lunes, 22 de febrero de 2016

El jardín de las delicias

Capítulo 29. Una nueva oportunidad de amar


Desde que había nacido su pequeña no había tenido la oportunidad de verla, ella se encontraba en observación por los Doctores, había durado así por casi una semana, semana en la cual Wufei no se había despegado del Hospital, acompañaba a su inconsciente amiga mientras esperaba noticias, en su inconsciencia le platicaba. El día del nacimiento se la había pasado a su lado, tomándole la mano, prometiéndole que si despertaba olvidaría su terrible engaño y cumpliría su promesa de casarse con ella, que los tres vivirían juntos para comenzar una nueva vida, lejos del dolor, donde las lágrimas pasadas se hayan olvidado, donde pudieran volver a sonreír…

Ahora el pelinegro miraba perturbado como entre el doctor y las enfermeras desconectaban los aparatos, hacía menos de 10 segundos que le habían anunciado su muerte, sus sentidos se encontraban aún turbados, frente a sus ojos todo sucedía más lento, sus oídos habían dejado de funcionar y su garganta se había convertido en un desierto, era incapaz siquiera de exhalar un suspiro

Doctor. Lo siento mucho

Las frías palabras del Doctor antes de retirarse le habían entrado duramente a su oído, sin importarle en absoluto su pésame ¿qué sabía él? Su mejor amiga, su eterna compañera, casi su hermana, la mujer con quien había vivido numerosos recuerdos, su indestructible confidente, la única persona en el mundo a quien había querido y respetado sin condición alguna, la mujer que acababa de darle una hija acababa de morir, había dejado el mundo sin que él hubiera podido despedirse, sin que hubiera podido cumplir la promesa de compartir sus vidas, sin que él pudiera decirle que la perdonaba, que la seguía queriendo…

Wufei. No… no… no...

Por fin podía articular algo, aunque con voz seca. Continuaba sin creer lo que veía, pronto la velocidad de su vista vuelve a la normalidad y sus oídos recobran su funcionalidad, oía a las enfermeras conversar tranquilamente mientras se encargaban de tapar el cuerpo de Sally con una manta, una de ellas lo observa y se acerca, el chico se veía mal e intenta ayudarle, pero Wufei retrocede hasta toparse con la fría pared sin dejar de mirar el cuerpo inerte de su amiga

Wufei. Tiene que ser mentira… Sally

Los ojos que hasta hace algunos segundos estaban secos ahora se inundaban en lágrimas, decenas de ellas ruedan por su rostro y un grito se ahoga en su garganta, aterrado se cubre la cabeza con sus brazos y se deja caer al suelo, llorando como nunca lo había hecho, la enfermera no hace más que verlo unos momentos antes de irse, sentía pena por aquel joven, se veía realmente destrozado…

No hace menos de un minuto que habían llegado a la habitación, besándose con pasión, comenzando a deshacerse de sus ropas, desde que lo habían hecho por primera vez después de no hacerlo hace mucho tiempo no dejaban de recuperar el tiempo perdido, cada día al menos unas 3 veces se iban a la cama, era algo incontrolable y un poco incómodo para quienes compartían casa con ellos, pero se habían llegado a acostumbrar a la prolífera vida sexual de Trowa y Quatre

Quatre. Eres tan…
Trowa. Sssht…

Sin dejarlo terminar el ojiverde introduce su lengua en la boca del rubio, haciéndolo ahogar un gemido, ya con poca ropa llegan hasta la cama donde el más alto no tarda en aventar a su amante sobre ella y montarse sobre su cuerpo, comenzando a besarle el cuello mientras sus manos recorren su cuerpo, Trowa aún no perdía el toque, seguía siendo un gran amante… su besos llegan hasta el bajo estómago de Quatre cuando un fuerte tocar a la puerta los desconcentra, molesto el ojiverde detiene sus caricias y fija su mirada hacia la puerta

Trowa. ¡¿Quién?!
Catherine. Hermano, abre la puerta
Trowa. ¿Qué pasa?

La hermana del ojiverde no responde a la segunda pregunta y eso lo inquieta, por lo que él y Quatre comparten mirada, enseguida Trowa se levanta de la cama y se coloca los pantalones que anteriormente había dejado caer, mientras que el rubio se cubre con la sábana su desnudo cuerpo, rápido se acerca a la puerta y la abre, encontrándose a su hermana de pie llorando, la pelirroja se avienta a sus brazos antes de poder decir alguna palabra, preocupando a su hermano, quien enseguida la sujeta de los hombros y la separa, observándola fijamente

Trowa. ¿Qué sucedió?
Catherine. Está muerta hermano
Trowa. ¿Quién?
Catherine. Sally… me llamó Duo

Al oír aquel nombre Trowa no puede evitar sentir un escalofrío, no era allegado a ella, pero a su mente había llegado Wufei, sentía mucha pena por él, el pelinegro estaba perdiendo todo poco a poco, al igual que él Quatre se preocupa y aprovechando que la pelirroja no lo observa, se levanta de la cama y se pone rápidamente su ropa, acercándose a los hermanos

Quatre. ¿Qué esperamos? Vamos

El rubio regresa a la cama para colocarse los zapatos

Trowa. Sí, vamos
Catherine. Yo también quiero ir
Trowa. Está bien, avísale a Irea

Secándose las lágrimas Catherine se aleja de su hermano, Trowa cierra la puerta y también termina de vestirse. Ninguno de los dos sabía que decir, Quatre se limpiaba sus lágrimas mientras se ponía los zapatos, en cambio Trowa solo estaba serio, se termina de vestir y se acerca a Quatre, sentándose a su lado, lo agarra de un hombro y lo atrae a él, abrazándolo, el rubio se recarga en su hombro y llora aún más

Trowa. ¿Lo estás sintiendo?... ¿A Wufei?
Quatre. Un poco
Trowa. Quatre, él nos necesita, lo sabes, debe verte bien

Al rubio le parece extraño que Trowa diga esas palabras y se aleja un poco para mirarlo

Quatre. ¿Por qué me dices eso?

Dudando un poco en decírselo, Trowa se anima después de unos momentos, tomando la mano de Quatre entre la suya, los dos se miran mutuamente

Trowa. Debo admitir que estoy celoso
Quatre. ¿Por qué?
Trowa. De tu relación con Wufei
Quatre. Pero…
Trowa. Escucha, no te estoy reclamando, es solo que no quiero ser egoísta, sé lo importante que eres para él y lo mucho que te necesita a su lado
Quatre. Trowa…

Haciendo una pequeña pausa, el ojiverde le regala un beso en los labios al rubio

Trowa. Debes darle todo tu apoyo, yo no diré nada
Quatre. Gracias Trowa

Conmovido por las palabras del ojiverde, el rubio lo abraza afectuosamente, se notaba claramente no solo que Trowa había madurado y que le amaba, sino que Wufei le importaba mucho, veía con alegría lo mucho que el chico había cambiado, como él tantas veces lo había idealizado…

Al llegar al Hospital se encuentran con Duo que esperaba solo, Wufei había ido a arreglar algunas cosas con la salida del cuerpo de Sally; al ver llegar a sus amigos se levanta del asiento donde se encontraba, tenía una expresión realmente afligida

Quatre. Duo ¿cómo pasó?
Duo. No sé exactamente, Richard y yo llegamos a visitar a Sally y me encontré con Wufei, está realmente mal, no me dijo realmente mucho
Trowa. ¿Dónde están?
Duo. El doctor le pidió a Wufei que lo acompañara, pero se veía tan mal que Richard le acompañó
Quatre. Pobre, debe estar muy abatido
Duo. Sí, ni siquiera supe que decirle

Los tres se quedan en silencio unos momentos, el ambiente se sentía muy tenso y triste, era cruel saber por todo lo que Wufei estaba pasando, una cosa tras otra le sucedía, y ahora ni siquiera era posible saber si su pequeña sobreviviría debido a su problema de nacimiento…

Semanas después se llevaría a cabo de nuevo una audiencia, se presentarían las últimas pruebas que podían refundir en la cárcel a Dermail por varios años, sus delitos eran graves, principalmente la elusión fiscal, fraude, falsificación de documentos, extorsión y secuestro, lamentablemente para Richard y los demás, no se pudo imputar por los delitos cometidos a Hilde o los asesinatos, el testimonio de Sylvia Noventa fue decisivo para imputarle delitos por extorsión y secuestro, con la suma de todos ellos se le pudo dar una pena de más de 50 años, viendo ya su suerte, Dermail no se tocó el corazón para llevarse con él a su nieta, quien seguía desaparecida, sin embargo gracias a la promesa de reducirle la condena si hablaba, logró acceder con mayor gozo, además del gusto por hundirla a la maldita traidora.

