El jardín de las delicias
Capítulo
27. Crepúsculo y Amanecer
Días
tranquilos surgieron tras los últimos desastrosos acontecimientos, y aunque la
policía aún no daba con el paradero de Dorothy, Dermail, quien es abuelo de la
chica enfrentaría la primera sesión de su juicio en tan solo un día. Los
abogados de la parte defensora y acusadora tenían ya su cuadro de testimonios,
así como las pruebas que le inculpaban de los delitos por los que se le
juzgaba…
A
kilómetros de la gran New York, el chico llamado Tom había logrado conseguir el
dinero que necesitaba Sylvia para ir urgentemente a la mencionada ciudad, pero
no solo eso, había conseguido lo necesario para acompañarle, y es que desde un
principio no pensaba dejarla marcharse sola de aquel poblado, y aunque la chica
no se sentía del todo cómoda con esa situación, la aceptaba de buena forma,
después de todo no había otra manera de hacer las cosas y lograr su objetivo:
destruir a Dermail y salvar a su padre. Aunque la chica ignoraba el hecho de
que aquel hombre, ya estaba a tan solo un pie de la cárcel.
Entre
las personas que estaban llamadas a atestiguar se encontraban los empresarios a
quienes Dermail había estafado, y entre otras personas, lo que llamaba la
atención era el llamado a Duo, el ex miembro de The Wings tendría nuevamente
que estar en aquel desagradable lugar, y ni siquiera sabía porque lo habían
citado a él, así que el ex trenzado se encontraba nervioso, sin embargo, la
presencia de Richard le tranquilizaba un poco.
En
el primer día de juicio el ojivioleta no es requerido, pero en el segundo si es
requerida su presencia. Eran casi las 12 del día cuando Duo entra por la puerta
de testigos siendo custodiado por dos policías, en los asientos frente al
estrado se encontraba su abogado sonriéndole para darle ánimos, así que eso le
basta para sentirse seguro. Para comenzar el interrogatorio, el abogado
acusador inicia preguntando su relación con el acusado, a lo que Duo responde
acertadamente que ninguna, lo cual pone muy inquietos a los del jurado, pues no
entendían porque la parte acusadora le había llamado si de antemano sabían que
no había relación entre él y Dermail. Sin embargo, la sonrisa del abogado de la
defensa se borra cuando el abogado acusador pregunta a Duo si le parece
familiar el nombre de "Producciones Colmillo Blanco", el chico de forma
natural responde que es la disquera que estuvo a cargo del grupo The Wings
antes de su desintegración, la respuesta causa un poco de revuelo y el notorio
sudor de Dermail.
De
ésta forma, las preguntas continúan encaminadas a dicho tema, haciendo el abogado
acusador un énfasis al informar que la casa disquera pertenece ilegalmente
también a Dermail, por lo que nuevamente se causa un revuelo en la sala.
Después de un par de sorpresas con respecto al tema, el abogado acusador, ante
las miradas sorpresivas de los presentes, saca una foto de Erick, quien
supuestamente había sido violado por el ex guitarrista, enseguida se causa un
alboroto en la tribuna y tras denegar la palabra al abogado defensor, el Juez
pide silencio y que se prosiga con el juicio.
Enseguida
Duo da su versión de los hechos y lo que le dicen si bien no era del todo una
sorpresa, lo hace sentirse incómodo, pues el abogado acusador declara ante el
jurado, que Erick, ahora difunto, trabajaba para Dermail, y que había sido éste
junto con su nieta, quienes habían planeado sentenciar al ex guitarrista.
Dermail anteriormente había declarado que efectivamente había cometido algunos
delitos y que Dorothy le había ayudado, pero aun así el que hubiera tantas
pruebas en su contra representaba un asunto peligroso.
Tras
un par de horas que había durado aquella segunda sesión, Duo sale de los
juzgados en compañía de Richard, quien era el único que lo había acompañado, el
ex guitarrista se veía realmente tenso. Ambos se dirigen al auto del abogado
porque irían a comer
Richard.
Estuvo denso
Duo.
Bastante, te juro que ya me quería ir
Richard.
Faltan un par de sesiones, realmente son muchos los cargos
Duo.
¿Sabes? Lo que dijeron de Colmillo Blanco realmente me dejó sorprendido, me
siento inquieto
Richard.
¿Por qué?
Duo.
Antes… de que chocara ese avión, Quinze hacía llamadas extrañas
Sin
importarle que el auto de atrás casi choca con el suyo, Richard frena el auto y
mira sorprendido a Duo, el chico lo mira a su vez sin entender
Richard.
¿Por qué no mencionaste eso?
Duo.
¿Es importante o algo así?
Richard.
Duo, ese accidente ha sido muy extraño y lo sabes
Duo.
Es verdad
Richard.
No se encontró ningún cuerpo, los nombres que figuraban del piloto y copiloto
eran de personas que habían muerto hace años
Duo.
¿Qué dices? Eso… no lo sabía
Richard.
Es un caso que hicieron a un lado, por eso no te comenté nada. Nunca se supo
tampoco donde se pudo estrellar ese avión y obviamente no se ha podido
recuperar la caja negra, aun cuando la torre de control estableció contacto con
el transporte
Duo.
¿Eso quiere decir…?
Richard.
Sí, ese accidente pudo no haber sido precisamente un accidente
Sintiendo
que le falta un poco de aire, Duo cierra los ojos y se agacha
Richard.
¿Estás bien?
Duo.
Trowa me había dicho algo al respecto, pero no sabía de esos detalles
Richard.
Te digo que es un caso que se dejó de lado
El
ex trenzado se queda completamente callado, aún después de que Richard vuelve a
arrancar el vehículo. Incluso el resto de la tarde la pasa serio, no dejaba de
pensar una y otra vez en que Heero no había muerto víctima de un accidente,
sino que había sido asesinado, eso le hacía sentir una enorme ira. Richard lo
entendía con solo ver el rostro blanco del chico, y sentía pena por él…
Aunque
habían pasado varios minutos desde aquel placentero acto, Quatre aún seguía
acostado en la cama de su vecino, quien preparaba la cena. Desde la primera vez
que habían estado juntos, cada noche se repetía lo mismo, al rubio ya no le
molestaba del todo que solo fuera un objeto para Dave, aunque eso no era del
todo cierto, sin embargo el ex bajista así lo creía y era feliz, aunque le
dolía, prefería ser objeto de deseo y no el causante de un sufrimiento, además
así alejaba los pensamientos que le ataban a New York. Después de un par de minutos,
su nuevo amigo llega a la habitación con una mesa de madera y arriba de ella
dos platos y dos vasos, sonriente el rubio se sienta en la cama, agarrando uno
de los vasos
Quatre.
Gracias
Dave.
¿Sabes? Estos días han sido increíbles, tú eres increíble
Más
que feliz, el chico se acerca a Quatre y le da un beso en los labios, el cual
el rubio no responde, solo continúa bebiendo de su vaso, y aunque el rubio era
muy apasionado, Dave estaba de cierto modo acostumbrado a que fuera del sexo,
el chico era frío con él. Al cabo de unos momentos de silencio, Dave se decide
a hacer una pregunta incómoda para Quatre
Quatre.
¿Qué se supone que te responda?
Dave.
Pues eso, que pasó allá de dónde vienes, a ti alguien te lastimó
Quatre.
Tonterías
Dave.
No me engañas
Al
hacer una mueca de disgusto, Dave entiende que no es algo fácil de contar, sin
embargo, Quatre harto de guardarse lo que siente, le cuenta todo lo que ha
pasado con Trowa desde que estuvieron juntos por primera vez, no creyendo el
chico lo que el ex bajista le contaba, sonaba a que el tal Trowa era un
despiadado, pero es que el rubio había omitido detalles del cambio que había
tenido el ojiverde
Dave.
Ese maldito
Quatre.
¿Crees que es un maldito?
Dave.
¡Por supuesto que sí! Mira que tratarte como una cualquiera, haciendo de ti su
objeto sexual ¡deberías refundirlo en lo cárcel!
Quatre.
¿Y si te digo que yo lo permitía?
Dave.
¿Qué?
Quatre.
Era algo torcido, yo, era capaz de dejarme hacer si eso le hacía feliz a él,
porque mi sueño era estar con él… pero poco a poco entendí que no era ninguna
forma de amar, ni siquiera de mi parte, y me convencí en que odiarlo era la
solución, pero entre más le mostraba mi enojo, él más quería dominarme. Ambos
caímos en un pozo, pero mientras él luchaba por salir, yo me hundí cada vez más
Dave.
Quatre… tú lo amas aún ¿cierto?
El
rubio responde moviendo su cabeza y entonces Dave se entristece
Quatre.
Y él me ama a mí, ha cambiado
Dave.
¿Cambió?
Quatre.
Si ¿puedes creerlo? Y me da coraje que ahora se muestre así, pero aunque es de
esa forma, también quiero estar con él, se supone que hice éste viaje para
reflexionar, pero al parecer, vaya donde vaya, solo estoy tratando de huir,
pero tengo miedo regresar
Dave.
Es algo muy complicado ¿cierto?
Quatre.
Sí… y lo que es peor, a veces siento que no puedo vivir sin sexo
Dave.
Quatre…
Quatre.
Pero no es así… es porque no me siento capaz de estar con él que busco
satisfacerme de alguien más, así lo he sentido últimamente, creí que estaba
mal, pero no soy más que un cobarde. Quiero hacer el amor con Trowa, lo deseo
realmente, solo con él
Las
palabras que decía Quatre resultaban un poco complicadas para Dave, jamás había
escuchado un testimonio parecido, sin embargo había algo que entendía muy bien,
y era ese deseo ardiente por estar con la persona más amada. Por eso sonríe
tristemente y aleja de la cama la mesa con la comida, Quatre voltea a verle con
sus ojos brillosos
Dave.
¿Y qué haces aquí?
Quatre.
¿Eh?
Dave.
Jamás he sentido un amor parecido, tampoco una pasión desenfrenada, pero capto
perfectamente que amas a alguien que te corresponde y no estás a su lado ¿eres
tonto, ciego o qué?
Quatre.
Pero antes él…
Dave.
¿Y qué importa el antes? Si tú mismo has dicho que solo quieres estar con él.
Si eres capaz de amar a alguien aún a pesar de lo que te hizo, entonces creo
que pensar en el pasado es tan ilógico como no estar a su lado
Quatre.
Dave… entonces… yo ¿estoy equivocado?
Dave.
No Quatre, es lógico que te sientas confundido, pero también es lógico, bueno,
más que eso, es justo que regreses a New York, deja de esconderte
Quatre.
¿Lo crees?
Dave.
Estoy seguro, así como te aseguro que él te está esperando
Quatre.
Sí, él está… Trowa está esperando por mí
Aún
con tristeza reflejada en su rostro, Dave vuelve a sonreírle a Quatre y se levanta
de la cama, dirigiéndose al baño, ahí cierra la puerta y recargándose en ésta,
se tapa la boca con una mano y sus ojos se cristalizan, había vivido los
últimos días como en un sueño con Quatre entre sus brazos, pero no podía dejar
pasar por alto la mirada perdida del ex bajista, por eso prefería que se fuera
para ser feliz, aunque él se quedara sin el rubio…
Quatre
no había perdido tiempo y se había vestido, lo que Irea, Catherine y el mismo
Trowa no habían logrado lo había hecho un chico prácticamente desconocido,
ahora él había entrado en razón, ahora veía las cosas desde otro ángulo. Tal
vez era aquello lo que le faltaba, porque cuando oía a su hermana o a la
pelirroja sentía que le atacaban, que estaban de parte de Trowa y en contra de
él, pero aquella opinión imparcial le había hecho ver las cosas de manera
distinta. Cuando Dave sale del baño después de haberse desahogado lejos de ser
escuchado por el rubio, aunque él ignoraba de los dones empáticos del ex
bajista, encuentra al chico en la sala, pareciendo que solo lo esperaba a él,
cuando lo ve llegar Quatre se pone de pie y le sonríe
Quatre.
Muchas gracias por tus palabras, mañana pienso tomar vuelo a New York
Dave.
Entiendo
Quatre.
Espera…
El
rubio camina hacia la mesa de centro que tenía Dave en su pequeño departamento,
ahí se encontraba un teléfono y junto a él una libreta de notas, entonces se
toma la libertad de agarrarla y escribir en alguna página, después se la
entrega a Dave, que al tomarla lee escrito el nombre del rubio y un teléfono,
girando su cabeza hacia él lo mira sin entender
Quatre.
Si vas a New York, llámame
Dave.
Pero…
Quatre.
Podríamos ser buenos amigos
Sonriéndole
amigablemente se acerca a él y apoyando sus manos en los hombros del chico, le
da un beso en la mejilla. A pesar de las varias ocasiones en que habían tenido
sexo, aquel beso lo hace sonrojar más de lo que debería. Al separarse Quatre le
mira de nuevo con amabilidad
Quatre.
Te agradecería que no hubiera más despedida que ésta
Dave.
No te entiendo
Quatre.
Sí, mañana prefiero no verte
Dave.
Entiendo, entonces… adiós
Quatre.
Adiós…
Mirándolo
por última vez con una sonrisa, le da la espalda y enseguida sale del
departamento, cierra la puerta tras de él sin volver a mirar al interior del
departamento, quedándose Dave de pie frente al pedazo de madera, sintiéndose
triste, había compartido con aquel chico una cama y buenos momentos, no lo
había conocido bien ni por mucho tiempo, sin embargo había dejado huella,
aquella que el rubio solía dejar en cualquiera que pasara por sus brazos…
Después
de haber despejado su mente de oscuros pensamientos y luego de una buena cena
en el departamento de Richard, el ex trenzado se siente mucho más relajado que
hace un par de horas mientras atestiguaba. Duo descansaba sobre uno de los sillones
de la sala, había música de fondo y el abogado se acercaba con dos copas de
vino blanco, entrega una al ex guitarrista y se sienta a su lado, pasándole uno
de sus brazos por el hombro, Duo le sonríe y después se besan, mirándose unos
momentos cuando se separan, el trenzado bebe de su copa y agacha la mirada,
Richard lo observaba fijo
Richard.
