Fijación
Capítulo 7. Un gran dolor
Habiéndose calmado después de lo sucedido con Relena en casa de los
Peacecraft Yuy, el trenzado regresa a su casa, su tía esa noche iba a hacer
doble turno en el trabajo y no iba a llegar a dormir, por eso había invitado a
Heero a dormir, el ojiazul recibe a Duo con un abrazo pero Duo estaba
visiblemente no muy alegre, lo cual preocupa a Heero
Heero. ¿Qué pasó?
Duo. Es que se me perdió tu llave, lo siento
Heero. No te preocupes pero ¿llegaste a mi casa?
Duo. Si, toque y nadie me abrió, tendrás que ponerte mi ropa
Heero. Qué raro, Relena nunca está fuera tan noche y mi papá tampoco
Duo. Tal vez se fue con una amiga y de tú papá pues... no sé
Heero. Bien, no importa
Unos segundos de silencio entre los dos y Heero atrae a Duo hacia él
comenzando ambos a besarse y caminando hacia la sala donde los dos se sientan y
después poco a poco comienzan a acostarse, Heero sobre Duo acariciándolo
apasionadamente deteniéndose unos segundos para poder verlo a los ojos
Heero. ¿Seguro que estaremos solos hasta mañana?
Duo. Sí... no pares
El ojiazul sonríe y los dos vuelven a besarse continuando Heero
acariciando a Duo hasta comenzar a desabrocharle los botones de la blanca
camisa hasta quitarla aventándola al suelo, Duo sonríe ante las cosquillas que
la ropa de Heero le hace en su desnudo pecho y baja sus manos comenzando a
desabrochar el cinturón del pantalón del ojiazul volviendo los dos a besarse,
de pronto la luz en la casa se va y los dos se detienen unos momentos pero
riendo, después los dos continúan besándose, la falta de luz no era impedimento
para terminar lo que habían comenzado pero la luz no tarda en llegar, aún ellos
continúan besándose con los ojos cerrados y cuando se sueltan Heero dirige sus
labios a la oreja de Duo besándola y pasándose a su cuello, el trenzado gime
despacito ante los besos y caricias y con sus brazos aprieta la espalda de
Heero
Duo abre sus ojos y hace su cabeza hacia el lado izquierdo dirigiendo
su mirada hacia la puerta de su habitación donde ve a Hilde de pie afuera de la
habitación observándolos a los dos, el trenzado se distrae un poco pero Heero
no lo nota continuando ahora con el pantalón de Duo separándose un poco del
trenzado para poderle quitar bien el cinturón del pantalón pero ve que Duo
mantenía los ojos apretados, Heero lo ve unos segundos pero termina de quitarle
el cinturón así como el botón y el cierre hasta abajo volviendo a acostarse
sobre él, nuevamente los dos se besan pero Duo abre sus ojos viendo ahora a
Hilde a pie del sillón observándolos, Duo no aguanta más la presión por más que
trataba de concentrarse en lo que Heero le hacía y avienta al ojiazul
Duo. ¡Ya basta!
Heero. Duo...
Los dos se miran a los ojos y Duo vuelve a aventar a Heero para
poderse poner de pie, se levanta del sillón y sube corriendo las escaleras
hasta su habitación donde azota la puerta, Heero no entiende para nada lo que
sucede y se levanta del suelo para ir también a la habitación de Duo, abre la
puerta y ve al trenzado sentado en una esquina con las piernas encogidas y la
cabeza agachada, Heero prende la luz del cuarto y se acerca a Duo haciéndolo
levantar la cabeza, el ojiazul se sorprende de ver lágrimas en los ojos y
mejillas del trenzado y lo abraza, enseguida Duo también lo abraza con fuerza
soltando el llanto, Heero estaba completamente intrigado... minutos después
Heero suelta a Duo cuando siente que él lo empuja un poco y secándose las
lágrimas el trenzado mira fijamente a Heero, el ojiazul acaricia el cabello de
Duo y se acerca dándose un beso en la punta de la nariz
Heero. Perdóname, no quise ir tan rápido
Duo. No es eso, no se trataba de eso
Heero. ¿Entonces? Si no es por lo que estábamos haciendo ¿entonces por
qué?
