El jardín de las delicias
Capítulo 21. Tocando fondo
Wufei
escucha el auto de Trowa llegar y sale de la habitación de Catherine para bajar
corriendo en busca de su compañero que seguramente traía consigo a Quatre de
regreso pero para su mala suerte el baterista había llegado solo, se mostraba
como un muerto viviente e ignorando cualquier palabra dicha por el guitarrista
sube las escaleras, Wufei le sigue para ver como en silencio Trowa entra en su
habitación colocando los seguros, el guitarrista entiende pronto la situación y
triste regresa a la habitación de la hermana del ojiverde, al ver su cara
Catherine comprende y triste derrama un par de lágrimas, nada deseaba más que
la felicidad de su hermano y conociéndolo sabía que ahora iba a estar peor que
nunca. Al llegar a su habitación sin tiempo a tirarse en la cama, Trowa se
sienta en el suelo y se encoge de piernas apretando con fuerza los puños,
nuevamente como en el Aeropuerto las lágrimas comienzan a salir de sus ojos
Trowa.
Si tan solo... si lo hubiera aceptado... si le hubiera dicho que lo amo
Sabiendo
que no ganaba nada con recriminarse, Trowa no deja de pensar que fue un
completo idiota al no darse cuenta de sus propios sentimientos, de no haber
escuchado a tiempo las palabras de su querida hermana, ahora nada tenía
sentido, sin Quatre ¿qué podría esperar?...
Por
la tarde después de la comida los reos regresan a sus celdas, más tarde podían
ir a la parte de afuera y hacer un poco de actividades deportivas, como siempre
Duo estaba ido, sus pensamientos no podían ir más lejos de Heero, el ojiazul
estaba todo el tiempo en su mente, a veces parecía un cadáver viviente... Kim
leía un libro y cuando termina uno de los capítulos deja un separador y cierra
el libro, baja de la parte de arriba de su litera y mira fijamente a Duo, el ex
guitarrista se percata de que lo miran y voltea a verle
Duo.
¿Qué pasa?
Kim.
¿Qué piensas?
Duo.
Nada
Kim.
No mientas, piensas en él
Duo.
Sí
Kim.
No me agrada, aquí olvidarás, lo prometo
Sonriendo
con malicia Kim entra en la parte de abajo de la litera y se sube en Duo quien
se mostraba serio y quieto, su ex compañero comienza a besarle atrás de la
oreja y Duo solo cierra los ojos y gira su cabeza, no le importaba si tocaban
su cuerpo, podían mancillarlo una y otra vez pero la única persona que había
podido amarlo en todo su esplendor había sido Heero y mientras Kim lo besaba y
tocaba el ex guitarrista recordaba aquellos momentos en que había sido del
vocalista y aquella ocasión en que su amado ojiazul se había dejado poseer, las
lágrimas silenciosas le rodaban por el rostro, ni siquiera sentía las
arremetidas que Kim le daba, emitía gemidos secos propios del acto pero no
sentía nada, ninguna fibra de su piel lograba despertar, estaba muerto
Al
anochecer el vuelo de Quatre y Joe llega y después de recoger su equipaje salen
del lugar y piden un taxi, la vista de las calles de París en la noche eran
simplemente hermosas pero aun así Quatre no las apreciaba como se debía, estaba
serio, Joe no prestaba mucha atención de ello, él si admiraba aquella ciudad,
había ido varias veces pero cada vez era como la primera. Joe tenía casa por lo
que se ahorran el Hotel, Quatre seguía a su amante quien cargaba las maletas y
él estaba desanimado, al llegar Joe abre a puerta y enciende la luz, entra y
voltea hacia Quatre
Joe.
¿Qué te parece?
Quatre.
Linda
Joe.
Estás desanimado, te haré un té
Quatre.
No, no quiero té
Joe.
Cierto, debes estar cansado, duerme
Quatre.
Quiero que hagamos el amor
A
pesar de haberse aguantado por varios días y de que realmente extrañaba el
cuerpo de Quatre como antes, Joe se sorprende de la petición y mira sorprendido
al rubio, Quatre tenía la mirada baja y perdida, Joe sale de su encierro mental
y se acerca a la puerta para cerrarla y sin mirar a Quatre agarra las maletas
Joe.
Es necesario descansar ¿por qué no tomas un baño?
Quatre.
Sí, lo siento
Apenado
por haber sido rechazado Quatre baja aún más la mirada, Joe lo mira y deja las
maletas otra vez en el suelo, se acerca a él y tomándole del rostro le da un
beso en los labios, el rubio lo mira
Joe.
Bañémonos juntos
Quatre
sonríe y asiente con la cabeza, Joe lo agarra de la mano y lo lleva a la parte
de arriba de la casa, ahí se encontraba la habitación principal y dentro de
ella un gran baño con Jacuzzi, en cuanto entran se comienzan a besar
lentamente, las manos de Joe tocan el pecho del rubio por encima de la ropa y
después le quita la camisa, se miran a los ojos y Joe continúa con sus caricias
desabrochando después el pantalón, vuelven a besarse y el rubio se quita los
zapatos antes de que el pantalón caiga sobre sus pies, nuevamente se suelta y
Quatre elevando sus pies a la altura de sus rodillas se quita los calcetines,
Joe comienza a desnudarse y Quatre se acerca al Jacuzzi, abre la llave y templa
el agua, antes de meterse siente el pecho desnudo de Joe sobre su espalda y
voltea su cabeza un poco hacia atrás encontrándose con los labios de su amante
que invaden los suyos, Joe lo suelta y Quatre entra en el Jacuzzi sentándose
sobre la fría loseta, Joe le sigue sentándose del otro extremo, el agua caía a
un lado de Quatre, Joe lo observa detenidamente, contemplándolo, se estaba
enamorando de Quatre y pasara lo que pasara debía conseguir también su amor
Quatre.
¿Qué pasa?
Joe.
Eres hermoso ¿sabías?
Quatre.
No es verdad, soy impuro y horrible, no merezco alguien como tú
El
comentario del rubio hace enojar a Joe, enseguida se acerca más hacia él y lo
abraza con fuerza, Quatre se sorprende
Joe.
No digas cosas así, me lastimas
Quatre.
Joe... sigo pensando en él
Aquellas
palabras para Joe eran más crueles que el frío invierno y poco a poco lo
suelta, se aleja un poco y lo mira fijamente, Quatre se sonroja por haberle
dicho aquello pero Joe le sonríe un poco
Joe.
¿Quieres olvidarlo?
Quatre.
Si
Joe.
Úsame, aún si nuestros cuerpos están unidos y piensas en él, úsame, soy tuyo
El
labio inferior de Quatre tiembla y enseguida suelta el llanto, no esperaba que
fuera a encontrar alguien como Joe, tan bueno, amable y sincero, nada comparado
con aquel desgraciado de Trowa que solo lo había lastimado, bien valía la pena
intentarlo, ya no solo hacer esa unión física sino también unirse
espiritualmente a Joe y llegar a amarlo, ese era ahora el propósito de su vida.
Sin pensarlo Quatre se lanza a los brazos de Joe y cerrando los ojos lo besa,
Joe accede de inmediato mientras el agua los rodea y sus manos tocan cada
centímetro de piel, ahora es que realmente quería una nueva vida...
Trowa
abre los ojos y tratando de acostumbrar su vista mira hacia el reloj, éste
decía que eran casi las 10 de la noche, llorando se había quedado completamente
dormido, se sentía cansado y abatido pero aun así se pone de pie y entra al
baño, con ropa entra a la regadera y abre la llave del agua, cierra los ojos y
eleva la cabeza hacia el chorro, poco después abre los ojos y se quita la ropa
aventándola al suelo, agarra el jabón y comienza a tallarse su cuerpo, después
el cabello y cuando termina permanece otros minutos bajo el agua nuevamente con
los ojos cerrados, después sale y sin secarse se acuesta sobre la cama mirando
hacia el techo, ahí se queda con la vista perdida por unos momentos
Trowa.
¿Y ahora que debería hacer?
Cerca
del televisor Trowa tenía un servi bar, recordando que ahí tiene alcohol se
levanta rápidamente y se dirige ahí sacando una botella de Ginebra, la abre y
sin más se la empina bebiendo varios tragos
Trowa.
Quatre...
Como
anteriormente había pasado, un par de lágrimas caen por las mejillas de Trowa,
no podía evitarlo, durante años había mantenido la imagen de chico duro que no
tenía sentimientos pero debajo de esa coraza siempre había existido alguien
lleno de dudas y temores, ahora que había reconocido sus sentimientos por
Quatre, no podía dejar de sentirse inquieto y solo, nunca antes se había
sentido tan vacío y necesitaba que alguien llenara ese vacío, fuera quien
fuera.
Trowa
bebe casi un cuarto de botella y enfadado la cierra y vuelve a meter en el
servi bar, inquieto nuevamente Trowa se acerca al cajón del mueble al lado de
su cama y busca ahí un poco de éxtasis pero no tenía ninguna pastilla,
desesperado busca más intentando encontrar aunque fuera un poco de cocaína o
marihuana pero no tenía nada de eso, si buscaba a Wufei seguramente no le daría
nada así que toma cualquier ropa, se viste y toma su auto para irse de ahí, sin
pensarlo dos veces se dirige de nuevo a casa de Armand, ésta vez parecía que
sus padres si se encontraban por lo que solo comienza a tocar el claxon varias
veces, el chico escucha y se asoma por la ventana, reconoce el auto de Trowa y
sonríe, de su cómoda saca unos paquetes y los mete a la bolsa de su abrigo,
sale de su habitación y avisa a su mamá que saldrá unos momentos, la mamá no
pregunta nada y él sale rápidamente de la casa, sin saludar se monta en el auto
y Trowa arranca
Armand.
Sabía que volverías... hueles a alcohol
Trowa.
Cállate, no hables
Armand.
