresponsables. Sonríe con amargura, pensando en su amigo y la cruel separación que se avecinaba. Mark entra de nuevo a la salita y mira a los presentes, se dirige hacia el fiscal y le habla al oído, explicándole alguna cosa que no era cierta, excusando a su amigo y que ese asunto debía esperar, no había más remedio que acatar, la cuestión legal se aplazaría, al saberlo Heero se siente hasta cierto punto aliviado, eso daba pie a que él pudiera buscar a Duo

Heero. Necesito ir a casa de Trowa Barton
Mark. Yo te llevaré si me lo permites, pero no podemos solo llegar ¿no crees? Necesito prepararlos con la noticia ¿Qué piensas?
Heero. Te agradezco, está bien
Hilde. Heero ¿puedo pedirte un favor?

Interrumpe la chica luego de secar sus últimas lágrimas, Heero la mira en espera de su petición

Hilde. ¿Puedes ir antes con Noin? No quiero que se entere por otros medios
Heero. ¿Noin? ¿Lucrezia Noin?
Hilde. Ella y Zechs eran amantes

Al oír esas palabras Heero se queda pensativo, como si no supiera aquello, después recuerda que de algún modo lo sabía y asiente

Heero. ¿Qué hay con ella?
Hilde. Tuvieron un hijo Heero, pero Zechs jamás lo supo, Noin iba a decírselo apenas volviera de su viaje

La confesión toma por sorpresa a Heero, aquella información si le era desconocida, mira a la chica unos instantes a los ojos y luego agacha la mirada

Heero. Lo siento mucho
Hilde. Verte la llenará de esperanza, pero debe saber enseguida que no, no debe hacerse ilusiones, es muy cruel todo esto
Heero. Entiendo
Mark. ¿Te parece si vamos con Noin y los dejo a Hilde y a ti ahí? Iré a casa de Trowa, los pondré al tanto y luego iré por ti, de ésta forma no se impresionarán tanto ¿Qué dices?
Heero. Está bien

Aunque moría de ganas por ir primero a casa de Trowa y abrazar a Duo sabía que tenía un cierto deber moral con Zechs, después de todo había muerto prácticamente entre sus brazos, él vio apagarse la luz de sus ojos por última vez. Entonces así partieron los tres, rumbo a casa de Noin, Mark los dejó sin siquiera bajarse del auto y se dirigió a casa de Trowa, se sentía un poco nervioso, no sabía que iba a pasar, aquella noticia era muy fuerte

Hilde. Bien, aquí vamos

La chica suspira una vez antes de tocar el timbre del departamento, Noin levanta el interfono del otro lado

Noin. ¿Diga?
Hilde. Soy Hilde
Noin. Ya te abro
Hilde. Espera…
Noin. ¿Qué sucede?
Hilde. Vengo con alguien, por favor trata de estar lo más relajada posible ¿está Relena ahí?
Noin. Sí, pero ¿Qué sucede?

La ex manager de Dark Sound se encontraba bastante desconcertada, su amiga no solía presentarse con semejantes misterios, aquello la puso nerviosa, pensó en Dorothy, en que quizás Hilde estaba siendo amenazada y que la rubia estaba junto a ella, para cuando abriera entonces se metería a su departamento y robaría a su bebé, aquello sería una venganza, de pronto estaba demasiado asustada, tanto que guarda silencio

Hilde. ¿Estás ahí?
Noin. Dime que pasa, ¿Quién está contigo? Contesta
Hilde. Lucrezia, Zechs está muerto
Noin. ¿Qué?

Sin entender a qué se refería se preocupa aún más, ¿a qué venía decir eso ahora? ¿Acaso quería hacerle daño recordándoselo? Noin siente una opresión en el estómago

Noin. ¿Por qué me dices eso?
Hilde. Porque viene alguien conmigo que te puede hacer pensar lo contrario, cuando lo veas no quiero que te hagas ilusiones, por eso te lo digo, perdóname, sinceramente, perdón
Noin. ¿De qué estás hablando? Dorothy está contigo ¿verdad?
Hilde. No, claro que no. Viene… Heero está conmigo

Al decir aquello Hilde siente un enorme peso menos de encima, mientras que Noin se siente mareada, si había escuchado bien aquello le resultaba una especie de pesadilla, no podía siquiera pensar que el que alguien de los tres estuviera vivo era buena señal, porque Hilde estaba siendo clara, Heero estaba vivo, pero Zechs no, ni siquiera pasó por su mente Traize, a quien nunca soportó, en esos momentos solo pudo pensar que Zechs estaba tan muerto como siempre y que su hijo seguía siendo huérfano de padre. Hilde se preocupa al no escuchar respuesta, al no percibir si quiera un susurro de parte de Noin

Hilde. ¿Sigues ahí? ¿Estás bien? ¡Noin!
Noin. ¿Por qué me dices eso? ¿Por qué mientes así?
Hilde. No es mentira, lo juro
Noin. ¡No te creo! Vete por favor

La voz de Noin en el interfono sonaba tan dolida que Hilde también se sintió así

Heero. No miente

Sin poder evitar más mantenerse al margen la voz de Heero suena a través del interfono de manera tan fría y solemne como siempre, Noin siente un escalofrío que le recorre de pies a cabeza, identificaba esa voz, la había escuchado tantas veces que era inconfundible. Se queda muda, completamente paralizada, su peor pesadilla estaba ahí, la prueba final de que Zechs estaba muerto, que jamás volvería, creía haberlo superado, pero no era cierto, solo se mentía a sí misma para ser fuerte, para sacar adelante a su hijo y seguir con su vida, pero la muerte de Zechs le seguía afectando tanto como el primer día, sin poderlo evitar rompe a llorar y los dos que se encontraban en la parte inferior del departamento tan solo escuchan sus sollozos, los ojos de Hilde se comienzan a poner rojos y en silencio unas lágrimas le recorren la piel del rostro, tan gélidas como el corazón de Noin en esos momentos, volviéndose a romper

Heero. Es mejor que nos vayamos
Hilde. Pero…
Noin. ¡No!

Haciendo una pausa en su llanto les pide que no se vayan, necesitaba ver a Heero, tenerlo enfrente y comprobar por segunda vez que efectivamente estaba vivo, no quería que él solo fuera una voz, necesitaba verlo y terminarse de morir por dentro. La puerta principal del edificio se abre gracias a la desactivación del seguro eléctrico y ellos dos pueden entrar por fin, suben en silencio mientras Hilde trata de dejar de llorar, la puerta del departamento de Noin estaba abierta. Relena no estaba junto a la ex manager, la chica dormía en su habitación, desde hace tiempo permanecía en ese estado, dormía demasiado, como si jamás quisiera volver a despertar. Al entrar ambos al departamento cierran la puerta, Noin permanecía de pie, frente a la ventana de la sala, poco a poco se gira hacia ellos y al ver a Heero siente que sus piernas pierden fuerza, pero se mantiene firme, tan solo se cubre la boca con la mano derecha y evita llorar

Heero. Lo siento mucho, es verdad, Zechs no sobrevivió, solo Traize y yo

Su explicación hace sentir a Noin miserable, aquel era prácticamente un milagro y su amado Zechs no estaba incluido en él, no pudo evitar romper en llanto, desvaneciéndose en el sillón de su sala, Hilde corre hacia ella e intenta consolarla, pero no existía el consuelo. Heero mira la escena con cierto estoicismo, pero también lograba sentir pena, después de todo él y Traize vieron morir a Zechs, aquel suceso hizo que su compañero de naufragio perdiera la razón, ahora estaba loco y quién sabe si algún día cobraría la cordura… Dentro de su habitación Relena comienza a despertar, el llanto de Noin llegaba hasta su habitación como un susurro, no era extraño oírla llorar a veces, recordando su gran pérdida, así que no le extrañó, sin embargo la sensación de sentirse sedienta la obligó a ponerse de pie, tenía varias horas sin comer pero no tenía hambre, tampoco se sentía débil a pesar de los 7 kilos que había perdido en las últimas semanas.

Con cuidado se pone de pie y sale de la habitación, lo primero que ve es a Noin derrumbada en el sillón, llorando y siendo consolada por su ex compañera Hilde, ver ahí a la chica no le resultó extraño, Hilde las visitaba muy seguido, tampoco siente necesidad de acercarse y consolar a Noin, su propia situación se lo impedía, era incapaz de consolar a quien fuera, por eso sabía que la indicada era Hilde, así que continúa avanzando a pasos lentos, agachando la mirada, ve a unos metros un par de zapatos negros y alza la mirada, encontrándose con la fría figura de Heero observando a ambas mujeres, todo su cuerpo es presa de un estremecimiento que le hace exclamar un gemido inconsciente, aquello hace voltear a Heero y a Hilde, el primero topa su mirada con su némesis, la ex vocalista del grupo que los llevó a la desgracia, Relena pierde los estribos y luego de avanzar con algunos pasos apresurados hacia él pierde el conocimiento, por instinto Hilde se levanta y se acerca a ella

Hilde. Relena… ¡Por Dios Relena!
Heero. Se puso muy pálida

Noin levanta la mirada a pesar de sus lágrimas y ve a la chica, su ahora protegida, se levanta del sillón y se acerca a ella

Noin. Heero, Relena estaba enamorada de ti

La confesión de la ex manager de Dark Sound no causa impresión a Heero, sabía lo de Relena desde hace mucho tiempo, incluso antes de que se volvieran rivales, se habían conocido hace muchos años. Heero la mira con cierto aire de compasión y se agacha, la toma entre sus brazos y la lleva hasta el sillón donde antes lloraba Noin, la acuesta y tanto Hilde como Noin se acercan, observándola

Noin. Ha estado sumida en una terrible depresión, no solo te amaba Heero, ella y Dorothy tenían una extraña relación sentimental, saber tu muerte y el hecho de que ella la provocó sin duda fue un suceso terrible para ella. No sé qué hará cuando despierte, es mejor que te vayas Heero
Heero. No, esperaré a que despierte
Noin. ¿Qué?

No solo Noin, sino también Hilde se sorprenden por la determinación de Heero, no tenía ninguna obligación de quedarse y sin embargo lo estaba haciendo

Heero. Es lo único que puedo hacer por ella. Nunca la soporté, lo confieso, pero me conmueve su situación
Hilde. Eres muy bueno Heero
Heero. Nada de eso…
Noin. Heero, necesito saber de Zechs

El ex vocalista de The Wings voltea hacia ella, Noin terminaba de limpiar sus lágrimas, luego lo miró con aire fuerte, decidido

Noin. ¿Cuánto tiempo vivió?
Heero. No sobrevivió más de la primera noche, fue el único de los tres que salió herido cuando se estrelló el avión
Noin. ¿Cómo fue? ¿Dijo algo antes de morir?
Heero. ¿Por qué quieres atormentarte?
Noin. ¡Necesito saber! Yo sabía que esperaba un hijo suyo y no quise decírselo por teléfono, necesitaba tenerlo frente a mí, él pudo haber luchado por su vida si hubiera sabido que sería padre, era su mayor sueño, y yo se lo arrebaté, me siento culpable de su muerte
Heero. No es así… perdió mucha sangre y su herida se infectó, no había modo de que sobreviviera, no te culpes

Las lágrimas vuelven a caer pero ésta vez Noin no solloza, llora en silencio, agradecía que consuelo que Heero intentaba darle pero no era suficiente

Heero. Antes de morir, Zechs nos pidió a Traize y a mí que te dijéramos que hasta el último momento nunca dejó de pensar en ti

Al oír la confesión del chico ésta vez Noin vuelve a derrumbarse llorando, nunca dudó del gran amor de Zechs por ella, lástima que duraron muchos años alejados uno del otro, todo por culpa del orgullo, porque quizás el amor no era suficiente para derrumbar todas las barreras que se alzaron entre los dos. Se habían reconciliado, sí, pero el tiempo fue corto, aunque gracias a ello pudieron concebir un hijo juntos, ahora ella tenía un recuerdo eterno de él, un hijo al cuál proteger

Heero. Zechs murió en brazos de Traize y él perdió la razón
Noin. ¿Qué?
Heero. Está loco, no recuerda nada, ni siquiera a Wufei, está en una clínica psiquiátrica, pronto lo trasladarán a New York

Aunque nunca le cayó bien, Noin no puede evitar sentirse mal por él, sabía, después de todo, que él y Zechs habían sido los mejores amigos, que incluso se habían acostado en una ocasión

Noin. Lo lamento mucho
Heero. Viví un verdadero infierno en esa isla, yo podía ver y oír a Zechs, creí que me volvería loco, pero pensar en Duo y nuestro futuro me hicieron sobrevivir, estoy seguro que si Zechs no se hubiera lesionado al caer el avión habría sobrevivido gracias a tu recuerdo
Noin. Muchas gracias Heero, no tienes idea de lo que significan para mí tus palabras

Aunque ya no lloraba aún se encontraba conmocionada, demasiadas emociones en tan poco tiempo, pero estaba agradecida, Heero era un buen hombre, dándole palabras de consuelo y esperando a que Relena, su eterna enemiga, pudiera despertar y verlo, seguro aquello representaría un gran consuelo para la chica

Mark lo dudó un poco antes de llamar al timbre de la casa de Trowa, sabía que tenía ese deber, lo había prometido a Heero, el hombre que podía hacer infeliz a su mejor amigo de por vida, pero debía hacerlo, el hallazgo de su supervivencia no tardaría en hacerse del conocimiento de todos los medios de comunicación, más pronto que tarde estarían ahí de nuevo, esperando por testimonios y entrevistas, era mejor si él se adelantaba y les informaba de la situación. Catherine abre personalmente la puerta, alegrándose de ver al ex policía ahí, después de todo sabía perfectamente que era amigo de Richard y que estaba de su parte, había sido de muy buena ayuda

Catherine. Buenos días, pásate
Mark. Gracias… ¿están todos los miembros de la casa?

La hermana de Trowa cierra la puerta en cuanto le escucha hacer esa pregunta y camina hacia él, luego le indica con la mano que pase a la sala, Mark obedece y se sienta, luego ella le sigue, Irea no tarda en unirse a ellos, había escuchado el timbre

Catherine. ¿Qué pasa?
Mark. Necesito darles una noticia y es muy fuerte
Catherine. Por Dios
Mark. No te asustes, no es mala noticia
Catherine. Casi me da un infarto ¿De qué se trata?
Mark. Sobre Heero, Traize y Zechs
Catherine. ¿Qué dices? No entiendo
Mark. ¿No está Trowa? Quatre o Wufei
Catherine. Wufei sí, espera…

Rápidamente y sin esperar a nada Catherine echa a correr escaleras arriba, entra a la habitación de Nataku pues imaginaba que Wufei estaría ahí, al hacerlo provoca un pequeño ruido y rápidamente Wufei le hace una seña de que se calle, llevándose un par de dedos a los labios, la pequeña dormía

Wufei. ¿Qué sucede? No hagas escándalo por favor
Catherine. Es Mark, está abajo, dice que nos dirá algo importante, a todos
Wufei. ¿Qué puede ser tan importante para querer vernos a todos?
Catherine. No sé, pero mencionó a Traize y a los otros

Al oír aquel nombre que aún le escocía el alma Wufei abre amplio los ojos, mira hacia su pequeña para asegurarse de que aún duerme y hace una seña a Catherine de que lo siga y avanzan hacia la puerta

Wufei. ¿Qué?
Catherine. No me dijo más
Wufei. Vamos pues

Ambos se alejan cerrando lentamente la puerta y se dirigen hacia la parte de debajo de la casa, ahí estaba Mark, sentado con gesto afligido y cerca de él, de pie, se encontraba Irea

Wufei. Hola Mark
Mark. Hola

El amigo del abogado se levanta para estrechar la mano de Wufei y luego vuelve a sentarse, Wufei se sienta en otro de los sillones y Catherine junto a él

Wufei. Como sabrás, Duo hace un par de meses que no vive aquí, Trowa y Quatre han ido a Hawái unos días, regresan si mal no recuerdo hoy por la noche, si es tan urgente eso que quieres decir entonces ya puedes hacerlo
Mark. Entiendo…

Luego de mirar al ex guitarrista unos instantes, el ex policía suspira profundamente, guarda silencio unos momentos y después observa a todos los presentes, sonríe nerviosamente

Mark. No sé cómo comenzar…
Wufei. Solo dilo
Mark. Encontraron el avión privado donde viajaban sus amigos, se estrelló en el mar, a varias millas marítimas de la costa Canadiense

Explica para comenzar, causando no un gran impacto, aunque Wufei no puede evitar visualizar la escena, el avión estrellado, los restos en el mar y sus amigos y Traize en el fondo, descansando desde hacía tanto tiempo. El chino siente una pequeña opresión en el pecho pero se mantiene firme, mirando atentamente a Mark

Wufei. ¿Es todo? ¿Localizaron la caja negra?
Mark. Mejor que eso, hubo sobrevivientes
¡¿Qué?!

No solo Wufei, sino las otras dos chicas se sorprenden por la afirmación de Mark, esperaban oír cualquier cosa menos eso, sin duda estaban sorprendidos, el ex guitarrista incluso se pone de pie y avanza hacia Mark, mirándolo casi aterradoramente a los ojos, si el amigo del abogado había dicho "hubo sobrevivientes" quería decir que al menos uno o dos, pero no los tres, comenzó a sentir un estremecimiento tal que casi pierde el equilibrio, Catherine por su parte comienza a llorar, ni siquiera podía sentir si era por alegría o por tristeza, ya que ella había entendido igual que Wufei, aquella frase significaba que no todos habían sobrevivido, por su parte Irea estaba muy sorprendida, sin alguna otra emoción, después de todo no los había conocido, pero le parecía fascinante que después de tanto tiempo de naufragio hubiera sobrevivientes de aquella tragedia

Wufei. ¡Habla ya!
Mark. Lo lamento, Zechs no sobrevivió

Explica el ex policía al fin, Wufei se sorprende de aquello, aunque desde hace tiempo los imaginaba muertos a los tres, confirmar al fin que uno de ellos realmente lo estaba le provocaba una sensación muy diferente, una tristeza distinta a la anterior

Catherine. Pobre Zechs… ¡Y Noin! Cuando se entere
Mark. Heero está con ella en estos momentos
Wufei. ¿Heero? ¿Ya está en New York? Eso quiere decir que…

"Traize" aquel nombre de nuevo le volvió a escocer en todas sus heridas, Traize estaba vivo ¡Vivo! Y más cerca de él de lo que imaginaba, una sensación de egoísta alegría le embargó, lo volvería a ver, su Traize estaba vivo, el corazón le latía de prisa y no puede evitar asomar una sonrisa, pero de nuevo piensa en Zechs y en lo egoísta que estaba siendo en esos momentos, él podía derramar lágrimas de felicidad en esos momentos mientras que Noin, en algún otro lado estaría derramando lágrimas de amargura

Wufei. ¿Dónde está Traize?
Mark. Traize…
Wufei. Sí ¿está con Heero? Quiero verlo, necesito…
Mark. No se puede…

La interrupción de Mark desconcierta a Wufei, quien guarda silencio, Catherine lo mira fijamente y después al ex policía, el chino pronto se muestra enfadado

Wufei. ¿Por qué?
Mark. Traize sigue en Canadá, no está bien
Wufei. ¿No está bien?

