El jardín de las delicias
Capítulo
30. Cuando el amor no es suficiente
Regresar
a New York y volver a respirar aquel precario pero a la vez delicioso aire
contaminado por el smog de la gran metrópoli fue un suceso que le llenó de
satisfacción, hacía un día espléndido, el sol se alzaba entre pequeñas nubes
blancas que se movían rápidamente por el cielo, el clima era tan espectacular
en comparación con la horrible isla donde estuvo durante tantos meses, aislado,
condenado a un futuro incierto, pero ahora todo eso estaba en el pasado, ahora
su presente era Duo, imaginaba su reencuentro, el trenzado correría a sus
brazos y volverían a amarse, se perdonarían todas las heridas del pasado, nada
volvería a separarlos. No solía ser tan positivo, pero su amor era grande y
había vivido un verdadero infierno en aquella isla, se sentía un hombre
diferente
Habían
viajado en un avión privado, librándose de la horrorosa prensa que seguro los
esperaría en el aeropuerto si hubieran llegado en un avión comercial. Traize
continuaba en Canadá, aún se preparaban para arreglar su traslado a una clínica
mental en New York, pero el regreso de Heero apremiaba, además él se encontraba
ansioso por volver, había intentado comunicarse a casa de Trowa pero fue
imposible, los teléfonos habían sido cambiados hace meses, cuando tuvieron que
reforzar las medidas de seguridad, incluso cambiaron sus celulares, el único
contacto que podrían tener era con Richard, a quien no habían podido localizar,
Mark lo llamaba una y otra vez sin respuesta, hasta el momento él y Hilde eran
los únicos enterados de que Heero estaba vivo y ambos habían acordado en
primero hablar con Richard, no podían simplemente manejar las cosas con
imprudencia, en los medios de comunicación aún no se hablaba bien del asunto,
la situación estaba manejándose cautelosamente aunque algunos periodistas ya
estaban al acecho, esperando tener la exclusiva de aquella historia casi de
película.
Llegaron
a unas oficinas de gobierno, ahí esperarían noticias de Richard y aunque Mark
hacía tiempo que no trabajaba con la Ley se encontraba ahí, había ido en apoyo
porque así se lo habían pedido, después de todo era quien más conocía a Richard
Hilde
y Mark llegaron rápidamente al lugar, la chica de Dark Sound estaba aún
conmocionada, sin poderlo creer, había querido correr con Relena y contárselo,
decirle que Heero estaba vivo, el amor de su vida, el hombre al que amó tanto y
que con su partida se llevó todo lo que había en su alma, pero no podía, así lo
habían acordado ella y su prometido. Heero estaba al tanto de lo sucedido en
los juicios, sabía que solo Dorothy y Dermail estaban detrás de todo, había
leído todos los documentos, las resoluciones de la corte, absolutamente todo,
naturalmente estaba indignado, bastante molesto, por culpa de la estúpida
ambición e idiota capricho de Dorothy habían vivido el peor horror, Zechs
estaba muerto, él casi muere y Traize había perdido la razón, además de todos
los otros daños colaterales, Duo, su precioso Duo había estado en la cárcel y
dentro casi muere también, The Wings había sido destruido desde su interior,
desde sus más valiosos cimientos, ellos, Dorothy había destrozado la vida de
muchas personas, no podía siquiera imaginar el dolor de todos alrededor, de su
querido Duo, de sus amigos, de las demás chicas de Dark Sound, a quienes sin
duda la rubia también les había robado todos sus sueños.
La
vida estaba descompuesta, se habían movido los crueles hilos del destino, todo
por culpa de sus ambiciones, por el poder, el dinero, que arrogantes monstruos
habían sido Dorothy y su abuelo, ellos solo unas víctimas, pero nada de eso
podía ser remediado ya, debían continuar, seguir sus vidas de forma dolorosa,
pero con mejor cara al futuro, así veía las cosas Heero en esos momentos,
mientras esperaba una respuesta de parte del abogado que Trowa había contactado
y de quien Heero prácticamente no sabía nada, ni siquiera del romance que éste
mantenía con Duo, su Duo, la persona a quien más deseaba ver
Hilde.
No lo puedo creer, de verdad estás vivo
Aunque
nunca fueron amigos y jamás se dirigieron antes palabras o miradas ella
lloraba, conmocionada, por momentos pensó en Noin, en que ella y su pequeño
hijo aún podían ser una familia junto con Zechs, ella aún no sabía detalles,
ignoraba que solo 2 de los 3 habían vuelto con vida. Heero la miró casi con
tristeza pero mantuvo su mirada serena, mientras ella se acerca hasta él,
mirando fijamente aquellos impenetrables ojos, sonríe emocionada
Hilde.
¿Dónde está Zechs? Noin ha sufrido demasiado con esto, cuando se entere…
Heero.
Está muerto
La
respuesta inmediata de Heero la deja helada, Hilde abre más amplio los ojos y
trastabilla un poco, dejando de sollozar mira fijamente a Heero, luego mueve la
cabeza en negativa un par de veces, él la mira fijamente y vuelve a sentir
tristeza, sin demostrarlo, tan solo se miran fijamente, Mark se acerca a ella y
sujeta sus hombros por la espalda, tratando de tranquilizarla
Hilde.
No es verdad…
Heero.
Lo siento, Zechs murió horas después del accidente, solo Traize y yo sobrevivimos
Había
querido decir otra cosa, que ese horror no fuera verdad, que los tres habían
vuelto salvos y sanos pero no era así, Zechs estaba muerto, no volvería jamás,
Hilde vuelve a llorar, ésta vez no eran lágrimas de sorpresa y felicidad, ahora
estaba triste, pensaba en su amiga Noin, en su pequeño bebé, realmente era un
niño sin padre, por momentos mientras iban rumbo a ese lugar los imaginaba
juntos a los tres, siendo una hermosa familia, pero había sido una falsa
ilusión
Hilde.
Esto es horrible, Zechs merecía vivir, era un hombre bueno
Lloraba
y sus hombros se agitaban, Mark la sostuvo en todo momento, apoyándola, Heero
lo miró detenidamente, no sabía quién demonios era él aunque no le importó
mucho, en aquella salita de los juzgados estaban ellos tres y otras personas,
personal del gobierno, unos policías y un fiscal, solo necesitaban saber de
Richard, ponerse de acuerdo y someter al ex vocalista de The Wings a un proceso
judicial, la acusación con Dorothy estaba hecha, pero un testimonio como el de
Heero y las nuevas pruebas hacían que la condena fuera mayor y que no podría
haber tratos, así Dorothy estaría en la cárcel el resto de sus días
Mark.
Intentaré llamarlo de nuevo
Dice
el prometido de Hilde luego de unos momentos, ella ya se encontraba más
tranquila, sentada en una de las sillas de la salita, pensativa, cabizbaja.
Luego de un par de intentos más por fin alguien contesta la llamada de Mark,
éste hace una seña al fiscal de que saldrá de la salita y enseguida se sale
Richard.
Sí, dime
Mark.
¿Por qué te has desaparecido? No respondes las llamadas, sé que estás en Italia
haciendo nacer el amor pero acá se ha presentado una situación que…
Richard.
Lo sé
Al
oír que lo interrumpe Mark no vuelve hablar, esperaría una explicación, estaba
muy confundido al respecto
Richard.
En el canal Canadiense, sé que está vivo
Mark.
¿Qué? Con mayor razón debes estar aquí…
Richard.
Un día por favor
Mark.
¿Un día?
Richard.
Necesito un día completo con Duo, te prometo que después le diré la verdad, lo
pensé mucho estos días, no puedo retenerlo ni mentirle, si se quiere ir con él
no haré nada, pero necesito despedirme, por favor
Mark.
Richard…
Richard.
Evité las llamadas intencionalmente, mañana en la noche se lo diré, te lo juro
Mark.
Estamos en los juzgados ¿Qué les digo?
Richard.
Que no puedo regresar, inventa algo, más pronto que tarde retomaremos el caso,
pero hoy y mañana no por favor
Mark.
En unas buenas me metes, veré que hago
Richard.
Muchas gracias Mark, adiós
Sin
despedidas sentimentales ni más palabras Richard cuelga el teléfono, dejando a
Mark un poco molesto pero también preocupado, su amigo era el tipo de persona
responsable y diligente a quien no le gustaba mucho saltarse las normas ni
hacer cosas incorrectas, pero ahora por Duo estaba actuando de maneras
irresponsables. Sonríe con amargura, pensando en su amigo y la cruel separación
que se avecinaba. Mark entra de nuevo a la salita y mira a los presentes, se
dirige hacia el fiscal y le habla al oído, explicándole alguna cosa que no era
cierta, excusando a su amigo y que ese asunto debía esperar, no había más
remedio que acatar, la cuestión legal se aplazaría, al saberlo Heero se siente
hasta cierto punto aliviado, eso daba pie a que él pudiera buscar a Duo
Heero.
Necesito ir a casa de Trowa Barton
Mark.
Yo te llevaré si me lo permites, pero no podemos solo llegar ¿no crees?
Necesito prepararlos con la noticia ¿Qué piensas?
Heero.
Te agradezco, está bien
Hilde.
Heero ¿puedo pedirte un favor?
Interrumpe
la chica luego de secar sus últimas lágrimas, Heero la mira en espera de su
petición
Hilde.
¿Puedes ir antes con Noin? No quiero que se entere por otros medios
Heero.
¿Noin? ¿Lucrezia Noin?
Hilde.
Ella y Zechs eran amantes
Al
oír esas palabras Heero se queda pensativo, como si no supiera aquello, después
recuerda que de algún modo lo sabía y asiente
Heero.
¿Qué hay con ella?
Hilde.
Tuvieron un hijo Heero, pero Zechs jamás lo supo, Noin iba a decírselo apenas
volviera de su viaje
La
confesión toma por sorpresa a Heero, aquella información si le era desconocida,
mira a la chica unos instantes a los ojos y luego agacha la mirada
Heero.
Lo siento mucho
Hilde.
Verte la llenará de esperanza, pero debe saber enseguida que no, no debe
hacerse ilusiones, es muy cruel todo esto
Heero.
Entiendo
Mark.
¿Te parece si vamos con Noin y los dejo a Hilde y a ti ahí? Iré a casa de
Trowa, los pondré al tanto y luego iré por ti, de ésta forma no se
impresionarán tanto ¿Qué dices?
Heero.
Está bien
Aunque
moría de ganas por ir primero a casa de Trowa y abrazar a Duo sabía que tenía
un cierto deber moral con Zechs, después de todo había muerto prácticamente
entre sus brazos, él vio apagarse la luz de sus ojos por última vez. Entonces
así partieron los tres, rumbo a casa de Noin, Mark los dejó sin siquiera
bajarse del auto y se dirigió a casa de Trowa, se sentía un poco nervioso, no
sabía que iba a pasar, aquella noticia era muy fuerte
Hilde.
Bien, aquí vamos
La
chica suspira una vez antes de tocar el timbre del departamento, Noin levanta
el interfono del otro lado
Noin.
¿Diga?
Hilde.
Soy Hilde
Noin.
Ya te abro
Hilde.
Espera…
Noin.
¿Qué sucede?
Hilde.
Vengo con alguien, por favor trata de estar lo más relajada posible ¿está
Relena ahí?
Noin.
Sí, pero ¿Qué sucede?
La
ex manager de Dark Sound se encontraba bastante desconcertada, su amiga no
solía presentarse con semejantes misterios, aquello la puso nerviosa, pensó en
Dorothy, en que quizás Hilde estaba siendo amenazada y que la rubia estaba
junto a ella, para cuando abriera entonces se metería a su departamento y
robaría a su bebé, aquello sería una venganza, de pronto estaba demasiado
asustada, tanto que guarda silencio
Hilde.
¿Estás ahí?
Noin.
Dime que pasa, ¿Quién está contigo? Contesta
Hilde.
Lucrezia, Zechs está muerto
Noin.
¿Qué?
Sin
entender a qué se refería se preocupa aún más, ¿a qué venía decir eso ahora?
¿Acaso quería hacerle daño recordándoselo? Noin siente una opresión en el
estómago
Noin.
¿Por qué me dices eso?
Hilde.
Porque viene alguien conmigo que te puede hacer pensar lo contrario, cuando lo
veas no quiero que te hagas ilusiones, por eso te lo digo, perdóname,
sinceramente, perdón
Noin.
¿De qué estás hablando? Dorothy está contigo ¿verdad?
Hilde.
No, claro que no. Viene… Heero está conmigo
Al
decir aquello Hilde siente un enorme peso menos de encima, mientras que Noin se
siente mareada, si había escuchado bien aquello le resultaba una especie de
pesadilla, no podía siquiera pensar que el que alguien de los tres estuviera
vivo era buena señal, porque Hilde estaba siendo clara, Heero estaba vivo, pero
Zechs no, ni siquiera pasó por su mente Traize, a quien nunca soportó, en esos
momentos solo pudo pensar que Zechs estaba tan muerto como siempre y que su
hijo seguía siendo huérfano de padre. Hilde se preocupa al no escuchar
respuesta, al no percibir si quiera un susurro de parte de Noin
Hilde.
¿Sigues ahí? ¿Estás bien? ¡Noin!
Noin.
¿Por qué me dices eso? ¿Por qué mientes así?
Hilde.
No es mentira, lo juro
Noin.
¡No te creo! Vete por favor
La
voz de Noin en el interfono sonaba tan dolida que Hilde también se sintió así
Heero.
No miente
Sin
poder evitar más mantenerse al margen la voz de Heero suena a través del
interfono de manera tan fría y solemne como siempre, Noin siente un escalofrío
que le recorre de pies a cabeza, identificaba esa voz, la había escuchado
tantas veces que era inconfundible. Se queda muda, completamente paralizada, su
peor pesadilla estaba ahí, la prueba final de que Zechs estaba muerto, que
jamás volvería, creía haberlo superado, pero no era cierto, solo se mentía a sí
misma para ser fuerte, para sacar adelante a su hijo y seguir con su vida, pero
la muerte de Zechs le seguía afectando tanto como el primer día, sin poderlo
evitar rompe a llorar y los dos que se encontraban en la parte inferior del
departamento tan solo escuchan sus sollozos, los ojos de Hilde se comienzan a
poner rojos y en silencio unas lágrimas le recorren la piel del rostro, tan
gélidas como el corazón de Noin en esos momentos, volviéndose a romper
Heero.
Es mejor que nos vayamos
Hilde.
Pero…
Noin.
¡No!
Haciendo
una pausa en su llanto les pide que no se vayan, necesitaba ver a Heero,
tenerlo enfrente y comprobar por segunda vez que efectivamente estaba vivo, no
quería que él solo fuera una voz, necesitaba verlo y terminarse de morir por
dentro. La puerta principal del edificio se abre gracias a la desactivación del
seguro eléctrico y ellos dos pueden entrar por fin, suben en silencio mientras
Hilde trata de dejar de llorar, la puerta del departamento de Noin estaba
abierta. Relena no estaba junto a la ex manager, la chica dormía en su
habitación, desde hace tiempo permanecía en ese estado, dormía demasiado, como
si jamás quisiera volver a despertar. Al entrar ambos al departamento cierran
la puerta, Noin permanecía de pie, frente a la ventana de la sala, poco a poco se
gira hacia ellos y al ver a Heero siente que sus piernas pierden fuerza, pero
se mantiene firme, tan solo se cubre la boca con la mano derecha y evita llorar
Heero.
Lo siento mucho, es verdad, Zechs no sobrevivió, solo Traize y yo
Su
explicación hace sentir a Noin miserable, aquel era prácticamente un milagro y
su amado Zechs no estaba incluido en él, no pudo evitar romper en llanto,
desvaneciéndose en el sillón de su sala, Hilde corre hacia ella e intenta
consolarla, pero no existía el consuelo. Heero mira la escena con cierto
estoicismo, pero también lograba sentir pena, después de todo él y Traize
vieron morir a Zechs, aquel suceso hizo que su compañero de naufragio perdiera
la razón, ahora estaba loco y quién sabe si algún día cobraría la cordura… Dentro
de su habitación Relena comienza a despertar, el llanto de Noin llegaba hasta
su habitación como un susurro, no era extraño oírla llorar a veces, recordando
su gran pérdida, así que no le extrañó, sin embargo la sensación de sentirse
sedienta la obligó a ponerse de pie, tenía varias horas sin comer pero no tenía
hambre, tampoco se sentía débil a pesar de los 7 kilos que había perdido en las
últimas semanas.
Con
cuidado se pone de pie y sale de la habitación, lo primero que ve es a Noin
derrumbada en el sillón, llorando y siendo consolada por su ex compañera Hilde,
ver ahí a la chica no le resultó extraño, Hilde las visitaba muy seguido,
tampoco siente necesidad de acercarse y consolar a Noin, su propia situación se
lo impedía, era incapaz de consolar a quien fuera, por eso sabía que la
indicada era Hilde, así que continúa avanzando a pasos lentos, agachando la
mirada, ve a unos metros un par de zapatos negros y alza la mirada,
encontrándose con la fría figura de Heero observando a ambas mujeres, todo su
cuerpo es presa de un estremecimiento que le hace exclamar un gemido
inconsciente, aquello hace voltear a Heero y a Hilde, el primero topa su mirada
con su némesis, la ex vocalista del grupo que los llevó a la desgracia, Relena
pierde los estribos y luego de avanzar con algunos pasos apresurados hacia él
pierde el conocimiento, por instinto Hilde se levanta y se acerca a ella
Hilde.
Relena… ¡Por Dios Relena!
Heero.
Se puso muy pálida
Noin
levanta la mirada a pesar de sus lágrimas y ve a la chica, su ahora protegida,
se levanta del sillón y se acerca a ella
Noin.
Heero, Relena estaba enamorada de ti
La
confesión de la ex manager de Dark Sound no causa impresión a Heero, sabía lo
de Relena desde hace mucho tiempo, incluso antes de que se volvieran rivales,
se habían conocido hace muchos años. Heero la mira con cierto aire de compasión
y se agacha, la toma entre sus brazos y la lleva hasta el sillón donde antes
lloraba Noin, la acuesta y tanto Hilde como Noin se acercan, observándola
Noin.
Ha estado sumida en una terrible depresión, no solo te amaba Heero, ella y
Dorothy tenían una extraña relación sentimental, saber tu muerte y el hecho de
que ella la provocó sin duda fue un suceso terrible para ella. No sé qué hará
cuando despierte, es mejor que te vayas Heero
Heero.
No, esperaré a que despierte
Noin.
¿Qué?
No
solo Noin, sino también Hilde se sorprenden por la determinación de Heero, no
tenía ninguna obligación de quedarse y sin embargo lo estaba haciendo
Heero.
Es lo único que puedo hacer por ella. Nunca la soporté, lo confieso, pero me
conmueve su situación
Hilde.
Eres muy bueno Heero
Heero.
Nada de eso…
Noin.
Heero, necesito saber de Zechs
El
ex vocalista de The Wings voltea hacia ella, Noin terminaba de limpiar sus
lágrimas, luego lo miró con aire fuerte, decidido
Noin.
¿Cuánto tiempo vivió?
Heero.
No sobrevivió más de la primera noche, fue el único de los tres que salió
herido cuando se estrelló el avión
Noin.
¿Cómo fue? ¿Dijo algo antes de morir?
Heero.
¿Por qué quieres atormentarte?
Noin.
¡Necesito saber! Yo sabía que esperaba un hijo suyo y no quise decírselo por
teléfono, necesitaba tenerlo frente a mí, él pudo haber luchado por su vida si
hubiera sabido que sería padre, era su mayor sueño, y yo se lo arrebaté, me
siento culpable de su muerte
Heero.
No es así… perdió mucha sangre y su herida se infectó, no había modo de que
sobreviviera, no te culpes
Las
lágrimas vuelven a caer pero ésta vez Noin no solloza, llora en silencio,
agradecía que consuelo que Heero intentaba darle pero no era suficiente
Heero.
Antes de morir, Zechs nos pidió a Traize y a mí que te dijéramos que hasta el
último momento nunca dejó de pensar en ti
Al
oír la confesión del chico ésta vez Noin vuelve a derrumbarse llorando, nunca
dudó del gran amor de Zechs por ella, lástima que duraron muchos años alejados
uno del otro, todo por culpa del orgullo, porque quizás el amor no era
suficiente para derrumbar todas las barreras que se alzaron entre los dos. Se
habían reconciliado, sí, pero el tiempo fue corto, aunque gracias a ello
pudieron concebir un hijo juntos, ahora ella tenía un recuerdo eterno de él, un
hijo al cuál proteger
Heero.
Zechs murió en brazos de Traize y él perdió la razón
Noin.