Nuevamente Duo abraza a Heero y comienza a llorar, el ojiazul le
sostiene con una mano la cabeza acariciándole los cabellos y con la otra lo
toma de la espalda, cada vez entendía menos lo que le pasaba a Duo pero él sin
dejar de llorar le explica
Duo. No puedo vivir así
Heero. ¿Cómo?
Duo. Con estas culpas... no puedo
Heero. No entiendo ¿de qué culpas hablas?
Duo. He hecho cosas malas, cosas que no te puedo decir... y ya no
puedo más
Heero se queda callado y estático ante la confesión dejando de
acariciarle los cabellos, Duo deja el llanto un poco y levanta el rostro
mirando a Heero fijamente quien solo miraba al frente pero sin esperárselo
Heero sonríe ampliamente observando ahora al trenzado y Duo no entiende porque
Heero. Vamos ¿qué pudo ser tan malo? Todos cometemos errores
Duo. ¿Qué?
Heero. Estoy seguro que lo que hayas hecho tiene perdón, no debes angustiarte
Heero aprieta el cuerpo de Duo contra el suyo y le besa la frente, Duo
se queda muy pensativo ante las palabras, seguramente Heero no había entendido
la magnitud de la confesión pero era mejor dejarlo así, en ese momento de
vulnerabilidad pudo haber perdido la confianza de Heero para siempre y no se
podía permitir algo así, para la próxima era mejor no hablar de más...
Sin continuar con lo que hacían Heero había tenido que hacer el
sacrificio de terminar el solo como consolación, si Duo estaba indispuesto era
mejor no presionarlo, el chico era tan lindo que se sentía culpable por cosas
"malas" que había hecho, algo que Heero pensaba como que antes era un
pandillero o drogadicto, cosas leves o cosas no tan graves como lo eran matar a
alguien, a lo que Duo realmente se refería y entonces decide dormir, su celular
se había quedado sin batería y el teléfono de la casa de Duo se encontraba
fuera de servicio por falta de pago así que no iba a poderse comunicar a casa
para avisarle a su papá que no iba a llegar a dormir
Duo le acomoda a Heero la cama que era de Hilde para no levantar
sospechas con su tía al día siguiente y el ojiazul se queda dormido enseguida,
Duo en cambio no podía dormir, seguía viendo a Hilde rondar por la casa y eso
no estaba nada bien, ese día había faltado al Psicólogo del que le había
hablado su tía pero ya no lo iba a aplazar más tiempo, necesitaba sentirse un
poco más en paz pero sentía físicamente un intenso calor y aunque la ventana
estaba abierta y entraba aire el calor se sentía muy fuerte así que Duo se pone
de pie y con cuidado sale de la habitación para ir al baño a echarse un poco de
agua... abre la llave y el agua comienza a fluir mojándose las manos y
llevándolas a su rostro, cuello y pecho, de pronto se le queda viendo al agua
por mucho tiempo y recuerda fragmentos de aquella noche en que había ahogado a
Trant en el río y enseguida cierra la llave del agua viéndose al espejo y
apretando después los ojos
Duo. No puedo más
Duo vuelve a llorar empuñando con fuerza las manos, ya no podía más
con la carga de su conciencia, pesaba demasiado y entonces escucha una risa y
abre los ojos volteando hacia atrás para saber si alguien estaba ahí ya que esa
no era la risa de Hilde pero no había nadie, Duo cierra los ojos y se repite varias
veces así mismo que todo está en su mente y entonces la risa se detiene, el
trenzado abre los ojos sintiéndose tranquilo pero al hacerlo frente a él estaba
Trant, con la piel completamente azul, los labios morados y sangré saliéndole
por los ojos, Duo grita asustado y se acerca a la puerta intentando abrirla
pero por los nervios no puede haciendo parecer que la puerta tiene seguro pero
no lo tenía y entonces comienza a llorar con fuerza golpeándose la cabeza con
el puño derecho
"Deja de llorar, mi amor"
Duo. No estás aquí... ¡No estás aquí!
"Si estoy, he vuelto para ti"
Duo. Trant...