Aquellas palabras le hacen pronto sentir una terrible angustia, no podía Mark presentarse ante él y decirle que el hombre que amaba seguía vivo y después decirle algo como eso, era como elevarlo al cielo y hacerlo caer de golpe a la tierra, a una realidad que no quería ver

Wufei. ¿Está muy grave? ¿Se lesionó mucho?
Mark. Perdió la razón, según dice Heero, Zechs murió en sus brazos y desde entonces está loco, perdón si uso esa palabra, lo lamento
Wufei. Lo…co…

Aquella noticia no podía digerirse tan fácilmente, Wufei de pronto siente que las piernas le traicionan y trastabilla, Irea se acerca a él para auxiliarlo pero el chino dirige una mano hacia ella en señal de indicarle que está bien y ella desiste

Catherine. No puede ser, pobre Traize

La hermana de Trowa estaba muy sensible al respecto, aquello en lugar de parecer solo buenas noticias estaba resultando más alarmante de lo que debería, Zechs estaba efectivamente muerto y ahora Traize había perdido la cordura, era como estar dentro de una película de terror, no podía siquiera imaginar cómo sería eso, el único que parecía estar bien del todo era Heero

Wufei. No puede ser, Traize… mi Traize

Sin poderlo aguantar más Wufei vuelve a sentarse en el sillón frente a Mark, agarrándose fuerte las sienes, de pronto el llanto de su bebé rompe el silencio del ambiente y por instinto Wufei levanta la vista, intenta ponerse de pie pero vuelve a trastabillar, entonces Irea se dirige hacia él

Irea. Yo voy, no te preocupes, ustedes quédense aquí
Wufei. Gracias

Mark observa fijamente a Wufei, por su forma de reaccionar pudo darse cuenta que entre él y Traize había algo más que una amistad, sin embargo no quiso pensar mucho en eso, miró a Catherine y la observó llorar, se veía tan frágil y desprotegida que lo hizo sentir mal. En silencio la chica lloraba y Wufei permanecía quieto, sumido en sus pensamientos

Mark. Iré por Heero, se lo prometí
Wufei. Heero…

Por segundos Wufei se sintió aliviado, él y el ex vocalista habían forjado una fuerte amistad antes de la tragedia, le daba mucho gusto saber que seguía con vida, aunque después recordó a Richard, cuando Duo se enterara que estaba vivo… ¡Duo! Casi lo olvidaba…

Wufei. ¿Heero sabe lo de Duo y tu amigo? ¿Se lo dijiste?
Mark. No, no soy el indicado, no me meteré en ese asunto
Wufei. ¿Y Richard…?
Mark. Sí, lo sabe
Wufei. ¿Y Duo? ¿Ya sabe que Heero vive?
Mark. No, Richard se lo dirá mañana
Wufei. Entiendo…
Mark. Sé que todo esto es muy difícil para ustedes, quise decírselos antes de que vieran a Heero, si lo veían simplemente quizás ocurriría una terrible conmoción, además él mismo quiso ver a Noin
Wufei. Aunque no lo parezca, Heero es muy bondadoso
Mark. Lo sé…

Por momentos el silencio vuelve a reinar, luego el ex policía suspira profundamente y se pone de pie, mira a Wufei y después a Catherine

Mark. Me marcho, regreso al rato con Heero
Wufei. Sí, muchas gracias

El chino también se pone de pie para estrechar la mano de Mark, mientras Catherine lo mira desde el sillón, aún se le veía muy sorprendida por lo que había escuchado. El amigo de Richard se marcha y en cuanto lo hace Wufei se deja caer sentado de nuevo en el sillón, una maraña de emociones se acumula en su cabeza, Zechs muerto, Heero vivo y su amado Traize también, aunque "loco de remate" por usar una expresión, se sentía bien y a la vez se sentía mal, extraño, conmocionado, Catherine lo mira y sonríe conciliadoramente

Catherine. Debes ser fuerte Wufei, así como lo has sido estos últimos meses
Wufei. No sé cómo sentirme, estoy feliz y a la vez me siento desdichado ¿Es todo esto un castigo?

El ex guitarrista mira hacia la hermana de Trowa y ella no encuentra que decir, se queda callada durante unos momentos mientras ambos comparten una mirada

Catherine. Míralo más como una prueba ¿Sí? Saldrás de esto como has salido de lo demás, es lo que Sally habría querido, además tienes que ser fuerte por tu hija
Wufei. Lo sé… Gracias…

Afligido tan solo baja la cabeza unos instantes, Catherine entiende que necesita estar solo y se levanta de su asiento, se acerca a él para palmearle la espalda en un gesto de amabilidad y después se va, dejándolo ahí, solo, para meditar…

Cuando Relena abre los ojos, acostada en aquel frío sillón, lo primero que ve frente a ella es la silueta difuminada de Heero, conforme se adapta a la luz se da cuenta que no solo es una silueta, algo que se desvanece ante ella, sino algo real, tangible, palpable, era Heero, quizás otro de sus atormentadores sueños, pero todo parecía indicar que no, confundida y exaltada se levanta un poco del sillón, sin dejar de ver al ex vocalista de The Wings, Heero la miraba fijamente y Relena no prestaba si quiera atención en la presencia de Hilde y Noin al otro extremo de la sala

Relena. Heero… ¿Eres real?

Levantando su mano la dirige hacia Heero hasta tocar la piel de sus mejillas, él no hace ningún movimiento por evitarlo y es la misma Relena quien aparta la mano, le ardía como si hubiera tocado carbón incandescente y pronto sus lágrimas comienzan a brotar, lágrimas de felicidad, no podía creer lo que estaba frente a ella

Heero. Lo soy…
Relena. Por Dios

Totalmente aturdida se cubre el rostro con ambas manos y comienza a llorar con fuerza, agachando la cabeza hasta las rodillas, todo su cuerpo temblaba en un alud de emociones que jamás creyó sentir, Heero mientras tanto la observaba, no podía creer aquel efecto que estaba causando en ella, pero era incapaz de consolarla, tan solo podía verla llorar y permanecer a su lado mientras se calmaba. Del otro extremo de la sala estaban las otras dos mujeres, observando, Hilde había querido ir con Relena para abrazarla pero Noin se lo impidió, en aquellos momentos a la única persona que Relena necesitaba era a Heero

Relena. Esto es un milagro, estás vivo

La chica lo mira cuando deja de llorar tan agitadamente y aún con lágrimas saliendo a borbotones de sus ojos vuelve a tocar la piel de su rostro, luego se aleja otra vez, hacía mucho tiempo que había dejado de pensar en él como una posibilidad, ya no lo anhelaba estando con ella, amándola, pero verlo ahí, vivo y cerca de ella no tenía manera de explicarlo, saberlo vivo era una alegría en sí misma

Heero. Ya no tienes porqué vivir en sombras Relena, vive en paz
Relena. Lo he tratado… pero incluso sabiéndote vivo no sé qué rumbo tomar… ¿Sabes? El amor toma rumbos tan complejos…

Como si se hubiera perdido en sí misma la chica se queda callada, mirando al vacío, Heero la mira de nuevo fijamente, sin emitir sonido durante varios segundos

Heero. Dorothy eligió un mal camino, no vale la pena que pienses siquiera un poco en ella…
Relena. Dorothy… las cosas pudieron ser tan distintas… debe pagar por todo lo que hizo

Ésta vez las lágrimas silenciosas de Relena tenían otro motivo, por mucho que lo deseara las cosas no podían volver hacia atrás y debía aprender a vivir sin sujetarse a sus sentimientos por alguien más, Heero o Dorothy, no tenía ningún caso aferrarse a ninguno, pero continuar sola era su mayor temor

Heero. Debo irme, he cumplido aquí…

Dedicándole una última mirada amable Heero se pone de pie, Relena levanta la vista y luego se pone de pie también, lo mira con agradecimiento, su corazón latía rápido, el amor que sentía por él quizás era muy distinto al que sintió alguna vez, pero no dejaba de ser fuerte y estaba muy agradecida con él por su gesto de quedarse a su lado aunque fuera unos minutos

Relena. Gracias por todo

Se miran a los ojos unos momentos, sin moverse, luego Heero asiente en silencio y le da la espalda, dirigiéndose hacia Hilde y Noin

Heero. En otra ocasión me gustaría conocer a tu hijo
Noin. Claro que sí. Se llama Milliardo, era el verdadero nombre de Zechs

La ex manager de Dark Sound sonríe al decir aquellas palabras y Heero vuelve a asentir

Hilde. Esperemos abajo a Mark
Heero. Sí

La ex guitarrista sonríe con amabilidad y se aleja hacia Relena, le da un fuerte abrazo y se despiden, después se despide de Noin y ella y Heero salen del departamento, al cerrarse la puerta Noin mira hacia Relena, observándola de forma maternal

Noin. ¿Estás bien?
Relena. Está vivo Lucrezia, siento mucha alegría
Noin. Pero no eres feliz ¿verdad? Ni siquiera sabiéndolo vivo eres feliz

Al oír aquella pregunta Relena agacha la mirada y niega con la cabeza, luego levanta de nuevo la cabeza y observa a su amiga, sus ojos parecían mostrar ira

Relena. Si Dorothy no hubiera hecho todo eso… si tan solo… ¿Por qué Noin? Yo sabía que estaba loca y era arrogante, pero me hizo sentir lo que ningún hombre fue capaz de hacerme sentir, yo podría haberla aceptado, estar a su lado… pero no es buena y debe pagar, se merece la cárcel, merece un castigo
Noin. Lo sé y lo lamento mucho, de verdad

Sin tener más que decir Relena tan solo se queda ahí, de pie, Noin se acerca a ella y la abraza con fuerza, en aquellos meses se habían hecho muy unidas, Relena nunca había sido cercana a su mamá, pero en Noin había encontrado la protección y el cariño como si fuera su propia madre, solo ante ella era capaz de desahogarse de ese modo.

Trowa ayuda a Quatre a cargar su maleta mientras él también cargaba la propia, el rubio bobeaba de cuando en cuando por los aparadores del aeropuerto, en unos minutos más debían registra su equipaje para partir rumbo a New York, habían decidido adelantar su regreso un par de horas, en las noticias habían pronosticado lluvias y deseaban irse antes de que éstas cayeran sobre Hawái

Trowa. Espérame aquí, registraré el equipaje
Quatre. Sí

Con una linda sonrisa el rubio se acerca a su novio y le da un beso en los labios, no le importaba si los veían, hace tiempo habían decidido que no se ocultarían más, en New York aún nadie los había visto aunque ya antes se especulaba de la homosexualidad de Quatre, y claro, la de Trowa a raíz de los rumores con Duo. El ojiverde se aleja mientras el ex bajista se acerca a otro de los aparadores, había decenas de postales para los viajeros, no había tenido mucha oportunidad de tomar fotos mientras estaban ahí y deseaba llevarse un par de estas, mientras las mira en la pantalla del televisor de la tienda comienzan a transmitir una noticia, el volumen era muy bajo y Quatre no alcanza a escuchar, así que no presta atención, continúa viendo las postales

Chica. ¡Mira! Ese es el cantante del que te hablé

Se escucha una voz atrás de Quatre, una vivaracha jovencita que se acercaba hacia donde estaba él, pero mirando el televisor, el rubio no repara en ella aunque la había escuchado hablar, pero entonces ella se dirige hacia la dependienta del lugar

Chica. ¿Puede subirle el volumen? Por favor, es una gran noticia

La dependienta hace caso a la petición de la entusiasta chica y sube el volumen de la televisión para que ella y su amiga puedan escuchar las noticias. Quatre sigue viendo las postales, relajado y sonriente

Reportera. En tan solo un par de horas la noticia se ha hecho viral en redes sociales a pesar de que los noticieros y la policía se mantuvieron recelosos al respecto, recordemos que el grupo The Wings…

En ese momento al oír el nombre del grupo Quatre levanta la vista hacia la televisión, ya no estaba Heero en pantalla, sino una joven Reportera y su acompañante

Reportera. Ha pasado por una terrible situación en los últimos meses, además del juicio que se abrió contra el Sr. Dermail, dueño de la disquera donde estuvo firmado el grupo, el hallazgo de dos investigadores Américo-Canadienses puede cambiar el rumbo de la situación jurídica que enfrenta Dorothy Catalonia, miembro del grupo de Rock Dark Sound y prófuga de la justicia no solo por fraude, sino por el asesinato de Chris Marly, Zechs Marquise y el intento de homicidio de Heero Yuy y Traize Kushrenada

Quatre. ¿Intento de homicidio?

Al oír aquellas palabras Quatre siente una opresión en el pecho

Chica. Casi me desmayo hace una hora cuando vi la noticia en internet ¿te das cuenta? Lo creí muerto amiga, pero no lo está

En ésta ocasión las palabras de la chica no pasan desapercibidas para Quatre, quien no duda en acercarse a ella, con las postales en la mano, temblaba de pies a cabeza

Quatre. ¿Qué dices?

La chica, que no había reparado en él pronto lo identifica, emocionada se queda completamente muda, mirando a su ídolo frente a ella, hablándole

Chica. ¡Quatre! Mira amiga, es Quatre

Su acompañante no le entiende del todo porque no conocía al grupo del que su amiga era fan, así que tan solo la observa

Quatre. ¿De qué estás hablando? ¡Dime!
Chica. De la gran noticia ¿qué no sabes?

Sorprendida de que el propio compañero de grupo de Heero no lo sepa la chica señala la televisión, Quatre mira hacia allá pero solo estaba la Reportera de momentos atrás, cuando va a mirar de nuevo a la chica cambia la escena, nuevamente mostraban a Heero dirigirse hacia la salida de abordaje para ir de Canadá a EUA, eran imágenes de hace varias horas, al verlo Quatre abre ampliamente los ojos y sus pupilas se dilatan, entonces deja caer al suelo las postales, ambas manos le temblaban fuertemente

Quatre. Heero… vive… ¡Heero!

Completamente conmocionado Quatre se dobla hacia el frente, sujetándose con fuerza el estómago, cientos de sensaciones le invaden por completo, como si miles de sentimientos se agolparan en su cuerpo y cae de rodillas, la chica, su amiga y la dependienta del lugar se acercan a él para auxiliarlo, pero Quatre no terminaba de reaccionar, era como si estuviera en shock, tan solo recibiendo esas sensaciones, seguía temblando

Trowa. ¡Hey! ¿Qué hacen?

El ojiverde había visto a Quatre en el suelo y a las chicas rodeándole, estaba a un par de metros alejado de la escena, así que no podía ver claramente, creía que lo estaban acosando, así que se acerca rápidamente hacia ellos, las tres mujeres se apartan y Trowa se agacha a la altura de su novio, sin prestar atención en nada más

Trowa. ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

Preocupado le sujeta de los hombros y entonces el rubio reacciona por fin, lanzándose a sus brazos, casi tumbándolo al suelo, las personas comienzan a acercarse a donde están ellos, mirándolos con curiosidad

Quatre. ¡Está vivo Trowa! Heero vive
Trowa. ¿Qué dices?
Quatre. En las noticias, lo vi…
Trowa. Debe ser un error
Quatre. ¡No! ¡Yo lo vi!
Chica. Es verdad, es verdad

Trowa no presta atención a la chica, seguía mirando a Quatre, entonces levanta la vista a la televisión pero estaban pasando comerciales, así que solo ayuda al rubio a ponerse de pie

Trowa. Tienes que calmarte, vamos por algo

Sin levantar las postales que Quatre había tirado al suelo ambos salen de aquel local dentro del aeropuerto, la fan intenta seguirlos pero su amiga se lo impide. Trowa sienta a su novio en una silla de la cafetería y va por un par de cafés, el rubio estaba pensativo, casi en posición fetal, mirando hacia la mesa, trataba de percibir a Duo pero no había rastro de él, quizás el trenzado no lo sabía, de ser así podría percibir sus sentimientos. El ex baterista regresa con ambos cafés

Trowa. Cuéntame que viste, pero tranquilízate

El rubio asiente y agarra su vaso de café, bebe un sorbo y luego levanta la vista, mira a Trowa a los ojos y pronto las lágrimas se agolpan en ellos

Quatre. Lo vi Trowa, vi a Heero, está vivo… en las noticias hablaron del grupo y del accidente, dijeron que Dorothy estaba acusada del asesinato de Zechs e intento de homicidio de Heero y Traize ¿te das cuenta? Están vivos, ellos dos…

Con las lágrimas a punto de salir de sus ojos el rubio bebe de nuevo café, pausa unos segundos y entonces las lágrimas comienzan a salir

Quatre. Zechs no sobrevivió, pero ellos dos sí
Trowa. Increíble…

Aunque más levemente, las manos de Trowa también temblaban, sin embargo él se veía mucho más tranquilo que su novio. Como si estuvieran mentalmente conectados ambos piensan en Duo y se miran a los ojos

Quatre. Cuando Heero sepa lo de Duo y Richard…
Trowa. ¿Duo sabrá que Heero está vivo?