¿Estás bien?
Duo.
Tal vez te resulta algo atrevido pero… no quiero ir a casa ésta noche
Aún
sin querer mirarlo, Duo permanece con la mirada hacia abajo, Richard sonríe
enternecido y con la mano del brazo sobre su hombro le acaricia unos cuantos
cabellos cerca de la oreja, atrayendo después su cabeza hacia él, Duo voltea y
cerrando poco a poco los ojos comienzan a besarse, la lengua de Richard le
acariciaba de forma sensual haciéndolo sonrojar. Al separarse ambos beben de
sus copas y permanecen en la misma posición unos momentos
Richard.
No es atrevido, además me encantará tenerte aquí
Duo.
Gracias
Aquel
amable agradecimiento le hace extrañarse, así que le mira con el rabillo del
ojo y sin preguntar Duo le aclara
Duo.
Por todo lo que has hecho por mí, por tus sentimientos y por no discriminarme
por el hecho de que en la cárcel alguien abusó de mí
Richard.
Tonto, eso no fue tu culpa, no creas que puedo ser prejuicioso respecto a eso
Nuevamente
sin palabras permanecen en aquella posición, pero a cambio de insulsas palabras
Duo sonríe con más entusiasmo del que estaba mostrando últimamente después de
la muerte de Heero. El ex trenzado da un nuevo sorbo a la copa y después la
deja sobre la mesa enfrente del sillón en el que estaban, se gira levemente
hacia Richard y acercándose despacio le acaricia la boca con sus labios,
dirigiendo ambas manos hacia el rostro de su abogado, cuando se separan por la
falta de aire, Richard también prescinde de su copa, dejándola en la misma mesa
en que Duo había puesto la suya, se sonríen antes de volver a besarse, al
separar de nuevo sus labios, el trenzado aleja un poco a Richard
Duo.
Deja llamo a Trowa
Richard.
Está bien
El
ex trenzado se levanta del sillón y camina hacia otra mesa de la sala donde
estaba el teléfono, levanta el auricular y marca el teléfono de la casa de su
amigo, Richard no resiste más y se acerca a Duo por la espalda, colocándole
ambas manos en los hombros, comenzando a acariciarlos a la par, del otro lado
la voz de Trowa suena tranquila
Trowa.
¿Diga?
Duo.
Hola Trowa, soy Duo, no me esperen
Trowa.
¿Eh?
El
ojiverde no sabía si había escuchado bien o no, pero cuando escucha el
inconfundible sonido de unos labios sobre una piel entonces capta, Richard
besaba de forma suave y gentil el delicado cuello del ex trenzado mientras aún
le acariciaba los hombros
Trowa.
Entiendo, suerte
Duo.
Gracias
Apenado
porque se había dado cuenta que Trowa entendía más que bien la situación cuelga
el teléfono, entonces siente los labios del abogado sobre su oreja, aquel era
un punto muy sensible en él así que siente un cosquilleo desde los pies hasta
la cabeza, por lo que se gira hacia Richard y enseguida le rodea el cuello con
ambos brazos, el abogado le responde enseguida con una de sus manos por debajo
de la camisa, rodeándole la cintura y sus labios se encuentran de nuevo, de
forma suave, incluso sensual, Duo experimentaba en los labios de su abogado una
boca experta, con aquella experiencia propia de los años, era algo nuevo para
él que le agradaba, pero aunque aquel beso resultaba una verdadera delicia,
nuevamente se separan para tomar un poco de aire, en aquel lapso Duo aprovecha
y baja una de sus manos del cuello de Richard, dirigiéndola hacia el pecho
firme del hombre y acaricia sobre la ropa, sin dejar de mirar los ojos oscuros
que le observaban atento.
Aún
con su otra mano sobre el cuello y sin que ambos cierren sus ojos se atraen
mutuamente y se besan, al separarse de nuevo se comunican con la mirada,
acordando casi al instante donde preferían hacerlo. Entonces vuelven a cerrar
los ojos y se besan otra vez, en ésta ocasión imprimiendo un poco más de
pasión, aún sin abrir los ojos Richard pasa de los labios de Duo hacia su
cuello, dando decididos pasos hacia delante, en cambio el ex trenzado los daba
hacia atrás con un poco de torpeza, a pesar de lo sucedido con Erick y de lo
que Kim le había hecho en la cárcel, se podía decir que prácticamente Duo solo
había estado con Heero, porque todos sus encuentros sexuales habían sido hasta
antes del ex vocalista solo mujeres, con las cuales era obvio que tomara el
papel activo, por eso actuaba torpe
Richard.
¿Nervioso?
Con
notable sonrojo en sus mejillas Duo afirma sin decir nada, Richard sonríe y
mientras continúa dirigiendo al ex trenzado hacia el sillón donde antes bebían
sus copas, al llegar hasta ahí el ex guitarrista se aparta un poco para
quitarse la camisa, dirigiendo después sus manos hacia la hebilla del pantalón
de Richard y comenzar a desabrocharlo mientras el abogado se quita uno a uno
los botones de la camisa de manga larga que traía puesta, de nuevo sus labios
se encuentran al tiempo que cumplen con su tarea.
Una
vez que las prendas caen al suelo, enseguida el ex trenzado se apresura a
desabrochar sus propios pantalones y empujarlos hacia abajo, Richard coloca sus
manos en los hombros de Duo y lo empuja levemente hacia abajo, haciendo que se
siente, lo mira de pie mientras se saca los zapatos y después de empujar con los
pies sus pantalones, se hinca frente al chico y le comienza a besar el
estómago, colocando sus manos en la cintura, Duo siente un estremecimiento al
contacto y se remueve un poco en su lugar, soltando un suspiro cuando aquellas
mismas manos comienzan a buscar terreno bajo el elástico de la ropa interior,
comenzando a bajar lentamente la misma, poco a poco
Duo
va quedando completamente desnudo frente a su abogado, sonrojándose al hallarse
descubierto frente a él, Richard lleva la prenda hasta los pies del chico y le
quita los zapatos y los calcetines, aventando lejos de ellos las prendas que
cubrían antes al chico, el abogado mira los ojos violetas observarle fijamente
y entonces le sonríe de forma tranquilizadora antes de volverse a acercar, ésta
vez acercando su rostro a la entrepierna de Duo, el chico siente el aliento del
abogado en él y se estremece ligeramente, observando fijo como la lengua del
hombre se une en una caricia con su glande, sin evitarlo suelta un pequeño
jadeo, Richard comienza entonces a explorar el miembro del chico, deslizando su
lengua de forma diestra, desde los genitales hasta la punta, uno de los ojos de
Duo se cierra mientras el otro lucha por continuar siendo espectador, sin
embargo cuando el abogado lo introduce a su boca no puede ahogar un gemido,
cierra ambos ojos y coloca una de sus manos sobre el cabello del hombre
La
cabeza de Richard desciende y asciende lentamente, apoyando sus manos en las
piernas de Duo, el ex trenzado gime lleno de placer, hundiendo sus dedos entre
las hebras castaño oscuro del abogado, pero aunque estaba casi en la cima, el
hombre se detiene, saca el miembro de su boca y reparte un par de besos antes
de ponerse de pie, Duo abre sus ojos y su rostro se muestra aún más sonrojado,
observando jadeante al hombre
Duo.
Ri… Richard
Su
respiración agitada y sus ojos brillosos hacen inmensamente feliz al abogado,
pero aunque podía pasar toda la noche admirando esa imagen, decide continuar,
bajando su propia ropa interior, mostrando ante al ex guitarrista su erección,
los ojos de Duo vagan por ahí aumentando su sonrojo, pero Richard corta la
concentración del chico y se acerca a él, mirándolo fijamente a los ojos,
estira su mano y le acaricia la mejilla antes de sentarse a su lado, comenzando
ambos a besarse, sus labios unidos no se separan aun cuando Duo abandona su
posición al lado del abogado y se sube en él, separando sus piernas, una a cada
lado del hombre
La
mano derecha de Richard se posa sobre el pecho de Duo y después con dos dedos
le sujeta un pezón, acariciándolo suavemente, Duo suelta otro gemido y separa
sus labios de los de Richard, entonces él aprovecha para dejar de sujetar el
pezón del chico y suplantar sus dedos con su boca, el ex trenzado mueve su
cabeza hacia atrás sujetando la cabeza del hombre mientras él se deleita con el
manjar frente a él, dejando después la zona y subiendo a besos hasta el cuello,
bajando sus manos a las caderas del ex trenzado y después a sus glúteos,
acariciándolos suavemente
Duo
jadea cuando siente los dedos rodearle la zona anal pero sin introducirse en
ella, sus piernas se tensan unos momentos, pero entonces se encuentra la mirada
del abogado, ambos se miran unos momentos, después Duo mueve su cabeza para
afirmar y coloca sus manos en los hombros de Richard, levantándose un poco, de
nuevo siente las manos del hombre en sus glúteos, después la punta del miembro
chocar contra su ano, luego una de las manos de Richard le suelta, seguramente
para sujetar su propio miembro, lo confirma después cuando siente que poco a poco
se va introduciendo en él, los músculos de su cuerpo se tensan ante la
intromisión, apretando sus manos en los hombros del abogado, sus ojos se
cierran por inercia y deja escapar un pequeño grito cuando está por completo
dentro
Richard.
¿Estás bien?
La
expresión de dolor de Duo le preocupan, pero el chico logra abrir sus ojos y le
sonríe, respondiendo así a su pregunta, Richard también le sonríe y vuelve a
sujetar las caderas del chico con ambas manos, Duo se sienta por completo,
introduciendo lo mínimo que faltaba para ser uno, se muerde el labio
fuertemente y ambos esperan a que el ex trenzado se acostumbre, mientras tanto
se besan
Duo.
Estoy listo
El
abogado afirma un par de veces con su cabeza y comienza a mover las caderas del
chico, de forma lenta, suave, sintiendo aún la estrechez que poseía el ex
guitarrista, Duo a su vez sentía aquel miembro erecto invadirle, sentía oleadas
de dolor y un poco de placer, pero sabía que pronto la jugada cambiaría, que el
dolor se disiparía y se encontraría de frente al placer
Richard.
¿Así está bien?
Aún
preocupado por Duo, el abogado le miraba atentamente, conocía muy bien aquella
expresión de angustia ante un dolor que no se quiere evitar, pero a cambio de
una respuesta verbal, el trenzado aprieta un poco más los hombros de Richard y
se levanta un poco, dejándose caer de nuevo con lentitud, ambos cierran un poco
sus ojos ante el movimiento
Richard.
Duo…
Sin
decir nada él, el aludido se abraza al cuerpo de su abogado, hundiendo su
cabeza entre el hombro y cuello del hombre, comenzando a moverse por sí solo,
utilizando un sutil vaivén de caderas de atrás hacia delante, sin salirse ni un
poco
Duo.
Ahh… haa
Sus
leves y casi imperceptibles gemidos se oían muy cerca del oído de Richard, pero
aunque lo hacía él mismo, Duo aún no se acostumbraba, aun así no esperaba
quedarse quieto y completamente rendido, por eso se atreve a más, levantándose
un poco y volviendo a bajar, dando sutiles saltos, completamente placenteros
para Richard, en cambio para él eran dolorosos, pero aun así continúa,
aventurándose a hacer los movimientos más pronunciados, sintiendo que poco a
poco la fricción se reduce y el tan ansiado placer llega, inundándole los
sentidos, para Richard la situación no era diferente
Richard.
Aaah si… así
Los
movimientos de Duo eran sensuales y rítmicos, su cuerpo se afianzaba más y más
al del abogado mientras continuaba con el vaivén de sus caderas, arriba, abajo,
adelante y atrás, alternando esos movimientos, causando oleadas de placer en
ambos antes no experimentadas, aumentando el calor de ambos cuerpos, los cuales
sudaban para liberar aquel calor, pronto algunos de sus sentidos comenzaban a
reducirse, ojos y oído, mientras que el tacto se consolidaba cada vez más
Richard.
Duo… ngh… ¡haaa!
Duo.
Haa haa ¡ah! Haaaa
Aunque
intentaba abrir sus ojos, su vista estaba nublada, los espasmos que comenzaba a
sentir le hacían desequilibrarse, retorcerse, estaba llegando… la mano de
Richard sobre su miembro, masajeando suave y después con fuerza le hacen sentir
un placer aún mayor, sabía que no faltaba mucho para terminar, la contracción
muscular se hace aún más violenta y poco a poco un ardor le recorre el miembro
antes de hacer brotar la ansiada esencia, su cuerpo se estremece por completo y
suelta un profundo gemido de placer ante la delicia del acto, Richard no se
queda atrás y cuando siente aquella deliciosa contracción de las paredes anales
de Duo ante su culminación, él no puede evitar derramarse dentro del chico,
gimiendo también con fuerza, suspendiendo el tiempo en aquel preciso momento,
todo a su alrededor había perdido la existencia y solo quedaban él y su placer.
Poco
a poco el ex trenzado deja de apretar su cuerpo contra el de Richard y separa
su pecho del de él, sintiendo húmedo su abdomen pero no le toma importancia,
ambos aún jadeantes se comienzan a besar suavemente, después el ex guitarrista
levanta sus caderas para que Richard se salga, sintiendo el abogado como parte
del líquido depositado cae sobre su bajo estómago, sueltan sus labios y aun
respirando con dificultad se miran a los ojos, el abogado besa con suavidad una
de las mejillas del ex trenzado y atrayendo el cuerpo frente a él hacia
consigo, se acuesta en el sillón, Duo que estaba cansado se acomoda cómodamente
sobre el cuerpo del hombre, apoyando su cabeza en el pecho del mismo y cerrando
sus ojos, Richard le besa los cabellos sueltos mientras acaricia la sudorosa
espalda, ahora sus respiraciones eran más tranquilas que antes. Paulatinamente
ambos se van quedando dormidos mientras la música que siempre les acompañó
continúa sonando, aunque ninguno de los dos había prestado el mínimo de
atención en ella…
Desde
la llamada de Duo, el ex baterista había permanecido acostado en su cama
pensando, no sacaba de su cabeza a Quatre, por más que él mismo había permitido
que se fuera, no dejaba de extrañarle, de desearle, había pasado mucho tiempo
desde la última vez que habían tenido sexo y él cada vez resentía más la
ausencia de éste, siempre había sido demasiado activo en el terreno sexual,
desde muy temprana edad había comenzado en ese mundo, por eso le resultaba más
difícil, muy a pesar de haber cambiado, había cosas que no podían simplemente
desaparecer.
