miércoles, 10 de febrero de 2016

El jardín de las delicias

Capítulo 22. Buscando un camino


Su estancia en la cárcel durante varios meses lo habían cambiado, seguía siendo el mismo Duo pero más sombrío, el brillo que alguna vez había logrado recuperar se había vuelto a desvanecer, su amigo Wufei lo había visitado un par de veces después de aquella primera visita en que le había confesado su situación con Sally, habían pasado tres meses desde aquello pero justamente un mes después de su primera visita, Duo había pedido estrictamente no ver a nadie, ya no quería saber nada del exterior... el ex guitarrista caminaba por el pasillo 3 de la cárcel con dos sujetos, uno a cada lado; su cabello había crecido un poco más, no le llegaba aún a la cintura como antes pero al menos su trenza no se veían tan corta como los primeros días de haber sido encerrado

Duo. Ya les he dicho que no hace falta
Roger. ¿Seguro? Te ha intentado matar antes
Duo. Lo sé, pero no importa
Roger. ¿Seguro?
Duo. Sí, claro

No muy convencido de las palabras de Duo, su compañero no tiene más remedio que aceptar y haciéndole una seña al otro le indica que se marchen, el trenzado les sonríe secamente y continúa caminando, mirando de reojo a muchos de sus compañeros, algunos lo miraban con odio y otros con miedo, el ex guitarrista había ganado mala reputación tras la muerte de Kim

- Recuerdo - Hace 2 meses

No era extraño que durante los quehaceres del trenzado, Kim le observara detenidamente, se excitaba solo de verlo, desde siempre Duo le había atraído, pero sus deseos reprimidos siempre se los había guardado siendo compañeros en Deathscyte, ahora en la cárcel todo era distinto y a cambio de protección abusaba sexualmente de él, aprovechándose de su debilidad... Duo se encontraba en la lavandería, doblando las sábanas y Kim lo miraba tras la puerta, sin intención provoca un ruido que hace voltear a Duo que se sorprende de verlo ahí, Kim le sonríe mientras se acerca a él

Duo. ¿Qué haces aquí?
Kim. Te miraba... eres bello
Duo. ... Debo, terminar

Sonrojado y tratando de ignorarlo, Duo continúa doblando las sábanas, sintiéndose provocado, Kim sonríe más amplio, adoraba cuando Duo ponía esa actitud, le excitaba ese comportamiento. Pronto los brazos fuertes de su compañero le atrapan por la cintura, pegando su pecho a la espalda, el trenzado siente un fuerte escalofrío e intenta darle un codazo pero Kim lo aprieta con más fuerza mordiendo su hombro

Kim. Salvaje

Sonriendo complacido mete rudamente la mano a su pantalón sujetando con fuerza su miembro, Duo se sonroja más y aprieta los labios

Kim. Yo te domaré

La mano en su miembro comienza a moverse con rudeza, ejerciendo presión mientras jala, el trenzado cierra con fuerza los ojos y comienza a gemir, complacido Kim le sujeta la trenza con la otra mano y la jala, Duo grita e intenta abrir los ojos, su ex amigo suelta su miembro y con esa mano le da un empujón mientras con la otra lo hace voltear

Kim. Bestia salvaje, me encantas
Duo. Basta
Kim. ¿Dijiste basta? Oí bien?

Kim suelta una fuerte carcajada de diversión pero después se pone serio estrellando su puño en la cara de Duo cuya nariz comienza a sangrar

Kim. No tienes derecho a decir eso ¿oíste?

Muy molesto vuelve a golpear a Duo pero esta vez con la rodilla en el estómago sacándole todo el aire, el trenzado pierde la fuerza en sus piernas pero aún Kim lo sostenía del cabello por lo que evita que caiga, poco a poco el ex guitarrista eleva su mirada hacia su compañero, Kim se intimida por aquella, Duo tenía mirada de asesino, le suelta la trenza pero antes que Duo caiga de rodillas le da una patada en la cara haciéndolo caer acostado sobre su hombro derecho

Kim. Te enseñaré a no mirarme así

Relamiéndose los labios, Kim se baja los pantalones mientras se acerca al trenzado, cuya mirada estaba fija en el suelo... por encargo de uno de los celadores, Hitoshi baja a la lavandería por una toallas, a punto de llegar al cuarto indicado escucha un par de gemidos, extrañado de aquella situación se asoma un poco llevándose una gran sorpresa cuando ve a Kim violar violentamente a Duo, sabía que esa situación se daba pero jamás los había visto, ambos estaban en el suelo, el trenzado acostado con las piernas abiertas, sostenidas por las manos de Kim que arremetía con fuerza y coraje, algunas lágrimas se colaban por las orillas de los ojos del trenzado pero solo podían oírse gemidos, como si su llanto solo fuera por el dolor, realmente no le importaba mucho la profanación de su cuerpo; Kim estaba de rodillas mirando complacido el rostro distorsionado de su compañero, Duo tenía los ojos cerrados pero siente después como si lo miraran y los abre, sorprendiéndose de ver que Hitoshi los observaba, pronto se sonroja completamente y desvía su mirada, ser violado era humillante y ser observado mientras se lo hacían era peor, pero no quedaba de otra. Kim se da cuenta de que Duo había mirado hacia la puerta y voltea, cruzando miradas con Hitoshi, el ex vocalista sonríe divertido

Kim. Esto es delicioso ¿quieres un poco?

Riendo como loco, Kim hace más veloces sus movimientos causando repetidos gemidos en Duo, gemidos acompañados de gritos, Hitoshi se horroriza más cuando vez algunas líneas de sangre caer por los glúteos de Duo, poco después también se resbala por ellos el semen de Kim que eyacula completamente dentro del trenzado

Kim. Esto es tremendo... ven Hitoshi, te gustará

Igual de sonriente, Kim sale de Duo y parte del semen depositado cae lentamente, con la mirada perdida Hitoshi entra en la habitación, el trenzado abre un poco los ojos y se sorprende de verlo, no podía creer que él también fuera a violarlo, le resultaba horrible, en cambio Kim estaba contento, suelta las piernas del trenzado y se pone de pie, Hitoshi voltea a verlo con el ceño fruncido

Hitoshi. ¿Por qué le haces esto? Eres un maldito

Las palabras del chico hacen enojar a Kim pues pensaba que recibiría apoyo de su parte, a Duo aquellas lo alegran un poco, al menos había algunas buenas personas en la cárcel

Kim. ¡Idiota!

Con furia el ex vocalista se acerca a Hitoshi y le da un golpe en la cara haciéndolo tambalear pero no cae, lo mira con enojo e intenta darle un golpe él pero Kim se le adelanta agarrándolo de los cabellos y jalándolo hacia abajo donde le da un rodillazo en la cara que le rompe la nariz, Hitoshi grita adolorido y cuando cae al suelo Kim lo comienza a patear con furia, Duo ve aterrado lo que Kim le hace a Hitoshi y sin dudarlo se acerca a uno de los cestos metálicos que se encontraba cerca y lo estrella con fuerza en su cabeza dejándolo inconsciente

Duo. ¿Estás bien?
Hitoshi. Si... ¿y tú?
Duo. También, vámonos

El trenzado avanza hacia su ropa y se la coloca sin limpiarse siquiera, se acerca a Hitoshi y lo ayuda a ponerse de pie, él acepta la ayuda y quejándose logra ponerse de pie, Duo intenta ayudarlo a caminar pero él rechaza la ayuda, gira su cabeza hacia Kim que estaba en el suelo y lo mira furioso

Hitoshi. Maldita rata, me la vas a pagar
Duo. Vámonos
Hitoshi. Espera

Sin hacer caso al trenzado, se acerca a Kim y estando a centímetros de él le da una patada con fuerza en la cara, Duo se sorprende aunque comprende el coraje de Hitoshi, pero cuando piensa que solo será un golpe, se asombra de ver como Hitoshi comienza a patear con furia una y otra vez la cabeza de Kim, alternando con estómago y entrepierna

Duo. ¡Detente!

Sin hacer caso a su compañero, Hitoshi continúa dándole patadas con fuerza a Kim quien por los golpes comienza a recuperar la conciencia débilmente, intentando hablar pero sin poder, Duo se asusta y se acerca a su compañero para detenerlo pero él le da un empujón

Hitoshi. Este desgraciado merece morir, gente como él es basura inservible
Duo. No hagas tonterías

Hitoshi centra todas sus patadas en la cabeza de Kim comenzándose a llenar de sangre sus zapatos y el suelo de la lavandería, Duo vuelve a acercarse a Hitoshi para detenerlo pero mira hacia abajo y ve el rostro de Kim cubierto de sangre con los ojos entreabiertos, parecía como si le mirara pero no había luz en ellos, Kim estaba muerto

Duo. ¡Lo mataste!

Grita el trenzado horrorizado llevándose una mano a la boca, la imagen y el olor a sangre lo marean provocándole náuseas, Hitoshi deja de patearlo dándose cuenta de lo que ha hecho, volviendo en sí grita y retrocede sin dejar de mirar el cuerpo inerte del chico

Hitoshi. ¿Yo... lo maté? Yo lo mate, yo lo mate

Temblando completamente se deja caer sentado al suelo entrando en un ataque de pánico, Duo también estaba nervioso pero más consciente, sabía que si Hitoshi hacía más escándalo entonces se darían cuenta y bajarían a ver qué pasa, así que se acerca a él y se pone de rodillas sujetándole los hombros

Duo. Cálmate Hitoshi, vendrán a ver qué pasa
Hitoshi. Yo lo... yo lo... ¡maté a Kim!
Duo. No, no lo hiciste
Hitoshi. ¿Eh?
Duo. Lo hice yo

Mirándolo fijamente a los ojos y apretando sus manos en los hombros de Hitoshi quien no podía creer lo que acababa de oír, estaba confundido

Hitoshi. Pero...
Duo. Márchate, que no te vean que estuviste aquí
Hitoshi. Yo lo maté
Duo. ¡No!... acuérdate de Dana, ella te está esperando
Hitoshi. Pero tú no lo mataste
Duo. Entiende, yo no tengo nada fuera de ésta prisión, te darán mínimo 25 años por matarlo

Duo sonaba muy convencido de echarse la culpa de la muerte de Kim, pero Hitoshi no, debía pagar por su crimen como un hombre

Hitoshi. ¡No te dejaré!
Duo. Necio

Rápidamente Duo comienza a quitarle los zapatos a Hitoshi, no debía haber ninguna evidencia de que él no pudo haber cometido el asesinato, después se quita los propios y los coloca en los pies del confundido Hitoshi

Duo. Calzo un poco más pero te sirven, vete ya
Hitoshi. Pero...
Duo. ¡Anda! Vete de una vez
Hitoshi. Duo, muchas gracias
Duo. ¡Vete!
Hitoshi. Necesito unas toallas, me las encargaron
Duo. Tómalas y vete rápido

Hitoshi se pone de pie rápidamente para ir por las toallas mientras Duo se pone los zapatos con sangre, se sentía mareado por el olor a sangre pero hace gran esfuerzo, Hitoshi se va rápidamente de ahí cuando toma lo que le han pedido, el trenzado suspira y voltea hacia Kim por unos segundos, aquella mirada que parecía dirigida hacia él le hacen tener un fuerte escalofrío

Duo. Adiós Kim

Sintiéndose culpable, Duo se agacha y comienza a llorar, no es que quisiera a su agresor pero no podía ser indiferente ante su cruel muerte, no merecía ser asesinado de ese modo... minutos después de lo ocurrido, el encargado del ala donde estaba la celda de Duo, baja cuando le parece que el trenzado ha tardado de más y se lleva una gran sorpresa cuando ve aquel horrible cuadro de sangre.