No lo había notado, tienes los ojos...
Trowa.
¡Cállate!
Armand
guarda silencio el resto del camino, Trowa se detiene en un Motel de quinta, a
Armand no le hace gracia pues esperaba otro tipo de Motel pero no dice nada,
Trowa deja su auto y pide una habitación, al llegar a ella comienza a
desabrocharse la camisa
Armand.
Vas de prisa ¿eh?
Trowa.
¿Traes droga?
Armand.
Sí
Trowa.
¿Qué traes? ¡Rápido!
Armand.
Cocaína y unas cuantas de éxtasis
Trowa.
Quiero éxtasis, rápido
El
chico sonríe con malicia y saca uno de los paquetes que se había guardado en el
abrigo, saca de ahí dos pastillas y las extiende hacia el ojiverde, Trowa las
arrebata de la mano de Armand, las mira unos momentos y su mano comienza a
temblar, por dentro algo le decía que no estaba bien pero sentía necesidad de
tomarlas y sentir el efecto, olvidarse de Quatre unos momentos, su poca
conciencia muere y corre al baño, se pone ambas pastillas en la lengua y
agarrando agua de la llave con ambas manos se la lleva a la boca para poderse
pasar las pastillas, Armand lo observa sorprendido, sí que Trowa era un
completo adicto, el ojiverde suspira satisfecho cuando las ha tragado y
cerrando los ojos espera los efectos, mientras tanto y sin consumir drogas
Armand se acerca y comienza a besarle el cuerpo y a desvestirlo, Trowa parecía
como si no sintiera, estaba ya desnudo y no se sentía como tal, la lengua de
Armand degustaba varias partes de su cuerpo y él aún de pie comenzaba poco a
poco a sentir un profundo calor por todo su cuerpo, su erección despierta y
abriendo los ojos observa satisfecho como Armand se ocupa de ello, gracias al
éxtasis sentía el efecto al doble, relamiéndose los labios y sujetando la
cabeza de Armand se sentía llegar al paraíso, cierra los ojos y comienza a reír
Trowa.
¡Gloria... eres la Gloria!
El
alcohol anteriormente ingerido y dos pastillas de éxtasis tenían a Trowa en un
estado de ensoñación, como si volara entre nubes, poco a poco abre los ojos y
mira hacia abajo, en lugar de Armand era Quatre quien le hacía sexo oral, dejando
de reír comienza a acariciar los cabellos del chico, rubios y sedosos, su
lengua tan experta como siempre y su boca tan húmeda y caliente, Quatre había
vuelto y eso lo hacía feliz. Sin permitir que lo hiciera llegar al clímax,
Trowa levanta a Armand y comienza a besarlo tiernamente, porque para él ese
enfrente suyo era Quatre, Armand estaba más que feliz, se deja quitar la ropa y
Trowa lo lleva a la cama, lo tumba en ella y regresándole el favor también lo
satisface con su lengua y su boca hasta el clímax, después vuelve a besarlo una
y otra vez hasta subir de nuevo, lo sujeta de las piernas y comienza su
penetración, dura y delicada a la vez, porque quería hacerle sentir el placer y
a la vez no lastimarlo, Armand gemía fuertemente, en esa posición Trowa llegaba
al fondo, nunca sus piernas antes estuvieron tan separadas y a la vez tan
cómodas
Trowa.
¿Te gusta?
Armand.
Mucho... sigue... sigue
El
ojiverde llega a su máximo y llena el interior de Armand quien gime muy
fuertemente al sentirse liberado también por segunda vez, el cuerpo de Trowa
cae completamente sobre el suyo y se besan profundamente, sus lenguas parecías
compañeras inseparables, una danzando al lado de la otra, permitiéndose llegar
al fondo, degustar el paladar
Trowa.
Te amo Quatre
Las
palabras de Trowa antes de quedarse dormido llenan a Armand de un profundo
rencor, ese rubio estorboso interfería entre él y Trowa, pero hiciera lo que
hiciera iba a conseguir a Trowa, así tuviera que hacerlo suyo por la fuerza...
Dos
semanas después...
Después
de haber escuchado un par de diagnósticos Catherine nuevamente tiene la
esperanza de volver a caminar, debía someterse a un par de operaciones,
afortunadamente en New York podían practicarse, para celebrarlo Wufei prepara
una cena especial, ahora que The Wings estaba disuelto él había decidido
dedicar su tiempo en ayuda de la hermana de Trowa, el ojiverde casi nunca
estaba en casa, se la vivía en los Bares y cuando estaba en casa solo era para
dormir, todas las noches salía, la situación tenía a la chica muy desesperada
pero gracias a Wufei lograba darse un poco de ánimos, además había comenzado
amistad con Sally quien en ocasiones iba a visitar al ojinegro, por Trowa nunca
era bien recibida pero en cambio pasaba ratos agradables con Wufei y Catherine...
Casi era de noche, el timbre de la casa suena y alguien de la servidumbre abre,
se trataba de Sally, la chica es recibida después por Wufei
Sally.
Hola ¿cómo estás?
Wufei.
Bien, siéntate, voy por Catherine
Sally.
Te ayudo con la silla
Wufei
no se opone a la ayuda y ambos suben al segundo piso, al pasar por la
habitación del ojiverde la puerta se abre, Trowa estaba en mal aspecto, sus
ojos estaban bastante irritados y al ver a Sally ahí frunce el ceño, la chica
se intimida un poco pero en cambio Wufei le regresa la mirada
Trowa.
¿Qué hace ésta aquí?
Wufei.
Es mi invitada
Trowa.
Sácala de aquí o la saco yo
Wufei.
Trowa
Trowa.
¡Que se largue!
Wufei
se enoja aún más por las palabras de Trowa, Sally en cambio apenada voltea a
ver a su amigo
Sally.
Mejor me voy
Wufei.
No, eres mi invitada y también de Catherine
Sally.
Pero...
Trowa.
¡Te digo que saques a ésta puta de aquí!
Wufei.
¡Trowa, no te permito...!
Wufei
estaba muy molesto por las palabras dirigidas a su amiga pero aún más enojado
Trowa se acerca un poco con la intención de agarrar a Sally para aventarla pero
Wufei se coloca delante de ella extendiendo los brazos
Wufei.
Ni lo intentes
Trowa.
¡Tú no tienes derecho a decirme que puedo y que no puedo hacer!
Wufei.
Es cierto, pero tampoco tienes derecho de hacerle algo a Sally, es mi invitada
El
ex baterista mira unos momentos a Wufei antes de soltar una gran carcajada, el
ojinegro lo mira extrañado, Trowa se estaba comportando como un lunático, el
ojiverde deja de reír y da otro paso más al frente
Trowa.
No tienes ningún derecho sobre ésta casa, The Wings se acabó, te quiero fuera
de mi casa... ¡Lárgate también!
El
ex guitarrista endurece su mirada sobre Trowa y se queda callado unos momentos
Wufei.
No abandonaré a Catherine, tú no eres más que basura, te has vuelto un guiñapo
inservible, eres patético
Trowa
empuña con fuerza su mano a su costado y aprieta los labios, mira a Wufei con
bastante furia y segundos después descarga su puño sobre el rostro del
ojinegro, Sally grita cuando siente a Wufei caerle encima, ella lo sostiene y
él se lleva una mano al labio observando después su propia sangre
Trowa.
¿Y tú?... ¿Qué me dices de ti? Traize está muerto... muerto y enterrado ¡Ya no
tienes nada! Eres solo un pedazo de humano violado y sin dignidad... eres aún
más patético
Trowa
sonreía de forma altanera y orgullosa, Sally por su parte se lleva una mano a
la boca y asustada mira a su amigo quien al haber escuchado las palabras tenía
la cabeza agachada y estaba completamente quieto
Trowa.
¿Te duele? Saber la verdad duele ¿no?... realmente me alegra lo que te pasa
Wufei.
Tú no... ¡Tú no sabes nada!
Completamente
colérico, Wufei levanta la cabeza y sin miramientos se deja ir sobre Trowa a
quien tumba en el suelo, el ojiverde no había tenido tiempo de reaccionar y
sorprendido mira como Wufei estaba montado sobre él y deja ir sobre su rostro
un fuerte y certero golpe, asustada Sally intenta acercarse pero su amigo
estaba como loco golpeando una y otra vez a su ex compañero en el rostro,
alternando su puño izquierdo y derecho, descargándolo con toda su furia,
después de varios golpes Trowa comienza a reír
Trowa.
¡Así es... mátame... mátame Wufei!
El
ojinegro reacciona con los gritos de su ex compañero y deja de golpearlo
observándole atentamente el rostro, lleno de marcas y sangre, estaba muy
lastimado y Trowa no dejaba de reír, tanto reía y sin embargo un par de
lágrimas comienzan a correr por los costados de su rostro. Asustado por su
reacción Wufei se levanta del cuerpo de Trowa y se observa las manos con sangre,
enseguida Sally se acerca a él e intenta tocarle los hombros pero su amigo le
da la espalda y en silencio mejor se va a su habitación, su amiga entiende que
quiere estar solo y mirando por última vez a Trowa tirado en el suelo, se aleja
de ahí y se dirige a la habitación de Catherine para explicarle lo que había
pasado, pues seguramente la chica había oído gritos... al entrar a su
habitación y cerrar la puerta Wufei se deja caer sentado al suelo y comienza a
llorar sujetándose con fuerza el cabello
Wufei.
Es cierto, no soy nada... Traize ¿por qué?... ¿por qué?
Durante
días se había hecho el fuerte pero la verdad es que aún no podía superar la
muerte de Traize, las palabras de Trowa lo habían lastimado pero el ex
baterista tenía razón, era alguien aún más patético...