El rubio niega un par de veces con la cabeza

Quatre. No percibo emociones fuertes de su parte, seguramente no lo sabe, pero cuando lo sepa seguro deja a Richard, pero no sé, quizás se lo tome diferente… Wufei, a él sí puedo sentirlo, pero no es felicidad lo que siento, debe ser un sabor agridulce
Trowa. Sí, quizás
Quatre. No puedo dejar de pensar en Zechs

Volviendo a llorar el rubio se cubre el rostro con ambas manos, Trowa lo observa fijamente y alarga la mano derecha, acariciándole el cabello. Ambos habían querido mucho a su ex manager, habían sufrido su pérdida una vez, sentirla dos veces resultaba demasiado extraño y agotador, tanto que la felicidad de saber vivo a Heero no era completa

Mark deja a Heero a puertas de la casa de Trowa y se retira junto con su prometida Hilde, después de todo aquel era un momento íntimo entre Heero y sus amigos, ellos no tenían nada que hacer ahí. Cuando el encargado del portón de la enorme casa abre se sorprende de ver a Heero, después de tantos meses y de creerlo muerto resultaba impresionante verlo ahí, pero el ex vocalista no repara mucho en su asombro y llega hasta la puerta, toca una vez y enseguida es abierta por Catherine, al verlo la chica siente una emoción extraña, nunca habían sido amigos, se hablaban poco en el pasado, pero ahora verlo ahí y saberlo vivo resultaba agradable

Catherine. Heero…
Heero. Hola Catherine

Sonriendo ampliamente la chica no duda en aventarse a sus brazos, rodeándole el cuello con ambos brazos

Catherine. ¡Bienvenido a casa!
Heero. Gracias

Conmovido por el recibimiento, el ojiazul abraza sutilmente a la chica por la cintura y poco después se separan, mirándose a los ojos unos instantes

Catherine. Pasa

La pelirroja se mueve hacia un lado para dejarlo pasar, cerca de ella estaba Irea y cargaba a Nataku entre sus brazos, Heero la mira fijamente unos instantes, se acuerda de Quatre, aquella chica se lo recordaba bastante

Catherine. Ella es Irea, hermana de Quatre y mi pareja
Irea. Mucho gusto
Heero. Hola

Ambos se estrechan las manos, Heero estaba un poco confundido, aunque no estaba impresionado, incluso cree que aquella niña era sobrina de Quatre, después de todo era de piel blanca y cabello castaño claro. Catherine cierra la puerta de la casa y Heero mira hacia arriba, cientos de recuerdos se acumulan en su cabeza, cada vez recordaba más cosas, cuando recién llegó de la isla se encontraba aturdido y desorientado, pero en el Hospital hizo muchos ejercicios mentales para recuperarse

Heero. No ha cambiado nada…
Wufei. Es como si no hubiera transcurrido el tiempo

Al oír la voz de Wufei, Heero mira hacia el lado derecho, al fondo en la sala alcanza a ver a su amigo, quizás el único de sus 4 compañeros de grupo que logró aquella categoría, el chino sonreía y poco a poco se acerca a la puerta, Heero lo observaba fijamente, una media sonrisa aparece en sus labios mientras que el ex guitarrista sonríe ampliamente, acelera un poco más el paso y al llegar hasta Heero le da un fuerte abrazo, el ojiazul se sorprende un poco, aunque eran amigos jamás vio a Wufei tan efusivo, tan expresivo con él, quizás en todo ese tiempo Wufei había cambiado, quizás era más sensible o algo así, no lo pensó demasiado, tan solo correspondió al abrazo, Catherine sonreía y lloraba conmocionada al verlos. Luego de unos momentos se separan, mirándose a los ojos, Wufei vuelve a sonreír y lo abraza de nuevo, ésta vez rápidamente, luego se aleja un poco más que la primera vez

Wufei. No tienes idea de lo feliz que me siento al verte amigo
Heero. Lo mismo digo

El ojiazul lo observa fijamente unos instantes y luego se pone serio

Heero. Traize…
Wufei. Lo sé, Mark me lo contó, está loco de remate ¿eh?

Tratando de parecer más alivianado respecto al tema el ojinegro sonríe tímidamente, tratando de aparentar ser burlón al respecto, pero Heero mira en sus ojos la tristeza, no la podía ocultar

Wufei. Solo queda esperar, quizás se recupere…
Heero. Sí, quizás…
Wufei. Heero, quiero presentarte a mi hija, Nataku
Heero. ¿Qué?

Aquellas palabras si sorprenden a Heero, jamás pensó que aquella niña fuera hija de su amigo, más aún si seguía creyendo que Irea era su madre, y si ella era pareja de Catherine entonces ya no entendía nada, sin embargo no preguntó

Wufei. Mía y de Sally, pero ella murió hace más de un año
Heero. Lo lamento…

El ex vocalista mira a la niña, ella sonríe juguetonamente y le ofrece los brazos, lo cual le sorprende bastante, jamás había sido querido por los niños y siendo sincero a él tampoco le gustaban mucho, sin embargo se muestra amable

Irea. Toma…

La hermana de Quatre se acerca a él y le da a la niña, al principio no sabe cómo abrazarla pero Wufei le ayuda

Wufei. Mira princesa, es tu tío Heero

Al ojiazul le sorprende el tacto y la forma en que Wufei le hablaba a la pequeña, jamás había pensado ver así al huraño y tímido de Wufei Chang, debía admitir que se sentía conmovido, Heero se comienza a mecer mientras la mira, se sentía un poco tonto pero no del todo incómodo, sin embargo devuelve a la niña a Irea, quien la sostiene gustosa

Wufei. Heero, tenemos mucho que hablar
Heero. Lo sé
Wufei. ¿Vamos al estudio?

Heero asiente sin decir nada y ambos se retiran hacia el estudio de Trowa, aquel donde tenían los instrumentos, ahora estaban cubiertos por sábanas para cuidarlos del polvo. Al entrar Heero siente una extraña emoción, de repente los recuerdos de ellos cinco ensayando en aquel lugar le hace sentir nostalgia, sobre todo al recordar a Zechs, observándolos desde su asiento habitual, dándoles consejos, regañándolos, pidiéndoles que se llevaran mejor, que trataran de ser amigos, pero siempre fueron un desastre, como había pasado el tiempo, él se había vuelto pareja de Duo, después se hizo amigo de Wufei, mientras que su relación con Quatre se volvió un poco más formal y de confianza, sin embargo con Trowa jamás logró llevarse bien, se odiaron mutuamente, incluso se habían peleado el día que Heero dejó New York con los otros dos hombres, pero podía decir que no sentía resentimiento alguno.

Ambos ex integrantes de The Wing se sientan en un par de sillas a unos metros de los instrumentos, Heero no dejaba de verlos de cuando en cuando, deseando quitar las sábanas, mirar los hermosos objetos que los llevaron a conocerse, a formar un grupo que amó tanto como odió, pero se abstuvo, había cosas que quería decirle a Wufei, cosas que quería oír de él, tenían mucho camino por delante en su conversación

Heero. ¿Dónde está Duo?
Wufei. ¿Qué tanto te ha dicho Mark?
Heero. No mucho, que Duo se incriminó y cumplió una condena en la cárcel pero salió hace varios meses, pero es todo
Wufei. Heero, Duo está en Italia
Heero. ¿Italia?
Wufei. Sí, tiene allá varias semanas y no sé cuándo vuelva
Heero. ¿Pero está bien? ¿Siguen en contacto?
Wufei. Conmigo no mucho, me manda fotos de Italia a mi celular pero es todo, ha hablado con Quatre por teléfono varias veces
Heero. ¿Dónde está Quatre?
Wufei. De viaje con Trowa, han ido a Hawái
Heero. ¿Con Trowa?

Aquella noticia sorprende a Heero, hasta donde él se había enterado, Trowa seguía siendo el mismo hijo de puta y Quatre lo había dejado por fin para irse con un tal Joe a París. El ex guitarrista le cuenta de forma breve como el rubio se libró de aquel hombre y cómo se reconcilió con Trowa, contándole también que éste último estuvo internado en una clínica de rehabilitación luego de que casi muere por culpa de una sobredosis, a Heero le cuesta trabajo imaginar a Trowa en esa nueva etapa de buen hombre, sin embargo no hace muchos comentarios, ni siquiera cuando Wufei le cuenta todo lo que ha hecho por él y su hija

Heero. Casi no puedo creer que hayas concebido a una niña con Sally
Wufei. En realidad no sé si sea mi hija biológica
Heero. ¿Qué dices?
Wufei. Es verdad, tuve sexo con Sally en una ocasión y ella me hizo creer que de aquella se embarazó de Nataku, sin embargo antes de entrar en coma me dijo que después se metió con otros hombres, quería asegurar su embarazo y poder atraparme, pero nunca estuvo segura si yo era el padre biológico
Heero. ¿Y lo eres? Ya nació, puedes hacerte una prueba de ADN
Wufei. Sé que puedo hacer eso, también sé que hay muchas posibilidades de serlo por las fechas en que nació, pero no la necesito, Nataku es mi hija, cuidé de Sally y de ella desde el primer día que me dijo que sería papá, cada día de mi vida desde entonces no he dejado de pensar en ella y de amarla, esa es la suficiente prueba que necesito para saber que soy su padre verdadero
Heero. Te entiendo…

Sin ahondar en el tema Heero mira fijamente a Wufei, sin duda su amigo había madurado mucho, incluso era capaz de mostrar sus sentimientos sin temor, que diferencia del joven retraído y huraño que conoció antes, quizás él también era un poco así, pero Wufei ya no parecía receloso con la vida, como si el trauma de su violación hubiese desaparecido con la llegada de la niña a su vida

Heero. Wufei, quiero que hablemos de Traize
Wufei. ¿De su locura?
Heero. Algo más
Wufei. ¿Qué cosa?
Heero. Lo de tu violación…

Al oír aquellas palabras Wufei se pone un poco tenso, tenía muchos meses sin pensar en ello, como si lo hubiera olvidado por fin, pero escucharlo le removía cierta emoción negativa, sin embargo no quería pensar en eso, así que sonríe levemente y niega con la cabeza, mirando fijo a Heero a los ojos

Wufei. Eso ya no importa, mi amor por Traize…
Heero. Él no fue…

El ojinegro se queda completamente callado, mirando fijamente a Heero, con seriedad

Heero. Lo vi, no tiene cicatriz alguna
Wufei. ¿Lo viste?
Heero. En la isla… si esa es tu prueba entonces él no fue

Nuevamente Wufei se queda completamente callado, meditando, la herida que había hecho era grande y profunda, sería raro si una cicatriz de una herida así hubiera desaparecido tan fácilmente, aunque igual habían pasado muchos años, ya no estaba tan seguro que aquella fuera su prueba, pero si Traize no tenía ninguna cicatriz aquello le daba esperanza, de cualquier forma su amor por él era más grande que cualquier dolor

Wufei. Quizás eso ya no importe, él ha perdido la razón
Heero. No seas pesimista
Wufei. ¿Y me lo dices tú?
Heero. Él cambió debido al trauma de ver morir a Zechs en sus brazos, pero realmente nunca tuvo la ayuda necesaria, estando aquí quizás…
Wufei. No quiero ilusionarme… ¿sabes? Mi razón de vivir ahora es Nataku
Heero. Pero…
Wufei. Estaré al pendiente de él, lo visitaré y si puedo ser de utilidad en su recuperación lo haré, pero no quiero pensar e ilusionarme ¿lo entiendes?
Heero. Sí

Nuevamente el silencio reina en el ambiente, aquel había sido un tema bastante incómodo para Wufei, ahora que tenía a su hija no quería pensar en cosas que lo entristecieran

Heero. De cualquier modo él estará en New York ésta semana, estoy arreglando ese asunto
Wufei. Lo entiendo
Heero. ¿Hay pistas de Dorothy?
Wufei. Ninguna, nadie sabe dónde diablos está, no ha intentado salir del país y tampoco ha usado tarjetas de crédito o comprado algún celular a su nombre, no hay modo de rastrearla, es probable que esté usando algún disfraz o se esté cubriendo de algún modo, ninguna cámara de ningún establecimiento comercial ha grabado su rostro, ni siquiera ha aparecido en las cámaras de seguridad del metro, es como un maldito fantasma
Heero. No tienes idea de cuánto la detesto, estos meses lejos de Duo han sido un infierno, tengo tantos deseos de verlo, de tocarlo…

El vocalista se detiene al ver la expresión de Wufei, lo conocía bien y sabía que algo le estaba ocultando, después de todo cada vez que hablaba de Duo, Wufei intentaba cambiar de tema drásticamente

Heero. Hay algo que no estás diciéndome
Wufei. ¿Yo?
Heero. Sí, obvio tú… sobre Duo
Wufei. Heero, no sé si sea yo el indicado
Heero. ¿De qué hablas?

Mirándolo con desconfianza el ex vocalista observa fijamente a Wufei, parecía que estaba poniéndose nervioso, Heero intenta obligarlo a hablarle del tema pero en ese momento la puerta del estudio se abre frenéticamente, por ella entra Quatre apresurado, los dos que se encontraban dentro voltean hacia la puerta y lo observan, el rubio no repara en nada más, solo se acerca a Heero y lo abraza con efusividad, como si hubiera visto a un viejo amigo, momentos después entra Trowa y mira la escena tranquilamente, comparte mirada con Wufei unos instantes y luego mira hacia Heero, asiente con la cabeza en silencio, en un gesto de amabilidad, Heero lo observa mientras cierra sus brazos en la espalda de Quatre unos momentos, luego el rubio se aleja completamente avergonzado, tenía el rostro ligeramente rojo

Quatre. Perdón… pero es que… ¡estás vivo! Heero, estás con vida
Heero. Sí, lo estoy
Trowa. Bienvenido, ésta sigue siendo tu casa
Heero. Gracias

El ojiazul asiente también en un gesto amable y luego mira como Quatre se posiciona junto a Trowa y ambos se agarran de la mano, mirando hacia Heero y Wufei

Quatre. Supongo que Wufei te ha puesto al corriente de todo
Heero. De todo menos algo… ¿Qué hace Duo en Italia?

Al oír la pregunta Quatre comparte una mirada cómplice con Wufei mientras aprieta un poco más fuerte la mano de su novio, ambos se quedan completamente callados, entonces Trowa decide decirle la verdad a Heero

Trowa. Duo está con alguien Heero
Heero. ¿Qué?

Con voz molesta el ex vocalista se pone de pie, mirando fijamente a los ojos a Trowa

Trowa. Tiene una relación con Richard, su abogado, viven juntos desde hace tiempo
Heero. ¿Duo y ese hombre? ¿No es él amigo del tal Mark?

El ojiverde asiente ante la pregunta de su ex compañero

Heero. Lo estuvimos esperando en los juzgados, en la oficina del fiscal, Mark habló con él por teléfono ¿Por qué diablos no me dijo?
Wufei. No era el indicado
Trowa. Estoy de acuerdo con Wufei
Heero. ¡Tonterías!

Completamente molesto se aleja hacia donde están los instrumentos, dándoles la espalda a sus ex compañeros, los tres se miran los unos a los otros, quedándose callados unos momentos

Wufei. Duo sufrió mucho tu supuesta muerte
Heero. Sí claro… cuánto sufrió ¡Largándose con el primer hombre que se topó!

Con mirada llena de furia se gira hacia los otros tres, Quatre se siente culpable por haber insistido a Duo en darse una oportunidad con el abogado, aunque en ese entonces creían a Heero muerto

Quatre. Es verdad Heero, él no lo aceptó enseguida, pasó por muchas cosas, fue hasta después que él…
Heero. No quiero saber más, Duo es un canalla
Quatre. ¡No es verdad! Te lloró mucho, incluso se declaró culpable en el juicio porque quería sufrir tu ausencia, auto castigarse

El ojiazul se queda callado unos momentos, tratando de analizar la situación, pero no estaba del todo convencido, se sentía dolido y decepcionado, jamás creyó llegar y encontrárselo en brazos de alguien más, una opresión en sus entrañas lo estaban haciendo sentir mal

Heero. Su amor no fue verdadero, nunca lo fue…

Con tristeza se aleja hacia la puerta del estudio, dándoles de nuevo la espalda, dispuesto a salir de ahí e irse a quien sabe dónde, no quería ver ni oír a nadie

Trowa. Quiso suicidarse… Duo cortó sus venas pero Wufei le salvó la vida

La voz del ojiverde llegó hasta los oídos de Heero de forma fría y penetrante, haciéndolo dejar de caminar, deteniéndose ante sus ex compañeros, dándoles la espalda

Wufei. Se fue con él porque sintió que era momento de continuar con su vida
Quatre. Pero aún te ama

En silencio los cuatro permanecen en aquel estudio, Heero a unos pocos pasos de la puerta, se queda parado ahí sin moverse, en silencio, reflexionando, luego sin decir nada se aleja, saliendo por fin del estudio, Trowa, Wufei y Quatre comparten un incómodo silencio, mirándose los unos a los otros

Wufei. Necesita pensar

Rompe el silencio Wufei, mirando hacia Quatre y después hacia Trowa, ambos chicos asienten y luego de unos momentos salen del estudio, no había rastro de Heero

Wufei. Iré a ver a Nataku
Quatre. Sí

Trowa y Quatre se vuelven agarrar de la mano y caminan hacia la sala, ahí se sientan y se quedan en silencio unos momentos

Quatre. ¿Qué crees que pase?
Trowa. No lo sé, todo depende de la reacción de Duo cuando sepa de Heero
Quatre. Iré a preguntarle a Wufei
Trowa. Está bien

El rubio besa los labios de su novio y se levanta del asiento, alejándose de ahí hacia la parte de arriba de la casa, momentos después llega Catherine

Trowa. ¿Heero salió?
Catherine. De la casa al menos no, lo vi salir al jardín
Trowa. Iré
Catherine. ¿No prefieres esperar? Por su expresión supuse que le dijeron de Duo y Richard
Trowa. No, necesito hablar con él
Catherine. Está bien hermano

Sonriendo amablemente Catherine se acerca a Trowa y le da un beso en la mejilla, después se aleja hacia su habitación donde también estaba Irea, entonces el ex baterista se levanta del asiento y se dirige hacia el jardín. Heero estaba sentado junto a un rosal, a unos metros del lugar donde él y Quatre se habían reconciliado; en silencio se sienta a su lado y el ex vocalista no pone objeción alguna, miraba hacia la alberca tenuemente iluminada por una lámpara que venía desde el interior, ambos se quedan en silencio unos momentos, contemplando aquella alberca

Trowa. Perdóname

La voz suave y sincera de Trowa llega hasta Heero en forma de una disculpa verdadera, sin embargo el chico de cabello alborotado guarda silencio unos momentos

Heero. ¿Por qué?
Trowa. Por todo lo que sucedió en el pasado, fui un reverendo idiota, hice mucho daño a Duo y me porté muy mal contigo, no tengo forma de compensar todo
Heero. Olvídalo…

Trowa. No puedo, me es imposible perdonarme… cada vez que beso a Quatre, cuando le hago el amor, cuando estamos juntos, siempre pienso en todo el mal que le hice y en lo afortunado que soy de que él aún me siga amando, de que estemos juntos… Duo y Wufei también me han perdonado y somos buenos amigos, he intentado ayudarles en todo lo que me ha sido posible, pero eso no borra todo el daño que les hice, incluso si tú y yo nos hiciéramos amigos, nada de eso borra el pasado

Heero. Es inútil…
Trowa. Lo sé, quizás nunca seamos amigos
Heero. No lo digo por eso

Nuevamente reina el silencio, Trowa estaba confundido, no sabía que trataba de decirle Heero con aquellas palabras, ambos continuaban mirando hacia la alberca, sin mirarse mutuamente

Heero. El pasado no se borra, no importa lo que hagas, lo importante es vivir el mañana y rectificar todos tus errores, no te perdones si no quieres, pero tampoco vivas echándote la culpa de todo, avócate a hacer feliz a Quatre y nunca más vuelvas a perderlo, es lo mejor que puedes hacer

Sorprendido por las palabras de Heero, el ojiverde se queda paralizado, pensando, luego de unos momentos sonríe sutilmente, después mira hacia Heero, moviendo ligeramente la cabeza hacia un lado

Trowa. ¿Entonces me perdonas?

