El jardín de las delicias
Capítulo
31. Lágrimas y Angustia. La última sonrisa no es una bienvenida
FINAL
PARTE 1:
¿Cuánto
tiempo estuve esperando? Ven a mis brazos, perdonémonos una vez más, permite
curar las heridas que yo mismo infringí, permíteme redimir mis errores. Solo
dame una oportunidad más…
Al
bajar del auto la sensación de vacío y desesperación le retorció las vísceras.
A su lado estaba Richard, no supo con qué intención, pero Duo estira su mano
hacia él y la aprieta, haciéndole sentir su nerviosismo, su miedo, sus
inseguridades, el terror que le provoca el solo pensar que volverá a ver
aquellos ojos azul profundo. Un muerto que ha regresado no solo del más allá,
sino desde lo profundo de sus recuerdos más dolorosos, la tristeza que quiso
ocultar sin poderlo lograr, el miedo que jamás pudo vencer
Richard.
¿Estás bien?
Duo.
No lo sé
Su
sinceridad le hace sonreír, lo mira fijo y luego se acerca, colocándole las
manos a los hombros, lo atrae hacia él y le abraza, Duo se derrumba y le abraza
con fuerza y necesidad, su refugio del dolor era él, la persona que durante
meses estuvo a su lado, amándolo sinceramente
Richard.
Sabes que cualquier cosa que decidas la respetaré, me has elegido a mí, pero si
al verlo tu idea cambia, quiero que sepas que mi amor es tan grande como para
dejarte ir si es necesario… Jamás he amado a nadie ni amaré a nadie como a ti
Tras
sus palabras le besa sobre los cabellos, Duo se siente fuerte entre sus brazos,
pero aun inseguro, solo sonríe y eleva su mirada, la topa con Richard y le
sujeta del cuello, regalándole un inocente beso sobre los labios
Duo.
Te quiero mucho Richard, no te mereces esto
Richard.
Duo
Duo.
Escucha… Solo necesito verlo y despedirme, quiero cerrar éste capítulo de mi vida
y compartir el resto de ella contigo. Quiero estar contigo lo que me quede de
vida, Heero se convertirá en un recuerdo y nada más, te lo prometo
Richard.
De acuerdo
Aunque
no estaba convencido le sonríe y acaricia su rostro, le besa también sobre los labios
y se separan, uno al lado del otro avanzan hacia la casa, decenas de reporteros
se acercan a ellos para obtener alguna declaración, pero son evadidos. Richard
y Duo llegan hasta el portón y éste se abre automáticamente, caminan hacia la
gran puerta de madera luego de pasar el jardín frontal. Wufei abre la puerta,
con su pequeña en brazos, el trenzado no duda en hacerle cariños y regalarle un
beso en las mejillas, ella le sonreía de forma adorable, pero en cambio el
chino lo observaba con molestia, acusadoramente
Duo.
Hola
El
trenzado saluda nervioso, apenas pudiendo levantar la mano, Wufei lo observa
fijo sin decir nada, luego mira a Richard con recelo, sabía que él no tenía la
culpa de nada, que por el contrario les había ayudado mucho, pero su fidelidad
hacia Heero no le permitía ser ecuánime, el pelinegro se retira y les deja
pasar, cerca de la escalera se encontraba Quatre, sin dudar se acerca y le
abraza, Duo corresponde, el rubio saluda a Richard y la puerta se cierra tras
ellos, el trenzado siente la mirada de alguien sobre él y comienza a temblar,
poco a poco se gira hacia su lado derecho y al fondo, cerca de la sala, se
encuentra Heero Yuy, el estandarte de todos sus sufrimientos, el que antes
fuera el objetivo de todas sus batallas, por quien estuvo dispuesto a todo, de
quien ahora quería alejarse. Por instinto da un paso hacia atrás y aferra su
mano a la de Richard, Heero mira hacia esa unión y casi a punto de acercarse
con enojo Trowa lo detiene, sujetándole el antebrazo, aunque el ojiazul no le
mira, el ojiverde niega con su cabeza
Quatre.
Duo… ve
El
rubio siente las sensaciones que experimentaban tanto Duo como Heero y siente
un fuerte mareo, Trowa se aleja del ex vocalista y corre hacia él, sujetándolo
por los hombros, Quatre comienza a derramar lágrimas, eran de Duo, las que
estaba reprimiendo con tanta fuerza que lo hacía sentirse abrumado, por parte
de Heero sentía un rencor inconmensurable, unas ganas tremendas por romperlo
todo, el rubio se tapa la boca y ahoga un gemido, nunca antes había sentido de
forma tan fuerte y precipitada los sentimientos de alguien más, Trowa comparte
una mirada con él y luego besa su frente
Trowa.
Tranquilízate mi amor
Con
compasión y ternura, el ojiverde sujeta con fuerza su mano y lo tranquiliza,
ambos miran de nuevo la escena, a escasos metros estaban Duo y Heero de
distancia, mirándose fijamente, el trenzado temblaba con fuerza, era incapaz de
moverse, el ojiazul escudriñaba todo de él, ahogándose en las ganas por correr
hacia él, tomarlo entre sus brazos y llevárselo lejos. Richard mira por breves
segundos a Heero y se acerca un poco más a Duo, coloca su mano derecha sobre el
hombro izquierdo de Duo, lo gira suavemente hacia él y coloca la mano faltante
sobre su otro hombro, luego lo mira a los ojos
Richard.
Ve y habla con él, yo iré a casa ¿de acuerdo?
Duo.
Pero…
Richard.
No aceptaré oposiciones. Te estaré esperando, si no regresas hoy sabré que
decidiste quedarte, pero quiero que tengas esta última oportunidad. Te amo
Pese
a la mirada de rabia de Heero, el abogado se agacha sutilmente y regala un beso
suave a Duo sobre la frente, se aleja de él y sin mirar a Heero fija su mirada
en un debilitado Quatre, que comenzaba a sudar frío, tener a ambos ex miembros
de The Wing en esa situación lo estaba agotando
Richard.
Ellos dos necesitan su espacio
Trowa.
Gracias
El
abogado sale de la casa sin ser acompañado, Trowa y Quatre comparten mirada,
luego miran alrededor y no ven a Wufei, suponen que subió luego que Duo y su
amante llegaran, así que ellos deciden irse también, sin decir una sola
palabra, el rubio se aferra al cuerpo de Trowa y ambos se alejan, subiendo en
silencio las escaleras. Heero y Duo ahora estaban completamente solos en
aquella sala, el silencio reinaba junto con los temblores en el cuerpo del ex
trenzado, cuya boca era incapaz de moverse. El primero en hacer un movimiento
es Heero, cuyo pie derecho avanza al frente de forma sutil, al instante Duo
retrocede, mirándolo con miedo, continuaba temblando, como si tuviera ante él
un terrible fantasma dispuesto a atormentarlo
Heero.
Duo…
El
trenzado retrocede de nuevo y trastabilla, Heero se acerca a él poco a poco y
Duo se paraliza, de pronto sus pupilas se dilatan y un grito se ahoga en su
garganta, incapaz de hablar aprieta con fuerza ambos puños
Heero.
Esperé mucho por esto, por verte de nuevo
Con
mirada enajenada y casi a punto de sonreír de locura Heero continúa avanzando
hacia Duo hasta que la distancia es de tan solo tres metros, el trenzado siente
que pierde todas sus fuerzas y tan solo mueve la cabeza a los lados,
lentamente, sin apartar la vista del ex vocalista, un par de lágrimas amargas
resbalan por su rostro y tan solo atina a cubrirse éste con ambas manos,
comenzando a llorar
Duo.
Estás vivo
Susurra
con voz temblorosa, Heero llega hasta él y le rodea los hombros con ambos
brazos, cerrando los ojos al instante, fundiéndose ambos en un abrazo cuando
Duo corresponde al destaparse el rostro y moviendo sus manos hasta la baja
espalda de Heero, aferrándose con fuerza a su cuerpo, Duo llora con mayor
fuerza y en silencio se acompañan, tan solo escuchándose los sollozos del
trenzado, pasados unos segundos cuando la agitación pasa, Duo cae en cuenta que
está abrazando con fuerza a Heero y de repente se aparta, empujándolo con
fuerza, como si hubiese recibido un ataque sorpresa, el ojiazul lo observa
fijamente e intenta acercarse de nuevo pero Duo retrocede, mirándolo fijo
Duo.
No yo… no debía, perdóname
Heero.
Duo…
Duo.
No Heero, yo solo quería comprobar que estabas vivo, que sobreviviste, pero no
para volver contigo, abrazarte fue un error, solo vine a despedirme
Como
puñaladas directas al corazón, Heero siente que aquellas crueles palabras no
eran más que un mecanismo de auto defensa por parte de Duo, sin embargo había
dolido escuchar algo así, tan frío, tan despectivo, tan cruel; era como un mal
sueño, una pesadilla que comenzaba a odiar; ese reencuentro no era lo que había
esperado estando en aquella solitaria isla. Ambos se miran fijamente y Duo
vuelve a temblar
Heero.
No es verdad, dime que estás bromeando
Las
palabras que dice Heero suenan sarcásticas aunque él trataba de parecer lo más
normal posible, pero se moría de celos, saber que Duo estaba con aquel hombre,
que justo ahora lo estuviera rechazando de esa forma tan despectiva, se sentía
confundido, pero Duo no se sentía diferente, una parte muy escondida de su
corazón deseaba con todas las fuerzas correr a los brazos de Heero, olvidarse
de todo lo demás, pero no podía, era un cobarde
Duo.
Es verdad yo… ya me había resignado, rehíce mi vida, yo te enterré Heero, te
enterré para siempre
Heero.
¡Mientes!
Duo.
Heero entiende…
Heero.
No lo acepto, jamás lo haré. No es justo, nos separaron
Duo.
Sé que es injusto
Aturdido
el trenzado da unos pasos hacia atrás sin dejar de mirar a Heero, luego desvía
su mirada y todo su cuerpo vuelve a temblar, dolía cada palabra, pero lo había
decidido, Heero sería parte de su pasado, no volvería a su vida nunca más, su
futuro estaba junto a Richard
Heero.
¿No lo entiendes? Dorothy, las chicas de Dark Sound, el maldito de Dermail,
todos ellos… nosotros solo les estorbamos ¿por qué me castigas a mí?, ¿por qué
ahora?
Aunque
no solía ser un hombre de grandes monólogos ni de extensos discursos, sentía
unos enormes deseos por explayarse, hacer entrar en razón a Duo, cuyo juicio
parecía estar más nublado por el dolor que por el amor, el trenzado aún lo
amaba, podía sentirlo en su mirada, en el temblor de su voz, pero estaba
atezado de miedo, había sufrido mucho, podía verlo en su rostro, en sus manos,
todo su cuerpo expedía ese aire de haber envejecido mucho en tan poco tiempo,
aquello solo había podido pasar debido al dolor y el sufrimiento, Heero
entendía lo que su presencia significaba para Duo, el dolor que le causaba,
pero él también estaba sufriendo
Duo.
No te estoy castigando, trato de protegerme, de protegerte, hubo un tiempo para
nosotros pero eso ya pasó. Merecemos ser felices, juntos jamás…
Heero.
¿Estás oyéndote?
Enojado
el ojiazul se acerca a Duo y sin permiso alguno le sujeta con fuerza ambas
mejillas, lo atrae hacia él y cerrando sus ojos le besa los labios, mientras
los ojos de Duo permanecen muy abiertos, con las pupilas dilatadas. Los brazos
de Heero tratan de rodearle el cuerpo pero el ojivioleta lo empuja con fuerza,
tratando de alejarlo con las manos sobre su pecho, sin éxito, en un vano
intento por separarse Duo mueve su cabeza y los labios de Heero chocan contra
su mejilla, pero él vuelve a buscar sus labios
Duo.
No… ¡Basta!
Confundido
y asustado, el trenzado ejerce más fuerza sobre Heero pero no logra separarlo,
así que comienza a temblar y con la mirada desorbitada sus ojos vuelven a
inundarse de lágrimas, el dolor que le acompaña en esos instantes es
indescifrable
Heero.
Niégame que mueres por besarme, niégame que deseas que te haga el amor, niégame
que aún me amas ¡Niégamelo! Niega que tiemblas por mí, porque tienes miedo de
mí, de lo que todavía sientes
Duo.
Por favor… suéltame
A
punto de colapsarse, el trenzado pierde fuerza en sus rodillas y Heero lo
sostiene por completo, aferrándose a su cuerpo, percibiendo el olor de su
cuello, su suave piel, el cuerpo cálido de Duo lo lleva a la gloria y por
primera vez en muchos meses siente una excitación verdadera, su cuerpo clamaba
por Duo, por tenerlo entre las sábanas, lo había extrañado tanto, lo deseaba
más que nunca
Heero.
Te amo Duo, no he dejado de hacerlo un solo instante, sé que también me amas
Duo.
Suéltame Heero, déjame… es hora de dejarme ir
El
trenzado relame sus labios, sintiendo el sabor salado de sus lágrimas, poco a
poco esconde el rostro en el pecho de Heero y luego se aparta con sutileza,
Heero no se opone y le suelta poco a poco, necesitaba ver sus ojos, el violeta
de sus pupilas
Heero.
¿Por qué?
Duo.
Porque ya no existe el tiempo ni el lugar para ti y para mí. El Duo que
conociste y amaste murió por primera vez cuando supe tu muerte, volví a morir
en la cárcel, lleno de odio y dolor, Duo Maxwell murió para siempre y al salir
me perdoné a mí mismo, volví a nacer, sabiéndote muerto
Pasando
saliva duramente, el trenzado no deja de mirar a Heero, cuyos nervios estaban
al punto del colapso, no podía creer todo lo que estaba oyendo, jamás esperó un
rechazo así por parte de Duo, nunca lo imaginó ni en sus más terribles
pesadillas
Duo.
Enterrarte fue lo más doloroso que me ha pasado en la vida, pero lo superé, no
puedo volver a abrir esa puerta ¿Qué no lo entiendes? Morí, morí por ti
Desesperado
el trenzado se descubre los brazos de la manga larga de su camisa y muestra a
Heero las marcas de sus cortadas en las muñecas, cuando intentó suicidarse y
Wufei le salvó la vida
Duo.
Quise acompañarte, pero Wufei lo impidió. Yo quería morir ¿Qué no lo ves?
Asustado
Heero mira aquellas cicatrices, había sabido por sus ex compañeros que Duo
había intentado quitarse la vida, pero ver aquellas cicatrices lo perturba, el
ojivioleta no puede más y se cubre de nuevo, avergonzado
Duo.
Si vuelve a suceder, si mueres de nuevo no lo soportaré, prefiero no volverte a
ver, hacer mi vida muy lejos, no volver a saber de ti, es lo que quiero
Heero.
Eres injusto
Duo.
¿Lo soy? ¿Por qué? Eres tú quien quiere que todo sea como antes, pero no
volverá, el tiempo no vuelve Heero… acéptalo, el Heero Yuy que conocí y amé se
murió, su avión se estrelló en el mar, estás muerto
Heero.