Al
día siguiente, a Duo le había tocado estar en lavandería, ya estaba un poco
acostumbrado a su estancia en la cárcel, a las rutinas y aunque la semana
pasada había sido visitado por Richard para avisarle que ya había metido el
oficio de apelación, Duo no estaba animado a la idea de salir de prisión, había
aceptado que Heero no iba a volver jamás, que estaba muerto y que él aún tenía
que vivir a pesar de la cruel realidad, pero aun así no tenía una visión de lo
que podía hacer fuera de esa prisión... Duo termina de doblar las sábanas y
uniformes y se queda quieto observando sin mucho interés el producto de su
trabajo, minutos después Hitoshi entra al cuarto de lavado
Hitoshi.
Hola
Duo.
Hola
Hitoshi.
¿Puedo hacerte una pregunta?
Duo.
Dime
Hitoshi.
¿Por qué pareces zombie? Siempre se te ve igual
A
Duo le parece curiosa la pregunta y sonríe un poco haciendo que Hitoshi se
sorprenda porque nunca antes lo había hecho hacerlo
Duo.
Perdí lo que más amaba, no encuentro otra razón para sonreír, es todo
Volviendo
a mostrarse como un muerto viviente Duo agarra las canastas con la ropa que
había doblado y las coloca en su lugar mientras Hitoshi lo observa fijamente,
el castaño sale de la lavandería y el otro chico lo sigue
Hitoshi.
¿Sabes? Deberías alegrarte un poco, seguro encontrarás nuevamente alguien a
quien amar
Duo.
No me interesa
Hitoshi.
¿Y Kim? Es bien sabido que eres "su mujer"
El
ex guitarrista se detiene sorpresivamente y de forma fría se gira hacia su
compañero, sus ojos eran fríos, Hitoshi se sorprende de aquella mirada y se
queda callado, Duo lo observa unos momentos más y vuelve a darle la espalda
comenzando a caminar de nuevo
Hitoshi.
No te molestes Duo
Rápidamente
Hitoshi se acerca al ex trenzado y se posiciona a un lado de él, Duo miraba
fijamente al frente caminando sin prestarle atención
Hitoshi.
Duo ¿estás enojado?
Duo.
No
Hitoshi.
¿Sabes? No quise ofenderte, además no eres el único de aquí que les sirve
"de mujer" a algunos reos, es normal y...
Duo.
Basta ¿sí?... Cualquiera de aquí podría domar mi cuerpo, pero no me importa...
mi alma se fue con él y ya no tengo ganas de pensar en nada más
Quería
mostrarse muy duro e indiferente pero los ojos de Duo estaban comenzando a
enrojecerse, Hitoshi se da cuenta y solo guarda silencio unos momentos
Hitoshi.
¿Sabes? Yo tengo alguien que me espera... se llama Dana, íbamos a casarnos, le
prometí una boda inolvidable pero me metí en negocios sucios y terminé aquí, aun
así ella dice que me esperará, viene a verme cada quince días, lo ha hecho
durante cuatro años y no pierdo la esperanza de salir pronto de aquí, mi
condena de 15 años puede reducirse a seis por buen comportamiento... tal vez no
tiene nada que ver pero gracias por escuchar
Un
poco apenado Hitoshi ríe tontamente rascándose la cabeza, Duo lo mira unos
instantes y sonríe compasivamente, al menos alguien tenía cosas por las cuales
desear salir, él en cambio no tenía nada, pero si lo intentaba quizás lo
lograría, la pregunta era ¿quería lograrlo? Había hecho planes de su vida junto
a Heero, comenzar de cero resultaría aún más difícil incluso que aceptar su
muerte...
Como
cada día Wufei va a la habitación de Catherine para ver cómo se encontraba, el
día anterior se había encerrado en su habitación y no había salido hasta esos
momentos, ni siquiera se había puesto al tanto de que había pasado con Sally...
la pelirroja ve a Wufei entrar a su habitación y se alegra de que este bien,
claro que con el labio hinchado, pero bien, Wufei se veía muy serio
Catherine.
¿Qué pasa?
Wufei.
Ya no puedo estar aquí
Catherine.
¿Qué dices?
Wufei.
Trowa dice muchas estupideces pero tuvo razón al decirme que nada tengo que
hacer en ésta casa, The Wings ya no existe
Catherine.
Eso no, también es mi casa y eres bienvenido
Wufei.
Lo siento, tampoco es que quiera estar más aquí, me trae recuerdos de Traize y
ver a Trowa en ese estado es deprimente
Los
motivos de Wufei para irse eran muy válidos pero aun así la chica no estaba de
acuerdo en su decisión
Catherine.
¿Y yo? No soy motivo ¿verdad?
Wufei.
Por eso quiero pedirte que vengas conmigo, regreso al departamento de Sally
Catherine.
¿Qué? Eso no, Trowa me necesita
Wufei.
Trowa solo necesita alcohol y drogas, él ya no es y nunca será el mismo
Catherine.
Pero...
Wufei.
No le interesa cambiar, si así fuera hubiera ido a París tras Quatre, pero no
lo hizo, se resignó
Catherine.
Te equivocas, reconocer que lo ama fue un gran paso y puede volver a dar otro
Wufei.
Como quieras, la propuesta estará siempre en pie, yo me iré hoy mismo
Sin
deseos de discutir más con la chica, Wufei le da la espalda y se aleja
dejándola pensativa, iba a recoger todas sus cosas, Sally ya estaba avisada de
la decisión y muy feliz había aceptado tener a su amigo de regreso, más aun
sabiendo que tal vez Catherine se iba con él, la chica le había caído muy
bien...
La
noche llega pronto, Wufei tenía todas sus maletas a la puerta de la casa, su
decisión no iba a cambiar; el pelinegro sube a donde se encuentra la habitación
de Catherine, al entrar ve a la chica sentada en su silla de ruedas mirando por
la ventana, al oír la puerta voltea, ambos se miran
Wufei.
¿Qué decidiste?
Catherine.
Me quedo, no abandonaré a Trowa
El
ex guitarrista suspira profundo y resignado, la chica era igual de terca que su
hermano así que no había manera de hacerla cambiar de opinión
Wufei.
Ni hablar
Con
paso decisivo se acerca a la pelirroja y le da un beso en la frente, Catherine
se sonroja y lo mira fijamente
Wufei.
Cuídate mucho, llamaré seguido para saber de ti
Catherine.
Gracias, ven acá
Wufei
se agacha y Catherine le da un abrazo, él también le da un abrazo y al
separarse se sonríen
Catherine.
Salúdame a Sally
Wufei.
Lo haré
Wufei
sonríe por última vez a Catherine y después sale de la habitación, al pasar por
la habitación de Trowa se detiene y la mira fijamente
Wufei.
Más te vale no hacer sufrir mucho a Catherine
Metiendo
las manos a sus bolsillos Wufei vuelve a caminar, antes de llegar a las
escaleras para ir a la planta baja se topa con Trowa que iba subiendo, el
ojiverde había visto las maletas por lo que sabía que iba a irse, se miran
escasamente unos segundos y el ex guitarrista le pasa de lado ignorándolo,
comienza a bajar las escaleras, Trowa se gira hacia atrás para verlo irse y
después baja la mirada
Trowa.
Todos se han ido... todo se ha derrumbado
Caminando
hacia su habitación el ojiverde comienza a recordar aquellos días en que los
cinco aún eran un grupo y el atolondrado manager se hacía pedazos porque no
podían llevarse bien, los recuerdos le hacen sonreír un poco, aquellos tiempos
jamás iban a volver pero tenerlos en la mente resultaba divertidos...
Tras
el lanzamiento de su último material Dark Sound había tenido un récord de
ventas en su carrera, su fama se había disparado y eso las tenía muy contentas,
menos a Dorothy pues también The Wings tenía ventas elevadas, todo lo sucedido
entorno al grupo los había hecho más famosos, sobre todo por el trágico
accidente que habían vivido el vocalista y el manager... En la oficina de
Dermail
Dorothy.
¡No lo acepto, no lo acepto!
Dermail.
Calma querida ¿qué nunca te doy gusto?
Dorothy.
Ay abuelo
La
chica hacia berrinche de niña frente a su abuelo que estaba algo cansado de
escuchar tantos lloriqueos por parte de la mimada bajista
Dermail.
¿Qué más quieres que haga?
Dorothy.
¡Matarlos a todos! No basta con haberlos destruido
Dermail.
Eso es imposible, sería demasiado sospechoso
Dorothy.
Eres un tonto abuelo
Encolerizada
Dorothy se va corriendo de la oficina de su abuelo quien se mostraba cansado,
su nieta no estaba conforme con nada, pero eso no importaba mucho, él también
se estaba beneficiando de todo, después de todo Producciones Colmillo Blanco
también era de su propiedad por lo que las buenas ventas de The Wings le eran
de gran ayuda, de cualquier forma él estaba ganando...
Antes
de irse, Wufei había contratado a un enfermero que pudiera encargarse de
Catherine, la chica no sabía de eso hasta que él mismo se había presentado, al
principio se había enojado pero conociendo al chico lo había aceptado casi al
instante, después de todo podía serle de ayuda... Era la hora de comer y pese a
los intentos de la pelirroja, Trowa se había negado a bajar, Catherine estaba
muy preocupada por él pero nada podía hacer, se sentía muy inútil; el enfermero
había ayudado a la chica a bajar, ella estaba acostumbrada a ayudar con las
comidas pero desde el accidente ya no lo había hecho, ahora se dejaba servir
aunque no se sentía cómoda, Catherine pide a su enfermero que se siente a la
mesa con ella y sin hacerse del rogar el obedece, comienzan a comer lo que les
sirven y poco después suena el timbre de la casa, una chica del servicio va a
ver de quien se trata, momentos después entra una chica rápidamente a la casa y
la chica del servicio entra después atrás de ella
"Le
digo que no puede pasar"
Al
escuchar la voz de su empleada Catherine gira su cabeza para ver de quien se
trata topándose con un par de ojos azul celeste, la pelirroja se queda atónita
pues durante algunos segundos la imagen de Chris había aparecido en el rostro
de aquella chica rubia que había entrado sin permiso, la chica al ver la
reacción de Catherine enarca una ceja e inclina un poco su cabeza
Irea.