Estira su mano hacia Heero aunque él aún seguía mirando al frente, observando la alberca, al cabo de unos momentos el ojiazul se gira también hacia él y estira su mano, ambos se la estrechan mutuamente

Heero. No veo porque no
Trowa. Gracias

Muy a su manera ambos se sonríen aunque no lo pareciera, luego de unos momentos Trowa se levanta, dispuesto a irse, debía dejar a Heero solo para que reflexionara

Trowa. Pediré que cambien las sábanas a tu cama, tu habitación sigue intacta

Sin responder el aludido tan solo asiente, estando de acuerdo, entonces Trowa se marcha al fin, sintiendo un peso menos de encima. Mientras que Heero se queda ahí, pensando, no podía creer que Duo hubiera rehecho su vida al lado de alguien más, mucho menos que esa persona sería el abogado que les había ayudado tanto, sentía que no podía odiar a un hombre como él, pero no soportaba la idea de saber a Duo en brazos de nadie más, estaba dispuesto a recuperarlo, quizás cuando el trenzado supiera que estaba vivo volvería a él, después de todo Quatre mismo le había dicho que lo seguía amando…

Después de hablar con Wufei, el rubio va hacia su habitación, ahí le esperaba su novio, acostado en la cama, mientras Quatre se quita la ropa y se pone la de dormir cuenta a Trowa todo lo que el chino le dijo, sobre Traize y lo demás, después de todo Wufei estuvo hablando durante horas con Heero sobre el accidente, el naufragio y otras cosas. Quatre va hacia la cama y se acuesta junto a Trowa, éste se acerca más hasta abrazarlo por la espalda, el rubio se inclina hacia él, abrazándolo por el pecho, Trowa podía ver la cabeza rubia sobre su pecho y le comienza a acariciar los cabellos

Quatre. Me siento extraño ¿Tú no? Heero vuelve a nuestras vidas, Traize está mal de la cabeza y Zechs no sobrevivió ¿Qué pasará ahora?
Trowa. También me siento confundido, pero no nos queda más que esperar
Quatre. ¿En estos momentos Dorothy ya sabrá lo de Heero?
Trowa. No tengo idea, pero no quisiera averiguarlo
Quatre. Tengo miedo de esa loca, incluso he pensado que quiero que se muera
Trowa. Quatre…
Quatre. Lo sé, soy malo
Trowa. No eres malo, pero no desees esas cosas ¿sí?
Quatre. Sí, perdón

Sintiéndose culpable se abraza al cuerpo de Trowa y éste le besa sobre los cabellos, abrazándolo también con más fuerza

Quatre. Te amo Trowa, gracias por estar a mi lado
Trowa. Soy yo quien nunca se cansará de agradecerte volver a mi lado
Quatre. Tonto…

Sonriendo ampliamente el rubio se levanta un poco y le da un beso a su novio sobre el pecho, regalando después un par de besos más hasta acercarse a sus pezones, regalándoles un beso a cada uno, haciéndolo jadear, Trowa tan solo traía un bóxer puesto, Quatre lo mira a los ojos y le sonríe, después se besan tiernamente en los labios, comenzando a tocarse…

Heero sube al segundo piso donde estaba su habitación, había tenido tiempo para pensar aunque aún no sabía que determinación tomar, necesitaba ver a Duo y hablar con él para saber cómo poder recuperarlo. Al pasar por la habitación de Trowa alcanza a percibir el sonido que provenía desde el interior, suaves gemidos que pretendían ser acallados sin éxito, supo sin pensar mucho en ello que Trowa y Quatre estarían haciendo el amor, sintió una extraña sensación de paz, que diferencia de aquellas noches en que podía escuchar los gemidos y jadeos de Quatre, entregándose a la pasión violenta de Trowa, y el ojiverde humillándolo haciéndolo suyo a base de maltratos.

Entró en su habitación y cerró la puerta, al prender la luz sintió que todos sus recuerdos se agolpaban en la cabeza, los besos con Duo, las noches de pasión, cuanto lo extrañaba, cuanto deseaba estarle haciendo el amor como Trowa y Quatre lo hacían en esos momentos, pero Duo estaba muy lejos de él, en Italia, haciendo el amor con otro. Se sintió desdichado, entonces solo se tumbó en la cama y cerró los ojos, se sentía muy agotado y no tardó en quedarse dormido

Al día siguiente la bomba estalló, todos los medios de comunicación estaban afuera de la mansión de Trowa, esperando a cualquier persona salir de ella y obtener una exclusiva del tema que había vuelto loco al mundo del espectáculo, no había remedio, ya no se podía ocultar por más tiempo la verdad, en los periódicos y en la radio se hablaba del tema, en algunos programas de televisión también, aquello se había convertido en un caos. Mientras tanto los habitantes de la casa de Trowa miraban el caos por la ventana, sintiéndose indignados

Quatre. Están peor que cuando supieron lo del accidente
Heero. Son una bola de imbéciles
Quatre. Calma Heero, en algún momento se irán
Heero. Necesito salir, tengo que cuestionar el papeleo para el traslado de Traize
Trowa. Salgamos por la puerta trasera, yo te llevo si es que has olvidado como conducir
Heero. Gracias, aceptaré tu oferta
Quatre. ¡Los acompaño!
Wufei. Creo que es mejor si esperamos nosotros dos
Quatre. Pero…
Wufei. ¿Qué te parece si me ayudas a darle un baño a Nataku?
Quatre. Sí, está bien…

Sin estar muy convencido el rubio acompaña a Wufei hacia la habitación de la niña, mientras que Trowa y Heero salen por la puerta trasera en uno de los tantos autos de Trowa, logrando burlar por unos instantes a la prensa. En la habitación de la hija de Wufei, el chino regulaba el agua de la bañera para bebé, usando la temperatura adecuada, mientras Quatre cargaba a la pequeña, que ya se encontraba sin ropa, la niña le pegaba en las mejillas con sus manitas y luego le jalaba los cabellos, riéndose cuando el rubio hacía gestos

Quatre. Cada vez está más fuerte
Wufei. Sí, el cardiólogo dice que está impresionado, es muy vivaz
Quatre. Te felicito, tu hija es hermosa
Wufei. Gracias…

El ex guitarrista sonríe y luego agarra a Nataku, librando a Quatre de cargarla y la coloca sobre la cuneta, agarra el pequeño cazo y con él la moja con cuidado, la niña se emocionaba cada vez que la tibia agua la tocaba

Quatre. He de decir que te ves muy bien cuidándola
Wufei. ¿Lo crees?
Quatre. Sí, la paternidad te queda

Al oír aquello el chino sonríe, él también se sentía bien en ese papel, aunque al principio se había sentido muy inseguro, cargarla, darle de comer, bañarla, hacerla dejar de llorar, jugar con ella, todo resultaba nuevo y asombroso, aunque también había tenido miedo de no saber qué hacer, de lastimarla, pero gracias a Irea fue aprendiendo a hacer muchas cosas, después de todo ella había cuidado muchas veces a sus sobrinos, los tantos que tenía de sus hermanas, gracias a la rubia había aprendido y ahora hacía prácticamente todo él solo. Quatre lo observa en silencio unos momentos y sonríe

Quatre. ¿Qué sientes ahora por Traize?
Wufei. ¿Traize?... Lo amo, eso siento, lo sigo amando
Quatre. Eso lo sé bobo, me refiero a su situación
Wufei. Ya hablamos de eso anoche
Quatre. Quizás nunca se recupere
Wufei. Lo sé
Quatre. ¿Lo esperarás?
Wufei. No lo sé Quatre, no quiero pensar en eso
Quatre. Pero…
Wufei. Lo más importante ahora es mi hija
Quatre. Te entiendo, pero entonces ¿Qué harás de tu vida? ¿Le buscarás una mamá? ¿Un segundo papá? Piensa en ti también

El rubio se mostraba muy interesado en el tema, también preocupado, pero Wufei no había pensado mucho en eso así que se sorprende, quedándose callado mientras termina de bañar a la niña, Quatre le arrima una toalla y aún en silencio Wufei la seca, luego el rubio le pasa una batita de baño color amarillo con unos patitos bordados. Ambos salen del baño y Wufei acuesta a la niña en la cama para vestirla

Quatre. No me has respondido
Wufei. No es tiempo de pensar en eso
Quatre. Claro que lo es, me parece admirable que quieras criarla solo, pero crecerá y necesitará una figura materna ¿no crees? O un poco más de estabilidad, si te consigues una pareja será de mucho apoyo
Wufei. Una pareja

El chino lo medita y sonríe, ni siquiera se había puesto a pensar si estaba interesado en alguna relación con otro hombre, junto a Traize vivió cosas que lo marcaron para siempre y junto a Quatre también vivió momentos muy importantes, pero nunca se sintió en sí como si le gustaran los hombres o si pensaba en declararse homosexual, quizás podría encontrar a una mujer que llenara el vacío que Sally dejó, pero no estaba seguro de eso tampoco, su vida se había convertido en su hija, pero su amigo tenía razón, la niña necesitaba de una figura de autoridad además de él

Wufei. Lo pensaré ¿sí? Ya no me hagas preguntas
Quatre. Está bien

El rubio suspira y se queda callado unos momentos

Quatre. Hace rato que no me dejaste acompañar a Trowa… era para dejarlos solos ¿verdad?
Wufei. Era obvio ¿no? Sería bueno si ellos lograran hacerse amigos ¿no crees?
Quatre. Tienes razón

Ambos chicos se sonríen y Wufei termina de vestir a su hija, luego se la entrega a Quatre para prepararle su mamila

Wufei. Es hora de su siesta de mediodía

Quatre sonríe ampliamente, en parte burlándose un poco, era hasta cierto punto muy tierno ver a Wufei en aquella situación…

Mientras en el auto de Trowa, éste lleva a Heero a donde le ha pedido, durante el trayecto ambos permanecen callados, su relación siempre había sido hasta entonces de trabajo, después se convirtieron en una especie de rivales, terminaron incluso en golpes e insultos, ahora aquello parecía tan lejano que apenas si podían recordarlo

Trowa. ¿Sabes una cosa?
Heero. ¿Qué?
Trowa. Duo tardó mucho en decidir darle una oportunidad a Richard, por favor no lo juzgues, para él fue un sentimiento de agradecimiento y cariño más que de amor, yo estoy de acuerdo con Quatre, él aún te ama

Sin responder Heero mantiene su mirada al frente, estaba serio, pensativo, comenzaba a creer que era cierto y Duo aún lo amaba a pesar de todo, pero conocía al trenzado, sabía que aunque lo eligiera a él difícilmente se desharía del abogado, ¿Quién sabe? Tal vez se había enamorado de él en esos últimos meses, sin embargo se sentía aún con una ligera esperanza de que Duo volviera a sus brazos tan pronto supiera que se encontraba con vida

Heero. Entiendo…
Trowa. Deseo de todo corazón que se arreglen
Heero. Gracias

Nuevamente ambos vuelven a quedar en silencio, tal vez no iban a ser grandes amigos fácilmente, pero Trowa esperaba que poco a poco Heero confiara en él, el ojiverde aún se sentía culpable de tantos errores cometidos en el pasado…

Luego de haber visto la horrible noticia por todos lados regresó a la pocilga donde se alojaba hecha una furia, aventando cosas y maldiciendo al por mayor, se sentía insatisfecha, frustrada y muy molesta, no había vendido su alma al mismísimo demonio por nada, ese maldito de Heero Yuy debía morir, no le importaba Traize en absoluto y la muerte de Zechs no le representaba mayor satisfacción, solo uno más y ya, pero saber vivo al insoportable de Heero no lo podía tolerar, solo de pensar a su querida Relena saltando en un pie debido a la felicidad le hacía remover las entrañas. La rubia se calma después de haber pateado todo cuanto encontró a su paso, sentándose en la cama mugrosa y fría en la que dormía desde hace varios meses, ocultándose de la ley, huyendo de la justicia que le esperaba

Dorothy. ¡Maldito seas imbécil! Pero te buscaré y te asesinaré… debes morir infeliz, no descansaré hasta no haberte matado con mis propias manos, luego me ocuparé de la idiota de Sylvia Noventa y la estúpida de Hilde, de mí no se van a burlar malditos ¡Malditos todos!

Hecha una furia de nuevo la ex bajista se levanta de la cama y deshace el tendido de las sábanas sucias sobre el desgastado colchón

Dorothy. A ti querido abuelo ya pensaré como pagarte todos los favores que me has hecho, viejo decrépito… y por último, me llevaré a Relena lejos, muy lejos, no volverán a saber de nosotras, después pensaré como acabar con todos los demás, todos merecen morir, bola de ¡Estúpidos! ¡Malditos Estúpidos!

Completamente fuera de sí misma Dorothy sale nuevamente de aquella pocilga, aún tenía muchos contactos que podían ayudarle, después de todo había podido hacerse de dinero antes de desaparecer, vivía en aquel horrible lugar porque era bueno para ocultarse, uno de los peores barrios de Manhattan, donde incluso la policía se lo pensaba más de una vez antes de internarse entre sus calles…

Mientras tanto en Italia, Duo y Richard salen del lujoso restaurante a donde lo había llevado a cenar, en Italia ya era de noche. Durante todo el día Richard llevó a Duo de paseo, dieron un extenso tour por algunas ciudades aledañas a donde vivían y luego por la tarde volvieron al hotel para arreglarse e ir a cenar, ni siquiera hubo tiempo de prestar atención a nada más, solo ellos dos y el hermoso país, para el trenzado era una especie de sueño hecho realidad, aunque aún le causaba mucha curiosidad que Richard eligiera aquel día cualquiera para todo eso, parecía como si celebraran algo.

Regresan al Hotel y sin hacerse esperar se comen a besos apenas cierran la puerta de la habitación; de forma casi salvaje se despojan de sus ropas, no se habían tocado durante el día y se habían necesitado mucho, Duo comienza a descender a besos por el cuerpo de Richard hasta quedar hincado frente a él, el abogado de pie cerca de la cama, recibiendo la boca del trenzado en cada centímetro de su piel caliente, urgida de aquellos besos, el ex guitarrista no duda en tomarle por la boca, regalándole el exquisito placer que el abogado tanto había deseado durante el día, pero el trenzado no lo hace terminar, tan solo lo despierta, llenándolo de urgencia por poseerlo, algunas gotas cayeron dentro de su boca y antes de hacer explotar su pasión se pone de pie para volverse a comer a besos, Richard sujeta el rostro de Duo con ambas manos y lo contempla fijamente antes de tumbarlo en la cama, vuelven a besarse hasta terminar su aliento, acostados en la cama se miran por largo rato, el trenzado nota algo diferente en Richard y lo contempla también, fijamente

Duo. ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
Richard. Eres tan hermoso…

Estirando su mano derecha lo sujeta del rostro y lo besa con ternura, Duo siente un estremecimiento extraño, su pareja no parecía el mismo de siempre, entonces el trenzado se monta sobre él y Richard lo contempla mejor desde ese ángulo, acariciándole las piernas a los costados de su cadera mientras lo mira

Duo. No digas eso…
Richard. Es la verdad, eres hermoso y te amo Duo, eres lo mejor que me ha pasado, gracias por todo

Las últimas palabras de su novio hacen sentir raro a Duo, sonaba algo extraño, casi como si quisiera despedirse de él pero el trenzado no sabía que estaba sucediendo, así que solo lo mira unos instantes y se agacha, regalándole un suave beso en sus labios

Duo. Te quiero mucho Richard, te quiero más de lo que crees

La dulce voz de Duo y aquellas palabras hacen sonreír al abogado, entonces el trenzado vuelve a agacharse y se vuelven a besar, al separarse y sin dejar de mirarse a los ojos, Duo eleva sutilmente sus caderas y se acomoda, comenzando a penetrarse con ayuda de Richard, al sentirse lleno exhala un quejido de placer, agarrándose al abdomen de su novio, mientras que Richard coloca sus manos en las piernas del ex guitarrista, volviendo a acariciarlas mientras Duo se mueve sutilmente, ambos comienzan a gemir, mirándose a los ojos, sintiendo el placer de la penetración.

Lento, suave, sin prisa, sintiéndose mutuamente, era extraño, pero nunca antes se habían entregado de ese modo. El abogado retira su mano izquierda de la pierna de Duo y la dirige al miembro de éste, acariciándoselo suavemente, Duo cierra sus ojos y se relame los labios, cada vez sentía mayor placer y sus gemidos se intensifican al igual que su descender en el miembro de Richard hasta que alcanza por fin su orgasmo, llenándole la mano, poco después el abogado también termina dentro de Duo y ambos gimen y jadean por última vez, hasta que Richard se sale de Duo y éste se acuesta sobre su pecho, Richard le rodea la espalda con ambos brazos y le besa sobre los cabellos

Richard. Gracias por quererme
Duo. Hoy fue un día maravilloso, muchas gracias
Richard. Aún falta algo
Duo. ¿De verdad?
Richard. Sí

Emocionado el trenzado se levanta de su pecho y le da un beso en los labios, luego se levanta por completo de él cuando Richard lo retira sutilmente, agarrándole los brazos. El abogado se coloca la ropa interior, agarra su cartera y momentos después llaman a la puerta

Duo. ¿En qué momento?
Richard. Cuando llegamos lo pedí en recepción
Duo. No me di cuenta

El trenzado sonríe y enseguida se aleja hacia la cama, metiéndose bajo las sábanas para que el mozo no lo viera, el botones deja el carrito en la puerta y Richard le da una propina, luego mete en carrito y cierra la puerta, Duo sale debajo de las sábanas y desnudo aún se acerca hacia Richard, su novio había pedido una botella de champagne y acompañado de un par de velas

Duo. ¿Qué celebramos?
Richard. Todo y Nada
Duo. ¿Cómo es eso?
Richard. Veamos…

El abogado destapa la botella mientras finge pensar qué decir, Duo lo observa en silencio, mirándolo servir el líquido dentro de dos copas, entrega una a Duo y la otra la sostiene él entre su mano, dirigiéndola hacia Duo

Richard. Yo celebro haberte conocido, celebro haberme enamorado de ti y celebro éste hermoso tiempo que hemos compartido, celebro el que me hayas aceptado a pesar de todo

Al decir todo aquello mira fijamente a Duo, él se sentía un poco extraño, todo aquello resultaba hermoso y a la vez triste, Richard parecía triste y eso no le estaba gustando nada, sin embargo no comenta al respecto, él también alza su copa y la acerca a la de su novio, sin tocarla

Duo. Entonces, yo celebro… Celebro haber tomado una decisión perfecta al aceptarte, celebro todo éste tiempo juntos, porque me has devuelto la seguridad, las ganas de sentirme vivo, celebro por nosotros dos y todo lo que nos falta por vivir juntos
Richard. Duo…

Completamente conmovido por las palabras de su novio Richard agacha la cabeza, Duo entonces se acerca más a él y con la mano que no sostenía la copa le levanta la cabeza, entonces se miran a los ojos

Duo. ¿Estás bien?
Richard. Sí, perdón… brindemos

El mayor sonríe con alegre tristeza y chocan sutilmente sus copas, luego beben delicadamente su contenido hasta agotarlo

Duo. Todo éste día fue perfecto, pero me siento extraño ¿Por qué?
Richard. Quería celebrar que estamos juntos, es todo
Duo. Eres muy romántico, gracias