Ahora
incluso Duo se arriesgaba a continuar su vida ¿acaso él estaba perdiendo tiempo
en esperar a Quatre? El rubio parecía odiarle, pero aunque sabía eso, no quería
imaginar su vida al lado de alguien más que no fuera él, y estaba seguro que si
Heero estuviera vivo, Duo tampoco se habría atrevido a buscar los brazos de
alguien más, por mucho que esos dos estuvieran peleados. En esos momentos tenía
envidia de Duo, incluso de manera instintiva se comienza a acariciar,
comenzando con el cuello, bajando al pecho por debajo de la ropa, dirigiéndose
a su abdomen, después a la entrepierna, la cual se comienza a rozar por encima
de la ropa interior, cierra sus ojos en breves momentos, pero después se sienta
rápido en la cama y saca su mano de debajo del pantalón, sujetándose la frente
después
Trowa.
Contrólate…
Aunque
lo intentaba, las imágenes que acudían a su mente eran demasiado sugestivas,
aunadas a los gemidos de Quatre que aún quemaban en su oído, así que no se
resiste más, se levanta de la cama y se dirige al baño donde se baja los
pantalones. No era alguien que usara demasiado aquella técnica, con quien
revolcarse nunca le había faltado, pero ahora que sentía deseos de serle fiel
al rubio no le permitían caer de nuevo, aun cuando había tenido un desliz en el
Hospital donde se había regenerado.
Ahora
su solitaria mano se acariciaba, provocándose placenteras sensaciones, pero no
olvidaba que estaba solo, no compartía con nadie más ese placer, era solo suyo,
se sentía vacío, pero su cuerpo reaccionaba bien, como el de cualquiera ante el
contacto, aún a pesar del vacío aumenta el vigor, tocando toda la extensión del
miembro, jalando con falta de sutileza, sus gemidos secos chocan contra las
frías paredes del baño y entonces se derrama dentro del escusado, lanzando un
último placentero gemido
Trowa.
¡Haaaa Quatre!
Él
no estaba ahí, el rubio no estaba a su lado, ni viendo, ni ayudando, él
simplemente no estaba ahí, sin embargo lo evocaba porque sus deseos superaban
la realidad, y en esos momentos nada deseaba más que al rubio a su lado…
Mientras él estaba igual que el ojiverde, pensando en la persona que amaba,
Quatre estaba acostado en su solitaria cama, sin Dave, sin Trowa, sin nadie,
estaba él solo, pero más que la ausencia física de personas, estaba solo, sin
sentimientos que le alcanzaran más que los suyos, que a pesar de la reciente
decisión le atormentaban, las lágrimas se asomaban y caían por sus mejillas,
caían sobre las sábanas y se perdían, y él se seguía sintiendo igual,
abandonado, perdido, sin rumbo alguno
Quatre.
Trowa…
Aún
tenía sus dudas, una parte de él las tenía, pero si no volvía al lado de Trowa
en New York, jamás iba a poderse deshacer de la sombra de su pasado, si no
intentaba superarlo, la oscuridad de su corazón jamás se iría, aun cuando
todavía pensaba en lo mal que la había pasado con el chico, por mucho que se lo
hubiera permitido, el pasado siempre resultaba una sombra que a pesar de la luz
no se disipaba
La
luz de una lámpara lograba filtrarse hasta la habitación al fondo del
departamento, el reloj marcaba las 2 de la madrugada y a pesar de acabarse de
levantar, escucha claramente como alguien se encontraba en la sala, seguramente
trabajando, con la dedicación de siempre, le fastidiaba pensar que la semana
apenas comenzaba y ese era el pan de todos los días, pero habían pasado años
desde que se habían casado y eso le resultaba más familiar que ajeno. Sus pasos
ligeros, casi mudos, no perturban la concentración de un hombre que no pasaba
los 28 años, de complexión delgada y alta, con los cabellos ligeramente
alborotados y aura imperturbable, en cambio, la mujer que se le acercaba,
castaña, de estatura menor que la de él, emanaba un aura paciente, como la que
tienen las personas que son capaces de pasar horas al lado de alguien,
dispuestas a ayudar
Linda.
Nel, vuelve a la cama
Nel.
Lo siento cariño, tengo mucho trabajo
Linda.
Vamos, mañana puedes continuar
Nel.
Lo sé, es solo que estoy muy interesado en éste proyecto, lo entiendes ¿verdad?
Después
de un largo suspiro que denotaba más comprensión que cansancio, la mujer se
acerca al respaldo de la silla del hombre y le da un tierno abrazo
Linda.
Si no lo comprendiera no estaría aquí
Nel.
Gracias cariño
Linda.
Bien, te veo en unas horas
Nel.
Está bien, descansa
Después
de darle un beso en la mejilla, la mujer se aleja de su esposo y regresa a la
cama, de nuevo él vuelve a concentrarse en su trabajo, hacía un par de días que
había comenzado a trabajar en ese proyecto y había puesto todas sus esperanzas
en él, estaba convencido de que en el área recientemente explorada, se hallaban
importantes yacimientos de petróleo no encontrados antes…
Al
despertar lo primero que resintió fue no tener el delgado y hermoso cuerpo de
Duo sobre el suyo, él ya no estaba desnudo, encima de su cuerpo tenía una
sábana que le cubría, se talló un par de veces los ojos antes de levantarse del
sillón y alcanzarse su ropa interior para colocársela, sin nada más puesto
caminó hacia la gran ventana que se encontraba al fondo de la sala de su
departamento, la cortina estaba cerrada, pero se movía de tal forma que era
fácil adivinar que el vidrio se encontraba recorrido, Richard camina hacia allá
y como bien sospechaba, Duo estaba recargado en la balcón, mirando hacia el
frente, vestía solo con un pantalón, y el viento le movía su cabello suelto,
haciendo ver su semblante aún más lindo, con ternura el abogado se acerca al
chico y lo abraza con afecto por la espalda, depositando un suave beso sobre el
hombro blanco
Richard.
Buenos días
Duo.
Buenos días
Casi
imperturbable, el ex trenzado cierra sus ojos unos instantes y ambos se quedan
quietos en esa posición hasta que Richard se suelta y se coloca justo al lado
del ex guitarrista, Duo continuaba mirando hacia el frente y estaba tan serio
que el abogado rogaba porque eso no significara que el chico estaba arrepentido
de lo sucedido entre ellos la noche anterior, sin embargo, Richard es incapaz
de expresar sus dudas, después de unos momentos el chico lo mira y le sonríe
Duo.
¿Tienes hambre? Soy pésimo, pero puedo preparar algo
Richard.
No te preocupes, pedimos algo
Duo.
Está bien
Richard.
Duo…
El
ex trenzado, que tras la propuesta de pedir comida preparada se había vuelto a
mirar al frente, voltea cuando Richard le llama, mirándolo a los ojos,
esperando que el hombre le dijera algo
Richard.
¿Estás seguro de esto?
Duo.
No te entiendo
Richard.
Mejor dicho ¿Estás preparado para esto?
Duo.
Richard ¿Por qué me preguntas eso?
Richard.
Yo no quiero que estés inseguro, que yo no pueda llenarte y…
Sin
esperar a que continuara con la lista de las decepciones que podía llevarse a
su lado, el ex trenzado se acerca súbitamente y lo hace callar con un beso, el
abogado se sorprende por la acción y cuando Duo se separa lo mira perplejo, el
ojivioleta en cambio le miraba fijamente, con un poco de dureza
Duo.
La cárcel me enseñó a no ser nunca una marioneta, si no quisiera no estaría aquí,
si no estuviera seguro de que quiero continuar no estaría aquí, si no quisiera
estar a tu lado, tu compañía, no estaría aquí… no te quisiera mentir, anoche yo
estaba muy vulnerable y tal vez adelanté las cosas, yo me apresuré, pero no fue
nada forzado, nada que no quisiera hacer, yo no me arrepiento de anoche ¿y tú?
Richard.
Es obvio que no
Ahora
Richard es el que tiene el arrebato de acercarse a Duo, colocando sus labios
sobre los del chico, el ex trenzado miraba el rostro de su abogado mientras le
besaba y él le contestaba, poco a poco los cierra y rodea con sus manos el
cuello del hombre, fundiéndose en otro beso más, Duo no sabía cuántos le
esperaban al lado del abogado, pero sin duda por el momento era la persona a
quien quería besar…
A
pesar de las horas que llevaba en el Aeropuerto, aún no lograba tomar un vuelo
que lo llevara a New York, había varios que iban hacia allá, sin embargo no
había cupo, todos los asientos habían sido reservados en días anteriores,
estaba desesperado, sin embargo cuando intenta desistir, un hombre que no se
veía muy mayor se acerca a él con la confianza de alguien que le conociera de
años, le sonreía ampliamente, a Quatre le parece muy extraño, sin embargo, se
da cuenta que se dirigía a él y decide escucharlo, mirándolo fijamente, el
hombre no aparta su sonrisa y estira un talonario hacia el rubio, Quatre lo
mira sin entender
"Mi
hijo viajaría conmigo pero no podrá tomar el vuelo, hace rato te vi preguntando
en varias aerolíneas"
Quatre.
¿Y entonces…?
"Quiero
venderte el boleto ¿no es obvio? Es un vuelo nacional, no habrá problema"
Quatre.
¿En serio? Muchas gracias
Muy
contento, el rubio se abalanza sobre el hombre, dándole un abrazo, pero al
darse cuenta de lo atrevido que ha sido se separa rápidamente, sonrojándose por
completo, el hombre solo ríe y después de que Quatre se disculpa, los dos se
dirigen hacia la encargada de los boletos de la aerolínea y le informan del
cambio, el vuelo saldría en una hora, y como si se tratara de antiguos
conocidos, el hombre y Quatre comienzan a conversar…
En
casa del ex baterista, Catherine se encontraba ayudando a levantar algunas
cosas de la mesa cuando se escucha el timbre de la puerta, una de las chicas
del servicio intenta ir a abrir pero la pelirroja le detiene, indicándole que
será ella quien abra, después de todo lo que más deseaba era seguir caminando
como parte de su rehabilitación, al abrir la puerta se encuentra con la
agradable sorpresa de la visita de Irea a quien la recibe con un beso en la
mejilla, pidiéndole que pase, la rubia acata y entra contenta, Catherine pide
un par de cafés a la chica de la servidumbre y las amigas se dirigen a la sala
Irea.
¿Y bien? ¿Hay noticias interesantes?
Catherine.
Nada, lo mismo de siempre, Trowa triste, Wufei triste, la prensa acosándonos
Irea.
Ya veo, es terrible
Catherine.
Bueno, no todo está tan mal
Irea.
¿Por qué lo dices?
Catherine.
Adivina quien la pasó rico anoche
Irea.
¿A qué te refieres?
Catherine.
Duo no vino a dormir
Irea.
¿En serio?
Catherine.
Sí, parece que lo de Richard es en serio, creí que le costaría más trabajo
La
pelirroja no puede ocultar su rostro de tristeza, ella comprendía muy bien por
lo que el chico había pasado, ella también había perdido al amor de su vida,
solo que ella aún seguía en el hoyo, aunque nadie la veía, había noches en que
aún lloraba, pero Irea lo sabía, ella podía sentir al igual que su hermano los
sentimientos de los demás, sobretodo tratándose de la persona amada. La mano de
la rubia se posa sobre la barbilla de Catherine y le mira fijamente, haciéndola
sonrojar
Irea.
Tal vez aún no lo supera del todo, pero Duo quiere continuar
Catherine.
Eso lo comprendo, pero es duro
Irea.
Lo es… pero para poder sobrellevar la vida después de una pérdida así, es mejor
intentarlo ¿no crees?
Catherine.
Irea…
Irea.
Catherine, yo aún te sigo esperando
Apenada
por aquella declaración, Catherine hace su cabeza hacia atrás y aparta la
mirada, Irea comprende y baja su mano, sintiéndose triste
Irea.
Creo que… mejor me voy
La
hermana de Trowa no responde al comentario, realmente le incomodaba que su
amiga le dijera esas palabras, pero no porque ella no le gustase, era porque
tenía miedo, de volver a amar, de volver a llorar, de volver a perder, era un
miedo que le atacaba día y noche, su mente no podía pensar en otra cosa que no
fuera el sufrimiento por el que había pasado, cuando se había enterado de la
traición de Chris, de cuando había visto la cruel imagen de una bolsa negra
sacada de un hoyo cavado en la tierra a las afueras de la ciudad con el cuerpo
destajado de la persona a quien más había amado, no podía despejar el insolente
pensamiento de que si aceptaba a Irea, iba a volver a perder un amor, de que
iba a volver a sufrir, de que posiblemente le haría daño a la rubia con la
oscuridad que habitaba en su corazón.
Por
eso era mejor dejarla ir. Irea se levanta del sillón y sin aceptar que una
chica de la servidumbre la acompañara hasta la salida, se va. Apenas lo hace,
Trowa se apresura a bajar las escaleras desde donde había visto la escena,
Catherine le mira llegar y sorprendida lo examina
Trowa.
¡Tonta!
Catherine.
¿Por qué me dices tonta?
Trowa.