Mentira…
Enojado
como nunca lo estuvo, Heero aprieta con fuerza los puños, entendía el dolor de
Duo, entendía su sufrimiento y entendía el miedo a volver a perderlo todo, pero
no entendía su crueldad, no entendía el motivo de aquellas palabras hirientes
Heero.
Para ti morí y moriste, qué fácil ¿no es cierto?
El
trenzado intenta decir algo pero Heero lo interrumpe, ambos no habían dejado de
mirarse en todo momento
Heero.
Mientras tú llorabas mi muerte yo lloré porque seguía vivo y jamás volvería a
verte, tú tuviste duelo y luego redención, pero yo en todo momento fui
consciente de la situación, sabía que aunque estaba vivo me creerías muerto,
sabía que tú vivías y estabas tan lejos de mí que te convertiste en un sueño
inalcanzable
Al
oír esas palabras Duo traga saliva duramente y vuelve a temblar, intentando con
todas sus fuerzas de no derrumbarse de nuevo
Heero.
¿Sabes que Traize se volvió loco? Vimos morir a Zechs y él no lo soportó, su
mente se quebró, se perdió para siempre
Duo
tiembla ante aquello, sabía lo de Traize, pero oírlo de aquel modo fue mucho
peor
Heero.
¿Sabes que hice para mantenerme cuerdo? ¿Para no ceder ante la locura? ¿Acaso
sabes lo que hice para sobrevivir? Pensé en ti…
Suavizando
su voz se acerca lentamente a Duo, que permanece por completo inmóvil,
mirándolo fijamente, temblando
Heero.
Creí que flaquearía, que me dejaría llevar, pero tu recuerdo me mantuvo fuerte,
el deseo por volverte a ver me dio fuerzas para soportar el miedo, la
incertidumbre, la locura que cada vez quería apoderase de mí, veía a Zechs por
todos lados, burlándose de mí
Duo.
Ya basta, no sigas
Heero.
No hubo un solo maldito segundo en aquella isla en el cuál no pensara en ti, en
el anhelo de volver a verte, de tocarte, decirte lo mucho que te amo y todo lo
que lamento haberte dañado. Por ti y solo por ti sobreviví ese infierno ¡¿Y tú
me vienes a decir que estoy muerto?! ¿Qué me resigne?
Duo.
Heero…
Heero.
Te amo maldita sea, sé que me amas también ¿Por qué diablos me rechazas? Habría
preferido pudrirme en aquella isla, habría preferido la muerte eterna
Duo.
¡No! No digas eso, yo…
Confundido
y llevado por sus sentimientos, Duo se acerca a Heero en un fuerte arrebato y
se cuelga de su cuello con ambos brazos, acercándose peligrosamente a él,
comienzan a besarse con pasión, con loca necesidad, los dos tan sedientos de
los labios ajenos, robándole el aliento al otro. Desesperados y asustados, el
tiempo no había mermado su amor, su deseo, sus ganas. Sin pensar en nada, las
palabras anteriores, en el hecho que Duo había elegido a Richard, que se habían
vuelto a herir con palabras crueles, comienzan a caminar hacia la habitación
más cercana, en el mismo piso, no muy lejos del pie de la escalera donde habían
conversado se encontraba el salón de música, donde los instrumentos seguían
ahí, pero ahora sin polvo, sin mantas que los cubrieran, Trowa había mandado a
limpiar esa habitación que durante meses estuvo abandonada
Duo.
Nh… Ah
El
trenzado exhala un suspiro de excitación, sentir el cálido cuerpo de Heero tan
cerca del suyo después de tanto tiempo había sido demasiado para él, había
reaccionado al instante, el ojiazul ya se encontraba excitado desde hace rato,
cuando lo tuvo tan cerca que el olor de su piel lo embriagó. El ex vocalista al
cerrar la puerta de aquella habitación no dudó un solo instante y se abalanzó
hacia Duo, sin darle a tiempo de decir nada, de no arruinar aquel momento,
volvieron a besarse con pasión, con necesidad.
Duo
reprimió varios gemidos y jadeó, caminaron torpemente, sin saber a dónde,
chocaron con la tornamesa que se encontraba pegada a la pared de enfrente, el
trenzado apoyó sus glúteos y ambas manos inclinadas hacia atrás sobre aquel
aparato y sin dejar de besarse Heero comenzó a quitarse la ropa, solo se
separaron para que se quitara la camisa y al poco tiempo ya se encontraba
completamente desnudo, se separó un poco de Duo y éste lo observo, sintió
tristeza al ver su cuerpo, desnutrido y más asoleado de lo normal, la piel
reseca aunque con músculos más firmes, el trenzado bajó sus manos y delineó los
contornos de sus costillas, casi pegadas a la piel, se miraron a los ojos y
luego compartieron un par de besos, Duo lo empujó con sutileza y se hincó sin
dudarlo, su rostro chocó contra la entrepierna erecta de Heero y no dudó en
comenzar a repartirle besos, apasionados y húmedos, pausó para despojarse de su
camisa y luego continuó, haciéndole sexo oral con delicadeza, como si fuera a
romperse en cualquier instante
Heero.
Duo…
Gimiendo
de placer le acarició la cabeza, mirando hacia abajo, notó su cabello trenzado
más corto de lo que jamás vio, las manos de Duo acariciaban sus piernas,
mientras su boca se dedicaba a regalarle aquel placer que hace tiempo no
sentía, para Heero fue la gloria, no era simple sexo oral, era Duo dedicándose
a demostrarle su amor, lo podía ver en la expresión de su rostro, sus ojos
cerrados, sin detenerse, Heero hace acopio de toda su voluntad para no
culminar, necesitaba entrar en Duo, hacerlo suyo, el trenzado aparta su mano
derecha de la pierna de Heero y la lleva a su propio pantalón, desabrochándolo,
sin detener sus movimientos de cabeza, dejando que el miembro de Heero lo
poseyera. El trenzado se detiene cuando siente el miembro de Heero más
palpitante que nunca, su propio miembro saltaba por encima del pantalón que se había
quedado hasta su cadera, Heero se arrodilla frente a Duo y vuelven a besarse
con pasión, el ex vocalista sujeta la erección de Duo y comienza a acariciarlo,
poco a poco Heero acuesta a Duo en el suelo y le ayuda a deshacerse de la ropa
faltante que les estorbaba.
Comparten
varios besos, ambos desnudos, expuestos a todo, Heero se aparta solo para
descender, besando el pecho del ex guitarrista, lamiendo sus pezones, besando
cada centímetro en su paso hasta el abdomen, reparte besos en su ombligo,
estaba tan sediento de su piel, tan necesitado de su cuerpo que no ve las
lágrimas de Duo, en su dolor al jadear, su llanto al gemir cuando toma su
miembro con la boca, devolviendo el placer que antes Duo le dio a él, el
trenzado aprieta su mano izquierda en un fuerte puño y con la derecha se sujeta
el mechón de cabello que caía sobre su frente, haciendo la cabeza hacia atrás,
gimiendo enajenado, entregado a ese momento, con los ojos cerrados
Un
suspiro con su nombre escapa de los labios del trenzado, Heero levanta la
mirada y ve las lágrimas que adornaban el rostro de Duo, aun con los ojos
cerrados, entregándose por completo a él, el ojiazul se detiene sin permitirle
terminar y se arrodilla, separa las piernas al trenzado y éste abre los ojos,
sin soltarse el cabello, se miran a los ojos sin decir absolutamente nada, el
cuerpo de Duo vuelve a tensarse y de nuevo a temblar. Heero se acomoda en medio
de las piernas del trenzado y lentamente lo invade, mirando su expresión de
dolor, pero no porque le doliera la intromisión, a Duo le dolía la situación,
le dolía entregarse a él, ceder su cuerpo a los deseos que quería reprimir
Heero.
Te amo Duo
Terminando
de introducirse, el ojiazul mira fijamente a Duo, su rostro sonrojado por
completo, la unión estaba terminada, cada centímetro de Heero dentro de Duo,
reclamándolo suyo. Sin obtener respuesta Heero desciende y entonces Duo le
rodea el cuello con los brazos, fundiéndose en un apasionado beso, mientras
Heero comienza con los vaivenes, desesperado pero tratando de contenerse para
no terminar tan pronto, aunque la cavidad de Duo era tan caliente y húmeda que
resultaba exquisita. Los gemidos de placer mueren en la boca del otro, mientras
los brazos de Duo permanecían aferrados al cuello de Heero y sus manos
agarrando con fuerza los hombros, el ojiazul tenía su mano derecha sobre la
cadera de Duo y con la otra se apoyaba en el suelo, permitiéndose embestirlo
con ritmo. Sus gemidos pausados y entregados retumban por la habitación
especializada para aislar el sonido, mientras los instrumentos musicales eran
testigos mudos de la situación, dos cuerpos desnudos sobre el suelo,
entregándose a sus instintos y su pasión, sin pensar en nada más, ni
consecuencias ni nada, solo dos personas haciendo el amor
Duo.
Heero… ¡Heero! Nhgg aah
Loco
de placer, sintiendo la invasión a toda su intimidad, Duo se aferra con más
fuerza y gime con mayor apremio, luego afloja sus brazos y Heero se levanta
ligeramente, suelta la cadera de Duo y dirige aquella mano a la entrepierna
dura y punzante de Duo, comenzando a masturbarlo, llevándolo a la gloria que
hace meses no experimentaba, el placer que solo provoca el entregarse a la
persona amada, los gemidos de ambos, fundidos y en coordinación comienzan a
acelerarse, Duo siente un espasmo de goce que lo hace arquear la espalda e
inclinarse hacia delante, sin abrir los ojos siente humedad sobre su abdomen e
instantes después humedad dentro de él, los gemidos ahogados de Heero y sus
espasmos le confirman que él también ha llegado al orgasmo.
El
ojiazul se mueve un poco dentro de Duo luego de eyacular y poco a poco sale de
él, sin abrir sus ojos ninguno de los dos, vuelven a besarse, ésta vez
pausadamente pero de forma profunda, explorándose como hace tiempo no lo
hacían, se agarran con fuerza de las manos y Heero se baja, acostándose a su
lado, Duo se aferra a su cuerpo como si no quisiera dejarlo ir nunca, hundiendo
la cabeza en su pecho. Jadeantes y respirando con dificultad los dos permanecen
en silencio, agotados, sudando, sin atreverse a hablar nada más, solo
sintiéndose el uno al otro, Duo cierra sus ojos en lo que cree un instante,
pero se queda dormido, al abrir los ojos de nuevo siente la respiración pausada
de Heero, lo que le indica que se quedó dormido también. Lentamente y con
cuidado, Duo se suelta de él y se aparta, contemplándolo de cerca, a su lado,
avergonzado y temeroso vuelve a derramar lágrimas, ésta vez en silencio
Duo.
Dios mío ¿Qué hice?
Asustado
de nuevo se aparta de Heero, la habitación estaba envuelta en un agradable olor
a sudor que no supo describir, pero se sintió tan culpable que enmudeció,
mirando a Heero dormir plácidamente, casi con una sonrisa dibujada en su
rostro. Duo se levanta y recoge su ropa, comenzando a vestirse, mira a Heero y
se estremece al volver a notar las costillas casi pegadas a la carne, sus
delgados músculos se veían firmes pero Heero parecía un desvalido, su rostro
más delgado y moreno que antes, no se veía poco atractivo, pero entonces supo
que se había aprovechado de su debilidad, de su falta de atención, Duo no había
decidido volver con él, el trenzado había tomado una determinación y haberse
acostado con Heero no la cambiaba
Duo.
Perdóname Heero. Te mereces algo mejor que yo
Conmovido
por la visión de Heero ante él, el trenzado se agacha y besa el rostro de Heero
un par de veces, lo contempla y sonríe
Duo.
Yo también te amo
Su
susurro apenas es audible y entonces se aleja, agarra la camisa de Heero sobre
el suelo y se la coloca sobre la cadera, tapándole la entrepierna y parte de
las piernas. Duo se aleja de Heero, camina a la puerta y lo mira por última
vez, abre la puerta y se marcha, tratando de hacer el menor ruido posible. Al
pie de la escalera se encontraba Wufei, él lo había visto salir de la
habitación, Duo camina avergonzado hacia él, éste lo miraba con rencor
Wufei.
¿Huyendo como un cobarde?
Duo.
No es lo que crees
Wufei.
¿A no? Tú no vas a volver con él ¿Por qué te acostaste con Heero? Los vi
quitándose la ropa
Duo.
No te metas en mis asuntos
Wufei.
Me meto porque son mis amigos, porque sé que se aman pero lo estás evadiendo
Duo.
Tú no entiendes, yo…
Wufei.
Claro que lo entiendo, tu miedo, tu inseguridad, pero Heero está vivo y cuerdo,
yo de Traize tan solo tengo el recuerdo y éste amor que me consume como fuego,
pero para nosotros no existe una segunda oportunidad, para ustedes sí y tú la
estás dejando escapar solamente por cobarde
Duo.
Wufei…
Wufei.
Le romperás el corazón, eso será peor que haber muerto en un avionazo
Duo.
Yo…
Wufei.
Duo
El
chino levanta sus manos y las coloca sobre los hombros de Duo, mirándolo a los
ojos
Wufei.
Han pasado por muchas cosas, buenas y malas, pero si todo lo sucedido no acabó
con el amor que se tienen ¿Por qué lo quieres enterrar entonces? Tan solo
piénsalo ¿sí? Trowa y Quatre ahora están juntos y sabes todo lo que ha pasado
entre ellos, si tan solo yo tuviera la oportunidad que tienes, créeme que la
aprovecharía como esos dos
Las
palabras sinceras de Wufei hacen pensar a Duo, luego sutilmente se aleja de él,
sin decir nada, da pasos hacia atrás hasta toparse con la puerta, ahí se
detiene
Duo.
Tal vez soy menos fuerte de lo que pensé
Sin
agregar nada más abre la puerta y se marcha enseguida, dejando a Wufei
frustrado y preocupado por Heero, a quien consideraba su mejor amigo además de
Quatre, al igual que al rubio quería verlo de nuevo feliz, junto a Duo así como
el rubio ahora estaba con Trowa, porque lo que respectaba a él, Traize jamás
volvería a sus brazos.
Luego
de salir de casa de Trowa, el ex guitarrista camina errante por la ciudad, sin
pensar siquiera en pedir un taxi, afuera de la casa del ojiverde habían
desaparecido las cámaras y los fans ya no hacían plantones ahí, ya era casi
media noche, Duo había dormido durante largo rato luego de tener relaciones con
Heero, ahora se sentía culpable ¿Cómo vería a Richard a los ojos? ¿Él lo
perdonaría? Estaba confundido y desanimado
Duo.
Soy un grandísimo idiota, Richard confió en mí y yo despedacé su confianza
El
trenzado se detiene en una esquina cuando el semáforo se pone en rojo para los
peatones y espera a que vuelva a ponerse en verde, sin embargo al sumergirse en
sus pensamientos, varios semáforos en verde después es que se da cuenta, así
que atraviesa, caminando sin rumbo. El departamento de Richard estaba muy lejos
de la casa de Trowa, caminar hasta allá era imposible, pero ni siquiera Duo
había pensado en ello, solamente continúa caminando.