¿Qué?
Heero.
Está loco, no recuerda nada, ni siquiera a Wufei, está en una clínica psiquiátrica,
pronto lo trasladarán a New York
Aunque
nunca le cayó bien, Noin no puede evitar sentirse mal por él, sabía, después de
todo, que él y Zechs habían sido los mejores amigos, que incluso se habían
acostado en una ocasión
Noin.
Lo lamento mucho
Heero.
Viví un verdadero infierno en esa isla, yo podía ver y oír a Zechs, creí que me
volvería loco, pero pensar en Duo y nuestro futuro me hicieron sobrevivir,
estoy seguro que si Zechs no se hubiera lesionado al caer el avión habría
sobrevivido gracias a tu recuerdo
Noin.
Muchas gracias Heero, no tienes idea de lo que significan para mí tus palabras
Aunque
ya no lloraba aún se encontraba conmocionada, demasiadas emociones en tan poco
tiempo, pero estaba agradecida, Heero era un buen hombre, dándole palabras de
consuelo y esperando a que Relena, su eterna enemiga, pudiera despertar y
verlo, seguro aquello representaría un gran consuelo para la chica
Mark
lo dudó un poco antes de llamar al timbre de la casa de Trowa, sabía que tenía
ese deber, lo había prometido a Heero, el hombre que podía hacer infeliz a su
mejor amigo de por vida, pero debía hacerlo, el hallazgo de su supervivencia no
tardaría en hacerse del conocimiento de todos los medios de comunicación, más
pronto que tarde estarían ahí de nuevo, esperando por testimonios y
entrevistas, era mejor si él se adelantaba y les informaba de la situación.
Catherine abre personalmente la puerta, alegrándose de ver al ex policía ahí,
después de todo sabía perfectamente que era amigo de Richard y que estaba de su
parte, había sido de muy buena ayuda
Catherine.
Buenos días, pásate
Mark.
Gracias… ¿están todos los miembros de la casa?
La
hermana de Trowa cierra la puerta en cuanto le escucha hacer esa pregunta y
camina hacia él, luego le indica con la mano que pase a la sala, Mark obedece y
se sienta, luego ella le sigue, Irea no tarda en unirse a ellos, había
escuchado el timbre
Catherine.
¿Qué pasa?
Mark.
Necesito darles una noticia y es muy fuerte
Catherine.
Por Dios
Mark.
No te asustes, no es mala noticia
Catherine.
Casi me da un infarto ¿De qué se trata?
Mark.
Sobre Heero, Traize y Zechs
Catherine.
¿Qué dices? No entiendo
Mark.
¿No está Trowa? Quatre o Wufei
Catherine.
Wufei sí, espera…
Rápidamente
y sin esperar a nada Catherine echa a correr escaleras arriba, entra a la
habitación de Nataku pues imaginaba que Wufei estaría ahí, al hacerlo provoca
un pequeño ruido y rápidamente Wufei le hace una seña de que se calle,
llevándose un par de dedos a los labios, la pequeña dormía
Wufei.
¿Qué sucede? No hagas escándalo por favor
Catherine.
Es Mark, está abajo, dice que nos dirá algo importante, a todos
Wufei.
¿Qué puede ser tan importante para querer vernos a todos?
Catherine.
No sé, pero mencionó a Traize y a los otros
Al
oír aquel nombre que aún le escocía el alma Wufei abre amplio los ojos, mira
hacia su pequeña para asegurarse de que aún duerme y hace una seña a Catherine
de que lo siga y avanzan hacia la puerta
Wufei.
¿Qué?
Catherine.
No me dijo más
Wufei.
Vamos pues
Ambos
se alejan cerrando lentamente la puerta y se dirigen hacia la parte de debajo
de la casa, ahí estaba Mark, sentado con gesto afligido y cerca de él, de pie,
se encontraba Irea
Wufei.
Hola Mark
Mark.
Hola
El
amigo del abogado se levanta para estrechar la mano de Wufei y luego vuelve a
sentarse, Wufei se sienta en otro de los sillones y Catherine junto a él
Wufei.
Como sabrás, Duo hace un par de meses que no vive aquí, Trowa y Quatre han ido
a Hawái unos días, regresan si mal no recuerdo hoy por la noche, si es tan
urgente eso que quieres decir entonces ya puedes hacerlo
Mark.
Entiendo…
Luego
de mirar al ex guitarrista unos instantes, el ex policía suspira profundamente,
guarda silencio unos momentos y después observa a todos los presentes, sonríe
nerviosamente
Mark.
No sé cómo comenzar…
Wufei.
Solo dilo
Mark.
Encontraron el avión privado donde viajaban sus amigos, se estrelló en el mar,
a varias millas marítimas de la costa Canadiense
Explica
para comenzar, causando no un gran impacto, aunque Wufei no puede evitar
visualizar la escena, el avión estrellado, los restos en el mar y sus amigos y
Traize en el fondo, descansando desde hacía tanto tiempo. El chino siente una
pequeña opresión en el pecho pero se mantiene firme, mirando atentamente a Mark
Wufei.
¿Es todo? ¿Localizaron la caja negra?
Mark.
Mejor que eso, hubo sobrevivientes
¡¿Qué?!
No
solo Wufei, sino las otras dos chicas se sorprenden por la afirmación de Mark,
esperaban oír cualquier cosa menos eso, sin duda estaban sorprendidos, el ex
guitarrista incluso se pone de pie y avanza hacia Mark, mirándolo casi
aterradoramente a los ojos, si el amigo del abogado había dicho "hubo
sobrevivientes" quería decir que al menos uno o dos, pero no los tres,
comenzó a sentir un estremecimiento tal que casi pierde el equilibrio, Catherine
por su parte comienza a llorar, ni siquiera podía sentir si era por alegría o
por tristeza, ya que ella había entendido igual que Wufei, aquella frase
significaba que no todos habían sobrevivido, por su parte Irea estaba muy
sorprendida, sin alguna otra emoción, después de todo no los había conocido,
pero le parecía fascinante que después de tanto tiempo de naufragio hubiera
sobrevivientes de aquella tragedia
Wufei.
¡Habla ya!
Mark.
Lo lamento, Zechs no sobrevivió
Explica
el ex policía al fin, Wufei se sorprende de aquello, aunque desde hace tiempo
los imaginaba muertos a los tres, confirmar al fin que uno de ellos realmente
lo estaba le provocaba una sensación muy diferente, una tristeza distinta a la
anterior
Catherine.
Pobre Zechs… ¡Y Noin! Cuando se entere
Mark.
Heero está con ella en estos momentos
Wufei.
¿Heero? ¿Ya está en New York? Eso quiere decir que…
"Traize"
aquel nombre de nuevo le volvió a escocer en todas sus heridas, Traize estaba
vivo ¡Vivo! Y más cerca de él de lo que imaginaba, una sensación de egoísta
alegría le embargó, lo volvería a ver, su Traize estaba vivo, el corazón le
latía de prisa y no puede evitar asomar una sonrisa, pero de nuevo piensa en
Zechs y en lo egoísta que estaba siendo en esos momentos, él podía derramar
lágrimas de felicidad en esos momentos mientras que Noin, en algún otro lado
estaría derramando lágrimas de amargura
Wufei.
¿Dónde está Traize?
Mark.
Traize…
Wufei.
Sí ¿está con Heero? Quiero verlo, necesito…
Mark.
No se puede…
La
interrupción de Mark desconcierta a Wufei, quien guarda silencio, Catherine lo
mira fijamente y después al ex policía, el chino pronto se muestra enfadado
Wufei.
¿Por qué?
Mark.
Traize sigue en Canadá, no está bien
Wufei.
¿No está bien?
Aquellas
palabras le hacen pronto sentir una terrible angustia, no podía Mark
presentarse ante él y decirle que el hombre que amaba seguía vivo y después
decirle algo como eso, era como elevarlo al cielo y hacerlo caer de golpe a la
tierra, a una realidad que no quería ver
Wufei.
¿Está muy grave? ¿Se lesionó mucho?
Mark.
Perdió la razón, según dice Heero, Zechs murió en sus brazos y desde entonces
está loco, perdón si uso esa palabra, lo lamento
Wufei.
Lo…co…
Aquella
noticia no podía digerirse tan fácilmente, Wufei de pronto siente que las
piernas le traicionan y trastabilla, Irea se acerca a él para auxiliarlo pero
el chino dirige una mano hacia ella en señal de indicarle que está bien y ella
desiste
Catherine.
No puede ser, pobre Traize
La
hermana de Trowa estaba muy sensible al respecto, aquello en lugar de parecer
solo buenas noticias estaba resultando más alarmante de lo que debería, Zechs
estaba efectivamente muerto y ahora Traize había perdido la cordura, era como
estar dentro de una película de terror, no podía siquiera imaginar cómo sería
eso, el único que parecía estar bien del todo era Heero
Wufei.
No puede ser, Traize… mi Traize
Sin
poderlo aguantar más Wufei vuelve a sentarse en el sillón frente a Mark,
agarrándose fuerte las sienes, de pronto el llanto de su bebé rompe el silencio
del ambiente y por instinto Wufei levanta la vista, intenta ponerse de pie pero
vuelve a trastabillar, entonces Irea se dirige hacia él
Irea.
Yo voy, no te preocupes, ustedes quédense aquí
Wufei.
Gracias
Mark
observa fijamente a Wufei, por su forma de reaccionar pudo darse cuenta que
entre él y Traize había algo más que una amistad, sin embargo no quiso pensar
mucho en eso, miró a Catherine y la observó llorar, se veía tan frágil y
desprotegida que lo hizo sentir mal. En silencio la chica lloraba y Wufei
permanecía quieto, sumido en sus pensamientos
Mark.
Iré por Heero, se lo prometí
Wufei.
Heero…
Por
segundos Wufei se sintió aliviado, él y el ex vocalista habían forjado una
fuerte amistad antes de la tragedia, le daba mucho gusto saber que seguía con
vida, aunque después recordó a Richard, cuando Duo se enterara que estaba vivo…
¡Duo! Casi lo olvidaba…
Wufei.
¿Heero sabe lo de Duo y tu amigo? ¿Se lo dijiste?
Mark.
No, no soy el indicado, no me meteré en ese asunto
Wufei.
¿Y Richard…?
Mark.
Sí, lo sabe
Wufei.
¿Y Duo? ¿Ya sabe que Heero vive?
Mark.
No, Richard se lo dirá mañana
Wufei.
Entiendo…
Mark.
Sé que todo esto es muy difícil para ustedes, quise decírselos antes de que
vieran a Heero, si lo veían simplemente quizás ocurriría una terrible
conmoción, además él mismo quiso ver a Noin
Wufei.
Aunque no lo parezca, Heero es muy bondadoso
Mark.
Lo sé…
Por
momentos el silencio vuelve a reinar, luego el ex policía suspira profundamente
y se pone de pie, mira a Wufei y después a Catherine
Mark.
Me marcho, regreso al rato con Heero
Wufei.
Sí, muchas gracias
El
chino también se pone de pie para estrechar la mano de Mark, mientras Catherine
lo mira desde el sillón, aún se le veía muy sorprendida por lo que había
escuchado. El amigo de Richard se marcha y en cuanto lo hace Wufei se deja caer
sentado de nuevo en el sillón, una maraña de emociones se acumula en su cabeza,
Zechs muerto, Heero vivo y su amado Traize también, aunque "loco de
remate" por usar una expresión, se sentía bien y a la vez se sentía mal,
extraño, conmocionado, Catherine lo mira y sonríe conciliadoramente
Catherine.
Debes ser fuerte Wufei, así como lo has sido estos últimos meses
Wufei.
No sé cómo sentirme, estoy feliz y a la vez me siento desdichado ¿Es todo esto
un castigo?
El
ex guitarrista mira hacia la hermana de Trowa y ella no encuentra que decir, se
queda callada durante unos momentos mientras ambos comparten una mirada
Catherine.
Míralo más como una prueba ¿Sí? Saldrás de esto como has salido de lo demás, es
lo que Sally habría querido, además tienes que ser fuerte por tu hija
Wufei.
Lo sé… Gracias…
Afligido
tan solo baja la cabeza unos instantes, Catherine entiende que necesita estar
solo y se levanta de su asiento, se acerca a él para palmearle la espalda en un
gesto de amabilidad y después se va, dejándolo ahí, solo, para meditar…
Cuando
Relena abre los ojos, acostada en aquel frío sillón, lo primero que ve frente a
ella es la silueta difuminada de Heero, conforme se adapta a la luz se da
cuenta que no solo es una silueta, algo que se desvanece ante ella, sino algo
real, tangible, palpable, era Heero, quizás otro de sus atormentadores sueños,
pero todo parecía indicar que no, confundida y exaltada se levanta un poco del
sillón, sin dejar de ver al ex vocalista de The Wings, Heero la miraba fijamente
y Relena no prestaba si quiera atención en la presencia de Hilde y Noin al otro
extremo de la sala
Relena.
Heero… ¿Eres real?
Levantando
su mano la dirige hacia Heero hasta tocar la piel de sus mejillas, él no hace
ningún movimiento por evitarlo y es la misma Relena quien aparta la mano, le
ardía como si hubiera tocado carbón incandescente y pronto sus lágrimas
comienzan a brotar, lágrimas de felicidad, no podía creer lo que estaba frente
a ella
Heero.
Lo soy…
Relena.
Por Dios
Totalmente
aturdida se cubre el rostro con ambas manos y comienza a llorar con fuerza,
agachando la cabeza hasta las rodillas, todo su cuerpo temblaba en un alud de
emociones que jamás creyó sentir, Heero mientras tanto la observaba, no podía
creer aquel efecto que estaba causando en ella, pero era incapaz de consolarla,
tan solo podía verla llorar y permanecer a su lado mientras se calmaba. Del
otro extremo de la sala estaban las otras dos mujeres, observando, Hilde había
querido ir con Relena para abrazarla pero Noin se lo impidió, en aquellos
momentos a la única persona que Relena necesitaba era a Heero
Relena.
Esto es un milagro, estás vivo
La
chica lo mira cuando deja de llorar tan agitadamente y aún con lágrimas
saliendo a borbotones de sus ojos vuelve a tocar la piel de su rostro, luego se
aleja otra vez, hacía mucho tiempo que había dejado de pensar en él como una
posibilidad, ya no lo anhelaba estando con ella, amándola, pero verlo ahí, vivo
y cerca de ella no tenía manera de explicarlo, saberlo vivo era una alegría en
sí misma
Heero.
Ya no tienes porqué vivir en sombras Relena, vive en paz
Relena.
Lo he tratado… pero incluso sabiéndote vivo no sé qué rumbo tomar… ¿Sabes? El
amor toma rumbos tan complejos…
Como
si se hubiera perdido en sí misma la chica se queda callada, mirando al vacío,
Heero la mira de nuevo fijamente, sin emitir sonido durante varios segundos
Heero.
Dorothy eligió un mal camino, no vale la pena que pienses siquiera un poco en
ella…
Relena.
Dorothy… las cosas pudieron ser tan distintas… debe pagar por todo lo que hizo
Ésta
vez las lágrimas silenciosas de Relena tenían otro motivo, por mucho que lo
deseara las cosas no podían volver hacia atrás y debía aprender a vivir sin
sujetarse a sus sentimientos por alguien más, Heero o Dorothy, no tenía ningún caso
aferrarse a ninguno, pero continuar sola era su mayor temor
Heero.
Debo irme, he cumplido aquí…
Dedicándole
una última mirada amable Heero se pone de pie, Relena levanta la vista y luego
se pone de pie también, lo mira con agradecimiento, su corazón latía rápido, el
amor que sentía por él quizás era muy distinto al que sintió alguna vez, pero
no dejaba de ser fuerte y estaba muy agradecida con él por su gesto de quedarse
a su lado aunque fuera unos minutos
Relena.
Gracias por todo
Se
miran a los ojos unos momentos, sin moverse, luego Heero asiente en silencio y
le da la espalda, dirigiéndose hacia Hilde y Noin
Heero.
En otra ocasión me gustaría conocer a tu hijo
Noin.
Claro que sí. Se llama Milliardo, era el verdadero nombre de Zechs
La
ex manager de Dark Sound sonríe al decir aquellas palabras y Heero vuelve a
asentir
Hilde.
Esperemos abajo a Mark
Heero.
Sí
La
ex guitarrista sonríe con amabilidad y se aleja hacia Relena, le da un fuerte
abrazo y se despiden, después se despide de Noin y ella y Heero salen del
departamento, al cerrarse la puerta Noin mira hacia Relena, observándola de
forma maternal
Noin.
¿Estás bien?
Relena.
Está vivo Lucrezia, siento mucha alegría
Noin.
Pero no eres feliz ¿verdad? Ni siquiera sabiéndolo vivo eres feliz
Al
oír aquella pregunta Relena agacha la mirada y niega con la cabeza, luego
levanta de nuevo la cabeza y observa a su amiga, sus ojos parecían mostrar ira
Relena.
Si Dorothy no hubiera hecho todo eso… si tan solo… ¿Por qué Noin? Yo sabía que
estaba loca y era arrogante, pero me hizo sentir lo que ningún hombre fue capaz
de hacerme sentir, yo podría haberla aceptado, estar a su lado… pero no es
buena y debe pagar, se merece la cárcel, merece un castigo
Noin.
Lo sé y lo lamento mucho, de verdad
Sin
tener más que decir Relena tan solo se queda ahí, de pie, Noin se acerca a ella
y la abraza con fuerza, en aquellos meses se habían hecho muy unidas, Relena
nunca había sido cercana a su mamá, pero en Noin había encontrado la protección
y el cariño como si fuera su propia madre, solo ante ella era capaz de
desahogarse de ese modo.
Trowa
ayuda a Quatre a cargar su maleta mientras él también cargaba la propia, el
rubio bobeaba de cuando en cuando por los aparadores del aeropuerto, en unos
minutos más debían registra su equipaje para partir rumbo a New York, habían
decidido adelantar su regreso un par de horas, en las noticias habían
pronosticado lluvias y deseaban irse antes de que éstas cayeran sobre Hawái
Trowa.
Espérame aquí, registraré el equipaje
Quatre.
Sí
Con
una linda sonrisa el rubio se acerca a su novio y le da un beso en los labios,
no le importaba si los veían, hace tiempo habían decidido que no se ocultarían
más, en New York aún nadie los había visto aunque ya antes se especulaba de la
homosexualidad de Quatre, y claro, la de Trowa a raíz de los rumores con Duo.
El ojiverde se aleja mientras el ex bajista se acerca a otro de los aparadores,
había decenas de postales para los viajeros, no había tenido mucha oportunidad
de tomar fotos mientras estaban ahí y deseaba llevarse un par de estas,
mientras las mira en la pantalla del televisor de la tienda comienzan a
transmitir una noticia, el volumen era muy bajo y Quatre no alcanza a escuchar,
así que no presta atención, continúa viendo las postales
Chica.
¡Mira! Ese es el cantante del que te hablé
Se
escucha una voz atrás de Quatre, una vivaracha jovencita que se acercaba hacia
donde estaba él, pero mirando el televisor, el rubio no repara en ella aunque
la había escuchado hablar, pero entonces ella se dirige hacia la dependienta
del lugar
Chica.
¿Puede subirle el volumen? Por favor, es una gran noticia
La
dependienta hace caso a la petición de la entusiasta chica y sube el volumen de
la televisión para que ella y su amiga puedan escuchar las noticias. Quatre
sigue viendo las postales, relajado y sonriente
Reportera.
En tan solo un par de horas la noticia se ha hecho viral en redes sociales a
pesar de que los noticieros y la policía se mantuvieron recelosos al respecto,
recordemos que el grupo The Wings…
En
ese momento al oír el nombre del grupo Quatre levanta la vista hacia la
televisión, ya no estaba Heero en pantalla, sino una joven Reportera y su
acompañante
Reportera.
Ha pasado por una terrible situación en los últimos meses, además del juicio
que se abrió contra el Sr. Dermail, dueño de la disquera donde estuvo firmado
el grupo, el hallazgo de dos investigadores Américo-Canadienses puede cambiar
el rumbo de la situación jurídica que enfrenta Dorothy Catalonia, miembro del
grupo de Rock Dark Sound y prófuga de la justicia no solo por fraude, sino por
el asesinato de Chris Marly, Zechs Marquise y el intento de homicidio de Heero
Yuy y Traize Kushrenada
Quatre.
¿Intento de homicidio?
Al
oír aquellas palabras Quatre siente una opresión en el pecho
Chica.
Casi me desmayo hace una hora cuando vi la noticia en internet ¿te das cuenta?