De ésta forma Dermail confesó todo, sin ningún miramiento, incluyendo los asesinatos de Chris y Eric, aunque éste último ya se le había sido imputado gracias a la confesión del sujeto que estaba con ellos el día de la muerte de aquel chico. Toda la audiencia estaba sorprendida y horrorizada, pero Dermail tenía algo más que decir, ya no era necesario, su abogado insistió en que ya no dijera más porque se le podía acusar también de complicidad en los asesinatos de su nieta, pero él quería decirlo, dar el golpe final, sería el último regalo para su querida y amada Dorothy

Juez. Bien, estamos esperando eso que nos quiere decir

Dermail. Ante todo quiero decir que yo no tuve nada que ver, todo fue idea de mi querida nieta, ella que es tan inteligente

A pesar de las mofas estaba dispuesto a enviar a su nieta al infierno, ya nada le importaba, Richard lo miraba atento, estaba casi enfrente de él, en el estrado. Por su parte Duo, Trowa, Quatre, Hilde y Mark estaban en la audiencia, esperando por escuchar sus palabras, Dermail sonríe ampliamente antes de confesar, mira hacia donde sabía que estaban los chicos de The Wing y comienza

Dermail. Hace uno meses la agencia donde pertenece el grupo The Wing se comunicó con su representante, Zechs Marquise para un viaje y firmar un contrato, pero detrás de esa llamada estaba Dorothy, mi nieta

El cuchicheo en la audiencia no se hizo esperar, Duo escucha horrorizado, sabía de qué estaba hablando ese sujeto y estaba seguro que lo que escucharía cambiaría por completo todo

Dermail. Ella siempre tuvo envidia de ese grupo, quería destruirlo, pero sobre todo odiaba a Heero Yuy, siempre quiso verlo muerto, por eso preparó todo para que la avioneta en la que viajaba se estrellara en el mar

Al oír tan crueles palabras Duo siente que el piso se le mueve y siente un mareo, ahora tenía sentido, aquel no fue un accidente, fue un asesinato, su querido Heero fue asesinado por culpa de una niña caprichosa. Dermail sonríe amplio al ver su reacción y la de los otros dos chicos de aquel patético grupo

Dermail. El piloto y los demás tripulantes que no tenía que ver con The Wing fueron contratados por mi nieta para que abandonaran el vuelo y solo los que fueran de ese grupo murieran, mi nieta calculó mal, creyó que irían más pero solo iba Heero, y los otros dos insignificantes

En toda la audiencia se escucharon múltiples murmullos, la gente estaba horrorizada y el Jurado murmuraba entre sí, aquella noticia sí que era un hallazgo, nadie creyó que esa pudiera haber sido la causa del terrible accidente, todo un escándalo

Duo. ¡Tú!

El grito de Duo hizo a todos los presentes voltear a verlo, el chico se saltó las barras que dividían a la audiencia con el estrado y sin importarle nada más corrió hacia él con violencia, sujetándole el cuello con ambas manos

Duo. Maldito… por tu culpa… ¡Asesino!

Fuera de sí estaba dispuesto a matarlo, pero los guardias son llamados por el Juez y enseguida corren hacia él, Richard estaba sorprendido, mirándolo, Duo parecía un loco incapaz de reaccionar, queriendo matar sin miramientos a Dermail, pero éste se estaba riendo, divertido cuando lo hicieron soltarlo y lo sacaron contra su voluntad. Trowa y Quatre se levantan de sus asientos y luego de mirarle con odio salen también de ahí, a buscar a Duo, los guardias lo habían dejado a unos cuantos metros de la entrada, impidiéndole que regresara, Quatre se intenta acercar a él pero Duo le pasa de lado, se acerca a una pared y la golpea un par de veces

Duo. ¡Maldito infeliz! Por tu culpa, por tu culpa mi Heero…

Sus dos ex compañeros y actuales amigos lo miraron llorar con derrota, cada vez que Duo parecía poder superar la terrible tragedia sucedía aquello, algo lo hacía sentirse peor, llorar la muerte de Heero ahora era diferente, ahora sabía que era un vil y cruel asesinato, antes pudieron sospecharlo, pero ahora era una realidad, Dermail lo había confesado al fin… Fue bastante agotador ese día para todos, lo único positivo que vieron fue el hecho de que Dermail pasaría sus últimos días de vida en una prisión, tal vez moriría ahí dentro y eso era un consuelo, además el haber visto reunirse al Señor Noventa con su hija fue un momento muy conmovedor, aquel hombre había luchado mucho por encontrarla y estaba agradecido, sobre todo con Hilde, quien lo mantuvo al tanto de todo y le ayudó.

Después de salir del Juicio, Hilde se marchó con Mark al igual que Trowa y Quatre después de asegurarse que Duo estuviera mejor, la pareja se fue de ahí rumbo al Hospital, a acompañar a Wufei, ese día dejaría de estar internada su pequeña y querían estar con él, por su parte el ojivioleta esperó a que su novio terminara su trabajo e irse con él a comer; durante el trayecto él miraba de reojo a Duo, estaba pensativo, distraído, sabía a qué se debía y no quería preguntar. Terminaron de comer y Richard se ofreció a llevarlo a su casa, estando a puertas antes de entrar el ex trenzado lo detuvo, ambos se quedaron en la puerta

Richard. ¿Qué pasa Duo?
Duo. Estuve pensando muy bien las cosas
Richard. ¿Sí? ¿Qué pensaste?

Duo. Toda ésta situación me tiene agotado, por mucho tiempo me sentía culpable y molesto conmigo mismo, pero luego de escuchar a Dermail decir lo que realmente sucedió me he dado cuenta que quiero continuar con mi vida, ésta vez sin sujetarme a falsas a esperanzas y sin culparme, quiero ser feliz… contigo

El ojivioleta lo mira a los ojos, fijamente, Richard estaba sorprendido ¿acaso Duo le estaba dando el sí? No podía pensar otra cosa

Richard. ¿Tú estás…? ¿Tratas de decirme que…?
Duo. Sí Richard, quiero intentar una vida contigo, vivamos juntos, claro, si aún sigue en pie tu propuesta
Richard. Claro que sí

Completamente feliz el abogado se acerca a Duo y lo besa en los labios, éste le corresponde, sonriéndole después, pero cuando se abrazan y el ex guitarrista se abraza a su espalda mira hacia el vacío ¿estaba tomando la decisión correcta? Lo único que sabía era que Heero estaba muerto, que jamás iba a volver y que él se merecía una nueva oportunidad de amar y ser feliz, así que abriría su corazón, estaba dispuesto a darse una nueva oportunidad con alguien más, junto al hombre que tenía ahí, abrazándose contra su cuerpo, solo el tiempo diría si estaba tomando la decisión correcta…

Desde que Trowa y Quatre habían regresado a casa con Wufei y su hija, Catherine no dejaba de estar a su lado, amaba a los bebés, y aquella era tan frágil y pequeñita que transmitía mucha ternura, Irea solo la veía desde lejos, no era buena con los bebés, pero amaba verla así, tan contenta. Quatre también estaba contento con la llegada de la pequeña, pero sin duda el más feliz era Wufei, el doctor le había dado muchas indicaciones y el chino había contratado a una enfermera para que le atendiera. Trowa había mandado acondicionar una de las habitaciones para la hija de su compañero, queriendo que tuviera la mejor de las atenciones, Wufei no tenía palabras para agradecerle, estaba muy conmovido, ahora él y Trowa eran buenos amigos, y gracias a la llegada de su hija había dejado de pensar en Quatre, ya no le preocupaba tenerlo tan cerca, ahora solo tenía su total atención para su hija

Ahora que había pasado el juicio y se había girado orden de aprensión para Dorothy se podía respirar un aire más tranquilo, pero no podían aún confiarse del todo, quizás la chica podía aparecer de repente para dar su "último golpe" ninguno de los miembros de The Wings salía sin guardaespaldas, estaban bien prevenidos, afuera de la casa ya no les permitían a los fans esperarlos ni estar ahí, por su propia seguridad y la de ellos, Dorothy podía aprovechar las multitudes para atacar y pasar desapercibida…

Dos días después del juicio Duo había empacado sus cosas y despidiéndose de sus amigos partió hacia el departamento de Richard, ellos le apoyaban, sabían que el ojivioleta merecía una nueva oportunidad para ser feliz y que mejor que Richard. Ahora habían pasado dos meses desde que Dermail fue encarcelado, Hilde y Mark anunciaron su boda, Richard les organizó una fiesta de compromiso en su casa y de Duo, donde fueron todos invitados, comenzaba a tomar ritmo de nuevo la vida, comenzaban las cosas a acomodarse en su lugar y se comenzaba a respirar cada vez un mejor aire.