Conmovido por todo lo que su novio había hecho por él Duo lo mira con ternura, luego sirve del vino en ambas copas

Duo. Quítate eso
Richard. ¿La ropa?
Duo. Solo yo estoy desnudo, es injusto

El abogado suelta una pequeña carcajada de diversión y obedece, quitándose la ropa interior, ahora ambos estaban desnudos, Duo sonríe con triunfo

Duo. Volvamos a la cama

Siguiendo sus propias palabras Duo se acerca a la cama y se sube en ella, Richard acerca el carrito a ésta y también se acuesta en la cama, ambos vuelven a alzar sus copas y brindan, bebiendo del contenido de sus copas, luego las dejan de nuevo en el carrito

Duo. Abrázame Richard

La repentina petición de Duo hace sentir a Richard ajeno, sin embargo obedece y abraza a Duo, éste también hace lo mismo, ambos abrazados, sentados en la cama

Duo. Puedo sentirlo en tu mirada, hay algo que quieres decirme y no sabes cómo
Richard. ¿Qué?
Duo. No hace falta que lo niegues, puedo saberlo con solo mirar tus ojos, pero no lo hagas, por favor no me lo digas, al menos no hoy…
Richard. Duo…
Duo. Te quiero Richard, te quiero tanto…

Avergonzado de sus propias palabras se suelta del abrazo del abogado y estira ambas manos hasta el rostro de Richard, lo mira a los ojos y le sonríe, después besa sutilmente sus labios, mirándolo de nuevo a los ojos al alejarse

Duo. Hazme el amor, hazme tuyo por favor

Aunque sonara extraño el trenzado no pudo evitar pedir aquello de esa forma, lo necesitaba, aunque acababan de tener sexo no había sido suficiente, ahora quería sentirlo por completo, entregarse a él como nunca antes lo había hecho, Richard no lo hace esperar y vuelve a tomarlo entre sus brazos, abriéndose camino entre sus piernas, penetrándolo hasta tocar ese punto sensible que hacía explotar su pasión y su deseo. El abogado sobre el ex guitarrista, invadiéndolo mientras Duo le arañaba la espalda, gimiendo en su oído, regalándole besos sobre la piel de su cuello, los hombros, entregándose por completo a él, sus gemidos en un solo sonido, sin pausas, con pasión, con entrega, dos cuerpos desnudos bajo la luna de Italia, testigo de la que tal vez sería su última noche de pasión, porque Richard le diría pronto que Heero estaba vivo y él era libre de irse con él, después de todo el abogado si sabía perder y sabía ante todo que Duo no lo amaba, que seguía sintiendo algo por Heero Yuy, su primer y más grande amor, él tan solo había sido el abrigo que lo protegió mientras su verdadero refugio volvía a sus brazos…

En New York continuaba siendo de día, Trowa y Heero llegan al Hospital Psiquiátrico donde se internaría a Traize una vez que llegara a la ciudad. Resultaba ser bastante extraño encontrarse ahí, pero Heero parecía conocer muy bien aquel lugar, Trowa lo nota al instante, incluso había enfermeras que lo trataban como si le conocieran, y a medida que eso sucedía Trowa se comenzó a sentir cada vez más curioso al respecto, mientras ambos esperaban al especialista toman asiento en la recepción, era amplia y cómoda, de varios sillones de colores grises y blancos, en la parte de arriba colgando de la pared se encontraba una televisión, transmitían un documental sobre algún lugar alejado del mundo, la verdad es que ninguno puso especial atención en ello, al ex baterista le gana la curiosidad y comienza a preguntar

Trowa. Desde que entramos parece ser que has venido más veces, como si te conocieran de hace tiempo ¿Qué sucede?

El aludido no respondió, mantuvo su mirada firme hacia el frente, al cabo de unos instantes se cruzó los brazos y a Trowa le pareció percibir cierta mueca de dolor en Heero, pero su rostro era tan tranquilo como siempre, parecía solamente algo creado por su mente, sin embargo Trowa se mantuvo escéptico, esperando una respuesta

Heero. Mi padre está aquí
Trowa. ¿Qué dices?

Sorprendido por la respuesta Trowa abrió los ojos más amplio de lo normal y se giró levemente hacia él, observándolo, pero Heero parecía no reparar en su reacción, de nuevo miraba hacia el frente, como si estuviera perdido en algún pensamiento

Trowa. Lo lamento mucho
Heero. Nadie sabe cómo sucedió, perdió la cordura durante el tiempo que lo creí desaparecido. Cuando supe de él es porque encontraron la forma de localizarme, él ya estaba completamente loco, tiene muchos años en ese estado

A duras penas el ojiverde podía creer aquella historia, era la primera vez que su ex compañero de grupo se abría de esa forma con él, le resultaba muy impresionante. Aunque Heero parecía estar normal, Trowa podía percibir un aura de nostalgia y no sabía por qué, no conocía bien a Heero, sabía casi a duras penas lo esencial, pero no quería seguir haciendo preguntas, se sentía incómodo

Heero. Nunca nos llevamos bien, la última vez que lo vi antes de que se volviera loco él supo que yo era homosexual y me echó de su vida, siempre fue un tirano y me odiaba, ni siquiera tengo obligación de cuidarle, pero nunca pude abandonarlo a su suerte… esa es la historia, no hay más que contar…

Las palabras de Heero conmovieron a Trowa, no por aquella triste historia, sino por el hecho de que se la contaba a él ¿Quería eso decir que se había ganado su confianza? No quería ser egoísta y solo pensar en ello en esos momentos, pero así lo pensó

Trowa. No sé qué decirte
Heero. No espero que digas algo… solo te lo conté y ya…
Trowa. Gracias Heero, si yo pudiera ayudar en algo… cuenta conmigo
Heero. Gracias

Nuevamente entre los dos reinó el silencio hasta que el especialista llegó al cabo de unos momentos para recibirlos en su oficina, ahí Heero le contó con lujo de detalles todo lo que habían vivido y cómo había sido el comportamiento de Traize y el suyo estando allá, incluso le habló sobre sus alucinaciones y el especialista le recomendó asistir a un par de terapias a pesar de que hablaban solo de Traize en un principio. Habiendo terminado aquella reunión acordaron que trasladarían a Traize a ese Hospital Psiquiátrico y recibiría ayuda de inmediato, con suerte solo pasarían un par de años antes de que recuperara el raciocinio, aunque también cabía la muy grande posibilidad de que jamás recuperara la cordura, había que estar preparado para todo.

Al día siguiente en Italia, cuando Duo abrió los ojos se encontró con los rayos del sol entrando por la gran ventana de su habitación de Hotel, se encontró solo, Richard no parecía estar cerca, el trenzado estaba desnudo y así se puso de pie, agarró la sábana de la cama y se la colocó encima, caminando hacia la entrada

Duo. Richard… ¿Estás aquí?

Desconcertado llamó varias veces a su pareja pero Richard no respondió, era obvio que no se encontraba en la habitación

Duo. Qué raro, nunca sale tan temprano

Más desconcertado que momentos atrás, decidió tomar una ducha, aún era temprano y podían ir a desayunar a algún lado. Sin embargo Richard no volvió hasta después de una hora tras salir Duo del baño, el trenzado lo esperaba sentado junto a la ventana, se sentía extraño, como si algo no estuviera bien, desde la noche anterior que su novio estaba un poco raro y eso le preocupaba. Cuando el abogado llega a la habitación Duo se gira hacia él sin moverse del lugar, ambos se miran a los ojos, Richard cierra la puerta y se acerca a donde está Duo, ambos continúan mirándose

Duo. ¿Ya me dirás que te sucede?
Richard. Debemos regresar a New York
Duo. ¿Por qué?
Richard. Necesitamos volver
Duo. ¿Qué pasa? No me digas que liberaron a Dermail… que Dorothy hizo algo. Dímelo
Richard. No es nada de eso pero ahorita no puedo decírtelo
Duo. ¿Por qué? Merezco una explicación
Richard. Y la tendrás, pero no en estos momentos… Vamos a desayunar
Duo. No me gusta nada lo que está pasando, desde ayer…
Richard. Duo, por favor. Comamos algo primero ¿sí?
Duo. Está bien

No convencido del todo Duo se pone de pie y avanza hacia sus zapatos para colocárselos, ya se encontraba vestido como para salir, en silencio ambos salen del cuarto una vez que el trenzado se pone los zapatos, bajan al Restaurante del Hotel, ésta vez ni siquiera van a un lujoso Restaurante, al trenzado eso no le agrada, no porque quisiera ir a un lugar lujoso, sino porque Richard ahora estaba muy serio, incluso se atrevería a decir que estaba triste y eso lo tenía a él incómodo. Al regresar al Hotel todo parecía igual

Duo. ¿Ya podemos hablar?
Richard. Te explicaré cuando lleguemos a casa ¿sí? Por favor tenme paciencia
Duo. Es que me angustia, siento que algo horrible está pasando y no me gusta
Richard. Lo sé, perdóname

Afligido el abogado se acerca a Duo y lo abraza con fuerza, el trenzado le corresponde y tras unos momentos se comienzan a besar, al separarse Richard tan solo sonríe

Richard. Preparemos nuestro equipaje
Duo. Sí

Aunque aún no se sentía del todo tranquilo, al menos Duo se mostraba un poco más calmado, seguía sintiéndose intrigado por todo lo que estaba sucediendo pero quería esperar, si su novio no se lo decía rápidamente quizás no era tan urgente o grave como se lo estaba imaginando, así que Duo decide confiar en el abogado y hace su equipaje…

En New York estaba por oscurecer, luego de un ajetreado día Heero y Trowa regresan a la casa del ex baterista, ya dentro se separan. Heero va hacia la sala de ensayos donde solían tocar cuando aún eran un grupo, desde su llegada no había visto a detalle ese lugar, ahí había hablado con Wufei por primera vez después de tantos meses, ahora que estaba solo los recuerdos acudían dolorosamente a su mente, Duo estaba ahí, cerca de él, tocando su guitarra eléctrica mientras compartía miradas con Quatre tocando el bajo, luego se giraba hacia Wufei y ambos tocaban las guitarras en una melodía perfecta, también solía ir hacia Trowa junto a la batería y compartían un par de notas, por último sus miradas eran para él, sus sonrisas nerviosas mientras le miraba los labios moverse al ritmo de las letras. En esos momentos deseó mucho estar sobre un escenario, tocando junto a sus 4 compañeros, pero en especial con Duo, a quien había amado desde hace tanto tiempo, componiéndole canciones, esperando a que su voz se hiciera escuchar en el corazón del trenzado

Heero. Tengo que recuperarte Duo

Ensimismado entre sus sentimientos y sus pensamientos, Heero se acerca hasta los instrumentos y les quita la sábana que los cubría, todo estaba apagado, los amplificadores, los tornamesas, las bocinas… el ojiazul se pone a la tarea de conectar todo, de pronto recordaba cómo hacer las conexiones, absolutamente todas, su corazón latió de prisa, tocar esos instrumentos y cables de pronto fue excitante, hasta que por fin terminó. Miró fijamente el micrófono y trató de entonar algo, pero su voz no salió, como si de pronto la hubiera perdido, se quedó atónito, habló y su voz sonaba tan perfecta como siempre, pero era incapaz de sacar su voz cantada, como si de pronto no existiera

Heero. No puede ser

Llevándose una mano a la garganta miró fijamente el micrófono, intentó de nuevo cantar y otra vez le fue imposible, enojado arrojó con fuerza el aparato contra la pared, al encontrarse prendido emitió un fuerte sonido al golpear y otro al caer, luego se dejó caer de rodillas, completamente inmóvil. Momentos después la puerta se abre rápidamente, entrando Quatre por ella, detrás venía Trowa, ambos se sorprenden de ver a Heero tirado en el suelo, sobre sus rodillas y las manos a los costados, la mirada hacia el frente, perdida

Heero. No puedo cantar
Quatre. Heero…

Sintiendo la aflicción de Heero, el rubio se lleva una mano al pecho y baja la mirada, Trowa se acerca al micrófono que yacía en el suelo, lo recoge y se acerca a su ex compañero, parándose frente a él, estira su mano con el micrófono en ella y se lo ofrece

Trowa. Inténtalo de nuevo

El ex vocalista mira fijamente el micrófono con cierto aire de desprecio, en ese momento de completo silencio entre los tres llega Wufei, al ver la escena no entiende que sucede y se acerca rápidamente a Trowa

Wufei. ¿Qué sucede? ¿Qué le hiciste a Heero?

Sin poder evitar pensar en la relación de esos dos en el pasado, Wufei se preocupa de que se hubieran peleado de nuevo, que algo malo hubiese pasado, pero Quatre pronto se acerca a él a su lado y le coloca una mano sobre el hombro, el chino gira su cabeza hacia él y el rubio niega varias veces con la cabeza, en silencio, Wufei entiende y deja de hacer preguntas

Trowa. Sé que puedes

En silencio Heero se pone de pie y agarra el micrófono, aclara su garganta e intenta cantar, pero apenas un sonido grave sale, Quatre y Trowa comparten una mirada en silencio, Wufei se acerca a él y le coloca una mano en el hombro, mirándolo de frente, con la otra le quita el micrófono con cuidado

Wufei. Está bien… ya saldrá

Sin responder a esas palabras, Heero suelta sin problemas el micrófono y sale deprisa de aquel cuarto, sin mirar a ninguno de los tres, Wufei mira hacia sus amigos, los tres parecían algo agotados

Quatre. Quizás deba hablar con él
Trowa. No Quatre, necesita estar solo
Wufei. Es cierto, para Heero su inspiración era Duo, además ha estado lejos de esto por meses, lo que vivió en la isla debió ser muy duro
Quatre. Tienen razón, espero que Duo regrese pronto, necesitan reencontrarse

Sintiéndose triste por la situación de Heero, Quatre se acerca a Trowa y se abraza a éste, el ex baterista le corresponde el abrazo, Wufei mira de reojo y de forma tranquila sale del estudio, ver a ambos chicos tan cerca uno de otro le hizo pensar en Traize, a diferencia de la situación de Heero y Duo, el hombre que él amaba no era consciente de su alrededor, quizás nunca estarían juntos de nuevo, aquel pensamiento lo entristeció.

Llegaron a New York en la mañana del día siguiente, había sido un vuelo muy raro, salir por la mañana de Roma y regresar al día siguiente en la mañana de New York se sentía como haber viajado por 24 horas, sin embargo habían sido menos de 10. Al llegar por fin al departamento que compartían Duo se tiró cansado en el sillón, sentía sueño, no había podido dormir bien en el avión, pensando en lo que Richard no había querido contarle. El abogado parecía tan raro como en las últimas horas, como acostumbraba, se acerca a su cava de vinos y saca uno de tinto, sirve en una de las copas y camina hacia la ventana, Duo lo mira desde el sillón, luego se pone de pie y se acerca a él, rodeándole la cintura con ambos brazos

Duo. ¿Me dirás ya lo que pasa?
Richard. No sé por dónde comenzar
Duo. Donde sea más fácil, puedes comenzar por el final, como si ya hubieras dicho todo lo que querías decirme

El abogado tan solo sonríe, bebe de su copa y mira por la ventana, hacia el claro cielo de aquella mañana, luego da un paso al frente y Duo lo suelta, entonces Richard se gira hacia él, vuelve a beber de la copa hasta terminarla y la deja en el librero junto al gran ventanal, tan solo estirando la mano

Richard. Debemos terminar

Aquellas palabras tan llenas de dolor llegan a los oídos de Duo fríamente, como si una ráfaga de viento helado le hubiera taladrado la cabeza, no podía entender por qué Richard decía eso, porque estaba terminando con él

Duo. ¿Qué dices?
Richard. Ya no podemos seguir juntos, ese es el final de todo lo que iba a decirte…
Duo. No puede ser

Aturdido da un paso atrás sin dejar de mirar al abogado, había tanto dolor en sus palabras y su mirada que no podía entender porque Richard terminaba con él si se veía tan devastado

Duo. ¿Por qué? ¿Nomás así? No es justo
Richard. Amas a alguien más
Duo. ¿Y eso qué? Ya hablamos de eso…
Richard. ¡Es diferente!
Duo. ¿Por qué? ¿En qué es diferente? Dímelo
Richard. Duo…

El abogado se queda sin palabras, luego vuelve a girarse sobre sus talones, mirando por la ventana, Duo cree que todo eso no es más que una crisis de inseguridad y se acerca a él, vuelve a abrazarlo por la espalda y deposita en ella un beso, sus manos se aprietan más sobre su cuerpo y después comienza a acariciarlo, deslizando sus manos por el abdomen del mayor, acariciándole después la entrepierna, por encima de la ropa

Richard. No… Duo…
Duo. Te quiero Richard, no me dejes
Richard. Por favor no sigas…

Sin obedecer Duo mete su mano por debajo del pantalón mientras besa la espalda de Richard, el abogado cierra sus ojos y suspira, luego los abre, ahora estaban rojos, a punto de llorar, su cuerpo casi temblaba

Duo. Hagamos el amor, te necesito…
Richard. Perdóname

Rechazándolo por completo, Richard agarra ambas manos de Duo y las aleja de él, empujándolo ligeramente hacia atrás, el trenzado lo mira con desconcierto, Richard se gira y de nuevo se tienen frente a frente

Duo. Merezco una explic…
Richard. Heero está vivo

Sin poder terminar su reclamo, el abogado suelta su confesión sin poder detenerse, mientras que el ex guitarrista al oír aquello se queda por completo paralizado, al cabo de unos segundos por fin reacciona, sus pupilas se dilatan gradualmente y su mirada veía sin mirar, como si su cerebro estuviera atrapado, tratando de reaccionar

Richard. Heero sobrevivió, él y Traize
Duo. ¿Qué… qué dices?
Richard. Él está en New York
Duo. No es verdad…

Como si aquella noticia fuera mala y no buena, Duo retrocede un par de pasos, negando con la cabeza varias veces, luego se pasa las manos por el cabello y le da la espalda a Richard

Duo. No es cierto… él está muerto… ¡Heero está muerto!

Confundido y nervioso el trenzado se gira hacia Richard tras gritar, el mayor lo observaba con desconcierto, no entendía porque no sonreía, Duo parecía incluso enojado

Duo. Debe ser una broma ¿cierto?... ¡Contesta!
Richard. No Duo, no lo es. Por eso renuncio a ti, porque el hombre que amas sigue con vida y está dispuesto a recuperarte, sé que te irás con él, por eso les dejo el camino libre… te amo tanto Duo, pero no puedo retenerte a mi lado

El trenzado lo mira fijamente y luego sonríe por inercia, comenzaba a temblar, no sabía que pensar o como sentirse

Richard. Duo, di algo
Duo. ¿Desde cuándo lo sabes?
Richard. Hace 2 días
Duo. ¡Y no me lo dijiste!
Richard. Solo quería una despedida…
Duo. Ahora entiendo tantos detalles… ¡No tenías derecho a ocultarlo! Ni un solo segundo
Richard. Lo sé, perdóname
Duo. No sé qué pensar… me siento…

Alejándose del abogado Duo respira dificultosamente un par de veces, Richard intenta acercarse a él y reconfortarlo, se había puesto completamente pálido

Richard. Duo…

Al estar junto a él, Richard intenta tomarlo del brazo pero Duo se aleja desdeñosamente, estaba aturdido y aún temblaba, agacha la mirada y se aleja más, hacia la puerta

Duo. Necesito aire
Richard. Abro la ventana
Duo. No… yo… necesito salir… necesito no verte… pensar…

El trenzado no duda en salirse del departamento, cerrando la puerta de forma suave y se retira con pasos sutiles y lentos. Richard ve la puerta cerrarse y se aleja hacia la ventana, la abre, sale al balcón y apoyándose en éste comienza a llorar.