- Fin del recuerdo -

Desde aquel día Duo había sido culpado de asesinado, aumentando su condena en 20 años, tanto su abogado como sus amigos no creían que el trenzado había cometido el asesinato pero conociendo la situación por la que pasaba Duo, sabían que el ex guitarrista no iba a querer defenderse por ello, pero Richard no perdía esperanza de algún día lograr su libertad. Días después de la nueva sentencia, Wufei había ido a visitar a Duo pero éste había pedido que a partir de entonces jamás recibiría otra visita, ahora si estaba dispuesto a hundirse completamente, no le importaba nada. Y también desde entonces tenía cierto grado de respeto en la cárcel, Kim era muy famoso por su crueldad y liderazgo, siendo Duo su asesino era admirado, temido y odiado por muchos, eso le servía al menos para sobrevivir un poco, aunque prefería estar muerto, todo le daba igual

Desde que todos los miembros de The Wings se habían marchado de esa casa reinaba la tranquilidad pero también la tristeza, los espacios hacían eco con cualquier clase de ruido, por insignificante que pareciera, ahí no había nada que perturbara la paz, salvo los llantos de Catherine, algunas noches las pasaba un poco más tranquila que otras pero no soportaba estar ahí, aun así había tantos recuerdos de los cuales no se podía deshacer, numerosas veces Irea había intentado convencerla de que se fuera con ella a un lugar más pequeño pero la hermana del ex baterista se negaba, por eso la hermana del ex bajista seguía viviendo en aquella horrenda mansión, no podía dejar a la pelirroja sola...

Había regresado de atender unos asuntos importantes, como Presidenta de la Corporación Winner, negocio familiar que su único hermano había rechazado para dedicarse a la música. Como siempre, el primer lugar al que va es a la habitación de Catherine para ver cómo se encuentra la chica, la puerta estaba entreabierta, desde afuera podía oír los sollozos, entra enseguida poniéndose triste de ver a la chica como siempre, vestida de negro y llorando

Irea. Catherine...

Cerrando la puerta se acerca a la pelirroja que se encontraba junto a la ventana, mirando hacia fuera, sentada en una silla que ya no era la de ruedas y con una andadera frente a ella, al oír su nombre en labios de su amiga comienza a secarse las lágrimas, Irea llega hasta Catherine poniéndose después frente a ella, la ventana estaba abierta y entraba un poco de aire fresco

Catherine. Hola
Irea. ¿Otra vez llorando?
Catherine. Es que... no puedo aceptarlo, todavía no puedo
Irea. Catherine, debes superarlo
Catherine. Nunca, jamás aceptaré que haya muerto

Sin esfuerzo por contenerse vuelve a llorar amargamente, Irea siente un fuerte nudo en la garganta y sin dudarlo se agacha abrazando a su amiga

Irea. Es difícil... pero el dolor debe desaparecer
Catherine. Lo dudo
Irea. Debes ser fuerte, aún hay quienes te necesitamos

Tratando de consolarla, Irea le sonríe tiernamente a su amiga y le acaricia la mejilla con ternura, un poco de brillo vuelve a la mirada de Catherine

Catherine. Trowa
Irea. Sí, pronto saldrá de la clínica y te necesitará mucho
Catherine. Lo sé... pero es tan difícil, no tienes idea de cuánto la amaba
Irea. Eso lo sé

Poniéndose triste Irea quita la mano de la mejilla de la chica y con amabilidad acaricia unos cuantos cabellos

Irea. Sé que jamás amarás a nadie así
Catherine. Sí, a nadie

Apenada la hermana de Trowa desvía su mirada, Irea no le había dicho nada, jamás le había insinuado siquiera sus sentimientos, pero ella sabía que la hermana de Quatre le amaba, no podía decir desde cuándo ni cómo, solo sabía que la amaba, así como sabía que jamás iba a poder corresponderle... Hacía apenas mes y medio que Catherine se había enterado de la muerte de su ex amante, Chris había sido hallada enterrada en una carretera fuera de New York, la habían envuelto en una bolsa de plástico, no había huella alguna de que Dorothy y sus hombres la habían matado pero el caso aún estaba abierto a la investigación. La hermana de Trowa casi había perdido el Juicio tras enterarse de la noticia, ya llevaba una operación para que pudiera volver a caminar y había estado a punto de tirarlo todo a la basura al intentar suicidarse, pero gracias a intervención profesional y con ayuda de Irea se había recuperado un poco pero aún el dolor era muy fuerte

Irea. Vamos, casi es hora de comer
Catherine. No tengo hambre
Irea. ¡Cómo no! Si yo misma cociné, si señor
Catherine. Entonces moriré hoy
Irea. Tonta

Con esfuerzo Catherine sonríe un poco y es convencida por la rubia que la ayuda a ponerse de pie, ambas se dirigen hacia la cocina. La hermana de Trowa llevaba tres operaciones en ese lapso de tres meses y había mejorado un poco, aún faltaban muchas sesiones de terapia, pero al menos ya podía caminar con ayuda de una andadera... el ex baterista por su parte, tras el ataque que casi le cuesta la vida, había sido internado en una clínica de desintoxicación donde lo habían aislado de todo, con Catherine se le permitía hablar cada tres semanas, el ojiverde llevaba un gran avance y saldría en algunos días, habían sido tres difíciles meses para él, llenos de sufrimiento, pero había cambiado mucho, en su carácter sobre todo, era más apacible, no parecía el mismo Trowa de antes, su incomunicación con el exterior había sido de gran ayuda...

Después de la comida se les permitía tomar aire fresco en el jardín por lo que sale a respirar del aire limpio, había una especie de lago al que le gustaba ir, miraba el cielo y a veces se quedaba dormido en el pasto, no hablaba con los demás pacientes, era muy huraño, con la única persona que platicaba además del doctor, era la enfermera

Middie. ¿Estás dormido?
Trowa. No

Sin abrir sus ojos responde a la enfermera y permanece acostado sobre el verde pasto, con las manos bajo la nuca, ella sonríe contenta y se sienta a su lado encogiéndose de piernas

Middie. Una semana... te vas a ir en una semana

La enfermera estaba triste porque Trowa era con él único paciente con el que charlaba más, en cambio el ojiverde estaba impaciente por salir, quería ver a su hermana y odiaba el encierro, aunque salían al jardín aquel sitio parecía una cárcel, también deseaba saber de sus ex compañeros, cuando había hablado con su hermana por teléfono ella no quería hablar mucho de ello, incluso no le había contado sobre el supuesto asesinato que había cometido Duo dentro de la cárcel, prácticamente estaba desinformado, pero lo que más detestaba era no saber nada de Quatre, ese tiempo dentro de la clínica había podido pensar sobre la situación, se daría a la tarea de buscar al rubio hasta por debajo de las piedras de ser necesario con tal de pedirle perdón y una nueva oportunidad, estaba consciente de que lo que le había hecho al ex bajista no tenía perdón alguno, pero él lo quería intentar, algo le decía fuertemente que Quatre seguía enamorado de él

Middie. Estás impaciente ¿cierto?
Trowa. Sí, ya me quiero ir de aquí
Middie. Unos días más
Trowa. Si

El ex baterista estaba muy calmado, ignoraba que incluso podía llevar una conversación normal con alguien. En cambio Middie estaba muy contenta, le gustaba mucho hablar con el ojiverde, incluso le gustaba y le parecía muy triste que pronto fuera a marcharse

Middie. ¿Sabes Trowa?
Trowa. Mnh, dime
Middie. Voy a extrañarte
Trowa. ¿Eh?

Extrañándose de que la enfermera le dijera algo así, abre un ojo y la observa fijamente, ella sonríe contenta y voltea hacia él, sin aviso o preámbulo, se agacha y coloca sus labios sobre los de Trowa, enseguida él abre el otro ojo y la mira fijo mientras ella cierra los ojos y acaricia con su lengua sus labios, intentando que la bese pero él reacciona levantándose de la cintura hacia arriba y separándose

Trowa. ¿Qué haces?
Middie. Me he enamorado de ti

La confesión de la chica lo confunde y preocupado mira a los alrededores, si alguien veía que algo pasaba entre enfermera y paciente seguro les traería problemas

Trowa. No digas tonterías
Middie. Es la verdad, estos tres meses han sido estupendos, te amo
Trowa. Yo amo a alguien más
Middie. Lo sé pero... es triste
Trowa. Lo siento

Nuevamente ella sonríe de forma extensa y estira su mano hacia Trowa acariciándole la mejilla con ternura, ambos se miraban a los ojos

Middie. ¿No extrañas el cuerpo de alguien más?
Trowa. Sólo el suyo, el de Quatre
Middie. Entiendo

Soltando la mejilla del ojiverde gira la cabeza y mira hacia el lago fijamente, Trowa mira su semblante por unos momentos, aquel rostro pasivo le recordaba al de Quatre, ella se da cuenta de que la mira y voltea

Middie. ¿Qué sucede?