¿Qué tengo en la cara?
Al
escucharla hablar Catherine sale del trance y la mira frunciendo el ceño
Catherine.
¿Qué quiere? Llamaré a la policía si no sale de mi casa
Irea.
Tranquila mujer, no soy una ladrona ni quiero hacer daño, entré así porque aquí
vive mi hermano y su casa es mi casa
Catherine.
¿Her... mano?
La
hermana de Trowa estaba confundida pero en cambio la hermana de Quatre sonreía
colocando ambas manos sobre su cintura, la pelirroja la mira fijamente unos
momentos estudiando los rasgos de su rostro, linda, de piel blanca, estatura
promedio, rubia y con ojos azules, pero la expresión de su rostro...
Catherine.
¡Quatre! Claro, tú debes ser Irea
Ahora
la sorprendida era Irea, nuevamente inclina la cabeza y enarca una ceja
Irea.
¿Cómo lo sabes?
Catherine.
Nunca vi una foto pero Quatre hablaba de ti algunas veces, eres la única de sus
hermanas con quien él mantenía el contacto ¿cierto? Las demás no aceptaban lo
del trabajo de músico
Irea.
Órale, todo eso te contó
Como
si estuviera en su casa Irea se acerca sonriendo a la mesa y se sienta a dos
lugares de la pelirroja, Catherine ahora sonreía
Irea.
¿Y dónde está ese canijo de Quatre?
Al
escuchar la pregunta Catherine borra su sonrisa y mira seria a la hermana, Irea
se imagina lo peor y enseguida se levanta de la silla con los ojos muy abiertos
Irea.
¿Cuándo murió?
Catherine.
¿Morir? No... Él se fue a París
La
verdad sorprende a Irea y a la vez la molesta, nuevamente se sienta en la mesa
Irea.
Le dije que vendría a New York ¿qué le sucede?
Catherine.
Pasaron algunas cosas y él...
Irea.
Si, vi algunas noticias desagradables
Catherine.
Él se fue por otro motivo, el cual me gustaría contarte pero por el momento
pediré que sirvan la cena para ti
Irea.
¿Y me puedo quedar?
Catherine.
¿Eh?
Irea.
Sí, mis maletas están en un Hotel pero mañana voy por ellas, ésta casa es
grande
Irea
pasa la mirada por los alrededores mientras que Catherine la miraba atentamente
mostrándose muy sorprendida, el carácter de esa chica era muy diferente al de
Quatre, el chico era amable y dócil, incluso indeciso pero ésta chica era un
poco tosca, decidida y agresiva, eso la tenía sorprendida, no parecían
hermanos, salvo algunos rasgos físicos... Tras terminar de cenar Catherine pide
a su enfermero que la lleve al segundo piso para mostrarle a Irea la habitación
donde dormirá, la chica se acomide a llevar la silla de la pelirroja
Catherine.
Si no te importa te daré la habitación de Quatre
Irea.
Genial
Catherine.
Es éste, ven
La
pelirroja avanza en su silla de ruedas y señala la habitación que era de
Quatre, Irea abre la puerta y entra seguido de Catherine, la chica prende la
luz y ambas se sorprenden cuando ven a Trowa acostado en aquella cama, el
ojiverde estaba despierto abrazando a la almohada y cuando escucha la puerta de
la habitación levanta la cabeza y abre los ojos ampliamente, Catherine pronto
reacciona mirando con compasión a su hermano mientras que Irea sonríe burlona,
el ex baterista mira a la hermana de su ex juguete y sus ojos verdes se pierden
en los azules de la chica, ella deja de sonreír y se sonroja
Trowa.
Quatre
Irea.
¿Eh?
Enseguida
el ojiverde relaciona el rostro de aquella chica y sus ojos con los de Quatre,
los esmeraldas se humedecen un poco y se levanta rápido de la cama pero con la
almohada en su mano, se acerca a la puerta dirigiendo su mirada en la recién
llegada
Trowa.
¿Quién eres?
Irea.
Me llamo Irea, soy hermana de Quatre
Trowa.
¿Dónde está él?
Irea.
No sé, eso quisiera saber
Trowa.
Si lo sabes
Irea.
No, de verdad yo...
Trowa.
¡Dime dónde demonios está!
Tirando
la almohada al suelo, Trowa sostiene ambos hombros de la chica y con furia la
comienza a sacudir asustándola un poco, Catherine se preocupa al ver la actitud
de su hermano
Catherine.
¡Déjala Trowa!
Trowa.
¡Quiero verlo!
Como
loco Trowa continuaba agitando a Irea pero poco después ella llega a su límite
y mueve con fuerza sus brazos para que el ojiverde la suelte
Irea.
¡Ya basta maldito demente, te digo que no sé dónde está!
Con
la reacción de la chica Trowa se detiene y mira con atención la mirada que la
chica le dirige, se parecía mucho a la de Quatre cuando se enojaba y en
especial recuerda aquella vez en que el rubio se había marchado de la casa y le
había gritado que se muriera, Trowa suelta poco a poco a la chica y dando
enseguida la espalda se marcha sin decir más, la chica miraba la silueta del
ojiverde y cuando esté se va por completo mira la almohada en el suelo y
después mira a Catherine
Irea.
¿Por él se fue a París?
Catherine.
Sí ¿quieres oír una historia?
Irea.
Si, será interesante saber que ha hecho mi hermanito últimamente
La
chica sonríe cansadamente y cierra la puerta de la habitación, estaba dispuesta
a escuchar la historia de principio a fin...
Aquella
noche sería la primera en la que Wufei pasaría en el departamento de Sally, la
integrante de Dark Sound estaba muy feliz de que así fuera, antes de unirse a
The Wings su amigo vivía con ella y la pasaban bien, siempre habían sido
confidentes pero aun así las ocupaciones de ambos en sus respectivas bandas los
habían tenido un poco alejados, ahora era momento de recuperar la íntima
amistad... Sally tenía preparada la cena, mientras que Wufei estaba sentado en
uno de los sillones de la sala mirando por la ventana, su amiga lo llama a
cenar y con su actitud seria de siempre se acerca a la mesa, la cual ya estaba
servida
Sally.
¿Qué pensabas?
Wufei.
No sé qué hacer de ahora en adelante, siento... me siento vacío Sally
El
chino mira a su amiga fijamente, ella le sonríe y coloca su mano sobre la de
Wufei, la cual estaba sobre la mesa y también lo observa
Sally.
Tienes que superarlo, Traize no volverá
Wufei.
Lo sé pero... duele y... además mi vida se ha desvanecido ¿qué me queda?
La
mirada melancólica de Wufei hacía sentir a Sally un vuelco en el estómago pero aun
así le aprieta con fuerza la mano
Sally.
Yo... te quedo yo
Wufei.
Gracias
Sally.
Tienes talento, eres trabajador y podrás encontrar nuevamente a alguien a quien
amar
Wufei.
Tu no entiendes, todo lo que tenía hasta hace un par de meses se perdió de la
noche a la mañana... mi carrera, mis amigos, Traize ¿y ahora ¿qué? ¿Qué se
supone que deba hacer? Cuando solamente quiero dormir y no volver a despertar
¿cómo se supera? ¿Cómo hago para recuperar una vida?... no puedo Sally,
simplemente...
Sally.
¡Basta!
Agobiada
por las palabras de su amigo, Sally suelta la mano de Wufei y agacha la cabeza,
Wufei se sorprende de verla así y mira fijamente a su amiga notando poco
después que las lágrimas le recorren el rostro
Wufei.
Sally
Sally.
Tus palabras me hieren... no entiendes aún ¿verdad?
Wufei.
¿Entender?
Sally.
Que te amo
Apenada
Sally hace un esfuerzo por levantar el rostro y mirar a su amigo a los ojos,
Wufei estaba muy sorprendido, no podía creer lo que acababa de oír, simplemente
era algo que no podía creer, Sally, su amiga, prácticamente su hermana estaba
enamorada de él y tontamente nunca se había dado cuenta. Estaba sin habla y no
sabía que decir
Sally.
Realmente quería que fueras feliz y escucharte hablar así me lastima ¿por qué
Wufei? ¿Por qué te haces tanto daño?
El
ex guitarrista seguía mudo, no sabía que contestar, en esos momentos no se
trataba ni de Sally ni de Traize sino de sí mismo, desde su violación su vida había
cambiado radicalmente y no podía dejar de lastimarse así mismo, su mente nunca
había cavilado en eso ¿por qué no podía ser feliz? ¿Era realmente que su
felicidad le era arrebatada o simplemente su deseo de obtenerla no era real? Su
deseo por auto castigarse iba a terminar destruyéndolo. Wufei baja la mirada
unos segundos antes de mirarla de nuevo
Wufei.
No lo sé
Es
todo lo que el ex guitarrista atinaba a contestar y era la verdad, en esos
momentos no sabía nada acerca de sí mismo, que quería y que esperaba de su
vida, nada, Sally se seca las lágrimas y se levanta de la silla, se acerca a su
amigo y sin dudarlo se agacha para besarle los labios, Wufei abre los ojos
ampliamente y Sally se separa casi al instante
Wufei.
¿Por qué... hiciste eso?
Sally.
Quiero ser tu felicidad
La
tecladista sonríe como nunca a su amigo y llevándose una mano al cabello
deshace su peinado de dos coletas haciendo después su cabeza hacia atrás y
moviéndola para que su cabello se acomodara, Wufei estaba atónito y nervioso,
en cambio Sally estaba muy convencida de lo que hacía, así que nuevamente sin
pensarlo se quita la blusa mostrándose así frente a su amigo quien se sonroja
completamente, ella también se sonroja
Wufei.