Cuando
Heero abre los ojos enseguida se da cuenta que ya no se encontraba acompañado
de Duo, la luz de la habitación se encuentra apagada pero no la necesita, así
que se pone de pie y tan solo poniéndose la ropa interior encima sale de la
habitación, mira a los lados y no encuentra rastro de Duo, lo primero que
piensa es en ir a la cocina, pero tanto ésta como el comedor se encuentran
vacíos
Heero.
¡Duo!
Desesperado
el ex vocalista corre hacia las escaleras y mientras las sube grita el nombre
del trenzado, pero sin recibir respuesta, ante el llamado, Trowa sale de su
habitación y enseguida Wufei de la suya, enojado, se dirige a Heero
Wufei.
Baja la voz, las niñas están dormidas
Heero.
¿Dónde está Duo?
Sin
hacer caso de la advertencia de Wufei, Heero mira hacia Trowa que se había
reunido donde estaban ellos dos
Trowa.
Quatre también duerme ¿se puede saber por qué gritas?
Heero.
Duo ¿Dónde está?
Trowa.
¿De qué hablas? Lo dejamos contigo
Wufei.
Se fue…
La
interrupción de Wufei hace que Trowa y Heero volteen a verlo, enseguida el
ojiazul se dirige a él, como si olvidara que Trowa también estaba ahí
Heero.
¿A dónde fue?
Wufei.
No lo sé, salió de ésta casa y no dijo a dónde
Trowa.
¿Se puede saber que está pasando?
Wufei.
Que te lo explique Heero, no me meteré en esto, pero Heero… quiero que sepas
que te entiendo, estoy contigo
Sin
agregar nada más, Wufei palmea el hombro de Heero un par de veces y se aleja,
de nuevo a la habitación donde dormía con las niñas. El ex vocalista mira
enseguida a Trowa, quien estaba consternado con la situación
Trowa.
¿Qué sucede?
Heero.
Duo es un idiota, tuvimos relaciones… pero se marchó sin decir nada, antes de
eso estaba convencido en no volver conmigo, temo que no haya cambiado de
opinión después de lo que pasó entre nosotros
Como
si de viejos amigos se tratase, Heero cuenta a Trowa una versión corta de lo
sucedido, dejándolo sorprendido, no podía creer que Duo hubiera hecho algo tan
tonto
Trowa.
Él debe estar muy confundido, tenle paciencia
Heero.
¿Paciencia? ¿Cómo se la tendré si no espera que se la tenga? No sé qué le ha
dado el tipo ese, no quiere dejarlo
Trowa.
Richard nos ha ayudado mucho, Duo solo está refugiándose en él, tiene que
aceptar que su felicidad está contigo
Heero.
No lo soporto, debo ir a buscarlo
Trowa.
No seas imprudente
Heero.
¿Qué sabes tú?
Muy
molesto Heero se aleja de Trowa sin esperar una respuesta, baja de prisa de
nuevo y va a ponerse su ropa que aún estaba tirada en la habitación de ensayos
Trowa.
Heero no cometas una locura
Haciendo
oídos sordos, Heero se viste y sale de la casa, aunque no sabía dónde demonios
vivía el tal Richard y tampoco sabía a dónde iría, pero estaba demasiado
molesto como para pensar con claridad.
Sin
poder conciliar el sueño, Richard se encontraba sentado en la sala de su
departamento, con la luz atenuada y las cortinas de la gran ventana abiertas,
por lo que se colaba la luz de la luna, mientras una música triste sonaba en el
estéreo, él bebía su cuarta copa de vino tinto. Sus ojos húmedos mostraban que
había llorado no hace mucho
Richard.
Es casi media noche, no volverá…
Resignado
deja la copa de tinto a la mitad sobre la mesa de centro, cierra los ojos y
echa la cabeza hacia atrás, sintiendo un enorme dolor deja caer un par de
lágrimas más, en ese instante el timbre del departamento suena y se levanta
enseguida, abriendo amplio los ojos
Richard.
Duo…
Emocionado
se encamina hacia la puerta y sin comprobar de quien se trata la abre, en el
portal estaba Duo, mirando hacia el suelo, se veía muy rígido, con los brazos a
los costados
Richard.
Viniste… cumpliste tu palabra
Sin
esperar respuesta lo abraza con fuerza, aunque de parte de Duo no hay respuesta
alguna, ni siquiera se mueve un poco, tan solo aprieta con fuerza los puños,
Richard lo suelta y sujetándolo del brazo lo mete al departamento, cierra la
puerta y comienza a llenarlo de besos en el rostro
Duo.
Detente…
Avergonzado
por lo que había hecho con Heero, el trenzado se aleja de Richard y levanta la
cabeza, mirándolo enseguida, el abogado se da cuenta que los ojos del ex
guitarrista están irritados y se preocupa
Richard.
¿Estás bien? ¿Qué sucede? Ven
El
mayor agarra la muñeca de Duo para llevarlo hacia la sala, pero el trenzado se
suelta enseguida, sonrojándose por completo
Richard.
¿Qué sucede?
Duo.
No mereces una basura como yo
Richard,
¿De qué me estás hablando?
Duo.
Caminé mucho mientras pensaba, iba a evadirte, pero no puedo ser tan miserable
Richard.
¿Qué?
Duo.
Por eso tomé un taxi y decidí venir, necesitaba verte a la cara
Confundido
por aquella introducción, el abogado solo se limita a mirar a Duo y guarda
silencio, esperando que éste le dé una explicación más concisa
Duo.
Yo… hice el amor con Heero…
Tras
confesar aquello baja la mirada y aprieta los puños, sin notar siquiera que
Richard había retrocedido un paso, inconscientemente, sin dejar de mirarlo
fijamente
Richard.
¿Qué? Eso no… no estarías aquí si tú… no, no es verdad
Aturdido
por aquellas palabras, el abogado se aleja por completo hacia la sala, dándole
la espalda a Duo agarra la copa sobre la mesa de centro y bebe un trago
Duo.
Perdóname, Richard yo…
Richard.
¡Cállate!
Alterado
por completo, Richard arroja la copa hacia la gran ventana y ésta se rompe al
estrellarse, cayendo también lo que quedaba del líquido sobre el cristal, Duo
se asusta por aquella reacción, no sabía si era por el alcohol que había
ingerido, pero el abogado nunca antes había actuado de esa forma, el trenzado
mira fijamente la espalda del más alto
Richard.
¿Por qué me haces esto?
Duo.
Tienes que entender…
Richard.
Eso traté, te di mi apoyo, te comprendí y acepté que te fueras con él, pero
juraste que te quedarías conmigo ¿Por qué diablos regresaste? Te dije que
entendería si no volvías, si lo elegías a él, pero de nuevo jugaste conmigo
Duo.
No, yo no…
Richard.
Cállate, no quiero oírte, es verdad lo que dijiste, eres una basura
Aunque
esas palabras lo lastiman tanto como a Duo oírlas, el trenzado no se defiende,
solo traga saliva y sus ojos se humedecen
Duo.
¿Estás rechazándome? Yo no volveré con Heero, por eso estoy aquí, acostarme con
él no era una forma de volver, debes creerme
Richard.
Entonces es peor, me fuiste infiel, te acostaste con otro y no pensabas
terminar conmigo ¿Qué no te das cuentas? Ahora vete, no te quiero volver a ver
Duo.
No Richard
Richard.
Vete
Duo.
Tienes que entenderme, fui débil, no volverá a pasar
Richard.
Claro que no volverá a pasar, hemos terminado
Duo.
Pero…
Richard.
¡Vete ya!
Duo.
¡Richard!
Richard.
¡Que te largues!
Alterado
y con el rostro distorsionado por el dolor y el coraje, el abogado se acerca a
Duo y lo agarra con fuerza del brazo, lastimándolo, por instantes se miran a
los ojos
Duo.
No quiero terminar contigo, yo no volveré con Heero, de verdad
Richard.
Entonces quédate solo
Sin
claudicar en su decisión, Richard abre la puerta y de un fuerte empujón saca a
Duo de su departamento, cuando el trenzado intenta entrar de nuevo Richard le
da un empujón más fuerte y entonces cae sentado al suelo, con los ojos más
abiertos de lo normal el trenzado lo mira fijamente, el rostro de Richard era
tan rígido que le produce escalofríos
Richard.
No quiero volverte a ver… daré el caso a alguien más, solo trataré con Trowa,
lo que respecta a ti, estás muerto Duo Maxwell
Sin
agregar nada más cierra la puerta, dejando a Duo tirado en el suelo, paralizado
debido a la conmoción, tan solo mirando la puerta cerrada. Dentro del
departamento Richard se tira al suelo y apoyando la cabeza en la puerta
comienza a llorar, cubriéndose el rostro con el dorso de la mano izquierda,
mientras la derecha da golpes al suelo con el puño. Del otro lado Duo vuelve a
reaccionar y se levanta rápido, se acerca a la puerta y comienza a darle varios
golpes
Duo.
¡Ábreme! Necesitamos hablar más… Richard perdóname, te elegí a ti, es contigo
con quien quiero estar, por favor, abre… te necesito
Sin
fuerzas para continuar, Richard permanece inmóvil, tirado aún en el suelo,
escuchando la voz de Duo mientras las lágrimas siguen cayendo, amargas y
silenciosas. El trenzado se cansa tras algunos minutos haciendo lo mismo y se
deja caer de rodillas, con las manos extendidas sobre la puerta, dando leves
golpes, luego se detiene y apoya la frente en la puerta, espera ahí durante
varios minutos pero ya no escucha actividad alguna dentro, resignado se pone de
pie, se limpia las lágrimas y mira fijamente la puerta
Duo.
Richard… perdón… de verdad perdón
Sin
siquiera levantar la voz el trenzado se disculpa por última vez y comienza a
alejarse del departamento, con paso lento y tranquilo, meditando, con un gran
dolor de cabeza debido al llanto y las emociones vividas, ahora estaba solo, no
podía volver con Heero esperando que éste se sintiera cómodo siendo el "premio
de consolación", y era obvio además que Richard no volvería nunca con él,
que ahora estaba solo, sin los dos hombres que más le habían amado en toda su
vida, y aunque él seguía locamente enamorado de Heero, era incapaz de vencer
todos sus miedos e inseguridades, estaba acabado, ya no era nadie
Duo.
Soy una persona horrible y ahora estoy solo, como merezco estar
Deprimido
como nunca había estado en toda su vida, Duo vuelve a caminar sin rumbo por la
ciudad, al primer motel por el que pasara se metería y rentaría una habitación,
al día siguiente quizás tendría más ánimo de buscar donde viviría ahora, pero
de momento solo pensaba en tirarse en cualquier cama y dormir, tratar de no
pensar ni de sentir. Con miles de pensamientos y emociones negativas, Duo camina
sin apenas notar lo que hay en su entorno, sin darse cuenta comienza a caminar
por calles solitarias y con poca luz, muy de vez en cuando pasaba algún auto
pero nadie reparaba en su presencia, sin medir aquel peligro Duo continúa
caminando, sin darse cuenta que alguien camina tras él, siguiéndole los pasos
hasta estar completamente cerca, es entonces que el trenzado decide voltear,
recibiendo sin esperar un fuerte golpe en la cabeza, Duo cae al suelo aturdido
y mira hacia arriba para tratar de visualizar a su atacante a quien no había
visto bien al voltear, pero tan solo ve una silueta borrosa debido a la
oscuridad, lo único que logra distinguir es un rostro cubierto con lentes
oscuros y una gorra que le cubre el pelo
Duo.
¿Quién… eres?
Sin
poderse mantener despierto Duo se desmaya, no alcanzando a escuchar la risa
divertida de la persona que lo observaba fijamente, burlándose de su desgracia,
alguien que había esperado ese momento desde hace tiempo
Dorothy.
Te tengo Duo imbécil Maxwell
Volviendo
a reír, la rubia se agacha y agarra las piernas de Duo, comenzando a jalarlo
hacia ella, el cuerpo desmayado del trenzado se arrastra por el suelo, Dorothy
lo dirige hacia un callejón oscuro, cuidando con cautela de no ser vista, ahora
que no tenía secuaces que le hicieran el trabajo sucio ella tenía que
encargarse de él.
Cansado
de haber caminado a lo tonto, Heero decide retroceder y volver a casa de Trowa,
no tenía ningún caso, era de madrugada y no tenía ninguna idea de donde podría
estar el trenzado. Al volver se encuentra con Trowa y Quatre esperándolo en la
sala, el rubio había despertado minutos después que el ex vocalista saliera a
la calle, el rubio camina hacia él con notoria preocupación en el rostro
Quatre.
¿Estás bien?
En
un gesto fraternal eleva su mano derecha y le toca la mejilla a Heero,
sorprendiéndolo más no incomodándolo, Trowa no presta atención al hecho y solo
mira consternado a Heero, parecía deprimido, algo inusual en él
Heero.
Lo estoy, gracias
Casi
de forma cálida sujeta la mano de Quatre por la muñeca y la aparta de su
rostro, luego aparta la mirada de ambos y se dirige a la escalera
Heero.
Por la mañana buscaré a Duo, no pienso darme por vencido…
Trowa
y Quatre miran la espalda de Heero, que se había detenido al segundo peldaño y
miraba hacia el suelo, la pareja aguarda en silencio para escuchar lo que sigue
Heero.
Sé que me ama, hago lo correcto ¿cierto?
Quatre.
Sí Heero, Duo tan solo está agotado de sufrir y eso lo llena de confusión, pero
no ha dejado de amarte nunca
Trowa.
Es verdad, lucha por él, amigo
Al
oír las amables palabras de sus ex compañeros Heero se conmueve, entonces se
gira ligeramente hacia ellos y emite una pequeña sonrisa que los sorprende
Heero.
Gracias
Tras
mirarlos unos segundos se vuelve a girar y continúa subiendo las escaleras,
Trowa se acerca a Quatre y le abraza por los hombros, el rubio aprovecha y
apoya su espalda en el pecho del ojiverde
Quatre.
Duo va a ver su error ¿verdad?
Trowa.
Lo hará, solo es un poco cabezota
Responde
con tranquilidad, Quatre se gira hacia él y se besan con suavidad
Quatre.
Vamos a la cama, tengo mucho sueño
Trowa.
Sí
Sonriendo
con tranquilidad el rubio toma la mano de Trowa y ambos se dirigen a la
habitación que ahora compartían, Quatre se sentía demasiado en paz, sin
imaginar siquiera lo que le había sucedido a Duo.
Al
entrar de nuevo en su vieja habitación Heero experimenta una inmensa gama de
sentimientos, decenas de recuerdos llegaban a su casi dormida memoria, la
mayoría de ellos sobre Duo, las cosas que podía contar aquella habitación y
sobre todo aquella cama, la única época en su vida en la que realmente fue
feliz, ahora estaba a punto de escapársele de las manos
Heero.
Si no te hubieras entregado a mí, si solo te hubieras alejado lo hubiera
comprendido, que me olvidaste y ahora él es tu mundo, pero no fue así, te tuve
entre mis brazos y supe que tu mirada aún era la misma, todavía me amas
El
ex vocalista pensaba con tristeza mientras miraba cada rincón, se sentía
incapaz de hablar, tan solo esperaba que las horas se pasaron rápido y pronto
amaneciera, iría por Duo, pelearía contra lo que tuviera que pelear para
tenerlo de nuevo entre sus brazos, compartiendo ambos una vida, las crueles
cosas que habían sucedido y que les separaron solo serían parte de un ayer
distante, estaba convencido de ello.