Sin responder nada, Trowa eleva su mano hacia el rostro de la chica y la coloca sobre su mejilla, ella se sorprende pero se queda completamente quieta, lentamente el ex baterista mueve su dedo meñique hacia sus labios y los acaricia, ella cierra los ojos y entreabre la boca, sin pensarlo dos veces, Trowa se acerca y la besa en los labios introduciendo lentamente su lengua dentro de la boca, el ojiverde mantenía sus ojos abiertos, no sentía nada con aquel beso, era solo la imagen de Quatre invertida en esa mujer a quien solamente apreciaba como amiga... cuando se separan Middie abre los ojos y sonríe

Middie. Trowa...
Trowa. Vamos a otro lugar
Middie. Sí

La enfermera no podía creer que Trowa le estuviera proponiendo aquella situación, estaba muy feliz, el ojiverde se veía muy enamorado de otra persona y aun así estaba dispuesto a estar físicamente con otra, no sabía si sentirse patética o afortunada. Primero Trowa se pone de pie y estirando su mano hacia la chica la ayuda a levantarse... sin tener otro lugar a donde ir, el ojiverde la lleva a su habitación, era bastante arriesgado pero no había marcha atrás, durante tres meses había soportado no tener relaciones sexuales, incluso habían sido muy pocas las veces que se había masturbado, pero por alguna razón y a pesar de solo pensar en Quatre, había hecho aquella propuesta...

Al llegar al cuarto y sin hacerse esperar, Trowa toma a la chica entre sus brazos y comienza a besarle el cuello mientras sus manos acarician la cintura, subiendo el vestido algunos centímetros cuando dirigía sus caricias hacia arriba, después con su mano derecha le acaricia la pierna, ella jadeaba complacida mientras apretaba la espalda del chico, Trowa sube el vestido hasta la cintura para poder sujetarla de las piernas y que ella le rodee su cintura con ellas, chocando su entrepierna con su bajo vientre, Trowa se vuelve loco con esa calidez sentida en su bajo vientre y se dirige a la cama, acuesta a la chica y se sube en la cama, ella lo mira a los ojos con el rostro sonrojado y cuando va a decir algo, Trowa se agacha y la besa, después comienza a desabrochar el vestido, éste era unido en su totalidad por botones al frente que iban desde el pecho hasta las rodillas, al terminar de quitarlos queda descubierta en ropa interior

Middie. Trowa

El ojiverde la mira atento unos momentos, hace tiempo que no tenía relaciones sexuales pero además de ello, tenía aún más tiempo sin sexo con mujeres, se sentía extraño, así como antes se sintió extraño por poseer a otro hombre, pero por raro que le pareciera, ese cuerpo semi desnudo lograba excitarle, por eso sin duda desabrocha el brassier que se unía por delante dejando descubiertos sus senos, con una mano sujeta uno y comienza a acariciarlo moviéndolo de forma circular, sujetando con dos dedos el pezón y masajeándolo, la chica comienza a gemir moviendo un poco sus piernas, Trowa se agacha y aun sujetándolo comienza a lamer mientras su mano baja lentamente acariciando ese cuerpo, hasta que llega al lugar deseado, donde mete su mano por debajo del calzón e introduce dos dedos, ella cierra los ojos y sonríe

Middie. Hazlo por favor

Todo el tiempo Trowa permanecía callado, mirando fijamente a la chica, estaba consciente de que lo que hacía estaba muy mal, en primer lugar porque sentía que traicionaba a Quatre, en segundo porque la estaba utilizando y en tercero porque el personal no se mezclaba con los pacientes, pero no podía parar, estaba muy excitado... segundos después, decide desabrocharse los pantalones, sacando su miembro por encima de la ropa interior, nuevamente ella sonríe, esperando recibirlo, pero Trowa solo se acaricia un poco y baja lentamente, sujeta las piernas de la chica y coloca su cabeza entre ellas

Middie abre ampliamente los ojos y guía su mirada hacia abajo, observando con el rostro completamente sonrojado, como Trowa le practica sexo oral, el placer era demasiado que sujeta la cabeza de Trowa como si intentara hundirla más entre sus piernas, exhalando múltiples gemidos, el ex baterista se detiene cuando cree que es suficiente y nuevamente sube, colocándose entre las piernas de Middie y entrando lentamente, cuando ve en el rostro de la chica que se ha acostumbrado comienza con los movimientos, delicados, no aquellos desesperados que anteriormente hacía, procurando el placer ajeno y no el propio, Middie estaba muy complacida, jamás había tenido un amante tan bueno como Trowa, gemía de placer, pidiendo más, intentaba no gritar como loca para que no oyeran afuera y se mordía los dedos, apretando las sábanas, Trowa en cambio miraba atento su rostro lindo distorsionado por el placer, entonces es que se da cuenta que ella no lo amaba, ese rostro que por segundos le pareció como el de Quatre ahora era distinto, porque cada vez que Quatre se entregaba se notaba en su mirada, en sus gestos, incluso en sus gemidos, porque a pesar de cómo lo trataba, el rubio siempre lo había amado. A pesar de descubrir eso, Trowa no se detiene hasta que se siente venir dentro de la chica, saliéndose cuando sabe que ha derramado hasta la última gota, la chica respiraba rápido y sonreía contenta

Middie. Nunca creí que fueras tan bueno
Trowa. Gracias

Posándose a un lado de la chica, Trowa cierra los ojos

Middie. Gracias por esto Trowa

Enseguida la enfermera se sube la ropa interior, se abrocha su sostén y después se abrocha su uniforme, se acerca a Trowa y le da un beso sobre los labios

Middie. Mañana empiezan mis vacaciones, ya no te veré
Trowa. Entiendo

Abriendo sus ojos voltea hacia ella y le sonríe

Trowa. Suerte
Middie. Tú también

Ahora es la chica quien sonríe y después se pone de pie sin decir nada, avanza hacia la puerta y antes de abrirla se detiene mirándola fijamente

Middie. ¿Por qué pasó esto? Por qué lo permitiste? Yo te dije que te amaba pero tú amas a alguien más ¿cierto?

El ojiverde escucha callado la cuestión, pasados unos momentos se gira hacia la chica mirándole la espalda

Trowa. No lo sé... estuvo mal ¿verdad?
Middie. No... Estaba dispuesta a escuchar un rechazo terrible, al menos me llevo esto

Sin voltear hacia su paciente, abre la puerta y sale enseguida, por sus mejillas corren algunas lágrimas pero ella sonreía... Trowa se queda acostado en la cama, estaba pensativo, observando el techo, en algunos días saldría y por fin podría ver a Quatre, porque iba a buscarlo, incluso si fuera hasta el fin del mundo, y mientras aún el rubio estuviera enamorado de él lucharía por tenerlo nuevamente, si acaso el ex bajista ya tuviera otra persona a quien amar, entonces lo dejaría ser feliz con esa persona...

Las noches en París eran las más hermosas, incluso por la ventana de su habitación, el cielo estaba estrellado y podía verse por las copas de los árboles, que afuera había viento, mirando a través de ese cristal, suspira triste, alcanzando a ver su propio reflejo, llevaba así un poco más de una hora y no tenía intención de quitarse... La puerta de la casa se abre y por ella entra Joe, observando que Quatre otra vez estaba mirando por la ventana, el rubio oye llegar a su amante y no voltea hacia él, Joe frunce el ceño y se acerca después de colgar su saco en el perchero, por la espalda le da un abrazo y después un beso en la mejilla, soltándolo enseguida, el ex bajista no reacciona con aquel beso y Joe se molesta pero se queda callado

Joe. ¿Cómo estuvo tu día?
Quatre. Bien, como siempre
Joe. ¿Fue eso sarcasmo?
Quatre. No

Mirando a su amante de forma cansada, Joe se acerca a donde tiene su licor y se sirve una copa de Ron en las rocas

Joe. ¿Qué te sirvo?
Quatre. Whiskey está bien

Joe sirve a Quatre lo que le pidió y se acerca a él estirando el vaso, el rubio lo agarra y bebe un pequeño trago sin dejar de mirar por la ventana

Joe. ¿Qué piensas?
Quatre. Nada
Joe. Vamos, no me mientas

Trataba de sonreír pero realmente estaba muy molesto, el rubio se queda callado unos momentos, bebe nuevamente y se gira hacia Joe

Quatre. Es cierto, no pienso en nada
Joe. Es mentira

La mirada de Quatre se veía fastidiada y eso además de su mentira, hacen que Joe se enoje y aprieta con fuerza el vaso, el rubio se da cuenta que su amante se ha enojado y pone cara de fastidio desviando su mirada y moviendo la cabeza como si negara, Joe se molesta aún más por eso y avienta su vaso en dirección a Quatre pegando éste en el cristal de la ventana, el vaso se revienta al caer al suelo y la ventana se cuartea

Joe. ¡No me mientas, otra vez estás pensando en él!
Quatre. ¡Te dije que no pensaba en nada!

El rubio mira a Joe con los ojos enrojecidos y se pone enseguida de pie alejándose a la habitación donde se encierra, Joe cierra los ojos y suspira, después los abre y mira hacia la habitación, suspira cansado y se acerca colocándose afuera de ella

Joe. Perdóname, no quise...

Antes de terminar de disculparse, la puerta de la habitación se abre, Joe sonríe levemente y entra, viendo que Quatre regresaba a la cama donde se sienta encogiéndose de piernas, estaba sollozando a punto de llorar, Joe se preocupa y se acerca también a la cama, sentándose cerca de él

Joe. Yo...
Quatre. No lo soporto más
Joe. Quatre yo...
Quatre. Estos 2 últimos meses han sido un infierno
Joe. Pero...
Quatre. Joe... no te amo, y tus celos me están destruyendo
Joe. Pero yo sí te amo
Quatre. ¡Ese es el problema!