No, yo...
Sally
se acerca a su amigo y nuevamente se agacha para besarle los labios, el ex
guitarrista no responde al beso y cuando ella se separa no deja de mirarle el
rostro
Sally.
Espero tu respuesta
Sonriendo
con tristeza pero ilusionada en que Wufei le corresponda, se aleja de la cocina
y se dirige a su habitación, Wufei se queda en la silla completamente
paralizado, no entendía nada, todo estaba pasando muy rápido, en un instante su
mejor amiga le había dicho que lo amaba y al otro intentaba seducirle, se
sentía muy confundido, lentamente se lleva dos dedos a los labios y entrecierra
los ojos
Wufei.
¿Estará bien?
Indeciso
Wufei se levanta de la silla y mira hacia la habitación la cual tenía la puerta
entreabierta, lo piensa unos segundos y se sienta rápidamente en la silla
Wufei.
No ¿qué estoy pensando? Pero...
-
Recuerdo... (Capítulo 15) -
Wufei.
Traize yo... yo nunca... yo nunca he estado con nadie
Sorprendido
Traize abre sus ojos desmesuradamente pero sin soltar la mano de Wufei,
realmente le sorprendía que un muchacho de su edad en esos tiempos modernos
fuera casto, de hecho era la primera vez que conocía a uno, Wufei bastante
apenado se niega a girarse y darle la cara a Traize pero él se encarga de
ayudarlo tomándolo de la cintura haciendo girar su cuerpo, Wufei mira hacia
otro lado aún sonrojado, Traize sonríe y llevando su mano al mentón de Wufei lo
hace voltear a verlo
Traize.
Me hubieras dicho antes
Wufei.
Me daba pena
Traize.
Perdóname Wufei, estaba yendo muy rápido ¿verdad?
Wufei.
Sí
Traize.
Pero no te preocupes, tú me dirás cuando estés listo
Wufei.
Gracias
-
Recuerdo... (Capítulo 15) -
Tras
recordar aquel episodio de su vida Wufei se lleva una mano al pecho y suspira,
nuevamente se levanta de la silla pero ésta vez camina hacia la habitación, al
llegar ahí encuentra a Sally frente al espejo llorando, la chica voltea hacia
la puerta y al ver a su amigo sonríe y se seca las lágrimas
Sally.
Viniste
Wufei.
Esta noche...
Sin
darle tiempo a terminar Sally corre hacia su amigo y lo abraza con fuerza, al
separarse lo mira a los ojos y se acerca para besarlo, ésta vez su amigo le
corresponde, de forma lenta e indecisa, Sally lo toma de la mano y lo dirige a
la cama, la chica se acerca más y comienza a besarle el cuello, él se sonroja y
tensa su cuerpo, después agacha un poco la cabeza, Sally se da cuenta y lo mira
Wufei.
Yo no... No sé como
No
era sorpresa para Sally que Wufei fuera virgen pero jamás había pensado que se
pusiera así en una situación como esa, aquello le causa ternura y sonríe de la
misma forma
Sally.
No te preocupes
La
chica agarra la mano derecha de Wufei y la coloca sobre uno de sus senos, él
levanta rápidamente la cabeza y la observa a los ojos
Sally.
Yo me encargo
Llevando
sus manos hacia la camisa de Wufei, desabrocha ésta y la quita, después se
acerca un poco más y lleva sus manos hacia el pantalón para desabrocharlo, éste
cae a los pies de Wufei, él estaba muy quieto mientras que Sally mete la mano a
la ropa interior de su amigo colocándole la mano en el miembro, el cual
acaricia, Wufei siente un pequeño escalofrío y su rostro se tiñe de rojo, poco
después ella saca la mano y se aleja un paso para desvestirse, Wufei se apena y
baja la mirada mientras saca los pies por el pantalón dejando también los
zapatos.
Sally
termina de desvestirse y nuevamente se acerca a Wufei cuyos labios busca al
instante y mientras se besan lo dirige a la cama, Wufei se sienta sobre ella y
después se acuesta, Sally se coloca encima suyo sentándose sobre su estómago,
se agacha para besarlo y él tímidamente coloca sus manos sobre la espalda de la
chica, al separarse se miran a los ojos, ella nuevamente le sonríe y comienza
después a besarle el cuello mientras le acaricia el pecho, poco a poco dejando
de sentarse en su estómago comienza a descender a besos por su cuerpo, al
llegar al miembro Wufei se levanta un poco y la observa sonrojándose aún más,
se sentía un poco excitado pero no había tenido una erección, Sally lo toma con
una mano y le da un par de besos antes de comenzar el trabajo con su lengua
Wufei.
Sally... no...
Poco
a poco Wufei siente que su miembro comienza a reaccionar y con él un dolor le
hace cerrar los ojos, poco después no solo la saliva lo lubricaba, unas
pequeñas gotas de semen comenzaban a salir, excitado Wufei intentaba abrir los
ojos pero sin éxito, Sally se detiene antes de causar el orgasmo y se levanta
un poco, se acomoda entre las caderas y lentamente desciende, el rostro de
Wufei no podía estar más rojo, estaba dentro de su amiga, podía sentirla y ella
también lo sentía
Sally.
Todo está bien
Apoyando
ambas manos en el bajo vientre de su amigo, Sally comienza a moverse lentamente
hacia delante y atrás sin dejar de mirar a su amigo, Wufei en cambio no podía
verle a la cara, se sentía muy apenado, Sally se agacha un poco y estirando su
mano hacia la de Wufei, la toma y dirige nuevamente a uno de sus senos, Wufei
lo sujeta con delicadeza mientras ella acelera un poco el ritmo comenzando a
gemir, la sensación de Wufei era placentera pero sentía no solo dolor sino
también culpa. Todo el trabajo lo estaba haciendo Sally pero no le molestaba,
conocía la situación de Wufei mejor que nadie y sabía que así era mejor, por su
parte Wufei intentaba no mirar a su amiga pero aquel rostro dominado por el
placer lo hacían ver atentamente, su clímax estaba por llegar y para ello el gemido
exhalado resuena en la habitación, su primer orgasmo en años se sentía
fuertemente y le hace cerrar con fuerza los ojos, Sally también consigue un
orgasmo y rendida cae sobre el pecho de Wufei, ambos respiran dificultosamente
Sally.
Gracias Wufei...
La
chica estaba muy feliz por lo sucedido entre ella y su amigo, jamás creyó hecho
realidad aquel sueño, en cambio Wufei se sentía más culpable que nunca y
sabiendo que no amaba a Sally y que habían tenido sexo sintiéndose él dominado
por una pasión que jamás debió suceder, cierra los ojos y por ellos un par de
lágrimas comienzan a rodar. Tal vez lo sucedido esa noche había sido un error,
pero al menos era un buen paso hacia una nueva vida, una donde pudiera
encontrar la felicidad...
No
podía soportarlo más, la ausencia de Quatre lo estaba matando poco a poco, se
sentía dentro de un profundo abismo del cual no podía salir ¿qué le quedaba? La
mala vida, las drogas, el sexo sin amor y el alcohol, aquello era lo que podía
llenar el inmenso vacío que la partida de Quatre había dejado, y no podía
culparlo, el rubio lo único que había hecho era huir de una vida llena de
tormento y denigración, la vida que él le había dado... Trowa sale de su cuarto
tras haberse refugiado ahí después de su encuentro con Irea, baja desesperadamente
y sube a uno de sus tantos autos manejando sin rumbo, sentía una gran necesidad
por estar con alguien y consumir hasta desfallecerse pero algo dentro de él
seguía gritándole que parara, que hiciera algo más de su vida, que buscara a
Quatre, que le suplicara; aun así su tonto orgullo continuaba cegándolo. Por
eso después de manejar sin rumbo por horas decide ir a casa de Armand, al estar
afuera el chico lo esperaba, como si supiera que tarde o temprano iría por él
Armand.
Hola
Trowa.
Sube ya
Sin
que le dijeran dos veces Armand sube al auto de Trowa y éste arranca como loco
manejando a gran velocidad, incluso Armand estaba sorprendido, ese día el
ojiverde se veía un poco distinto, como si aquel fuera su último día de vida,
como si ya no le importara absolutamente nada, en más de una ocasión estuvieron
a punto de estrellarse pero gracias a la suerte llegan intactos al Motel, ésta
vez no era tan malo como el anterior, el semblante de Trowa era más serio que
de costumbre y cuando entran a la habitación pagada Trowa se sienta en la cama
y observa a Armand que se acercaba a él poco a poco
Armand.
¿Qué te pasa hoy?
Trowa.
Solo desvístete
Armand.
Pero que frío eres conmigo
Trowa.
Has lo que te digo
Armand.
No, antes quiero que pruebes algo
El
ojiverde frunce las cejas mientras observa al chico quien mete la mano a uno de
los bolsillos de su chamarra y saca de ahí una bolsa con polvo, encendedor,
jeringa y un pedazo de charola de bronce, sabiendo de que se trata Trowa se
relame los labios, hace tiempo que no se inyectaba heroína, Armand al ver su
reacción sonríe con malicia y se acerca al ex baterista
Armand.
Hoy sentirás como nunca, tus orgasmos se triplicarán al igual que el placer
Trowa.
Hazlo
Volviendo
a relamerse los labios y mostrándose un poco más agitado, Trowa estira su brazo
hacia Armand, el vuelve a sonreír y deja las cosas sobre la cama, toma la
charola y vacía un poco del polvo, chasquea el encendedor y cuando éste saca el
fuego lo coloca por debajo de la charola para que el polvo comience a tomar
consistencia líquida, cuando lo logra coloca la charola sobre la cama y sacando
la jeringa de la bolsa le introduce el líquido
Armand.
¿La quieres?
Trowa.