Temprano
por la mañana, Heero se levanta y toma un baño, dispuesto a no dejar pasar un
solo día más para ir en busca de Duo, estaba seguro que el trenzado había
vuelto al lado de aquel maldito abogado. Al bajar a la cocina se topa con un
cuadro sorprendente, Wufei y Trowa abrazaban a sus respectivas hijas, el
primero menos hosco y desesperado que el segundo, Trowa no era precisamente
amante de los niños, jamás se imaginó siquiera que algún día sería padre, de
hecho no se explicaba cómo demonios lo había hecho sin condón, agradecía a
todos los santos que fuera eso y no una enfermedad incurable la que tuviera
encima. Wufei daba de comer a la niña con entusiasmo, tan acostumbrados los dos
el uno al otro que la tarea parecía demasiado fácil, Heero nota en la mirada de
Wufei lo feliz que le hacía la pequeña en cuestión, pero en cambio con Trowa
podía ver un gesto de angustia en el rostro, si pudiera leer la mente seguro
estaría leyendo algo como 'En menudo lío me vine a atorar'
Quatre.
Eres un bárbaro, estás cargando a una criatura, no un balón de básquet
El
rubio regañaba a Trowa duramente ante la mirada sorprendida de Heero, antes de
irse de viaje jamás pensó ver algo así. Ninguno de los tres parecía notar
apenas su presencia, así que Heero avanza con paso tranquilo en tanto Quatre
quitaba a Trowa a la pequeña y la tomaba entre sus brazos, Heero comprobó en
esos instantes que el rubio tenía un afecto paternal nato, ya que jamás antes
lo vio con bebé alguno y suponía que no tenía la experiencia que se requería,
la niña en cuestión se veía millones de veces más cómoda y alegre con el rubio
que con su padre
Trowa.
Buen día Heero
El
primero en notar la presencia y con el pretexto perfecto para no hacerse cargo
de su hija fue Trowa, el ojiverde se acerca a Heero y colocando cómodamente una
mano sobre su hombro lo lleva hacia el comedor
Trowa.
Pediré que te sirvan, y mucho
El
más alto mira el cuerpo en extremo delgado de Heero y no hace un comentario
adicional, Wufei que acababa de darle un poco de verdura cocida a su hija
voltea hacia él
Wufei.
¿Cómo estás?
Heero.
Bien, supongo… hoy iré en busca de Duo
Wufei.
Me parece prudente, solo no seas muy duro
Heero.
Si tengo que serlo para recuperarlo lo seré, pero no exageraré, lo prometo
Wufei.
Excelente
Como
si el Heero de antes hubiera desaparecido hace tiempo los cuatro retoman una
plática banal sobre los medios de comunicación y la conferencia de prensa que
sabía debían dar, luego la conversación se torna oscura cuando tienen que
hablar de Zechs, su antiguo y difunto manager era el que se encargaba de todo
eso, Heero aprovecha para hablarles de las maniobras que se harían para
recuperar el cadáver y darle una santa sepultura, el tema los incomoda a todos
pero era algo de lo que debían hablar
Trowa.
No se preocupen, yo me haré cargo de todo, quiero que sepan que aunque no
seamos The Wing nunca más, siempre podrán contar con ésta casa, mis gentes les
pueden seguir administrando sus bienes y ganancias por las regalías
Wufei.
Muchas gracias, has hecho mucho por nosotros
Trowa.
No es nada comparado a todo lo que tuvieron que aguantarme
Con
vergüenza el ojiverde mira a Quatre, quien estaba perdido en un juego con la
pequeña hija de su amante, se le veía tan entusiasmado que Trowa siente un nudo
en la garganta, Heero lo mira fijamente y piensa en lo mucho que ha cambiado
Trowa, aunque no solo él, todos parecían diferentes, él mismo ya no era el de
antes, habían sucedido muchas cosas dolorosas pero estaba seguro que pronto eso
acabaría, recuperaría a Duo y luego sumaría fuerzas con quien tuviera que
hacerlo para localizar a Dorothy y que pagara ante la justicia por todas las
cosas que había hecho para destruirlos.
Duo
abrió los ojos en medio de un terrible dolor de cabeza, con horror se da cuenta
que se encuentra privado de su libertad, con sogas amarradas a los pies y
pendiendo del barrote de una ventana alta y cerrada, las manos en igualdad de
condiciones, con nudos alrededor de las muñecas, los brazos por detrás de la
espalda. Asustado intenta incorporarse pero un dolor lacerante en la espalda lo
detiene, quizás por haber dormido en aquella posición tan incómoda, o quizás
por otra cosa, no piensa demasiado en eso y de nuevo hace el intento, logrando
solo quedarse reclinado hacia abajo, con los pies juntos a su lado izquierdo,
la cadera derecha sobre el suelo y el resto en un burdo intento por sentarse
Duo.
¡Maldita sea!
Su
grito retumba en la fría y despoblada habitación, entonces comienza a poner
atención a los detalles, él se encontraba al fondo del cuarto, cuya puerta
cerrada quedaba casi frente a él, a su lado izquierdo no había más de un metro
que lo separase de la pared y del lado derecho alrededor de dos metros, el
resto no eran más que esas paredes, a su espalda en la parte de arriba se
alzaba una pequeña ventana de medio metro cuadrado, con barrotes, de donde
pendían las sogas que sujetaban sus manos y piernas, lo suficientemente largas
para que al menos arrastrasen un poco y pudiera moverse en esos casi cuatro
metros, claro, siempre que se apeara a la pared en su espalda. Duo supo su
suerte y casi se siente desfallecer cuando piensa lo peor, ¿qué le sucedería?
¿Por qué lo habían secuestrado? ¿Acaso con conocimiento de que era una estrella
del Rock ahora intentarían cobrar un rescate? Miles de ideas le rondaron por la
mente y casi a punto del llanto intenta guardar la calma
Duo.
Tranquilízate Duo, lo peor que puedes hacer es desesperarte
Inhalando
y exhalando profundamente logra calmarse un poco, entonces mira el estado de su
condición, no parecía que le hubiesen hecho algún daño además de amarrarlo, su
ropa estaba intacta y no sentía dolor en el cuerpo salvo el provocado por las
sogas y el de la espalda
Duo.
Espero los secuestradores sean de esos que cumplen su promesa de no asesinar a
la presa después de recibir el dinero del rescate
Con
la moral baja cierra los ojos y siente hambre, no tenía idea de que jodida hora
era, solo sabía que comenzaba a tener miedo de nuevo y que el hambre y la sed
comenzarían a volverlo loco tarde o temprano. Mientras piensa que tal vez
debería ser más positivo la puerta de la habitación se abre, por ella una
persona, cubierta del cuerpo en su totalidad por ropa oscura y holgada que no
permitía distinguir si se trataba de un hombre o una mujer, además de portar
una máscara y ocultar bien su cabeza con un gorro encima del pasamontañas, en
esos momentos Duo se paraliza y da gracias por no tener cinta o algo que
cubriese su boca
Duo.
¡Déjame ir! Te daré todo el dinero que quieras, no te acusaré con la policía,
seré discreto, no cometas una tontería que condene el resto de tu existencia
Convencido
de que sus palabras serían la solución para evitar ser asesinado brutalmente,
Duo mira fijamente la figura que se acerca hacia él, tapándole la visibilidad
de lo que pudiera haber tras la puerta que permanecía abierta
Duo.
Tienes que creerme, tengo palabra
Sin
recibir respuesta, la figura llega hasta Duo y sin dudarlo se quita lo guantes
negros que le cubrían las manos, el trenzado mira hacia sus manos, las uñas
estaban completamente cortadas al ras de los dedos, pero las manos delgadas y
pequeñas le daban a pensar que quizás se trataba de una mujer, aunque si fuera
aquel ser como Quatre, también justificaría unas finas y delgadas manos
Duo.
Escucha…
Sin
dejarlo terminar, la figura se coloca de cuclillas frente a él y lo abofetea
con fuerza en la mejilla derecha, haciéndole voltear la cara, antes que
reaccione, Duo recibe otra bofetada, esta vez con la mano contraria en su otra
mejilla, antes que pudiera protestar, su secuestrador le sujeta el cabello en
la parte de arriba de la cabeza con la mano izquierda y con la derecha le
propina una bofetada más fuerte que las anteriores, dejándole la parte afectada
bastante roja
Duo.
¿Qué te sucede?
Antes
que pudiera reclamar más, la persona frente a él aprovecha que aún le sujeta el
cabello y le estrella la cara contra el suelo, soltándolo y levantándose
después, Duo se horroriza al sentir tremendo dolor en su nariz pero antes que
pueda levantar la cara, su secuestrador le coloca un pie sobre la cabeza,
manteniéndole el rostro contra el suelo, comenzando a hacer presión hacia
abajo, Duo se estremece pero incapaz de mover los brazos o las piernas se
contorsiona, intentando librarse, sin éxito.
Estremecido
de miedo y desesperación comienza a sentir un nudo indescifrable en la boca del
estómago, además de la asfixia, entonces piensa en todas las oportunidades que
dejó escapar por su orgullo, incluso por su cobardía, pensó en Heero y los
demás, el deseo de volverlos a ver le dio una fuerza renovada que le permitió
mover las piernas de forma que logra golpear la espinilla de la pierna derecha
de su atacante, de inmediato deja de sentir presión sobre su cabeza, levanta el
rostro y se encuentra con el mismo pie, dándole una patada cerca de la sien, la
cual lo derriba, Duo abre los ojos y solo mira a su atacante alejarse, luego la
puerta cerrada y de nuevo estaba solo, más asustado y confundido que antes, no
parecía que su captor quisiera cobrar un rescate, quizás solo era un loco
psicópata que lo sometería a torturas que solo Dios sabía hasta donde
llegarían.
Una
vez fuera de aquella calurosa y sofocante habitación, Dorothy se quita la
máscara y el pasamontañas, su largo cabello reposaba bajo la ropa y lo saca
enseguida, luego se lleva una mano a la pierna que Duo lastimó y se soba
Dorothy.
Maldito imbécil, pero me la pagarás, haré que te revuelques en tu propio vómito
antes que Heero te vea morir
Riendo
como loca se aleja de aquel lugar, un pequeño y viejo hospital psiquiátrico
abandonado en el corazón de New York, el escenario perfecto para su plan, se
comunicaría con Heero, a quien sabía de sobra que había sobrevivido a la caída
del avión, le obligaría a llevar a Relena con él, mataría a Duo frente a sus
narices, lo dejaría mal herido para que sufriera la muerte de su amante
mientras se desangraba, así ella se llevaría a Relena, completamente contra su
voluntad, como suponía que sería, pero no le importaba, ni siquiera pensaba en
vengarse de los otros, su último objetivo era ese desagradable par, sobre todo
Heero, a quien Relena había amado incondicionalmente desde siempre, no existía
persona en el mundo a quien Dorothy odiara más que a él, todo cuanto había
amado se escapó de sus manos por culpa del ojiazul y su estúpido grupo musical,
sus sueños de dominación en el mercado de la música y sus ilusiones por obtener
a Relena se vieron mermadas por culpa de Heero y esos malditos estúpidos.
Heero
regresa a casa del ojiverde con la moral baja, había ido primero a la oficina de
Richard para hacerle frente antes de ir a pelear por Duo, pero su secretaria le
informó que no había ido a trabajar y que no respondía llamadas ni en su casa
ni en el celular, que permanecía apagado desde la mañana. El ojiazul se dirigió
luego de eso al departamento del abogado, pero por más que timbró y golpeó la
puerta nadie le abrió, estuvo cerca de dos horas en el intento, esperando a ver
si llegaban porque había supuesto que no se encontraban en casa, lo cual le
preocupó, quizás desde temprano habían emprendido la marcha lejos de New York,
tal vez la determinación de Duo por estar con el abogado era mucho más grande
que el amor que sentía por él, demostrado apenas la noche anterior, entre sus
brazos.
La
idea lo volvía loco, no iba a perder a Duo, así tuviera que viajar al final de
la tierra, pero de momento no podía hacer más, por eso estaba ahora de nuevo en
casa del ex baterista. Quatre mira con tristeza a Heero, sentía la
desesperación y angustia que tenía, aunque no pareciese demostrarlo del todo
Quatre.
¿Hay algo que puedo hacer por ti?
Heero.
Llámalo a su celular, olvidé por la mañana pedirle
Quatre.
Cierto, espera…
El
rubio saca su celular y marca a Duo, pero el teléfono se encontraba apagado, la
odiosa voz de la operadora se lo había dicho. Heero no tiene más remedio que
resignarse, así que sube las escaleras sin volver a hablar con Quatre, que lo
mira alejarse con parsimonia, no había nada que hacer, así que suspira y se
aleja. Heero llega hasta su habitación cuando antes de entrar ve a Wufei salir
de la suya, cerrando la puerta con cautela, Heero supone que las niñas se
encuentran tomando siesta pero se queda callado, Wufei se acerca hasta él,
Heero abre su habitación y entra, dejando la puerta abierta en señal de que el
pelinegro puede entrar y así lo hace, Heero se sienta en la cama y quita sus
zapatos, Wufei lo mira unos instantes antes de apoyar la espalda en la pared
frente a la cama, cruza los brazos y espera que el otro hable
Heero.
No me gusta ésta situación, no poder localizarle ¿dónde estará?
Wufei.
Tengo miedo de lo que pueda responder
Heero.
¿Crees que se han ido de la ciudad?
Wufei.
Peor, del país
Su
sinceridad no agrada del todo al ex vocalista, pero debía admitir que esa
posibilidad era tan grande que le aterraba, pensar que tarde o temprano con esa
actitud Duo realmente dejara de amarlo le hacía sentir impotente a más no
poder, Wufei observa la angustia en su rostro y se preocupa
Wufei.
No es tan idiota, volverá
Heero.
Gracias
Dándose
concesión de permanecer callados uno en compañía del otro, oyen el timbrar de
un teléfono a lo lejos, Heero levanta rápido la cabeza, pensando que tal vez
sea Duo quien llama, en tanto Wufei permanece tranquilo, con los brazos
cruzados en la misma posición, en minutos escuchan pasos apresurados acercarse,
era Quatre, quien al ver la puerta abierta entra sin dudar, tenía el teléfono
en la mano derecha, Heero cree con ilusión que es Duo, pero la cara de Quatre
no parecía expresar eso, el rubio se dirige directamente a él
Quatre.
Es del Hospital Psiquiátrico, quieren hablar contigo
Wufei
y Heero comparten una mirada nerviosa, Heero agarra el teléfono y contesta,
mientras es observado por sus ex compañeros, el ojiazul no habla mucho y se
limita a responder con monosílabos y frases cortas, enseguida cuelga y mira
hacia Wufei
Heero.
Hay un asunto que debo atender, es ajeno a Traize
Aunque
no entendían de qué hablaba, Quatre y Wufei se miran, luego el pelinegro toma
una nueva determinación y mira fijamente a Heero
Wufei.
Llévame contigo, quiero ver a Traize
Heero.