El rubio mira a Joe a los ojos, las lágrimas corrían por sus ojos, Joe intenta limpiarlas pero el rubio aparta su cabeza

Quatre. Creí que podía enamorarme de ti... y creí que resultaría, pero no ha sido así
Joe. Es solo cuestión de...
Quatre. No, es que no entiendes... no quiero continuar

Al rubio le duelen sus propias palabras, al igual que ver la reacción de Joe, su rostro no podía ocultar la sorpresa y el dolor

Joe. Quatre escucha...
Quatre. Lo siento

El rubio le sonríe tiernamente pero el rostro de Joe se veía sombrío, no solamente estaba enamorado de Quatre, también estaba obsesionado con que lo amara, a diferencia del rubio él quería seguir intentándolo pero el ex bajista de The Wings estaba cansado de la situación, cuando habían llegado a París él estaba muy lastimado por lo vivido con Trowa pero gracias a Joe había vuelto en él un poco de confianza y con toda la buena intención Quatre había tratado de enamorarse de él, pero al no lograrlo había fingido una felicidad que no sentía, había podido aguantar durante todo un mes, un mes en el que había podido distraerse, Joe era muy consentidor y Quatre le correspondía con noches llenas de pasión, todo iba bien al grado de que Joe creía que por fin había logrado que el rubio correspondiera a sus sentimientos, hasta que un día todo se había venido abajo, regresando temprano del trabajo y dispuesto a darle a su amante una sorpresa

Joe había encontrado a Quatre llorando en la habitación, tenía entre manos una vieja revista donde venía en exclusiva una entrevista a The Wings, el reportaje tenía varias fotografías donde aparecían los 5 miembros del grupo, al darse cuenta Joe de ese modo que Quatre aún amaba a Trowa, habían nacido en él miles de dudas respecto a la relación que tenía con el rubio, a pesar de que él le había explicado que lloraba por sus compañeros muertos y no por Trowa como él pensaba aunque obviamente era una mentira. Desde ese día Joe se comportaba exageradamente celoso y restrictivo, no perdía ocasión para echarle en cara a Quatre que era un ingrato, pues después de todo ese tiempo juntos no era capaz de agradecer lo que hacía por él y reconocer el esfuerzo que hasta entonces había hecho por ganarse su afecto, 2 meses había durado esa situación y Quatre ya no la soportaba, en cambio Joe no estaba dispuesto a que lo dejaran

Joe. ¡No lo acepto!
Quatre. Pero Joe...
Joe. No acepto que no me ames, no acepto que me quieras dejar, Quatre te amo
Quatre. Pero ya no puedo
Joe. Por favor, dame una oportunidad

Mostrándose desesperado lleva una mano a su mejilla y la acaricia, Quatre le agarra la mano e intenta quitársela pero Joe resiste pasándola a la parte trasera de su cabeza, mirándolo fijamente a los ojos

Joe. No me dejes
Quatre. Nos estamos dañando mutuamente y...

No quería escuchar nada más, no soportaba la idea de que Quatre no quisiera amarlo, más aún después de todo lo que había hecho por él. Acercándose lo calla con un beso que Quatre no corresponde, se separa un poco y después comienza a darle besos en la oreja, Quatre cierra sus ojos unos segundos y después agarra la mano de Joe quitándola de su cabeza, Joe se retira de la oreja del rubio y lo observa

Joe. ¿Qué pasa?
Quatre. Es en serio, perdóname

El ex bajista sonríe y se levanta de la cama dejando a Joe devastado

Quatre. Mañana empacaré mis cosas, hoy dormiré en el sillón, no te preocupes

Sin obtener respuesta sale de la habitación, Joe estaba impactado y temblaba, pero no estaba dispuesto a renunciar a Quatre, así tuviera que retenerlo a la fuerza, entonces decidido se levanta de la cama y sale de la habitación. Quatre estaba en el cuarto de lavado buscando sábanas para ponerlas en el sillón donde dormiría, entonces siente que alguien lo observa y voltea, sorprendiéndose cuando ve que Joe trae en su mano derecha unas tijeras de punta larga, el hombre lo miraba fijamente a los ojos

Quatre. Por Dios Joe ¿qué vas a hacerme?

El rubio estaba asustado porque nunca antes había visto a Joe actuar así, mientras que Joe estaba como ido y sin dudarlo dirige las tijeras en dirección a su cuello, a solo unos milímetros de poder tocarlo

Joe. Sin ti no quiero vivir
Quatre. No digas tonterías
Joe. No es broma, si me dejas me mataré

Las palabras de Joe y su mirada eran convincentes, sin embargo estaba fingiendo, no era tan tonto como para quitarse la vida, solo buscaba la forma de retener a Quatre a su lado, así tal vez algún día aunque pasaran años, por fin el rubio sería completamente suyo.. Quatre duda por varios segundos, no sabía que hacer

Quatre. No seas absurdo Joe, sabes que esto no está funcionando
Joe. ¡No me interesa! No quiero vivir si me dejas
Quatre. Joe...
Joe. ¡Por favor no me dejes!

Fingiendo debilidad se tira al suelo de rodillas dejando las tijeras en el suelo, Quatre no sabe que hacer pero por lo pronto se acerca a Joe y también se hinca

Quatre. Está bien
Joe. ¿Eh?
Quatre. No me iré
Joe. ¿De verdad?
Quatre. Sí, intentémoslo

Con una sonrisa de oreja a oreja, Joe sujeta a Quatre de los hombros y después de darle un beso rápido en los labios, lo abraza entusiasmado, el rubio en cambio estaba triste, sin duda jamás lograría ser feliz, Joe en cambio sonríe cínicamente al no ser visto por su amante...

Aunque aún conservaba mucho dinero de las ganancias que había obtenido como guitarrista de The Wings, Wufei no había soportado la vida de ocio y había encontrado trabajo, la música era su única salida para la soledad, por eso trabajaba en un Bar suburbano, que más bien parecía un bodrio, pero aunque ganaba poco y el lugar no tenía mucho prestigio, al menos cumplía su función de distraerlo, aunque muchas veces solía recordar a Traize mientras tocaba... ese día no había muchos clientes y por eso decide regresar temprano al departamento de Sally donde ahora vivía provisionalmente, en tanto no encontraran una casa más apropiada. Al llegar, lo primero que hace es dirigirse a la habitación donde se encontraba su amiga acostada en la cama, al verlo llegar se pone muy contenta e intenta ponerse de pie pero Wufei se lo impide

Wufei. No te esfuerces

Mostrándose amable y sonriéndole, se agacha y le besa la mejilla, Sally también le sonríe

Sally. Te extrañamos

Sin responder algo, el ojinegro se sienta en la cama y estira su mano colocándola en el vientre de Sally el cual acaricia

Wufei. ¿Es cierto?

Pregunta tontamente mirando hacia el vientre de Sally, el chino sonreía pero se sentía triste, meses atrás no se hubiera imaginado que estaría en esa situación la cual lo tenía afligido, iba a tener un hijo con su mejor amiga a quien no amaba, ella estaba consciente de ello pero al menos se conformaba

Wufei. ¿Te has sentido bien?

El ojinegro se mostraba muy preocupado, Sally tenía apenas tres meses de embarazo, el cual era de alto riesgo y debía tener mucho reposo y no angustiarse por nada porque hace un mes había tenido amenaza de aborto

Sally. Sí, de maravilla
Wufei. Me alegro

Vuelve a sonreír quitando la mano del vientre de Sally y comienza a quitarse los zapatos, mientras la chica lo observaba fijamente, estaba feliz porque tendría un hijo con el hombre que tanto amaba, solo habían estado juntos una vez pero no le importaba, al menos aquella única vez había traído un recuerdo inolvidable. Al principio, cuando la tecladista de Dark Sound le había dado la noticia se había confundido bastante, no podía creer que de aquella única vez Sally había quedado embarazada, de un día para otro su vida había cambiado, había perdido a Traize y a cambio de eso la vida lo había compensado con un descendiente, al principio no sabía si sentirse feliz o preocupado, él no amaba a Sally y no quería una vida a su lado como pareja, pero aunque no quisiera, ese hijo no nato era una cadena unida a ella, eso no lo obligaba a quererla, vivir con ella o casarse, pero él había tomado esa decisión por el bien de ese bebe, además después de todo, no tenía a nadie por quien luchar en contra

Sally. Te quiero tanto Wufei
Wufei. También los quiero

Terminando de quitarse los zapatos, se acerca nuevamente a la chica, le levanta un poco la blusa y se agacha para besarla y ella le acaricia los cabellos

Sally. ¿Solo nos quieres?

Sin responder, Wufei continúa agachado, le da otro beso a la chica en el vientre y levanta un poco la cabeza mirándola a los ojos

Wufei. Sabes que no te amo
Sally. ¿Solo estás conmigo por nuestro bebé?
Wufei. Lo hemos hablado antes ¿no?
Sally. Sí, lo siento, ya te habías ido de aquí, solo volviste cuando te dije que seríamos papás

No quería discutir por lo mismo, por eso se levanta y se pone de pie dirigiéndose al baño, mientras que Sally no soporta más y comienza a llorar, Wufei la escucha hasta el baño y suspira cansado mirándose al espejo

Wufei. Ay Traize ¿no se supone que me haga feliz ser padre? ¿Por qué no he podido olvidarte?

Hace varios días que no había sentido el mínimo deseo de llorar por Traize pero esa noche después de no haberlo hecho, llora el recuerdo de Traize, en un santiamén toda su vida había cambiado, ahora cualquier cosa podía pasar y tal vez ya no le sorprendería, después de todo buscar el camino a la felicidad cada vez estaba más distante.

Como cada día, cuando el sol se alejaba tras las formaciones rocosas, entra a la fría agua del mar para buscar algo para la cena, el alimento en ese lugar escaseaba, la diversidad en frutas era muy poca y si tenía suerte encontraba algo, lo único que había en abundancia eran los peces, lamentablemente al encontrarse muy cerca de la orilla, estos eran muy pequeños y tenía que pescar varios para comer un poco mejor.

Todo el tiempo que había estado ahí no se había alimentado como debería, se le veía más delgado de lo normal, los vellos de la barbilla estaban un poco crecidos al igual que su bigote y el cabello, su piel había oscurecido un poco más y su voz había cambiado un poco, era más ronca debido a la falta de agua pura, cuando tenía suerte caía alguna llovizna y entonces obtenía agua que no fuera salada, su vida esos últimos meses resultaba horrible, extrañaba dormir bajo un techo y una buena comida, tampoco había dormido muy bien, por las noches debía cuidarse mucho, había animales que podían picarle y además el frío era intenso, lograba hacer fogatas pero éstas se apagaban debido a la humedad del lugar... Agarrando su pedazo de tronco con el que picaba a los peces para capturarlos, entra al agua y comienza a buscar algunos de ellos, ésta vez lo reflejos le estaban fallando

"Tanto tiempo para practicar y aún no puedo hacerlo a la perfección, te debes estar burlando de mí ¿verdad Zechs?... lo sabía, soy un desastre"

Poniendo empeño en su búsqueda, logra picar un pez pequeño, levanta el pedazo de madera y sujeta con su otra mano la presa, la cual se movía desesperada por no estar dentro del agua, sonríe satisfecho

"¿Ves Zechs? No estoy tan mal... deja de reírte, no es gracioso"

Después de haber atrapado al primer pez, logra atrapar cinco más y entonces sale del agua con los pescados en su mano, avienta el arma utilizada hacia la arena y deja su cena sobre una roca, junta los troncos necesarios y agarra dos piedras para hacer fricción y crear fuego, no cualquier piedra servía para eso pero él ya tenía algunas recolectadas que si... después de prender su fogata acomoda sus pescados en los palos y deja que se asen

"Otro día más que está terminando ¿cuánto más falta para verte?... no me mires así Zechs, he aprendido a ser romántico ahora que estoy lejos de él... Dios como lo extraño, quiero regresar... Sí, está bien, no me pondré melancólico... creo que así los comeré, buen provecho"

Aunque aún no estaban asados saca los pescados del fuego y comienza a comer tranquilamente y en silencio, solo se oía el romper de las olas, el sol cada vez se ocultaba más, pronto sería de noche, a lo lejos se oían algunos animales hacer ruido que apenas podía oírse, pero entre ese ruido se escucha el moverse de unas hojas, dejando de comer levanta la mirada y busca ese algo que provoca el ruido

"¿Otra vez por aquí? O será el viento?... mhn..."