¡Sí! ¿Qué esperas?
Tomando
el brazo de Trowa con la mano izquierda y la jeringa con la derecha Armand
comienza a introducir el líquido poco a poco, Trowa cierra los ojos y hace la
cabeza un poco hacia atrás apretando cada vez más los labios hasta que todo el
líquido a entrado, cuando está dentro abre los ojos rápidamente y su
respiración se agita comenzando a sentirse enormemente excitado, Armand se da
cuenta y comienza a quitarse la ropa, se acerca a Trowa cuando termina y
comienza a lamerle la oreja, después el ojiverde se levanta de la cama y
enseguida se quita la ropa, intenta someter a Armand pero extrañamente las
piernas le tiemblan, Armand sonríe enormemente
Armand.
Sientes una extraña excitación ¿no es cierto? Seguro sentirás un frío tremendo
en tu espalda, no te preocupes, es normal con ésta clase de heroína
Un
poco confundido Trowa se lleva una mano a la frente y vuelve a sentarse en la
cama, Armand se acerca de nuevo y colocando ambas manos en los hombros del ex
baterista se acerca y comienza a lamerle el cuello
Armand.
Hoy serás mío
Apenas
si Trowa entiende lo que Armand va hacerle y lo mira con los ojos cansados a
medio abrir, se sentía enormemente excitado y poco sensato, Armand lo acuesta
en la cama y comienza a besarle atrás de la oreja, después baja lentamente,
acariciándolo y lamiéndolo, al pasar por sus pezones los tortura con lamidas y
pequeños mordiscos haciéndolo exhalar gemidos pasivos, al llegar al bajo
vientre comienza a acariciarle el miembro ya erecto mientras lame la piel de
aquella zona. Cuando concluye se hinca pasando las piernas de Trowa a los
costados de su cuerpo, el ojiverde sudaba y su respiración agitada se aceleraba
poco a poco, aún consciente Trowa observa a Armand con ojos entreabiertos sin
decir nada
Armand.
Veamos qué tan difícil me será
Llevando
sus manos en medio de las piernas de Trowa, uno de los dedos de Armand comienza
la exploración moviéndose circularmente y después entrando y saliendo, Trowa
comienza a gemir, dolía un poco pero sentía mucho placer
Armand.
Si, eres virgen
Sonriendo
con malicia Armand saca su dedo y lo lame un poco, se agarra el miembro y lo
acomoda en la entrada de Trowa sin introducirlo, él lo mira con un poco de
súplica
Trowa.
No
Armand.
¿Por qué?
Trowa.
No
No
era dueño de su cuerpo pero sí de su mente, sabía lo que Armand iba a hacer,
invadir aquel terreno que por años había guardado celosamente no le
correspondía a él, tal vez solamente por Quatre se dejaría hacer algo así, pero
a Armand no le importa y poco a poco comienza a penetrarle, las mejillas de
Trowa se tornan rojas y cierra sus ojos al tiempo que empuña sus manos en las
sábanas
Armand.
Oh Cielos, eres tan estrecho
El
placer que sentía era indescriptible y en cambio Trowa sentía una gran
humillación, Armand aún no se movía dentro de él pero poco a poco saca su
miembro sin hacerlo en su totalidad y después hace una profunda arremetida, el
cuerpo de Trowa se arquea al frente al mismo tiempo que abre ampliamente sus
ojos y apretando más las sábanas exclama un gemido de dolor
Trowa.
¡Para!
Sin
importarle Armand sonríe y sujeta después ambas piernas del ojiverde, de esa
forma encuentra equilibrio y comienza con las dolorosas penetraciones, no lo
había preparado, no había usado lubricantes y tampoco condón, su miembro tocaba
duramente las paredes de Trowa cuyo rostro ardía en rojo
Armand.
Tan estrecho, tan delicioso
Los
gemidos de dolor de Trowa se hacen cada vez más fuertes y soltando las sábanas
se lleva ambos brazos al rostro dejándolos en forma de cruz, cierra los ojos y
por estos comienzan a caer numerosas lágrimas
Trowa.
¿Por qué?... ¿Por qué le trate tan mal?... Si pudiera volver atrás... perdóname
Quatre
Enojado
por las palabras de Trowa, Armand comienza a hacer más fuertes y rudas sus
penetraciones, suelta una de las piernas del ojiverde y comienza a masturbarlo,
los gemidos de Trowa sonaban con desesperación y ahogados también por las
lágrimas, miles de imágenes le venían a la mente, pensaba en Quatre, su mente
solo estaba ocupada por Quatre, siempre por él y para él... Armand culmina
dentro de Trowa y poco después el ojiverde en la mano del chico, Armand sale de
Trowa y observa su entrada, sonríe al ver el enrojecimiento por la fuerza y
lamiéndose dos dedos los introduce
Armand.
Eres malo y voy a castigarte ¿por qué piensas en él?
Antes
de lograr obtener otra erección Armand decide jugar un poco con sus dedos
dentro de Trowa, después le penetraría nuevamente hasta que ya no pudiera más,
mientras tanto continuaría drogándolo, tal vez así el ojiverde aprendería a
dejar de pensar en Quatre...
La
lengua recorriendo aquellos puntos erógenos que tanto le gustaba que tocaran,
le hacía gemir pasivamente mientras acariciaba las sedosas sábanas, aquella
lengua que probaba de él era una gran experta y eso lo hacía sentir enormemente
bien. Estaba realmente concentrado hasta que siente una extraña punzada en el
pecho e instintivamente se sienta en la cama, Joe se da cuenta de aquel
movimiento y dejando su trabajo en el cuerpo de Quatre lo observa fijamente, el
rubio se veía confundido
Joe.
¿Qué sucede?
Quatre.
De pronto me sentí mal
Joe.
¿Me detengo?
Quatre.
¿No te... molesta?
Joe.
No seas tonto, claro que no
El
rubio sonríe contento y acercándose a Joe le da un beso en los labios, después
sale de la cama y se dirige al baño, frente al espejo se echa agua en la cara y
después se mira en el espejo, estaba confundido
Quatre.
No Quatre, ya no puedes pensar en él, olvídalo
Nuevamente
el ex bajista se echa agua en la cara y suspira, se sonríe frente al espejo y
sale del baño, Joe ya no estaba en la habitación, seguramente había ido a la
cocina por algo de comer, Quatre se acuesta en la cama y cierra los ojos,
sentía mucho cansancio y no sabía porque, en todo el día no había hecho muchos
esfuerzos...
Al
día siguiente después del servicio de comedor los reos salían al pateo a tomar
aire fresco y hacer una que otra actividad, a Duo ya no lo habían vuelto a
golpear gracias a la protección de Kim, sin embargo de él nadie salvaba al
ojivioleta, su ex compañero abusaba de él cuando le venía en gana y a pesar de
haber pasado pocos días, a Duo le era un poco indiferente, se sentía humillado
pero había decidido no sufrir más por causas que no fueran la muerte de Heero,
ése era tal vez el único sufrimiento al que nunca iba a poder escapar... como
siempre Duo estaba sentado en el suelo observando a los que jugaban basketball,
a su lado derecho estaba su amigo Kim y a un lado de éste otro reo con el que
conversaba, el ex guitarrista no ponía atención a aquella charla, su mirada
estaba completamente fija en los jugadores.
En
ese momento uno de los guardias se acerca a Duo para avisarle que tiene visita,
al ojivioleta no le agrada en absoluto que hayan ido a visitarlo ya que odiaba
que lo vieran ahí, pero a pesar de ello decide ir. Al llegar se lleva una
sorpresa cuando ve que es su ex compañero Wufei quien ha ido a verlo, cuando
ambos se ven se quedan completamente mudos, enseguida Duo se sienta y antes de
hablar duran un tiempo en silencio
Wufei.
No te ves bien
Duo.
¿Así rompes el hielo? Que amable
Wufei.
Lo siento
El
ex trenzado se sorprende cuando escucha la disculpa de Wufei ya que esperaba un
comentario de otro tipo pero el pelinegro no se veía nada bien
Duo.
¿Cómo estás?
Wufei.
Mejor que tú, supongo
Duo.
Sí, tal vez... este yo... Wufei lo siento
Wufei.
¿Eh? ¿Por qué?
Duo.
Porque me porté como un verdadero idiota, te dije cosas horribles
Wufei.
No te preocupes...
Duo.
Yo sé que tú y yo compartimos el mismo dolor, pero hice ver tu sufrimiento como
una basura comparado con el mío, y no es justo, Traize murió y tú estás en la
misma situación que yo, me porté soberbio, lo siento
Wufei.
Eso no importa, es algo que no tiene solución, en cambio salir de aquí sí
Duo.
Salir de aquí
Al
decir sus últimas palabras Duo sonríe sarcásticamente y con resignación, a su
ex compañero no le agrada en absoluto aquella actitud
Wufei.
Saldrás, te ayudaremos
Duo.
¿Sabes? Estar aquí un tiempo no estaría mal, afuera no hay nada que me espera
Wufei.
¿Y tus amigos?
Duo.
Lo siento pero no es suficiente, y no me malinterpretes, te he tomado cariño
pero... ni tú o los demás son motivo suficiente, perdón
Wufei.
Entiendo
Duo.
Pero quita esa cara, los minutos que dan son pocos y no me has dicho que te
trae por aquí, yo sé que no solo viniste a ver como estoy
Wufei.
Cierto...
Nuevamente
el silencio se interpone entre ambos chicos, Wufei que mantenía su mirada
agachada durante ese lapso, la levanta antes de comenzar a hablar
Wufei.
Trowa me corrió de su casa y volví con Sally
Duo.
Vaya, eso no me lo esperaba
Wufei.
Y lo que pasa es que ella y yo... bueno...
Duo.
¡Qué bárbaro Wufei! ¿Te echaste a tu amiga?