Duo abre los ojos y deja de golpearse la cabeza observando a su
alucinación de Trant fijamente a los ojos y sonríe nerviosamente estirando sus
manos hacia esa imagen que a pesar de lo escabrosa le sonreía, la imagen de
Trant también estira sus manos y se tocan ambos, el trenzado sonríe muy
contento y se avienta a la imagen pero cae al suelo, muy triste levanta su
mirada hacia donde debería estar Trant pero ya no estaba, en eso escucha que
alguien toca a la puerta del baño
Heero. Duo ¿estás bien?
La voz de Heero desconcierta un poco a Duo pero reacciona enseguida
poniéndose de pie y limpiándose las lágrimas se acerca a la puerta y abre,
Heero lo mira extrañado y lo abraza, Duo aprieta sus manos a los costados de su
cuerpo y aleja después a Heero quien lo miraba aun completamente extrañado, Duo
en cambio lo veía con el ceño fruncido
Duo. Tú no eres Trant
Heero. ¿Trant?
Duo. ¡Tú no eres Trant!
Duo se avienta hacia Heero golpeándole el pecho con los puños pero
Heero sujeta con fuerza los hombros de Duo y lo atrae hacia él dándole un
fuerte abrazo, Duo abre ampliamente los ojos y también abraza a Heero
comenzando a llorar de nuevo
Duo. Tu eres Heero... tu eres Heero... tu sí estas aquí, tú estás vivo
Heero. Sí, estoy aquí, jamás me separaré de ti
Duo llora hasta que ya no puede y se queda dormido en brazos de Heero,
el ojiazul lo observa y notoriamente muy preocupado lo lleva hasta la
habitación donde lo acuesta con cuidado en la cama, le quita las pantuflas y lo
tapa con una sábana suspirando hondo, jamás había visto a alguien con una
crisis de ese tipo, Duo jamás le había dicho algo acerca de que le dieran
crisis nerviosas o algo por el estilo, sin duda estaba muy preocupado... a la
mañana siguiente cuando Duo todavía no despertaba llega Noin y se sorprende de
ver a Heero sentado en el sofá de la sala bebiendo café, eran las siete de la
mañana, el ojiazul ve llegar a la tía y se pone de pie para saludarla
Heero. Hola Señora ¿me recuerda?
Noin. Sí Heero, gracias por tu visita ¿y Duo?
Heero. Dormido
Noin. Ya veo
Heero. Señora ¿podemos hablar?
Noin. ¿Habla de qué?
Heero. De Duo
Noin. Claro, déjame prepararme un café y hablamos
Heero. Si
La tía del trenzado se retira hacia la cocina y Heero nuevamente se
sienta bebiendo a su tasa de café, a los pocos minutos Noin regresa trayendo
con ella galletas para el café
Noin. Te escucho
Heero. No sé qué le pasó ayer a Duo pero estaba muy alterado
Noin. No otra vez
Heero. ¿Otra vez?
Noin. Desde que mi Hilde se fue él tiene ataques de nervios, dice que
la ve a ella
Heero. ¿Ve a Hilde?
Noin. Sí, dice
que su espíritu sigue aquí
Heero. Ayer no dijo nada de su prima, más bien mencionó a un tal Trant
Noin. ¿A Trant?
Noin se desconcierta al escuchar a Heero, del tiempo que Trant llevaba
muerto Duo no había vuelto a hablar de él salvo cuando había tenido que ir a
declarar a la policía porque él había sido la última persona en verlo y por ser
su mejor amigo, en cambio el ojiazul se queda esperando respuesta por parte de
la señora que se veía muy pensativa
Heero. ¿Quién es el tal Trant?
Noin. Era su mejor amigo y novio de mi hija, murió ahogado hace tiempo
Heero. Cuanto lo siento
Noin. Creímos que lo había superado pero por lo que me dice veo que no
Heero. ¿Le afectó mucho?
Noin. Si, eran como hermanos, Duo lo quería muchísimo
Heero. Ya veo... señora, quiero ayudar a Duo, cuente conmigo para lo
que sea
Noin. Gracias muchacho, tú, Trowa y Quatre son de mucho apoyo para mí
Duo
Heero. Para eso estamos los amigos
Heero y Noin se sonríen, la tía de Duo se sentía contenta de que su
sobrino tuviera buenos amigos a su alrededor ya que era un chico con bastantes
problemas y que merecía ser feliz después de tantas penas que había tenido que
soportar desde pequeño, sobre todo lo que tenía que ver con la muerte, parecía
que ésta le perseguía en todo momento y lugar
- Mamá, la niña está llorando -
Trowa. ¡Relena!