El tiempo pasó, el hijo de Zechs nació y el día del bautizo se hizo una reunión en memoria del antiguo mánager; la noticia de que realmente fue asesinado por Dorothy llegó a oídos de Noin, noticia que la destrozó igual que a Duo el día del juicio, pero ahora con la llegada de su hijo era momento de sanar las heridas, como los demás, solo había alguien dentro de ese cuadro que parecía seguir viviendo en sombras, Relena, quien solo veía todo desde lo lejos, sin hacer nada de su vida, Noin la protegía por todo el cariño que le tenía, pero la chica no tenía deseos de seguir viviendo…

No supieron cómo pasó, el tiempo se fue en un abrir y cerrar de ojos, pareciera que las cosas habían cambiado tanto que siempre fueron así, la vida de Duo junto a Richard cada vez fue más placentera, feliz, los sentimientos del trenzado por él cada vez eran más fuertes, sabía que había tomado la decisión correcta, Richard era buen hombre, le hacía reír, lo protegía, era casi perfecto, no podía pedir más. Ahora se encontraban de viaje, fuera del país, el abogado había elegido como destino Italia, Duo que no conocía estuvo completamente de acuerdo, llevaban varias semanas allá, recorriendo lugares de interés, visitando más de una ciudad, y cada noche, en Hoteles diferentes pasaban momentos íntimos, cada uno diferente al otro, Richard lo trataba bien, lo complacía y Duo le retribuía de la mejor forma posible, queriéndolo cada día más…

"La investigación se fue a la mierda"… fue lo que escuchó cruelmente aquel hombre de mirada decisiva, toda una vida de trabajo yéndose al caño, pero él que siempre fue positivo no dejaría que las cosas se quedaran ahí, aprovechó los huecos del contrato y vio la forma de no devolver el dinero de la inversión inicial, el proyecto de su vida no se iría a la basura solo por aquella absurda obsesión de fijar los ojos en un proyecto menos ambicioso y más estúpido ¡Vaya modernidad! A la gente ya no le importaba lo esencial, total, que más daban los hidrocarburos si se podía crear una nueva forma de mezclar químicos y hacer lucecitas de larga duración para fiestas y conciertos. Así que tomó sus cosas de trabajo, besó los labios de su preocupada esposa y partió a casa de su amigo, de momento usarían aquella como base de la investigación, empezarían de cero, buscar un nuevo patrocinador, expertos interesados en ayudarles, comenzaron con el buen ánimo, pero pasaron los meses y la luz se les fue apagando, así como el dinero que habían logrado reunir, aún quedaba una cuantiosa suma, pero no lo suficiente para concluir, las pocas personas que les apoyaron ahora estaban yéndose, de nuevo estaban solos, los dos mejores amigos, apoyándose el uno al otro

Peter. Siento que es mejor darnos por vencidos

Las palabras salidas de su boca fueron de indignación para el otro, era una tarde calurosa y era mejor no molestarle como le molestaron aquellas palabras, pero entendía el desánimo y realmente no tenía nada que reprochar, su amigo le había ayudado en todo hasta ese momento, quizás si era momento de abandonar

Nel. Tantos años tirados a la basura, no me resigno
Peter. Nadie mejor que yo te entiende, pero esto ya no tiene futuro, el gobierno no nos quiere financiar, supongo que para ellos es mejor atacar el medio Oriente en busca de crudo ¿no crees?
Nel. Supongo…

El silencio se interpuso en su plática, aquella cuestión casi olvidada de su extraño hallazgo le vino de repente a la memoria ¿habría hecho la policía algo al respecto? Su sonrisa por inercia llamó la atención del otro, que voltea a verle fijamente

Peter. ¿Alguna nueva idea?

El otro voltea a verle, mirando si mirar, recordando de nuevo, esa isla, el extraño suceso ¿habría sucedido de verdad? Quizás la presión de la investigación le hizo alucinar. De repente se levanta del sillón donde reposaba y se dirige a su computadora, la prende enseguida mientras el otro lo sigue con la mirada

Peter. ¿Qué sucede?
Nel. ¿Te acuerdas? Lo de la isla
Peter. Ah… esa isla. Lo recuerdo
Nel. Dirás que estoy loco pero iré
Peter. En definitiva estás loco

Se acerca a él, colocándose atrás para ver lo que busca con tanta desesperación en la computadora, su amigo parecía un poseso. Entonces entra en aquella carpeta y en el programa de rastreo, busca de nuevo las coordenadas de sus antiguas fotografías y mete todo en un portafolio electrónico, además de algunos papeles en una maleta de mano

Peter. ¿Ya? ¿Ahorita?
Nel. Si no lo hago ahora no iré nunca, la policía es una inepta, es hora de ir
Peter. Sin duda estás loco
Nel. Tú solo… tan solo ve y dile a mi esposa que la amo y que me perdone, yo regresaré a su lado
Peter. Lo haría pero no podré verla
Nel. ¿Porque?
Peter. ¿Crees que te irás solo idiota? Llamamos a nuestras esposas en el camino, termina de preparar eso y ve a la cocina por víveres, yo haré una maleta pequeña con dos cambios de ropa para cada quien

Sin duda su mejor amigo nunca lo dejaba solo, así que con más emoción hizo lo que le indicó y en menos de diez minutos emprendieron el viaje, recibiendo gritos de sus esposas a través del teléfono pero no había marcha atrás, se irían en busca de lo desconocido, desde su hallazgo hasta ahora había pasado casi un año, no sabían si se encontraría con aquello que creyeron ver hace meses, pero no podían quedarse con la duda, así que esa mañana la avioneta se dirigió al lugar deseado, un par de horas y estarían ahí

Peter. Siempre fuiste un aventurero
Nel. Y tú siempre fuiste previsor, pero nunca te has quedado atrás, buscando a mi lado todo tipo de aventuras, realmente estoy agradecido con ello

Tenían un par de horas en la avioneta, el cielo estaba despejado en el trayecto, Nel bajó la velocidad y redujo la altura cuando se acercaron a las coordenadas, no eran del todo exactas así que tuvieron que planear rozando el agua durante unos momentos, mientras el cielo comenzó a nublarse, amenazando con llover

Peter. Esto no me está gustando
Nel. Es normal que llueva en zonas como ésta en esta época del año, pero no es temporada de tormentas, lo más seguro es que no dure mucho la tempestad
Peter. Mira allá

Le señala la isla desierta que hace casi un año vieron bajo ellos, un lugar aislado del país más próximo, la isla no era muy grande y no aparecía en los mapas que ellos conocían, quizás ni siquiera era isla, un islote tal vez… la avioneta redujo su velocidad y altura hasta tocar el agua, tenía sus aditamentos para éste tipo de despeje. Aterrizaron sin mayor problema en tanto unas cuantas gotas comenzaron a caer, no parecía una extensión grande de tierra pero si no suficiente para no haber sido vistos, o quizás si los vieron, no supieron, solo dejaron la avioneta sobre la tierra y la amarraron a un frondoso árbol, no querían tentar a su suerte y el aire comenzaba a soplar cada vez más fuerte

Nel. ¡Hola! Ey ¿alguien?
Peter. Demasiado silencio
Nel. Ya pasó tanto tiempo, seguro no hay nadie, pero exploremos
Peter. No tenemos mucho tiempo, aunque si la lluvia se hace tormenta deberemos quedarnos aquí hasta que pase
Nel. Lo sé, es peligroso, perdóname por arrastrarte a esto
Peter. Ya sabes que te seguiría hasta el fin del mundo

Le sonríe y coloca una mano en su hombro, luego continúan caminando en busca de alguien, llegando hasta la otra orilla, Peter siente que pisa una rama y mira hacia abajo, jalando a su amigo que no pensaba detenerse

Nel. ¿Qué sucede?
Peter. Mira…

Bajo el pie de Peter había algunas ramas entrelazadas, como quien ha hecho una pequeña fogata, Nel se agacha y la junta, no parecía ser muy vieja

Nel. Pero no se ve nadie, no comprendo
Peter. Quizás estén…

El expedicionario no pudo terminar su frase, pues una piedra se estrella en su cabeza y lo deja inconsciente, cayendo a los pies de Nel, quien lo mira atento y sorprendido, tarda en reaccionar pero enseguida se agacha, preocupado

Nel. ¡Peter… Peter!... ¿Quién anda ahí?

Se levanta y grita con fuerza, mirando a su alrededor, pero nadie contesta

Nel. ¡Vinimos a ayudar! ¡No les haremos daño!

A pesar de sus palabras siente una piedra pegarle en el rostro, menor a la que noqueó a su amigo pero adolorido se toca

Nel. ¡Salga!

Otra piedra en su pierna, luego otra en el pecho de igual tamaño, después varias por todo su cuerpo, pequeñas pero molestosas piedras, él se cubre el rostro pero estaba siendo noqueado, hasta que el ataque cesa, entonces escucha una extraña risa

Nel. ¡Salga de una vez!

El sonido de alguien corriendo y de nuevo risa, se sintió en una película de terror o suspenso, sintió un poco de miedo pero no el suficiente para perder la razón. Entonces ve una silueta no muy lejos de él, un hombre con poca ropa, corría muy rápido, en la mano una especie de coco a la mitad, seco, lleno de piedras pequeñas

Nel. Vengo a ayudarte

La figura se detuvo, a unos metros de él, lo miró detenidamente y agarró una piedra, acercándose a él, Nel poco a poco se agachó, sin dejar de observarle a los ojos, como quien reta a una fiera salvaje, palpó el terreno y agarró la piedra que noqueó a su amigo, mientras aquel hombre se acercaba a él

Nel. No te haré daño, ven…

Sosteniéndole la mirada se fue levantando, alzando la piedra que traía en la mano

Traize. Quieres llevarte al muerto

Susurró apenas pudo, pero Nel alcanzó a escuchar, no entendía lo que estaba diciendo

Nel. Eso es, ven…

Mientras Traize se acercaba él terminó de levantar la piedra y antes que el otro pudiera reaccionar se la aventó en dirección a las manos, haciéndolo soltar el pequeño coco y con él las piedras. Se agachó por el dolor, agarrándose las manos y Nel aprovechó para aventársele encima, noqueándolo también, Traize intentó defenderse pero Nel se subió encima de él, de bruces, agarrándole con fuerza los brazos, aprisionándolos contra el suelo del islote

Traize. Suéltame, no te llevarás al muerto
Nel. No es un muerto, es mi amigo Peter