¿Vas a dejar las cosas así? Irea se va después de decirte su pensamiento ¿y tú
la dejas ir?
Catherine.
Pero hermano, compréndeme
Trowa.
Tú me lo dijiste muchas veces, también hablaste con Quatre ¿pero no eres capaz
de aplicarlo en ti? Estás dejando ir una oportunidad única
Catherine.
Pero es que…
Trowa.
No hay excusa… piensa en Chris
Enseguida
las piernas de Catherine se sienten flaquear a pesar de encontrarse sentada, la
sola mención de aquel nombre que era sagrado para ella le hacía sentir que el
mundo se derrumbaba sobre ella
Trowa.
A pesar de su engaño ella te amaba, piensa en cuanto le duele que estés así
Catherine.
Yo… no sé qué debo hacer
Trowa.
Si lo sabes
Desviando
su mirada de la verde de su hermano, Catherine comienza a pensar en las
palabras del chico, sabía que Trowa tenía la razón, en Duo tenía un ejemplo,
incluso en Wufei, aunque no le conocía también en Noin, los tres habían perdido
a sus grandes amores en situaciones trágicas igual que ella, pero solo ella se
estaba hundiendo en un infierno interior, el ex trenzado había pasado días
realmente terribles e incluso había intentado quitarse la vida, ella en cambio,
aunque solo había llorado casi al borde de la locura, ahora era capaz de
sonreír, de reír también, pero solo ella sabía completamente que estaba muerta
en vida, solo ella conocía la magnitud de su dolor, tal vez no era ni menor ni
mayor que el de los otros tres, pero si era diferente y sabía que si continuaba
así terminaría matándole. Trowa se acerca a ella y le besa la frente, mirándola
con ternura
Trowa.
No la hagas esperar
Catherine.
Hermano…
Trowa.
Sé cómo se siente ella, porque yo también espero que él regrese
Catherine.
Quatre…
Trowa.
Así es
Secándose
las lágrimas que había salido de sus ojos en esos momentos, la pelirroja se
pone de pie con la ayuda de su andadera y camina hacia la puerta sin mirar a su
hermano, Trowa la observa con orgullo y una sonrisa dibujada en el rostro, ve
como la puerta se cierra al salir ella y respira profundo, sintiéndose
contento… Cuando la pelirroja sale de la casa había aún algunos periodistas que
esperaban impacientes porque alguien de la casa les respondiera algunas
preguntas, sin embargo la chica les ignoraba por completo, dentro de su
horizonte solo estaba la silueta de Irea caminando tranquilamente sobre la
acera
Catherine.
¡Irea!
A
unos cuantos metros de ella estaba la rubia, sin embargo no había alcanzado a
oírla, aun así, un pequeño golpe en el pecho le hace comprender que tiene que
voltear, llevándose una sorpresa cuando ve a su amiga ahí, dirigiéndose hacia
ella, la rubia estaba sorprendida pero sonreía, mientras a los lejos se oían
los sonidos de cámaras haciendo algunas tomas, faltando solo tres metros para
alcanzarla, Catherine deja la andadera y camina lo que falta hacia Irea, casi
cayéndose al llegar, sin embargo la rubia la sostiene con firmeza, sonriendo
ampliamente, ambas se miran profundo a los ojos y la hermana de Quatre le ayuda
a ponerse de pie
Catherine.
Perdóname
Irea.
¿Por qué?
Catherine.
Por hacerte esperar
Irea.
Tonta
Sosteniendo
sus brazos aún con firmeza, Irea se agacha levemente ya que no tenían estaturas
tan dispares y ambas se funden en un tierno beso, los de la prensa no tardan en
comenzar a hacer fotos y filmaciones, haciendo exclamaciones de sorpresa, pero
a ninguna de ellas le importaba, esos tontos formaban parte de un mundo que no
les importaba.
Al
separarse se sonríen e Irea ayuda a Catherine a acercarse a su andadera, aun
ignorando a la prensa se dirigen a la casa de los hermanos, pues seguro ahí
podían hablar todo lo que tenían que hablar, porque Catherine debía ser sincera
con Irea, debía decirle que aunque no la amaba estaba dispuesta a estar a su
lado, porque le gustaba y de ello podía surgir algo realmente hermoso. La
pelirroja aún tenía algunas dudas y muchos temores, pero estaba segura que con
el tiempo estos se irían disipando…
Como
siempre, como cada día, Wufei estaba al lado de Sally, cuidándola, velando por
su bienestar, de vez en cuando se iba a casa de Trowa a tomar un baño, comía
poco y dormía aún menos, el ojiverde le hablaba más fluido que días atrás, sin
embargo él sabía que su ex compañero aún estaba resentido con él y no le
culpaba. Esa mañana la ex tecladista despierta mostrándose muy agotada, como si
hubiera hecho más ejercicio del que podía hacer, Wufei nota ese detalle, cada
día Sally se veía peor y sabía que eso no era nada bueno para el bebé, los
doctores aún no determinaban la causa, solo veían que poco a poco la mujer se
consumía, y el ex guitarrista pasaba horas atormentándose, preguntándose si esa
situación iba a cambiar.
Sin
embargo frente a su amiga se mostraba normal, quería tranquilizarla, pero no la
engañaba, ella veía el rostro de los doctores cuando le revisaban, veía sus
caras largas y ese imperceptible negar con la cabeza, además no se podía
engañar a sí misma, se sentía débil, sin ganas, aun así mostraba una sonrisa al
ver a Wufei ahí, al pendiente de ella y del hijo de los dos. Pero ese día era
distinto, Sally sentía un mal presagio, quizás ya no le quedaban muchos días,
afortunadamente aún sentía a su bebé patear, seguramente él aún estaba bien y
eso la hacía feliz. Difícilmente la chica voltea a ver a Wufei, cuya cabeza
hacia el frente y los brazos cruzados le indican que estaba por quedarse
dormido
Sally.
Wufei…
Wufei.
¿Qué sucede? ¿Estás bien?
Como
si le hubieran echado un balde de agua fría, Wufei da un pequeño salto y se
acerca enseguida a la cama, Sally no se veía bien, se veía terriblemente mal,
sus ojeras a más no poder y los brazos reposados sobre la cama como si pesaran
igual que el plomo, le miraba con los ojos perdidos y estaba muy pálida, Wufei
siente que su corazón se destruye al verla en tan deplorable estado, y sabía que
de no ser por el cuidado de los doctores, las vitaminas y demás, el bebé
seguramente habría muerto hace tiempo
Sally.
No puedo más, debo decirte algo
Wufei.
¿De qué hablas?
Sally.
Debes perdonarme
Wufei.
¿Por qué? No entiendo
Sally.
Porque te… mentí
Wufei.
¿De qué me mentiste?
Sally.
Wufei, me voy a morir, puedo sentirlo
Wufei.
¡No digas tonterías!
Casi
al punto de las lágrimas, Sally se queda completamente callada, sintiendo un
agudo dolor abajo del pecho, antes de que pueda decir algo, comienza a vomitar
sangre, asustado Wufei se levanta del costado de la cama y corre hacia la
puerta, pidiendo ayuda a gritos
Wufei.
Ya no hables, tranquilízate
Sally.
No es tuyo…
Wufei.
¿Qué dices?
Sally.
No eres… el padre
En
ese momento, toda la sangre del cuerpo de Wufei se sintió caer a sus pies, no
podía creer lo que estaba oyendo de labios de su amiga, de la única persona en
la que había confiado ciegamente siempre, pero cuando intenta decir algo más,
la enfermera encargada entra en la habitación y apresurada se acerca a la
mujer, enseguida entra un doctor y la comienza a revisar, Wufei aún estaba
absorto, mirando a Sally fijamente, no sabía si sentía rabia o tristeza, estaba
confundido. Las miradas que intercambian la enfermera y el doctor son
inquietantes, sin embargo Wufei y Sally se miraban fijamente
Wufei.
Es mentira… tu no… jugarías así conmigo
Sally.
Esa semana yo… estuve con otros… porque te quería comprometer conmigo
Al
oír aquella confesión ajena, el doctor y la enfermera vuelven a intercambiar
miradas, en cambio las de Sally y Wufei no se habían apartado un solo momento,
los empleados del hospital continuaban revisando a la paciente, Wufei da un
paso hacia atrás con la mirada sombría, mirando los ojos de Sally, después
mirando su vientre, aún trataba de asimilar todas aquellas palabras, sentía
ganas de gritar, de huir, en esos momentos no sabía que debía de hacer, si
pudiera ahorcaría a Sally en ese mismo instante, pero ella estaba muy enferma y
en sus ojos rendidos podía verse la culpa, pero a él no le importaba, estaba
molesto, demasiado
Sally.
Lo hice por amor
Wufei.
Cállate
Aún
no sabía qué hacer, estaba paralizado, solo sabía que no quería seguir
escuchándola. De pronto, al compás del sonido de la máquina conectada a sus
signos vitales, los ojos de Sally se ponen en blanco y enseguida el doctor pide
ayuda ante la situación de emergencia, las pupilas de Wufei se dilatan
ampliamente ante lo que veía, más que nunca estaba odiando a la persona frente
a él que estaba por morir, mientras el doctor y la enfermera le auxiliaban,
Wufei se acerca a la camilla
Wufei.
¡Es mentira! ¿Me oíste?
Doctor.
¡Saquen a éste hombre!
Los
gritos del ex guitarrista llegan hasta el pasillo y dos enfermeros entran en la
habitación donde un furioso Wufei intentaba acercarse a la camilla, al ser
sostenido por los brazos comienza a patalear
Wufei.
¡No me digas que no soy su padre!
Enfermero.
Deje de gritar
Wufei.
¡Suéltame!... ¿Me oíste Sally? ¡No me digas que no soy su padre… porque aún no
nace y ya lo amo!
A
pesar de sus esfuerzos, Wufei no logra permanecer dentro de la habitación, los
enfermeros lo llevan hasta donde ya no perturbe el lugar, ahí lo sueltan y el
chino derrotado se tira de rodillas al suelo, comenzando a golpearlo con
fuerza, comenzando a sangrar sus nudillos y después grita encolerizado, los
hombres le miraban y sentían lástima, habían oído aquel grito desesperado, el
de un hombre que había sido engañado, comprendiendo eso deciden dejarlo solo,
Wufei no intenta ni siquiera un poco evitar llorar, de rabia más que de
tristeza, porque no le importaba si Sally decía que se había metido con otros,
él era el padre de ese bebé…
Tras
el largo vuelo desde un alejado lugar, Tom y Sylvia llegan a New York, ambos
cansados por el viaje, sin embargo la chica estaba más que deseosa por llegar a
casa y contarle a su padre todo antes de ir a la policía, sin embargo cuando
están en el aeropuerto, al acercarse a la salida, la periodista ve en un kiosco
donde en varios periódicos locales se encuentra en la plana principal la noticia
que tenía conmocionados a todos, el juicio contra Dermail, uno de los más
grandes defraudadores de los últimos tiempos, la chica estaba pasmada ante la
página principal de uno de los tantos periódicos con la noticia, Tom nota el
rezago y se acerca a ella
Sylvia.
Tom, ¿podemos comprar éste?
Haciendo
cuentas mentales, el chico saca después un billete de 20 dólares y lo entrega
al encargado del kiosco, el hombre le devuelve el cambio de su dinero, la chica
agarra enseguida el periódico y se apresura a sentarse en el primer asiento que
encuentra, abre enseguida la página especificada y Tom se sienta a su lado,
posando los ojos sobre la noticia que la mujer leía bastante interesada. Todos
los sucesos recientes, incluyendo la desaparición de Dorothy estaban ahí,
Sylvia estaba más que sorprendida, pero aunque todo apuntaba en que ya no sería
útil, sabía que tenía que presentarse, ella sabía algunas cosas que
probablemente las autoridades no sabían, obviamente las noticias no tenían
todos los detalles del juicio y posiblemente había declaraciones o pruebas que
no estaban especificados en la noticia que leía, pero aun así su decisión no
cambiaba, se presentaría al día siguiente en la sesión y diría todo, pero antes
que eso iría a su casa…
Aún
con dinero de sobra para poderse pagar un taxi, Sylvia y Tom llegan a donde la
chica vivía con su padre, sin embargo la casa estaba bajo vigilancia, asustada
se acerca rápidamente pero uno de los policías que la custodiaba le detiene
Policía.
No puede usted estar aquí
Sylvia.
Pero necesito…
Policía.
Ésta zona está bajo vigilancia
Sylvia.
¿Y el hombre que vive ahí?
Policía.
No puedo dar información de ello, por favor váyase
Sylvia.
Pero yo soy su hija
Sorprendido
y a la vez incrédulo, el hombre la mira con desconfianza, después sonríe
burlonamente, seguro que aquella chica había visto algo en las noticias y
quería sacar provecho de algo, por eso no le cree lo que dice
Policía.
Por favor señorita, váyase
Sylvia.
Pero…
Tom.
Discúlpenos, ya nos íbamos
Agarrando
a la chica del brazo la jala hacia él a pesar de que ella intenta resistirse,
estaba muy enojada, con el policía y con el muchacho. Cuando están lejos del
hombre, Tom suelta a Sylvia y se enfrenta a su mirada de reproche
Sylvia.
¿Pero qué te sucede?
Tom.
Ese hombre no te va hacer caso, busquemos otra forma
Sylvia.
Ti… tienes razón ¡Le hablaré a su celular!
Para
mala suerte de la chica, el celular de su padre había sido inhabilitado para
usarse por seguridad, así que ella es incapaz de comunicarse con él, estaba
enojada y sabía que pronto se desesperaría, pero no se rendiría tan fácilmente.
Por eso le propone a Tom que utilicen lo que les queda de dinero para comer en
un lugar barato y se hospeden en uno de iguales condiciones, después de todo
era poco lo que podían hacer por ese día…
Derrotado
y después de descargar su coraje, Wufei vuelve para ver cómo se encontraba
Sally, pero con la noticia que se topa se queda completamente mudo, con un aíre
sombrío el doctor se había acercado a él y le había informado que la chica había
entrado en coma, pero que sin embargo los signos vitales y todo lo relacionado
con el bebe se encontraba bien, el ex guitarrista se lamenta que las cosas
hayan resultado de ese modo, sobre todo por aquellos años en que Sally y él
habían sido los mejores amigos.