El ojiverde se despierta alterado y confundido, a su alrededor había
gente que lo observaba fijamente y estaba conectado a cables y aparatos, oía la
voz de una enfermera que le avisaba al doctor que el paciente había despertado
al fin pero veía todo nublado, su cuerpo temblaba y se sentía sumamente raro,
no recordaba casi nada del accidente de la noche anterior, solo tenía en mente
la imagen de Relena traspasando el parabrisas y cubierta de sangre, todo su
cuerpo temblaba solo de recordarla... un doctor se le acerca y comienza a
examinarlo pero él no se dejaba, intentaba moverse pero él se lo impedía
Doctor. Calma, todo va a estar bien
Trowa. Mi hermana doctor, ¿dónde está?
Doctor. Tranquilícese
Trowa. ¡Quiero saber de ella!
Una enfermera se acerca para auxiliar al doctor con Trowa y le da un
tranquilizante para que deje de moverse tanto y mientras va recuperando poco a
poco su buena visión observando los alrededores de la habitación de hospital,
la enfermera coloca su mano sobre la frente de Trowa y lo arrulla
Trowa. ¿Por qué no siento mis piernas?
Enfermera. Tranquilo, ya hablaremos de eso
Trowa. ¿Llamaron a alguien?
Enfermera. No hemos podido comunicarnos con nadie de tu familia
Trowa. Quiero saber cómo está mi hermana
Poco a poco Trowa cierra los ojos y se queda dormido, había pasado
toda la noche desde el accidente dormido pero ahora lo importante era
mantenerlo tranquilo, era demasiado pronto para darle malas noticias como la
muerte de Relena o lo de sus piernas... el doctor otra vez se acerca a la cama
y se pone a un lado de la enfermera mientras ambos miran a Trowa
Doctor. Pobre, toda una vida por delante
Enfermera. Sí, ha perdido sus dos piernas, y su hermana...
Doctor. Muerta
Enfermera. Y esperando un bebé, que lástima
Doctor. Sí pero ¿qué le vamos a hacer?
Enfermera. Hicimos todo lo posible por salvarle las piernas, usted lo
sabe
Doctor. Sí... trate nuevamente de comunicarse con la familia
Enfermera. Si doctor
La enfermera se va y el doctor observa por otros segundos a Trowa y
después se marcha, tenía otros pacientes a quienes atender...
Un poco más tarde Duo se despierta, Heero le tenía preparado el
desayuno y se lo había subido a la habitación, Noin se había ido a dormir
porque había tenido una noche muy pesada en el trabajo... el trenzado sonríe
emocionado y le da a Heero un beso en los labios por el detalle, nunca le
habían llevado el desayuno a la cama y eso le agradaba
Heero. ¿Sabes Duo? hoy es un día especial
Duo. ¿Por qué?
Heero. Dos cosas, primero voy a terminar con Quatre
Duo. ¿De verdad mi amor?
Muy emocionado Duo abraza a Heero tirando un poco del licuado de
plátano que le había preparado y después se besan, sí que el trenzado estaba
feliz, había esperado por ese día durante mucho tiempo, lamentablemente la
segunda noticia de Heero no iba a ser de su total agrado
Duo. ¿Y la segunda?
Heero. Yo te acompañaré a tus terapias, quiero ayudarte
Duo. ¿Te contó ella verdad? vieja chismosa
Heero. Duo...