Está bien, vamos
Con
extraña amabilidad siendo él, Heero entrega el teléfono a Quatre y se levanta
de la cama, el rubio mira hacia Wufei, sintiendo que su corazón late deprisa
Quatre.
Yo cuidaré de Nataku
Wufei.
Gracias
Sonriendo
por compromiso, Wufei sale primero que Heero de la habitación, el ex vocalista
cruza mirada con Quatre y con ese gesto se despide, caminando atrás de Wufei,
ambos salen de la casa en completo silencio, suben a la limosina que
previamente había sido pedida y se dirigen al hospital de enfermos mentales. En
el asiento de atrás, ambos ex miembros de The Wings estaban callados, mirando
hacia fuera a través de los vidrios polarizados. El camino rumbo al tétrico
lugar se hace eterno, para cuando llegan la paciencia de Wufei estaba
prácticamente agotada, las manos le temblaban y los nervios lo estaban
consumiendo como la primera vez que lo vio, dentro de poco estaría frente a
Traize nuevamente, ¿Cómo reaccionaría? ¿Sabría quién es ahora? ¿Lo tendrían
amarrado en camisa de fuerza? Cientos de pensamientos negativos se
arremolinaban en su mente y Heero solo se limitaba a hacerle silenciosa
compañía
Heero.
Es por acá
Indica
el ex vocalista a su amigo cuando éste se dispone a irse al lado donde estaba
Traize, pero haciendo caso de las palabras del ojiazul le sigue. A medida que
caminaban por las grises y frías paredes la expectativa se estaba convirtiendo
en una verdadera tortura. Llegan hasta la oficina del director donde le habían
pedido a Heero que se dirigiera y su secretaria les hace tomar asiento en lo
que el Director llega, luego abandona la salita, dejándolos solos.
Heero.
¿Sabes? Sé cómo te sientes
El
chino mira hacia Heero y lo observa atentamente, intrigado
Heero.
Mi madre nos abandonó
Su
repentina confesión sorprende sobremanera a Wufei, nunca antes desde que le
conocía había escuchado a su amigo hablar algo personal, casi como si su vida
no existiera antes de The Wings, incluso Trowa, Duo, Quatre y él mismo habían
hablado en alguna ocasión de sus vidas, pero no Heero, él siempre fue un
misterio para todos
Heero.
Mi padre la asfixiaba, se moría de celos por cosas insignificantes, ella no
dudó en dejarme con él, no tenía más de 7 años
Wufei.
Heero…
Heero.
Mi padre era hijo único al igual que ella, sus padres jamás aceptaron a mi
padre y yo no era más que el producto de esa desastrosa unión, así que nunca
les importé, los padres de él murieron antes que pudiera conocerlos, así que
solo le tenía a él
El
ojiazul hace una pausa, había estado hablando sin mirar a Wufei, dirigiendo su
mirada solo al frente, con un gesto imperturbable, como si aquel hecho hubiera
dejado de doler hace muchísimo tiempo, el ojinegro lo escucha en completo
silencio
Heero.
Cuando ella se fue él empeoró, alucinaba, bebía demasiado y terminaba por
romper todo lo que se cruzaba en su camino, jamás me maltrató, ni física ni
verbalmente, pero a veces yo no existía para él, hubo ocasiones en que tuve que
conseguir comida en la calle porque él desaparecía por días, la buscaba, dormía
en las calles como vagabundo, cada vez más alterado, hasta que la locura lo
alcanzó…
Nuevamente
una pausa, el completo silencio de los dos
Heero.
Perdió la razón por completo cuando yo tenía 15 años, una noche salió de casa y
no volvió por días, cuando lo hizo estaba en muy mal estado, había sido atacado
y por lo que supe después estuvo internado en un Hospital esos días que
desapareció, no supe más detalles, pero ese día tuvo una crisis, aseguraba que
había visto a mi madre y que la había matado después de torturarla y violarla,
que ella lo había herido, pero era mentira, yo sabía dónde estaba ella, cómo
localizarla aunque nunca tuve el valor de verla directamente, yo sabía que
vivía y que su historia no era más que una alucinación más, esa fue la gota que
derramó el vaso, decidí internarlo en ésta clínica. Mi padre está aquí Wufei
La
confesión sincera de Heero sorprende enormemente a Wufei, jamás se le habría
pasado por la cabeza que su ex compañero hubiese vivido semejante historia en
su adolescencia, aunque pareciera increíble era viable, eso justificaba el
carácter y el humor constante de Heero, el por qué era tan introvertido
Heero.
Servicios sociales me asignó una familia provisional, una pareja que no tenía
hijos, murieron en un accidente cuando cumplí 19, me escapé para que no me
asignaran otra familia y cuando cumplí la mayoría de edad fui completamente
independiente, desde entonces he podido cuidar mejor de mi padre
Wufei.
Heero, no tenía idea… lo lamento mucho
Heero.
No lo lamentes, aprendí a vivir con eso
Tranquilo
e imperturbable, Heero mira hacia Wufei y le da una palmada amistosa en el
hombro, segundos después llega por fin el Director para atenderlos, los hace
pasar a su oficina principal y cierra la puerta
Director.
Te mandé llamar porque creo que es justo que tu padre te vea de nuevo
Heero.
¿Por qué'
Director.
Presentó unos signos de cordura, habló de ti, hace años no lo hacía y tenemos
esperanza que pueda tener una recuperación
Heero.
Eso me daría mucho gusto
Director.
Espera aquí, arreglaré que puedas entrar
Sonriendo
el Director se pone de pie, a Heero no le gustaba ver a su padre porque se
alteraba, pero el Director se anime que el ojiazul haya accedido tan pronto
Wufei.
Algo me dice que no te gusta verlo
Heero.
Cada vez que me veía comenzó a decir que yo era el diablo, que lo había
traicionado, que mi alma le pertenecía a mi madre, sus delirios cada vez eran
peores, antes de eso jamás fue violento conmigo
Wufei.
Si quieres puedo entrar contigo
Heero.
No es necesario
Wufei.
Quizás te sientas más seguro con alguien conocido cerca
Heero.
Muchas gracias
Aquel
agradecimiento Wufei lo interpreta como un Sí, entonces vuelven los dos a su
mutismo, meditando cada uno en sus cosas, en pocos minutos regresa el Director
con dos enfermeros corpulentos, Heero y Wufei se ponen de pie, los cinco salen
de esa oficina y son dirigidos por un largo y sombrío pasillo, poco concurrido,
caminan alrededor de seis minutos, atravesándose con personal y pacientes,
atraviesan un largo corredor y suben un piso, Heero miraba atento, la última
vez que vio a su padre estaba en otro lugar, pero no pregunta, el Director se
detiene frente a una puerta cerrada con una solo ventana fija, los enfermeros
abren y entran, luego el director, instantes después les hace seña de que pasen
y así lo hacen los 2 restantes, al entrar Heero ve a su padre de espalda a la
puerta, sentado en el rincón de su cama, completamente estático, mirando hacia
abajo
Director.
Odín, tienes visita
Al
oír su propio nombre, el padre de Heero alza la cabeza pero permanece de
espalda hacia ellos, guarda silencio por largo rato y luego comienza a reír,
callándose rápidamente, como por respuesta automática
Odín.
¿Eres tú… mi amor?
El
padre de Heero habla con voz pausada y lúgubre, casi haciéndoles estremecer, de
pronto Wufei siente un escalofrío tal que comienza a temblar, sin saber por qué
da un paso hacia atrás, mirando fijamente la figura frente a ellos, Heero no
repara en ese hecho ni los demás presentes, el Director les hace una seña
discreta a los enfermeros para que se estén atentos ya que el señor podía
actuar en cualquier momento para intentar hacerles daño
Heero.
Soy yo, papá
Odín.
¿Heero?... tú, bastardo traidor
Agitado
por el enojo comienza a temblar, luego se agarra las manos como si quisiera
tronar sus huesos pero sin ejercer fuerza. Wufei, que seguía absorto en aquella
figura lúgubre comienza a tener un miedo inexplicable, algo había en la voz de
ese hombre que lo inquietaba, quizás era por pensar en Traize, pensar que él
podría estar así lo aterraba
Heero.
Papá
Odín.
¡Cállate! Esa perra, yo la maté… pero tú, te paseaste junto a ella,
pavoneándote como imbécil, bastardo, cabrón
Ante
la respuesta el Director les hace una seña a los enfermeros de que se acerquen
poco a poco porque en un momento a otro quizás Odín se abalanzaría contra
Heero, ahora el ex vocalista permanecía tranquilo, de pie cerca de la cama,
mirando con tristeza a su padre, viendo hasta qué punto había llegado. De
repente el ex vocalista recuerda que Wufei le acompañaba y lo busca con la
mirada, quería ver su reacción, pero ya no estaba a su lado, entonces se da
cuenta que ha retrocedido un par de pasos, casi chocando con la pared tras él,
quizás el chino no era consciente, pero temblaba fuertemente, mirando fijo al
papá de su amigo
Heero.
Será mejor que nos vayamos
El
ojiazul dirige sus palabras hacia Wufei, a quien miraba fijamente, pero éste no
reaccionaba, estaba estático salvo los temblores que lo acompañaban, entonces
Heero se da cuenta que algo no está bien, no era normal en él ese tipo de
reacción y solamente había visto algo así hace tiempo, el día que Wufei le
confesó lo que había sucedido en su pasado, lo que un tipo loco le había hecho…
un tipo loco… Aunque la idea era descabellada pasó por su mente, Heero abre más
los ojos y mira rápidamente hacia su padre, éste comenzaba a reír como loco,
girándose hacia ellos lentamente, sobre la cama, lanzando enseguida una mirada
lunática hacia Heero, cuyos ojos se encuentran
Heero.
¿Tú…?
Apenas
susurra su pregunta, tras él se escucha un ruido de algo caerse al suelo, o
mejor dicho, de alguien caerse al suelo, voltea rápidamente y observa con
sorpresa a Wufei, cuyos ojos estaban completamente abiertos y la boca semi
abierta, en su mirada había una expresión de terror que confirmaba su pequeña
pero certera sospecha, Wufei miraba con gran horror hacia su padre, éste no
tardó en notar al desconocido, a quien lo mira enseguida rudamente, los
enfermeros se ponen en alerta y cuando Odín se levanta de la cama con mucha
vitalidad le sostienen, al tiempo que Wufei se arrastraba por el suelo, sentado
y hacia atrás
En
la garganta de Wufei había un grito ahogado, una sensación de muerte que no
sentía hace mucho tiempo, el día que se descubrió a sí mismo lleno de sangre, a
punto casi de morir, el día que lo perdió todo, el día que murió por culpa de
un maldito lunático que le había golpeado y violado, sometiéndolo a toda clase
de horrores, mientras le insultaba
Odín.
¡Tú, maldita perra! No tienes derecho a regresar del infierno
Al
grito de enojo del padre de Heero le secunda un grito de horror por parte de
Wufei, frente a él tenía al maldito desgraciado que durante años buscó, al
bastardo que le robó toda su dignidad y sus sueños, al maldito por el que
alguna vez trató a Traize como basura, por el que estuvo a punto de cometer el
peor error de su vida. Frente a él no solo estaba Odín, padre de Heero, frente
a él estaba el cúmulo de todos sus horrores, su violador
Heero.
¿Cómo es posible?
El
ex vocalista no salía de su asombro, jamás pensó nunca en las casualidades, su
papá había sido encontrado en un Hospital de Boston, ahí fue donde ocurrió la
tragedia de Wufei, su padre había sido herido aunque nunca supo dónde ni cómo,
los doctores solo le dijeron que llegó malherido una noche, ¿Quién iba a pensar
que esa herida sería la que Wufei infringió a su agresor? Su padre había
perdido la razón, era un lunático, pero la casualidad y la vida cuando se unen
son muy crueles, ahora miraba la expresión de horror en el rostro de Wufei. Su
padre seguramente había confundido a su amigo con su madre, de origen Japonés,
Heero la había visto, era menuda y muy blanca, de cabello corto color azabache,
no era de extrañar que su padre hubiese confundido a Wufei con ella
Wufei.
A… aléjate…
Conmocionado
y sin ser dueño de sí mismo, Wufei se levanta del suelo y corre afuera de la
habitación, escuchando los gritos e injurias del papá de Heero, el chino se
sentía asustado y desesperado, corriendo lo más rápido que podía, sin prestar
atención a su alrededor, ni siquiera a Heero que corría tras él, preocupado de
que fuera a sucederle algo. Mientras corre Wufei se tropieza con algo y cae de
bruces al suelo, mirando hacia la nada, respirando dificultosamente, Heero le
da alcance y aprovechando su estado de shock se agacha a su altura, mirándolo
el rostro contorsionado por el horror
Heero.
Wufei, reacciona
De
pronto el pelinegro gira rápidamente la cabeza hacia Heero, lo mira con susto y
sin pensarlo lo empuja con fuerza, poniéndose enseguida de pie, el ex vocalista
lo mira asombrado, parecía como si Wufei estuviera en trance, como si no lo
mirara a él
Heero.
Wufei, amigo…
Wufei.
¡No te acerques!
Aterrado
como si Heero fuese a hacerle algo, Wufei lo empuja con todas sus fuerzas, el
ojiazul aún era algo débil y cae sin remedio al suelo, cuando se pone de pie ya
no puede ver a Wufei, aun así corre a la puerta y se asoma, no encontrándolo
Heero.
¡Demonios!
Enojado
golpea la pared y no tiene más remedio que resignarse, debía volver y ver el
estado en que se había quedado su padre, había salido corriendo sin decir
palabra y seguro el Doctor estaba muy confundido.
Con
el miedo de un chico de 15 años que acaba de ser atacado, Wufei corre sin rumbo
ni pensamiento en mente, su instinto solo le decía que debía correr, correr lo
más rápido y lejos posible, huir de todas sus pesadillas. Las lágrimas caían en
silencio por su rostro, en ese momento no era consciente de nada, solo quería
huir, correr y no sentir nunca más.
Cuando
Heero llegó a casa de Trowa no se molestó en cerrar la puerta, corrió escaleras
arriba, directo a la habitación de Wufei, pero no había rastro de él, Quatre
enseguida salió a su encuentro, Heero no pudo explicar gran cosa y abandonó la
casa, en busca de Wufei, dejando al rubio confundido y preocupado. Cuando Trowa
llega a la casa tras haber ido en busca de Richard a su despacho, se encuentra
con su amante sentado en la sala, pensando, al verlo Quatre se levanta rápido y
va hacia él, contando al ojiverde lo poco que sabe, y aunque Trowa se muestra
interesado en el tema el rubio se da cuenta que algo tenía preocupado a su
novio
Quatre.
¿Qué te sucede? Te ves pensativo
Trowa.
Perdón, es que no dejo de pensar en Duo
Quatre.
¿En Duo? ¿Por qué?
Aunque
no estaba celoso si se sentía desconcertado de que Trowa estuviera pensando en
él, dado el pasado que ambos compartían
Trowa.
Fui a ver a Richard, no estaba en su despacho y lo llamé, los tres primeros
intentos no tuve éxito, pero la cuarta me respondió, se oía muy mal
Quatre.
¿Mal? ¿Enfermo?