El
doctor encargado permite a Wufei entrar a ver a la ex tecladista, no sin antes
que él le haya prometido que no se violentará de nuevo. El pelinegro se acerca
a paso lento a la cama y ahí cerca se tira de rodillas, tocando difícilmente la
mano inmóvil de la castaña, hundiendo su rostro entre las sábanas, apretando
con fuerza su puño libre, aún dolido grita fuertemente, ahogándose su aullido
entre las frías sábanas. La puerta de la habitación se abre, por ella entra un
Trowa con cara de susto, en el pasillo se había topado con el doctor que se
encargaba de la chica y le había informado de la situación clínica de la mujer,
el ojiverde miraba fijamente la figura frente a él, Sally postrada en la cama y
Wufei atormentado, temblando de pies a cabeza
Trowa.
Wufei…
Inmune
al llamado, el chino permanece en aquella posición, sus nudillos se notaban
blancos por el esfuerzo de apretar su puño, decidido el ex baterista se acerca,
estirando su mano hacia el hombro de su ex compañero, sin embargo no se atreve
a tocarlo, solo continúa mirando la terrible imagen… Minutos después que Trowa
llegara al Hospital a ver a Sally, llega Duo con la misma idea y encontrándose
con la misma mala noticia, también había entrado a la habitación con pesar,
Richard le esperaba afuera de aquel cuarto donde sabía que su presencia no era
necesaria.
El
ex trenzado y Trowa acompañaban en silencio a Wufei, ni siquiera se miraban
entre ellos, estaban atentos a cualquier movimiento que su ex compañero
hiciera, sin embargo el pelinegro continuaba igual, incluso parecía él quien
estaba en coma, no se movía nada salvo el compás de su respiración. Por primera
vez Duo y Trowa intercambian miradas, nada consoladoras, ambos pensaban lo
mismo. Poco después Wufei levanta un poco la cabeza, mirando hacia abajo
Wufei.
Yo soy su papá ¿verdad?
Tanto
Trowa como Duo no comprenden de que habla Wufei, pero el tono de su voz era tan
lúgubre que pesaba como un costal de plomo, nuevamente intercambian miradas de
desconcierto y después vuelven a mirar al chico que aún no se atrevía a mirar
otra cosa que no fuera bajo su nariz, su desconcierto aumenta cuando algunas
lágrimas caen por las mejillas del chico
Duo.
¿De qué hablas?
Wufei.
Tendrá mi apellido, vivirá conmigo… porque nadie como yo espera con ansia su
nacimiento
Aún
ni el ojiverde ni el ojivioleta lograban comprender las palabras de Wufei, el
chino por fin se atreve a tomar bien la mano de Sally, y aun cuando siente que
los labios se le queman le besa la mano, después voltea hacia ellos, sonriendo
amargamente
Wufei.
Sally dijo que no soy el padre
La
sorpresa que la confesión causa en ambos chicos los deja helados, además de que
la mirada perdida y aquella terrible y angustiante sonrisa de Wufei era para
querer sentirse triste solo de verlas, Duo frunce el ceño con tristeza y lento
se acerca al pelinegro, poniéndose también de rodillas le rodea el cuello con
los brazos y cierra sus ojos, mostrando así su solidaridad, Wufei se queda
inmóvil como si no sintiera ningún cuerpo cerca del suyo, solo aprieta un poco
más la mano de quien fuera su mejor amiga, Trowa en cambio se acerca a Wufei, y
como antes no pudo hacerlo, ahora le coloca una mano sobre el hombro y la
aprieta un poco
Trowa.
Claro que eres su padre, nunca lo dudes
Wufei.
Gracias
Recobrando
un poco la vida de sus ojos, Wufei logra sonreír, sintiéndose ahora apoyado y
agradecido con sus ex compañeros. Aunque sin darse cuenta, poco a poco su
corazón comenzaba a secarse ¿Cuánto más le faltaba experimentar y sufrir hasta
caer al pozo de la locura? Porque la vida le había dicho después de muchos
golpes que la felicidad no era para alguien como él…
Otra
noche de arduo trabajo para él, era otra noche sin dormir al lado de la persona
que amaba para ella. Pero esa noche en particular, un ruido fuerte proveniente
del área de trabajo de su esposo la hace ponerse de pie, enseguida sale de la
habitación y se dirige hacia allá, para alivio de sus nervios todo estaba bien,
algo estaba tirado en el suelo y él estaba por recogerlo cuando ve la silueta
de ella
Linda.
¿Qué sucede querido?
Nel.
Nada, regresa a la cama
Linda.
Pero te ves perturbado ¿no estás esforzándote demasiado?
Nel.
No es importante, seguro estoy alucinando un poco
Linda.
¿Por qué lo dices?
Nel.
Una tontería, regresa a la cama
Sin
hacer más preguntas al testarudo de su esposo, la mujer se da media vuelta y
regresa a la habitación, mientras él vuelve su vista de nuevo a las fotografías
digitales en su computadora, sus ojos se entrecerraban debido al cansancio y la
falta de luz natural, pero aun así decidía enfocar mejor
Nel.
Es mejor que lo deje por hoy
Derrotado
por ese día, el hombre se levanta del asiento frente a su escritorio personal y
se dirige a la habitación después de apagar todas las luces, una vez que se
pone el pijama se acuesta al lado de su esposa y antes de susurrarle un buenas
noches, le regala un afectuoso beso en la mejilla, poco después cae presa del
sueño. Al día siguiente esperaba no encontrarse con aquellas bromas de su mente
y poder continuar con su trabajo…
Tanto
Trowa como Duo habían dejado el Hospital después de haberle hecho compañía a
Wufei por más de una hora, en la cual lo habían querido convencer de que tomara
un baño, sin embargo no había querido, su deseo era estar ahí para cuidar a su
bebé, porque era suyo, así tuviera la sangre de quien tuviera, era suyo y de
nadie más. Duo había salido de nuevo con Richard después de cambiarse de ropa
en casa de Trowa, el ojiverde se encontraba solo en la casa además de la
servidumbre, y es que con motivo de su reciente unión, Catherine e Irea habían
salido al cine y a pasear.
En
la comodidad de la sala de televisión, Trowa veía una película cualquiera en el
cable, la verdad es que estaba aburrido, no tenía nada que hacer, antes para
matar esos ratos de ocio recurría al sexo, al alcohol y a las drogas, pero eso
había quedado en el pasado, aunque ahora tenía mucho tiempo libre, realmente
nunca había sido muy culto, así que la pasión por la lectura no era propia de
él, tampoco era afecto a ver películas o televisión, para él no había existido
mejor pasatiempo que la música, las mujeres, el sexo, las drogas y el bendito
alcohol, el mejor compañero que podía pedir en las noches de soledad, pero
ahora su falsa diversión y aquellos terribles vicios eran cosa solo de un
pasado que quería olvidar.
Llevándose
una sorpresa, Trowa escucha como el timbre de la casa suena, aún había
servidumbre así que les deja el trabajo a ellas, seguramente se trataba de otro
periodista que quería pasarse de listo, por eso no le toma importancia, sin embargo
minutos después una chica de la servidumbre entra a la sala de TV, informándole
que le buscaban, pero cuando él pregunta de quién se trata, ella solo responde
que un amigo, Trowa se extraña ya que su círculo de amigos era realmente muy
cerrado, por eso muy curioso se levanta del cómodo sillón y después de
agradecer el aviso se dirige al recibidor, pero lo que ve ahí no le agrada en
absoluto, al instante toda su postura se vuelve a la defensiva, enojado intenta
buscar a la chica para reclamarle pera estaba solo él y aquella persona, con el
ceño fruncido y apretando su mano derecha se acerca
Trowa.
¿Qué haces aquí?
La
sonrisa de burla enfrente de él lo saca de quicio, sumado a aquella mirada con
un aire de malicia, el ojiverde no lo resiste más y se acerca a esa persona,
estando cerca levanta su puño con decisión a golpearlo, sin embargo se resiste,
apretando su puño con más fuerza
Armand.
Tranquilo, no vengo a violarte
Trowa.
¡Vete!
Furioso
por aquella cruel broma, se acerca otra vez y le sujeta con fuerza de la tela
de la camisa a la altura del pecho
Trowa.
Márchate antes de que te lastime
Armand.
Tranquilo lindura, no es necesario practicar el sadomasoquismo
Trowa.
¿Qué quieres?
Armand.
Suéltame y te digo
Con
molestia el ojiverde avienta ligeramente a Armand al soltarlo y no aparta su
mirada furiosa de él, realmente tenía muchas ganas de machacarlo a golpes, pero
suficientes problemas tenía como para hacerle caso a un loco que le provocaba,
Armand se sienta descaradamente en el sillón y le mira con su sonrisa burlona,
cruzando de forma lenta su pierna izquierda sobre la derecha
Armand.
Mira, como ya obtuve tu cuerpo…
Trowa.
¡Ve al grano!
Armand.
No te enojes… bueno, es que ahora mis intereses son otros
Trowa.
¿De qué hablas?
Armand.
De que estoy hasta el cuello y mis padres me han dado la espalda
Trowa.
¿Y a mí qué?
Armand.
¿A ti qué? Pues verás, vengo a pedirte dinero
Ahora
quien mostraba una sonrisa burlona era Trowa ¿Qué pretendía Armand? ¿Acaso
realmente creía que él iba a darle dinero así nada más? Sin duda era un loco
Armand.
No sonrías así, mira es simple, no creas que vengo a pedírtelo de la mejor
forma, más bien vengo a ¿Cómo se dice?... ah cierto, vine a extorsionarte
El
rostro de Trowa cambia radicalmente y se endurece, mirando fijamente a Armand,
quien al ver la expresión del ojiverde vuelve a sonreír con triunfo
Trowa.
Idiota
Armand.
No te enojes, mira es simple, me he enterado que últimamente tienes problemas y
escándalos entorno a ti y los tuyos, y pues ¿Quién crees que tiene pruebas
comprometedoras?
Trowa.
Explícate
Armand.
Pongámoslo así… existe alguien cercano a mí que se revolcaba con alguien
cercano a ti ¿entiendes?
Trowa.
Joe…
Armand.
Ay que listo eres, me sorprendes
Trowa.
¿Qué pruebas tienes?
Armand.
Mira…
Del
bolsillo trasero de su pantalón, Armand extrae un sobre amarillo pequeño y lo
avienta sobre la mesa de centro en la sala de espera, Trowa observa al chico
unos momentos antes de tomar el sobre sin abrirlo, después fija su vista en el
sobre y después de abrirlo se lleva una sorpresa cuando ve el contenido, había
fotos de Quatre y Joe teniendo sexo, la ira se apodera de él por la idea del
chantaje y por ver a ese asqueroso hombre tocar a su querido Quatre, Armand
sonríe con sarna al ver que hay efectos favorables en el rostro de Trowa
Armand.
Como podrás ver, la prensa pagaría mucho por estas fotos, sin embargo no me
quiero perder la oportunidad de chantajearte, por eso te las quiero vender a
ti. Eres un tonto si creías que Joe no conservaría unas copias
Trowa
lo mira furioso
Armand.
¿Qué dices?
Trowa.
¿Cuánto quieres?
El
ojiverde ni siquiera lo había pensado dos veces, no dejaría que el asqueroso de
Armand hiciera de Quatre la comidilla de la prensa sensacionalista, el chico
sonríe satisfecho
Armand.
¿Cuánto? Por estas fotos te pediré algo razonable 500,000
Trowa.
No, quiero todas las que tengas, no quiero volverte a ver nunca, véndemelas
todas
Armand.
Pero no sería divertido
Trowa.
¡Dime cuanto! Si no de aquí no sales y llamo a la policía, la extorsión es un
delito
Armand.
Ay que miedo
Trowa.
¡Basta! Decídete de una vez
Armand.
Mmm no sé, esas fotos no son ni la mitad de las que tengo, yo te pediría 4
millones de dólares
Trowa.
No me importa el dinero
Armand.
Que romántico, quiero llorar
Satisfecho
por el trato, Armand se levanta del sillón y agarra de nuevo las fotos que
Trowa había aventado con asco sobre la mesa, sonriendo muy contento
Armand.
¿Cómo le haremos?
Trowa.
Déjame estas y te deposito mañana
Armand.
No lo creo, tanto dinero en un depósito levantará sospechas
Trowa.
¿Entonces qué quieres?
Armand.
¿Qué te parece al estilo Italiano? Acordamos día, hora y lugar, llevas el
dinero en efectivo y yo las fotos
Trowa.
¿Cómo sabré que no tienes más?
Armand.
No lo sabes, así como yo no sabré que realmente me llevarás el dinero, aunque
viendo que eres todo un romántico creo que si lo harás por el niño bonito
Trowa.
Avísame cuando decidas
Armand.
Está bien, me encantó hacer negocios contigo lindura
Trowa.
Lárgate ya
Más
que molesto, Trowa sujeta el brazo de Armand y lo jala con fuerza, dirigiéndolo
hacia la puerta, nadie de la servidumbre estaba cerca así que decide él mismo
cerciorarse de que el chico se irá de su propiedad, abre la gran entrada de
madera y sale junto con Armand, atravesando los jardines antes del gran portón
de hierro, éste se abre con un dispositivo y Trowa sale junto con Armand para
sacarlo definitivamente de ahí, el ojiverde lo tenía aún sostenido por el
brazo, parecía que en la calle no había nadie, sin embargo un ruido como de
algo caer al suelo les llama la atención, volteando enseguida ambos, detrás de
ellos estaba un Quatre bastante sorprendido, había dejado caer su maleta que
sostenía con la mano izquierda, desde su ángulo no se veía que Trowa estaba
aventando a Armand para que se marchara por lo que interpreta mal la escena, el
ojiverde se sorprende bastante de verlo ahí tan pronto e intercambia con él
miradas, en cambio Armand sonríe con malicia y se acerca un poco más a Trowa
mordiéndose el labio inferior
Trowa.