Contestaba, creyendo que hablaba de su inconsciente amigo, pero Traize no hablaba de él, sino de alguien más

Traize. No, no se llama Peter
Nel. Claro que sí
Traize. Suéltame, se va a escapar, el fantasma se lo quiere llevar

El náufrago mira hacia el cielo como si alguien le hablara y se calma, dejando de poner resistencia, parecía aletargado, Nel se baja de él y lo observa, luego mira al cielo y lo único que ve son las nubes y las gotas de agua, cada vez más frecuentes

Traize. Cayó del cielo… él es bueno… pero se lo quiere llevar

Cierra los ojos y comienza a canturrear, Nel entiende que está completamente loco, se aleja de él y camina hacia su amigo, lo pondría a salvo de la lluvia, un poco de sangre salía de su cabeza pero no parecía ser grave. Lo lleva hasta debajo de un árbol y ahí lo acuesta, seguía durmiendo. Luego se acerca de nuevo a Traize, que tirado en el suelo continuaba canturreando, con los ojos cerrados

Nel. ¡Oye! ¿Estás solo?
Traize. Nadie está solo aquí, nadie…

Estaba muy feliz, o al menos eso parecía, Nel se desespera y comienza a gritar, alejándose del loco de Traize, sin darse cuenta que momentos después él lo sigue, vigilándolo

Traize. No lo encontrarás, ya lo enterré

Sonreía ampliamente, como un niño pequeño que jugaba al escondite, por alguna razón Nel sintió escalofríos, quizás había sido una locura ir ahí después de todo, solo se habían encontrado con un loco. Traize aplaude, divertido

Traize. El fantasma quiso llevarse al muerto, pero el muerto es mío, yo no iba a dejar que se lo llevaran, así que lo enterré

Cada vez que hablaba le causaba más terror, entonces pensó en la posibilidad de que ese loco haya enterrado a alguien vivo, pero no quería dejar solo a su amigo con ese maniático, debía buscar la forma de razonar con él

Nel. Escucha, ese muerto del que hablas ¿Cómo se llama?
Traize. No te lo diré, lo robarás
Nel. Te prometo que no, yo solo quiero irme con mi amigo ¿ves? Él está dormido
Traize. Te lo llevarás
Nel. No, a él no, solo a mi amigo. Pero quiero saber ¿Cómo se llama?
Traize. Heero, ahora está muerto, el fantasma de Zechs se lo quiere llevar, por eso lo enterré, no podrá encontrarlo, no me quedaré solo de nuevo

Con la mirada perdida se sienta sobre la arena, pensativo. Nel no sabía qué hacer, así que no tiene más remedio que acercarse a Peter e intentar despertarlo, entonces la lluvia se comienza a soltar de forma más rápida, comenzando a nublarse el horizonte por completo, nubes negras y el sonido ensordecedor de los relámpagos…

Roma era su ciudad favorita de todas las que visitó en Italia, Duo jamás pensó que podría estar ahí, con un amante recorriendo las calles, visitando museos, yendo a cenas románticas, pasando apasionadas noches en los Hoteles; ahora había recuperado la capacidad de sonreír, era el mismo alegre Duo de años atrás, pero de espíritu más fuerte, después de tantas desgracias no podía ser de otra forma, Richard cada vez se enamoraba más de él, ya era imposible imaginar su vida sin Duo…

Al terminar con otro apasionado momento Duo se acostó en la cama, abrazándose al cuerpo desnudo de Richard y éste con su brazo sobreprotector le acariciaba la espalda, callados los dos, cómodos, con el sudor aún pegado a sus cuerpos, el trenzado se abraza con más fuerza a su cintura, depositándole un beso en el estómago, a lo que Richard sonríe

Richard. ¿Qué quieres hacer mañana?
Duo. Estar en cama todo el día, copulando como animales
Richard. No cuenta, eso hicimos hoy

Los dos se comienzan a reír antes de abrazarse con más fuerza, Duo cierra sus ojos y suspira larga y profundamente

Richard. ¿Qué pasa?
Duo. Nada… bueno sí
Richard. Dime
Duo. Estos últimos meses a tu lado han sido maravillosos, pensaba en eso
Richard. ¿Y qué pensabas?
Duo. En lo importante que eres para mí… y en cuanto te quiero

Era la primera vez que el ojivioleta decía algo así, sus sentimientos por el abogado eran cada vez más fuertes, si aquello seguía así Duo terminaría enamorado, quizás no con la misma fuerza con la que amó a Heero, pero sí un amor diferente, lleno de cariño, de comprensión, gracias a Richard pudo superar los peores momentos

Richard. No tienes idea del amor que siento por ti Duo, seré dichoso el día que puedas amarme igual
Duo. Richard…

Levantándose un poco de su cuerpo lo mira a los ojos, se acerca a él y se besan en la boca, el trenzado le sonríe con cariño

Duo. No puedo asegurarte nada, pero te quiero tanto que quizás algún día todo esto que siento sea amor verdadero

Le vuelve a sonreír y emocionado se abraza a él, luego se queda dormido en brazos de su nuevo amante, Richard le abraza con fuerza, el triste sueño de que el trenzado lo amara quizás pronto sería una hermosa realidad…

El sol salió después de la tormenta, como reza aquella vieja frase, no había durado tantas horas como creyeron pero ya era de noche, imposible marchar en esos momentos, Peter había despertado por fin de su letargo, ahora Nel lo ayudaba a curarse la herida, mientras Traize jugaba, juntando hojas caídas. Los amigos estaban sentados uno al lado del otro

Nel. ¿Qué opinas?
Peter. ¿De todo lo que me cuentas? Creo que deberíamos buscar, quizás siga con vida si es que realmente enterró a alguien vivo
Nel. Sí, pero no se ve mucho
Peter. Traemos linternas ¿ya se te olvidó?
Nel. ¡Es cierto! Espera aquí

Le dejó con la curación y fue enseguida a la avioneta, ésta no se había dañado durante la tormenta y eso era bueno, sacó de ahí un par de linternas y regresó, dándole una a su amigo, enseguida Traize se les acerca, viéndolas

Nel. ¿Te gustan?
Traize. Dame una
Nel. Te la daré si jugamos un juego
Traize. ¿Cuál?
Nel. Ya que no quieres decir dónde está "el muerto" entonces yo lo investigaré, solamente tienes que decirme si estoy cerca o no
Traize. ¡No quiero! Ese juego no me gusta
Nel. Entonces no te daré la linterna

Para provocarlo la enciende y lo encandila, Traize se emociona rápidamente y afirma con la cabeza, contento

Traize. Ésta bien, pero no se lleven al muerto
Nel. No lo haremos, lo prometo

Peter se pone de pie y se les une, entonces Nel comienza a caminar y su amigo junto a él, mientras tanto Traize va tras ellos. Nel llega hasta donde hay un árbol caído y mira por abajo, quizás estaba alguien debajo, pero Traize se ríe

Traize. No, muy frío

Sin decirle nada siguen avanzando, pasando por varias partes de la isla, Traize se reía a veces más alto que otras, haciéndolos dar vueltas, regresarse, buscar en otros lados, ambos amigos comenzaban a desesperarse, quizás no era cierto que había enterrado a alguien, quizás estaba solo en la isla y solo veía fantasmas mentales, así que deciden regresar a donde estaba la avioneta, pasando por un lugar que no habían recorrido, Traize se comienza a reír más fuerte que otras veces y entonces los amigos comparten una mirada, siguen caminando y entonces Peter tropieza con algo y cae de bruces, Nel se regresa un par de pasos hacia él y lo ayuda a levantarse, al hacerlo Peter apoya una mano en el suelo y siente como ésta se le hunde bajo las hojas

Peter. Espera…
Nel. ¿Qué pasa?
Peter. Toqué algo

Nel apunta la linterna hacia abajo y Traize comienza a saltar mientras aplaude

Traize. El muerto, el muerto

Rápidamente Nel y Peter se agachan, comenzando a quitar hojas y pedazos de palma, algunas piedras chicas y arena, más hoja abajo, hasta que descubren un cuerpo debajo de todo eso, Peter exclama un grito de horror, el tal muerto estaba ahí, un chico de tez morena clara, cabello negro y bastante sucio. Nel le hace una seña a su amigo de que guarde silencio y se acerca un poco más, Peter alumbra también con su linterna y lo ven moverse

Nel. ¡Respira!
Peter. Está vivo entonces
Traize. ¡No! Está muerto… déjenlo, lo prometiste

Desesperado Traize intenta atacarlos pero Peter no permite que se le acerque mientras Nel saca a Heero de aquella zanja, estaba cubierto de lodo y aunque respiraba su condición no se veía bien, respiraba con dificultad, Nel le toca el rostro y éste ardía por completo, tenía fiebre y quizás una severa desnutrición, si no estaba muerto seguro lo estaría en poco tiempo si no hacían algo de inmediato, así que lo llevan a la otra orilla a pesar de los desvaríos de Traize, pero estando allá le dan una de las linternas y el tema del muerto se le olvida, así que los ignora mientras prende y apaga la linterna, emocionado. Peter lleva un poco de agua para limpiarlo, descubriendo su rostro, un chico muy joven, Nel lo mira fijamente