Nuevamente continúa comiendo, poco después el ruido vuelve a oírse y levanta otra vez la mirada al frente, alcanzando a divisar a alguien que le miraba atento, sus miradas se cruzan y entonces sonríe

"Ven, te daré de mi cena"

Estira uno de los pescados asados hacia esa persona que lo seguía mirando atento y sin responder, por varios minutos se quedan así

"Ya deberías tenerme confianza ¿no crees?"

Bajando la mano la dirige hacia su boca y comienza a comer de nuevo, al cabo de unos segundos, esa persona sale de entre las hojas y se acerca a él lentamente, mirándolo con desconfianza

"Toma, éste es tuyo"

Dice amablemente estirando uno de los pescados hacia su visitante, enseguida lo sujeta y comienza a comer devorando por completo el pescado, dejando solamente sus vértebras, la situación lo hace sonreír y regala otro de sus pescados

Heero. Deja de reírte Zechs, no es gracioso que Traize haya perdido la razón... sí, lo sé, tampoco es normal que hable contigo ¿pero qué esperabas?

Los seis pescados que el ex vocalista había pescado se terminan, Traize había comido dos y él cuatro, al terminar de comer, Traize se aleja nuevamente sin decir nada y se queda atrás de las hojas como antes, Heero lo mira fijamente

Heero. Ven, ya sabes que no hago daño
Traize. No... No quiero ir
Heero. ¿Por qué? Anda, puedo pescar más pececitos ¿quieres?
Traize. Están cerca de ti... los muertos

Sin decir nada más, Traize se va corriendo de ahí, Heero frunce las cejas con tristeza y mira el camino por el que se ha ido, desde que Zechs había muerto, Traize había perdido la razón ya que el ex manager de The Wings había muerto en sus brazos

- Recuerdo - El día en que se había estrellado el avión

Heero. ¡Esto se va a estrellar en cualquier momento, levántate!
Traize. ¿Eh?

Semiinconsciente Traize intenta sentarse pero se encontraba muy débil, Heero se pone de pie e intenta caminar hacia Zechs pero el avión se inclina bruscamente a casi 90 grados y todas las cosas se van hacia delante, Heero y también Traize alcanzan a sujetarse de los asientos pero el cuerpo de Zechs se va completamente hacia delante pero no alcanzando a llegar hasta cabina sino que se atora en un tubo que le atraviesa el hombro derecho, Zechs abre los ojos repentinamente y un poco de sangre le sale de la boca

Heero. ¡Zeeeeechs!

Heero y Traize miran horrorizados a Zechs mientras que el avión cada vez está más cerca del agua para estrellarse, desesperado Traize estira su mano como si quisiera alcanzar a Zechs a pesar de que estaban a más de dos metros de retirados

Heero. ¡Déjate de eso Traize y agarra aire cuanto puedas, nos sumergiremos por algún tiempo!
Traize. ¡No puedo!
Heero. ¡Sé que puedes!

A unos cuantos centímetros de caer al agua, agarran el suficiente aire para sumergirse por unos momentos, el impacto es grande y el Jet baja a más de siete metros de profundidad, Heero y Traize estaban bien agarrados pero Zechs no, por lo que se desatora del tubo y la sangre comienza a fluir, aún estaba consciente. Dentro del agua antes de que el avión subiera a la superficie, Heero abre los ojos y voltea hacia donde estaba Traize que aún se sujetaba con fuerza, se acerca a él y lo sacude, él abre sus ojos, estaba muy desconcertado pero las señas que le hace Heero eran claras, las ventanillas que había roto le servirían para salir fácilmente del transporte, mientras él va por Zechs que flotaba pasivamente, había perdido el conocimiento, a Heero le cuesta trabajo pero logra sacar a su manager y sujetándolo con solo una mano comienza a nadar hacia arriba, al llegar a la superficie Traize se encontraba en ella, tosía y mostraba cara de angustia, al verlos salir con esfuerzo se acerca, todo su cuerpo temblaba

Traize. ¡Zeeechs! Zeeechs! Está muerto?
Heero. ¡Tranquilízate! Está vivo... movámonos de aquí, es peligroso

Restos del avión comienzan a salir a flote y debían quitarse de esa zona por lo menos en unos cuantos metros, poco faltaba para que Heero soltara a Zechs porque estaba débil pero Traize lo ayuda y entonces llegan hasta un pedazo de aluminio del avión, lo suficientemente grande para colocar a Zechs arriba de él, entre los dos lo colocan

Traize. ¿Qué hacemos?... Heero que está pasando? Dime!
Heero. ¡Que te calmes maldita sea!

El vocalista estaba sumamente nervioso pero al menos trataba de controlarse, en cambio Traize se estaba poniendo histérico, no entendía nada y la cabeza le daba vueltas, desesperado comienza a acariciar el rostro de su amigo

Traize. Tengo miedo
Heero. Lo sé... busquemos una orilla
Traize. ¿Dónde estamos?
Heero. No tengo idea

Por varios minutos flotan en altamar sin tener idea de que hacer, Zechs continuaba sangrando y Traize lo admiraba con los ojos cristalinos mientras le acariciaba el rostro, en tanto Heero buscaba con la mirada que hubiera alguna porción de Tierra cerca de ellos, a unas cuantas millas logra ver algunas copas de árboles, sonríe esperanzado y mira hacia Traize

Heero. Nademos más a prisa, mira

Enseguida Traize voltea y también sonríe, apurados comienzan a nadar, parecía que esa porción de Tierra estuviera cada vez más lejos a pesar de sus esfuerzos por nadar, parecía como si se tratara de un espejismo pero con la esperanza de llegar hasta allá logran llegar con mucho esfuerzo después de casi una hora de nado. Cuando por fin pueden sostenerse en pie, ambos sujetan a Zechs y lo bajan de su barca provisional llevándolo hasta la arena, enseguida Heero comienza a revisar la herida

Heero. No parece haberse roto un hueso o haberle perforado el pulmón
Traize. Pero toda esa sangre...

La cara de Traize era de completo horror, jamás hubiera imaginado una situación como esa, Heero también estaba sorprendido pero no podía ponerse muy alterado, mucho menos porque Traize se estaba comportando como neurótico. Heero revisa el bolsillo de su pantalón y afortunadamente aún traía su navaja, con ella corta tela de sus pantalones haciéndolos shorts, así amarra con ella la herida de Zechs haciendo presión para que la sangre deje de fluir

Traize. ¿Qué vamos a hacer? Se nos va a morir!

Angustiado se comienza a jalar los cabellos y empieza a llorar, mira hacia Heero y grita como loco, Heero aprieta con fuerza sus manos y armándose de valor le da un golpe en la cara al amigo del manager

Heero. ¡Cálmate Traize!

Por el impacto Traize cae a la arena, quedándose ahí quieto, sin moverse o hablar, Heero se aleja unos pasos de ahí y mira hacia el cielo

Heero. ¡Maldición!

Su grito desesperado solo se oye hacer eco por la isla, la situación que estaban viviendo era propia de un drama novelesco o de alguna película de acción, era como estar dentro de un sueño, una horrible pesadilla sin paso atrás... Habiéndose hecho a la idea de que iban a estar ahí por largo tiempo, Heero comienza a explorar la isla mientras que Traize estaba al lado de Zechs, contemplándolo tranquilamente, admirando su bello y por ahora apacible rostro, su respiración era tranquila, hasta parecía como si soñara algo lindo. Minutos después Heero regresa molesto

Heero. No hay buena vegetación, no parece haber animales comestibles, solo hay insectos y maleza, maldita sea

Con resignación se acerca a donde está el manager y coloca una mano sobre su frente

Heero. Tiene un poco de fiebre, debe ser la herida que se infecta

Traize estaba como ido sin oír las palabras de Heero, de hecho sonreía mientras observaba a su mejor amigo; después Heero coloca un oído sobre el pecho y después los dedos de su mano derecha en el cuello y muñecas del manager

Heero. No parece alterado, pero si la fiebre aumenta...
Traize. ¿No es adorable?
Heero. ¿Qué?
Traize. Mi Zechs... es hermoso

Extrañado, Heero enarca una ceja, Traize se veía raro, como ido, eso le preocupa y se acerca a él colocando las manos sobre sus hombros y sacudiéndolo le obliga a verlo, Traize lo mira sonriéndole

Heero. Debes ser fuerte Traize, saldremos de ésta ¿sí?... piensa en Wufei

Al oír el nombre del ex guitarrista, Traize borra su sonrisa y abre los ojos ampliamente, apurado se pone de pie y corre hacia el agua

Traize. Wufei... Wufei

Como si buscara dentro del agua, Traize comienza a golpear el oleaje, Heero lo mira extrañado sin saber que hacer, Traize se estaba comportando muy extraño, como si su mente quisiera bloquearse ante la terrible situación, pero aún confundido se acerca a dónde está y lo sujeta con fuerza de la cintura

Heero. ¡Cálmate por favor, Wufei está en New York!

Entendiendo enseguida, Traize se tranquiliza y Heero lo suelta para que se gire hacia él

Traize. Wufei está bien
Heero. Sí
Traize. Está en New York... a salvo
Heero. Así es, por eso debemos luchar y volver ¿entiendes? Tú con Wufei... yo con Duo

Aún aturdido, Traize asiente con la cabeza y mira hacia su mejor amigo

Traize. ¿Y Zechs?... estará bien?
Heero. Lo cuidaremos ¿de acuerdo?