¿Quatre?
Quatre.
Sabía que no podías cambiar
Armand.
No te entristezcas niño lindo, que te consuele que Trowa y yo lo hemos pasado
ardientemente bien
Trowa.
¡No es verdad!
Molesto
el ojiverde avienta con fuerza a Armand, casi haciéndolo caer, Quatre no
entiende que está pasando, pero no le importaba, por eso agarra de nuevo su
maleta y les da la espalda, comenzando a avanzar, Trowa lo sigue sin importarle
lo que haga Armand, él solo quería alcanzar la figura sublime y casi irreal de
Quatre frente a él, cuando logra hacerlo lo sujeta del brazo izquierdo, Quatre
deja de caminar, sin embargo se gira sobre sus talones y sin más le da una
fuerte bofetada a Trowa con la mano derecha
Quatre.
¡Mentiroso!
Trowa.
Quatre escucha…
Sin
dejarlo hablar el rubio le estrella otra bofetada a Trowa con la mano derecha,
dejando ésta vez la mejilla roja por los impactos, con su mano izquierda el
ojiverde se sujeta la mandíbula y la mueve un par de veces a los lados,
desconcertado mira al rubio
Trowa.
Me abofeteaste
Quatre.
Ay no ¿en serio?
Molesto
y mostrándose un tanto caprichoso, Quatre arrebata su mano que Trowa le
sujetaba y hace uso de la maleta para darle un golpe a Trowa en el costado,
esto hace al ex baterista desestabilizarse y eso Quatre lo aprovecha para
acelerar el paso y alejarse de él, mientras Armand reía divertido
Trowa.
Espera te digo
Repuesto
ya del último golpe, Trowa acelera el paso hacia Quatre y lo alcanza, volviendo
a sujetarle el brazo izquierdo con la mano derecha, pero cuando el rubio
intenta repetir la técnica de la bofetada con la mano dispuesta, el ojiverde le
sostiene la mano agarrando la muñeca y mirándole fijamente a los ojos, Quatre
estaba sorprendido de que le hubieran detenido el golpe
Trowa.
Uno, estas malinterpretando las cosas, Dos, necesitamos hablar, y Tres, no dejaré
que andes por ahí solo porque está oscureciendo
Quatre.
Suéltame por favor
Trowa.
No
Quatre.
Trowa
Trowa.
No, ya dije
Quatre.
Déjame
Intentando
poner resistencia, Quatre se mueve bruscamente hacia atrás, Trowa se da cuenta
que así no llegarán a ninguna parte y lo jala con más fuerza, por inercia
Quatre se estrella contra el pecho de Trowa, sintiendo todo el calor de su
cuerpo, ambos se miran a los ojos, Trowa dirige su mano hacia la maleta de
Quatre y la tira al suelo
Quatre.
Pero que…
Sin
previo aviso y tomándolo por sorpresa, Trowa sujeta la espalda del rubio y
agachándose un poco lo levanta con fuerza, colocándoselo sobre el hombro como
si fuera un costal de papas, el rubio no tarda en comenzar a patalear, estaba
sonrojado y nervioso
Quatre.
¡Trowa estás loco!
Trowa.
No hagas escándalo
Quatre.
Bájame por favor
Trowa.
No
Como
si solo existieran ellos dos, Armand es ignorado completamente, mientras Trowa
se encamina de nuevo hacia la gran casa y Quatre lucha porque lo baje,
pataleando y gritando como si lo estuvieran secuestrando, aunque realmente ese
era un secuestro, en cambio el ojiverde estaba satisfecho, estaba seguro de que
solo así el rubio era capaz de entender. Armand los mira con enojo cuando se
marchan, para él había sido una gran noticia que el rubio se hubiera ido con
Joe, pero todo había salido patas para arriba y su plan había cambiado
radicalmente...
Las
dos chicas de la servidumbre que estaban por irse se sonrojan al ver la escena,
Trowa entraba a la casa con un Quatre pataleando arriba de su hombro, las
chicas se sonrojan, por la expresión tranquila de Trowa se notaba que el chico
lo tenía todo bajo control, pero por el sonrojo de Quatre y su falsa lucha por
ser soltado se notaba que aquello por lo que luchaba realmente lo estaba disfrutando.
Ambas se marchan sin despedirse y tras él Trowa cierra la puerta
Quatre.
Ya no seas ridículo, bájame
Sin
decir nada Trowa sigue avanzando hacia la sala de televisión, el aparato aún
estaba encendido, el ex baterista se acerca al amplio sillón frente al
electrónico y avienta a Quatre sobre él, no de forma brusca pero tampoco suave,
el rubio lo mira molesto, Trowa apaga por fin la televisión y se coloca frente
al chico, cruzándose de brazos y mirándole fijamente
Trowa.
No pienses mal
Quatre.
¿Crees que me importa? Hazlo con quien quieras
Trowa.
Yo solo quiero hacerlo contigo
El
rostro blanco del rubio se tiñe de rojo por completo y desvía su mirada,
mientras en su corazón gritaba una y mil veces que él pensaba lo mismo, pero en
ese momento pesaba más su orgullo que alguna otra cosa
Quatre.
No digas tonterías… ¿Dónde está Irea?
Trowa.
Salió con mi hermana, ahora son pareja
Quatre.
¿Qué dices?
Muy
sorprendido el rubio abre ampliamente sus ojos, no le costaba mucho trabajo
pensar en que eso algún día sucedería, pero no se lo esperaba tan pronto. Unos
momentos se quedan sin palabras, Quatre pierde su mirada en la de Trowa y
vuelve a sonrojarse, desviándola de nuevo
Trowa.
¿Por qué volviste tan pronto?
Quatre
recordaba todas y cada una de las palabras habladas con Dave, pero la escena
que lo había recibido después de que se había decidido intentarlo de nuevo con
el ojiverde le había hecho sentir incómodo e inquieto
Quatre.
Quería ver a Duo
Trowa.
Mentira
Quatre.
Es la verdad
Trowa.
¿Y por qué cuando viste a Armand conmigo te querías ir? Si el motivo de tu
regreso era Duo lo que viste no debía tener importancia ¿o sí?
Al
hallarse descubierto Quatre vuelve a evitar la mirada de su ex compañero, Trowa
sonríe ligeramente ante el silencio el cual le decía mucho más que las palabras
Trowa.
¿Cómo se supone que me debo acercar a ti?
Quatre.
¿Qué?
Trowa.
Me odiaste por todo lo que te hice, pero cuando intenté ser dulce también me
rechazaste ¿Qué quieres de mí?
Quatre.
No quiero nada, tampoco espero nada de ti
Trowa.
Mientes de nuevo
La
tensión era demasiada, las miradas, las palabras, el cuerpo casi perfecto
frente a él, las insinuaciones, las directas, Quatre se sentía sofocado, sin
embargo a la vez un sentimiento cálido le inundaba el corazón, sabía que provenía
de Trowa y del propio, sin embargo se queda mudo
Quatre.
No lo sé
Trowa.
Quatre ¿aún me amas?
Los
ojos del rubio se abren ampliamente ante aquella pregunta y su corazón se
acelera desmesuradamente, no se esperaba ese tipo de cuestionamiento, y aunque
la respuesta era un simple Si, para él resultaba mucho más complicada
Quatre.
¿Necesitas saberlo para inflar tu ego?
Sintiéndose
cansado solo de oír esa pregunta, Trowa suspira y separa sus brazos, se coloca
de cuclillas ante un sorprendido Quatre y apoyándose con una mano en el sillón
le mira fijamente, el rubio se pone nervioso, sin embargo permanece quieto
mirándole
Trowa.
Solo necesito oír de tus labios si me amas o no, porque yo te amo realmente
Quatre.
Yo…
Trowa.
¿Tan difícil es?
Apretando
fuertemente sus labios, el rubio reúne todas las fuerzas para responder a esa
pregunta, Trowa no dejaba de mirarle tan profundamente, tanto que él mismo
sentía que se perdería en un hermoso abismo color verde esmeralda. Así pasan
escasos segundos y Quatre está por contestar aquella pregunta con la respuesta
que el ex baterista quiere oír, cuando es interrumpido por una conocida voz
proveniente de la entrada
Duo.
¡Ya volví!
Tan
concentrados estaban ambos en la mirada del otro que se sobresaltan cuando
escuchan la voz del ex trenzado, Trowa se molesta un poco, sin embargo recobra
su postura y se pone de pie, al ver Duo que hay luces provenientes de la sala
de televisión se acerca a ésta y entra, llevándose una sorpresa cuando ve una
conocida cabeza rubia que le daba la espalda
Duo.
¿Quatre?... ay perdón, estaban…
Quatre.
¡Duo!
Como
si la escena anterior no hubiese sido tan tensa como la había sentido, Quatre
se levanta rápido y con una felicidad que solo sentía a medias, se acerca a su
amigo y le da un entusiasta abrazo que lo hace trastabillar, Duo sonríe apenado
y contesta el abrazo, al separarse el rubio miraba a su amigo de pies a cabeza
Quatre.
Te ves mejor
Duo.
¿Lo crees? Gracias
Quatre.
¿Cómo te sienta la libertad?
Duo.
Bien, aunque aún estoy bajo vigilancia
Quatre.
No entiendo
Duo.
Tengo una orden de restricción, no puedo salir del país ni estar a menos de
diez metros de centros nocturnos
Quatre.
No entiendo
Duo.
Erick está muerto Quatre, mientras no haya más testigos no se podrá concluir el
trámite, necesito más testigos… pero no hablemos de eso
Quatre.
Tienes razón, tenemos mucho de qué hablar
Aunque
al ex trenzado le hacía feliz la idea de que ambos conversaran, había entendido
que había llegado en mal momento, así que le dirige una mirada inquietante a
Trowa, el ojiverde camina hacia ellos y al estar cerca le coloca una mano a
Quatre en el hombro
Trowa.
Hablamos luego
Quatre.
Sí
Sin
decir más el ojiverde se aleja, en ese lapso él y Duo se quedan quietos y
callados, pero cuando el rubio se asegura que el ex baterista se ha ido, coloca
ambas manos en los hombros de Duo y agacha la cabeza, el chico lo mira sin
entender
Quatre.
Me muero
Duo.
¿Por qué?
Quatre.
Lo amo y soy incapaz de decírselo
Duo.
No entiendo
Quatre.
Olvídalo, cuéntame de ti
Duo.
Si, vamos
Agarrando
a Quatre por la muñeca lo jala hacia él y salen de la sala de televisión,
tenían muchas cosas de que hablar y que mejor que comenzara él, ya que por lo
visto Quatre no tenía muchos deseos de hablar. Cuando pasan por el recibidor,
ven a Trowa de espalda a ellos llamando por su teléfono celular y al parecer no
se había percatado de su presencia
Trowa.
Sí, él no es muy inteligente ¿sabes?... por eso quise llamarte primero a ti…
las fotos son de Quatre y un tal Joe, bastante comprometedoras… 4 millones de
dólares
Al
oír aquella pequeña charla en la cual solo oían al ojiverde, Quatre siente que
se le revuelve por completo el estómago, Trowa estaba haciendo tratos con
alguien para venderle unas fotos que él bien había visto de que se trataban, Duo
le mira de reojo y poco a poco le suelta la muñeca, estaba casi tan sorprendido
como el rubio, el cual miraba con ojos desconcertados a Trowa
Trowa.
Gracias Richard, te llamo cuando me contacte de nuevo, adiós
Al
oír el nombre de su nuevo novio, Duo también se sorprende y siente una punzada
en el estómago, no sabía exactamente de qué iban las fotos pero seguro no eran
nada decentes. El ojiverde cuelga el teléfono y ve frente a él dos pares de
miradas molestas
Trowa.
¿Qué pasa?
Quatre.
¿Cómo te atreves?
Para
que no extrañara la sensación de una bofetada, Quatre le regala a Trowa la
tercera del día, desconcertándolo por completo, el ojiverde se agarra la
mejilla y le mira sin entender
Quatre.
Eres un cochino
Trowa.
¿De qué me hablas?
Duo.
Explícate Trowa
Trowa.
¿De qué?
Duo.
¿Qué le estas vendiendo a Richard?
Trowa.
¿Vendiendo?
Ahora
el ojiverde comienza a hilar todo el asunto y cuando lo entiende del todo se
suelta a reír como hace tiempo no lo hacía, Duo y Quatre se miran unos momentos
antes de volver su vista hacia el ex baterista
Trowa.
No le estoy vendiendo nada, la verdad es que Armand vino a intentar
chantajearme con unas fotos tuyas y de Joe
Quatre.
¿Qué dices?
Trowa.
Por eso ese sujeto estaba aquí. Decidí seguirle el juego, pero cuando lo vea para
el intercambio llevaré a la policía
Quatre.
Ese maldito…
Duo
no entendía muy bien porque no había visto a Armand ese día ni estaba al tanto
de algunas fotos o algo por el estilo, sin embargo se sentía aliviado de que se
tratara de eso y no de que Richard era un maniático que compraba fotos raras.
Después de unos momentos de silencio, Quatre recuerda un fragmento de la
conversación y se sorprende, enfatizando su mirada en Trowa
Quatre.
¿Te pidió 4 millones?
Trowa.
Sí
Quatre.
¿Y tú ibas a pagarlos? ¿Por mí?
Trowa.
Eso y más
Por
el silencio que se provocó después, Trowa da por terminada esa conversación y
como sabía que los chicos querían conversar, decide pasarles de lado, Quatre
aún estaba asombrado y para cuando vuelve en sí, el ex baterista ya no se
encontraba ahí, entonces el rubio mira a su amigo ojivioleta y éste le sonríe
Duo.