Peter. ¿Le conoces?
Nel. Tengo la impresión de haberlo visto, pero no sé…
Peter. No podemos regresar en estas condiciones, lo mejor será esperar al alba al menos ¿Por qué no duermes? Así mañana estarás descansado y podremos irnos
Nel. Sí, es lo mejor, tú vigila al otro, no vaya a quererlo enterrar de nuevo
Peter. En la avioneta tengo unos calmantes ¿Por qué no se los damos? Así lo mantenemos sedado en tanto llegamos. También tengo medicinas para la fiebre, así al menos descansa un poco éste pobre
Nel. Muy bien, no cabe duda que eres previsor, gracias

Sin decir más Peter se aleja a la avioneta y saca todo lo que ha indicado, Traize se niega a comerse las medicinas, pero entre Nel y él lo hagan, obligándolo a hacerlo, tardan en hacer efecto y Traize se queda completamente dormido, en cambio a Heero solo le baja poco la fiebre con lo que le dan

Nel. Quién sabe desde cuando esté así, espero llegue con vida
Peter. Tengamos fe, sería una desgracia, haber sobrevivido a lo que sea que los trajo a ésta isla y no llegar con vida a tierra

Ambos miran a Heero, parecía que deliraba, abría la boca para decir algo ininteligible y volvía a quejarse del dolor, solo quedaba esperar al amanecer y que todo saliera bien…

Lejos de aquella pequeña isla, en la ciudad de New York, la casa de The Wings nunca estuvo más animada, la pequeña de Wufei comenzaba a dar sus primeros pasos y todo mundo estaba en torno a ella, emocionados, se había vuelto una especie de centro de atención, pero quien estaba más emocionado era sin duda el padre. Mientras Catherine e Irea le rodeaban, siguiendo sus pequeños primeros pasos, Trowa se encontraba no muy lejos de aquel cuadro, leyendo un libro, mientras Wufei y Quatre conversaban, a unos metros de la niña y las dos mujeres, el pelinegro miraba, casi sonriendo ampliamente, mientras el rubio le observaba de vez en cuando, nunca lo vio tan feliz

Quatre. Sin duda Nataku llegó para cambiarlo todo
Wufei. Sí… no tienes idea de lo feliz que me hace. Desde que Traize murió y con la situación de Sally creí que jamás saldría del hoyo, pero ahora todo es distinto, ella es mi razón para seguir viviendo
Quatre. ¿Ya no lo extrañas?

El chino supo a lo que se refería, y no es que no lo hubiera pensado antes, es solo que ya no quería sentirse miserable, así que sonríe, luego mira a su amigo

Wufei. Aún lo amo… pero he aprendido a vivir sin él, ya no lo extraño, no anhelo como antes su presencia
Quatre. Entiendo

Una sonrisa amarga, podía sentir los sentimientos de su amigo, había aún mucho dolor en ese tema, pero se hacía el fuerte, además era cierto que los sentimientos por su hija opacaban sus tristezas

Wufei. ¿Y tú?
Quatre. ¿Yo qué?
Wufei. Ya tienes a tu hombre perfecto ¿no? Trowa ha cambiado tanto que me cuesta creer que fue diferente en el pasado, un cretino patán
Quatre. Lo sé… pero ahora nos amamos sinceramente, sin mentiras, como siempre lo soñé, aunque yo no he olvidado nada de lo que me hizo… siempre lo recordaré como señal de que nunca debo rebajarme a mí mismo por un hombre, si él intenta humillarme de nuevo ésta vez será distinto, lo dejaré sin dudar, aunque lo ame más que a mi vida
Wufei. Me da gusto oírte hablar así

De nuevo miran hacia la pequeña, Wufei se levanta luego de un momento y se les une, la niña va hacia él y le abraza la pierna, luego cae sentada en el suelo, entonces se agacha y la levanta

Wufei. Ya estás toda sucia princesa, vamos a cambiarte

Sonriendo la niña comienza a darle manotazos en la cara mientras ríe, él se la lleva al piso de arriba, siendo observado por ambas mujeres que luego se acercan a Quatre

Catherine. ¿Quién diría que Wufei se convertiría en un papá tan responsable? Se le ve tan feliz, tan guapo también
Irea. Se nota que ha cambiado mucho, aunque no lo conocí bien antes, pero esa mirada fría se ha vuelto más cálida
Quatre. Sí, Wufei es feliz

Sin indagar más en el tema Quatre se aleja, dirigiéndose hacia Trowa, a quien le quita el libro de las manos, el más alto voltea a verle y le sonríe

Trowa. ¿Qué sucede?
Quatre. Nada, solo te quería interrumpir

Sonríe y se sienta a su lado, Trowa deja el libro en la mesita frente a él y le rodea los hombros con el brazo, Quatre se abraza a él

Quatre. Te amo Trowa
Trowa. Yo también te amo

El rubio se levanta un poco de su cuerpo y se dan un beso en la boca. Sus hermanas que estaban cerca deciden irse y dejarlos solos, así que cuando abren los ojos solo estaban ellos dos

Quatre. ¿Crees que deberíamos salir un poquito de la rutina?
Trowa. ¿Qué quieres hacer?
Quatre. Hagamos un viaje, no sé
Trowa. A donde quieras ir
Quatre. ¿De verdad?
Trowa. Claro, lo que sea para ti

Emocionado el rubio se avienta a sus brazos y vuelven a besarse, no habían hecho ningún viaje en todo ese tiempo, la idea le emocionaba sobremanera, aunque Trowa era más tranquilo, él prefería quedarse en casa, hacer el amor cuántas veces el cuerpo lo permitiera y quedarse ahí, prendado uno del otro, pero a Quatre le gustaba salir, las cosas románticas y el entretenimiento, Trowa hacía todo por él, cumpliendo todos y cada uno de sus gustos y caprichos… Así que esa misma noche salen de casa, despidiéndose de Wufei y de las hermanas, Quatre había elegido Hawai como destino, amaba el mar, Trowa no se opuso, quería que su novio tuviera todo lo que quisiera…

A primera hora de la mañana partieron por fin de esa isla, antes de abordar la avioneta se aseguraron de recorrer de nuevo la zona en busca de alguien más, pero parecía que solo hubo dos personas. Adelante en la avioneta estaban Nel y Peter, el primero volaba mientras el otro era su copiloto, ese día hacía un buen sol; mientras que en la parte de atrás estaban ambos náufragos, Heero estaba semi inconsciente, deliraba aún con fiebre, mientras que Traize seguía sedado, le habían dado otra dosis de lo mismo de la noche anterior

Peter. Esto es lo más loco y extraño que hemos hecho
Nel. Sin duda, pero estamos salvando la vida de estos dos hombres
Peter. Me sorprende tu capacidad para siempre acertar en tus corazonadas, te admiro
Nel. Me alabas demasiado, yo solo sé que hice lo correcto, llegando a tierra debemos continuar con nuestros sueños Peter, algo tiene que salir
Peter. Eso espero Nel, de verdad eso espero

Luego de largas horas de viaje, sin contratiempos, llevaban carga extra de combustible, los víveres habían ajustado a la perfección y el clima estuvo perfecto, ahora estaban por llegar a tierra firme, una hora atrás Nel se comunicó con el primer Hospital que le recibió el comunicado, aterrizarían en el techo de dicho lugar, sabían que a su llegada les estarían esperando policías además del personal del Hospital, después de todo su hazaña les había creado un problema legal, tendrían mucho que declarar al respecto…

Llegaron por fin, dos camillas estaban esperando por los heridos que habían dicho que les acompañaban, mientras que dos oficiales de la policía local les abordaron, ahora quedarían en custodia de las autoridades mientras hacían las averiguaciones, ni Peter ni Nel pusieron resistencia, estaban dispuestos a cooperar, no dejaron fuera a los ineptos de la policía que les habían ignorado en primera instancia, confesaron todo desde que Nel había hecho el hallazgo hace algunos meses, pronto aquella noticia se volvió todo un suceso local.