Lo creí muerto amiga, pero no lo está
En
ésta ocasión las palabras de la chica no pasan desapercibidas para Quatre,
quien no duda en acercarse a ella, con las postales en la mano, temblaba de
pies a cabeza
Quatre.
¿Qué dices?
La
chica, que no había reparado en él pronto lo identifica, emocionada se queda
completamente muda, mirando a su ídolo frente a ella, hablándole
Chica.
¡Quatre! Mira amiga, es Quatre
Su
acompañante no le entiende del todo porque no conocía al grupo del que su amiga
era fan, así que tan solo la observa
Quatre.
¿De qué estás hablando? ¡Dime!
Chica.
De la gran noticia ¿qué no sabes?
Sorprendida
de que el propio compañero de grupo de Heero no lo sepa la chica señala la
televisión, Quatre mira hacia allá pero solo estaba la Reportera de momentos
atrás, cuando va a mirar de nuevo a la chica cambia la escena, nuevamente
mostraban a Heero dirigirse hacia la salida de abordaje para ir de Canadá a
EUA, eran imágenes de hace varias horas, al verlo Quatre abre ampliamente los
ojos y sus pupilas se dilatan, entonces deja caer al suelo las postales, ambas
manos le temblaban fuertemente
Quatre.
Heero… vive… ¡Heero!
Completamente
conmocionado Quatre se dobla hacia el frente, sujetándose con fuerza el
estómago, cientos de sensaciones le invaden por completo, como si miles de
sentimientos se agolparan en su cuerpo y cae de rodillas, la chica, su amiga y
la dependienta del lugar se acercan a él para auxiliarlo, pero Quatre no terminaba
de reaccionar, era como si estuviera en shock, tan solo recibiendo esas
sensaciones, seguía temblando
Trowa.
¡Hey! ¿Qué hacen?
El
ojiverde había visto a Quatre en el suelo y a las chicas rodeándole, estaba a
un par de metros alejado de la escena, así que no podía ver claramente, creía
que lo estaban acosando, así que se acerca rápidamente hacia ellos, las tres
mujeres se apartan y Trowa se agacha a la altura de su novio, sin prestar
atención en nada más
Trowa.
¿Qué pasa? ¿Qué tienes?
Preocupado
le sujeta de los hombros y entonces el rubio reacciona por fin, lanzándose a
sus brazos, casi tumbándolo al suelo, las personas comienzan a acercarse a
donde están ellos, mirándolos con curiosidad
Quatre.
¡Está vivo Trowa! Heero vive
Trowa.
¿Qué dices?
Quatre.
En las noticias, lo vi…
Trowa.
Debe ser un error
Quatre.
¡No! ¡Yo lo vi!
Chica.
Es verdad, es verdad
Trowa
no presta atención a la chica, seguía mirando a Quatre, entonces levanta la
vista a la televisión pero estaban pasando comerciales, así que solo ayuda al
rubio a ponerse de pie
Trowa.
Tienes que calmarte, vamos por algo
Sin
levantar las postales que Quatre había tirado al suelo ambos salen de aquel
local dentro del aeropuerto, la fan intenta seguirlos pero su amiga se lo
impide. Trowa sienta a su novio en una silla de la cafetería y va por un par de
cafés, el rubio estaba pensativo, casi en posición fetal, mirando hacia la
mesa, trataba de percibir a Duo pero no había rastro de él, quizás el trenzado
no lo sabía, de ser así podría percibir sus sentimientos. El ex baterista
regresa con ambos cafés
Trowa.
Cuéntame que viste, pero tranquilízate
El
rubio asiente y agarra su vaso de café, bebe un sorbo y luego levanta la vista,
mira a Trowa a los ojos y pronto las lágrimas se agolpan en ellos
Quatre.
Lo vi Trowa, vi a Heero, está vivo… en las noticias hablaron del grupo y del
accidente, dijeron que Dorothy estaba acusada del asesinato de Zechs e intento
de homicidio de Heero y Traize ¿te das cuenta? Están vivos, ellos dos…
Con
las lágrimas a punto de salir de sus ojos el rubio bebe de nuevo café, pausa
unos segundos y entonces las lágrimas comienzan a salir
Quatre.
Zechs no sobrevivió, pero ellos dos sí
Trowa.
Increíble…
Aunque
más levemente, las manos de Trowa también temblaban, sin embargo él se veía
mucho más tranquilo que su novio. Como si estuvieran mentalmente conectados
ambos piensan en Duo y se miran a los ojos
Quatre.
Cuando Heero sepa lo de Duo y Richard…
Trowa.
¿Duo sabrá que Heero está vivo?
El
rubio niega un par de veces con la cabeza
Quatre.
No percibo emociones fuertes de su parte, seguramente no lo sabe, pero cuando
lo sepa seguro deja a Richard, pero no sé, quizás se lo tome diferente… Wufei,
a él sí puedo sentirlo, pero no es felicidad lo que siento, debe ser un sabor
agridulce
Trowa.
Sí, quizás
Quatre.
No puedo dejar de pensar en Zechs
Volviendo
a llorar el rubio se cubre el rostro con ambas manos, Trowa lo observa
fijamente y alarga la mano derecha, acariciándole el cabello. Ambos habían
querido mucho a su ex manager, habían sufrido su pérdida una vez, sentirla dos
veces resultaba demasiado extraño y agotador, tanto que la felicidad de saber
vivo a Heero no era completa
Mark
deja a Heero a puertas de la casa de Trowa y se retira junto con su prometida
Hilde, después de todo aquel era un momento íntimo entre Heero y sus amigos,
ellos no tenían nada que hacer ahí. Cuando el encargado del portón de la enorme
casa abre se sorprende de ver a Heero, después de tantos meses y de creerlo
muerto resultaba impresionante verlo ahí, pero el ex vocalista no repara mucho
en su asombro y llega hasta la puerta, toca una vez y enseguida es abierta por
Catherine, al verlo la chica siente una emoción extraña, nunca habían sido
amigos, se hablaban poco en el pasado, pero ahora verlo ahí y saberlo vivo
resultaba agradable
Catherine.
Heero…
Heero.
Hola Catherine
Sonriendo
ampliamente la chica no duda en aventarse a sus brazos, rodeándole el cuello
con ambos brazos
Catherine.
¡Bienvenido a casa!
Heero.
Gracias
Conmovido
por el recibimiento, el ojiazul abraza sutilmente a la chica por la cintura y
poco después se separan, mirándose a los ojos unos instantes
Catherine.
Pasa
La
pelirroja se mueve hacia un lado para dejarlo pasar, cerca de ella estaba Irea
y cargaba a Nataku entre sus brazos, Heero la mira fijamente unos instantes, se
acuerda de Quatre, aquella chica se lo recordaba bastante
Catherine.
Ella es Irea, hermana de Quatre y mi pareja
Irea.
Mucho gusto
Heero.
Hola
Ambos
se estrechan las manos, Heero estaba un poco confundido, aunque no estaba
impresionado, incluso cree que aquella niña era sobrina de Quatre, después de
todo era de piel blanca y cabello castaño claro. Catherine cierra la puerta de
la casa y Heero mira hacia arriba, cientos de recuerdos se acumulan en su
cabeza, cada vez recordaba más cosas, cuando recién llegó de la isla se
encontraba aturdido y desorientado, pero en el Hospital hizo muchos ejercicios
mentales para recuperarse
Heero.
No ha cambiado nada…
Wufei.
Es como si no hubiera transcurrido el tiempo
Al
oír la voz de Wufei, Heero mira hacia el lado derecho, al fondo en la sala
alcanza a ver a su amigo, quizás el único de sus 4 compañeros de grupo que
logró aquella categoría, el chino sonreía y poco a poco se acerca a la puerta,
Heero lo observaba fijamente, una media sonrisa aparece en sus labios mientras
que el ex guitarrista sonríe ampliamente, acelera un poco más el paso y al
llegar hasta Heero le da un fuerte abrazo, el ojiazul se sorprende un poco,
aunque eran amigos jamás vio a Wufei tan efusivo, tan expresivo con él, quizás
en todo ese tiempo Wufei había cambiado, quizás era más sensible o algo así, no
lo pensó demasiado, tan solo correspondió al abrazo, Catherine sonreía y
lloraba conmocionada al verlos. Luego de unos momentos se separan, mirándose a
los ojos, Wufei vuelve a sonreír y lo abraza de nuevo, ésta vez rápidamente,
luego se aleja un poco más que la primera vez
Wufei.
No tienes idea de lo feliz que me siento al verte amigo
Heero.
Lo mismo digo
El
ojiazul lo observa fijamente unos instantes y luego se pone serio
Heero.
Traize…
Wufei.
Lo sé, Mark me lo contó, está loco de remate ¿eh?
Tratando
de parecer más alivianado respecto al tema el ojinegro sonríe tímidamente,
tratando de aparentar ser burlón al respecto, pero Heero mira en sus ojos la
tristeza, no la podía ocultar
Wufei.
Solo queda esperar, quizás se recupere…
Heero.
Sí, quizás…
Wufei.
Heero, quiero presentarte a mi hija, Nataku
Heero.
¿Qué?
Aquellas
palabras si sorprenden a Heero, jamás pensó que aquella niña fuera hija de su
amigo, más aún si seguía creyendo que Irea era su madre, y si ella era pareja
de Catherine entonces ya no entendía nada, sin embargo no preguntó
Wufei.
Mía y de Sally, pero ella murió hace más de un año
Heero.
Lo lamento…
El
ex vocalista mira a la niña, ella sonríe juguetonamente y le ofrece los brazos,
lo cual le sorprende bastante, jamás había sido querido por los niños y siendo
sincero a él tampoco le gustaban mucho, sin embargo se muestra amable
Irea.
Toma…
La
hermana de Quatre se acerca a él y le da a la niña, al principio no sabe cómo
abrazarla pero Wufei le ayuda
Wufei.
Mira princesa, es tu tío Heero
Al
ojiazul le sorprende el tacto y la forma en que Wufei le hablaba a la pequeña,
jamás había pensado ver así al huraño y tímido de Wufei Chang, debía admitir
que se sentía conmovido, Heero se comienza a mecer mientras la mira, se sentía
un poco tonto pero no del todo incómodo, sin embargo devuelve a la niña a Irea,
quien la sostiene gustosa
Wufei.
Heero, tenemos mucho que hablar
Heero.
Lo sé
Wufei.
¿Vamos al estudio?
Heero
asiente sin decir nada y ambos se retiran hacia el estudio de Trowa, aquel
donde tenían los instrumentos, ahora estaban cubiertos por sábanas para
cuidarlos del polvo. Al entrar Heero siente una extraña emoción, de repente los
recuerdos de ellos cinco ensayando en aquel lugar le hace sentir nostalgia,
sobre todo al recordar a Zechs, observándolos desde su asiento habitual,
dándoles consejos, regañándolos, pidiéndoles que se llevaran mejor, que
trataran de ser amigos, pero siempre fueron un desastre, como había pasado el
tiempo, él se había vuelto pareja de Duo, después se hizo amigo de Wufei,
mientras que su relación con Quatre se volvió un poco más formal y de
confianza, sin embargo con Trowa jamás logró llevarse bien, se odiaron
mutuamente, incluso se habían peleado el día que Heero dejó New York con los
otros dos hombres, pero podía decir que no sentía resentimiento alguno.
Ambos
ex integrantes de The Wing se sientan en un par de sillas a unos metros de los
instrumentos, Heero no dejaba de verlos de cuando en cuando, deseando quitar
las sábanas, mirar los hermosos objetos que los llevaron a conocerse, a formar
un grupo que amó tanto como odió, pero se abstuvo, había cosas que quería
decirle a Wufei, cosas que quería oír de él, tenían mucho camino por delante en
su conversación
Heero.
¿Dónde está Duo?
Wufei.
¿Qué tanto te ha dicho Mark?
Heero.
No mucho, que Duo se incriminó y cumplió una condena en la cárcel pero salió
hace varios meses, pero es todo
Wufei.
Heero, Duo está en Italia
Heero.
¿Italia?
Wufei.
Sí, tiene allá varias semanas y no sé cuándo vuelva
Heero.
¿Pero está bien? ¿Siguen en contacto?
Wufei.
Conmigo no mucho, me manda fotos de Italia a mi celular pero es todo, ha
hablado con Quatre por teléfono varias veces
Heero.
¿Dónde está Quatre?
Wufei.
De viaje con Trowa, han ido a Hawái
Heero.
¿Con Trowa?
Aquella
noticia sorprende a Heero, hasta donde él se había enterado, Trowa seguía
siendo el mismo hijo de puta y Quatre lo había dejado por fin para irse con un
tal Joe a París. El ex guitarrista le cuenta de forma breve como el rubio se
libró de aquel hombre y cómo se reconcilió con Trowa, contándole también que
éste último estuvo internado en una clínica de rehabilitación luego de que casi
muere por culpa de una sobredosis, a Heero le cuesta trabajo imaginar a Trowa
en esa nueva etapa de buen hombre, sin embargo no hace muchos comentarios, ni
siquiera cuando Wufei le cuenta todo lo que ha hecho por él y su hija
Heero.
Casi no puedo creer que hayas concebido a una niña con Sally
Wufei.
En realidad no sé si sea mi hija biológica
Heero.
¿Qué dices?
Wufei.
Es verdad, tuve sexo con Sally en una ocasión y ella me hizo creer que de
aquella se embarazó de Nataku, sin embargo antes de entrar en coma me dijo que
después se metió con otros hombres, quería asegurar su embarazo y poder
atraparme, pero nunca estuvo segura si yo era el padre biológico
Heero.
¿Y lo eres? Ya nació, puedes hacerte una prueba de ADN
Wufei.
Sé que puedo hacer eso, también sé que hay muchas posibilidades de serlo por
las fechas en que nació, pero no la necesito, Nataku es mi hija, cuidé de Sally
y de ella desde el primer día que me dijo que sería papá, cada día de mi vida
desde entonces no he dejado de pensar en ella y de amarla, esa es la suficiente
prueba que necesito para saber que soy su padre verdadero
Heero.
Te entiendo…
Sin
ahondar en el tema Heero mira fijamente a Wufei, sin duda su amigo había
madurado mucho, incluso era capaz de mostrar sus sentimientos sin temor, que
diferencia del joven retraído y huraño que conoció antes, quizás él también era
un poco así, pero Wufei ya no parecía receloso con la vida, como si el trauma
de su violación hubiese desaparecido con la llegada de la niña a su vida
Heero.
Wufei, quiero que hablemos de Traize
Wufei.
¿De su locura?
Heero.
Algo más
Wufei.
¿Qué cosa?
Heero.
Lo de tu violación…
Al
oír aquellas palabras Wufei se pone un poco tenso, tenía muchos meses sin
pensar en ello, como si lo hubiera olvidado por fin, pero escucharlo le removía
cierta emoción negativa, sin embargo no quería pensar en eso, así que sonríe
levemente y niega con la cabeza, mirando fijo a Heero a los ojos
Wufei.
Eso ya no importa, mi amor por Traize…
Heero.
Él no fue…
El
ojinegro se queda completamente callado, mirando fijamente a Heero, con
seriedad
Heero.
Lo vi, no tiene cicatriz alguna
Wufei.
¿Lo viste?
Heero.
En la isla… si esa es tu prueba entonces él no fue
Nuevamente
Wufei se queda completamente callado, meditando, la herida que había hecho era
grande y profunda, sería raro si una cicatriz de una herida así hubiera
desaparecido tan fácilmente, aunque igual habían pasado muchos años, ya no
estaba tan seguro que aquella fuera su prueba, pero si Traize no tenía ninguna
cicatriz aquello le daba esperanza, de cualquier forma su amor por él era más
grande que cualquier dolor
Wufei.
Quizás eso ya no importe, él ha perdido la razón
Heero.
No seas pesimista
Wufei.
¿Y me lo dices tú?
Heero.
Él cambió debido al trauma de ver morir a Zechs en sus brazos, pero realmente
nunca tuvo la ayuda necesaria, estando aquí quizás…
Wufei.
No quiero ilusionarme… ¿sabes? Mi razón de vivir ahora es Nataku
Heero.
Pero…
Wufei.
Estaré al pendiente de él, lo visitaré y si puedo ser de utilidad en su
recuperación lo haré, pero no quiero pensar e ilusionarme ¿lo entiendes?
Heero.
Sí
Nuevamente
el silencio reina en el ambiente, aquel había sido un tema bastante incómodo
para Wufei, ahora que tenía a su hija no quería pensar en cosas que lo
entristecieran
Heero.
De cualquier modo él estará en New York ésta semana, estoy arreglando ese asunto
Wufei.
Lo entiendo
Heero.
¿Hay pistas de Dorothy?
Wufei.
Ninguna, nadie sabe dónde diablos está, no ha intentado salir del país y
tampoco ha usado tarjetas de crédito o comprado algún celular a su nombre, no
hay modo de rastrearla, es probable que esté usando algún disfraz o se esté
cubriendo de algún modo, ninguna cámara de ningún establecimiento comercial ha
grabado su rostro, ni siquiera ha aparecido en las cámaras de seguridad del
metro, es como un maldito fantasma
Heero.
No tienes idea de cuánto la detesto, estos meses lejos de Duo han sido un
infierno, tengo tantos deseos de verlo, de tocarlo…
El
vocalista se detiene al ver la expresión de Wufei, lo conocía bien y sabía que
algo le estaba ocultando, después de todo cada vez que hablaba de Duo, Wufei
intentaba cambiar de tema drásticamente
Heero.
Hay algo que no estás diciéndome
Wufei.
¿Yo?
Heero.
Sí, obvio tú… sobre Duo
Wufei.
Heero, no sé si sea yo el indicado
Heero.
¿De qué hablas?
Mirándolo
con desconfianza el ex vocalista observa fijamente a Wufei, parecía que estaba
poniéndose nervioso, Heero intenta obligarlo a hablarle del tema pero en ese
momento la puerta del estudio se abre frenéticamente, por ella entra Quatre
apresurado, los dos que se encontraban dentro voltean hacia la puerta y lo observan,
el rubio no repara en nada más, solo se acerca a Heero y lo abraza con
efusividad, como si hubiera visto a un viejo amigo, momentos después entra
Trowa y mira la escena tranquilamente, comparte mirada con Wufei unos instantes
y luego mira hacia Heero, asiente con la cabeza en silencio, en un gesto de
amabilidad, Heero lo observa mientras cierra sus brazos en la espalda de Quatre
unos momentos, luego el rubio se aleja completamente avergonzado, tenía el
rostro ligeramente rojo
Quatre.
Perdón… pero es que… ¡estás vivo! Heero, estás con vida
Heero.
Sí, lo estoy
Trowa.
Bienvenido, ésta sigue siendo tu casa
Heero.
Gracias
El
ojiazul asiente también en un gesto amable y luego mira como Quatre se
posiciona junto a Trowa y ambos se agarran de la mano, mirando hacia Heero y
Wufei
Quatre.
Supongo que Wufei te ha puesto al corriente de todo
Heero.
De todo menos algo… ¿Qué hace Duo en Italia?
Al
oír la pregunta Quatre comparte una mirada cómplice con Wufei mientras aprieta
un poco más fuerte la mano de su novio, ambos se quedan completamente callados,
entonces Trowa decide decirle la verdad a Heero
Trowa.
Duo está con alguien Heero
Heero.
¿Qué?
Con
voz molesta el ex vocalista se pone de pie, mirando fijamente a los ojos a
Trowa
Trowa.
Tiene una relación con Richard, su abogado, viven juntos desde hace tiempo
Heero.
¿Duo y ese hombre? ¿No es él amigo del tal Mark?
El
ojiverde asiente ante la pregunta de su ex compañero
Heero.
Lo estuvimos esperando en los juzgados, en la oficina del fiscal, Mark habló
con él por teléfono ¿Por qué diablos no me dijo?
Wufei.
No era el indicado
Trowa.
Estoy de acuerdo con Wufei
Heero.
¡Tonterías!
Completamente
molesto se aleja hacia donde están los instrumentos, dándoles la espalda a sus
ex compañeros, los tres se miran los unos a los otros, quedándose callados unos
momentos
Wufei.
Duo sufrió mucho tu supuesta muerte
Heero.
Sí claro… cuánto sufrió ¡Largándose con el primer hombre que se topó!
Con
mirada llena de furia se gira hacia los otros tres, Quatre se siente culpable
por haber insistido a Duo en darse una oportunidad con el abogado, aunque en
ese entonces creían a Heero muerto
Quatre.
Es verdad Heero, él no lo aceptó enseguida, pasó por muchas cosas, fue hasta
después que él…
Heero.
No quiero saber más, Duo es un canalla
Quatre.