No hay duda, te ama
Quatre.
Lo sé
Sonriendo
como hace tiempo no lo hacía, Quatre agacha su mirada y sonríe, se sentía un
tanto extraño por la situación, desde la tontería de cargarlo al hombro, de
hablar con él en la sala de televisión, de haberlo oído preguntarle acerca de
su amor por él, del malentendido con la foto y de saber que sería capaz de
pagar 4 millones a cambio de salvarlo de una inminente humillación, todo, absolutamente
todo lo que había sucedido desde su regreso le parecía extraño.
Mientras
iba en el avión, pensaba una y otra vez en cómo sería su encuentro con el
ojiverde, imaginaba que sorpresivamente ambos se verían de nuevo y sin palabras
irían uno hacia el otro y después de un emotivo abrazo se darían un fogoso
beso; también imaginaba que él llamaba a Trowa desde el aeropuerto y el
ojiverde iba a acudir hacia él, entonces al verse de nuevo, ahí en medio de
tanta gente, se darían un apasionado beso sin importarles que les miraran; e
incluso había imaginado que él llegaba a la casa del ojiverde y que al tenerlo
de nuevo frente a él le diría que lo amaba y que los días lejos de él eran un
infierno, entonces Trowa le diría lo mucho que le extraño y se darían un eterno
beso lleno de fuego.
Había
pensado en muchas más, distintas pero con el mismo final, él y Trowa por fin
juntos después de tantas lágrimas, sin embargo, tanto soñar le había mostrado
una extraña realidad y su encuentro había sido completamente distinto a como lo
había imaginado, pero aún tenían una conversación pendiente, esperaba en ella
encontrar uno de los tantos finales que había en su mente…
Su
pensamiento de creer que aquello que había visto la noche anterior era una
ilusión debido al cansancio y la falta de sueño, se ve disipada cuando a la
mañana siguiente se encuentra ante lo mismo en su computadora portátil, las
imágenes de reconocimiento le mostraban algo que en esos momentos le parecía
increíble. De la habitación salía la mujer en bata de dormir mientras
bostezaba, su esposo se encontraba guardando un par de cosas en un maletín,
extrañada la mujer se acerca a él
Linda.
¿Vas algún lado?
Nel.
Si, necesito llevar unas cosas
Linda.
Te ves un poco alterado
Nel.
No es nada, después de cuento, adiós
Linda.
Espera… ¿no comerás nada?
Nel.
En el camino, hasta luego amor
Rápidamente
se acerca a la mujer y le besa los labios, después agarra el maletín y sale
apresurado de la casa, dejándola inquieta por esa actitud… Después de veinte
minutos de ligero tráfico entre su casa y el estudio donde trabajaba, Nel baja
de su automóvil y se dirige a su lugar, no pasan muchos minutos antes de que un
hombre se acerque a él, más bajito de estatura que Nel, cabello rubio ondulado
y ojos tranquilos de color azul, sonriendo se acerca, colocándole una mano
sobre el hombro
Peter.
No te ves bien ¿pasaste mala noche?
Nel.
No exactamente pero hay algo que tienes que ver
Peter.
Enséñamelo
Enseguida
Nel abre su computadora portátil y la prende, momentos después abre una carpeta
y reproduce un programa especial de la compañía, hace aparecer una pantalla y
en ella muestra una imagen casi de la extensión de la pantalla de su
computadora
Nel.
Observa esto
Dando
un par de clicks en algunos botones del programa, la imagen se extiende y
entonces comienza a acercarla, acomodando el contraste, el brillo y el color de
tal modo que la imagen no se distorsione por el acercamiento, Peter se acerca
con interés cuando la imagen cada vez va haciendo un acercamiento mayor,
llevándose al igual que Nel una sorpresa. Debido a la distancia en la que se
había tomado la fotografía, era difícil ver claramente al 100 por ciento todo,
pero se alcanzaba a notar que en una superficie de tierra sobre el mar había
dos hombres, no se veían con gran definición, pero sin duda eran dos hombres,
enseguida Peter retrocede un poco, mirando fijamente la imagen, Nel, que ya no
podía seguir acercando la fotografía, se gira en la silla para mirar a su
compañero, el hombre sonreía
Nel.
¿Te das cuenta?
Peter.
Increíble
Nel.
¿Qué hacemos?
Peter.
¿Cómo qué? Llamar a la policía, que se yo
Nel.
Sí, aunque no podemos frenar nuestra investigación
Peter.
Tienes razón, si no nos hacen caso desistiremos, no podemos perder tiempo
Nel.
Sí, hoy mismo doy parte
Peter.
Es impresionante, de verdad
Nuevamente
ambos miran la foto con interés, les resultaba sorpresivo que hubieran tenido
que presenciar algo así, era como en las películas, solo que en éste caso, sus
vidas no eran tan emocionantes como las de los héroes del cine…
Ya
era de noche en New York, Duo y Quatre habían terminado de charlar, cansado el
ex trenzado optaba por darse un baño y después dormir, así que se despide de su
amigo y sube a su habitación. Por su parte el ex bajista decide tomar un poco
de aire, así que se dirige al jardín lateral, ahí se sienta bajo una palma,
doblando las piernas y colocando sus brazos sobre las rodillas, aquella visión
le traía recuerdos del pasado, sonríe al evocar la fiesta cuando habían
celebrado su primer aniversario como The Wings, le parecía que había pasado más
tiempo desde aquella noche, sin embargo no era así, pero en ese tiempo habían
pasado tantas cosas que parecía tratarse de un pasado lejano, incluso le
resultaba extraño que hasta hace unas horas estuviera en California, y ahora
estuviera en New York, de regreso, para afrontarse a todo aquello que odiaba,
para perdonar aquel pasado que evocaba en nubes grises ante sus ojos
Trowa.
Te resfriarás
Al
oír la voz de Trowa atrás de él, Quatre se gira ligeramente y le mira unos momentos
antes de volver a mirar al frente, el ojiverde sin decir nada se sienta a su
lado izquierdo, permaneciendo callados durante unos momentos, Quatre se atreve
a mirar de reojo a su ex compañero y sonríe, la expresión tranquila y seria de
Trowa en esos momentos le hacían ver realmente guapo, el ex baterista nota la
mirada y voltea, mirándose los dos unos momentos
Trowa.
Que nostalgia ¿cierto? Hasta hace unos meses formábamos una banda
Quatre.
Sí
Trowa.
Heero, Duo, Wufei, tú y yo, cuando comenzó todo, ninguno era amigo de nadie
Quatre.
Es verdad
Sintiendo
verdadera nostalgia por aquellos tiempos, Quatre sonríe con tristeza y apoya su
cabeza sobre los brazos que estaban arriba de sus rodillas, suspira y después
se queda callado
Trowa.
Por esos días me eras demasiado indiferente ¿sabes?
Quatre.
Lo sé
Trowa.
Estaba confundido y creí sentir algo por Duo. Estaba convencido de que debía
ser mío porque había fijado mis ojos en él, que tonto ¿verdad?
Quatre.
Bastante
Para
el rubio no era muy agradable escuchar de labios del propio Trowa que Duo le
gustaba, y aunque sabía que algo entre ellos era imposible, no podía evitar
sentir celos
Trowa.
Después apareció Chris y nos encerró en aquel departamento. Yo me sentía feliz
porque podía aprovecharme de Duo ahí, sin embargo todo salió mal y…
Quatre.
Nos acostamos una vez
Trowa.
Sí
Quatre.
Te habías alcoholizado después de vernos a Wufei y a mí
Trowa.
Sí… por primera vez yo estaba celoso
El
rubio se sonroja ante aquella declaración, aunque ya hace tiempo le había quedado
más que claro que eso había sucedido, el ojiverde sonríe un poco y después
voltea hacia Quatre
Trowa.
No fue solo porque estaba celoso que yo no resistí y te tomé
Quatre.
No te entiendo
Trowa.
Yo te había confesado que sentía algo por Duo ¿lo recuerdas?
Quatre.
Sí
Trowa.
El encierro nos había dado la oportunidad de conocernos más, incluso te había
preguntado si ya éramos amigos ¿verdad?
Quatre.
Sí, yo te contesté que sí
Trowa.
Habrás notado que en ese momento yo era amable contigo ¿cierto?
Quatre.
Sí
Trowa.
Y que después cambié
Quatre.
Sí
Trowa.
Cuando yo te confesé lo de Duo, tú me dijiste que me querías ayudar a
conquistarlo
Quatre.
¿Y qué con eso?
Trowa.
Yo me enojé contigo entonces, desde ese día fue que cambié
Quatre.
No entiendo
Trowa.
Quatre, sin darme cuenta comenzabas a gustarme, me molestó el hecho de que
quisieras que Duo y yo estuviéramos juntos. Lo que vi después con Wufei no fue
más que la gota que derramó el vaso
Los
ojos de Quatre se abren de nuevo en aquel día ampliamente por la sorpresa,
aquello que Trowa le explicaba era completamente desconocido para él, quizás
para el mismo Trowa lo era así hasta hace poco, pero ahora que lo sabía todo
encajaba, Trowa había cambiado con él desde aquel día y él nunca se había
imaginado que había sido después de esa conversación, ahora se ponía a pensar
dolorosamente que si él no le hubiese dicho a Trowa que podía ayudarle con Duo,
tal vez su amistad se habría podido fortalecer al punto de que el ojiverde de
todos modos terminara enamorándose de él, sin que tuvieran que haber pasado por
tanto sufrimiento. El cuerpo de Quatre temblaba imperceptiblemente, pero para
Trowa no es así
Trowa.
Vayamos adentro
Quatre.
No
Trowa.
¿Estás bien?
Quatre.
¿Por qué nunca…?
Sintiéndose
infeliz nuevamente, Quatre aprieta con fuerza uno de sus puños, mirando a Trowa
fijamente mientras se contenía por no llorar
Trowa.
Todo siempre ha sido mi culpa
Quatre.
No es verdad
Trowa.
¿Eh?
Quatre.
Yo debí darme cuenta, pero estaba tan concentrado en sentirme miserable porque
no te fijaste en mí sino en Duo, que no percibí tu sentimiento
Trowa.
Eso no justifica mis acciones
Quatre.
Lo sé pero yo inicié todo, tampoco debí besar a Wufei
Trowa.
Basta por favor, lo único que quiero es que el pasado quede en el pasado,
Quatre, buscando culpables nunca llegaremos a nada, yo solo quiero estar a tu
lado, amarte
Quatre.
Trowa…
Trowa.
Éste es el momento Quatre, si no arreglamos esto ahora, nunca podremos estar
juntos, dime que sientes por mí
Nuevamente
entre ambos se siente un momento de gran tensión, el viento soplaba
ligeramente, se sentía frío, sin embargo el calor de sus miradas les mantenía
firmes, Trowa pasa saliva en la espera de una respuesta, Quatre levanta su
rostro de entre sus brazos y baja su pierna izquierda junto con el brazo izquierdo,
apoyando éste último sobre el pasto
Quatre.
Aún te amo
Respirando
aliviado Trowa sonríe contento, era como escuchar una noticia de vida después
de un caótico campo de batalla, el rubio sonríe con timidez, observando después
como Trowa se acerca a él un poco más
Quatre.
Trowa…
Como
si fuera la primera vez, Quatre siente un fuerte escalofrío al tener a Trowa
tan cerca, el ex baterista aún dudaba, más bien temía que el rubio le rechazara
aquel acercamiento, por eso lo hacía con cautela, pero al verlo quieto se
decide, apoyándose en su mano derecha para no perder el equilibrio, mientras
con la izquierda sujeta el mentón de Quatre
Trowa.
Te amo
Igual
que la primera vez que lo había oído, Quatre siente que todas las fibras de su
piel se mueven alteradas, ambos se continúan mirando fijamente hasta que poco a
poco Trowa cierra sus ojos y se acerca más al rostro del rubio, él tiembla al
verle acercarse, pero saboreaba aquel beso aún no dado, era como si sus labios
hubiesen estado resecos desde la última vez que se habían encontrado con los de
Trowa, por eso estaba sediento de ellos, comenzaba a cerrar sus ojos mientras
observaba como los labios del ojiverde se entreabrían, entonces se da cuenta
que los deseaba más que nunca y sus ojos se cierran por completo, abriendo
después poco a poco también sus labios, cerrándose primero los del ojiverde
sobre el inferior del rubio, lentamente, atrapándolo con suavidad, después el
rubio los cierra, atrapando con ellos la boca de Trowa, son breves los
instantes de aquel movimiento, sin embargo sentían como si fuera un momento
congelado
Se
separan un segundo y entonces acercándose aún más a Quatre, Trowa se inclina un
poco más y con la mano en la cabeza del chico lo atrae hacia él para
profundizar el segundo beso, permitiéndose explorar la boca del rubio. Era como
beber agua en el pequeño oasis de un enorme desierto. Sus labios se movían de
forma lenta, precisa, se conocían tan bien mutuamente que no hacían falta
presentaciones. Los latidos del corazón de Quatre eran acelerados y su mente
estaba inundada de los sentimientos que percibía de Trowa, tan intensos, tan
profundos; el rubio comenzaba a saborear sal en los labios del ojiverde, pero
no se trataba de otra cosa sino sus propias lágrimas, para el ex baterista no
se trataba de algo que no entendiera, pues aunque sus ojos no se destilaban
como los de Quatre, sabía perfectamente que los azules del rubio lo hacían por
los dos, porque por primera vez, él también percibía los sentimientos de
alguien más, de Quatre, del amor de su vida.
El
mágico momento llega a su fin, como si el resultado de viejas batallas fuera un
saldo en blanco ambos abren sus ojos sin temor, encontrándose sus miradas
profundamente clavadas en la otra, un destello de ilusión les llena el rostro
al verse mutuamente, ya no había dolor, el pasado seguía, testigo maldito de lo
que alguna vez había sido, sin embargo aunque no lo olvidaban, tratarían de
superarlo, así lo dan a entender cuando ambos se sonríen. Trowa baja su mano
hacia la cintura de Quatre y aún a riesgo de perder el equilibrio lo abraza,
incluso aún a riesgo de sentirse desvanecer, aprieta con mayor fuerza el cuerpo
del rubio, como si con esa acción le fuera a tener para siempre.