Heero estaba acostado en la cama del Hospital, lo tenían conectado a varios aparatos, presentaba cuadros de deshidratación, desnutrición y fiebre, había contraído un par de infecciones pero gracias al fuerte antibiótico aplicado vía intravenosa se había reducido considerablemente el peligro; no tenía un día completo de haber sido internado pero continuaba inconsciente, un doctor y una enfermera le observaban

Enfermera. Es sorprendente, los hombres que les han traído dicen que estaban solos en una isla, quizás tendrían ahí varios meses
Doctor. Es casi un milagro que siga con vida, no sabemos desde cuando tiene fiebre, pero seamos positivos, estoy seguro que sobrevivirá
Enfermera. Que así sea Doctor… por cierto, el otro hombre
Doctor. Por lo que pude oír estaba bien, sano, pero no ha despertado, los que le trajeron dicen que consumió demasiados tranquilizantes, que ha perdido la razón, pero no podremos saber nada hasta que despierte, de cualquier forma ya fue notificado a un Psiquiatra, estará al pendiente cuando despierte
Enfermera. Ya veo… sigo sorprendida, esto no tardará en salir en los medios de comunicación, mientras tanto ellos siguen siendo anónimos, no traían consigo ninguna clase de identificación, los que les trajeron no tienen ni idea
Doctor. Es solo cuestión de esperar

Ambos salen de la habitación donde Heero aún dormía, respirando con dificultad, de repente sus dedos sobre la cama comenzaron a moverse lentamente, como si reaccionara al entorno, pero estaba teniendo un sueño. En él, llegaba a la casa de Trowa, abriendo la puerta rápidamente, ahí estaban todos, tal como lo recordaba de siempre, incluso estaba Zechs, vivo, sonriendo al lado de Traize, quien abrazaba con emoción a Wufei; también estaban Trowa y Quatre, juntos, felices; incluso Catherine, todos le sonreían, solo faltaba Duo, buscó con desesperación y el cuadro feliz de antes desapareció, encontrándose en la oscuridad "¡Duo!" gritaba su nombre mientras corría, pero su trenzado no estaba ahí, todo era negro y él no encontraba la salida, era como un túnel sin final, entonces se detuvo y cerró los ojos, al abrirlos vio una luz a lo lejos, comenzó a acercarse a ella, hasta estar en sus fauces, y ahí estaba él, tan hermoso y vivaz como siempre, volteó a verlo y sonrió, ampliamente, Heero sintió su corazón renovado, ahí estaba él, dueño de sus más románticas fantasías, el dueño de sus más grandes anhelos, el hombre a quien amaba y amaría siempre, Duo se acercó a él y le abrazó, que sueño más hermoso, pero cuando él se animó a devolverle el abrazo y cerró los ojos no imaginó lo que vendría después, los abrió y se separó un poco, dispuesto a besarlo, pero ya no era Duo, era una calavera con expresión de miedo, asustado la empujó y ésta cayó al suelo, haciéndose pedazos, horrorizado gritó y gritó, pero no podía escucharse ni siquiera a él mismo

Heero. ¡Duo!

Por fin el ex vocalista de The Wings abre los ojos, asustado, encontrándose en un extraño lugar, no podía moverse, estaba demasiado débil, miró a su alrededor, no conocía nada, no había nadie, se vio conectado a cables y sintió miedo ¿Qué demonios había pasado?, volvió a intentar moverse, pero no pudo mover siquiera una mano, quiso gritar y no pudo, tenía la garganta completamente seca

Heero. ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy?

Cerró los ojos unos instantes, esperando que al abrirlos se encontrara de nuevo en la horripilante Isla, que cruel soñar con encontrarse por fin en tierra firme, pero al abrir los ojos se encontró con otra realidad, no había un cielo infinito, no había un mar interminable, ningún horizonte lejano, ni palmeras ni playa; estaba en una cama de Hospital, sintió emoción, pero no podía moverse ¿Qué demonios le habían hecho? Movió los ojos e intentó reconocer los objetos a su alrededor, haciendo un recuento de las cosas que veía, repasando en su mente: eso es una silla, y ésta una cama, aquella se llama ventana, esto es eso, y lo otro aquello… recordaba todo, no supo cuánto tiempo estuvo en esa isla, buscó con la mirada algún calendario que le dijera en qué día estaba viviendo pero no había nada, sintió desesperación, quería interactuar con alguien, con quien fuera, se sentía muy solo, el loco de Traize no estaba a la vista ¿estaría bien? ¿Lo tendrían en otro lugar? Heero estaba preocupado por él

El Hotel donde se hospedaban era realmente muy bello, aquella era la segunda noche que pasaban ahí, luego de tener relaciones en el enorme Jacuzzi terminaron abrazados en la cama, desnudos, después de algunos minutos de silencio el rubio se incorporó, Trowa permanecía con los ojos cerrados, Quatre sabía que no dormía así que lo movió un poco

Quatre. Trowa

Lo llama sutilmente, removiéndolo con suavidad, el más alto sin abrir ni un ojo estira su brazo y lo jala hacia él, Quatre se abraza a su cuerpo y sonríe

Trowa. ¿No te puedes estar un rato quieto?
Quatre. Quiero platicar contigo
Trowa. Dime

El ex baterista abre el ojo que no le cubría el cabello y observa a Quatre, el rubio sonreía contento, eso lo pone bastante alegre también

Quatre. ¿Sabes Trowa? Estoy muy contento con esto que tenemos
Trowa. Yo también
Quatre. En el pasado creí que jamás sería capaz de perdonarte… pero cuando creí que tenías algo con Armand realmente me molesté, mi cabeza no estaba bien en esos momentos

El rubio sonreía, como quien cuenta una historia lejana, Trowa al oír aquel nombre guarda silencio, bajando la mirada, Quatre lo percibe y se acerca más, besándole los labios, se miran enseguida

Quatre. Perdón, no quería tocar un tema así
Trowa. Quatre, hay algo que no te he dicho

El rubio al oír aquellas palabras siente un ligero vuelco en el estómago, creía hasta ese momento que entre ellos ya no había secretos, pero ahora Trowa decía eso, instintivamente se aleja un poco, mirándolo fijamente

Quatre. Habla
Trowa. No me mires así, por favor
Quatre. Dime que es eso que me ocultas, tengo miedo Trowa
Trowa. El que tiene miedo soy yo
Quatre. ¿Por qué?
Trowa. Porque después de que sepas lo que me pasó quizás ya no quieras nada de mí, te daré asco
Quatre. ¿De qué estás hablando? Habla de una vez
Trowa. Antes, quiero que sepas que no fue cosa mía, que lo que me hicieron no lo planee yo
Quatre. Trowa…

Confundido lo miraba fijamente, no entendía nada y cuanto más hablaba su novio menos podía entender, de repente se dio cuenta que Trowa apretaba con fuerza las sábanas, incapaz de mirarle, casi pudo sentir su lengua morderse con fuerza

Quatre. Dímelo

Le llevó ambas manos al rostro y lo hizo mirarle a los ojos, Trowa volteó a verlo y se miraron en silencio unos momentos, el ojiverde no apartó su mirada de él en todo momento mientras confesaba

Trowa. Cuando te fuiste a Paris yo estaba perdido, no sabía cómo enfrentar la realidad que me rodeaba, te había perdido y acababa de darme cuenta de cuánto te amaba y de lo estúpido que fui… Armand se aprovechó de eso para buscarme, para aprovecharse de la situación, pasaron muchas cosas entre nosotros Quatre, pero una noche él… él me violó Quatre, Armand sodomizó mi cuerpo y yo no lo pude evitar

Sintió vergüenza de decir aquello, el rubio abre ampliamente los ojos al escucharlo, no podía creerlo, Trowa, su querido y amado Trowa tomado por ese sujeto, invadiendo su intimidad, destruyéndolo, acabando con su dignidad, no supo cómo reaccionar, tan solo comenzó a soltarle el rostro, el más alto lo observa fijamente, con tristeza, seguro eso los alejaba, que poco había durado la felicidad a su lado. Quatre se levanta de la cama y sin decir nada se pone rápido la ropa y sale de la habitación, el ojiverde no podía creerlo ¿Qué significaba eso? ¿Quatre lo estaba rechazando? Sintió como si las fuerzas lo abandonaban, pero se quedó ahí, acostado sobre la cama, pensativo, seguramente el rubio se alejaría para siempre de él, estaba realmente triste

La pequeña Nataku se acaba de dormir por fin, era inquieta y juguetona, contra el pronóstico del doctor que le dijo a Wufei que lo más probable es que su niña creciera en el letargo los primeros años, a diferencia de otros niños, pero ella se veía muy saludable, al igual que Wufei, ahora que tenía un motivo por el cual vivir se sentía pleno, no recordaba nunca en su vida un momento tan feliz, porque estando con Traize aunque tuvo sus buenos momentos nunca dejó de ser un amor triste, lleno de incertidumbre, de duda, de culpa. Ahora el amor por su hija compensaba todo el dolor que vivió durante tantos años

Wufei. Como me gustaría que la vieras crecer

El ex guitarrista pensaba en su difunta amiga, Sally, quien había muerto para que su hija pudiera nacer, lo que comenzó como un acto de mero egoísmo terminó siendo un acto de amor, porque en sus primeros meses de embarazo, cuando el doctor le explicó lo delicado de ello y le sugirió el aborto para conservar su propia vida ella se negó, jamás se lo comentó a su amigo, él lo supo después, y cuando al entregarle el cuerpo el día que murió y tuvo que firmar unos papeles, el doctor le dijo que incluso antes que él, ella ya había tomado la decisión de que viviera su hija y no ella. Ahora el pelinegro vivía tranquilo, había perdonado a Sally por su mentira y sus embustes

Wufei. A él también le habría gustado conocerte

Sonreía al verla dormir, terminó de arroparla y caminó a la ventana de la habitación, la cortina estaba corrida y él mira hacia el cielo

Wufei. ¿No es así Traize? ¿Cómo hubiese sido? Los dos criando a una bebé… Te habría perdonado cualquier cosa del pasado, pero ya no estás aquí

No era un hombre de lágrimas y las últimas las había derramado el día que enterró bajo tierra a Sally, desde entonces no había vuelto a llorar, ahora a pesar de la melancolía ya no podía llorar, la muerte de Traize estaba superada aunque seguía vivo el amor que le tenía, pero ahora tenía un motivo y una razón para seguir adelante, por Nataku haría cualquier cosa

Trowa cierra la maleta cuando termina de empacar las cosas de Quatre, sentía una opresión en el pecho aunque su rostro siempre tranquilo parecía normal, pero no lo estaba, seguro perdería a Quatre, ésta vez el rubio ya no querría saber de él. Había pasado más de una hora y el ex bajista seguía sin aparecer, señal suficiente para darse cuenta que todo estaba terminado

Quatre. ¿Qué haces?