¡No es verdad! Te lloró mucho, incluso se declaró culpable en el juicio porque
quería sufrir tu ausencia, auto castigarse
El
ojiazul se queda callado unos momentos, tratando de analizar la situación, pero
no estaba del todo convencido, se sentía dolido y decepcionado, jamás creyó
llegar y encontrárselo en brazos de alguien más, una opresión en sus entrañas
lo estaban haciendo sentir mal
Heero.
Su amor no fue verdadero, nunca lo fue…
Con
tristeza se aleja hacia la puerta del estudio, dándoles de nuevo la espalda,
dispuesto a salir de ahí e irse a quien sabe dónde, no quería ver ni oír a
nadie
Trowa.
Quiso suicidarse… Duo cortó sus venas pero Wufei le salvó la vida
La
voz del ojiverde llegó hasta los oídos de Heero de forma fría y penetrante, haciéndolo
dejar de caminar, deteniéndose ante sus ex compañeros, dándoles la espalda
Wufei.
Se fue con él porque sintió que era momento de continuar con su vida
Quatre.
Pero aún te ama
En
silencio los cuatro permanecen en aquel estudio, Heero a unos pocos pasos de la
puerta, se queda parado ahí sin moverse, en silencio, reflexionando, luego sin
decir nada se aleja, saliendo por fin del estudio, Trowa, Wufei y Quatre
comparten un incómodo silencio, mirándose los unos a los otros
Wufei.
Necesita pensar
Rompe
el silencio Wufei, mirando hacia Quatre y después hacia Trowa, ambos chicos
asienten y luego de unos momentos salen del estudio, no había rastro de Heero
Wufei.
Iré a ver a Nataku
Quatre.
Sí
Trowa
y Quatre se vuelven agarrar de la mano y caminan hacia la sala, ahí se sientan
y se quedan en silencio unos momentos
Quatre.
¿Qué crees que pase?
Trowa.
No lo sé, todo depende de la reacción de Duo cuando sepa de Heero
Quatre.
Iré a preguntarle a Wufei
Trowa.
Está bien
El
rubio besa los labios de su novio y se levanta del asiento, alejándose de ahí
hacia la parte de arriba de la casa, momentos después llega Catherine
Trowa.
¿Heero salió?
Catherine.
De la casa al menos no, lo vi salir al jardín
Trowa.
Iré
Catherine.
¿No prefieres esperar? Por su expresión supuse que le dijeron de Duo y Richard
Trowa.
No, necesito hablar con él
Catherine.
Está bien hermano
Sonriendo
amablemente Catherine se acerca a Trowa y le da un beso en la mejilla, después
se aleja hacia su habitación donde también estaba Irea, entonces el ex
baterista se levanta del asiento y se dirige hacia el jardín. Heero estaba
sentado junto a un rosal, a unos metros del lugar donde él y Quatre se habían
reconciliado; en silencio se sienta a su lado y el ex vocalista no pone
objeción alguna, miraba hacia la alberca tenuemente iluminada por una lámpara
que venía desde el interior, ambos se quedan en silencio unos momentos,
contemplando aquella alberca
Trowa.
Perdóname
La
voz suave y sincera de Trowa llega hasta Heero en forma de una disculpa
verdadera, sin embargo el chico de cabello alborotado guarda silencio unos
momentos
Heero.
¿Por qué?
Trowa.
Por todo lo que sucedió en el pasado, fui un reverendo idiota, hice mucho daño
a Duo y me porté muy mal contigo, no tengo forma de compensar todo
Heero.
Olvídalo…
Trowa.
No puedo, me es imposible perdonarme… cada vez que beso a Quatre, cuando le
hago el amor, cuando estamos juntos, siempre pienso en todo el mal que le hice
y en lo afortunado que soy de que él aún me siga amando, de que estemos juntos…
Duo y Wufei también me han perdonado y somos buenos amigos, he intentado
ayudarles en todo lo que me ha sido posible, pero eso no borra todo el daño que
les hice, incluso si tú y yo nos hiciéramos amigos, nada de eso borra el pasado
Heero.
Es inútil…
Trowa.
Lo sé, quizás nunca seamos amigos
Heero.
No lo digo por eso
Nuevamente
reina el silencio, Trowa estaba confundido, no sabía que trataba de decirle
Heero con aquellas palabras, ambos continuaban mirando hacia la alberca, sin
mirarse mutuamente
Heero.
El pasado no se borra, no importa lo que hagas, lo importante es vivir el
mañana y rectificar todos tus errores, no te perdones si no quieres, pero
tampoco vivas echándote la culpa de todo, avócate a hacer feliz a Quatre y
nunca más vuelvas a perderlo, es lo mejor que puedes hacer
Sorprendido
por las palabras de Heero, el ojiverde se queda paralizado, pensando, luego de
unos momentos sonríe sutilmente, después mira hacia Heero, moviendo ligeramente
la cabeza hacia un lado
Trowa.
¿Entonces me perdonas?
Estira
su mano hacia Heero aunque él aún seguía mirando al frente, observando la
alberca, al cabo de unos momentos el ojiazul se gira también hacia él y estira
su mano, ambos se la estrechan mutuamente
Heero.
No veo porque no
Trowa.
Gracias
Muy
a su manera ambos se sonríen aunque no lo pareciera, luego de unos momentos
Trowa se levanta, dispuesto a irse, debía dejar a Heero solo para que
reflexionara
Trowa.
Pediré que cambien las sábanas a tu cama, tu habitación sigue intacta
Sin
responder el aludido tan solo asiente, estando de acuerdo, entonces Trowa se
marcha al fin, sintiendo un peso menos de encima. Mientras que Heero se queda
ahí, pensando, no podía creer que Duo hubiera rehecho su vida al lado de
alguien más, mucho menos que esa persona sería el abogado que les había ayudado
tanto, sentía que no podía odiar a un hombre como él, pero no soportaba la idea
de saber a Duo en brazos de nadie más, estaba dispuesto a recuperarlo, quizás
cuando el trenzado supiera que estaba vivo volvería a él, después de todo Quatre
mismo le había dicho que lo seguía amando…
Después
de hablar con Wufei, el rubio va hacia su habitación, ahí le esperaba su novio,
acostado en la cama, mientras Quatre se quita la ropa y se pone la de dormir
cuenta a Trowa todo lo que el chino le dijo, sobre Traize y lo demás, después
de todo Wufei estuvo hablando durante horas con Heero sobre el accidente, el
naufragio y otras cosas. Quatre va hacia la cama y se acuesta junto a Trowa,
éste se acerca más hasta abrazarlo por la espalda, el rubio se inclina hacia
él, abrazándolo por el pecho, Trowa podía ver la cabeza rubia sobre su pecho y
le comienza a acariciar los cabellos
Quatre.
Me siento extraño ¿Tú no? Heero vuelve a nuestras vidas, Traize está mal de la
cabeza y Zechs no sobrevivió ¿Qué pasará ahora?
Trowa.
También me siento confundido, pero no nos queda más que esperar
Quatre.
¿En estos momentos Dorothy ya sabrá lo de Heero?
Trowa.
No tengo idea, pero no quisiera averiguarlo
Quatre.
Tengo miedo de esa loca, incluso he pensado que quiero que se muera
Trowa.
Quatre…
Quatre.
Lo sé, soy malo
Trowa.
No eres malo, pero no desees esas cosas ¿sí?
Quatre.
Sí, perdón
Sintiéndose
culpable se abraza al cuerpo de Trowa y éste le besa sobre los cabellos,
abrazándolo también con más fuerza
Quatre.
Te amo Trowa, gracias por estar a mi lado
Trowa.
Soy yo quien nunca se cansará de agradecerte volver a mi lado
Quatre.
Tonto…
Sonriendo
ampliamente el rubio se levanta un poco y le da un beso a su novio sobre el
pecho, regalando después un par de besos más hasta acercarse a sus pezones,
regalándoles un beso a cada uno, haciéndolo jadear, Trowa tan solo traía un
bóxer puesto, Quatre lo mira a los ojos y le sonríe, después se besan
tiernamente en los labios, comenzando a tocarse…
Heero
sube al segundo piso donde estaba su habitación, había tenido tiempo para
pensar aunque aún no sabía que determinación tomar, necesitaba ver a Duo y
hablar con él para saber cómo poder recuperarlo. Al pasar por la habitación de
Trowa alcanza a percibir el sonido que provenía desde el interior, suaves
gemidos que pretendían ser acallados sin éxito, supo sin pensar mucho en ello
que Trowa y Quatre estarían haciendo el amor, sintió una extraña sensación de
paz, que diferencia de aquellas noches en que podía escuchar los gemidos y
jadeos de Quatre, entregándose a la pasión violenta de Trowa, y el ojiverde
humillándolo haciéndolo suyo a base de maltratos.
Entró
en su habitación y cerró la puerta, al prender la luz sintió que todos sus
recuerdos se agolpaban en la cabeza, los besos con Duo, las noches de pasión,
cuanto lo extrañaba, cuanto deseaba estarle haciendo el amor como Trowa y
Quatre lo hacían en esos momentos, pero Duo estaba muy lejos de él, en Italia,
haciendo el amor con otro. Se sintió desdichado, entonces solo se tumbó en la
cama y cerró los ojos, se sentía muy agotado y no tardó en quedarse dormido
Al
día siguiente la bomba estalló, todos los medios de comunicación estaban afuera
de la mansión de Trowa, esperando a cualquier persona salir de ella y obtener
una exclusiva del tema que había vuelto loco al mundo del espectáculo, no había
remedio, ya no se podía ocultar por más tiempo la verdad, en los periódicos y
en la radio se hablaba del tema, en algunos programas de televisión también,
aquello se había convertido en un caos. Mientras tanto los habitantes de la
casa de Trowa miraban el caos por la ventana, sintiéndose indignados
Quatre.
Están peor que cuando supieron lo del accidente
Heero.
Son una bola de imbéciles
Quatre.
Calma Heero, en algún momento se irán
Heero.
Necesito salir, tengo que cuestionar el papeleo para el traslado de Traize
Trowa.
Salgamos por la puerta trasera, yo te llevo si es que has olvidado como
conducir
Heero.
Gracias, aceptaré tu oferta
Quatre.
¡Los acompaño!
Wufei.
Creo que es mejor si esperamos nosotros dos
Quatre.
Pero…
Wufei.
¿Qué te parece si me ayudas a darle un baño a Nataku?
Quatre.
Sí, está bien…
Sin
estar muy convencido el rubio acompaña a Wufei hacia la habitación de la niña,
mientras que Trowa y Heero salen por la puerta trasera en uno de los tantos
autos de Trowa, logrando burlar por unos instantes a la prensa. En la
habitación de la hija de Wufei, el chino regulaba el agua de la bañera para
bebé, usando la temperatura adecuada, mientras Quatre cargaba a la pequeña, que
ya se encontraba sin ropa, la niña le pegaba en las mejillas con sus manitas y
luego le jalaba los cabellos, riéndose cuando el rubio hacía gestos
Quatre.
Cada vez está más fuerte
Wufei.
Sí, el cardiólogo dice que está impresionado, es muy vivaz
Quatre.
Te felicito, tu hija es hermosa
Wufei.
Gracias…
El
ex guitarrista sonríe y luego agarra a Nataku, librando a Quatre de cargarla y
la coloca sobre la cuneta, agarra el pequeño cazo y con él la moja con cuidado,
la niña se emocionaba cada vez que la tibia agua la tocaba
Quatre.
He de decir que te ves muy bien cuidándola
Wufei.
¿Lo crees?
Quatre.
Sí, la paternidad te queda
Al
oír aquello el chino sonríe, él también se sentía bien en ese papel, aunque al
principio se había sentido muy inseguro, cargarla, darle de comer, bañarla,
hacerla dejar de llorar, jugar con ella, todo resultaba nuevo y asombroso,
aunque también había tenido miedo de no saber qué hacer, de lastimarla, pero
gracias a Irea fue aprendiendo a hacer muchas cosas, después de todo ella había
cuidado muchas veces a sus sobrinos, los tantos que tenía de sus hermanas,
gracias a la rubia había aprendido y ahora hacía prácticamente todo él solo.
Quatre lo observa en silencio unos momentos y sonríe
Quatre.
¿Qué sientes ahora por Traize?
Wufei.
¿Traize?... Lo amo, eso siento, lo sigo amando
Quatre.
Eso lo sé bobo, me refiero a su situación
Wufei.
Ya hablamos de eso anoche
Quatre.
Quizás nunca se recupere
Wufei.
Lo sé
Quatre.
¿Lo esperarás?
Wufei.
No lo sé Quatre, no quiero pensar en eso
Quatre.
Pero…
Wufei.
Lo más importante ahora es mi hija
Quatre.
Te entiendo, pero entonces ¿Qué harás de tu vida? ¿Le buscarás una mamá? ¿Un
segundo papá? Piensa en ti también
El
rubio se mostraba muy interesado en el tema, también preocupado, pero Wufei no
había pensado mucho en eso así que se sorprende, quedándose callado mientras
termina de bañar a la niña, Quatre le arrima una toalla y aún en silencio Wufei
la seca, luego el rubio le pasa una batita de baño color amarillo con unos
patitos bordados. Ambos salen del baño y Wufei acuesta a la niña en la cama
para vestirla
Quatre.
No me has respondido
Wufei.
No es tiempo de pensar en eso
Quatre.
Claro que lo es, me parece admirable que quieras criarla solo, pero crecerá y
necesitará una figura materna ¿no crees? O un poco más de estabilidad, si te
consigues una pareja será de mucho apoyo
Wufei.
Una pareja
El
chino lo medita y sonríe, ni siquiera se había puesto a pensar si estaba
interesado en alguna relación con otro hombre, junto a Traize vivió cosas que
lo marcaron para siempre y junto a Quatre también vivió momentos muy
importantes, pero nunca se sintió en sí como si le gustaran los hombres o si
pensaba en declararse homosexual, quizás podría encontrar a una mujer que
llenara el vacío que Sally dejó, pero no estaba seguro de eso tampoco, su vida
se había convertido en su hija, pero su amigo tenía razón, la niña necesitaba
de una figura de autoridad además de él
Wufei.
Lo pensaré ¿sí? Ya no me hagas preguntas
Quatre.
Está bien
El
rubio suspira y se queda callado unos momentos
Quatre.
Hace rato que no me dejaste acompañar a Trowa… era para dejarlos solos ¿verdad?
Wufei.
Era obvio ¿no? Sería bueno si ellos lograran hacerse amigos ¿no crees?
Quatre.
Tienes razón
Ambos
chicos se sonríen y Wufei termina de vestir a su hija, luego se la entrega a Quatre
para prepararle su mamila
Wufei.
Es hora de su siesta de mediodía
Quatre
sonríe ampliamente, en parte burlándose un poco, era hasta cierto punto muy
tierno ver a Wufei en aquella situación…
Mientras
en el auto de Trowa, éste lleva a Heero a donde le ha pedido, durante el
trayecto ambos permanecen callados, su relación siempre había sido hasta
entonces de trabajo, después se convirtieron en una especie de rivales,
terminaron incluso en golpes e insultos, ahora aquello parecía tan lejano que
apenas si podían recordarlo
Trowa.
¿Sabes una cosa?
Heero.
¿Qué?
Trowa.
Duo tardó mucho en decidir darle una oportunidad a Richard, por favor no lo
juzgues, para él fue un sentimiento de agradecimiento y cariño más que de amor,
yo estoy de acuerdo con Quatre, él aún te ama
Sin
responder Heero mantiene su mirada al frente, estaba serio, pensativo,
comenzaba a creer que era cierto y Duo aún lo amaba a pesar de todo, pero
conocía al trenzado, sabía que aunque lo eligiera a él difícilmente se desharía
del abogado, ¿Quién sabe? Tal vez se había enamorado de él en esos últimos
meses, sin embargo se sentía aún con una ligera esperanza de que Duo volviera a
sus brazos tan pronto supiera que se encontraba con vida
Heero.
Entiendo…
Trowa.
Deseo de todo corazón que se arreglen
Heero.
Gracias
Nuevamente
ambos vuelven a quedar en silencio, tal vez no iban a ser grandes amigos
fácilmente, pero Trowa esperaba que poco a poco Heero confiara en él, el
ojiverde aún se sentía culpable de tantos errores cometidos en el pasado…
Luego
de haber visto la horrible noticia por todos lados regresó a la pocilga donde
se alojaba hecha una furia, aventando cosas y maldiciendo al por mayor, se
sentía insatisfecha, frustrada y muy molesta, no había vendido su alma al
mismísimo demonio por nada, ese maldito de Heero Yuy debía morir, no le
importaba Traize en absoluto y la muerte de Zechs no le representaba mayor
satisfacción, solo uno más y ya, pero saber vivo al insoportable de Heero no lo
podía tolerar, solo de pensar a su querida Relena saltando en un pie debido a
la felicidad le hacía remover las entrañas. La rubia se calma después de haber
pateado todo cuanto encontró a su paso, sentándose en la cama mugrosa y fría en
la que dormía desde hace varios meses, ocultándose de la ley, huyendo de la
justicia que le esperaba
Dorothy.
¡Maldito seas imbécil! Pero te buscaré y te asesinaré… debes morir infeliz, no
descansaré hasta no haberte matado con mis propias manos, luego me ocuparé de
la idiota de Sylvia Noventa y la estúpida de Hilde, de mí no se van a burlar
malditos ¡Malditos todos!
Hecha
una furia de nuevo la ex bajista se levanta de la cama y deshace el tendido de
las sábanas sucias sobre el desgastado colchón
Dorothy.
A ti querido abuelo ya pensaré como pagarte todos los favores que me has hecho,
viejo decrépito… y por último, me llevaré a Relena lejos, muy lejos, no
volverán a saber de nosotras, después pensaré como acabar con todos los demás,
todos merecen morir, bola de ¡Estúpidos! ¡Malditos Estúpidos!
Completamente
fuera de sí misma Dorothy sale nuevamente de aquella pocilga, aún tenía muchos
contactos que podían ayudarle, después de todo había podido hacerse de dinero
antes de desaparecer, vivía en aquel horrible lugar porque era bueno para
ocultarse, uno de los peores barrios de Manhattan, donde incluso la policía se
lo pensaba más de una vez antes de internarse entre sus calles…
Mientras
tanto en Italia, Duo y Richard salen del lujoso restaurante a donde lo había
llevado a cenar, en Italia ya era de noche. Durante todo el día Richard llevó a
Duo de paseo, dieron un extenso tour por algunas ciudades aledañas a donde
vivían y luego por la tarde volvieron al hotel para arreglarse e ir a cenar, ni
siquiera hubo tiempo de prestar atención a nada más, solo ellos dos y el
hermoso país, para el trenzado era una especie de sueño hecho realidad, aunque
aún le causaba mucha curiosidad que Richard eligiera aquel día cualquiera para
todo eso, parecía como si celebraran algo.
Regresan
al Hotel y sin hacerse esperar se comen a besos apenas cierran la puerta de la
habitación; de forma casi salvaje se despojan de sus ropas, no se habían tocado
durante el día y se habían necesitado mucho, Duo comienza a descender a besos
por el cuerpo de Richard hasta quedar hincado frente a él, el abogado de pie
cerca de la cama, recibiendo la boca del trenzado en cada centímetro de su piel
caliente, urgida de aquellos besos, el ex guitarrista no duda en tomarle por la
boca, regalándole el exquisito placer que el abogado tanto había deseado
durante el día, pero el trenzado no lo hace terminar, tan solo lo despierta,
llenándolo de urgencia por poseerlo, algunas gotas cayeron dentro de su boca y
antes de hacer explotar su pasión se pone de pie para volverse a comer a besos,
Richard sujeta el rostro de Duo con ambas manos y lo contempla fijamente antes
de tumbarlo en la cama, vuelven a besarse hasta terminar su aliento, acostados
en la cama se miran por largo rato, el trenzado nota algo diferente en Richard
y lo contempla también, fijamente
Duo.
¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
Richard.
Eres tan hermoso…
Estirando
su mano derecha lo sujeta del rostro y lo besa con ternura, Duo siente un
estremecimiento extraño, su pareja no parecía el mismo de siempre, entonces el
trenzado se monta sobre él y Richard lo contempla mejor desde ese ángulo,
acariciándole las piernas a los costados de su cadera mientras lo mira
Duo.
No digas eso…
Richard.
Es la verdad, eres hermoso y te amo Duo, eres lo mejor que me ha pasado,
gracias por todo
Las
últimas palabras de su novio hacen sentir raro a Duo, sonaba algo extraño, casi
como si quisiera despedirse de él pero el trenzado no sabía que estaba
sucediendo, así que solo lo mira unos instantes y se agacha, regalándole un
suave beso en sus labios
Duo.