Ambos
sabían que las palabras sobraban, por eso se quedan en aquella posición, Trowa
decide separarse y volverle a mirar a los ojos, viendo en ellos aún el brillo
que las lágrimas habían dejado, le acaricia la mejilla, de pronto se
encontraban nuevamente ante un beso, éste a diferencia del primero traía
consigo la victoria de la primer batalla ganada, la más difícil, éste beso
traía con él la pasión que le faltaba al primero, sin embargo conservaba la
ternura y sinceridad del otro.
La
mano derecha de Quatre se coloca en la nuca de Trowa y le atrae con mayor
entrega, mientras la izquierda tantea el terreno debajo de ella, acostándose
lentamente sobre el pasto un poco húmedo por el sereno, Trowa le sigue, usando
ambas manos para apoyarlas sobre el pasto y bajar levemente, casi contactando
su pecho con el de Quatre, se sueltan por la falta de aire y después de un
suspiro el rubio abre sus ojos, mirando que Trowa le observa, como estudiando
las facciones de su rostro, le sonríe y éste le devuelve la mirada, el rubio
baja su mano y junto con la otra se colocan en las mejillas del ojiverde, los
ojos azules le miraban con fascinación, como si aún no creyera en ese momento,
porque numerosas veces esa había sido la imagen de un hermoso sueño del que
siempre quería formar parte
Quatre.
Estoy aquí, y tú eres real
Trowa.
Sí
Quatre.
Soy feliz
Trowa.
Yo también
Sonriéndole
nuevamente, Quatre levanta su cabeza del pasto y jalando el rostro entre sus
mejillas para volverle a besar, mientras Trowa bajaba lentamente, dispuestos a
volverse a besar, sin embargo cuando separan sus labios y están por cerrar sus
ojos, un ruido extraño les interrumpe al mismo tiempo que los aspersores
comienzan a distribuir agua en el jardín, Quatre emite un pequeño grito al
sentir el agua fría sobre él y por inercia se levanta intentando sentarse, pero
el cuerpo de Trowa lo hace rebotar y cae acostado sobre el pasto, soltando por
consecuencia el rostro del ojiverde, permaneciendo con los ojos cerrados, Trowa
le mira curioso y preocupado, pero antes de decir algo el rubio abre sus ojos y
comienza a reír
Trowa.
Quatre…
Quatre.
Ya son las 8 ¿verdad?
Trowa.
Sí, olvidé ese detalle
Quatre.
No importa
Sonriéndole
amablemente se levanta, ésta vez Trowa se hace hacia atrás para que Quatre
pueda sentarse, aún el agua caía sobre ellos, pero eso no les importa y de nuevo
sus labios se buscan, encontrándose en un nuevo beso, distinto a cualquier
otro, siempre cada beso resultaba nuevo y mejor al anterior, cuando se sueltan,
Trowa besa la mejilla de Quatre antes de ponerse en pie, después estira su mano
hacia él y éste la acepta, poniéndose también de pie, una nueva sonrisa y
después entran a la casa, dejando agua y huellas de zapatos en el piso. Suben
por las escaleras, al llegar al final, Trowa se detiene y se gira hacia Quatre
que le miraba sin entender
Trowa.
Regresa a ésta casa
Quatre.
¿De verdad?
Trowa.
Claro, pero, no quiero que uses la que era tu habitación
Quatre.
¿Por qué?
Trowa.
¿No es obvio? Quiero que compartamos la mía
Quatre.
Ah… sí
Contento
por aquella petición, el rubio se sonroja, entre ellos ya no había ningún
secreto en muchos sentidos, pero aun así esa petición le demostraba que para
Trowa su relación era seria, la idea lo emocionaba, no podía ver en su futuro
más que la compañía del hombre al que amaba y que ahora también le amaba a él,
aunque fuera un pensamiento rosa sabía que sería así, lo sentía en su corazón…
Duo
que había oído voces en el pasillo asoma la cabeza por la puerta de su
habitación, encontrándose la agradable imagen frente a él de sus ex compañeros
compartiendo un nuevo beso, Trowa sujetaba con delicadeza las caderas de Quatre
mientras él se colgaba de su cuello con arrebato, como exigiéndole la misma
entrega, después de sonreír vuelve a su solitaria habitación, se tira en la
cama y cerrando sus ojos comienza a evocar los recuerdos de la noche anterior,
sonríe tontamente antes de abrirlos y morderse el labio inferior, Richard era
sin duda un excelente amante, aun así, el recuerdo aún nítido de Heero le cruza
por la mente, pero no borra la sonrisa de su rostro, vuelve a cerrar los ojos y
mientras la imagen del ojiazul se va difuminando poco a poco se queda dormido…
Al entrar ambos en la habitación, Trowa aparta sutilmente a Quatre de él y le
sonríe, desconcertándolo, puesto que creía que en cuanto tocaran el suelo de la
habitación se despojarían de sus ropas
Trowa.
Ahora vuelvo, báñate primero si quieres
Como
si no estuviera lo suficientemente desconcertado cuando Trowa lo apartó, ahora
sus palabras lo habían dejado helado, el ojiverde con toda la naturalidad del
mundo le besa la frente y dándole la espalda sale del cuarto, Quatre estaba
casi en shock
Quatre.
Debe ser una broma
Tomándosela
como tal, Quatre se dirige hacia el ropero de Trowa y escoge algo de ropa
interior, después agarra una toalla y entra al baño, seguramente el ojiverde le
haría compañía más adelante, quizás había ido por algo para hacer de ese
momento algo más especial. Sin embargo aquello no llegó, el rubio se había
cansado de esperar y había decidido bañarse solo y salir, al hacerlo ahí estaba
Trowa que le sonríe
Trowa.
Ahora es mi turno
Tranquilamente
pasa de lado a Quatre con sus cosas en la mano y entra al baño, dejándolo por
completo perplejo, entonces el rubio entiende que algo no estaba bien y se
entristece, ahora que parecía todo solucionado surgía una nueva incógnita, algo
le sucedía a Trowa y en el semblante del ojiverde podía leerse claramente que
no iba a hablar de ello, o por lo menos no pronto… Más tarde cuando el ex
baterista sale de bañarse, Quatre le esperaba acostado en la cama, traía solo
unos boxers y miraba hacia la puerta del baño con una mirada muy sugestiva, el
ojiverde le sonríe y después de peinarse frente al espejo se dirige a la cama,
se sienta primero y después de taparse con la sábana voltea hacia el rubio y le
da un beso en la punta de la nariz
Trowa.
Buenas noches
Dicho
eso se acuesta boca arriba y cierra los ojos, Quatre estaba tan sorprendido que
no lo podía creer, acababan de reconciliarse, estaban solos, semidesnudos y en
la misma cama, sin embargo Trowa no lo estaba besando, ni acariciando, ni que
decir de hacerle el amor, Trowa estaba acostado, a su lado con los ojos
cerrados y él se moría de ganas
Quatre.
Eh Trowa
Trowa.
¿Mmnh?
Quatre.
No, nada
Entristecido
se levanta de la cama y se dirige al baño, cierra enseguida la puerta y se mira
al espejo, tenía los ojos enrojecidos, se moría de ganas por estar con Trowa y
el muy tonto parecía que lo estaba evitando
Quatre.
Seguramente está cansado, no, me lo hubiera dicho… Quatre, no seas lujurioso,
es muy pronto para que nos estemos apareando… ¿apareando?
Reprochándose
así mismo, el rubio se da dos palmadas en las mejillas y después se echa en la
cara un poco de agua, pasados unos momentos sale del baño, Trowa ahora estaba
acostado de lado, dándole la espalda a la puerta del baño, Quatre llega hasta
la cama y se sube, pensándose a Trowa dormido se le acerca y le besa la
mejilla, como él no reacciona asume que si está dormido
Quatre.
Te amo
Aunque
sabía que no le había oído, sus palabras sonaban con sincera ternura, después
el ex bajista se acuesta mirando hacia el techo cerrando sus ojos. Trowa por su
parte abre los ojos, en ellos también había tristeza, pero además de eso,
incertidumbre, y aunque la luz estaba apagada, el brillo en ellos resaltaba en
la oscuridad, imperceptiblemente su puño izquierdo apretaba las sábanas…
A
la mañana siguiente Duo despierta lentamente, estirando sus brazos y piernas
aún antes de abrir los ojos, a pesar de eso podía ver que era de día porque a
través de ellos había luz, se decide a abrir sus ojos, sentándose lentamente,
se rasca la cabeza y después decide ponerse de pie, se dirige al baño para
ducharse. Segundos después la puerta de su habitación se abre sin que se dé
cuenta. El ex trenzado se da cuenta que ha olvidado algo y sale del baño con
confianza sin ropa ya que ya se la había quitado.
Un
pequeño grito de sorpresa y un sonrojo en el rostro es lo que gana al ver que
alguien está ahí, pero no cualquier persona sino Trowa, el ojiverde también se
sorprende de ver así a Duo, aunque sus ojos curiosos no dudan en vagar por
aquel bello cuerpo, sin embargo sabía que no estaba bien así que reacciona y le
da la espalda al ex trenzado, Duo no tiene más remedio que regresar rápido al
baño y colocarse atrás de la puerta, pero con la cabeza de fuera
Trowa.
Lo… lo lamento
Duo.
No te preocupes… ¿Qué quieres?
Trowa.
Eeeh no, ya no importa
Apenado
también por la situación, el ojiverde decide no hacer a Duo la pregunta que
tenía formulada antes de encontrarse con tan bella visión, así que sin decir
más se acerca a la puerta, pero antes de abrirla se detiene sin mirar
Trowa.
Qué ironía
Duo.
¿Qué cosa?
Trowa.
Hace algún tiempo habría dado cualquier cosa por verte así
Duo.
Tro… Trowa…
Aún
más avergonzado Duo se queda sin palabras, el ojiverde sonríe y entonces después
sale, dejando al ex guitarrista con la duda de que pudo haber llevado a Trowa a
entrar a su habitación. El ex baterista regresa a la habitación donde estaba
Quatre, el rubio acababa de vestirse con uno de los cambios de ropa que había
dejado antes de irse a París
Quatre.
Hace un día lindo ¿salimos?
Trowa.
Sí, pero hay algo que debes saber
Quatre.
¿Qué pasa?
Trowa.
Se trata de Wufei
Después
de haberse enterado de la noticia que Trowa le había informado, Quatre no
oculta al instante la importancia de su amigo en su vida, así que le pide al
ojiverde que lo lleve al Hospital donde se encontraba internada Sally. Ya ahí,
al verle Wufei tampoco oculta lo importante que es para él ver a Quatre ahí, ni
siquiera le había prestado mucha atención al enlace de las manos de sus ex
compañeros, el ex bajista abraza con fuerza a Wufei, tenía los ojos
enrojecidos, sentía por parte del pelinegro una inmensa tristeza que le había
hecho estremecer, cuando se separan Wufei mira hacia la que fue su amiga
Wufei.
Tienen que vivir las dos
Quatre.
¿Es niña?
Wufei.
Sí
Haciendo
notar en su rostro el único brillo hasta el momento, Wufei sonríe al pensar que
tendría una niña, hace tiempo que lo sabía pero los últimos acontecimientos
habían sido tan complejos que no lo había mencionado antes
Quatre.
¿Sabes? Yo también creo que tú eres su único padre Wufei, esa sonrisa solo la
tienen los verdaderos padres
Wufei.
Gracias
Aún
ante la presencia de Trowa vuelven a abrazarse, el ojiverde siente una punzada
en el estómago, pero aun así trataba de comprender que la situación no se
prestaba para que él estuviera de celoso, aunque nadie podía culparlo por ello,
había sido testigo de que esos dos habían estado juntos
Wufei.
Gracias por venir, me alegra que ya todo esté bien
En
ese momento Trowa nota que Wufei estaba muy bien enterado, pues aunque no se
había fijado muy bien en la unión de sus manos se notaba que no pasaba
desapercibido su nuevo estatus, ya no eran ni compañeros ni amigos, estaban
juntos, eran amantes por fin, muy a su pesar Wufei se sentía feliz y tranquilo
por ello. Trowa le sonríe
Trowa.
Tratemos de olvidar cosas del pasado
Wufei.
Sí
Como
si el tema no le importara, Wufei se gira hacia Sally y dejando de estar cerca
de Quatre se dirige hacia la cama, vuelve a hincarse y a tomar la mano de la
que fuera su amiga, Trowa y Quatre intercambian miradas de pena y después
vuelven a mirar al chino que parecía olvidarse de la presencia de sus ex
compañeros. Por sus dones empáticos Quatre siente la tristeza y a la vez ira de
Wufei, sus lágrimas comienzan a correr aunque no tenía deseos de llorar, Trowa
se acerca y lo abraza, besándole la frente. Los dos hacen compañía a Wufei por
un rato, en el cual el pelinegro no les había vuelto a dirigir la palabra, los
ojos negros estaban siempre fijos en la fría cama en la que estaba el cuerpo
aún tibio de su amiga…
Como
era su cometido, Sylvia junto con Tom logran ponerse en contacto con Richard,
cuyo nombre habían visto en las noticias que hablaban del caso de Duo, después
habían investigado el número telefónico de su oficina jurídica. Antes habían
intentado ir primero a la casa de Trowa, la cual Sylvia sabía muy bien donde
quedaba, pero al ver afuera a tanto reportero habían decidido no acercarse,
podía resultar contraproducente, por eso habían recurrido al método de hablar
primero con el abogado del ex guitarrista. Ese día no se realizaría ninguna
sesión del juicio sino hasta el día siguiente, lo cual les daba una ventaja ya
que podían analizar mejor la situación…
Continuará…
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