Duo camina por algunas cuadras completamente en shock, aún no salía del asombro por aquella noticia, Hero estaba vivo ¡Vivo! Como si se tratara de un filme de ciencia ficción, o quizás de terror, Heero volvía de la fría tumba donde el trenzado creyó enterrarlo y ahora le atormentaba, no podía ni siquiera acomodar sus pensamientos, aún menos los sentimientos. Procesar y superar la muerte de su más grande amor fue lento y doloroso, tanto que se propuso ser feliz, y en su confort se encontró con Richard, a quien quería demasiado, pero entonces ¿Dónde quedaba Heero? Porque ya no era un fantasma el cual anhelaba seguir siendo parte de sus recuerdos, ahora Heero era de carne y hueso, estaba vivo y seguramente lo buscaría, pero él ni siquiera sabía si quería verlo

Duo. Superar tu muerte fue lo más terrible que pude soportar, pero estás vivo Heero ¿Por qué no puedo sentirme jubiloso? Estás con vida y Richard me ha dejado el camino libre para encontrarte ¿Por qué no me siento feliz?

Angustiado se detiene abruptamente al estar caminando, mira hacia arriba y el cielo comenzaba a nublarse, era de mañana y resultaba extraño ver el clima así, pero pareciera que éste quería mostrar a través de su imagen cómo se sentía él, su corazón se sentía nublado también. El trenzado camina hacia un callejón y se pierde de entre las chicas que lo seguían tratando de disimular, las pierde se vista y se tira al suelo en el callejón, con las piernas dobladas y las manos sujetándolas, observaba hacia abajo y oculta la cabeza entre las manos, apoyándola en sus rodillas, entonces comienza a llorar, confundido y desesperado, poco a poco las gotas de lluvia empiezan a tapizar el suelo del callejón pero Duo no prestaba atención, ni siquiera cuando la lluvia comenzó a mojarlo todo, incluyéndolo a él, una figura lúgubre en el suelo de un callejón, llorando sin saber cómo actuar o qué sentir

Cuando Heero recibe la llamada del Psiquiátrico en Canadá para avisarle que enviarían a Traize ese mismo día enseguida prepara su traslado, hablando por teléfono, cuando llegara el avión iría al Psiquiátrico. El ex vocalista estaba en la sala junto a sus ex compañeros en el momento que sonó el teléfono, por lo que se habían dado cuenta de que trataba aquella llamada

Wufei. Quiere decir que… Traize
Heero. Sí, llega hoy ¿quieres acompañarme?
Wufei. No creo…

Cabizbajo el chino baja la mirada

Wufei. La niña
Quatre. Yo la cuido

Adelantándose a que su amigo dijera un pretexto poco creíble, el rubio se ofrece a cuidar a la pequeña del ex guitarrista, estaba seguro que para Wufei era bueno ver a Traize de nuevo, a pesar de su condición

Heero. Vamos
Wufei. Heero…

Volviendo a levantar la mirada el chino observa a Heero, éste le miraba fijamente pero aunque parecía serio, en sus ojos podía ver algo de compasión, entonces se decide a acompañarlo

Wufei. Está bien

Sin tener más opción el pelinegro acepta la invitación de Heero, Trowa que también estaba ahí estira su mano y la coloca sobre el hombro de su ex compañero en señal de apoyo. Wufei sonríe ligeramente mientras se prepara mentalmente para ver de nuevo a Traize

La lluvia que había azotado algunas zonas de New York aquella mañana cesa tan pronto como llegó, el cielo continuaba nublado pero ya no caía agua. Duo había tenido mucho tiempo para pensar sobre lo que estaba sucediendo, el hecho que Heero estuviera vivo cambiaba todo, su vida como la había aceptado hasta ese momento era casi una farsa. El trenzado mira sus muñecas y observa las cicatrices de su intento de suicidio mientras recuerda todos los momentos dolorosos dentro de la cárcel, todo aquello lo había vivido debido al sufrimiento que representó para él la muerte de Heero, ahora que lo sabía vivo todo ese dolor parecía tan insignificante, sin valor. Así se sintió en esos momentos.

Duo se levanta del suelo, con la ropa mojada y camina de regreso al departamento de Richard, al lugar donde vivía junto a él, donde había vivido a su lado grandes momentos, donde se sintió a salvo de todo peligro, de todo dolor, ese lugar le gustaba aunque no amara a Richard, la relación que tenía con él iba más allá del cariño o el agradecimiento. Al entrar al departamento mira a Richard sentado en uno de los sillones, cerca de la puerta estaban dos maletas, suyas de hecho, Duo estaba sorprendido pero no enojado, sabía lo que significaba, Richard lo estaba echando de su casa

Duo. ¿Y eso?
Richard. Quise ahorrarte tiempo
Duo. ¿Quién te lo pidió? Dime

Sin entender aquella pregunta el abogado voltea hacia el trenzado, entonces se da cuenta que está mojado y se pone de pie, dirigiéndose hacia él

Richard. Estás empapado
Duo. Te hice una pregunta
Richard. Solo quise ayudar
Duo. Yo no te lo pedí… Y no dejaré que termines conmigo
Richard. ¿Qué dices?
Duo. ¿No lo sabes? Te estoy eligiendo a ti

Sorprendido por semejante confesión, el abogado siente que las rodillas le tiemblan ¿había escuchado bien? ¿Duo lo estaba eligiendo a él y no a Heero? ¿O tal vez estaba soñando?

Richard. No entiendo
Duo. Heero está muerto desde hace varios meses, no quiero desenterrarlo, no soportaría volver a perderlo… no quiero

Aquellas palabras desconciertan a Richard, Duo lo estaba eligiendo por las razones equivocadas, probablemente estaba confundido, no estaba pensando adecuadamente

Richard. No estás tomando una buena decisión
Duo. Te quiero y deseo estar contigo, es mi decisión
Richard. Creo que te equivocas
Duo. ¡Eso lo decido yo!

Enojado el trenzado se acerca a la cava del abogado y saca una botella de Whisky, se sirve en un vaso y bebe un trago largo, Richard lo mira con sorpresa, Duo parecía muy decidido, jamás lo vio con aquel semblante de determinación

Richard. Te amo Duo, pero no puedo aprovecharme de tus dudas
Duo. No dudo, estoy seguro
Richard. Piénsalo mejor
Duo. Lo he pensado bastante, no quiero volver a pasar por esto

Mirándolo con rabia Duo levanta su brazo derecho y muestra su cicatriz en la muñeca, Richard aparta la mirada, no soportaba ver esas cicatrices

Duo. ¡Mírala! Esto es lo que el amor de Heero trajo a mi vida… ya no quiero eso
Richard. Duo…

Dejando la copa sobre el mueble del mini bar el trenzado se acerca a Richard, estando frente a frente levanta los brazos y rodea su cuello, luego se funden en un tierno y profundo beso, al separarse Duo abre sus ojos y se topa con la mirada de Richard, en ella había tantas dudas como en su propia cabeza, pero había tomado una decisión y no la cambiaría

Richard. Aunque me hayas elegido, él merece verte, no le niegues ese derecho
Duo. No sé si podré
Richard. Incluso si es una sola vez, hazlo

El trenzado afirma y luego agacha la cabeza, Richard le sujeta el mentón con una mano y lo hace mirarle

Richard. Te amo

Agachándose ligeramente se acerca de nuevo a él y otra vez se besan, al terminar se abrazan con fuerza, Duo mira hacia el vacío, volver a ver a Heero ya le estaba atormentando y aún ni siquiera lo tenía enfrente

Luego de un par de horas Traize por fin llega al Hospital donde lo internarían, el avión privado aterriza en la cima del edificio mientras Heero y Wufei esperan en la misma salita donde antes el ojiverde y el ojiazul estuvieron. Heero pudo notar el nerviosismo en su amigo, se tocaba las manos mientras temblaba ligeramente, se distraía mirando la pared, el suelo y otros lugares sin prestarles mayor atención. Cuando Heero intenta decirle alguna palabra de confort una enfermera se dirige hacia él

Enfermera. El señor Traize Kushrenada ha llegado, lo están bajando, duerme
Heero. Gracias

El ex vocalista y el ex guitarrista comparten una mirada, Heero asiente ligeramente para darle a entender que se dirigieran a donde les indicaba la enfermera, ambos se ponen de pie y la siguen

Wufei. Creo que mejor me voy
Heero. No, sé fuerte

Resignándose a que su destino es verlo, Wufei suspira profundamente, continuaba caminando, entonces a lo lejos, al fondo del pasillo ve a dos enfermeros acercarse, traían en camilla a alguien dormido, pronto el chino se da cuenta que es Traize y siente que un cúmulo de emociones se arremolina en su vientre, entonces se detiene en seco, Heero y la enfermera continúan caminando hasta detenerse en una de las habitaciones, la mujer abre la puerta y los enfermeros aceleran el paso hasta ese cuarto y entran, Heero se da cuenta que Wufei se había quedado rezagado y voltea, observando cómo estaba completamente en shock, entonces se acerca a él y lo agarra del brazo, intentando jalarlo pero Wufei se resiste, entonces Heero lo intenta de nuevo, con más fuerza y logra moverlo, haciéndolo caminar hasta la habitación, los enfermeros ya lo habían dejado sobre la camilla, dormía plácidamente

Wufei. Traize…

Como si le costara trabajo creerlo se acerca a él, lentamente, al llegar a la cama se tira de rodillas a su lado, estira su temblorosa mano y le roza los dedos de la mano derecha, caía ligeramente por el borde de la cama, luego mueve esa misma temblorosa mano y le acaricia el rostro, luego el cabello, entonces Traize comienza a moverse un poco. Como si estuviera asustado Wufei se va hacia atrás y se sienta en el suelo, mirando casi con horror aquel cuerpo, Heero se apresura a acercarse al ex guitarrista y le coloca ambas manos sobre los hombros, intentando reconfortarlo

Enfermera. Está por despertar, es mejor si salen, ver a tantas aquí puede alterarlo, sobre todo usted

La mujer señala a Heero y el asiente

Heero. Vámonos
Wufei. No… necesito ver sus ojos abiertos, mirarlo
Heero. No es bueno para él, veamos desde la ventanilla de la puerta

Usando más fuerza logra ayudarlo a ponerse de pie y lo arrastra hacia fuera de la habitación, cerrando después la puerta, en el cuarto se quedan la enfermera, Traize y uno de los enfermeros, tan lejos de la cama como puede, solo estaba de apoyo. Al cabo de unos minutos Traize comienza a abrir los ojos, tarda en recuperar al 100 la consciencia, pero cuando lo hace se altera, sentándose abruptamente sobre la cama, miraba a la enfermera

Traize. ¡No!

Asustado se levanta de la cama y se aleja de ella, sin reparar en el enfermero, solo veía a la mujer. Del otro lado Wufei mira la escena y se asusta, nunca había visto a Traize actuar de aquella forma, Heero lo mira de reojo sin decir algo

Traize. ¿Dónde está?
Enfermera. ¿Quién?
Traize. El muerto… ¡el muerto!
Enfermera. ¿Cuál muerto?
Traize. ¡Yo lo enterré! Él me trajo al infierno…

Sin responder a aquellas palabras la enfermera lo mira fijamente, tratando de ser amable

Enfermera. Estás en un Hospital, a salvo

Como si no entendiera las palabras Traize inclina la cabeza, mirando atento a la mujer, luego se cubre la cabeza con ambas manos y se agacha

Psiquiatra. Deberías entrar

La voz del doctor atrás de los chicos de The Wings se escucha tan tranquila que no los sobresalta, Heero sabía que se refería a él y asiente

Heero. ¿Puede él pasar?
Psiquiatra. Ver gente que no conoce puede alterarlo
Wufei. Es mi pareja, me conoce

Sorprendido de la confesión el doctor mira fijo a Wufei unos momentos, luego mira a Traize a través del cristal de la ventanita y asiente

Psiquiatra. Es mejor si entra él primero, ya que fue él con quien convivió después, estando en esa condición
Wufei. Entiendo

Sin ahondar en el tema Heero abre despacio la puerta, la enfermera se gira rápidamente hacia él pretendiendo reprocharle, pero el Doctor entra tras él. Al verlo Traize sonríe ampliamente, como un niño al ver un caramelo

Traize. ¡Muerto! eres tú
Heero. Mi nombre es Heero ¿no me recuerdas?
Traize niega rápidamente con la cabeza
Traize. Eres el muerto
Heero. No, soy Heero, Heero Yuy

Confundido Traize vuelve a llevarse ambas manos a la cabeza y se aleja hasta uno de los rincones, el doctor lo mira fijamente, pero ni él ni la enfermera se acercan

Psiquiatra. Traize ¿sabes dónde estás?

El aludido niega enseguida, ocultando su cabeza entre las rodillas

Psiquiatra. Esto es un Hospital, en New York ¿entiendes lo que te digo?

Nuevamente niega, ésta vez moviendo la cabeza más enérgicamente

Psiquiatra. Trataremos de ayudarte ¿puedes confiar en mí?

Ésta vez Traize levanta la cabeza y lo mira a los ojos, vuelve a inclinar la cabeza como si pensara en una respuesta, después mira a Heero y se asusta, volviéndola a ocultar

Traize. Estoy en el infierno, usted es el diablo y el muerto es su amigo ¡No confío en usted, váyase! Déjeme tranquilo

Acobardado hunde más la cabeza entre las rodillas y éstas las sujeta con sus brazos, comenzando a sollozar

Psiquiatra. Está bien, nos iremos pero quiero que veas a alguien
Traize. ¡No quiero!
Psiquiatra. No te preocupes, no te hará daño

El doctor mira hacia la enfermera y le hace una seña de que salga con él, lo mismo con Heero, dejando adentro solo al enfermero, estaba tan inmóvil que pasaba demasiado desapercibido, Traize aún no reparaba en su presencia. El de cabello avellana mira la puerta cerrarse tras salir el doctor, la enfermera y Heero, suspira tranquilamente y se quita de esa posición, sentándose con las piernas estiradas hacia la cama, la espalda recta sobre la pared, mirando al vacío

Psiquiatra. Ya puedes entrar
Wufei. No sé, ahora no sé…
Psiquiatra. Necesitamos que recupere sus recuerdos, que sepa la realidad que está viviendo, no podemos continuar alimentando sus delirios, no dejes que te transporte a su mundo, así como lo contradecimos en que Heero es un muerto y hemos permanecido firmes en su identidad ¿entiendes?
Wufei. Sí
Psiquiatra. Creo que estará bien, podemos ayudarlo pero necesitamos colaboración, si reacciona bien al verte podemos usarte como herramienta ¿estás de acuerdo?
Wufei. Sí
Psiquiatra. Entonces entra

Armándose de valor y gracias a la mirada reconfortante de Heero, Wufei decide entrar por fin a la habitación, cerrando la puerta apenas entra, pero Traize no voltea a verlo, permanecía mirando hacia el vacío. Wufei siente que el corazón se le hace más pequeño y contiene un gemido de dolor al verlo así. Saberlo muerto fue muy doloroso, pero verlo así resultaba aún más desalentador, era como si estuviera y a la vez no

Wufei. Hola

Hablando sutilmente el chino se acerca un poco, pero enseguida escucha un sonido proveniente del enfermero, Wufei gira su cabeza hacia él y entiende lo que trata de decirle así que no se acerca más

Wufei. Traize, soy yo

El aludido continuaba sin voltear, miraba solo hacia el frente, con su mirada vacía

Wufei. Soy yo, Wufei…

Al decir su nombre la voz se le quiebra, entonces Traize levanta lentamente su cabeza, observándolo, impávido, tranquilo, su mirada era casi gélida y a Wufei se le hace hielo el corazón, se miran a los ojos, de pronto la mirada azul penetra en la negra vorazmente, miles de imágenes borrosas y sin sentido se acumulan en su memoria, las lágrimas pronto se le comienzan a resbalar hasta llenarle el rostro, entonces se cubre la cabeza con ambas manos, cierra los ojos y comienza a gritar, alterándose como nunca lo había hecho desde la muerte de Zechs, estaba teniendo una crisis, Wufei se asusta al verlo, ahogando un gemido de desesperación, pronto el enfermero se acerca a él, saca de su bata una jeringa ya lista con el tranquilizante y con un poco de esfuerzo logra administrar la dosis, Wufei se tapa la boca con ambas manos y da dos pasos hacia atrás, entonces la puerta se abre y entra el otro enfermero, la enfermera, el doctor y Heero por último, el ojiazul se acerca a su amigo y le coloca ambas manos sobre los hombros

Heero. Estará bien

Sin poder responder Wufei observa la escena, Traize estaba tranquilizándose, como entrando en un estado de sopor. Los enfermeros lo ayudan a acostarse, la mirada azul miraba hacia Wufei, como en un extraño ensueño lo observa fijamente, comenzando a dormirse poco a poco, las lágrimas le adornaban el rostro y pronto las de Wufei caen sobre su cara, hacía tanto que no lloraba que se sentía extraño, pero ver a Traize en ese estado lo había afectado demasiado.