Nuevamente Traize afirma con la cabeza y comienza a caminar hacia su amigo, sentándose a su lado, Heero observa y suspira profundo, después mira hacia el sol, éste había bajado un poco y comienza a soplar aire por lo que Heero deduce que no tardará en oscurecer. Recordando algunas cosas de los campamentos a los que había ido de más pequeño, Heero comienza a recolectar pedazos de madera y rocas para hacer una fogata

Heero. ¿Tienes hambre?
Traize. No
Heero. Veré si puedo atrapar algunos peces

Después de hacer su fogata Heero se acerca al agua con algunos instrumentos para pescar al estilo rudimentario pero esto era más difícil de lo que se veía en las películas de naufragio así que ese primer día no logra atrapar nada... el sol comienza a ocultarse mostrando una terrible oscuridad que salvo la fogata era total, Heero y Traize estaban quietos, en silencio admirando la flama

Heero. ¿Sabes?... siento náuseas
Traize. Yo también
Heero. ... Si pudiera, me gustaría abrazar a Duo de nuevo... quiero estar cerca de él

Deshaciendo su imagen de chico frío, Heero encoge sus piernas y comienza a llorar sobre ellas, Traize se siente mal por ello y solo frunce sus cejas apretando los puños

Traize. Sí... también quisiera estar con Wufei... decirle que lo amo

Entre los sollozos de Heero y los recuerdos de Traize, Zechs comienza a moverse un poco, ambos se dan cuenta de ello y se ponen alerta, el manager abre poco a poco sus ojos y enseguida comienza a jadear por el dolor, Traize se acerca a él rápidamente colocándose a su lado, ambos lo miraban fijamente

Zechs. ¿Qué... pasó?
Heero. El avión se estrelló
Zechs. ¿Qué?
Traize. Pero estamos bien... todo va a estar bien

Confundido Zechs intenta colocarse una mano sobre la frente pero la mano que intenta mover es la de su brazo derecho, donde el tubo lo había atravesado

Zechs. No puedo mover mi mano... no siento mi brazo

Traize y Heero voltean a verse preocupados y después miran hacia el manager, cuyas mejillas estaban rojas y el resto de su cara se veía más pálida de lo normal

Zechs. Me siento muy mal
Heero. Debes aguantar
Zechs. Todo está... muy oscuro
Traize. Es de noche
Zechs. Mi cabeza...

El rubio mueve su cabeza y cierra los ojos como si delirara, Traize le sujeta su mano izquierda y la aprieta con fuerza comenzando a derramar algunas lágrimas

Traize. Vas a estar bien, ya lo verás... regresaremos, volverás a ver a Noin... todo será como antes, todos... reiremos otra vez

No aguantándose más comienza a llorar con fuerza, apretando cada vez más la mano de su mejor amigo, mientras Heero solo observaba, sintiéndose impotente... A la mañana siguiente, cuando Heero despierta, se niega a abrir los ojos, quería pensar que todo se trataba de un sueño y que cuando abriera sus ojos lo primero que vería es a Duo a su lado, sonriéndole como siempre, esa idea permanece en su mente por casi veinte minutos hasta que la voz de Traize lo obliga a abrir los ojos y ver la cruda realidad a su alrededor

Traize. ¡Heero, despierta!
Heero. ¿Qué sucede?

Enseguida el ex vocalista se sienta en la arena y mira hacia sus compañeros de naufragio, la imagen que ve ante él estaba muy lejos de ser la que deseaba, Traize sostenía el cuerpo de Zechs sobre sus piernas y éste sudaba a chorros mientras se quejaba del dolor, rápidamente Heero se acerca colocándose al lado de su ex manager

Heero. Está ardiendo
Traize. ¿Se va a morir?

Ante la pregunta, el ojiazul solo se queda completamente callado mientras sigue observando al rubio, después aprieta con fuerza sus manos

Heero. ¡No te puedes morir Zechs!

El rubio abre un poco sus ojos y gira la cabeza hacia Heero, que le veía fijamente

Heero. Prometiste qué harías de The Wings el mejor grupo

Los ojos del ex vocalista se enrojecen y comienzan a humedecerse, con esfuerzo Zechs sonríe levemente al chico, después de unos momentos logra hablar

Zechs. Y lo cumplí... son los mejores... muchas veces... me sacaron de mis casillas pero... siempre... han sido los mejores
Heero. No es verdad, te necesitamos
Zechs. No puedo más... me siento fatal

Nuevamente el rubio cierra los ojos y suspira levemente, Heero no sabe que más decir y solo continúa mirándole, mientras que Traize abrazaba con fuerza el cuerpo de su amigo, su mirada estaba fija en él. Segundo después Zechs abre sus ojos y mira a su amigo

Zechs. Traize...
Traize. Dime
Zechs. Te quiero mucho

Traize a diferencia de Heero no se puede aguantar y comienza a llorar, cayendo sus lágrimas sobre el rostro de su amigo

Traize. Por favor, no te despidas de mí...
Zechs. Perdóname por... haberte rechazado
Traize. No pienses en eso ahora
Zechs. Espero que seas feliz con Wufei... cuídalo mucho
Traize. ¡Ahora solo me importas tú!
Zechs. Siempre fuiste... muy especial para mí y... aquella noche... fue...

Un dolor agudo proveniente desde su hombro herido lo hace cerrar con fuerza sus ojos y quejarse, Heero y Traize se preocupan por ello mostrándose angustiados, pero con mucho esfuerzo Zechs logra abrir los ojos otra vez y hablar, ésta vez mirando hacia el cielo

Zechs. Ya no puedo... seguir
Heero. ¡Resiste!
Traize. Zechs...
Zechs. Lucrecia... díganle a Lucrecia que... hasta el último segundo... nunca dejé de... pensar en ella

El ex manager de The Wings sonríe ampliamente, recordando a su gran amor e imaginando la familia que a su lado jamás tuvo, mientras unas lágrimas ruedan por sus mejillas

Zechs. Quiero... vivir...

Sin poder ocultar su angustia Zechs comienza a llorar hasta que su último aliento le interrumpe, mirando al cielo y con la sonrisa en el rostro se despide del mundo mientras su cuerpo se blandea completamente. Con el cuerpo temblándole Traize se abraza al cuerpo de Zechs aferrándose con fuerza mientras llora

Traize. ¡No Zechs, no me dejes!... ¡No te vayas!

Por su parte, Heero sin poderlo creer solo se mantiene en shock por unos momentos con los ojos completamente abiertos, en silencio unas lágrimas caen de sus ojos y sin sollozos se despide de un gran amigo... Desde ese momento Traize había perdido la razón, su mente había borrado tan terrible suceso y ahora no recordaba nada y a nadie, ese había sido su mecanismo de defensa mental pues la pérdida de su mejor amigo era muy fuerte. Esos tres meses la habían pasado en la Isla, uno lejos del otro, Heero había enterrado a Zechs bajo la arena en un punto centro de la pequeña isla y él permanecía cerca de la orilla, mientras que Traize se internaba en cualquier lugar de la pequeña porción de Tierra, lejos de Heero, pues según él, el ex vocalista atraía a los espectros y muertos.

El ojiazul vivía día a día con la esperanza de que algún día volverían a Casa, aunque a veces perdía toda esperanza, su único aliento a querer conseguirlo era Duo

- Fin del recuerdo -

Como siempre Joe sale a trabajar dejando a Quatre solo en el departamento, al rubio no le apetecía mucho salir, no tenía nada que hacer, ni amigos y nada le llamaba la atención, extrañaba su vida en New York, las calles, los viejos tiempos, incluso extrañaba esos días en que competían con Dark Sound, extrañaba a esas desgraciadas que siempre le imprimían sabor a la competencia musical, ignoraba que detrás de la mayoría de sus tragedias se encontraba la bajista de ese grupo, pero extrañaba su vida de antes, incluso cuando Trowa lo utilizaba solo por placer

Quatre. ¿Qué estarán haciendo todos por allá? Cómo le estará yendo a Duo?... ¿Ya me habrás reemplazado Trowa? Seguramente estas por ahí, de puta en puta, consumiendo alcohol y drogas como loco... Demonios ¿cómo es posible que aún te ame?

Aún después de todo lo que había vivido a su lado, Quatre no podía olvidarse de aquellos sentimientos puros, porque era la primera vez que se enamoraba así de alguien, antes de Trowa todas sus relaciones habían sido fracaso tras fracaso, jamás había logrado enamorarse de alguien, y ahora que lo hacía había sido del peor de los hombres, se sentía muy estúpido

Quatre. Supongo que tendré que resignarme

Suspirando hondo se levanta del mueble de la sala donde se encontraba sentado y se dirige a la habitación que compartía con Joe, se veía un poco desordenada, nunca le prestaba mayor atención y ahora que no tenía nada que hacer decide husmear un poco, tal vez había cosas que podía tirar o acomodar, ayudar de vez en cuando no le vendría mal. Así que comienza con el ropero, éste tenía una altura un poco mayor a la suya y constaba de cuatro cajones de cada lado y uno amplio hasta abajo que abarcaba el lugar de dos, con paciencia abre los cajones del lado derecho uno a uno, los cuales correspondían a los de Joe, ya que los suyos eran los del lado izquierdo. En ellos guardaba ropa y algunas cuantas cosas; Quatre termina en unos momentos y entonces se agacha para abrir el cajón amplio, al hacerlo se lleva una gran sorpresa cuando ve que dentro de él hay lo que al parecer son periódicos, pero que al agarrar unos cuantos, se da cuenta de que son solo secciones de Espectáculos del periódico local que llegaba diariamente a esa dirección

Quatre. ¿Qué es esto?

Confundido el rubio no lee ninguno de los encabezados y continúa husmeando en el cajón llevándose una sorpresa aún mayor cuando encuentra además de las secciones de Espectáculos, un par de fotos que lo dejan sorprendido y confuso

Quatre. No puede ser... Joe ¿por qué?

Nervioso el rubio comienza a buscar más de esas fotos, sorprendiéndose cada vez más con lo que ve, después de ver hasta dónde considera que es suficiente agarra las hojas de periódico leyendo un par de encabezados

Quatre. ¿Por qué me hiciste esto Joe?... confiaba en ti

Soltando algunas lágrimas, el ex bajista continúa leyendo, su sorpresa, indignación y enojo crecían conforme continuaba leyendo...