El rubio llega a la habitación aunque Trowa no lo había escuchado entrar, al oírlo voltea unos momentos y luego de nuevo fija su mirada en la cama, donde estaban las maletas, cierra la de Quatre y vuelve a dirigirse hacia él

Trowa. Supuse que querías regresar a New York, no te preocupes, me iré después, así ya no tendrás que verme
Quatre. ¿De qué diablos me estás hablando?
Trowa. Lo que te confesé, seguramente te doy asco y no quieres volver a acercarte a mí
Quatre. ¿Eres idiota?

Casi con lágrimas en los ojos se acerca a él y sin aviso se cuelga a su cuello, besándole los labios, el ojiverde se sorprende y sin poder responder espera a que Quatre sea quien se aparte de él, el rubio se seca las lágrimas y lo mira con reproche

Quatre. Jamás te dejaría por algo así, tonto
Trowa. ¿Entonces por qué te fuiste? Yo creí…
Quatre. Creíste mal… perdóname mi amor, la noticia… no supe cómo reaccionar, necesitaba pensar, no sé… lo lamento si te hice pensar otra cosa

Sus disculpas eran sinceras y el ex baterista las percibe igual, sintiéndose aliviado, le muestra una tenue sonrisa y se acerca a él, tomándolo entre sus brazos comparten un beso, luego se miran a los ojos

Trowa. ¿En verdad no te importa?
Quatre. No fue tu culpa Trowa, ese Armand es un maldito asqueroso
Trowa. Lo sé

El más alto suelta al más pequeño y se aleja un poco, el rubio mira aquella espalda alejarse de él e intentan acercarse, pero Trowa se detiene y voltea a verlo luego de varios segundos de silencio

Quatre. ¿Qué pasa?
Trowa. Quiero que lo borres
Quatre. ¿Borrar qué?
Trowa. Su huella… quiero que borres lo que me hizo, que…

Entendiendo lo que trataba de decir su novio no puede evitar sonrojarse por completo ¿de verdad Trowa le estaba proponiendo ser pasivo al menos una vez? No es que deseara aquella posición, él era feliz entregándose a Trowa, pero su novio se veía tan decidido

Quatre. ¿Quieres que yo…?
Trowa. Sí, al menos ésta vez… quiero que hoy tú me hagas el amor

Propuso al fin y ambos se sonrojaron, Quatre sonrió tímidamente mientras se acercaba, sujeta su rostro con las manos y le besa suavemente en los labios

Quatre. Si eso es lo que quieres lo haré, lo que sea que me pidas para que estés tranquilo
Trowa. Gracias Quatre

Se sonrieron de nuevo antes de compartir un beso suave y calmado

Quatre. Estoy nervioso
Trowa. Yo también…

Vuelven a besarse y luego se separan, Trowa baja las maletas de la cama, dejándola libre de nuevo, entonces Quatre se acerca a él y vuelven a besarse, mientras tanto sus manos desabrochan el pantalón del otro y quitan sus zapatos, continuando con la camisa, cada uno se quita su propia prenda y quedan en ropa interior solamente. Sus labios vuelven a compartir un beso mientras se tocan, despertándose mutuamente, al separarse sus miradas se unen de nuevo, entonces al apartarla Quatre comienza a besarle el cuello, Trowa cierra los ojos al sentir aquellos suaves besos, bajando por su pecho, dejando un cálido rastro del amor con que tocaba su piel, hasta llegar al abdomen, el rubio se hinca ante él y mientras baja la prenda inferior comienza a besarle, acariciándolo suavemente con su boca mientras el otro comienza a jadear, relamiéndose los labios, sintiendo la boca experta de su amante

Trowa. Quatre…

Acariciándole los cabellos con delicadeza gemía mientras Quatre disfrutaba de la amplitud de su miembro erecto, besando, lamiendo, succionando, hasta hacerlo terminar en su boca, el ojiverde aprieta con fuerza los ojos al sentir que su líquido le abandona para encontrar un nuevo hogar dentro de la boca de Quatre, el rubio se pone de pie al terminar de beber todo y con arrebato se besan, abrazándose, acariciándose con firmeza, con deseo, mientras caminan unos pequeños pasos hacia la cama, comenzando a acostarse, Trowa sobre Quatre, ahí continúan con sus besos y sus caricias, entonces el más alto se separa un poco para poder quitar la única prenda que los separaba de la desnudez total, al hacerlo observa el miembro erecto de Quatre y sin dudarlo se agacha, regalándole un par de besos, luego con su mano le acaricia, mientras se miran, el ex bajista gemía, tratando de no cerrar los ojos para seguir viendo a su amante, pero Trowa se detiene antes de hacerlo terminar y se incorpora a la altura de su rostro, entonces se besan, como si fuera el primero, lento, suave, sin presiones, poco a poco cambian de posición y se giran sobre la cama, quedando Quatre sobre Trowa, comparten una mirada al separarse, volviendo a unir sus labios después

Trowa. Te amo Quatre
Quatre. Lo sé

Sonriendo con dulzura deposita un beso en su mejilla, luego comienza a descender por el cuerpo de su amante, hasta llegar a la zona inferior, con el nerviosismo que le hacía temblar las rodillas Trowa separa sus piernas y Quatre comienza a besarlo, usando su lengua para acariciarle los testículos, Trowa mira hacia abajo y observa a su novio meterse un dedo de la mano derecha a la boca, el ojiverde se sonroja al ver como ése mismo dedo lo usa para introducirlo en él, pronto el más alto siente una sensación extraña, como un calambre pequeño rodeándole la zona. Quatre continúa con su boca y el dedo, agregando uno más, introduciéndolo con cuidado en la cavidad

Trowa. Nnnh…

El ojiverde jadea mientras el ojiazul estimula su zona, deseando que cuando entrara en él a Trowa no le fuera a doler tanto, aunque sentía vergüenza, hace muchos años que no hacía aquello, quizás lo estaba haciendo mal, pero no se detiene, ahora eran 3 dedos, entrando y saliendo, mientras su lengua lubricaba la zona, mientras escuchaba los suaves gemidos de su novio, al menos ninguno con expresión de dolor, por curiosidad levanta la mirada y lo observa, Trowa tenía los ojos cerrados y se relamía los labios, entonces supo que iba por buen camino. Pero se detuvo antes de hacerlo tener un orgasmo, volvió a subir por su cuerpo hasta estar de nuevo rostro con rostro

Trowa. Hazlo

Aunque su mirada parecía dudar, Quatre sintió sinceridad en sus palabras, sonríe con dulzura, Trowa se veía muy tierno pidiéndole algo así, así que besa su frente, sujeta sus piernas con firmeza y comienza a introducirse, lentamente, Trowa cierra fuerte los ojos y sube las manos a los hombros del rubio, apretándolos, ambos jadean cuando se sienten unidos por completo, Trowa abre los ojos y se topa con la mirada de Quatre, se acercan lentamente y comienzan a besarse, al tiempo que el rubio comienza a moverse, aplicando fuerza, después de todo Trowa tenía más peso que él, pero pronto dejó de importar, así como dejó de importar para Trowa el dolor de aquella penetración…

Las manos que antes se aferraban a sus hombros ahora se aferraban a su espalda, hundiendo con suavidad pero con firmeza las puntas de los dedos, gimiendo en su oído, llamándole por su nombre, Trowa no explotaba su pasión como Quatre cuando estaba en esa posición, pero estaba entregado al momento, gimiendo de placer y dolor, que experiencia tan distinta con el asqueroso de Armand, con Quatre podía sentir el amor y la entrega de su cuerpo. Mientras que para Quatre la experiencia fue aún más maravillosa, si antes tuvo dudas aunque fuera un poco del amor de Trowa y su entrega en la relación, ahora no tenía ninguna, había sido de él numerosas veces, ahora él era suyo, por completo…

Quatre aprieta con fuerza las piernas de Trowa que estaban a su costado mientras da la embestida final, llenándolo, dejando dentro de él la semilla de su nueva entrega. Se miran a los ojos cuando termina y comparten un dulce beso, el rubio se sale lentamente de él, sintiendo ambos un placentero alivio, que experiencia tan única la de entregarse de aquella forma; el más bajo mira con amor el rostro plácido de Trowa y se acurruca sobre su cuerpo, Trowa le rodea la espalda con los brazos y le besa la cabeza, sobre los cabellos

Trowa. Gracias Quatre, has borrado su rastro de mí
Quatre. No me agradezcas, he sido feliz porque te entregaste a mí, te amo

Se sonrieron por última vez y luego se besan, momentos después se quedan dormidos, Quatre sobre Trowa, abrazándose mutuamente, aquella sin duda fue una de las mejores noches de sus vidas

No había pasado siquiera una semana y los medios de comunicación locales estaban locos con la noticia, a pesar de los burdos intentos de la policía por evitarlo, y es que los rumores se expanden siempre de forma natural, filtrándose hasta en los rincones más recónditos. La policía aún no daba su parte en el reporte oficial, así que nada de lo que se dijera o se hubiere filtrado tenía validez oficial, al menos al pruebas previas libraban de toda culpabilidad al par de investigadores, sin embargo los colegas de aquellos policías no corrieron con la misma suerte, fueron sancionados por hacer caso omiso de la situación y no hacer nada al respecto.