Luego que la pequeña Nataku se quedara dormida, Quatre sale sigilosamente de la habitación y le pide a su hermana Irea que esté pendiente de ella, Irea amaba a los niños y no le cuesta trabajo aceptar, mientras que Catherine se encontraba ocupada en otros asuntos. El rubio se reúne con Trowa en la habitación que ambos compartían, Trowa revisaba un par de revistas, entonces el ex bajista se acerca hasta él y le rodea la cintura con ambas manos, Trowa sonríe ligeramente y con una de sus manos le agarra uno de los brazos que le tomaban por la cintura, se gira ligeramente hacia atrás y se besan, luego Trowa vuelve la vista al frente en las revistas

Trowa. ¿Ya se durmió?
Quatre. Así es, ahora es el tiempo de los adultos

Sin esperar un momento más Quatre comienza a bajar sus manos hasta la pretina del pantalón de Trowa y lo desabrocha, el ojiverde continuaba mirando las revistas, en algunas hablaban de ellos y las situaciones que habían estado sucediendo a su alrededor, pero Quatre poco presta atención de ello, continuando con sus traviesas manos

Quatre. Te deseo…

Sonriendo maliciosamente el rubio comienza acariciándolo, Trowa jadea sutilmente aunque parecía no estar en el mismo tono que Quatre, pero al rubio no le importa, baja los pantalones de Trowa hasta el suelo y le suelta, colocándose al frente de él, no duda en hincarse mientras mira hacia arriba, observando la portada de la revista que su novio traía en esos momentos, sonríe nuevamente y luego le baja la ropa interior, el miembro de Trowa seguía dormido y eso le agrada al rubio, amaba despertarlo, hacerlo sentir. Sin hacerlo esperar Quatre comienza, acariciándole sutilmente de principio a fin con sus labios, apenas rosándolo, causándole cosquillas, mientras sus manos le acarician los testículos, Trowa intenta resistirse, amaba ese juego, así que pretende ignorarlo, a pesar de la lengua del rubio que pronto comienza a jugar en su glande, rodeándole, hundiendo la punta de su lengua en el extremo, dejando un poco de saliva que pronto le escurre por el tronco

Quatre. Siempre eres tan delicioso

Tratando de comportarse sensualmente Quatre miraba de forma lasciva a su novio, Trowa intenta continuar ignorándole pero le costaba mucho trabajo, se mordía el labio inferior con fuerza. Cuando el rubio comienza a meterse el miembro de su novio a la boca lo termina de despertar, Trowa no se resiste más y avienta la revista, mirando hacia abajo, Quatre se veía inmensamente sexy cuando se hincaba frente a él y le practicaba sexo oral, eso siempre terminaba volviéndolo loco

Trowa. Quatre… mmnhh… sí

Mientras el rubio succionaba su miembro con ímpetu le acariciaba los testículos con su mano izquierda mientras que la derecha, apoyada en su cadera, lo balanceaba de atrás hacia adelante, haciendo las estocadas en su boca cada vez más profundas, pero antes de dejarlo terminar se detiene, el ojiverde lo mira con éxtasis y sonríe

Trowa. Malvado

Completamente excitado Trowa agarra a Quatre de los hombros y lo ayuda a levantarse, no tardan ni un segundo y se devoran a besos, calientes y húmedos, apasionados. Trowa lleva a Quatre hasta la cómoda y sin pensarlo dos veces tira todo lo que había en ella, el rubio observa y sonríe emocionado, aquello había sido muy salvaje

Quatre. Castígame entonces…

Respirando rápidamente, completamente excitado, Quatre observa como Trowa se acerca a él, lo sujeta de las caderas y le da un pequeño empujón hacia delante, intenta besarlo pero solo quería provocarlo, Quatre intenta morderlo pero Trowa lo aleja con sutileza, no permitiendo que tocara sus labios. Sin miramientos se deshace de la ropa de su novio y él se quita por completo los pantalones y el bóxer, alejándolos de ambos, luego se acercan para besarse apasionadamente, se miran a los ojos y se sonríen

Trowa. Te castigaré…

Sonriendo con malicia el ojiverde se despoja de su camisa, ahora los dos estaban desnudos, con los miembros punzantes, deseosos de acercarse uno al otro. Trowa se acerca decididamente a Quatre y lo sujeta sutilmente de los cabellos, robándole un beso tan profundo como húmedo, al separarse los une un pequeño hilo de saliva, pronto las manos del ojiverde recorren el cuerpo del rubio, sujetándole con delicadeza los pezones, estimulándolos suavemente, Quatre jadea sutilmente y entonces Trowa se agacha un poco lamiéndole el pecho, dejando marcas de besos mientras sus manos exploran al rubio. Quatre gime al sentirse completamente excitado, Trowa baja de nuevo con besos hasta quedar ahora él hincado frente al rubio, lamiéndole enseguida el miembro mientras lo masturba, jugando la lengua sobre su glande, dejando rastros de humedad por todas partes, pero no lo hace terminar, él también estaba siendo malo, el rubio se muerde los labios al sentir que Trowa se aleja de esa zona, pero a cambio de ello comienza por acariciarle los glúteos, besándole la cadera después

Trowa. Voltéate…

Ni tardo ni perezoso Quatre obedece, agarrándose de los bordes de la cómoda, Trowa sonríe y le sujeta las piernas, moviéndolas hacia los lados, el rubio entiende y las separa, quedando expuesto ante él, Trowa lo mira fijamente y no tarda en comenzarle a besar los glúteos, sujetándolos por las orillas, haciendo movimientos circulares, Quatre sonríe, aquello siempre lo hacía delirar, sabía lo que venía. Los labios de Trowa recorren todas las partes de sus glúteos y luego deja de acariciarlos para sujetarlos, hundiendo sus dedos medio y anular en la carne, luego los separa delicadamente, apreciando mejor la entrada del chico, no duda en usar sus dedos índices para acariciarle el ano, haciéndolo estremecer, no lo duda y mete ligeramente la punta de uno, lo retira y vuelve a separar para permitirse jugar con su lengua.

Al sentir el primer lengüetazo Quatre tiembla, amaba cuando Trowa se encargaba de sus zonas más íntimas, sin miedo a nada, incluso introduce ligeramente su lengua antes de moverla en círculos por la superficie, haciéndolo estremecer. Trowa continúa con su tarea de prepararlo, encargándose de dejarle mucha saliva, luego deja de separarle los glúteos y con su mano derecha lo penetra con un dedo, moviéndolo de afuera hacia adentro, luego otro dedo, Quatre se retuerce, sintiéndose más excitado que nunca, pero cuando Trowa mete un tercer dedo cierra los ojos con éxtasis, luego no fueron solo tres dedos, sino la lengua de Trowa ayudándoles, torturándolo sin duda, pero de una manera positiva, Quatre gemía y no podía parar, no hasta que el mismo Trowa se detiene

Quatre. Hazme tuyo, hazlo ya, pronto…

Completamente excitado Quatre se agarra con fuerza de los bordes de la cómoda, pero Trowa al levantarse no lo penetra, sino que lo agarra de los hombros y lo obliga a voltearse, ambos se miran a los ojos con deseo, Trowa se agacha ligeramente y lo agarra de las piernas, lo levanta y con fuerza lo deja caer sentado sobre la cómoda, el rubio sonríe lascivamente y enreda las manos en el cuello de Trowa, ambos se funden en un profundo y apasionado beso hasta que el ojiverde se detiene, mira hacia abajo y sonríe, el miembro de Quatre ya escurría algunas gotas de semen, Trowa aprovecha y cierra su mano entorno a él, estando así de sensible hace que Quatre emita un jadeo con fuerza, pero Trowa no lo masturba, lo suelta y le agarra las piernas con ambas manos, separándolas, le suelta una y se agarra el miembro, dirigiéndolo a la entrada de Quatre, el rubio fija su mirada hacia abajo, deseaba ver a su novio introduciéndose en él, mordiéndose el labio al verlo entrar lentamente, cuando está dentro por completo Trowa se suelta el miembro y agarra de nuevo ambas piernas de Quatre, comenzando a balancearse de atrás hacia delante, lentamente, con ritmo, Quatre aprieta con más fuerza las manos en el cuello de Trowa y mueve su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y relamiéndose los labios, gimiendo sin decoro

Trowa. Te gusta ¿eh?

Sin poderse contener Quatre gime más fuerte y afirma con la cabeza, abre los ojos y se topa con la mirada cálida de su novio, el ojiverde no había disminuido el ritmo, sin embargo le suelta la pierna izquierda pero Quatre la mantiene ampliamente abierta, mientras Trowa dirige aquella mano desocupada hacia la entrepierna del rubio y comienza a masturbarlo, sacándole otro gemido de éxtasis, se miran a los ojos y se sonríen, al cabo de unos segundos Trowa se agacha y comienza a lamerle uno de sus pezones, haciéndolo sentirse en el paraíso, la penetración del miembro duro de Trowa, su mano diestra masturbándolo y la lengua insaciable devorándole era la gloria misma

Quatre. ¡Aahh! Voy a… voy a…

No podía aguantar un segundo más, así que el rubio se corre en la mano de Trowa, gimiendo tanto como puede, sintiéndose liberado, mientras su entrada aprisiona con fuera a Trowa al sentirse liberado. Todo el cuerpo de Quatre se estremece, Trowa se levanta y aprovecha para atraparle la boca, se besan a pesar de los jadeos del rubio, el ojiverde continuaba moviéndose, no había perdido el ritmo a pesar de haber hecho terminar a su novio en su mano, Trowa era un experto en el sexo. Continúan besándose hasta que Trowa se aparta con brusquedad, él también se corre, aunque él dentro de Quatre, llenándolo con su esencia por dentro, Quatre observa los gestos de Trowa al tener su orgasmo y comienza a regalarle besos por todo el rostro, acariciándole el cabello después, luego se miran a los ojos y vuelven a besarse, el rubio cierra ambas piernas en la espalda de Trowa, no permitiendo que se saliera, Trowa cierra a su vez los brazos en la cadera de Quatre y lo levanta de la cómoda, sujetándolo de los glúteos, seguían estando unidos.

Trowa lleva a Quatre hasta la cama y se sube, acostándolo a él, por consiguiente se encima en el rubio, continuaban besándose, al separar sus labios se sonríen y poco a poco Trowa se sale de él después que el rubio ya no cerrara las piernas en su espalda

Quatre. Eso fue increíble, hace mucho que no lo hacíamos así
Trowa. Lo sé…

Posicionándose al lado del rubio, Trowa se acuesta y su novio no tarda en acurrucarse en sus brazos. Sus cuerpos seguían calientes y húmedos sobre las sábanas de la cama sin acomodar, el ojiverde le besa sobre los cabellos

Trowa. No dejaré que nuestra relación se enfríe, lo prometo
Quatre. Lo sé mi amor, yo tampoco

Feliz de que ambos pensaran igual, Quatre sonríe y se abraza con mayor fuerza al cuerpo de su novio, quedándose dormido instantes después. Trowa lo suelta delicadamente cuando siente que se ha dormido, descoloca las sábanas con cuidado de su lado y envuelve a Quatre, le besa la mejilla y se dirige hacia la cómoda, levantaría todas las cosas que tiró al suelo, al terminar entra al baño para tomar una ducha, a diferencia del rubio él no se había cansado… la puerta de la habitación se abre y por ella entra Catherine, al ver la ropa tirada en el suelo y a Quatre durmiendo no hacía falta saber lo que había sucedido, ya no le sorprendía nada, su hermano y el ex bajista podían hacer el amor a cualquier parte del día y no les importaba si había personas en la casa o no, pero al menos siempre lo hacían dentro de la habitación, aún no eran tan descarados como para usar habitaciones del uso común de todos, eso era un alivio

Catherine. ¿Dónde estará mi hermano?

Trowa aún no abría las llaves del agua por lo que la chica no sabe que se encuentra adentro del baño, así que se acerca a Quatre y lo mueve del hombre, enérgicamente

Catherine. ¡Hey tú! Despierta

Imprimiendo más fuerza a sus movimientos, la chica logra despertar al rubio, éste la mira desconcertado, no sabía que pasaba

Quatre. ¿Qué sucede?
Catherine. Hay alguien abajo que busca a mi hermano ¿dónde está?

Al oír aquello el rubio reacciona y mira a su lado, Trowa ya no yacía con él, entonces se sienta y se talla los ojos, no había dormido mucho, se sentía confundido

Quatre. No sé

Al responder las llaves del agua se abren y ambos logran escuchar el agua correr

Quatre. ¿Quién es esa persona? Tendrá que esperar
Catherine. Una mujer, pero no viene sola
Quatre. ¿Cómo?
Catherine. Viene acompañada… de un bebé

Como si aquello le doliera decirlo, la pelirroja hace una pequeña pausa, mirando fijamente al rubio a los ojos, éste inclina ligeramente la cabeza a un lado, observando a su cuñada como si estuviera esperando algo

Catherine. Dice que es una amiga, pero no sé qué pensar
Quatre. ¿Por qué?
Catherine. El bebé tiene el cabello castaño… y tiene ojos verdes

Al oír esa descripción Quatre abre más amplio los ojos, luego por instinto mira hacia la puerta del baño, después mira otra vez a Catherine, la chica se encoje de hombros

Catherine. No sé qué decirte
Quatre. ¿Qué estás imaginándote?
Catherine. Ya sabes… puede ser…
Quatre. ¿Es bebé o niño?
Catherine. Bebé, tiene como un año y medio
Quatre. Año y medio…

El ex bajista se detiene a pensar detenidamente, hace cuentas y abre más ampliamente los ojos, en aquel momento ellos aún no se reconciliaban, por lo que las sospechas de Catherine podían ser ciertas, pero ¿Quién sería la chica que había ido? Tal vez alguna de las prostitutas que el ojiverde solía llevar a casa, no estaba seguro, lo único que sabía es que un agudo dolor comenzaba a formarse en la boca de su estómago

Catherine. ¿Estás bien?
Quatre. No… me estoy sintiendo mal

Llevándose una mano a la boca el rubio contiene una arcada, no sabía porque se estaba sintiendo tan mal, pero un mareo le ataca y cierra los ojos, agarrándose la frente. Instantes después sale Trowa del baño, desnudo, con solo una toalla cubriéndole la cintura, al ver la escena se preocupa

Trowa. ¿Qué sucede?
Catherine. Hermano…
Trowa. ¿Qué pasa?

Ninguno de los dos le respondía al ex baterista, entonces Trowa se acerca a ellos y se sienta en la cama junto a Quatre

Trowa. ¿Qué tienes?
Quatre. ¡No me toques!

Reaccionando de forma violenta el rubio se levanta de la cama sin importarle que no trae ninguna ropa encima y se encierra en el baño, Trowa mira con desconcierto a su hermana

Catherine. Ay Trowa, otra vez se la hiciste
Trowa. ¿Hacerle qué?
Catherine. Hacerlo sufrir ¿Qué más?
Trowa. ¿Por qué?
Catherine. Abajo está una mujer, dice que es amiga tuya y trae un bebé
Trowa. ¿Y eso qué?
Catherine. Ese bebé se parece a ti, demasiado
Trowa. ¡¿Qué?!

Incrédulo y aturdido Trowa mira fijamente a su hermana, ésta asiente y también lo mira

Catherine. Iré abajo, vístete y ven
Trowa. Sí…

Aún confundido Trowa se queda ensimismado, sin darse cuenta cuando su hermana sale de la habitación y cierra la puerta, cuando reacciona se acerca a su clóset y saca ropa, rápido se viste y se pone zapatos, luego mira hacia la puerta, tras pensarlo unos momentos se acerca, toca ligeramente y espera respuesta

Trowa. Tenemos que hablar, esto no tiene nada que ver contigo, además no es seguro que sea mi hijo, no hagamos conjeturas

De nuevo no hay respuesta

Trowa. Bajaré a verla, por favor, necesitamos hablar. Ahora vuelvo

Sin esperar respuesta del rubio, Trowa sale por fin de la habitación rumbo a la parte de abajo, instantes después sale Quatre del baño, tenía los ojos rojos y parecía muy abatido… el ojiverde llega a la parte de abajo de la casa, Catherine estaba de frente a las escaleras y la mujer le daba la espalda, lo primero que el ex baterista ve es al bebé que asomaba su cabeza por el hombro de la mujer, efectivamente se parecían mucho, sobre todo los ojos, la mirada fría, a pesar de ser un bebé, resultaba bastante encantadora, al verlo Trowa se estremece, su hermana había tenido razón en sospechar. El chico se acerca a paso lento, Catherine lo señala en indicación para la mujer y ésta se gira hacia Trowa, sonriéndole, él se impresiona al verle el rostro, no había duda, aquella mujer era Middie, la enfermera de la clínica de rehabilitación donde vivió durante tres meses, la probabilidad que ese pequeño fuera su hijo resultaba alta, ya que se habían acostado y no usaron condón

Trowa. Middie…
Middie. Hola Trowa

Ambos se miran fijamente a los ojos, Catherine saca sus conjeturas, su hermano estaba casi paralizado, sabía que eso era una señal, Trowa estaba reconociendo la situación

Middie. Perdón por venir así, tan de repente
Trowa. ¿Es mi hijo?

Sin preguntar si quiera como se encontraba, Trowa va directo al grano, necesitaba saber lo que estaba sucediendo. Middie sonríe y asiente

Middie. Es niña, tiene un semblante un poco rudo ¿verdad? Creo que lo sacó de ti

La enfermera parecía muy contenta, hablándole, pero él seguía en shock, muy serio, luego posa la mirada sobre la bebé, Middie le daba palmaditas en la espalda y tras ella Catherine le hacía gestos, pero no oía risa alguna

Trowa. ¿Por qué no me lo dijiste cuando te enteraste que estabas embarazada?
Middie. Porque no pensaba decirte que serías papá, iba a criarla sola
Trowa. Estás hablando en tiempo pasado

La chica agacha la mirada y sonríe amargamente, guardando silencio. En esos momentos escuchan unos pasos y ambos miran hacia las escaleras, estaba Quatre al final de éstas, observándolos, parecía con la mirada perdida, pero miraba a la mujer con la niña en brazos

Quatre. ¿Eres el padre?

Sin decir palabra Trowa asiente, mirándolo fijamente a los ojos, haciéndolo estremecer, Quatre sonríe nervioso y se acerca a donde están, Middie y él cruzan miradas, el rubio no tenía idea de quien era esa mujer, pero ella si lo conocía a él, Trowa siempre le hablaba del hombre que amaba, el hombre que siempre estaba en sus pensamientos. El rubio ya no dice nada más, mira la escena como ajeno a ella, Trowa vuelve su mirada a Middie y ella lo mira a su vez a los ojos

Trowa. Dime por qué hablas en tiempo pasado ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
Middie. Voy a morir Trowa
Trowa. ¿Qué?

Tras la confesión no solo Trowa se sorprende, sino también Catherine y Quatre, ambos comparten una mirada, luego los tres miran atentos a Middie

Middie. Cáncer de hígado, no sé cuánto más pueda vivir, me lo han detectado en etapa terminal

Aguantándose las ganas de llorar la chica vuelve a mecer a la niña y le da otras palmaditas en la espalda, luego le besa en la cabeza, arriba de la oreja

Middie. Tiene derecho a tener un padre y tú tienes derecho a tener una hija, pero si no la aceptas tendré que dejarla en un orfanato

El ojiverde sonríe ligeramente, como si pretendiera decirle la solución más cómoda para él, pero antes de que articule palabra Quatre lo interrumpe, avanzando hacia él

Quatre. Ni se te ocurra, es tu hija
Trowa. No siento ningún apego emocional hacia ella…

Aquellas palabras el ex baterista las dice sinceramente, desde el fondo de su corazón, el rubio no se resiste y se postra frente a él, dándole una fuerte bofetada, Catherine se sorprende por aquella reacción al igual que Middie, en cambio Trowa estaba conmocionado ¿Qué era todo eso? ¿Por qué aquella reacción de parte del rubio?. El ojiverde voltea de nuevo hacia él, Quatre lo miraba con reproche

Trowa. ¿Por qué?
Quatre. ¡Eres un cobarde!