Te quiero mucho Richard, te quiero más de lo que crees
La
dulce voz de Duo y aquellas palabras hacen sonreír al abogado, entonces el
trenzado vuelve a agacharse y se vuelven a besar, al separarse y sin dejar de
mirarse a los ojos, Duo eleva sutilmente sus caderas y se acomoda, comenzando a
penetrarse con ayuda de Richard, al sentirse lleno exhala un quejido de placer,
agarrándose al abdomen de su novio, mientras que Richard coloca sus manos en
las piernas del ex guitarrista, volviendo a acariciarlas mientras Duo se mueve
sutilmente, ambos comienzan a gemir, mirándose a los ojos, sintiendo el placer
de la penetración.
Lento,
suave, sin prisa, sintiéndose mutuamente, era extraño, pero nunca antes se
habían entregado de ese modo. El abogado retira su mano izquierda de la pierna
de Duo y la dirige al miembro de éste, acariciándoselo suavemente, Duo cierra
sus ojos y se relame los labios, cada vez sentía mayor placer y sus gemidos se
intensifican al igual que su descender en el miembro de Richard hasta que
alcanza por fin su orgasmo, llenándole la mano, poco después el abogado también
termina dentro de Duo y ambos gimen y jadean por última vez, hasta que Richard
se sale de Duo y éste se acuesta sobre su pecho, Richard le rodea la espalda
con ambos brazos y le besa sobre los cabellos
Richard.
Gracias por quererme
Duo.
Hoy fue un día maravilloso, muchas gracias
Richard.
Aún falta algo
Duo.
¿De verdad?
Richard.
Sí
Emocionado
el trenzado se levanta de su pecho y le da un beso en los labios, luego se
levanta por completo de él cuando Richard lo retira sutilmente, agarrándole los
brazos. El abogado se coloca la ropa interior, agarra su cartera y momentos
después llaman a la puerta
Duo.
¿En qué momento?
Richard.
Cuando llegamos lo pedí en recepción
Duo.
No me di cuenta
El
trenzado sonríe y enseguida se aleja hacia la cama, metiéndose bajo las sábanas
para que el mozo no lo viera, el botones deja el carrito en la puerta y Richard
le da una propina, luego mete en carrito y cierra la puerta, Duo sale debajo de
las sábanas y desnudo aún se acerca hacia Richard, su novio había pedido una
botella de champagne y acompañado de un par de velas
Duo.
¿Qué celebramos?
Richard.
Todo y Nada
Duo.
¿Cómo es eso?
Richard.
Veamos…
El
abogado destapa la botella mientras finge pensar qué decir, Duo lo observa en
silencio, mirándolo servir el líquido dentro de dos copas, entrega una a Duo y
la otra la sostiene él entre su mano, dirigiéndola hacia Duo
Richard.
Yo celebro haberte conocido, celebro haberme enamorado de ti y celebro éste
hermoso tiempo que hemos compartido, celebro el que me hayas aceptado a pesar
de todo
Al
decir todo aquello mira fijamente a Duo, él se sentía un poco extraño, todo
aquello resultaba hermoso y a la vez triste, Richard parecía triste y eso no le
estaba gustando nada, sin embargo no comenta al respecto, él también alza su
copa y la acerca a la de su novio, sin tocarla
Duo.
Entonces, yo celebro… Celebro haber tomado una decisión perfecta al aceptarte,
celebro todo éste tiempo juntos, porque me has devuelto la seguridad, las ganas
de sentirme vivo, celebro por nosotros dos y todo lo que nos falta por vivir
juntos
Richard.
Duo…
Completamente
conmovido por las palabras de su novio Richard agacha la cabeza, Duo entonces
se acerca más a él y con la mano que no sostenía la copa le levanta la cabeza,
entonces se miran a los ojos
Duo.
¿Estás bien?
Richard.
Sí, perdón… brindemos
El
mayor sonríe con alegre tristeza y chocan sutilmente sus copas, luego beben
delicadamente su contenido hasta agotarlo
Duo.
Todo éste día fue perfecto, pero me siento extraño ¿Por qué?
Richard.
Quería celebrar que estamos juntos, es todo
Duo.
Eres muy romántico, gracias
Conmovido
por todo lo que su novio había hecho por él Duo lo mira con ternura, luego
sirve del vino en ambas copas
Duo.
Quítate eso
Richard.
¿La ropa?
Duo.
Solo yo estoy desnudo, es injusto
El
abogado suelta una pequeña carcajada de diversión y obedece, quitándose la ropa
interior, ahora ambos estaban desnudos, Duo sonríe con triunfo
Duo.
Volvamos a la cama
Siguiendo
sus propias palabras Duo se acerca a la cama y se sube en ella, Richard acerca
el carrito a ésta y también se acuesta en la cama, ambos vuelven a alzar sus
copas y brindan, bebiendo del contenido de sus copas, luego las dejan de nuevo
en el carrito
Duo.
Abrázame Richard
La
repentina petición de Duo hace sentir a Richard ajeno, sin embargo obedece y
abraza a Duo, éste también hace lo mismo, ambos abrazados, sentados en la cama
Duo.
Puedo sentirlo en tu mirada, hay algo que quieres decirme y no sabes cómo
Richard.
¿Qué?
Duo.
No hace falta que lo niegues, puedo saberlo con solo mirar tus ojos, pero no lo
hagas, por favor no me lo digas, al menos no hoy…
Richard.
Duo…
Duo.
Te quiero Richard, te quiero tanto…
Avergonzado
de sus propias palabras se suelta del abrazo del abogado y estira ambas manos
hasta el rostro de Richard, lo mira a los ojos y le sonríe, después besa
sutilmente sus labios, mirándolo de nuevo a los ojos al alejarse
Duo.
Hazme el amor, hazme tuyo por favor
Aunque
sonara extraño el trenzado no pudo evitar pedir aquello de esa forma, lo necesitaba,
aunque acababan de tener sexo no había sido suficiente, ahora quería sentirlo
por completo, entregarse a él como nunca antes lo había hecho, Richard no lo
hace esperar y vuelve a tomarlo entre sus brazos, abriéndose camino entre sus
piernas, penetrándolo hasta tocar ese punto sensible que hacía explotar su
pasión y su deseo. El abogado sobre el ex guitarrista, invadiéndolo mientras
Duo le arañaba la espalda, gimiendo en su oído, regalándole besos sobre la piel
de su cuello, los hombros, entregándose por completo a él, sus gemidos en un
solo sonido, sin pausas, con pasión, con entrega, dos cuerpos desnudos bajo la
luna de Italia, testigo de la que tal vez sería su última noche de pasión,
porque Richard le diría pronto que Heero estaba vivo y él era libre de irse con
él, después de todo el abogado si sabía perder y sabía ante todo que Duo no lo
amaba, que seguía sintiendo algo por Heero Yuy, su primer y más grande amor, él
tan solo había sido el abrigo que lo protegió mientras su verdadero refugio
volvía a sus brazos…
En
New York continuaba siendo de día, Trowa y Heero llegan al Hospital
Psiquiátrico donde se internaría a Traize una vez que llegara a la ciudad.
Resultaba ser bastante extraño encontrarse ahí, pero Heero parecía conocer muy
bien aquel lugar, Trowa lo nota al instante, incluso había enfermeras que lo
trataban como si le conocieran, y a medida que eso sucedía Trowa se comenzó a
sentir cada vez más curioso al respecto, mientras ambos esperaban al
especialista toman asiento en la recepción, era amplia y cómoda, de varios
sillones de colores grises y blancos, en la parte de arriba colgando de la
pared se encontraba una televisión, transmitían un documental sobre algún lugar
alejado del mundo, la verdad es que ninguno puso especial atención en ello, al
ex baterista le gana la curiosidad y comienza a preguntar
Trowa.
Desde que entramos parece ser que has venido más veces, como si te conocieran
de hace tiempo ¿Qué sucede?
El
aludido no respondió, mantuvo su mirada firme hacia el frente, al cabo de unos
instantes se cruzó los brazos y a Trowa le pareció percibir cierta mueca de
dolor en Heero, pero su rostro era tan tranquilo como siempre, parecía
solamente algo creado por su mente, sin embargo Trowa se mantuvo escéptico,
esperando una respuesta
Heero.
Mi padre está aquí
Trowa.
¿Qué dices?
Sorprendido
por la respuesta Trowa abrió los ojos más amplio de lo normal y se giró
levemente hacia él, observándolo, pero Heero parecía no reparar en su reacción,
de nuevo miraba hacia el frente, como si estuviera perdido en algún pensamiento
Trowa.
Lo lamento mucho
Heero.
Nadie sabe cómo sucedió, perdió la cordura durante el tiempo que lo creí
desaparecido. Cuando supe de él es porque encontraron la forma de localizarme,
él ya estaba completamente loco, tiene muchos años en ese estado
A
duras penas el ojiverde podía creer aquella historia, era la primera vez que su
ex compañero de grupo se abría de esa forma con él, le resultaba muy
impresionante. Aunque Heero parecía estar normal, Trowa podía percibir un aura
de nostalgia y no sabía por qué, no conocía bien a Heero, sabía casi a duras
penas lo esencial, pero no quería seguir haciendo preguntas, se sentía incómodo
Heero.
Nunca nos llevamos bien, la última vez que lo vi antes de que se volviera loco
él supo que yo era homosexual y me echó de su vida, siempre fue un tirano y me
odiaba, ni siquiera tengo obligación de cuidarle, pero nunca pude abandonarlo a
su suerte… esa es la historia, no hay más que contar…
Las
palabras de Heero conmovieron a Trowa, no por aquella triste historia, sino por
el hecho de que se la contaba a él ¿Quería eso decir que se había ganado su
confianza? No quería ser egoísta y solo pensar en ello en esos momentos, pero
así lo pensó
Trowa.
No sé qué decirte
Heero.
No espero que digas algo… solo te lo conté y ya…
Trowa.
Gracias Heero, si yo pudiera ayudar en algo… cuenta conmigo
Heero.
Gracias
Nuevamente
entre los dos reinó el silencio hasta que el especialista llegó al cabo de unos
momentos para recibirlos en su oficina, ahí Heero le contó con lujo de detalles
todo lo que habían vivido y cómo había sido el comportamiento de Traize y el
suyo estando allá, incluso le habló sobre sus alucinaciones y el especialista
le recomendó asistir a un par de terapias a pesar de que hablaban solo de Traize
en un principio. Habiendo terminado aquella reunión acordaron que trasladarían
a Traize a ese Hospital Psiquiátrico y recibiría ayuda de inmediato, con suerte
solo pasarían un par de años antes de que recuperara el raciocinio, aunque
también cabía la muy grande posibilidad de que jamás recuperara la cordura,
había que estar preparado para todo.
Al
día siguiente en Italia, cuando Duo abrió los ojos se encontró con los rayos
del sol entrando por la gran ventana de su habitación de Hotel, se encontró
solo, Richard no parecía estar cerca, el trenzado estaba desnudo y así se puso
de pie, agarró la sábana de la cama y se la colocó encima, caminando hacia la
entrada
Duo.
Richard… ¿Estás aquí?
Desconcertado
llamó varias veces a su pareja pero Richard no respondió, era obvio que no se
encontraba en la habitación
Duo.
Qué raro, nunca sale tan temprano
Más
desconcertado que momentos atrás, decidió tomar una ducha, aún era temprano y
podían ir a desayunar a algún lado. Sin embargo Richard no volvió hasta después
de una hora tras salir Duo del baño, el trenzado lo esperaba sentado junto a la
ventana, se sentía extraño, como si algo no estuviera bien, desde la noche
anterior que su novio estaba un poco raro y eso le preocupaba. Cuando el
abogado llega a la habitación Duo se gira hacia él sin moverse del lugar, ambos
se miran a los ojos, Richard cierra la puerta y se acerca a donde está Duo,
ambos continúan mirándose
Duo.
¿Ya me dirás que te sucede?
Richard.
Debemos regresar a New York
Duo.
¿Por qué?
Richard.
Necesitamos volver
Duo.
¿Qué pasa? No me digas que liberaron a Dermail… que Dorothy hizo algo. Dímelo
Richard.
No es nada de eso pero ahorita no puedo decírtelo
Duo.
¿Por qué? Merezco una explicación
Richard.
Y la tendrás, pero no en estos momentos… Vamos a desayunar
Duo.
No me gusta nada lo que está pasando, desde ayer…
Richard.
Duo, por favor. Comamos algo primero ¿sí?
Duo.
Está bien
No
convencido del todo Duo se pone de pie y avanza hacia sus zapatos para
colocárselos, ya se encontraba vestido como para salir, en silencio ambos salen
del cuarto una vez que el trenzado se pone los zapatos, bajan al Restaurante
del Hotel, ésta vez ni siquiera van a un lujoso Restaurante, al trenzado eso no
le agrada, no porque quisiera ir a un lugar lujoso, sino porque Richard ahora
estaba muy serio, incluso se atrevería a decir que estaba triste y eso lo tenía
a él incómodo. Al regresar al Hotel todo parecía igual
Duo.
¿Ya podemos hablar?
Richard.
Te explicaré cuando lleguemos a casa ¿sí? Por favor tenme paciencia
Duo.
Es que me angustia, siento que algo horrible está pasando y no me gusta
Richard.
Lo sé, perdóname
Afligido
el abogado se acerca a Duo y lo abraza con fuerza, el trenzado le corresponde y
tras unos momentos se comienzan a besar, al separarse Richard tan solo sonríe
Richard.
Preparemos nuestro equipaje
Duo.
Sí
Aunque
aún no se sentía del todo tranquilo, al menos Duo se mostraba un poco más
calmado, seguía sintiéndose intrigado por todo lo que estaba sucediendo pero
quería esperar, si su novio no se lo decía rápidamente quizás no era tan
urgente o grave como se lo estaba imaginando, así que Duo decide confiar en el
abogado y hace su equipaje…
En
New York estaba por oscurecer, luego de un ajetreado día Heero y Trowa regresan
a la casa del ex baterista, ya dentro se separan. Heero va hacia la sala de
ensayos donde solían tocar cuando aún eran un grupo, desde su llegada no había
visto a detalle ese lugar, ahí había hablado con Wufei por primera vez después
de tantos meses, ahora que estaba solo los recuerdos acudían dolorosamente a su
mente, Duo estaba ahí, cerca de él, tocando su guitarra eléctrica mientras
compartía miradas con Quatre tocando el bajo, luego se giraba hacia Wufei y
ambos tocaban las guitarras en una melodía perfecta, también solía ir hacia
Trowa junto a la batería y compartían un par de notas, por último sus miradas
eran para él, sus sonrisas nerviosas mientras le miraba los labios moverse al
ritmo de las letras. En esos momentos deseó mucho estar sobre un escenario,
tocando junto a sus 4 compañeros, pero en especial con Duo, a quien había amado
desde hace tanto tiempo, componiéndole canciones, esperando a que su voz se
hiciera escuchar en el corazón del trenzado
Heero.
Tengo que recuperarte Duo
Ensimismado
entre sus sentimientos y sus pensamientos, Heero se acerca hasta los
instrumentos y les quita la sábana que los cubría, todo estaba apagado, los
amplificadores, los tornamesas, las bocinas… el ojiazul se pone a la tarea de
conectar todo, de pronto recordaba cómo hacer las conexiones, absolutamente
todas, su corazón latió de prisa, tocar esos instrumentos y cables de pronto
fue excitante, hasta que por fin terminó. Miró fijamente el micrófono y trató
de entonar algo, pero su voz no salió, como si de pronto la hubiera perdido, se
quedó atónito, habló y su voz sonaba tan perfecta como siempre, pero era
incapaz de sacar su voz cantada, como si de pronto no existiera
Heero.
No puede ser
Llevándose
una mano a la garganta miró fijamente el micrófono, intentó de nuevo cantar y
otra vez le fue imposible, enojado arrojó con fuerza el aparato contra la
pared, al encontrarse prendido emitió un fuerte sonido al golpear y otro al
caer, luego se dejó caer de rodillas, completamente inmóvil. Momentos después
la puerta se abre rápidamente, entrando Quatre por ella, detrás venía Trowa,
ambos se sorprenden de ver a Heero tirado en el suelo, sobre sus rodillas y las
manos a los costados, la mirada hacia el frente, perdida
Heero.
No puedo cantar
Quatre.
Heero…
Sintiendo
la aflicción de Heero, el rubio se lleva una mano al pecho y baja la mirada,
Trowa se acerca al micrófono que yacía en el suelo, lo recoge y se acerca a su
ex compañero, parándose frente a él, estira su mano con el micrófono en ella y
se lo ofrece
Trowa.
Inténtalo de nuevo
El
ex vocalista mira fijamente el micrófono con cierto aire de desprecio, en ese
momento de completo silencio entre los tres llega Wufei, al ver la escena no
entiende que sucede y se acerca rápidamente a Trowa
Wufei.
¿Qué sucede? ¿Qué le hiciste a Heero?
Sin
poder evitar pensar en la relación de esos dos en el pasado, Wufei se preocupa
de que se hubieran peleado de nuevo, que algo malo hubiese pasado, pero Quatre
pronto se acerca a él a su lado y le coloca una mano sobre el hombro, el chino
gira su cabeza hacia él y el rubio niega varias veces con la cabeza, en
silencio, Wufei entiende y deja de hacer preguntas
Trowa.
Sé que puedes
En
silencio Heero se pone de pie y agarra el micrófono, aclara su garganta e
intenta cantar, pero apenas un sonido grave sale, Quatre y Trowa comparten una
mirada en silencio, Wufei se acerca a él y le coloca una mano en el hombro,
mirándolo de frente, con la otra le quita el micrófono con cuidado
Wufei.
Está bien… ya saldrá
Sin
responder a esas palabras, Heero suelta sin problemas el micrófono y sale
deprisa de aquel cuarto, sin mirar a ninguno de los tres, Wufei mira hacia sus
amigos, los tres parecían algo agotados
Quatre.
Quizás deba hablar con él
Trowa.
No Quatre, necesita estar solo
Wufei.
Es cierto, para Heero su inspiración era Duo, además ha estado lejos de esto
por meses, lo que vivió en la isla debió ser muy duro
Quatre.
Tienen razón, espero que Duo regrese pronto, necesitan reencontrarse
Sintiéndose
triste por la situación de Heero, Quatre se acerca a Trowa y se abraza a éste,
el ex baterista le corresponde el abrazo, Wufei mira de reojo y de forma
tranquila sale del estudio, ver a ambos chicos tan cerca uno de otro le hizo
pensar en Traize, a diferencia de la situación de Heero y Duo, el hombre que él
amaba no era consciente de su alrededor, quizás nunca estarían juntos de nuevo,
aquel pensamiento lo entristeció.
Llegaron
a New York en la mañana del día siguiente, había sido un vuelo muy raro, salir
por la mañana de Roma y regresar al día siguiente en la mañana de New York se
sentía como haber viajado por 24 horas, sin embargo habían sido menos de 10. Al
llegar por fin al departamento que compartían Duo se tiró cansado en el sillón,
sentía sueño, no había podido dormir bien en el avión, pensando en lo que
Richard no había querido contarle. El abogado parecía tan raro como en las
últimas horas, como acostumbraba, se acerca a su cava de vinos y saca uno de
tinto, sirve en una de las copas y camina hacia la ventana, Duo lo mira desde
el sillón, luego se pone de pie y se acerca a él, rodeándole la cintura con
ambos brazos
Duo.
¿Me dirás ya lo que pasa?
Richard.
No sé por dónde comenzar
Duo.
Donde sea más fácil, puedes comenzar por el final, como si ya hubieras dicho
todo lo que querías decirme
El
abogado tan solo sonríe, bebe de su copa y mira por la ventana, hacia el claro
cielo de aquella mañana, luego da un paso al frente y Duo lo suelta, entonces
Richard se gira hacia él, vuelve a beber de la copa hasta terminarla y la deja
en el librero junto al gran ventanal, tan solo estirando la mano
Richard.
Debemos terminar
Aquellas
palabras tan llenas de dolor llegan a los oídos de Duo fríamente, como si una
ráfaga de viento helado le hubiera taladrado la cabeza, no podía entender por
qué Richard decía eso, porque estaba terminando con él
Duo.
¿Qué dices?
Richard.
Ya no podemos seguir juntos, ese es el final de todo lo que iba a decirte…
Duo.
No puede ser
Aturdido
da un paso atrás sin dejar de mirar al abogado, había tanto dolor en sus
palabras y su mirada que no podía entender porque Richard terminaba con él si
se veía tan devastado
Duo.