Mientras tanto en New York, en casa de Lucrecia, se encontraba Hilde de visita, la esposa de Zechs preparaba café mientras su amiga la esperaba en la Sala, después de unos momentos regresa Noin con los cafés de ambas

Hilde. Nunca me dejas ayudarte
Noin. Vamos, yo puedo sola
Hilde. Me alegra verte así
Noin. Te juro que hubo días en que pensé renunciar, pero mi bebé ha sido siempre mi razón de seguir

Sonriendo tiernamente, Noin le da un pequeño sorbo a su café, su amiga la mira y también le sonríe, poniendo después azúcar al suyo

Noin. Ahora que han tomado un descanso deberías pensar en ti misma

El comentario de la ex manager pone a Hilde un poco melancólica y a la vez molesta, por lo que la mira seriamente

Hilde. A decir verdad me estoy cansando
Noin. Pero...
Hilde. Es que no soporto a Dorothy, todo quiere que sea a su manera, solo acepta otros consejos si son de Relena, además antes que todo nunca estuve de acuerdo en que te despidiera, eso fue ruin

A pesar de que estaba de acuerdo en la opinión de su amiga, su comentario la hace sonreír nuevamente

Noin. ¿Y por qué no dejas Dark Sound?
Hilde. Lo hago por Sally
Noin. Pero ella esta delicada, dudo que vuelva

Hilde. Aunque hizo su berrinche, Dorothy acordó en que después de su parto, Sally tuviera un mes de descanso, pero no se puede confiar mucho en ella, siento que si no soy mediática la echará del grupo en la primera oportunidad

Noin. Vamos, también Relena está de su lado
Hilde. Relena es una chica de dos caras, a veces no se sabe si se puede confiar en ella o no
Noin. En parte tienes razón
Hilde. Que complicado ¿no?

La guitarrista suspira cansada y después de probar su café le echa otra cucharada de azúcar

Hilde. Antes era lindo ¿sabes?... competir con The Wings y divertirse, planeábamos tonterías para arruinarlos musicalmente ¿quién iba a imaginar que todo terminaría de éste modo? Es una lástima
Noin. Sí... antes era mejor

Agachando un poco la mirada Noin se queda pensativa, segundos después Hilde se da cuenta que ha hecho a su amiga recordar y se preocupa

Hilde. Lo siento, no quise...
Noin. No te preocupes, la pérdida de Zechs es algo que he ido superando
Hilde. Perdóname
Noin. En serio, no te angusties... mejor cuéntame algo ¿cómo está el amor?
Hilde. No me preguntes eso, desde que Erick se desapareció sin decir absolutamente nada, no he salido con nadie, la verdad es que lo extraño
Noin. Eso fue raro ¿cierto?
Hilde. Sí, a menos de 30 días de la Sentencia, se fue, desapareció como fantasma
Noin. Que raro ¿no?
Hilde. ¿Por qué?
Noin. Porque pareciera que era solo lo que esperaba
Hilde. No te entiendo

La mirada de Hilde se endurece sobre su amiga, Noin también la mira pero después sin contestar nada, solo mueve su cabeza hacia los lados

Noin. Olvídalo
Hilde. Dime por favor
Noin. No te enojes pero es que... él no parecía ser alguien que haya sufrido de violación

Sorprendiéndose por el comentario de la ex manager, Hilde abre ampliamente los ojos y se pone de pie dirigiendo su mirada con firmeza hacia la esposa de Zechs

Hilde. Pero qué dices Noin
Noin. Lo siento pero es así como pienso... es como si hubiera querido hundirlo
Hilde. ¡Noin!
Noin. No te enojes conmigo Hilde, pero piensa ¿cómo reaccionarías si estuvieras ante el hombre que te violó?

La guitarrista de Dark Sound se queda callada ante el último comentario de su amiga y después agacha la mirada

Hilde. Debo irme

Agachándose un poco para agarrar su bolsa, Hilde se marcha enseguida sin despedirse de su amiga, Noin suspira leve y después bebe nuevamente de su café, había querido decirle anteriormente a Hilde lo que pensaba del caso de su novio, pero hasta ese momento no se había presentado la oportunidad...

Con motivo de su supuesta reconciliación, Joe vuelve temprano del trabajo con un ramo grande de 24 rosas rojas, al entrar a la casa no ve a Quatre a la vista por lo que piensa que se encuentra en la habitación, tal vez bañándose, la última idea lo hace sonreír y a paso lento se acerca al cuarto para sorprenderlo en la ducha. Pero cuando llega a la recámara se lleva una gran sorpresa cuando encuentra a Quatre sentado en el suelo con decenas de papel periódico y fotos esparcidos a su alrededor

Joe. ¿Qué haces?

Pregunta molesto dejando caer al piso su ramo de rosas, Quatre se gira hacia él mirándolo duramente y con los ojos enrojecidos, rastro de que había estado llorando, pero ahora su mirada era fría sobre el hombre, Joe se acerca a él lentamente

Quatre. ¿Por qué lo hiciste?
Joe. Te mantenía protegido
Quatre. ¡Mentira!

Enojado el rubio se pone de pie con un par de periódicos en su mano y se los avienta a Joe a la cara, éste se queda callado pero mirándolo también con dureza

Quatre. Y de pensar que creí esa tontería de que éste periódico no tenía sección de Espectáculos ¡tú siempre se la quitabas!
Joe. ¡Entiende Quatre, fue por tu bien!
Quatre. Por mi bien ¿dices? No seas hipócrita, solo fue por tu bien
Joe. No es verdad mi amor, es que tu...
Quatre. ¡No me llames mi amor! Te das cuenta? Trowa estuvo a punto de morir y jamás lo supe! No te lo perdonaré
Joe. Escucha...
Quatre. Y Duo fue condenado por asesinato ¡y tampoco lo supe!

Completamente enojado Quatre se agacha y agarra un par de hojas más

Quatre. Todo éste tiempo sintiéndome culpable por no amarte, creyendo que eras el hombre más lindo, y mira esto ¡No es más que basura asquerosa!

El ex bajista avienta las hojas al suelo y mira con furia a Joe quien se queda callado por unos breves momentos, buscando más excusas para sus acciones

Joe. Me habrías dejado al saber eso, me habrías dejado por él
Quatre. Nunca lo dudes, me habría ido en el mismo instante de saber que estaba mal, porque lo amo

Por segundos los dos se miran fijamente a los ojos, enfrentándose con ellos, pero Quatre agacha la mirada hacia el suelo y después se agacha tomando un par de fotos

Quatre. Explícame esto
Joe. ...
Quatre. ¡Dime qué es esto!
Joe. Yo...
Quatre. ¡No tienes excusa Joe! Hay fotos de nosotros teniendo sexo ¡Dime quien las tomó!
Joe. Yo fui
Quatre. ¿Por qué lo hiciste? Estas enfermo o qué?

Indignado por el contenido de las fotos, Quatre comienza a romperlas, Joe mira atentamente como cae pedazo tras pedazo de foto y enseguida se acerca arrebatando de la mano del rubio las que quedan y apretándolas contra sí mismo, Quatre por su parte pone expresión de asco

Quatre. ¿Quién eres realmente?... Nuestro primer encuentro ¿fue de verdad una coincidencia?... ¡Contéstame!
Joe. Ya cállate, no haces más que quejarte
Quatre. Por Dios Joe, necesitas ayuda... no estás bien
Joe. No es verdad
Quatre. Joe
Joe. No necesito nada de nadie, solo te necesito a ti... te amo

El ex bajista mira con lástima a su amante y agacha la mirada unos momentos

Quatre. Me voy
Joe. ¿Eh?
Quatre. Regreso a New York

La sentencia de Quatre deja a Joe prácticamente helado, no podía aceptar el hecho de que el amor de su vida lo dejase, no estaba dispuesto a admitirlo

Joe. No te dejaré
Quatre. ¿Qué dices?
Joe. ¡No me vas a dejar!

Completamente lleno de rabia, Joe sujeta de los hombros a Quatre quien lo miraba con sorpresa y espanto, los ojos de Joe estaban cargados de furia y sacude el cuerpo del rubio un par de veces

Joe. ¡Te amo Quatre!... y también me amarás

Sin más atrae al rubio con fuerza hacia él y le da un beso duro en los labios, Quatre intenta resistirse pero a pesar de su intento, Joe lo dirige hacia la cama donde lo tumba en ella y se sube en él comenzando a besar su cuello, el ex bajista intento empujarlo pero Joe no se deja

Quatre. ¡Déjame!
Joe. Vas a ser mío... solo mío
Quatre. ¡Noo... por favor!
Joe. No lo entiendes ¿cierto?... no lo entiendes
Quatre. ¡Joe!
Joe. Nos conocimos porque así lo quise... viniste a París porque así lo quise

El rubio abre los ojos ampliamente dejando de poner resistencia a los besos de Joe, no entendía que trataba de decirle con esas palabras, Joe ve que ya no hay resistencia y comienza a desabrochar la camisa del rubio, dejando un rastro de besos hasta su abdomen, desabrocha después el pantalón y tomando el miembro del ex bajista comienza a lamerlo, Quatre trataba de hilar los datos resientes con lo vivido y no lograba encontrar la conexión, Joe logra la erección del rubio y mientras lo observa comienza a masturbarlo con una mano

Joe. Siempre supe que eras de The Wings, te admiraba, compraba las revistas donde salías, los periódicos, compraba los conciertos, los cd´s, los libros de fotografías, te seguí a muchos lugares, conocía tus pasos, por eso sabía que estabas en ese Hotel esa noche, te vi entrar con ese tipo... y sentí rabia... mucha rabia... espere afuera de la habitación y cuando vi que se abría me escondí tras un pilar... y fingí que chocamos

Al tiempo que su semen explota sobre su vientre, un sonido desde el fondo de su garganta se escucha y unas lágrimas caen por sus sienes, no podía creer lo que estaba oyendo. Joe sonríe complacido y después de lamer un poco de semen, baja el pantalón y comienza a introducir dos dedos en el interior de Quatre causándole un estremecimiento

Joe. Todo iba bien, te iba a conseguir tarde o temprano, jugando limpio, pero no importaba cuanto él te humillara o te hiciera sentir miserable ¡seguías amándolo!

Con fuerza Joe introduce hasta el fondo sus dedos y Quatre arquea levemente su espalda mientras se queja

Joe. Por eso lo contraté a él, para que hundiera a Trowa
Quatre. ¿Qué?
Joe. Sí, a Armand, él tenía que seducir a tu estúpido Trowa, hundirlo en las drogas, metiéndolo en la perdición ¡Para que tú fueras mío!
Quatre. No... Eso...