Completamente decepcionado el rubio dirige una última mirada hacia Trowa, luego le da la espalda y camina hacia las escaleras, en esos instantes la puerta se abre, entrando por ella Heero y Wufei, el chico estaba abatido sin prestar atención alrededor, pero Heero se da cuenta que algo no estaba bien, topa la mirada con Quatre, éste lo mira con tristeza antes de continuar su camino, subiendo las escaleras

Heero. ¿Qué pasa?

El ex vocalista mira hacia la sala y observa la escena, fija su mirada en la mujer con un bebé, él ni siquiera necesitaba ver el rostro de ese bebé para darse cuenta lo que estaba pasando, Wufei repara en que algo no iba bien y presta atención

Wufei. ¿Pasó algo malo?
Catherine. Es mejor si los dejamos solos

Sonriendo tímidamente la chica se aleja de su hermano y Middie, avanzando hacia los recién llegados, Heero y Wufei comparten mirada y acto seguido los tres se alejan, dejando solos a Trowa, Middie y la bebé

Middie. Se nota que Quatre es buena persona, que suerte tienes de tenerle, pero es mucho para ti, de eso me di cuenta también

El ojiverde enmudece ante las palabras, quizás sí había sido lo que Quatre le dijo, un cobarde, pero además un cínico y un canalla. Comenzó a sentir remordimientos pero siguió callado, mirándola

Middie. Fue un error haber venido
Trowa. Espera…

Él la detuvo cuando intentó marcharse, Middie lo miró de nuevo, esperando que hablara

Trowa. Me haré cargo de ella
Middie. No te obligaré a nada, sino quieres prefiero dejarla donde recibirá amor
Trowa. No te prometo nada, pero puedo intentarlo
Middie. ¿De verdad?

El ojiverde asiente, estaba convencido de ello, además no quería perder a Quatre, sabía que el rubio lo dejaría si terminaba comportándose como un cretino con su propia hija

Trowa. Pero con una condición
Middie. ¿Cuál?
Trowa. Déjame ayudarte
Middie. ¿Ayudarme?
Trowa. Pagaré los mejores doctores…

La chica sonríe, luego niega con la cabeza

Middie. Conozco a excelentes oncólogos, ninguno me dio esperanza, ya me resigné. Lo primordial para mí es Emma
Trowa. Emma…

Hasta ese momento Trowa no había preguntado el nombre de la bebé, al pronunciarlo siente una extraña cosquilla por la espalda pero se queda quieto, mirándolo

Middie. ¿Quieres?

Agarrando a la niña por debajo de sus brazos la gira hacia Trowa, por segunda vez se cruzan sus miradas, la niña estaba muy seria, resultaba muy tierna con aquella expresión fría pero linda, el ojiverde retrocede por instinto un paso, había abrazado numerosas veces a Nataku, había jugado con ella, pero se sentía extraño mirando a su propia hija, sería incapaz de tocarla siquiera. Middie sonríe

Middie. Si vas a quedarte con ella tarde o temprano tendrás que abrazarla

Sonriendo de nuevo la enfermera se acerca a Trowa, ésta vez él no retrocede, cuando ella está lo suficientemente cerca de él alza a la niña en su dirección, dejándola aún más cerca

Middie. Mira Emma, es papá

La niña continuaba mirando con extrañeza y frialdad a Trowa, no lo conocía, así que cuando él la sujeta entre sus brazos comienza a llorar, estirando sus brazos hacia su mamá

Middie. No llores mi amor, es tu papá

Trowa miraba atento a la niña, por instinto comienza a mecerse, eso hacía cuando intentaba calmar a Nataku, pero con ella parecía no funcionar, entonces Middie estira sus brazos y la agarra de nuevo, Trowa no dejaba de observar a la pequeña ¿habría sentido su aura llena de dudas? ¿Habría sentido que no la quería? Que la llegada a su vida le echaba a perder todos sus planes… quizás Emma entendía todo eso al sentirse en brazos de él

Middie. ¿Puedo dejártela hoy?
Trowa. ¿Hoy ya? Necesito arreglar los papeles ¿ya la registraste?
Middie. Sí, la registré como madre soltera, pero se puede cambiar
Trowa. Déjamela otro día, te prometo que la cuidaré, pero hoy…
Middie. Te la dejo y mañana vengo por ella ¿Qué te parece? Para que se vaya acostumbrando a ti

Indeciso el ojiverde se queda callado, mirándola, luego lo piensa de nuevo y asiente, quizás no era mala idea

Middie. Perfecto, éstas son algunas de sus cosas, traeré poco a poco las demás
Trowa. Sí…

La mujer sonríe ampliamente, emocionada, gira a la bebé de nuevo hacia ella y la mira a los ojos, los propios se comienzan a llenar de lágrimas, luego los cierra y de forma sutil le besa la frente, al abrirlos más lágrimas salen de sus ojos, le da un beso en ambas mejillas y después la abraza con fuerza, Trowa observa la escena sin apenas moverse. Middie retira a la bebé de sus brazos y se la entrega a Trowa, la niña se gira hacia ella y estira de nuevo sus bracitos, no quería estar con él

Middie. Nos vemos luego mi amor, no llores

Sonriéndole ampliamente vuelve a acercarse a ella y le besa otra vez la frente

Middie. Te amo hermosa, sé buena con papá

Cuando la mujer intenta dar un paso hacia atrás la niña la sujeta con fuerza de las ropas, llorando más fuerte, pero Middie le agarra las manitas para que le suelte y da un paso atrás, sin decir nada más da otros pasos hacia atrás, mira hacia Trowa y sonríe

Middie. Muchas gracias
Trowa. Te espero mañana
Middie. Sí

Volviendo a llorar, Middie mira por última vez a su hija y da media vuelta, avanzando hacia la puerta, cuando sale solo se escuchan los llantos de la bebé, Trowa seguía incrédulo, de un momento a otro era papá, un cambio que jamás pensó experimentar, al poco tiempo baja Catherine rápidamente, había oído la puerta cerrarse, se sorprende al ver a su hermano con la niña en brazos, entonces se acerca

Catherine. ¿Y su mamá?
Trowa. Se fue, mañana viene por ella
Catherine. ¿Qué pasa nena? Ven con tu tía

La pelirroja estira sus manos hacia la niña y ella enseguida quiere irse con ella, llorando menos fuerte. El timbre de la casa vuelve a sonar, a Trowa le extraña pero decide ir él mismo a abrir, camina hacia la reja después de atravesar el jardín central pero no parecía haber nadie, se asoma y entonces ve con asombro un par de maletas junto a una carriola para bebé, mira hacia ambos lados pero no había nadie, así que mete las cosas y cierra la reja, entrando con las maletas y la carriola a la casa, al cerrar la puerta Catherine observa lo que su hermano ha llevado y se sorprende

Catherine. ¿Y eso?
Trowa. No volverá ¿cierto?
Catherine. Trowa…

Suspirando profundamente se lleva ambas manos a la cintura para pensar ¿y ahora cómo haría con los papeles? Seguro podía contratar a Richard para eso, pero estaba anonadado, había creído en las palabras de Middie aunque ella desde un inicio no pensaba volver, por eso lloraba como lo hizo, era la despedida final de ella y Emma

Catherine. Mira hermano, en la carriola hay una carta

El ojiverde mira hacia donde señalaba su hermana y agarra un sobre blanco que reposaba sobre las mantitas, lo abre y ahí dentro hay una carta, la abre para leer

Middie. Antes que me odies debo pedirte perdón por haberme ido así, de otra forma despedirme de ella habría sido más difícil, es injusto hacerla partícipe de mi muerte, por eso me alejo para siempre, sé que la cuidarás bien. Los dos cometimos un gran error dejando que la pasión nos hiciera su presa, pero gracias a ello conocí al más grande amor de mi vida, el amor de mi hija, por eso debo agradecértelo, aunque no fue tanto el tiempo cada segundo valió la pena. Dentro de la maleta azul está un sobre con los papeles de Emma, su registro, su cartilla de salud, la cartilla de vacunas y su historial médico, también el teléfono de mi abogado, tiene carta poder para firmar a mi nombre todo lo referente al cambio de apellido de la niña y los papeles para que sea legalmente tuya, él tiene todas las instrucciones, por favor acude a él. Muchas gracias Trowa, en otras circunstancias me habría encantado formar una familia contigo, te amé hace tiempo y gracias a ese amor ésta bebé nació siendo amada por mí, espero también lo sea por ti, no tengo palabras para agradecértelo. Adiós y sé feliz

Al leer en voz alta aquellas palabras siente que se estremece, no podía imaginar ni el amor ni el dolor de una madre por haber hecho lo que Middie hizo, pero de pronto se sintió en paz. Miró a la niña en brazos de Catherine, había dejado de llorar y jugaba con el cabello rojo de la chica

Catherine. Creo que ésta noche es conveniente que duerma conmigo e Irea
Trowa. Sí
Catherine. Mañana ordenaré que le preparen otra habitación
Trowa. Está bien
Catherine. ¿Por qué no subes a hablar con Quatre?
Trowa. Es verdad
Catherine. Yo me encargo de Emma, ve

Sin que se lo digan dos veces Trowa sube las escaleras, rumbo a su habitación, la puerta estaba abierta, Heero de pie junto al marco, con los brazos cruzados y la pierna flexionada, tocando la pared con su pie, al escuchar a Trowa subir gira su cabeza y lo mira fijamente, luego vuelve a mirar al frente, parecía como si esperara algo. Trowa entra a la habitación y ve a Quatre empacando sus cosas en una maleta, mientras Wufei le hablaba, diciéndole palabras para convencerlo de desistir, al ver que Trowa entra se aparta

Wufei. Lo siento, no lo convenzo
Trowa. Quatre…
Quatre. ¡No quiero oírte!
Trowa. Tenemos que hablar
Quatre. No quiero…

Llevando más de su ropa a la maleta la avienta sin orden alguno, Trowa se acerca y le sujeta de un brazo, pero el rubio se suelta bruscamente

Trowa. Escúchame
Quatre. No quiero
Trowa. Se quedará
Quatre. ¿Qué dices?
Trowa. Emma, le daré mi apellido, llevará el apellido Bloom, es mi apellido de nacimiento, la acepté como mi hija
Quatre. Te felicito

Sonriendo de verdad aunque con dureza, el rubio lo mira a los ojos, pero continúa empacando, Trowa se extraña, no entendía

Trowa. ¿Por qué te vas?
Quatre. Te estoy dejando, por eso
Trowa. Quatre…
Quatre. Me mentiste… yo de tonto te creí de nuevo
Trowa. ¿De qué hablas?
Quatre. ¿De qué va a ser? Me lloraste, me dijiste cuanto sufriste sin mí… si claro, te revolcabas con otras, como siempre, solo quisiste hacerme sentir culpable para que te aceptara de nuevo
Trowa. No es verdad
Quatre. Claro que sí
Trowa. ¡Casi muero!

El rubio se detiene abruptamente, respirando con dificultad, Wufei mira hacia Trowa y luego hacia el rubio, sin decir nada se comienza a alejar hasta salir de la habitación, al cerrar la puerta cruza mirada con Heero y ambos se retiran de ahí

Trowa. No es mentira lo que te dije, me hundí en las drogas y tuve una sobredosis, me llevaron de emergencia al Hospital y luego me internaron… Middie era enfermera de ese lugar…
Quatre. Claro, y tú te la echaste, aprovechando ¿no?
Trowa. Quatre, por favor…
Quatre. Por favor nada

Enojado cierra la maleta y la tira al suelo, luego la levanta y camina hacia la puerta, pero Trowa lo alcanza y se la arrebata

Trowa. No hemos terminado de hablar
Quatre. Claro que sí
Trowa. Quatre, te amo, no podemos terminar por algo así, tú también me amas
Quatre. Es verdad, te amo Trowa, pero si algo aprendí de nuestro pasado es que el amor a veces no es suficiente para mantener a flote una relación… se terminó… no quiero volver a saber de ti

Ambos comparten una triste mirada, Trowa sabía que no podía obligarlo a nada, ya no era el cerdo egoísta que solía ser, si Quatre quería dejarlo él no podía retenerlo

Trowa. Está bien… vete

Moviendo la cabeza sutilmente hacia la puerta le da a entender que es libre de marcharse, entonces estira la maleta hacia el rubio, quien comienza a derramar lágrimas en silencio, sin dejar ambos de mirarse Quatre agarra de nuevo la maleta, se miran por última vez y Quatre sale de la habitación, Trowa no va tras él. El rubio mira hacia el final del pasillo, Heero y Wufei lo observan fijamente, sin decir nada, Quatre pasa saliva y les da la espalda, avanzando al lado opuesto, a donde están las escaleras, comienza a bajar, al llegar al primer piso ve a su hermana junto a Catherine, ambas jugaban con la bebé, Irea mira hacia su hermano y se preocupa

Irea. ¿A dónde vas?
Quatre. Donde sea menos aquí

El ex bajista mira hacia la bebé y vuelve a derramar lágrimas, la niña mira hacia él y estira ambos brazos, como si quisiera que la abrazara, Quatre deja la maleta y se acerca a ella como por instinto, Catherine la traía en brazos y se la entrega

Catherine. Se llama Emma
Quatre. Es tan bonita…
Catherine. Como su papá ¿verdad?

Sin responder a eso Quatre mira hacia la niña y la abraza, a ella le agradaba Quatre y sonríe emocionada, comenzando a jalarle el rubio cabello

Catherine. Quatre, no te vayas, no abandones a mi hermano, tampoco a Emma

Nuevamente sin responder el ex bajista mira a la niña y luego le da un beso en la mejilla, pero se la devuelve a Catherine

Quatre. Lo siento, ya lo decidí

Sonriendo amablemente camina hacia su maleta, pero la bebé comienza a llorar y eso lo hace voltear hacia ella, al ver los pucheros en su cara no puede evitar enternecerse y se devuelve hacia Catherine, la pelirroja le entrega a la niña y ésta deja de llorar

Catherine. Le gustas mucho
Quatre. Supongo que es parte de mi encanto

Ambos se sonríen ante el comentario

Catherine. Entonces ¿te irás?
Quatre. Diablos ¿Por qué soy tan sensible?

La chica se comienza a reír y luego mira hacia Irea, la chica le sonríe a su novia y luego se acerca a su hermano

Irea. Quatre, piénsalo bien ¿sí? Tus impulsos y tu orgullo antes te hicieron daño, no permitas que te separen ahora de Trowa, ustedes se aman
Catherine. Es verdad, ya sabemos que mi hermano es un idiota, pero jamás quiso hacerte daño con esto, sean una familia, los tres
Quatre. Una familia

El rubio mira a la niña y la vuelve a estrechar en sus brazos, él no había conocido el calor de un hogar, su madre había muerto muy joven y su padre tenía tantos negocios por atender que nunca estaba en casa, siendo tantos hermanos resultaba imposible crear un cálido hogar, apenas Irea era la única hermana con quien se había llevado bien siempre. Pensar en él viviendo con Trowa y Emma de repente resultó tentador, conocería al fin lo que sería una familia

Quatre. Tal vez tengan razón

Olvidándose de su maleta, Quatre sube las escaleras con la niña en brazos, la puerta del cuarto de Trowa estaba abierta, al llegar lo ve sentado al borde de la cama, estaba agachado, mirando hacia el suelo, Wufei a su lado, sentado también, con una mano sobre su espalda, mientras Heero estaba apoyado en la pared cerca de la cama, mirándolos a ambos. Al escuchar los pasos acercarse miran hacia la puerta, menos Trowa, él permanecía en la misma posición

Wufei. Quatre…

Al oír aquel nombre Trowa levanta la cabeza y lo ve, de pie cerca de la puerta, con su hija en brazos, estaba sorprendido, Quatre puede ver sus ojos enrojecidos, no como si hubiera llorado, sino como si apenas fuera a hacerlo, Wufei se aleja y rápidamente Trowa se pone de pie, ambos avanzan hacia el otro, hasta estar frente a frente

Quatre. Cambié de parecer… gracias a ella
Trowa. Quatre…
Quatre. Si hubieras permitido que fuera a un orfanato jamás te lo habría perdonado
Trowa. Perdóname Emma, tu papá es un cobarde ¿eh?

Tocándose la mejilla que Quatre había golpeado con una mano y con la otra la coloca sobre la cabeza de la bebé, ella lo mira casi con frialdad, tenía unos grandes ojos verdes y resultaba muy mona verla con esa expresión, enseguida le voltea la cara y se abraza a Quatre, éste se ríe mientras que Trowa solo se queda mirándola. Wufei y Heero observaban todo, en silencio, para el ojiazul resultaba muy extraño todo, Wufei tenía una hija y ahora Trowa también, era confuso, mientras que Wufei los veía a los tres y sonríe, se veían muy bien así, entonces piensa en lo que Quatre le había dicho, necesitaba una pareja, entonces recuerda a Traize y se entristece, esperarlo podía ser bastante largo, quizás era mejor dejarlo ir, lo seguiría ayudando, pero ya no esperaría por él, necesitaba una mamá para Nataku, o quizás un papá

Wufei. Bienvenido de nuevo Quatre

El rubio se avergüenza un poco pero sonríe, asintiendo después. Todos comparten un agradable silencio pero al cabo de unos instantes el celular de Trowa suena, lo tenía dentro de la bolsa del pantalón, al ver el nombre de pantalla lo lee en voz alta 'Richard', enseguida Heero mira hacia él, interesándose, Trowa lo mira también, en silencio

Heero. ¿Qué esperas? Contesta
Trowa. Eh, sí… Hola Richard, bien ¿y tú?... ah, ya están en New York….

Al oír eso los ojos de Heero se abren ligeramente más, prestando completa atención

Trowa. Entiendo… Sí… Ya veo… está bien, aquí esperamos… adiós
Heero. ¿Qué dijo?
Trowa. Están aquí en New York y Duo ya sabe que estás vivo… Vienen para acá, él quiere verte

Aunque aquello sonaba a buena noticia algo había en el rostro de Trowa que lo inquietaba, como si supiera algo y no quisiera decirle, sin embargo no pregunta

Heero. Esperaré abajo

Sin decir más sale rápidamente de la habitación, Quatre y Trowa comparten una mirada, el rubio había sentido lo mismo que Heero, algo ocultaba su novio

Wufei. ¿Por qué esa cara Trowa?
Trowa. Duo lo eligió a él, solo viene a despedirse
Wufei. ¿Qué?

Tanto él como Quatre no pueden creer lo que Trowa dice, aquello parecía una especie de broma, si Duo aún amaba a Heero, a todos ellos les constaba, pero no podían entender cómo es que el trenzado tomaba una decisión así, sobre todo después de todo lo que pasó a causa de la pérdida de Heero, quizás Trowa no era el único cobarde de ellos cinco, quizás Duo era incapaz de afrontar la nueva situación y su decisión estaba siendo cegada por el miedo

Continuará…


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