¿Por qué? ¿Nomás así? No es justo
Richard.
Amas a alguien más
Duo.
¿Y eso qué? Ya hablamos de eso…
Richard.
¡Es diferente!
Duo.
¿Por qué? ¿En qué es diferente? Dímelo
Richard.
Duo…
El
abogado se queda sin palabras, luego vuelve a girarse sobre sus talones,
mirando por la ventana, Duo cree que todo eso no es más que una crisis de
inseguridad y se acerca a él, vuelve a abrazarlo por la espalda y deposita en
ella un beso, sus manos se aprietan más sobre su cuerpo y después comienza a
acariciarlo, deslizando sus manos por el abdomen del mayor, acariciándole
después la entrepierna, por encima de la ropa
Richard.
No… Duo…
Duo.
Te quiero Richard, no me dejes
Richard.
Por favor no sigas…
Sin
obedecer Duo mete su mano por debajo del pantalón mientras besa la espalda de
Richard, el abogado cierra sus ojos y suspira, luego los abre, ahora estaban
rojos, a punto de llorar, su cuerpo casi temblaba
Duo.
Hagamos el amor, te necesito…
Richard.
Perdóname
Rechazándolo
por completo, Richard agarra ambas manos de Duo y las aleja de él, empujándolo
ligeramente hacia atrás, el trenzado lo mira con desconcierto, Richard se gira
y de nuevo se tienen frente a frente
Duo.
Merezco una explic…
Richard.
Heero está vivo
Sin
poder terminar su reclamo, el abogado suelta su confesión sin poder detenerse,
mientras que el ex guitarrista al oír aquello se queda por completo paralizado,
al cabo de unos segundos por fin reacciona, sus pupilas se dilatan gradualmente
y su mirada veía sin mirar, como si su cerebro estuviera atrapado, tratando de
reaccionar
Richard.
Heero sobrevivió, él y Traize
Duo.
¿Qué… qué dices?
Richard.
Él está en New York
Duo.
No es verdad…
Como
si aquella noticia fuera mala y no buena, Duo retrocede un par de pasos,
negando con la cabeza varias veces, luego se pasa las manos por el cabello y le
da la espalda a Richard
Duo.
No es cierto… él está muerto… ¡Heero está muerto!
Confundido
y nervioso el trenzado se gira hacia Richard tras gritar, el mayor lo observaba
con desconcierto, no entendía porque no sonreía, Duo parecía incluso enojado
Duo.
Debe ser una broma ¿cierto?... ¡Contesta!
Richard.
No Duo, no lo es. Por eso renuncio a ti, porque el hombre que amas sigue con
vida y está dispuesto a recuperarte, sé que te irás con él, por eso les dejo el
camino libre… te amo tanto Duo, pero no puedo retenerte a mi lado
El
trenzado lo mira fijamente y luego sonríe por inercia, comenzaba a temblar, no
sabía que pensar o como sentirse
Richard.
Duo, di algo
Duo.
¿Desde cuándo lo sabes?
Richard.
Hace 2 días
Duo.
¡Y no me lo dijiste!
Richard.
Solo quería una despedida…
Duo.
Ahora entiendo tantos detalles… ¡No tenías derecho a ocultarlo! Ni un solo
segundo
Richard.
Lo sé, perdóname
Duo.
No sé qué pensar… me siento…
Alejándose
del abogado Duo respira dificultosamente un par de veces, Richard intenta
acercarse a él y reconfortarlo, se había puesto completamente pálido
Richard.
Duo…
Al
estar junto a él, Richard intenta tomarlo del brazo pero Duo se aleja
desdeñosamente, estaba aturdido y aún temblaba, agacha la mirada y se aleja
más, hacia la puerta
Duo.
Necesito aire
Richard.
Abro la ventana
Duo.
No… yo… necesito salir… necesito no verte… pensar…
El
trenzado no duda en salirse del departamento, cerrando la puerta de forma suave
y se retira con pasos sutiles y lentos. Richard ve la puerta cerrarse y se
aleja hacia la ventana, la abre, sale al balcón y apoyándose en éste comienza a
llorar.
Duo
camina por algunas cuadras completamente en shock, aún no salía del asombro por
aquella noticia, Hero estaba vivo ¡Vivo! Como si se tratara de un filme de
ciencia ficción, o quizás de terror, Heero volvía de la fría tumba donde el
trenzado creyó enterrarlo y ahora le atormentaba, no podía ni siquiera acomodar
sus pensamientos, aún menos los sentimientos. Procesar y superar la muerte de
su más grande amor fue lento y doloroso, tanto que se propuso ser feliz, y en
su confort se encontró con Richard, a quien quería demasiado, pero entonces
¿Dónde quedaba Heero? Porque ya no era un fantasma el cual anhelaba seguir siendo
parte de sus recuerdos, ahora Heero era de carne y hueso, estaba vivo y
seguramente lo buscaría, pero él ni siquiera sabía si quería verlo
Duo.
Superar tu muerte fue lo más terrible que pude soportar, pero estás vivo Heero
¿Por qué no puedo sentirme jubiloso? Estás con vida y Richard me ha dejado el
camino libre para encontrarte ¿Por qué no me siento feliz?
Angustiado
se detiene abruptamente al estar caminando, mira hacia arriba y el cielo
comenzaba a nublarse, era de mañana y resultaba extraño ver el clima así, pero
pareciera que éste quería mostrar a través de su imagen cómo se sentía él, su
corazón se sentía nublado también. El trenzado camina hacia un callejón y se
pierde de entre las chicas que lo seguían tratando de disimular, las pierde se
vista y se tira al suelo en el callejón, con las piernas dobladas y las manos
sujetándolas, observaba hacia abajo y oculta la cabeza entre las manos,
apoyándola en sus rodillas, entonces comienza a llorar, confundido y
desesperado, poco a poco las gotas de lluvia empiezan a tapizar el suelo del
callejón pero Duo no prestaba atención, ni siquiera cuando la lluvia comenzó a
mojarlo todo, incluyéndolo a él, una figura lúgubre en el suelo de un callejón,
llorando sin saber cómo actuar o qué sentir
Cuando
Heero recibe la llamada del Psiquiátrico en Canadá para avisarle que enviarían
a Traize ese mismo día enseguida prepara su traslado, hablando por teléfono,
cuando llegara el avión iría al Psiquiátrico. El ex vocalista estaba en la sala
junto a sus ex compañeros en el momento que sonó el teléfono, por lo que se
habían dado cuenta de que trataba aquella llamada
Wufei.
Quiere decir que… Traize
Heero.
Sí, llega hoy ¿quieres acompañarme?
Wufei.
No creo…
Cabizbajo
el chino baja la mirada
Wufei.
La niña
Quatre.
Yo la cuido
Adelantándose
a que su amigo dijera un pretexto poco creíble, el rubio se ofrece a cuidar a
la pequeña del ex guitarrista, estaba seguro que para Wufei era bueno ver a
Traize de nuevo, a pesar de su condición
Heero.
Vamos
Wufei.
Heero…
Volviendo
a levantar la mirada el chino observa a Heero, éste le miraba fijamente pero
aunque parecía serio, en sus ojos podía ver algo de compasión, entonces se
decide a acompañarlo
Wufei.
Está bien
Sin
tener más opción el pelinegro acepta la invitación de Heero, Trowa que también
estaba ahí estira su mano y la coloca sobre el hombro de su ex compañero en
señal de apoyo. Wufei sonríe ligeramente mientras se prepara mentalmente para
ver de nuevo a Traize
La
lluvia que había azotado algunas zonas de New York aquella mañana cesa tan
pronto como llegó, el cielo continuaba nublado pero ya no caía agua. Duo había
tenido mucho tiempo para pensar sobre lo que estaba sucediendo, el hecho que
Heero estuviera vivo cambiaba todo, su vida como la había aceptado hasta ese
momento era casi una farsa. El trenzado mira sus muñecas y observa las
cicatrices de su intento de suicidio mientras recuerda todos los momentos
dolorosos dentro de la cárcel, todo aquello lo había vivido debido al
sufrimiento que representó para él la muerte de Heero, ahora que lo sabía vivo
todo ese dolor parecía tan insignificante, sin valor. Así se sintió en esos
momentos.
Duo
se levanta del suelo, con la ropa mojada y camina de regreso al departamento de
Richard, al lugar donde vivía junto a él, donde había vivido a su lado grandes
momentos, donde se sintió a salvo de todo peligro, de todo dolor, ese lugar le
gustaba aunque no amara a Richard, la relación que tenía con él iba más allá
del cariño o el agradecimiento. Al entrar al departamento mira a Richard sentado
en uno de los sillones, cerca de la puerta estaban dos maletas, suyas de hecho,
Duo estaba sorprendido pero no enojado, sabía lo que significaba, Richard lo
estaba echando de su casa
Duo.
¿Y eso?
Richard.
Quise ahorrarte tiempo
Duo.
¿Quién te lo pidió? Dime
Sin
entender aquella pregunta el abogado voltea hacia el trenzado, entonces se da
cuenta que está mojado y se pone de pie, dirigiéndose hacia él
Richard.
Estás empapado
Duo.
Te hice una pregunta
Richard.
Solo quise ayudar
Duo.
Yo no te lo pedí… Y no dejaré que termines conmigo
Richard.
¿Qué dices?
Duo.
¿No lo sabes? Te estoy eligiendo a ti
Sorprendido
por semejante confesión, el abogado siente que las rodillas le tiemblan ¿había
escuchado bien? ¿Duo lo estaba eligiendo a él y no a Heero? ¿O tal vez estaba
soñando?
Richard.
No entiendo
Duo.
Heero está muerto desde hace varios meses, no quiero desenterrarlo, no
soportaría volver a perderlo… no quiero
Aquellas
palabras desconciertan a Richard, Duo lo estaba eligiendo por las razones
equivocadas, probablemente estaba confundido, no estaba pensando adecuadamente
Richard.
No estás tomando una buena decisión
Duo.
Te quiero y deseo estar contigo, es mi decisión
Richard.
Creo que te equivocas
Duo.
¡Eso lo decido yo!
Enojado
el trenzado se acerca a la cava del abogado y saca una botella de Whisky, se
sirve en un vaso y bebe un trago largo, Richard lo mira con sorpresa, Duo
parecía muy decidido, jamás lo vio con aquel semblante de determinación
Richard.
Te amo Duo, pero no puedo aprovecharme de tus dudas
Duo.
No dudo, estoy seguro
Richard.
Piénsalo mejor
Duo.
Lo he pensado bastante, no quiero volver a pasar por esto
Mirándolo
con rabia Duo levanta su brazo derecho y muestra su cicatriz en la muñeca,
Richard aparta la mirada, no soportaba ver esas cicatrices
Duo.
¡Mírala! Esto es lo que el amor de Heero trajo a mi vida… ya no quiero eso
Richard.
Duo…
Dejando
la copa sobre el mueble del mini bar el trenzado se acerca a Richard, estando
frente a frente levanta los brazos y rodea su cuello, luego se funden en un
tierno y profundo beso, al separarse Duo abre sus ojos y se topa con la mirada
de Richard, en ella había tantas dudas como en su propia cabeza, pero había
tomado una decisión y no la cambiaría
Richard.
Aunque me hayas elegido, él merece verte, no le niegues ese derecho
Duo.
No sé si podré
Richard.
Incluso si es una sola vez, hazlo
El
trenzado afirma y luego agacha la cabeza, Richard le sujeta el mentón con una
mano y lo hace mirarle
Richard.
Te amo
Agachándose
ligeramente se acerca de nuevo a él y otra vez se besan, al terminar se abrazan
con fuerza, Duo mira hacia el vacío, volver a ver a Heero ya le estaba
atormentando y aún ni siquiera lo tenía enfrente
Luego
de un par de horas Traize por fin llega al Hospital donde lo internarían, el
avión privado aterriza en la cima del edificio mientras Heero y Wufei esperan
en la misma salita donde antes el ojiverde y el ojiazul estuvieron. Heero pudo
notar el nerviosismo en su amigo, se tocaba las manos mientras temblaba
ligeramente, se distraía mirando la pared, el suelo y otros lugares sin
prestarles mayor atención. Cuando Heero intenta decirle alguna palabra de
confort una enfermera se dirige hacia él
Enfermera.
El señor Traize Kushrenada ha llegado, lo están bajando, duerme
Heero.
Gracias
El
ex vocalista y el ex guitarrista comparten una mirada, Heero asiente
ligeramente para darle a entender que se dirigieran a donde les indicaba la
enfermera, ambos se ponen de pie y la siguen
Wufei.
Creo que mejor me voy
Heero.
No, sé fuerte
Resignándose
a que su destino es verlo, Wufei suspira profundamente, continuaba caminando,
entonces a lo lejos, al fondo del pasillo ve a dos enfermeros acercarse, traían
en camilla a alguien dormido, pronto el chino se da cuenta que es Traize y
siente que un cúmulo de emociones se arremolina en su vientre, entonces se
detiene en seco, Heero y la enfermera continúan caminando hasta detenerse en
una de las habitaciones, la mujer abre la puerta y los enfermeros aceleran el
paso hasta ese cuarto y entran, Heero se da cuenta que Wufei se había quedado
rezagado y voltea, observando cómo estaba completamente en shock, entonces se
acerca a él y lo agarra del brazo, intentando jalarlo pero Wufei se resiste,
entonces Heero lo intenta de nuevo, con más fuerza y logra moverlo, haciéndolo
caminar hasta la habitación, los enfermeros ya lo habían dejado sobre la
camilla, dormía plácidamente
Wufei.
Traize…
Como
si le costara trabajo creerlo se acerca a él, lentamente, al llegar a la cama
se tira de rodillas a su lado, estira su temblorosa mano y le roza los dedos de
la mano derecha, caía ligeramente por el borde de la cama, luego mueve esa
misma temblorosa mano y le acaricia el rostro, luego el cabello, entonces
Traize comienza a moverse un poco. Como si estuviera asustado Wufei se va hacia
atrás y se sienta en el suelo, mirando casi con horror aquel cuerpo, Heero se
apresura a acercarse al ex guitarrista y le coloca ambas manos sobre los
hombros, intentando reconfortarlo
Enfermera.
Está por despertar, es mejor si salen, ver a tantas aquí puede alterarlo, sobre
todo usted
La
mujer señala a Heero y el asiente
Heero.
Vámonos
Wufei.
No… necesito ver sus ojos abiertos, mirarlo
Heero.
No es bueno para él, veamos desde la ventanilla de la puerta
Usando
más fuerza logra ayudarlo a ponerse de pie y lo arrastra hacia fuera de la
habitación, cerrando después la puerta, en el cuarto se quedan la enfermera,
Traize y uno de los enfermeros, tan lejos de la cama como puede, solo estaba de
apoyo. Al cabo de unos minutos Traize comienza a abrir los ojos, tarda en recuperar
al 100 la consciencia, pero cuando lo hace se altera, sentándose abruptamente
sobre la cama, miraba a la enfermera
Traize.
¡No!
Asustado
se levanta de la cama y se aleja de ella, sin reparar en el enfermero, solo
veía a la mujer. Del otro lado Wufei mira la escena y se asusta, nunca había
visto a Traize actuar de aquella forma, Heero lo mira de reojo sin decir algo
Traize.
¿Dónde está?
Enfermera.
¿Quién?
Traize.
El muerto… ¡el muerto!
Enfermera.
¿Cuál muerto?
Traize.
¡Yo lo enterré! Él me trajo al infierno…
Sin
responder a aquellas palabras la enfermera lo mira fijamente, tratando de ser
amable
Enfermera.
Estás en un Hospital, a salvo
Como
si no entendiera las palabras Traize inclina la cabeza, mirando atento a la
mujer, luego se cubre la cabeza con ambas manos y se agacha
Psiquiatra.
Deberías entrar
La
voz del doctor atrás de los chicos de The Wings se escucha tan tranquila que no
los sobresalta, Heero sabía que se refería a él y asiente
Heero.
¿Puede él pasar?
Psiquiatra.
Ver gente que no conoce puede alterarlo
Wufei.
Es mi pareja, me conoce
Sorprendido
de la confesión el doctor mira fijo a Wufei unos momentos, luego mira a Traize
a través del cristal de la ventanita y asiente
Psiquiatra.
Es mejor si entra él primero, ya que fue él con quien convivió después, estando
en esa condición
Wufei.
Entiendo
Sin
ahondar en el tema Heero abre despacio la puerta, la enfermera se gira
rápidamente hacia él pretendiendo reprocharle, pero el Doctor entra tras él. Al
verlo Traize sonríe ampliamente, como un niño al ver un caramelo
Traize.
¡Muerto! eres tú
Heero.
Mi nombre es Heero ¿no me recuerdas?
Traize
niega rápidamente con la cabeza
Traize.
Eres el muerto
Heero.
No, soy Heero, Heero Yuy
Confundido
Traize vuelve a llevarse ambas manos a la cabeza y se aleja hasta uno de los
rincones, el doctor lo mira fijamente, pero ni él ni la enfermera se acercan
Psiquiatra.
Traize ¿sabes dónde estás?
El
aludido niega enseguida, ocultando su cabeza entre las rodillas
Psiquiatra.
Esto es un Hospital, en New York ¿entiendes lo que te digo?
Nuevamente
niega, ésta vez moviendo la cabeza más enérgicamente
Psiquiatra.
Trataremos de ayudarte ¿puedes confiar en mí?
Ésta
vez Traize levanta la cabeza y lo mira a los ojos, vuelve a inclinar la cabeza
como si pensara en una respuesta, después mira a Heero y se asusta, volviéndola
a ocultar
Traize.
Estoy en el infierno, usted es el diablo y el muerto es su amigo ¡No confío en
usted, váyase! Déjeme tranquilo
Acobardado
hunde más la cabeza entre las rodillas y éstas las sujeta con sus brazos,
comenzando a sollozar
Psiquiatra.
Está bien, nos iremos pero quiero que veas a alguien
Traize.
¡No quiero!
Psiquiatra.
No te preocupes, no te hará daño
El
doctor mira hacia la enfermera y le hace una seña de que salga con él, lo mismo
con Heero, dejando adentro solo al enfermero, estaba tan inmóvil que pasaba
demasiado desapercibido, Traize aún no reparaba en su presencia. El de cabello
avellana mira la puerta cerrarse tras salir el doctor, la enfermera y Heero,
suspira tranquilamente y se quita de esa posición, sentándose con las piernas
estiradas hacia la cama, la espalda recta sobre la pared, mirando al vacío
Psiquiatra.
Ya puedes entrar
Wufei.
No sé, ahora no sé…
Psiquiatra.
Necesitamos que recupere sus recuerdos, que sepa la realidad que está viviendo,
no podemos continuar alimentando sus delirios, no dejes que te transporte a su
mundo, así como lo contradecimos en que Heero es un muerto y hemos permanecido
firmes en su identidad ¿entiendes?
Wufei.
Sí
Psiquiatra.
Creo que estará bien, podemos ayudarlo pero necesitamos colaboración, si
reacciona bien al verte podemos usarte como herramienta ¿estás de acuerdo?
Wufei.
Sí
Psiquiatra.
Entonces entra
Armándose
de valor y gracias a la mirada reconfortante de Heero, Wufei decide entrar por
fin a la habitación, cerrando la puerta apenas entra, pero Traize no voltea a
verlo, permanecía mirando hacia el vacío. Wufei siente que el corazón se le
hace más pequeño y contiene un gemido de dolor al verlo así. Saberlo muerto fue
muy doloroso, pero verlo así resultaba aún más desalentador, era como si
estuviera y a la vez no
Wufei.
Hola
Hablando
sutilmente el chino se acerca un poco, pero enseguida escucha un sonido
proveniente del enfermero, Wufei gira su cabeza hacia él y entiende lo que
trata de decirle así que no se acerca más
Wufei.
Traize, soy yo
El
aludido continuaba sin voltear, miraba solo hacia el frente, con su mirada
vacía
Wufei.
Soy yo, Wufei…
Al
decir su nombre la voz se le quiebra, entonces Traize levanta lentamente su
cabeza, observándolo, impávido, tranquilo, su mirada era casi gélida y a Wufei
se le hace hielo el corazón, se miran a los ojos, de pronto la mirada azul
penetra en la negra vorazmente, miles de imágenes borrosas y sin sentido se
acumulan en su memoria, las lágrimas pronto se le comienzan a resbalar hasta
llenarle el rostro, entonces se cubre la cabeza con ambas manos, cierra los
ojos y comienza a gritar, alterándose como nunca lo había hecho desde la muerte
de Zechs, estaba teniendo una crisis, Wufei se asusta al verlo, ahogando un
gemido de desesperación, pronto el enfermero se acerca a él, saca de su bata
una jeringa ya lista con el tranquilizante y con un poco de esfuerzo logra
administrar la dosis, Wufei se tapa la boca con ambas manos y da dos pasos
hacia atrás, entonces la puerta se abre y entra el otro enfermero, la
enfermera, el doctor y Heero por último, el ojiazul se acerca a su amigo y le
coloca ambas manos sobre los hombros
Heero.