Las
palabras de Duo avergüenzan a Wufei, más cuando se da cuenta que los que
estaban atrás del vidrio que los separaba habían oído las palabras del chico
Wufei.
Baja la voz
Duo.
Lo siento... ¿y cuál es el problema?
Wufei.
Es que yo nunca... fue la primera vez
Duo.
¿Y?
Wufei.
¿Cómo que Y? En primera no esperaba que ella me amara, menos que se entregaría
a mí, y tú sabes que hace años... bueno, no solo eso, siento que ya no puedo
hablarle como antes ¿me entiendes?
Duo.
Sí, entiendo
Wufei.
Y siento que la perdí, no debimos...
Duo.
Es tarde para eso
Wufei.
Lo sé
Duo.
¿Sabes? Desde aquí no te soy de ayuda pero cuando quieras venir a charlar te
escucharé, estar relacionado con las cosas de afuera me hará bien
Wufei.
¿Entonces te dejarás ver?
Duo.
Sí, pero solo por ti ¿vale?
Wufei.
Vale
El
guardia atrás de Duo se acerca a él para decirle que se acabó su tiempo, el
chico asiente y sonríe a su amigo
Duo.
Gracias por la visita
Wufei.
Cuídate mucho
Duo.
Sí, tú también
Sonriendo
Duo se levanta de la silla y se marcha, Wufei espera hasta que ya no está a la
vista también para levantarse e irse...
Al
abrir los ojos lo primero que ve es la doliente luz del sol que entra por la
ventana, al intentar moverse para ver en qué lugar se encuentra siente un gran
dolor en todo su cuerpo, si un camión le hubiese pasado por encima no habría
sentido tanto dolor, aquello lo confunde, de hecho no podía pensar mucho en ese
momento, recordaba algunas cosas del día anterior pero no todas
Armand.
Hola mi dormilón favorito
Enseguida
Trowa voltea hacia Armand cuando escucha su voz y entonces los recuerdos de la
noche anterior vienen a él, un sonrojo cubre su rostro al tiempo que abre
ampliamente los ojos, su mirada sobre el chico era de asombro pero a la vez
repulsión, ahora recordaba que había sido sometido, habían profanado su cuerpo
Trowa.
Hijo de puta
Armand.
Ay que feo me dices ¿qué te hice?
Trowa.
¡Me jodiste carajo!
Armand.
Ah eso
Armand
sonríe complacido ante la reacción de Trowa y al recordar la deliciosa noche
anterior, y como si tratara de burlarse se acerca a la cama y se sienta
estirando su mano hacia el ex baterista para acariciarle el cabello
Armand.
Estuviste tan bien, fue delicioso
Trowa.
¡Muérete infeliz!
Armand
echa una gran carcajada y cuando Trowa le da un golpe en la mano para que lo
suelte, se pone de pie y nuevamente sonríe
Armand.
Que carácter, además ya era hora que supieras cómo se siente ¿te gustó?
Trowa.
¡Púdrete pedazo de mierda!
Armand.
Que boca tienes ¿puedes hablar unos momentos sin injurias?
Trowa.
Dime donde estoy, asqueroso bastardo
Armand.
A pesar de tu falta de respeto te contesto que estas en mi casa, anoche te
traje, estabas algo inconsciente, por eso no te diste cuenta, además que
llevarte a tu casa no era conveniente, esa hermana tuya me daría un sermón, y
francamente no me apetece oírlo
Ésta
vez Trowa guarda silencio, deja de mirar a Armand y mira por la ventana, afuera
hacía un excelente sol, pero para el ojiverde todo estaba gris, físicamente se
sentía terrible, los efectos de la heroína eran mucho peor que los de la
marihuana, el alcohol, el éxtasis o la cocaína, además que haber sido penetrado
al parecer varias veces, no ayudaba mucho. Para Armand el caso era contrario,
poco a poco iba a someter a Trowa hasta que fuera completamente suyo y cuando
se cansara de él lo votaría cual vil guiñapo
Armand.
¿Desayunas?
Trowa.
Me quiero largar de aquí infeliz
Armand.
Pues vete, no me importa, pero no te ayudaré y a ver si puedes moverte
De
forma altanera Armand sale de la habitación y afuera de ella ríe, en cambio Trowa
con furia golpea la cama un par de veces con su puño, unas ganas tremendas de
llorar le vienen pero con mucha fuerza de voluntad se abstiene
Trowa.
¿Me lo merezco?... pensar que trataba a Quatre como una puta y terminé siendo
yo la puta de Armand... ¿Qué debo hacer? Me quiero morir
A
pesar de su fuerza de voluntad Trowa se cubre el rostro con ambas manos y
comienza a llorar, no podía perdonarse a sí mismo y tal vez morir era lo mejor,
ya nada le quedaba por lo cual vivir, la ausencia de Quatre le hacía olvidar
que tenía a su hermana por la que alguna vez habría dado hasta la propia vida,
ahora parecía que lo único que rondaba por su mente era Quatre y nada más, se
estaba convirtiendo en una obsesión... Ese día y a pesar de estar preocupada
por su hermano, Catherine asiste a su última sesión de evaluación, los doctores
ya habían determinado que su problema era operable con un 90 por ciento de
seguridad de que podía volver a caminar, Irea y el enfermero contratado por
Wufei la acompañan, muy pronto sería su primera operación...
Mientras
en la casa de Dark Sound, Relena que acababa de terminar su ensayo sube a la
habitación de Noin donde la mujer descansaba, el doctor le había dicho que su
embarazo sería de alto riesgo y que debía guardar reposo
Noin.
Gracias que viniste
Relena.
¿Cómo te sientes?
Noin.
No muy bien
Relena.
¿Sigues deprimida?
Noin.
¿Qué crees? Mi hijo no tendrá padre
Relena.
Es pronto para pensar en ello pero tal vez conozcas a otro hombre, Zechs...
Noin.
¡Sé que está muerto, no tienes que recordármelo!... perdón
Relena.
Este... te dejo sola, cualquier cosa me hablas
Noin.
Sí
Aunque
su hijo fuera importante para ella, Zechs no dejaba de ser el hombre a quien
más había amado y por ese simple hecho no podía pensar de forma tan positiva,
aunque su hijo fuera importante tal vez nunca lo sería tanto como había sido
Zechs, tal vez era egoísta pero así se sentía en esos momentos... Al salir de
la habitación de Noin, Relena pasa por la habitación de Dorothy, por lo general
la chica casi nunca estaba ahí pero tal vez no tardaba, por eso la vocalista
entra ahí para esperarle, no sabía que le sucedía, no sentía ningún cariño
hacia la bajista, tal vez solo era un medio de llenar su vacío, o tal vez le
ayudaba a no pensar en Heero, pero fuera lo que fuera lo iba a seguir
haciendo...
Después
de varias horas cuando Trowa por fin puede levantarse siente la imperiosa
necesidad de vomitar, por lo que corre al baño pero se lleva una gran sorpresa
cuando no es comida lo que devuelve sino un chorro de sangre seguido de un
fuerte dolor al costado de su vientre, un extraño escalofrío le recorre la
espina dorsal
Trowa.
Dia... diablos
Nunca
antes había sentido dolor igual, ninguna droga había tenido ese efecto en él
¿era acaso solo por la heroína? ¿O tal vez era el conjunto de todas las drogas
consumidas hasta el momento?
Desde
hace varias horas sentía unas náuseas tremendas que lo tenían tirado en la
cama, cosa que le parecía muy extraña, no había comido nada que pudiera haberle
hecho daño, simplemente se había despertado sintiéndose así
Quatre.
¿Será que algo malo está pasando? Será Duo? Wufei? Catherine?... Trowa?
Pensativo
fija su mirada hacia el teléfono y lo mira por largos segundos, después mueve
la cabeza rápidamente y fija su mirada al techo
Quatre.
No voy a llamar... necesito alejar mis pensamientos de New York y de Trowa,
ahora estoy en París y tengo a Joe... no me falta nada
El
rubio sonríe satisfecho y poco después entra Joe que había salido muy temprano
de su trabajo, se había ido preocupado al ver que Quatre no estaba bien y al
llegar lo primero que hace es ir a ver como está, al llegar se sienta a su lado
en la cama
Joe.
¿Cómo sigues?
Quatre.
Mejor
Joe.
Mnh ¿no será que estas preñado?
Quatre.
¡No seas bobo!
Joe.
Jajaja lo siento
Quatre
le sonríe tiernamente a Joe y acercándose a él se acuesta en su regazo cerrando
los ojos, Joe sonríe y le comienza a acariciar los cabellos
Quatre.
¿Sabes? Estoy muy a gusto a tu lado, gracias
Joe.
Gracias a ti por venir conmigo... te amo Quatre
Era
la primera vez que Joe decía aquellas dos palabras y eso sorprende a Quatre que
abre los ojos y lentamente se levanta de su regazo para mirarlo con sorpresa,
en cambio Joe lo mira con ternura
Quatre.
¿Es verdad?
Joe.
Sí, desde hace tiempo
Quatre.
Yo...
Joe.
Sé que aún no me amas pero no pierdo la esperanza
Quatre.
Lo siento
Joe.
No, no lo sientas, eres de verdad lindo
Agarrándolo
tiernamente de la cabeza Joe lo acerca a él para darle un beso en los labios y
después recarga ésta sobre su pecho, Quatre vuelve a cerrar los ojos, después
sonríe y lo abraza, que bien se sentía oír aquellas palabras...
Durante
todo el día Wufei había evitado ver a su amiga Sally, no podía encararla,
sentía que aquella mujer ya no era nunca más su vieja amiga. Es hasta llegada
la noche cuando el ojinegro se decide a aparecerse por el departamento, la
chica lo esperaba sentada en la silla del comedor, al verlo llegar se pone de
pie y cuando se acerca a él, Wufei pasa de ella y entra a la habitación, Sally
se siente mal y se acerca a la puerta
Sally.