Trowa.
No, estaba triste, no me contó gran cosa, solo que anoche discutió con Duo y
han terminado, pero Duo no volvió aquí Quatre, y no me contesta el celular
Al
oír aquello Quatre se lleva ambas manos a la boca, comenzando a sentir una
terrible angustia que no se puede explicar de momento, hasta antes de oír eso
no había sentido semejante sensación, pero ahora de repente la tenía
Quatre.
¿Crees que algo le sucedió?
Trowa.
No quiero pensar eso, quiero creer que llevaba suficiente dinero para
hospedarse en algún lugar y que apagó su celular porque está deprimido y no
quiere hablar con nadie
Quatre.
Suena lógico
Trowa.
Pero no me siento tranquilo, es una sensación extraña
Entendiendo
perfectamente a que se refiere, Quatre se acerca a Trowa y le da un beso en la
mejilla, luego le sonríe
Quatre.
No saquemos conclusiones, pero estemos alerta ¿Qué te parece si llamamos a
Hoteles donde pueda estar?
Trowa.
Me parece bien pero no descartemos Hospitales
Aunque
no quería pensar de aquella forma, Quatre concuerda con Trowa y entonces ambos
emprenden la tarea, repartiéndose números de Hoteles cercanos a la residencia
de Richard, así como a Hospitales cerca también de la zona, mientras ambos
pensaban que ojalá aquello no fuera necesario y que Duo se encontrara ya de
camino a casa.
Hasta
donde sus fuerzas le permitieron llegar, Wufei se detiene en un callejón y se
tira al suelo, con las piernas recogidas esconde su cabeza, abrazándose con
fuerza. Había vuelto en sí, ahora los recuerdos lo atormentaban
conscientemente, se había creído superior al pasado, que lo había superado,
pero era una gran mentira, en su piel aún escocía la herida, provocándole un
dolor renovado
Wufei.
Maldito…
Con
dificultad logra esbozar una palabra, pero eso no solucionaba nada, sentía
deseos de matar, arrancarle lo más valioso a esa persona, así como él le
arrebató todo tiempo atrás, pero nuevamente se sentía débil, a merced de aquel
verdugo. Aprieta con fuerza los dientes y golpea estrepitosamente el suelo con
su puño, no podía llorar, se sentía seco, un gran odio lo embarga y levanta la
mirada, negra y profunda, perdida casi en un abismo, le parecía hilarante la
situación, el padre de su amigo era su violador, un maldito loco que lo
confundió con su ex esposa, una mujer que lo abandonó y le hizo desatar la
locura. Sentía deseos de reír, pero era una máscara, su verdadero sentimiento
era el de la venganza, así como en algún momento lo determinó cuando confundió
a Traize con su atacante, quería hacerle daño, matarlo de ser posible, no le
importaba Heero, que fuera su padre, él acabaría con ese maldito y pondría fin
a su sufrimiento de una vez por todas.
Nervioso
Quatre cuelga el último teléfono al que había marcado, ninguna señal de Duo, y
para Trowa la suerte no pintaba mejor, no había rastro, el trenzado estaba
oficialmente desaparecido, podían pensar lo peor, o quizás estaban siendo
graves y el ex guitarrista estaba hospedado en un Hotel barato y desconocido,
un lugar donde no se les ocurriría pensar, eso querían creer
Quatre.
Heero no ha regresado
Trowa.
Necesitamos decirle lo que sucede
Quatre.
Sí
Preocupado
el rubio se abraza a su novio y esconde su cara en el pecho del más alto,
sintiéndose débil al caer en sus brazos, su corazón le decía que las cosas
nuevamente estaban yéndose a pique, podía sentir a Wufei y la angustia en su
pecho era intensa, pero de Duo no existía nada, no podía sentirlo y por primera
vez en su vida sintió un gran miedo, su instinto le decía a gritos que sus
vidas estaban por cambiar drásticamente de nuevo y ésta vez no habría reencuentros,
ésta vez les esperaba el abismo
Trowa.
Tranquilízate, estoy aquí, contigo
De
forma tierna el ex baterista besa los cabellos rubios y le estrecha con mayor
fuerza, odiaba ver a Quatre en estado de destrucción, le recordaba a su propio
pasado, cuando el rubio no era más que su juguete sexual, un trapo al que se
puede pisotear sin el menor remordimiento, pero ahora era su todo, más allá de
su propia existencia, Quatre era su mundo y como tal no dejaría que se
derrumbara a pedazos
Trowa.
Esperemos arriba en la habitación de las niñas, si despiertan y no ven a nadie
más se desatará la histeria
El
ojiverde le sonríe levemente a Quatre y vuelve a besarlo, ésta vez en las
mejillas, alejándolo discretamente de él, lo mira a los ojos y comparten un silencio
breve
Quatre.
Todo estará bien ¿verdad? Tiene que estarlo… Heero regresó, no ha muerto, nada
más puede salir mal, Duo regresará ¿verdad? ¿Verdad Trowa?
Trowa.
Así será
Dudaba
de sus palabras, pero su respuesta saca una sonrisa a Quatre y tomados de la
mano suben las escaleras, no podían hacer otra cosa que no fuera esperar,
esperar por el regreso de sus tres compañeros, de sus amigos, esperar por la
llegada de ese futuro de luz que el dolor les prometió alguna vez.
Al
abrir los ojos un dolor en sus extremidades lo marea, no fue consciente del
momento en que se sintió tan débil que durmió, llevaba varias horas sin probar
alimento y se sentía débil, cansado, no había pasado demasiado tiempo desde su
encierro, no el suficiente para hacerle perder la cordura o la esperanza, pero
sentía algo extrañamente inusual y le preocupaba la falta de interés por su
captor en el dinero, le aterraba pensar que de un momento a otro lo convirtiera
en su esclavo sexual, en un trapo al cual pudiera pisotear, humillándolo de las
formas más insanas que se podían imaginar
Un
escalofrío le recorre el cuerpo y tiembla de miedo, entonces piensa en Heero,
en lo estúpido que fue al rechazarlo, en lo idiota que había sido para no
gritarle cuanto lo amaba y también pensaba en lo injusto que había sido con
Richard, le dio falsas esperanzas y luego lo pisoteó, le destrozó el corazón y
no le culpaba por odiarlo, debió aceptar su retirada tal como el abogado se lo
hizo saber, él sabía que la tenía perdida con Heero, pero Duo se aferró a sus
miedos y terminó lastimando a una persona que desde el momento de conocerlo no
hizo más que preocuparse por él y procurarle bienestar. Duo piensa también en
Quatre, Wufei y Trowa, lo mucho que deseaba en esos momentos de verles las
caras, de decirles lo importante que eran para él, lo mucho que les quería.
Ya
no había resentimientos, todos eran ahora amigos, casi hermanos, y él, Duo
Maxwell, en esos momentos no tenía mayor deseo que tenerlos a todos frente a
él, abrazarles y decirles del cariño que les tenía, tener a Catherine, Irea,
incluso Traize, todos eran parte de su vida ahora, las hijas de Wufei y Trowa,
la señora Noin, Hilde, incluso Relena, extrañaba el mundo que le rodeaba fuera
de esas frías y temibles paredes
Duo.
Por favor… ¡¿Qué quieres de mí?!
Alterado
y haciendo acopio de todas sus fuerzas, Duo logra gritar lo más alto que le es
posible, quería ser escuchado, que su captor se presentara ante él, que le
dijera de una maldita vez lo que quería que hiciera, lo que quería recibir, él
estaba dispuesto a darle el dinero que fuera, quedarse en la ruina, no le
importaba, solo quería salir de ahí… La puerta de la habitación se abre y el
trenzado mira fijamente, horrorizado, su captor entraba de nuevo, tan oculto
como la primera vez, pero en ésta ocasión portaba cosas que le hicieron
temblar, en su mano derecha una especie de látigo y unas tijeras, en la
izquierda un balde con agua
Duo.
¡Déjame ir! Ya te dije que te daré lo que quieras, por favor, por favor
De
parte de su captor no escucha respuesta alguna, antes de acercarse a él deja el
látigo y el balde en el suelo, lejos del trenzado, llevándose con él solamente
las tijeras, Duo tiembla horrorizado al creer que le cortaría, que lo hiriera
de algún modo, pero su captor solo se arrodilló frente a él, lo mira fijo a
través de la máscara y comienza a cortarle la ropa, despojándolo de ella, Duo
creyó que le violaría, que lo masacraría sexualmente, pero no fue así, le
dejaban incluso la ropa interior, el trenzado evita moverse para que un paso en
falso no le fuera a cortar. No sintió frío al estar desnudo solo con su bóxer
Duo.
¿Qué vas hacerme? Ten piedad, te lo suplico
Sin
recibir de nuevo respuesta y dejándolo ligeramente sentado en el suelo, su
captor se aleja hacia el balde, lo levanta a la altura de su cintura y le
arroja a Duo la mitad del contenido, se trataba de agua con hielos, la
temperatura le quema la piel y lo deja temblando de frío, empapado
Duo.
¡No! Basta
Exige
enojado, detestaba el frío y si esa persona quería torturarlo estaba lográndolo,
quiso protestar de nuevo, pero su captor se acercó al látigo, lo agarra y sin
dudarlo se acerca a Duo, levanta el artefacto por encima de su hombro y lo
estrella contra la piel desnuda y mojada de Duo, en la espalda, haciéndolo
gritar de dolor, la sangre salpicó hacia la pared y al combinarse con el agua
parecía más de la que realmente salió. Duo levanta la mirada y le observa con
odio
Duo.
¡Cobarde! Al menos muéstrame tu cara ¡Maldito! Hijo de…
Antes
que pudiera continuar, un par de latigazos más se estrellan contra su piel,
abriéndole heridas, comenzando a sangrar, pecho, espalda, hombros, caderas,
glúteos, abdomen, brazos y piernas, sin tocar su rostro
Duo.
Basta ya….
Llorando
de dolor suplica por primera vez, cerrando con fuerza los ojos, temblaba,
debido al frío, el miedo y el dolor, todo a la vez, angustia, desesperación, un
gran vacío…
Duo.
Ya no
Dolía
como jamás le dolió algo, físicamente hablando, sentía que se derrumbaba, su
captor no tuvo piedad y descargó con furia su látigo en numerosas ocasiones,
llenándolo de heridas, no muy profundas, pero sangrantes y ardían como el
infierno, a su alrededor un terrible charco de sangre y agua, pareciendo
aquello una terrible masacre, tuvo miedo de morir, por primera vez en su vida
Duo.
Detente… por favor… ten piedad
Llorando
como niño asustado, no se atrevía a mirarle, mantenía la cabeza agachada, el
rostro lleno de lágrimas, luego una fuerte patada en su cara, casi rompiéndole
la nariz, casi cae de espaldas si no fuera por sus miembros atados. Se retuerce
de dolor y casi pierde la consciencia, pero en un rastro de fuerza levanta la
cara y solo ve como la planta del zapato se estrella contra su mejilla,
obligando a la otra a tocar el suelo, llenándose de sangre. El balde que había
quedado cerca es agarrado de nuevo por su verdugo, quien sin quitar el pie del
rostro vuelve a levantar el balde, pero ésta vez quita el pie poco antes de
volcarlo y cuando Duo gira su cabeza hacia arriba el agua es vertida sobre su
cara hasta vaciarse el balde, casi ahogándolo, sumiéndolo en la desesperación
de una tortura tan antigua como la misma inquisición. El trenzado exclama un
grito ahogado cuando puede al fin respirar, abre los ojos de nuevo y mira con
miedo a su captor, quien arroja el balde lejos hasta estrellarlo con la pared
tras su cuerpo
Duo.
¡Desgraciado! Ya basta
Para
desgracia del ojivioleta sus palabras no tienen efecto alguno y tan solo
observa con horror a su captor meter las manos a los bolsillos de su pantalón,
saca de ahí un celular y activa la aplicación de la cámara. Dorothy ríe para
sus adentros, tomaría varias fotos a Duo y enviaría aquel celular robado días
atrás, pagaría a cualquier mendigo para que se acercara a casa de Trowa e
hiciera su mandato, así comenzaría la tortura para Heero, ese malnacido que se
había atrevido a volver del otro mundo para hacerle ver que no había triunfado
del todo
Duo.
¡Fetichista! Asqueroso, no me tomes fotos
Desesperado
el trenzado intenta moverse para hacerle algún daño a su captor pero no lo
logra, Dorothy aprovecha para patearlo cada que puede y continúa tomando fotos,
diferentes posturas, diferentes acercamientos, que se viera la cara de horror
de Duo, sus heridas, sus profundos ojos aterrados, mirando una fría cámara que
se empeñaba en mostrarlo cuanto más deplorable mejor, aquello solo era el
principio.
Heero
regresa a casa de Trowa, desesperanzado, no había dado con el paradero de Wufei
y no entendía nada, estaba confundido, aún no podía creer que su padre fuese el
violador de su amigo, aquella cruel coincidencia era terrible, le preocupaba
Wufei, el quiebre de su mente. Quatre y Trowa son incapaces de hablar a Heero
de lo sucedido, al ex vocalista se le había olvidado Duo por un momento, su
mente estaba ocupada en Wufei
Quatre.
¿Por qué no nos cuentas con más detalle lo que sucede?
Aunque
Heero no quería pensar en ello, mucho menos repetirlo, no tiene más remedio que
hacerlo, así que comienza, el ex vocalista les habla de lo sucedido en el
Psiquiátrico, a esas alturas era bien sabida la tragedia de Wufei, así que
Heero solo se limita a hablar de los hechos de ese día, dejando sorprendidos a
los dos oyentes, ni Quatre ni Trowa habían podido imaginar semejante situación,
miraban incrédulos a un pensativo Heero
Quatre.
¿Qué va a pasar ahora?
Heero.
No sé… queda esperar el regreso de Wufei…
Tras
decir aquellas palabras, más tarda Quatre en asentir cuando la puerta de la
casa se abre, los tres que estaban en la sala giran la cabeza al mismo tiempo y
ven a Wufei entrar, no se le veía triste o cabizbajo, por el contrario, se
mostraba rígido, serio y determinado, su mirada fuerte y penetrante casi les
hela la sangre. Lo primero que hace después de cerrar la puerta es acercarse a
la sala, mirando detenidamente a Heero, ambos se corresponden
Heero.
Wufei…
Wufei.
Mataré a tu padre
Sin
dejarlo terminar el chino da su último paso al frente, ignorando a los
asombrados Trowa y Quatre, concentrándose solo en Heero, éste le mira
fijamente, sin emoción alguna
Wufei.
Esa basura no merece vivir
Heero.
Escucha…
Wufei.
¡Me importa una mierda que sea tu padre! ¿Me oíste?
Lleno
de odio y coraje le coloca con fuerza el índice derecho sobre el pecho y lo
empuja, sin dejar de mirarlo, Heero se enoja por el exabrupto y le agarra la
mano por la muñeca, retirándola rápidamente
Heero.
Cálmate, no resolverás nada
Wufei.
¿Qué sabes tú? Me sentiré liberado cuando lo pueda estrangular, cuando acabe
por completo con él, cuando desaparezca de éste mundo
Heero.