Estará bien
Sin
poder responder Wufei observa la escena, Traize estaba tranquilizándose, como
entrando en un estado de sopor. Los enfermeros lo ayudan a acostarse, la mirada
azul miraba hacia Wufei, como en un extraño ensueño lo observa fijamente,
comenzando a dormirse poco a poco, las lágrimas le adornaban el rostro y pronto
las de Wufei caen sobre su cara, hacía tanto que no lloraba que se sentía
extraño, pero ver a Traize en ese estado lo había afectado demasiado.
Luego
que la pequeña Nataku se quedara dormida, Quatre sale sigilosamente de la
habitación y le pide a su hermana Irea que esté pendiente de ella, Irea amaba a
los niños y no le cuesta trabajo aceptar, mientras que Catherine se encontraba
ocupada en otros asuntos. El rubio se reúne con Trowa en la habitación que
ambos compartían, Trowa revisaba un par de revistas, entonces el ex bajista se
acerca hasta él y le rodea la cintura con ambas manos, Trowa sonríe ligeramente
y con una de sus manos le agarra uno de los brazos que le tomaban por la
cintura, se gira ligeramente hacia atrás y se besan, luego Trowa vuelve la vista
al frente en las revistas
Trowa.
¿Ya se durmió?
Quatre.
Así es, ahora es el tiempo de los adultos
Sin
esperar un momento más Quatre comienza a bajar sus manos hasta la pretina del
pantalón de Trowa y lo desabrocha, el ojiverde continuaba mirando las revistas,
en algunas hablaban de ellos y las situaciones que habían estado sucediendo a
su alrededor, pero Quatre poco presta atención de ello, continuando con sus
traviesas manos
Quatre.
Te deseo…
Sonriendo
maliciosamente el rubio comienza acariciándolo, Trowa jadea sutilmente aunque
parecía no estar en el mismo tono que Quatre, pero al rubio no le importa, baja
los pantalones de Trowa hasta el suelo y le suelta, colocándose al frente de
él, no duda en hincarse mientras mira hacia arriba, observando la portada de la
revista que su novio traía en esos momentos, sonríe nuevamente y luego le baja
la ropa interior, el miembro de Trowa seguía dormido y eso le agrada al rubio,
amaba despertarlo, hacerlo sentir. Sin hacerlo esperar Quatre comienza,
acariciándole sutilmente de principio a fin con sus labios, apenas rosándolo,
causándole cosquillas, mientras sus manos le acarician los testículos, Trowa
intenta resistirse, amaba ese juego, así que pretende ignorarlo, a pesar de la
lengua del rubio que pronto comienza a jugar en su glande, rodeándole,
hundiendo la punta de su lengua en el extremo, dejando un poco de saliva que
pronto le escurre por el tronco
Quatre.
Siempre eres tan delicioso
Tratando
de comportarse sensualmente Quatre miraba de forma lasciva a su novio, Trowa
intenta continuar ignorándole pero le costaba mucho trabajo, se mordía el labio
inferior con fuerza. Cuando el rubio comienza a meterse el miembro de su novio
a la boca lo termina de despertar, Trowa no se resiste más y avienta la
revista, mirando hacia abajo, Quatre se veía inmensamente sexy cuando se
hincaba frente a él y le practicaba sexo oral, eso siempre terminaba
volviéndolo loco
Trowa.
Quatre… mmnhh… sí
Mientras
el rubio succionaba su miembro con ímpetu le acariciaba los testículos con su mano
izquierda mientras que la derecha, apoyada en su cadera, lo balanceaba de atrás
hacia adelante, haciendo las estocadas en su boca cada vez más profundas, pero
antes de dejarlo terminar se detiene, el ojiverde lo mira con éxtasis y sonríe
Trowa.
Malvado
Completamente
excitado Trowa agarra a Quatre de los hombros y lo ayuda a levantarse, no
tardan ni un segundo y se devoran a besos, calientes y húmedos, apasionados.
Trowa lleva a Quatre hasta la cómoda y sin pensarlo dos veces tira todo lo que
había en ella, el rubio observa y sonríe emocionado, aquello había sido muy
salvaje
Quatre.
Castígame entonces…
Respirando
rápidamente, completamente excitado, Quatre observa como Trowa se acerca a él,
lo sujeta de las caderas y le da un pequeño empujón hacia delante, intenta
besarlo pero solo quería provocarlo, Quatre intenta morderlo pero Trowa lo
aleja con sutileza, no permitiendo que tocara sus labios. Sin miramientos se
deshace de la ropa de su novio y él se quita por completo los pantalones y el
bóxer, alejándolos de ambos, luego se acercan para besarse apasionadamente, se
miran a los ojos y se sonríen
Trowa.
Te castigaré…
Sonriendo
con malicia el ojiverde se despoja de su camisa, ahora los dos estaban
desnudos, con los miembros punzantes, deseosos de acercarse uno al otro. Trowa
se acerca decididamente a Quatre y lo sujeta sutilmente de los cabellos,
robándole un beso tan profundo como húmedo, al separarse los une un pequeño
hilo de saliva, pronto las manos del ojiverde recorren el cuerpo del rubio,
sujetándole con delicadeza los pezones, estimulándolos suavemente, Quatre jadea
sutilmente y entonces Trowa se agacha un poco lamiéndole el pecho, dejando
marcas de besos mientras sus manos exploran al rubio. Quatre gime al sentirse
completamente excitado, Trowa baja de nuevo con besos hasta quedar ahora él
hincado frente al rubio, lamiéndole enseguida el miembro mientras lo masturba,
jugando la lengua sobre su glande, dejando rastros de humedad por todas partes,
pero no lo hace terminar, él también estaba siendo malo, el rubio se muerde los
labios al sentir que Trowa se aleja de esa zona, pero a cambio de ello comienza
por acariciarle los glúteos, besándole la cadera después
Trowa.
Voltéate…
Ni
tardo ni perezoso Quatre obedece, agarrándose de los bordes de la cómoda, Trowa
sonríe y le sujeta las piernas, moviéndolas hacia los lados, el rubio entiende
y las separa, quedando expuesto ante él, Trowa lo mira fijamente y no tarda en
comenzarle a besar los glúteos, sujetándolos por las orillas, haciendo
movimientos circulares, Quatre sonríe, aquello siempre lo hacía delirar, sabía
lo que venía. Los labios de Trowa recorren todas las partes de sus glúteos y
luego deja de acariciarlos para sujetarlos, hundiendo sus dedos medio y anular
en la carne, luego los separa delicadamente, apreciando mejor la entrada del
chico, no duda en usar sus dedos índices para acariciarle el ano, haciéndolo
estremecer, no lo duda y mete ligeramente la punta de uno, lo retira y vuelve a
separar para permitirse jugar con su lengua.
Al
sentir el primer lengüetazo Quatre tiembla, amaba cuando Trowa se encargaba de
sus zonas más íntimas, sin miedo a nada, incluso introduce ligeramente su
lengua antes de moverla en círculos por la superficie, haciéndolo estremecer.
Trowa continúa con su tarea de prepararlo, encargándose de dejarle mucha
saliva, luego deja de separarle los glúteos y con su mano derecha lo penetra
con un dedo, moviéndolo de afuera hacia adentro, luego otro dedo, Quatre se
retuerce, sintiéndose más excitado que nunca, pero cuando Trowa mete un tercer
dedo cierra los ojos con éxtasis, luego no fueron solo tres dedos, sino la
lengua de Trowa ayudándoles, torturándolo sin duda, pero de una manera
positiva, Quatre gemía y no podía parar, no hasta que el mismo Trowa se detiene
Quatre.
Hazme tuyo, hazlo ya, pronto…
Completamente
excitado Quatre se agarra con fuerza de los bordes de la cómoda, pero Trowa al
levantarse no lo penetra, sino que lo agarra de los hombros y lo obliga a
voltearse, ambos se miran a los ojos con deseo, Trowa se agacha ligeramente y
lo agarra de las piernas, lo levanta y con fuerza lo deja caer sentado sobre la
cómoda, el rubio sonríe lascivamente y enreda las manos en el cuello de Trowa,
ambos se funden en un profundo y apasionado beso hasta que el ojiverde se detiene,
mira hacia abajo y sonríe, el miembro de Quatre ya escurría algunas gotas de
semen, Trowa aprovecha y cierra su mano entorno a él, estando así de sensible
hace que Quatre emita un jadeo con fuerza, pero Trowa no lo masturba, lo suelta
y le agarra las piernas con ambas manos, separándolas, le suelta una y se
agarra el miembro, dirigiéndolo a la entrada de Quatre, el rubio fija su mirada
hacia abajo, deseaba ver a su novio introduciéndose en él, mordiéndose el labio
al verlo entrar lentamente, cuando está dentro por completo Trowa se suelta el
miembro y agarra de nuevo ambas piernas de Quatre, comenzando a balancearse de
atrás hacia delante, lentamente, con ritmo, Quatre aprieta con más fuerza las
manos en el cuello de Trowa y mueve su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y
relamiéndose los labios, gimiendo sin decoro
Trowa.
Te gusta ¿eh?
Sin
poderse contener Quatre gime más fuerte y afirma con la cabeza, abre los ojos y
se topa con la mirada cálida de su novio, el ojiverde no había disminuido el
ritmo, sin embargo le suelta la pierna izquierda pero Quatre la mantiene
ampliamente abierta, mientras Trowa dirige aquella mano desocupada hacia la
entrepierna del rubio y comienza a masturbarlo, sacándole otro gemido de
éxtasis, se miran a los ojos y se sonríen, al cabo de unos segundos Trowa se
agacha y comienza a lamerle uno de sus pezones, haciéndolo sentirse en el
paraíso, la penetración del miembro duro de Trowa, su mano diestra
masturbándolo y la lengua insaciable devorándole era la gloria misma
Quatre.
¡Aahh! Voy a… voy a…
No
podía aguantar un segundo más, así que el rubio se corre en la mano de Trowa,
gimiendo tanto como puede, sintiéndose liberado, mientras su entrada aprisiona
con fuera a Trowa al sentirse liberado. Todo el cuerpo de Quatre se estremece,
Trowa se levanta y aprovecha para atraparle la boca, se besan a pesar de los
jadeos del rubio, el ojiverde continuaba moviéndose, no había perdido el ritmo
a pesar de haber hecho terminar a su novio en su mano, Trowa era un experto en
el sexo. Continúan besándose hasta que Trowa se aparta con brusquedad, él
también se corre, aunque él dentro de Quatre, llenándolo con su esencia por
dentro, Quatre observa los gestos de Trowa al tener su orgasmo y comienza a
regalarle besos por todo el rostro, acariciándole el cabello después, luego se
miran a los ojos y vuelven a besarse, el rubio cierra ambas piernas en la
espalda de Trowa, no permitiendo que se saliera, Trowa cierra a su vez los
brazos en la cadera de Quatre y lo levanta de la cómoda, sujetándolo de los glúteos,
seguían estando unidos.
Trowa
lleva a Quatre hasta la cama y se sube, acostándolo a él, por consiguiente se
encima en el rubio, continuaban besándose, al separar sus labios se sonríen y
poco a poco Trowa se sale de él después que el rubio ya no cerrara las piernas
en su espalda
Quatre.
Eso fue increíble, hace mucho que no lo hacíamos así
Trowa.
Lo sé…
Posicionándose
al lado del rubio, Trowa se acuesta y su novio no tarda en acurrucarse en sus
brazos. Sus cuerpos seguían calientes y húmedos sobre las sábanas de la cama
sin acomodar, el ojiverde le besa sobre los cabellos
Trowa.
No dejaré que nuestra relación se enfríe, lo prometo
Quatre.
Lo sé mi amor, yo tampoco
Feliz
de que ambos pensaran igual, Quatre sonríe y se abraza con mayor fuerza al cuerpo
de su novio, quedándose dormido instantes después. Trowa lo suelta
delicadamente cuando siente que se ha dormido, descoloca las sábanas con
cuidado de su lado y envuelve a Quatre, le besa la mejilla y se dirige hacia la
cómoda, levantaría todas las cosas que tiró al suelo, al terminar entra al baño
para tomar una ducha, a diferencia del rubio él no se había cansado… la puerta
de la habitación se abre y por ella entra Catherine, al ver la ropa tirada en
el suelo y a Quatre durmiendo no hacía falta saber lo que había sucedido, ya no
le sorprendía nada, su hermano y el ex bajista podían hacer el amor a cualquier
parte del día y no les importaba si había personas en la casa o no, pero al
menos siempre lo hacían dentro de la habitación, aún no eran tan descarados
como para usar habitaciones del uso común de todos, eso era un alivio
Catherine.
¿Dónde estará mi hermano?
Trowa
aún no abría las llaves del agua por lo que la chica no sabe que se encuentra
adentro del baño, así que se acerca a Quatre y lo mueve del hombre,
enérgicamente
Catherine.
¡Hey tú! Despierta
Imprimiendo
más fuerza a sus movimientos, la chica logra despertar al rubio, éste la mira
desconcertado, no sabía que pasaba
Quatre.
¿Qué sucede?
Catherine.
Hay alguien abajo que busca a mi hermano ¿dónde está?
Al
oír aquello el rubio reacciona y mira a su lado, Trowa ya no yacía con él,
entonces se sienta y se talla los ojos, no había dormido mucho, se sentía
confundido
Quatre.
No sé
Al
responder las llaves del agua se abren y ambos logran escuchar el agua correr
Quatre.
¿Quién es esa persona? Tendrá que esperar
Catherine.
Una mujer, pero no viene sola
Quatre.
¿Cómo?
Catherine.
Viene acompañada… de un bebé
Como
si aquello le doliera decirlo, la pelirroja hace una pequeña pausa, mirando
fijamente al rubio a los ojos, éste inclina ligeramente la cabeza a un lado,
observando a su cuñada como si estuviera esperando algo
Catherine.
Dice que es una amiga, pero no sé qué pensar
Quatre.
¿Por qué?
Catherine.
El bebé tiene el cabello castaño… y tiene ojos verdes
Al
oír esa descripción Quatre abre más amplio los ojos, luego por instinto mira
hacia la puerta del baño, después mira otra vez a Catherine, la chica se encoje
de hombros
Catherine.
No sé qué decirte
Quatre.
¿Qué estás imaginándote?
Catherine.
Ya sabes… puede ser…
Quatre.
¿Es bebé o niño?
Catherine.
Bebé, tiene como un año y medio
Quatre.
Año y medio…
El
ex bajista se detiene a pensar detenidamente, hace cuentas y abre más
ampliamente los ojos, en aquel momento ellos aún no se reconciliaban, por lo
que las sospechas de Catherine podían ser ciertas, pero ¿Quién sería la chica
que había ido? Tal vez alguna de las prostitutas que el ojiverde solía llevar a
casa, no estaba seguro, lo único que sabía es que un agudo dolor comenzaba a
formarse en la boca de su estómago
Catherine.
¿Estás bien?
Quatre.
No… me estoy sintiendo mal
Llevándose
una mano a la boca el rubio contiene una arcada, no sabía porque se estaba
sintiendo tan mal, pero un mareo le ataca y cierra los ojos, agarrándose la
frente. Instantes después sale Trowa del baño, desnudo, con solo una toalla
cubriéndole la cintura, al ver la escena se preocupa
Trowa.
¿Qué sucede?
Catherine.
Hermano…
Trowa.
¿Qué pasa?
Ninguno
de los dos le respondía al ex baterista, entonces Trowa se acerca a ellos y se
sienta en la cama junto a Quatre
Trowa.
¿Qué tienes?
Quatre.
¡No me toques!
Reaccionando
de forma violenta el rubio se levanta de la cama sin importarle que no trae
ninguna ropa encima y se encierra en el baño, Trowa mira con desconcierto a su
hermana
Catherine.
Ay Trowa, otra vez se la hiciste
Trowa.
¿Hacerle qué?
Catherine.
Hacerlo sufrir ¿Qué más?
Trowa.
¿Por qué?
Catherine.
Abajo está una mujer, dice que es amiga tuya y trae un bebé
Trowa.
¿Y eso qué?
Catherine.
Ese bebé se parece a ti, demasiado
Trowa.
¡¿Qué?!
Incrédulo
y aturdido Trowa mira fijamente a su hermana, ésta asiente y también lo mira
Catherine.
Iré abajo, vístete y ven
Trowa.
Sí…
Aún
confundido Trowa se queda ensimismado, sin darse cuenta cuando su hermana sale
de la habitación y cierra la puerta, cuando reacciona se acerca a su clóset y
saca ropa, rápido se viste y se pone zapatos, luego mira hacia la puerta, tras
pensarlo unos momentos se acerca, toca ligeramente y espera respuesta
Trowa.
Tenemos que hablar, esto no tiene nada que ver contigo, además no es seguro que
sea mi hijo, no hagamos conjeturas
De
nuevo no hay respuesta
Trowa.
Bajaré a verla, por favor, necesitamos hablar. Ahora vuelvo
Sin
esperar respuesta del rubio, Trowa sale por fin de la habitación rumbo a la
parte de abajo, instantes después sale Quatre del baño, tenía los ojos rojos y
parecía muy abatido… el ojiverde llega a la parte de abajo de la casa,
Catherine estaba de frente a las escaleras y la mujer le daba la espalda, lo
primero que el ex baterista ve es al bebé que asomaba su cabeza por el hombro
de la mujer, efectivamente se parecían mucho, sobre todo los ojos, la mirada
fría, a pesar de ser un bebé, resultaba bastante encantadora, al verlo Trowa se
estremece, su hermana había tenido razón en sospechar. El chico se acerca a
paso lento, Catherine lo señala en indicación para la mujer y ésta se gira
hacia Trowa, sonriéndole, él se impresiona al verle el rostro, no había duda,
aquella mujer era Middie, la enfermera de la clínica de rehabilitación donde
vivió durante tres meses, la probabilidad que ese pequeño fuera su hijo
resultaba alta, ya que se habían acostado y no usaron condón
Trowa.
Middie…
Middie.
Hola Trowa
Ambos
se miran fijamente a los ojos, Catherine saca sus conjeturas, su hermano estaba
casi paralizado, sabía que eso era una señal, Trowa estaba reconociendo la
situación
Middie.
Perdón por venir así, tan de repente
Trowa.
¿Es mi hijo?
Sin
preguntar si quiera como se encontraba, Trowa va directo al grano, necesitaba
saber lo que estaba sucediendo. Middie sonríe y asiente
Middie.
Es niña, tiene un semblante un poco rudo ¿verdad? Creo que lo sacó de ti
La
enfermera parecía muy contenta, hablándole, pero él seguía en shock, muy serio,
luego posa la mirada sobre la bebé, Middie le daba palmaditas en la espalda y
tras ella Catherine le hacía gestos, pero no oía risa alguna
Trowa.
¿Por qué no me lo dijiste cuando te enteraste que estabas embarazada?
Middie.
Porque no pensaba decirte que serías papá, iba a criarla sola
Trowa.
Estás hablando en tiempo pasado
La
chica agacha la mirada y sonríe amargamente, guardando silencio. En esos
momentos escuchan unos pasos y ambos miran hacia las escaleras, estaba Quatre
al final de éstas, observándolos, parecía con la mirada perdida, pero miraba a
la mujer con la niña en brazos
Quatre.
¿Eres el padre?
Sin
decir palabra Trowa asiente, mirándolo fijamente a los ojos, haciéndolo
estremecer, Quatre sonríe nervioso y se acerca a donde están, Middie y él
cruzan miradas, el rubio no tenía idea de quien era esa mujer, pero ella si lo
conocía a él, Trowa siempre le hablaba del hombre que amaba, el hombre que
siempre estaba en sus pensamientos. El rubio ya no dice nada más, mira la
escena como ajeno a ella, Trowa vuelve su mirada a Middie y ella lo mira a su
vez a los ojos
Trowa.
Dime por qué hablas en tiempo pasado ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
Middie.
Voy a morir Trowa
Trowa.
¿Qué?
Tras
la confesión no solo Trowa se sorprende, sino también Catherine y Quatre, ambos
comparten una mirada, luego los tres miran atentos a Middie
Middie.