Estaba muy preocupada por ti... Wufei tenemos que hablar... tal vez estuvo mal
pero...
Antes
de terminar Wufei abre la puerta y con esfuerzo la mira a los ojos, ella le
sonríe pero él se muestra frío
Wufei.
No es tú culpa pero... ya no me siento a gusto aquí, mañana me iré
Sally.
¿Eh?
Wufei.
Lo siento
Sin
decir más Wufei entra nuevamente en la habitación, Sally intenta detenerle pero
él alcanza a cerrar incluso con seguro, Sally comienza a golpear la puerta
mientras que Wufei estaba recargado en ella del otro lado
Sally.
No por favor... podemos intentarlo, Wufei tienes... tienes que entenderlo... te
amo, siempre te amé... Wufei!
Con
los puños sobre la puerta la chica se desliza hasta quedar hincada frente a
aquel pedazo de madera, las lágrimas brotaban de sus ojos y en mente se
maldecía por haber seducido a su amigo la noche anterior y por haberse
declarado, tal vez ser la amiga íntima y siempre fiel era mejor que esa
situación, se odiaba por ello...
Trowa
también regresa a casa por la noche, cuando sube a su habitación se lleva un
regaño por parte de su hermana pero éste la ignora y se encierra en su
habitación, estaba demasiado débil pero sentía una gran necesidad por volver a
drogarse. Su dotación de éxtasis era muy pequeña, Armand lo había proveído de
unas cuantas pastillas, entonces decide tomarlas todas, tal vez así acabaría
con su vida, ese era su mayor deseo, nunca había pensado en el suicidio, por
eso no creía que cortarse las venas o aventarse de un octavo piso fueran buenas
opciones, aún en la muerte debería de haber placer... Enojada a más no poder,
la pelirroja va a la habitación de Irea para descargar su coraje, ella la
escuchaba atenta pero cuando decide que es momento adecuado, corta la plática,
ella era alguien alegre y esos temas no le gustaban, además el ojiverde no era
santo de su devoción después de haber oído la historia de él y su hermano
Irea.
Tranquila mujer, mejor cuéntame qué onda con tu vida
Catherine.
Mi hermano está en eminente peligro ¿crees que me interesa hablar de eso?
Irea.
Vamos, inténtalo
Catherine.
Pues no hay mucho que decir
Irea.
Como no, a ver ¿tienes novio?
Catherine.
¿Novio? En mi caso sería Novia
La
pelirroja sonríe a la chica pero ella se sorprende por aquella declaración, no
había imaginado que Catherine fuera homosexual
Irea.
Cielos
Catherine.
Aun así la respuesta es No ¿a ti qué te gusta?
Irea.
Yo soy Hetero, los hombres son mi delirio
Catherine.
Ya veo
Ambas
chicas se sonríen
Catherine.
¿Y tú?
Irea.
Yo soy libre, solo tengo amiguitos
Catherine.
Ya veo
Irea.
Oye pero tú eres muy linda ¿por qué no tienes pareja?
Catherine.
La tenía pero me traicionó y hace días que no sé de ella
Irea.
Ya veo ¿y aún la amas?
Catherine.
Aunque me duela sí
Irea.
Lo lamento
Catherine.
Está bien, en estos momentos mi prioridad es Trowa y después mis piernas
Irea.
¿Y otro prospecto?
Catherine.
No por el momento, aunque
Irea.
¿Aunque?
Catherine.
Nada, es que hay una chica que me gusta, pero es solo eso
La
pelirroja se sonroja un poco y baja la mirada, Irea la mira fijamente y
parpadea
Catherine.
Su nombre es Sally, es amiga de un amigo
Irea.
Ya veo
Catherine.
Pero como te dije, por lo pronto solo pienso en mi hermano y mi recuperación
Irea.
Haces bien, a veces la vida de pareja es un fastidio
Catherine.
Y si
Ambas
chicas se comienzan a reír pero en medio de su risa escuchan un golpe
proveniente de afuera, como si algo se hubiera caído o golpeado, ambas dejan de
reírse, Irea se levanta de la cama donde estaba sentada y se acerca a la puerta
para salir, Catherine la sigue, en el pasillo no había nada pero enseguida la
pelirroja se acerca a la puerta del cuarto de su hermano y la abre, ahí lo
encuentra tirado en el suelo
Catherine.
¡Trowa!
Enseguida
la chica se acerca más a su hermano y nota como por su boca salía un poco de líquido
blanco parecido a espuma, sus ojos estaban casi en blanco desviados hacia
arriba y se convulsionaba, asustada intenta ponerse de pie olvidando su
condición por lo que cae al suelo junto a su hermano
Catherine.
¡Hermano reacciona, Trowa! ¡Irea llama a la ambulancia!
...
En medio de un profundo y placentero orgasmo Quatre siente una fuerte punzada
en el pecho y mezclándolo con un gemido exclama un grito, Joe aprieta su cuerpo
contra el suyo y el rubio entierra sus uñas en la piel de su espalda, ambos habían
culminado, pero Quatre se veía más agitado que Joe, pasados unos segundos
calman un poco sus respiraciones y Joe sale del ex bajista acomodando su cuerpo
junto al del rubio
Joe.
Habría jurado que gritaste de dolor
Quatre.
No, es que ese orgasmo fue tremendo
Joe
sonríe y a la vez se sonroja, en cambio Quatre se sentía inquieto pero no
quería hacer especulaciones, aunque algo dentro de él le decía que no podía
estar tan cómodamente viviendo en París, debía regresar aunque no quisiera, las
náuseas y esos dolores no eran algo normal, algo estaba pasando en New York...
Dentro
de la ambulancia los paramédicos atendían a Trowa, la hermana de Quatre estaba
arriba acompañándolo mientras que Catherine se había quedado en la casa, Irea
le había prohibido salir porque estaba muy alterada, la chica lloraba
desconsolada, nunca antes su hermano había experimentado un ataque de
sobredosis y no sabía cómo podía responder a eso, además se sentía muy culpable
por haber permitido que su hermano llegara a esos extremos, nunca se lo iba a
perdonar...
Después
de ser atendido el ojiverde, el Doctor le dice a Irea que por el momento está
estable y que se encuentra inconsciente, ella enseguida llama a Catherine para
tranquilizarla. A la mañana siguiente acompañada de su enfermero la pelirroja
va a ver a su hermano pero Trowa aún seguía sin despertar, el ex baterista dura
así dos días más, esos días Catherine no se había despegado del Hospital a
pesar de los regaños de Irea, también la pelirroja había intentado comunicarse
con Wufei pero éste tenía el teléfono apagado. Ese día por la tarde Trowa
despierta y pide ver a su hermana, la chica no duda y va a verlo, su hermano
estaba ojeroso y semidormido
Trowa.
Catherine... ayúdame... tienes que matarme
Catherine.
¿Qué tontería dices?
Trowa.
No lo soporto sin él... quiero morir
El
ojiverde comienza a verse inquieto y sujeta el brazo de su hermana con fuerza,
a pesar de no haber comido en dos días
Trowa.
Necesito drogas... por favor hermana... dame más éxtasis
Catherine.
¡Trowa no!
Afuera
se escuchan los gritos de Catherine, un doctor y una enfermera entran
rápidamente encontrando a Trowa sujetando el brazo de su hermana con ambas
manos y un poco levantado tratando de jalarla pero ella se oponía, ambos se
acercan y hacen que la suelte pero Trowa comienza a patalear y poner
resistencia, Catherine comienza a llorar, la enfermera aplica un calmante
mientras el Doctor lo sostiene fuertemente, poco a poco Trowa se tranquiliza
Doctor.
En unos minutos estará dormido
Catherine.
¿Estará bien?
Doctor.
Su fármaco dependencia es muy fuerte y no se ha alimentado bien, además parece
estar en estado Depresivo, solo nos queda esperar un poco, pero le seré
sincero, su hermano está grave, lo siento
El
Doctor sale de la habitación mostrándose muy firme y en cambio la enfermera
sale con la cabeza agachada, por su parte Catherine vuelve a llorar y se acerca
otra vez, le sujeta la mano y la besa, Trowa voltea a verla
Trowa.
Me voy a morir
Catherine.
No digas eso
Trowa.
Perdóname nena
Catherine.
No Trowa, perdóname tú
Trowa.
Quisiera... verlo una vez más... me habría gustado mucho... decirle que lo
siento y que lo amo... quiero volver atrás... quiero regresar
Cerrando
sus ojos Trowa comienza a derramar un par de lágrimas
Catherine.
Debes vivir, para que puedas verlo y decirle que lo amas
Trowa.
Yo... lo amo, dile que lo amo... yo no estaré ahí para... decírselo
Catherine.
Debes ser fuerte Trowa
Trowa.
Y que... me perdone
La
voz del ojiverde sonaba cada vez más tenue hasta que se desvanece, Catherine
siente que su mano se debilita y abre los ojos más ampliamente, el aparato al
que estaba conectado Trowa comienza a hacer un sonido indicando que ha entrado
en paro, Catherine grita y segundos después entran el doctor y dos enfermeras
con el equipo de resucitación, una de ellas aparta a una histérica Catherine
mientras el doctor y la otra enfermera intentan resucitar al ex baterista...
Meses después...
Humedad,
sol, viento y una brisa marina tranquila era el ambiente que se respiraba en
aquel lugar, era una pequeña isla, la cual había sido su hogar durante un par
de meses, tal vez nunca llegaría el día en que pudiera regresar pero en su
corazón aún albergaba esa esperanza, aquella alimentada con la sola idea de
volver a ver al ser amado... Ese día el cielo estaba despejado y en sus ojos
azules el reflejo del mar se fortalecía, una sonrisa atraviesa sus labios
mientras observa el paisaje que ahora era su Hogar
"¿Podré...
volverte a ver mi amor"
Continuará...
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