¿Y de qué te servirá? ¿Se borrará el pasado? ¿Desaparecerá tu dolor? ¿Vivirás
en paz? Tienes una hija y la vida por delante, ¿renunciarás a eso por tu
estúpido impulso de venganza?
Ante
las palabras de su amigo Wufei guarda silencio, volviendo a pensar en Nataku,
en su hija, la pequeña luz de su negro mundo. Reflexiona y apacigua sus
sentimientos de destrucción y odio, pero no podían morir simplemente así,
entendía la postura, la situación actual así como entendía su posición ante lo
sucedido, el pasado era doloroso, sí, pero si se dejaba dominar por él entonces
renunciaría a un futuro que podía sanarlo todo. Tenía una hija, Traize estaba
vivo, aún había esperanza ¿Valía la pena renunciar a ellos por su sed de
venganza?
Wufei.
Yo…
Confundido,
debatiéndose, no podía soportarlo, demasiadas emociones juntas, tantos
sentimientos encontrados, su cabeza era un nido, tenía miedo, sentía
incertidumbre, los nervios se le comenzaban a encrespar. Todo estaba
distorsionado y no podía con ello en esos momentos
Quatre.
Wufei, estamos contigo
Abatido
al sentir tanta confusión de parte del pelinegro, el rubio se acerca a él y se
apoya sutilmente de su hombro, tocándole la mano en un gesto demasiado íntimo,
Trowa intenta no pensar en sus celos de siempre y se contiene, mira el rostro
pálido de Wufei y se conmueve, estaba destrozado. Heero mira a Wufei fijamente
Heero.
Lo que hizo mi padre fue horrendo y no lo justifico, tampoco apelo a su locura,
su atrocidad merece ser castigada, pero tú no te ensucies las manos, tienes un
futuro por delante
A
esas palabras Wufei asiente, en silencio, sutilmente se aparta de la cercanía
de Quatre y les da la espalda a los tres, incapaz de hablar, incapaz de nada,
se aleja de ellos y sube las escaleras, a paso lento, los tres ex miembros de
The Wings lo miran fijamente y con pena mientras se aleja
Trowa.
Necesita tiempo y espacio, dejémosle en paz
Los
otros dos asienten y guardan silencio mientras se acompañan unos a otros. Wufei
llega al final de la escalera y no se aparta hacia su habitación, entre a la
otra, donde estaban las niñas, compartiendo cuna mientras Trowa compraba una
para Emma, la pequeña del ojiverde dormía plácidamente mientras la suya,
sentada junto a la otra, jugaba con un peluche. Al oír entrar a alguien voltea
la niña y sonríe, se agarra de los barrotes para poder levantarse, hablándole de
forma inteligible a su padre, aún no tenía mucha fuerza en sus piernas y cae
sentada, intentando volver a pararse
Wufei.
Hola preciosa
Hablando
en voz baja para no despertar a la otra niña Wufei se acerca a Nataku y la saca
de la cuna, la abraza cálidamente y sus ojos se llenan de lágrimas, entonces
piensa en Sally, lo feliz que sería en esos momentos viendo a la niña tan sana,
aun cuando los doctores dijeron que su salud era terrible, que quizás no
viviría mucho tiempo, pero estaba ahí, era su luz, su esperanza, su muestra de
que no todo en su vida estaba podrido
Wufei.
Te amo preciosa, por ti debo ser capaz de vencer el odio, por ti debo ser capaz
de vencerlo todo
Sonriendo
la arropa entre sus brazos y la mece contra su pecho, mirando sus grandes ojos
marrones, tan parecidos a los de su difunta amiga, la niña se arrulla con los
movimientos acompasados de Wufei y se queda dormida pronto, él la sostiene un
poco más antes de llevarla otra vez a la cuna, acostándola junto a la otra
pequeña, el ojinegro mira a Emma y le acaricia sutilmente los cabellos
Wufei.
Algún día Trowa se dará cuenta lo importante que eres en su vida, dale tiempo
Como
si pudiera oírle o incluso entenderle, Wufei sonríe y vuelve a ver a Nataku por
largos momentos, perdiéndose en la eternidad de su tierno rostro. La angustia
de momentos atrás en el Psiquiátrico no había desaparecido, pero su hija era el
motor que lo impulsaba, sabía que tarde o temprano vencería a su pasado y
construiría para ella un futuro.
Tres
días después, motivado por la idea de cambiar a su padre de Hospital para que
Wufei no lo viera o pensara en él cuando se decidiera de nuevo intentar ver a
Traize, Heero no piensa en Duo por un tiempo, no porque no le importara
recuperarlo, sino porque tenía cosas más apremiantes que hacer, mientras tanto
Trowa y Quatre se guardan su angustia, aún no sabían del paradero de Duo, el
celular siempre marcaba fuera de servicio, ni Heero ni Richard sabían de éste
hecho, nadie más que ellos, sin embargo Trowa no aguanta más el peso de su
consciencia y llama a Mark, ambos se ocupan de ese asunto, pero no iban a
poderlo mantener oculto durante mucho tiempo más. Por la tarde, tras regresar
del nuevo Hospital Psiquiátrico donde había internado a su padre, Heero llega a
casa de Trowa
Heero.
Ya ha quedado todo arreglado, puedes ver a Traize cuando quieras
Dice
Heero a Wufei, estaba el chino con Trowa y Quatre, aunque a Heero le sorprende
ver ahí a Mark, el ex vocalista se da cuenta que esa noticia no parecía poner
contento al pelinegro
Heero.
¿Qué sucede?
Pregunta
a todos los presentes, tenían todos cara de pocos amigos, instantes después y
antes que el ex policía pudiera decir algo, el timbre de la casa suena y los
paraliza a todos. Una de las chicas de la limpieza abre la puerta y Heero se
sorprende y enoja de ver que se trataba de Richard, y peor aún, venía sin Duo.
El ojiazul mira hacia Trowa con recelo
Heero.
¿De qué se trata esto?
La
pregunta con enojo de Heero pone inquietos a los demás, pero todos guardan
silencio, es Quatre quien con su temple tranquilo se acerca al ojiazul,
colocándole la mano sobre un hombro, Heero mira en sus ojos que estaba por
decir algo no muy agradable y un mal presentimiento cruza por su mente,
sintiendo un repentino malestar en la boca del estómago
Quatre.
No sabemos nada de Duo, desde hace días
Heero.
¿De qué estás hablando?
Alterado
Heero mira fijamente a Quatre, mientras que Richard solamente aprieta los
puños, cuando Mark le había dado la noticia en su departamento sintió un
terrible sentimiento de culpa, él había permitido que Duo se fuera en mitad de
la noche, solo, jamás se lo iba a perdonar
Heero.
¿Desde cuándo se dieron cuenta?
Quatre.
Desde hace tres días, pero…
Heero.
¡Tres días! Y apenas decidieron hacer algo ¿Qué diablos les pasa?
Alterado
Heero se aparta de Quatre y mira hacia Richard
Richard.
Apenas lo supe hoy también
Heero.
¡Él se fue contigo!
Richard.
Pero no pasó la noche en el departamento conmigo, salió de aquí y me contó lo
que pasó entre ustedes, esa noche terminamos, no tenía idea que esto estuviera
pasando
Heero.
¡O sea que le permitiste irse!
Richard.
¿Qué querías que hiciera? ¡Se acostó contigo! Me traicionó
Heero.
¡Maldito!
Enojado
como nunca lo estuvo, Heero corre hacia Richard e intenta darle un puñetazo,
pero Mark se le adelanta y se interpone, deteniendo el golpe de Heero, luego
los mira a ambos con enojo
Mark.
Dejen su lucha de testosterona para después y piensen, no es momento de pelear,
es momento de hacer algo, tenemos que encontrar a Duo ¿Entendieron?
Quatre,
Wufei y Trowa asienten ante las palabras de Mark, Heero lo mira fijamente y
luego de chistar les da la espalda, Richard mira a su amigo con amabilidad
Richard.
Es verdad, ahora Duo es prioridad
Calmada
de nuevo la situación, Quatre toma la palabra, mirando alternadamente a Heero y
al abogado
Quatre.
Trowa y yo reportamos y mandamos fotos a Hospitales, Hoteles y Delegaciones,
Wufei se encargó de dar parte a la policía, Mark también encargó el asunto con
sus conocidos, estamos ocultándolo de la prensa pero no faltará quien venda esa
información. Mark también ha puesto a nuestra disposición agentes privados que
vigilan alrededor de la casa y comenzaron a investigar, debemos tener paciencia
y estar unidos, Duo está vivo, lo sé, pero no lo siento completamente, nos
queda esperar
Agotado
el rubio se acerca a Trowa y se apoya en él, Heero mira hacia sus amigos, su
preocupación se reflejaba en los ojos
Heero.
Yo no puedo esperar tanto
Quatre.
No hay otra forma Heero
Heero.
La hay, no descansaré hasta encontrarlo en el último rincón de ésta maldita
ciudad si es necesario
Desesperado
el ex vocalista sale deprisa de la casa de Trowa sin que nadie lo pudiera
detener, dejando a los demás con un gran sinsabor
Richard.
Es mi culpa
Sin
poderlo resistir más, Richard se derrumba, golpeando la puerta con fuerza y
comienza a sollozar, Mark se acerca para consolarlo
Richard.
No debí dejarlo marchar solo, sabiendo que hay gente que quiere dañarlo
Al
decir aquellas palabras, a Wufei se le prende una idea, ninguno había pensado
antes en aquella posibilidad
Wufei.
¡Dorothy!
Al
oír aquel nombre, los demás presentes miran hacia Wufei
Quatre.
¿Dorothy? ¿Crees…?
Mark.
Claro, ¿Cómo no se nos ocurrió antes?
Trowa.
La posibilidad es alta pero estamos en las mismas, no sabemos nada del paradero
de esa mujer
Richard.
Es un comienzo…
Al
igual que Heero, el abogado sale rápido de casa de Trowa sin que nadie lo
pudiera advertir. Se miran unos a otros, es verdad que al menos era un
comienzo, pero mientras no supieran ni una pista de donde se encontraba esa
mujer no podían hacer nada.
Mientras
veían tranquilamente las noticias en la televisión de la sala en el
departamento de Noin, ella y Relena se sobresaltan cuando el timbre suena de
forma desesperada, no solían recibir visitas y mucho menos que tocaran de
aquella forma, lo primero que viene a la mente de la ex manager de Dark Sound
es que se trata de Hilde y que algo urgente está pasando, sin que diga nada
transmite ese sentimiento a Relena con la mirada y la chica se pone de pie,
Noin abrazaba a su bebé y se queda sentada en la sala. La ex vocalista abre la
puerta pero nadie se encuentra tras ella
Noin.
¿Quién es?
Relena.
No hay nadie
Resignada
a que nada era, Relena está a punto de cerrar la puerta cuando nota algo a sus
pies, se trataba de un sobre blanco, al parecer sellado, la chica se agacha y
lo junta, cierra la puerta y regresa a la sala
Relena.
Dejaron esto ¿lo abro?
Noin.
¿No parece peligroso?
Relena.
No
Noin.
Ábrelo entonces
Obedeciendo
a su amiga, Relena abre el sobre y extrae lo que parece ser una carta doblada,
dentro había el pétalo de una rosa roja. Relena desdobla la hoja y se estremece
al leer su contenido, Noin mira la reacción y se alarma
Noin.
¿Qué dice?
Sin
poder hablar, Relena muestra la hoja a Noin para que pudiera leer lo que dice
Noin.
Pronto estaremos juntas mi amor, nada nos separará, así que despídete de Heero,
ésta vez me encargaré de terminar bien el trabajo. Te amo
Aunque
la carta no estaba firmada ambas sabían que se trataba de Dorothy, tan solo de
pensar en lo que decía Relena tiembla de pies a cabeza
Relena.
Debo ir a advertir a Heero
Noin.
Espera, ella puede seguir por aquí, tal vez quiere llevarte, es una trampa
Relena.
¿Lo crees?
Noin.
Si piensa matar a Heero sin que lo eviten ¿para qué advertirte? Mejor llámalo
por teléfono, pero no salgas de aquí
Relena.
Tienes razón
Haciendo
caso a los consejos de su amiga, Relena llama a casa del ojiverde, Quatre le
responde enseguida y Relena le cuenta lo que acaba de suceder, alterado Quatre
le informa a Mark para que vaya a casa de Noin por la carta. El ex policía sale
enseguida de la casa de Trowa y se dirige al departamento, ahí le espera la
chica, Relena insiste en acompañarlo y él no tiene más remedio que aceptarlo
Noin.
Cuídate mucho
Relena.
Tú también, no abras a nadie
Mark.
Es verdad… y espera…
Haciendo
una pausa, Mark saca de su abrigo una pistola, muestra a Noin como quitar el
seguro y se lo vuelve a poner, luego deja el arma sobre la mesa
Noin.
Gracias, vayan con cuidado
Mark
y Relena asienten ante la petición de la ex manager y salen del departamento,
vigilando a todos lados, Mark se asegura que Dorothy no esté cerca y una vez
que Relena se sube al auto él hace lo mismo y parten rumbo a casa de Trowa. Al
entrar los dos Quatre se acerca hacia ellos
Quatre.
Hola Relena
Relena.
Hola
Sin
mayores formalidades el prometido de Hilde y Relena se acercan a la sala,
Relena echa un vistazo pero no ve a Heero, sin embargo no pregunta de momento
Relena.
Ésta es la nota
Sin
dilación, la chica saca la nota de su bolso y la extiende hacia Quatre, antes
que él la agarre Trowa le toma la delantera y agarra la nota, leyendo el
terrible mensaje
Trowa.
Relena, gracias por avisarnos de esto. Duo se encuentra desaparecido y creemos
que ella lo tiene, Dorothy
Relena.
¿Qué dices? Esa loca…
Trowa.
Esto me hace pensar que tarde o temprano se comunicará, querrá que Heero la
visite con Duo como coartada, seguro ahí piensa asesinarlo
Relena.
No podemos permitir eso ¿ya dieron parte a la policía?
Quatre.
Sí, están avisados
Relena.
¿Y Heero?
Quatre.
Salió sin decir a dónde, igual Richard, ambos están desesperados, nosotros no
podemos hacer nada más
Angustiado
Quatre empuña con fuerza sus manos, mientras la sala se queda en completo
silencio hasta que el llanto de la hija de Trowa rompe con el silencio
Wufei.
Yo me encargo, no te preocupes
Adelantándose
a su ex compañero, Wufei avanza hacia las escaleras y sube, dejando a los demás
en la sala. Instantes después suena el timbre de la casa y Quatre se acerca
para abrir, se trataba de Hilde quien después de saludar va hacia Mark y se
saludan con un beso
Hilde.
¿Aún nada de Duo?
Mark.
No, pero Dorothy se hizo presente
Hilde.
¿Qué?
Nerviosa
solo de oír su nombre Hilde comienza a temblar
Trowa.
Mira
El
ojiverde extiende la nota hacia Hilde y ella la lee, preocupándose aún más
Hilde.
No cabe duda, ella tiene a Duo, no puede ser otra cosa
Trowa.
Lo mismo creemos, pero no tenemos más pista que esto
Quatre.
Esto es desesperante
Relena.