Por su parte los doctores habían hecho por fin su diagnóstico, ninguno de los náufragos estaba en peligro de muerte, sin embargo uno de ellos, el mayor de edad estaba completamente fuera de sí mismo, una especie de disociación, tal vez producto de la experiencia traumática, pero ya estaban en ello, comenzarían con las terapias en tanto se recuperaba físicamente, aunque a diferencia del menor, Traize no estaba tan desnutrido. Aún nadie se explicaba cómo llegaron ahí, los amigos investigadores proporcionaron a la policía de nuevo las coordenadas, se haría una pequeña investigación también allá

Al cuarto día Heero abre por fin los ojos con nueva luz, con la salud mejorada y ya habiendo descansado mejor, además de los alimentos que le proporcionaban, ahora ya podía pensar con claridad, su único objetivo: Duo, regresar a New York y recuperar lo que había perdido, sin saber de todo lo que había sucedido. Una mañana los oficiales de policía llegaron para interrogarlo, ya que Traize no servía para eso en aquellos momentos de locura; al verlos entrar Heero frunce el ceño, nunca le había gustado la policía, pero uno de ellos a pesar de percibir ese gesto maleducado se acerca hasta la cama, Tablet en mano, grabaría la confesión

Policía. Bien, somos de la policía local, hasta el momento estamos manejando el asunto desde ésta jurisdicción
Heero. Necesito ir a New York
Policía. ¿Allá vive?
Heero. Sí
Policía. Bien, primero díganos sus nombres, el suyo y el de su acompañante

Heero responde enseguida la pregunta y antes que el policía diga algo más pregunta que día es, el oficial responde con tacto, esperando que no se alterara por la respuesta, el ex vocalista de The Wings se sorprende al oír la fecha, increíble pensar que estuvo tantos meses encallado en aquel lugar. El policía hace otras preguntas como la edad y otros datos personales, Heero no recordaba los números de teléfono de sus ex compañeros, pero hace el comento de que perteneció a aquella banda y que esos son los demás miembros.

El par de policías se mira mutuamente cuando escuchan aquello, no conocían al susodicho grupo pero les parecía extraña aquella historia, quizás era mentira y él estaba igual de lunático que su otro amigo, pero siempre es bueno ser escéptico, así que el policía no duda en pausar la grabación y ver en su Tablet en alguna página de internet si aquella información era cierta, al ver la foto se sorprenden del gran parecido, pero Heero ahora estaba más flaco, demacrado, con algo de vello facial, con el cabello crecido y por si fuera poco la piel más obscura, pero innegablemente aquella mirada era la misma, ojos fríos color cobalto

Policía. Increíble…

Pensando en aquella historia se sorprende, así que pregunta a Heero como es que llegaron a esa situación, Heero les cuenta todo lo que sabe, las palabras de la Azafata antes de la caída del avión, junto con todo lo demás, también se ve obligado a informarles que en la isla aún permanece el cadáver de una tercer víctima, ni tardos ni perezosos movilizan a sus hombres para que vayan a aquella isla, se le practicaría una autopsia para determinar sus causas de muerte, quizás eso ayudaría al testimonio de Heero. Todo lo que contaba ese chico resultaba sorprendente, aunque los oficiales de la policía desconocían de los sucesos en New York, pero se comunicarían con la policía de dicha ciudad, quizás ellos ya tendrían abierta alguna otra línea de investigación, ya que dentro de su historia, Heero hizo mención de todo, el nombre de Dark Sound no quedaría libre de culpa

Dos semanas después luego de manejar todo desde las sombras por fin se hizo público todo, había habido un curioso hallazgo, un par de investigadores dieron con unos náufragos encallados en una isla desierta y lejana, en ambos países involucrados, Canadá y Estados Unidos se comenzó a propagar el suceso, mientras la policía guardaba celosamente al par de náufragos, preparando todo para su regreso a New York, se tenía todo preparado con la policía para que recibieran a Heero, después de todo lo agregarían como testigo al juicio contra Dorothy, así como los resultados de la autopsia de Zechs que deslindaba tanto a Heero como a Traize de posibles asesinos. Heero contaba las horas para poder ir rumbo a New York, a encontrarse con Duo, el amor de su vida

Tenían meses en Italia, hasta antes de irse el único caso en el que trabajaba Richard era en el de Dorothy y de momento estaba suspendido por la desaparición de la acusada, así que se encontraba sin trabajo, disfrutando con Duo de sus grandes ahorros. Ahora se encontraban en Milán, rentaron una habitación de Hotel donde se habían quedado varias noches, ahora paseaban por las plazas comerciales, grandes tiendas de ropa, entraban a varias y Richard hacía a Duo que se probara prendas de grandes diseñadores, le quería comprar todo, sin duda el trenzado lucía muy bien esos diseños. Terminaron agotados al final del día, el ex guitarrista no quería abusar, así que no se dejó comprar más que algunas cuantas prendas, por no hacerle un desprecio de ello a su amante

Duo. Creo que tomaré un baño caliente ¿saldremos a cenar?
Richard. Yo prefiero pedir servicio a cuarto, quedémonos en cama ¿sí?
Duo. Claro, como digas, pide lasaña para mí por favor
Ruchard. Si

El trenzado se acerca a su amante para besarle los labios antes de retirarse al baño, entonces el abogado aprovecha para pedir el servicio a cuarto, cena y vino, no podía faltar, luego se acuesta en la cama y prende la televisión, como siempre más del 50% de la programación era basura, otro tanto no era de su interés, hace mucho tiempo que había dejado de interesarse en algo de la TV, así que no le queda más que cambiar a las noticias, después de todo tampoco le gustaban los canales de música.

Los deportes no le interesaban así que no se detiene en ese tipo de noticias, mira unas cuantas cosas de finanzas y cuando se aburre vuelve a cambiar el canal, deteniéndose en el Mediaset Italia, al parecer un canal de Canadá para Italianos, en éste idioma por supuesto, se había detenido al ver algo que le llamó la atención, fue un flashazo, al principio creyó que su mente le jugaba una broma, por eso devolvió un canal más cuando pretendió subir uno, poco a poco se levanta de la cama al confirmar su sospecha, aquella persona que mostraba la cámara era sin duda Heero Yuy, aquella sombra del pasado de Duo con la que tuvo que luchar durante meses, el hombre que llevó a su ahora amante a los niveles más insospechados de la depresión y de la culpa, el ex vocalista de The Wing había vuelto de ultratumba para atormentarle la existencia y muy probablemente llevarse a su Duo

Richard. No puede ser…

Estaba completamente horrorizado, nunca le deseó mal a Heero, cuando murió no se alegró, pero tampoco podía decir que le diera gusto verlo ahora, más vivo que nunca. El abogado escucha la puerta del baño abrirse y rápidamente cambia el canal, Duo no podía enterarse de aquello. El trenzado mira hacia él cuando cambia el canal, sin prestar atención en la pantalla, solo a él, que había cambiado el canal mostrándose nervioso

Duo. ¿Qué pasa? ¿Qué estabas viendo que me lo ocultas?
Richard. Na… nada

Se apresura a decir, dejando el control sobre la cama, Duo lo mira con escepticismo

Duo. Dime la verdad
Richard. Yo… bueno es que… estaba viendo porno
Duo. ¿Y por eso te pones nervioso? Yo también veo porno, somos hombres ¿no? Es relativamente normal en nosotros

El trenzado sonríe emocionado, acercándose a él, luego se sube a la cama

Duo. Ahora que si amas el porno… yo te hago una película gratis

Actuando de forma sensual le besa los labios y luego el cuello, bajando sus manos hasta su entrepierna, pero Richard no podía dejar de pensar en su descubrimiento, había visto a Heero con vida en un noticiero, las cámaras lo enfocaban a él y un grupo de policías detrás, abajo una leyenda que rezaba "Sorprendente hallazgo, encuentran a náufragos en lejana isla"

Duo. ¿Qué pasa?

No había reacción por parte de su amante y eso lo pone en alerta, pero antes que pueda responder llaman a la puerta

Richard. Yo abro

Sin perder un solo segundo el abogado recibe el servicio a la habitación, paga una propina y vuelve a cerrar la puerta

Richard. Antes de cenar tomaré un baño
Duo. Está bien

El abogado se acerca al trenzado y le besa en los labios

Richard. Te amo Duo

De nuevo un beso, con la mirada triste, el trenzado no podía entender porque ese cambio de actitud, solo lo vio retirarse al baño, Duo volteó hacia la televisión, pero no estaba interesado, así que la apaga enseguida, acercándose a la comida que Richard había pedido para inspeccionarla… Mientras el agua caía sobre su rostro el mantenía los ojos cerrados, pensando ¿Qué debía hacer? ¿Contárselo a Duo o no? Ahora estaban lejos, pero después tendrían que volver a New York algún día, ahí tenía el trenzado a sus mejores amigos, y ni siquiera tenían que volver, sin duda cuando se enteraran allá le llamarían por teléfono para contarle, eso significaría el final de su relación y no estaba dispuesto a permitirlo

Continuará…

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