Cáncer de hígado, no sé cuánto más pueda vivir, me lo han detectado en etapa
terminal
Aguantándose
las ganas de llorar la chica vuelve a mecer a la niña y le da otras palmaditas
en la espalda, luego le besa en la cabeza, arriba de la oreja
Middie.
Tiene derecho a tener un padre y tú tienes derecho a tener una hija, pero si no
la aceptas tendré que dejarla en un orfanato
El
ojiverde sonríe ligeramente, como si pretendiera decirle la solución más cómoda
para él, pero antes de que articule palabra Quatre lo interrumpe, avanzando
hacia él
Quatre.
Ni se te ocurra, es tu hija
Trowa.
No siento ningún apego emocional hacia ella…
Aquellas
palabras el ex baterista las dice sinceramente, desde el fondo de su corazón,
el rubio no se resiste y se postra frente a él, dándole una fuerte bofetada,
Catherine se sorprende por aquella reacción al igual que Middie, en cambio
Trowa estaba conmocionado ¿Qué era todo eso? ¿Por qué aquella reacción de parte
del rubio?. El ojiverde voltea de nuevo hacia él, Quatre lo miraba con reproche
Trowa.
¿Por qué?
Quatre.
¡Eres un cobarde!
Completamente
decepcionado el rubio dirige una última mirada hacia Trowa, luego le da la
espalda y camina hacia las escaleras, en esos instantes la puerta se abre,
entrando por ella Heero y Wufei, el chico estaba abatido sin prestar atención
alrededor, pero Heero se da cuenta que algo no estaba bien, topa la mirada con
Quatre, éste lo mira con tristeza antes de continuar su camino, subiendo las
escaleras
Heero.
¿Qué pasa?
El
ex vocalista mira hacia la sala y observa la escena, fija su mirada en la mujer
con un bebé, él ni siquiera necesitaba ver el rostro de ese bebé para darse
cuenta lo que estaba pasando, Wufei repara en que algo no iba bien y presta
atención
Wufei.
¿Pasó algo malo?
Catherine.
Es mejor si los dejamos solos
Sonriendo
tímidamente la chica se aleja de su hermano y Middie, avanzando hacia los
recién llegados, Heero y Wufei comparten mirada y acto seguido los tres se
alejan, dejando solos a Trowa, Middie y la bebé
Middie.
Se nota que Quatre es buena persona, que suerte tienes de tenerle, pero es
mucho para ti, de eso me di cuenta también
El
ojiverde enmudece ante las palabras, quizás sí había sido lo que Quatre le
dijo, un cobarde, pero además un cínico y un canalla. Comenzó a sentir
remordimientos pero siguió callado, mirándola
Middie.
Fue un error haber venido
Trowa.
Espera…
Él
la detuvo cuando intentó marcharse, Middie lo miró de nuevo, esperando que
hablara
Trowa.
Me haré cargo de ella
Middie.
No te obligaré a nada, sino quieres prefiero dejarla donde recibirá amor
Trowa.
No te prometo nada, pero puedo intentarlo
Middie.
¿De verdad?
El
ojiverde asiente, estaba convencido de ello, además no quería perder a Quatre,
sabía que el rubio lo dejaría si terminaba comportándose como un cretino con su
propia hija
Trowa.
Pero con una condición
Middie.
¿Cuál?
Trowa.
Déjame ayudarte
Middie.
¿Ayudarme?
Trowa.
Pagaré los mejores doctores…
La
chica sonríe, luego niega con la cabeza
Middie.
Conozco a excelentes oncólogos, ninguno me dio esperanza, ya me resigné. Lo
primordial para mí es Emma
Trowa.
Emma…
Hasta
ese momento Trowa no había preguntado el nombre de la bebé, al pronunciarlo
siente una extraña cosquilla por la espalda pero se queda quieto, mirándolo
Middie.
¿Quieres?
Agarrando
a la niña por debajo de sus brazos la gira hacia Trowa, por segunda vez se
cruzan sus miradas, la niña estaba muy seria, resultaba muy tierna con aquella
expresión fría pero linda, el ojiverde retrocede por instinto un paso, había
abrazado numerosas veces a Nataku, había jugado con ella, pero se sentía
extraño mirando a su propia hija, sería incapaz de tocarla siquiera. Middie
sonríe
Middie.
Si vas a quedarte con ella tarde o temprano tendrás que abrazarla
Sonriendo
de nuevo la enfermera se acerca a Trowa, ésta vez él no retrocede, cuando ella
está lo suficientemente cerca de él alza a la niña en su dirección, dejándola
aún más cerca
Middie.
Mira Emma, es papá
La
niña continuaba mirando con extrañeza y frialdad a Trowa, no lo conocía, así
que cuando él la sujeta entre sus brazos comienza a llorar, estirando sus
brazos hacia su mamá
Middie.
No llores mi amor, es tu papá
Trowa
miraba atento a la niña, por instinto comienza a mecerse, eso hacía cuando
intentaba calmar a Nataku, pero con ella parecía no funcionar, entonces Middie
estira sus brazos y la agarra de nuevo, Trowa no dejaba de observar a la
pequeña ¿habría sentido su aura llena de dudas? ¿Habría sentido que no la
quería? Que la llegada a su vida le echaba a perder todos sus planes… quizás
Emma entendía todo eso al sentirse en brazos de él
Middie.
¿Puedo dejártela hoy?
Trowa.
¿Hoy ya? Necesito arreglar los papeles ¿ya la registraste?
Middie.
Sí, la registré como madre soltera, pero se puede cambiar
Trowa.
Déjamela otro día, te prometo que la cuidaré, pero hoy…
Middie.
Te la dejo y mañana vengo por ella ¿Qué te parece? Para que se vaya
acostumbrando a ti
Indeciso
el ojiverde se queda callado, mirándola, luego lo piensa de nuevo y asiente,
quizás no era mala idea
Middie.
Perfecto, éstas son algunas de sus cosas, traeré poco a poco las demás
Trowa.
Sí…
La
mujer sonríe ampliamente, emocionada, gira a la bebé de nuevo hacia ella y la
mira a los ojos, los propios se comienzan a llenar de lágrimas, luego los
cierra y de forma sutil le besa la frente, al abrirlos más lágrimas salen de
sus ojos, le da un beso en ambas mejillas y después la abraza con fuerza, Trowa
observa la escena sin apenas moverse. Middie retira a la bebé de sus brazos y
se la entrega a Trowa, la niña se gira hacia ella y estira de nuevo sus
bracitos, no quería estar con él
Middie.
Nos vemos luego mi amor, no llores
Sonriéndole
ampliamente vuelve a acercarse a ella y le besa otra vez la frente
Middie.
Te amo hermosa, sé buena con papá
Cuando
la mujer intenta dar un paso hacia atrás la niña la sujeta con fuerza de las
ropas, llorando más fuerte, pero Middie le agarra las manitas para que le
suelte y da un paso atrás, sin decir nada más da otros pasos hacia atrás, mira
hacia Trowa y sonríe
Middie.
Muchas gracias
Trowa.
Te espero mañana
Middie.
Sí
Volviendo
a llorar, Middie mira por última vez a su hija y da media vuelta, avanzando
hacia la puerta, cuando sale solo se escuchan los llantos de la bebé, Trowa
seguía incrédulo, de un momento a otro era papá, un cambio que jamás pensó
experimentar, al poco tiempo baja Catherine rápidamente, había oído la puerta
cerrarse, se sorprende al ver a su hermano con la niña en brazos, entonces se
acerca
Catherine.
¿Y su mamá?
Trowa.
Se fue, mañana viene por ella
Catherine.
¿Qué pasa nena? Ven con tu tía
La
pelirroja estira sus manos hacia la niña y ella enseguida quiere irse con ella,
llorando menos fuerte. El timbre de la casa vuelve a sonar, a Trowa le extraña
pero decide ir él mismo a abrir, camina hacia la reja después de atravesar el
jardín central pero no parecía haber nadie, se asoma y entonces ve con asombro
un par de maletas junto a una carriola para bebé, mira hacia ambos lados pero
no había nadie, así que mete las cosas y cierra la reja, entrando con las maletas
y la carriola a la casa, al cerrar la puerta Catherine observa lo que su
hermano ha llevado y se sorprende
Catherine.
¿Y eso?
Trowa.
No volverá ¿cierto?
Catherine.
Trowa…
Suspirando
profundamente se lleva ambas manos a la cintura para pensar ¿y ahora cómo haría
con los papeles? Seguro podía contratar a Richard para eso, pero estaba
anonadado, había creído en las palabras de Middie aunque ella desde un inicio
no pensaba volver, por eso lloraba como lo hizo, era la despedida final de ella
y Emma
Catherine.
Mira hermano, en la carriola hay una carta
El
ojiverde mira hacia donde señalaba su hermana y agarra un sobre blanco que
reposaba sobre las mantitas, lo abre y ahí dentro hay una carta, la abre para
leer
Middie.
Antes que me odies debo pedirte perdón por haberme ido así, de otra forma
despedirme de ella habría sido más difícil, es injusto hacerla partícipe de mi
muerte, por eso me alejo para siempre, sé que la cuidarás bien. Los dos
cometimos un gran error dejando que la pasión nos hiciera su presa, pero
gracias a ello conocí al más grande amor de mi vida, el amor de mi hija, por
eso debo agradecértelo, aunque no fue tanto el tiempo cada segundo valió la
pena. Dentro de la maleta azul está un sobre con los papeles de Emma, su
registro, su cartilla de salud, la cartilla de vacunas y su historial médico,
también el teléfono de mi abogado, tiene carta poder para firmar a mi nombre
todo lo referente al cambio de apellido de la niña y los papeles para que sea
legalmente tuya, él tiene todas las instrucciones, por favor acude a él. Muchas
gracias Trowa, en otras circunstancias me habría encantado formar una familia
contigo, te amé hace tiempo y gracias a ese amor ésta bebé nació siendo amada
por mí, espero también lo sea por ti, no tengo palabras para agradecértelo.
Adiós y sé feliz
Al
leer en voz alta aquellas palabras siente que se estremece, no podía imaginar
ni el amor ni el dolor de una madre por haber hecho lo que Middie hizo, pero de
pronto se sintió en paz. Miró a la niña en brazos de Catherine, había dejado de
llorar y jugaba con el cabello rojo de la chica
Catherine.
Creo que ésta noche es conveniente que duerma conmigo e Irea
Trowa.
Sí
Catherine.
Mañana ordenaré que le preparen otra habitación
Trowa.
Está bien
Catherine.
¿Por qué no subes a hablar con Quatre?
Trowa.
Es verdad
Catherine.
Yo me encargo de Emma, ve
Sin
que se lo digan dos veces Trowa sube las escaleras, rumbo a su habitación, la
puerta estaba abierta, Heero de pie junto al marco, con los brazos cruzados y
la pierna flexionada, tocando la pared con su pie, al escuchar a Trowa subir
gira su cabeza y lo mira fijamente, luego vuelve a mirar al frente, parecía
como si esperara algo. Trowa entra a la habitación y ve a Quatre empacando sus
cosas en una maleta, mientras Wufei le hablaba, diciéndole palabras para
convencerlo de desistir, al ver que Trowa entra se aparta
Wufei.
Lo siento, no lo convenzo
Trowa.
Quatre…
Quatre.
¡No quiero oírte!
Trowa.
Tenemos que hablar
Quatre.
No quiero…
Llevando
más de su ropa a la maleta la avienta sin orden alguno, Trowa se acerca y le
sujeta de un brazo, pero el rubio se suelta bruscamente
Trowa.
Escúchame
Quatre.
No quiero
Trowa.
Se quedará
Quatre.
¿Qué dices?
Trowa.
Emma, le daré mi apellido, llevará el apellido Bloom, es mi apellido de
nacimiento, la acepté como mi hija
Quatre.
Te felicito
Sonriendo
de verdad aunque con dureza, el rubio lo mira a los ojos, pero continúa
empacando, Trowa se extraña, no entendía
Trowa.
¿Por qué te vas?
Quatre.
Te estoy dejando, por eso
Trowa.
Quatre…
Quatre.
Me mentiste… yo de tonto te creí de nuevo
Trowa.
¿De qué hablas?
Quatre.
¿De qué va a ser? Me lloraste, me dijiste cuanto sufriste sin mí… si claro, te
revolcabas con otras, como siempre, solo quisiste hacerme sentir culpable para
que te aceptara de nuevo
Trowa.
No es verdad
Quatre.
Claro que sí
Trowa.
¡Casi muero!
El
rubio se detiene abruptamente, respirando con dificultad, Wufei mira hacia
Trowa y luego hacia el rubio, sin decir nada se comienza a alejar hasta salir
de la habitación, al cerrar la puerta cruza mirada con Heero y ambos se retiran
de ahí
Trowa.
No es mentira lo que te dije, me hundí en las drogas y tuve una sobredosis, me
llevaron de emergencia al Hospital y luego me internaron… Middie era enfermera
de ese lugar…
Quatre.
Claro, y tú te la echaste, aprovechando ¿no?
Trowa.
Quatre, por favor…
Quatre.
Por favor nada
Enojado
cierra la maleta y la tira al suelo, luego la levanta y camina hacia la puerta,
pero Trowa lo alcanza y se la arrebata
Trowa.
No hemos terminado de hablar
Quatre.
Claro que sí
Trowa.
Quatre, te amo, no podemos terminar por algo así, tú también me amas
Quatre.
Es verdad, te amo Trowa, pero si algo aprendí de nuestro pasado es que el amor
a veces no es suficiente para mantener a flote una relación… se terminó… no
quiero volver a saber de ti
Ambos
comparten una triste mirada, Trowa sabía que no podía obligarlo a nada, ya no
era el cerdo egoísta que solía ser, si Quatre quería dejarlo él no podía
retenerlo
Trowa.
Está bien… vete
Moviendo
la cabeza sutilmente hacia la puerta le da a entender que es libre de
marcharse, entonces estira la maleta hacia el rubio, quien comienza a derramar
lágrimas en silencio, sin dejar ambos de mirarse Quatre agarra de nuevo la
maleta, se miran por última vez y Quatre sale de la habitación, Trowa no va
tras él. El rubio mira hacia el final del pasillo, Heero y Wufei lo observan
fijamente, sin decir nada, Quatre pasa saliva y les da la espalda, avanzando al
lado opuesto, a donde están las escaleras, comienza a bajar, al llegar al
primer piso ve a su hermana junto a Catherine, ambas jugaban con la bebé, Irea
mira hacia su hermano y se preocupa
Irea.
¿A dónde vas?
Quatre.
Donde sea menos aquí
El
ex bajista mira hacia la bebé y vuelve a derramar lágrimas, la niña mira hacia
él y estira ambos brazos, como si quisiera que la abrazara, Quatre deja la
maleta y se acerca a ella como por instinto, Catherine la traía en brazos y se
la entrega
Catherine.
Se llama Emma
Quatre.
Es tan bonita…
Catherine.
Como su papá ¿verdad?
Sin
responder a eso Quatre mira hacia la niña y la abraza, a ella le agradaba
Quatre y sonríe emocionada, comenzando a jalarle el rubio cabello
Catherine.
Quatre, no te vayas, no abandones a mi hermano, tampoco a Emma
Nuevamente
sin responder el ex bajista mira a la niña y luego le da un beso en la mejilla,
pero se la devuelve a Catherine
Quatre.
Lo siento, ya lo decidí
Sonriendo
amablemente camina hacia su maleta, pero la bebé comienza a llorar y eso lo
hace voltear hacia ella, al ver los pucheros en su cara no puede evitar
enternecerse y se devuelve hacia Catherine, la pelirroja le entrega a la niña y
ésta deja de llorar
Catherine.
Le gustas mucho
Quatre.
Supongo que es parte de mi encanto
Ambos
se sonríen ante el comentario
Catherine.
Entonces ¿te irás?
Quatre.
Diablos ¿Por qué soy tan sensible?
La
chica se comienza a reír y luego mira hacia Irea, la chica le sonríe a su novia
y luego se acerca a su hermano
Irea.
Quatre, piénsalo bien ¿sí? Tus impulsos y tu orgullo antes te hicieron daño, no
permitas que te separen ahora de Trowa, ustedes se aman
Catherine.
Es verdad, ya sabemos que mi hermano es un idiota, pero jamás quiso hacerte
daño con esto, sean una familia, los tres
Quatre.
Una familia
El
rubio mira a la niña y la vuelve a estrechar en sus brazos, él no había
conocido el calor de un hogar, su madre había muerto muy joven y su padre tenía
tantos negocios por atender que nunca estaba en casa, siendo tantos hermanos
resultaba imposible crear un cálido hogar, apenas Irea era la única hermana con
quien se había llevado bien siempre. Pensar en él viviendo con Trowa y Emma de
repente resultó tentador, conocería al fin lo que sería una familia
Quatre.
Tal vez tengan razón
Olvidándose
de su maleta, Quatre sube las escaleras con la niña en brazos, la puerta del
cuarto de Trowa estaba abierta, al llegar lo ve sentado al borde de la cama,
estaba agachado, mirando hacia el suelo, Wufei a su lado, sentado también, con
una mano sobre su espalda, mientras Heero estaba apoyado en la pared cerca de
la cama, mirándolos a ambos. Al escuchar los pasos acercarse miran hacia la
puerta, menos Trowa, él permanecía en la misma posición
Wufei.
Quatre…
Al
oír aquel nombre Trowa levanta la cabeza y lo ve, de pie cerca de la puerta,
con su hija en brazos, estaba sorprendido, Quatre puede ver sus ojos
enrojecidos, no como si hubiera llorado, sino como si apenas fuera a hacerlo,
Wufei se aleja y rápidamente Trowa se pone de pie, ambos avanzan hacia el otro,
hasta estar frente a frente
Quatre.
Cambié de parecer… gracias a ella
Trowa.
Quatre…
Quatre.
Si hubieras permitido que fuera a un orfanato jamás te lo habría perdonado
Trowa.
Perdóname Emma, tu papá es un cobarde ¿eh?
Tocándose
la mejilla que Quatre había golpeado con una mano y con la otra la coloca sobre
la cabeza de la bebé, ella lo mira casi con frialdad, tenía unos grandes ojos
verdes y resultaba muy mona verla con esa expresión, enseguida le voltea la
cara y se abraza a Quatre, éste se ríe mientras que Trowa solo se queda
mirándola. Wufei y Heero observaban todo, en silencio, para el ojiazul
resultaba muy extraño todo, Wufei tenía una hija y ahora Trowa también, era
confuso, mientras que Wufei los veía a los tres y sonríe, se veían muy bien
así, entonces piensa en lo que Quatre le había dicho, necesitaba una pareja, entonces
recuerda a Traize y se entristece, esperarlo podía ser bastante largo, quizás
era mejor dejarlo ir, lo seguiría ayudando, pero ya no esperaría por él,
necesitaba una mamá para Nataku, o quizás un papá
Wufei.
Bienvenido de nuevo Quatre
El
rubio se avergüenza un poco pero sonríe, asintiendo después. Todos comparten un
agradable silencio pero al cabo de unos instantes el celular de Trowa suena, lo
tenía dentro de la bolsa del pantalón, al ver el nombre de pantalla lo lee en
voz alta 'Richard', enseguida Heero mira hacia él, interesándose, Trowa lo mira
también, en silencio
Heero.
¿Qué esperas? Contesta
Trowa.
Eh, sí… Hola Richard, bien ¿y tú?... ah, ya están en New York….
Al
oír eso los ojos de Heero se abren ligeramente más, prestando completa atención
Trowa.
Entiendo… Sí… Ya veo… está bien, aquí esperamos… adiós
Heero.
¿Qué dijo?
Trowa.
Están aquí en New York y Duo ya sabe que estás vivo… Vienen para acá, él quiere
verte
Aunque
aquello sonaba a buena noticia algo había en el rostro de Trowa que lo
inquietaba, como si supiera algo y no quisiera decirle, sin embargo no pregunta
Heero.
Esperaré abajo
Sin
decir más sale rápidamente de la habitación, Quatre y Trowa comparten una
mirada, el rubio había sentido lo mismo que Heero, algo ocultaba su novio
Wufei.
¿Por qué esa cara Trowa?
Trowa.
Duo lo eligió a él, solo viene a despedirse
Wufei.
¿Qué?
Tanto
él como Quatre no pueden creer lo que Trowa dice, aquello parecía una especie
de broma, si Duo aún amaba a Heero, a todos ellos les constaba, pero no podían
entender cómo es que el trenzado tomaba una decisión así, sobre todo después de
todo lo que pasó a causa de la pérdida de Heero, quizás Trowa no era el único
cobarde de ellos cinco, quizás Duo era incapaz de afrontar la nueva situación y
su decisión estaba siendo cegada por el miedo
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