Ojalá pudiera hacer algo, no quiero que Dorothy dañe a Heero, pero si Heero da
con ella antes también podría matarla, ella merece pagar, merece la cárcel
Hilde.
¿Qué pasará? Apenas puedo creer que estuvimos cerca de esa loca por tanto
tiempo sin darnos cuenta
Relena.
Lo sé. Sally nunca confió en ella y ahora sabemos por qué
Hilde.
Es verdad
De
nueva cuenta el silencio les invade, ésta vez y pasados unos minutos, el timbre
de la puerta vuelve a romper el silencio, Quatre pretende acercarse de nuevo a
abrir, pero ésta vez sabían que no esperaban a nadie, así que Trowa le hizo una
seña y fue él para abrir, al caminar por el jardín frontal se da cuenta que
nadie esperaba en la reja, así que comienza a caminar con más cautela, a medida
que se acerca a la puerta ve algo en el piso, una caja completamente blanca,
del tamaño de una piedra. Al verla Trowa teme lo peor, quizás un pedazo del
cuerpo de Duo, algo con lo que Dorothy les dijera que ella tenía en su poder al
ex guitarrista, con cuidado el ojiverde levanta la caja y la mete a través de
la reja, lo primero que hace es alzarla para ver la parte de abajo, al ver que
no hay sangre o algo que confirme su sospecha siente un poco de alivio. Mira a
ambos lados por fuera de la casa y no ve a nadie, así que regresa. Al entrar a la
casa todos lo miran con expectación
Quatre.
¿Qué es eso?
Trowa.
Lo dejaron a la entrada, no tiene ninguna nota por fuera
Quatre.
¡No lo abras!
Trowa.
Puede tener algo que nos sirva, estoy seguro que es de ésa mujer
Relena.
Yo lo abro si quieren
Sin
esperar respuesta la chica se acerca a Trowa y le quita la pequeña caja de las
manos, se la lleva a la sala donde antes estaba sentada, sin miedo la coloca
sobre sus piernas y la abre, saca de ella un celular que no le dice nada, pero
enseguida que Quatre lo ve reconoce que es el de Duo y se lleva ambas manos
hacia la boca, asustado
Trowa.
Es de Duo
Relena.
Está apagado
Trowa.
Enciéndelo por favor
Obedeciendo
al ojiverde Relena prende el celular, no tenía mucha batería. Mark quita de las
piernas de Relena la caja y la observa, al fondo de ésta había algo escrito,
tan solo estaba escrito "Foto y Video", el ex policía lo lee en voz
alta, Trowa quita a Relena el celular y con nerviosismo entra a la sección de
fotos. Para su horrible sospecha todas estas eran de Duo, todas las anteriores
habían sido borradas
Trowa.
Es Duo, está amarrado y lo han…
Poniendo
atención a las fotos Trowa guarda completo silencio y el estómago se le
revuelve. En esos días Dorothy se había dedicado a golpear y humillar a Duo, en
las primeras fotos no estaba tan golpeado, pero en las últimas se le veía
bastante mal, vistiendo solo su ropa interior, en la piel tenía marcas
recientes y sangrantes de golpes, su rostro estaba un poco hinchado, el ojo
derecho morado y prácticamente cerrado debido a la hinchazón, en varias de esas
fotos aparecía alguien pisando la cara de Duo y otras partes de su cuerpo,
incluso en una foto aparecía con la punta de un zapato dentro de su boca.
Aterrado por la imagen Quatre echa un grito y aparta la mirada, Hilde ni
siquiera se atreve a ver y Relena deja de verlas cuando Trowa llega a la mitad,
tan solo Mark y Trowa las miran todas, el rostro completo del ojiverde se torna
rojo del coraje
Mark.
Desgraciada
Trowa.
Es una hija de puta, cuando Heero vea esto…
Mark.
Abre los videos
Haciendo
caso a las palabras de Mark, el ex baterista abre la sección de Videos, tan
solo había uno y Trowa lo abre, duraba tan solo 15 segundos, pero eran
suficientes para sentir repulsión. Una persona encubierta en su totalidad golpeaba
a un amarrado Duo pese a sus súplicas, lo mojaba con agua fría pues se podían
ver hielos caer al suelo y también lo obligaba a comer comida que tiraba al
suelo mojado, el cuál no solo estaba lleno de agua, sino también de sangre y lo
que podían suponer orina. El video terminaba con Duo vomitando la comida que le
obligaba su secuestrador a comer. Consternados por lo que habían visto, Trowa y
Mark comparten una mirada de enojo
Trowa.
Esto es degradante. Esa perra me las va a pagar
Mark.
La estúpida caja no trae nada más
Relena.
Dorothy es una maldita, ¿Qué gana con esto? No lo entiendo, ¿Por qué hacerle
todo eso a Duo?
Trowa.
Es su forma de hacer que Heero se angustie, está tras él, no le agrada que haya
sobrevivido, después de todo ella te quiere ¿no? Y tú quieres a Heero
Relena
asiente a las palabras de Trowa
Relena.
Si su objetivo final soy yo estoy dispuesta a hacer un intercambio con Duo,
dudo que me lastime a mí, si tanto me ama… úsenme de anzuelo
Quatre.
Eso no, no dejaremos que te sacrifiques
Relena.
Ella tarde o temprano vendrá por mí, estoy segura
Hilde.
Eso es verdad, pero estoy de acuerdo con Quatre
Relena.
Quiero hacer algo
Hilde.
Todos quisiéramos eso, pero Dorothy es peligrosa, incluso para ti
Relena.
Por eso fingiré que estoy de su lado, de esa forma no me hará daño
Hilde.
Pero…
Relena.
Tenemos que encontrar la forma de comunicarnos con ella, quizás un spot de
televisión, estoy segura que gracias a los medios se enteró que Heero
sobrevivió
Trowa.
Esa es buena idea, podemos atraerla con un spot
Un
poco más animados por la idea de Relena, Trowa comienza a ver con Mark de qué
forma pueden hacer esos spot sin alertar a la policía. Instantes después baja
Wufei de nuevo hacia la sala, al enterarse del nuevo suceso al igual que sus
compañeros se enoja bastante, ni siquiera es capaz de ver el video y solo ve un
par de imágenes, no podía evitar recordar las cosas desagradables por las que
pasó él también
Wufei.
Ni Heero ni Richard han vuelto, deben saber esto
Mark.
Es verdad, llamaré a Richard, alguien llame a Heero
Enseguida
Quatre saca su celular y llama a Heero, pero no recibe respuesta alguna, como
si hubiese apagado su celular, en cambio Richard si responde y Mark lo pone al
tanto de la situación, el abogado regresa rápidamente a casa de Trowa. Al ver
el material que Dorothy les había enviado se indigna al igual que los demás, el
odio que sentía por Dorothy se incrementa, estaba dispuesto a matarla de ser
necesario
Richard.
Esto es inaudito, cuando la vea la mataré
Mark.
No digas tonterías, no te mancharás las manos
Richard.
No me importa, vengaré esto que le ha hecho a Duo, lo juro
Mark.
Cálmate, nada ganas
Sin
estar dispuesto a discutir, Richard le da la espalda a Mark y camina hacia el
comedor, estaba desesperado, nunca en su vida se había sentido de aquella
forma.
Habían
pasado alrededor de tres horas desde que el celular fue dejado a la entrada de
la casa de Trowa; Hilde y Mark se disponen a marcharse cuando la puerta de la
casa se abre, por ella entra Heero, se le veía cansado y con desesperación en
la mirada, había caminado por horas, buscando ciegamente pistas que no
existían, su deseo por encontrar a Duo era tan grande que sentía que poco a
poco perdía la cordura. Trowa y Quatre comparten una mirada preocupada, sabían
que debían decirle a Heero lo que pasaba, pero ninguno se atrevía. Heero repara
en la presencia de Relena y se sorprende, no la esperaba ahí
Relena.
Heero, estás con bien
Heero.
¿No tendría que estarlo?
Relena.
Mira…
Acercándose
al ojiazul, Relena extiende la nota que Dorothy había dejado en el departamento
de Noin, al leerla Heero mira enseguida a la ex vocalista
Heero.
¿Cuándo te llegó esto?
Relena.
Hace unas horas, por eso Mark me trajo
Heero.
¿La viste?
Relena.
No, pero estuvo aquí, dejó algo
Heero.
¿De qué hablas?
Desesperado
Heero se acerca a Trowa casi de forma amenazante, el ojiverde le entrega el
celular al ojiazul, Heero no conocía el celular de Duo y lo mira como a
cualquier objeto
Trowa.
Es el celular de Duo
Heero.
¿Qué?
Trowa.
Mira las fotos, y si te quedan fuerzas, mira el video
Heero.
Duo…
Con
las manos temblándole Heero obedece a su ex compañero y abre las fotos, al ver
la primera siente que las fuerzas le faltan en las rodillas y se sienta en el
sillón más cercano. A medida que pasa las fotos la angustia en la boca del
estómago le hace sentir náuseas, aunque el semblante de su rostro no reflejaba
muchos cambios, en la dilatación de sus pupilas y su mirada se podía notar lo
que estaba sintiendo. Quatre lo siente también y comienza a llorar en silencio
Heero.
No… Duo… es mentira ¿verdad?
Volteando
hacia Trowa, Heero lo mira fijamente
Heero.
Dime que es mentira, tienen que estar editadas ¿cierto? ¡Dímelo!
Ante
sus palabras Trowa solo agacha la mirada y traga saliva, Heero vuelve a mirar
la pantalla y termina de ver las fotos, sale de ahí y va hacia el video, con la
mano temblándole duda en darle Play pero así lo hace, al ver el video pierde
toda esperanza de que las fotos estuvieran editadas y comienza a temblar de
coraje, súbitamente se pone de pie y sin pensarlo dos veces avienta el celular
contra el suelo
Heero.
¡Perra! Es una maldita perra
Trowa.
Heero cálmate
Heero.
¿Cómo quieres que me calme?
Completamente
alterado, Heero se acerca a Trowa y lo sujeta con fuerza del cuello de la
camisa, como si fuera a golpearlo, pero Wufei se acerca a ellos y separa al ex
vocalista, alejándolo de Trowa
Wufei.
No ganarás nada tomándola contra Trowa, debemos pensar
Heero.
Es fácil para ti decirlo
Wufei.
Todos aquí estamos preocupados por Duo y queremos que esté bien, pero no
ganamos nada con alterarnos así
Heero.
Saldré y la buscaré, cuando la encuentre yo mismo la mataré
Richard.
Yo te ayudaré a encontrarla
Sin
decir nada Heero mira hacia Richard y asiente
Mark.
Ninguno de ustedes hará algo, esperaremos, seguiremos la idea de Relena
Heero.
¿Qué idea?
Mark.
Atraer a Dorothy con spots
Heero.
Eso tardará, matará a Duo
Mark.
No lo hará, leíste la nota, va tras de ti, Duo es solo el anzuelo, cuando te
tenga entonces si acabará con Duo ¿no entiendes que es una trampa? Lo que ella
quiere es desesperarte
Entendiendo
lo que Mark trata de decirle Heero intenta calmarse. Un horrible silencio los
invade en las horas subsecuentes, Mark y Hilde se retiran antes de las nueve de
la noche, Wufei deja intermitentemente la sala para atender a las niñas hasta
que son las nueve y se retira a dormir para cuidarlas, Richard se va a su
departamento cuando pasan las diez de la noche, quedándose en la sala solamente
Trowa, Quatre, Relena y Heero
Trowa.
Casi es la media noche, debemos descansar
Heero.
Váyanse ustedes, yo no podré dormir ni descansar
Quatre.
Pero Heero…
Heero.
Es indiscutible
Quatre.
Como quieras… Relena, te prepararé una habitación para que duermas
Relena.
Gracias
Trowa,
Quatre y Relena se retiran al segundo piso, mientras que Heero se queda en la
sala, una vez que por fin está solo se deja caer sobre el sillón, llevándose un
brazo al rostro, de forma silenciosa algunas lágrimas se resbalan por su
rostro, la impotencia, el coraje y la desesperación se sentían al doble ahora
que estaba solo, sus defensas habían sido destruidas y cientos de recuerdos al
lado de Duo le invaden la memoria como agujas, entonces por primera vez siente
una angustia verdadera de perderlo para siempre
Heero.
No puedo solo esperar
Decidido
a dar con Dorothy, Heero se incorpora en el sillón, limpia sus lágrimas y se
pone de pie, camina hacia la puerta y cuando la abre es sorprendido por Relena
que estaba por terminar de bajar las escaleras, ambos se miran a los ojos
Relena.
¿Saldrás a ésta hora? Es peligroso
Heero.
No me importa, seguiré buscando a Duo
Relena.
Entonces iré contigo
Heero.
De ninguna manera
Relena.
Entonces gritaré y los demás no te dejarán partir
Heero.
Eres insoportable
Relena.
Lo soy
Sonriendo
emocionada por ese pequeño gesto de complicidad, Relena sigue a Heero y ambos
salen de la casa en silencio, al llegar a la reja de la casa Heero se da cuenta
que hay una hoja de papel en medio de uno de los adornos del cancel, Relena se
detiene abruptamente cuando ve a Heero sacar algo de la puerta
Relena.
¿Es una nota? ¿Qué dice?
Heero.
"Espero te haya gustado el regalo, si quieres desenvolverlo ven solo con
Relena a la siguiente dirección…"
Tras
leer eso, Heero ve en la parte inferior de la nota una dirección en Brooklyn,
enseguida reconoce en ella un barrio bastante peligroso y pobre
Heero.
"Sin sorpresas, solo ustedes dos"
Relena.
¿Cómo pudo ella dejar esto aquí sin ser vista?
Heero.
Debió mandar a alguien
Relena.
Creo que trabaja sola
Heero.
También lo creo, pero pienso que le pagó a alguien por dejar esto, no se
acercaría ella misma, no es tonta
Relena.
Llamemos a Mark
Heero.
No arriesgaré a Duo, si quieres puedes no venir, es peligroso
Relena.
¿Bromeas? Yo misma me ofrecí de carnada, además ella te pide llevarme
Heero.
Vamos entonces
Sin
más dilaciones Heero rompe la hoja solo por la mitad y la tira en el césped,
había memorizado la dirección y a la vez quería dejar un rastro, por si no
volvían con vida alguien supiera donde se encontraba Dorothy.
Relena
y Heero toman un taxi rumbo a Brooklyn que los dejara cerca de la dirección
acordada, el resto lo caminarían hasta llegar a ese domicilio, ambos decididos,
ambos dispuestos a encarar de una vez por todas a quien se había convertido en
lo peor de sus pesadillas, los días de Dorothy Cataluña saliéndose con la suya
estaban por terminar de una vez por todas
Continuará...
Notas de Autor: Perdonen el suspenso,
hasta aquí son más de 40 páginas, así que decidí dividir el capítulo antes de
terminarlo, quiero suponer que solo habrá una parte más y no tres o más, pero
conociéndome no es garantía. De cualquier forma quiero agradecer a todos, sé
que muchos ya no siguieron la historia, pero para mí es importante cumplir mi
promesa de terminarla, por eso, aunque sea solo 1 persona, mil gracias por leer
éste fracaso de fic. Se aprecian comentarios, hasta pronto
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