Sonriendo con más amplitud, Joe saca los dedos de Quatre y se posiciona entre sus piernas, hincándose frente a él se desabrocha el pantalón y sujeta su miembro erecto, introduciéndolo dentro de Quatre, quien cierra los ojos hasta que lo siente entrar completamente, después mira fijo a Joe

Quatre. No es cierto
Joe. Lo es mi amor... te orillé a venir conmigo... y te obligaré a quedarte... no quería confesarte esto, no quería hacerte daño pero... ¡me has obligado!

Con fuerza Joe embiste a Quatre, sujetando sus piernas con fuerza para balancearse y llegar más a fondo, el rubio comienza a gemir y a apretar sus ojos con fuerza, en unos segundos el Joe que había conocido estaba muerto, éste loco obsesivo lo obligaría a estar con él por el resto de su vida, la cual estaba destinada a ser una miseria...

Al día siguiente, como cada mañana al despertar, después del desayuno, los reos tenían que dirigirse a sus respectivos lugares de trabajo, ese día a Duo le tocaba ayudar a lavar los baños, aquella actividad era la que menos le agradaba, pero debía de hacerla. El trenzado es asignado junto a otro reo, un chico callado que no se metía con nadie, mientras el ex guitarrista tallaba los pisos, su compañero limpiaba las paredes, momentos después de que llegaran al baño, tres sujetos entran después, se trataba de viejos amigos de Kim, el trenzado los ve de reojo cuando llegan y los ignora continuando su labor

Phil. Así te queríamos agarrar... tú sal de aquí

El sujeto se dirige al compañero de aseo de Duo quien obedece enseguida y sale del baño, Duo continuaba con su labor y otro de los tres sale para vigilar, en tanto Phil se acerca a donde está el trenzado junto al otro sujeto

Phil. ¿Sabes? Desde hace tiempo te traigo ganas
Duo. Vete al diablo

Sin siquiera mirarlo, Duo talla los pisos con más fuerza, el tipo sonríe mirando hacia su compañero y después se acerca más al ex guitarrista, lo sujeta con fuerza de los cabellos y jala su cabeza para que lo mire a los ojos

Phil. Estamos tras tu cabeza Maxwell... nos la vas a pagar
Duo. Púdrete
Phil. ¿Oíste eso Red?

Ambos sujetos comienzan a reír, Duo mira a su agresor duramente y él se da cuenta poniéndose serio enseguida

Phil. ¿Te crees superior idiota? Solo porque mataste a Kim?... ¡No eres más que basura!

Con toda su fuerza el tipo avienta a Duo hacia el suelo y cae acostado, después le da una patada en el estómago que lo sofoca

Red. ¿Me dejarás algo?
Phil. Espera...

Sonriendo nuevamente, se agacha y vuelve a tomar a Duo de los cabellos, eleva su cabeza y estrella su rostro contra el piso haciendo sangrar su nariz, el trenzado grita de dolor y cierra los ojos, Phil levanta su cabeza otra vez y lo gira hacia él

Phil. ¡Mírame a los ojos! Pagarás maldito
Red. Antes de matarlo déjame algo
Phil. No seas idiota, no lo voy a matar, no hasta que haya sufrido lo suficiente ¿verdad niño bonito?

Con cara de maniático, Phil saca de su bolsillo una navaja poniéndola cerca de la mejilla izquierda del trenzado quien mira el arma fijamente

Phil. Cortaré esa cara bonita que tienes

Duo abre los ojos ampliamente mientras Phil acercaba cada vez más la navaja hacia su rostro, poco a poco entierra el filo en su mejilla, comenzando desde el pómulo y dirigiéndola hacia su mentón, la sangre comienza a salir espesamente y antes de que la navaja llegue a su barbilla Duo grita y con su mano derecha sujeta la navaja cortándose la palma y empujando a su agresor

Duo. ¡Detente!
Phil. Tienes agallas
Red. Yo creí que no le importaba nada, esa fama tiene
Phil. Eso quiere hacer creer, no es más que un cobarde

Ante las palabras de esos sujetos, Duo aprieta con fuerza los dientes, la sangre de su mano comienza a manchar el suelo y la de su rostro el uniforme que traía puesto

Phil. Veamos de que estás hecho ¡atácame!
Duo. No lo haré
Phil. ¿Eh?
Duo. Quiero vivir
Phil. ¿Qué dices estúpido?
Duo. ¡Quiero vivir y salir de éste maldito infierno!

Por breves segundos ambos se sorprenden por las palabras del trenzado pero después comienzan a reír, el trenzado enarca una ceja mientras lo mira fijamente

Phil. Inspirador... pero no saldrás en muchos años
Duo. Antes no me importaba, perdí lo que más amaba, pero me olvidé de mi propia existencia ¡ya no quiero sufrir por aquel a quien amé!

En los ojos de Duo se mostraba una gran determinación, Red continuaba riendo pero Phil se queda callado unos momentos mirando fijamente al chico

Phil. Lástima que no vivirás para ello
Duo. Te equivocas... viviré

El trenzado se levanta la manga derecha de su camisa y muestra su cicatriz a Phil

Duo. Una vez estuve entre la vida y la muerte... sobreviví... después lo perdí a él y volví a estar en lo más profundo del abismo, y he sobrevivido... no moriré, encontraré mi camino

A Red le parecen ridículas las palabras de Duo y otra vez ríe mientras que Phil se queda serio mirándolo fijamente, estaba realmente muy molesto, él tenía años en esa prisión y jamás había tenido esas agallas para enfrentarse a alguien, sentía envidia

Phil. ¡Estupideces!

Con furia se acerca a Duo a prisa apretando la navaja en su mano, dirigiéndola hacia el trenzado, poniéndose en alerta Duo se para derecho esperando a recibir la navaja y cuando Phil se acerca lo suficiente le sujeta las manos y comienzan a forcejear, Red miraba atento, si se metía seguramente resultaría herido, por eso decide no hacerlo

Phil. ¡Te voy a matar... te voy a matar!

Por momentos comienza a verse que Phil tiene la ventaja, pero Duo imprime más fuerza y avienta a su agresor haciendo que éste suelte la navaja y ésta se arrastre por el piso, al mismo tiempo ambos se sueltan y Phil voltea enseguida hacia el arma, Duo voltea después y ambos corren hacia ella, el trenzado se avienta hacia ella pero Phil alcanza a patearla y antes de que Duo se levante llega hasta ella y la agarra dirigiéndola hacia donde se encuentra el trenzado

Phil. ¿Lo ves estúpido?

Sonriendo triunfante, Phil se acerca a donde está Duo, se agacha apoyándose en una de sus rodillas y con fuerza entierra la navaja en el estómago del trenzado, con amplitud abre sus ojos mientras comienza a temblar, intenta decir algo pero un hilo de sangre sale de su boca, Phil desentierra la navaja comenzando a brotar la sangre del trenzado, se levanta rápido y voltea hacia Red

Phil. ¡Vámonos!
Red. Sí

Phil se guarda la navaja dentro de la ropa, se enjuaga las manos y sale corriendo junto a su compañero, Duo se acuesta en el suelo mirando hacia la luz del techo, se lleva ambas manos al estómago y después las mira fijamente a contra luz

Duo. Hee... ro

El trenzado cierra sus ojos lentamente y después sus manos caen rápidamente al suelo, segundos después llegan corriendo dos de los celadores, habían visto algunas manchas de sangre que provenían del baño, lamentablemente estas no tenían seguimiento unos metros después del baño. Uno de ellos se hinca junto a Duo y coloca dos dedos en su cuello

Celador 1. Está vivo... de prisa

El otro celador afirma moviendo la cabeza y carga a Duo en sus brazos mientras el otro hace presión contra su estómago para que deje de salir la sangre...

Por la tarde al salir al jardín, como se les tenía permitido, Trowa se sienta junto al pequeño lago donde el otro día había hablado con Middie, arrancaba un poco de pasto mientras miraba la tranquila agua, algunos pájaros se acercaban a tomar un poco; se encontraba pensativo, contaba las horas para salir de ahí, aún no sabía que día, solo sabía que sería pronto... una sombra proveniente de alguien que estaba atrás de él, llama su atención y voltea, el reflejo del sol en su rostro lo confunde, pareciendo que se trataba de Quatre, abriendo los ojos ampliamente se gira completamente pero aquella persona se inclina hacia él haciendo que Trowa se decepcione, se trataba de un hombre joven, cabello negro corto y sonrisa tierna

"Eres Barton Trowa ¿verdad?"
Trowa. Sí
"Te busca el Doctor Stevenson"

Volviendo a sonreír el chico se aleja de ahí, el ojiverde suspira cerrando sus ojos y pasándose una mano por el cabello, con resignación se dirige a la oficina de ese Doctor.. Antes de entrar toca la puerta y al oír respuesta entonces la abre, el Doctor estaba sentado tras su escritorio

Stevenson. Toma asiento por favor
Trowa. ¿Qué sucede?
Stevenson. Ayer tuvimos junta otros doctores y yo, hicimos una lista de quienes creíamos que ya podían salir de aquí, yo te escogí a ti y otros cuatro de mis pacientes, lamentablemente solo habrá autorización para 10 y entre todos los doctores juntamos un total de 25 candidatos
Trowa. ¿Entonces me citó para...?
Stevenson. Por lo que has platicado con nuestros Psicólogos veo que tienes ya la mentalidad de alguien que puede volver al mundo exterior, pero para serte sincero creo que clínicamente aún podrías estar aquí un par de semanas más

La última noticia no le agrada para nada al ex baterista, así que se levanta de la silla rápidamente mirando desesperado al Doctor

Trowa. ¡No puedo estar tanto tiempo!
Stevenson. Lo sé, por eso te cité... sé que tienes motivos personales para salir de aquí, pero yo aún te veo un poco débil, has superado la anemia pero temo una recaída. Pero si estás dispuesto a cooperar, clínicamente diré que estas perfecto
Trowa. Pero eso...
Stevenson. Sé que no está bien, pero tú decides
Trowa. Lo haré
Stevenson. No has dudado ni un segundo
Trowa. Usted no sabe, cuantos deseos tengo de verlo

La mirada sincera del ojiverde conmueve al Doctor y sonriendo complacido, saca un block de uno de los cajones de su escritorio y comienza a escribir

Stevenson. Sales en tres días ¿de acuerdo?
Trowa. Sí

Sonriendo ampliamente, Trowa estira su mano derecha hacia su doctor, él la estrecha con el ex baterista y después éste se marcha de la oficina mostrándose feliz, pronto vería a Quatre nuevamente, estaba dispuesto a pedir perdón, aun así tuviera que arrodillarse ante él...


Continuará...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario aquí ^^