Heero mira sorprendido la cara de enojo y hastío de Duo al mencionar a
su tía y no entiende el porqué de su enfado, Heero retira la mesita con el
desayuno y se acerca un poco más al trenzado que estaba cruzado de brazos
torciendo la boca
Heero. Ayer realmente me preocupé por ti, ya me dijo tu tía que no es
la primera vez
Duo. Yo no estoy loco Heero
Heero. Nadie te dice eso
Duo. Pero lo piensas, me miras de esa forma
Heero. Te amo Duo, quiero tu bien
Duo. A veces te juro que me muero de miedo
Duo abraza nervioso a Heero y solloza, realmente estaba muy preocupado
por sí mismo, algún día ya no iba a poder con su conciencia e iba a terminar
por hacerse daño o hacérselo a Heero, la persona a quien en esos momentos más
amaba, ahí si ya iba a ser imposible seguir viviendo... el ojiazul sale de la
casa de Duo y se dirige a la de Quatre, estaba ya decidido, iba a terminar con
Quatre ese mismo día e iba a hablar con su hermano, sabía muy bien que él
quería mucho a Duo además eran novios y él prácticamente le había quitado a Duo
así que ese día iba a ser en definitiva muy complicado. Quatre abre la puerta y
cuando ve a Heero parado en el marco se alegra y lo abraza con emoción, Heero
se desconcierta un poco y por petición de Quatre entra a la casa y los dos se
sientan en la sala
Quatre. Gracias por venir, pensaba en ti precisamente
Heero. Quatre, hay algo que debo decirte
Quatre. Ah, yo también
Heero. Por favor déjame hablar primero
Quatre. No, necesito decir esto
Heero. Está bien
El rubio muy contento toma la mano de Heero y la besa, el ojiazul lo
mira extrañado y lentamente le quita la mano, Quatre se desconcierta un poco
pero no abandona su tierna sonrisa
Heero. Habla
Quatre. Heero, sé que lo digo mucho pero necesito decirte que te amo,
realmente estoy enamorado de ti
Heero. Quatre yo...
Quatre. Déjame terminar por favor
Heero. Está bien
Quatre. Lo que realmente quiero decirte es Gracias
Heero. ¿Gracias? ¿por qué?
Quatre. Por ser tan bueno conmigo, por haber sido el primer hombre con
el que yo tuve relaciones, por ser mi novio, mi amigo, no sé qué haría sin ti
Ante las palabras de Quatre Heero se queda mudo, en los ojos de Quatre
se notaba la ilusión y el tono de su voz era realmente alegre, si le decía en
ese momento que terminaban sin duda le iba a partir el corazón en mil pedazos y
le iba hacer mucho daño así que no podía hacerlo en esos momentos, mejor era
hacer que Quatre se desilusionara poco a poco de él y que el mismo rubio lo
terminara a él... Quatre observa a Heero y se acerca para darle un beso en los
labios y lo abraza con fuerza
Quatre. Te juro que sin ti me muero
Heero. Quatre, no digas eso...
Quatre. ¿Acaso me vas a dejar?
Quatre aprieta con más fuerza la espalda de Heero y sus ojos se
humedecen, Heero corresponde al abrazo y niega moviendo la cabeza, el rubio
siente el movimiento y muy contento se separa un poco de Heero y ambos comienzan
a besarse hasta que el teléfono de la casa de Quatre suena y él se levanta del
sillón para contestar, se trataba del padre de Heero que sonaba muy angustiado
Quatre. ¿Qué le pasa señor?
Odín. ¿Sabes de Heero?
Quatre. Si, precisamente está aquí conmigo ¿todo bien?
Odín. No, hubo un accidente, dile que venga al hospital donde
internábamos a su madre
Quatre. Está bien, le aviso, adiós
Quatre voltea con Heero y él al verle la cara se preocupa así que se
acerca a prisa a Quatre y lo sujeta con fuerza de los hombros, el rubio lo mira
bastante preocupado
Quatre. Dijo tú papá que fueras al hospital donde internaban a tu
mamá, hubo un accidente
Heero. ¿Qué le pasó a mi papá?
Quatre. No lo sé, no me dijo nada más
Heero. Le hablaré a mis hermanos ¿me prestas el teléfono? Mi celular
se descargó
Quatre. Sí claro
Muy apurado Heero marca al teléfono de Trowa pero la operadora le dice
que se encuentra fuera del área de servicio y después habla al celular de
Relena pero éste suena y suena sin ser contestado, se encontraba en la casa,
lugar donde antes de morir estaba la chica, Heero muy enojado sale de la casa
de Quatre siendo seguido por él
Quatre. ¿Te acompaño?
Heero. No
Heero contesta cortantemente y sube a su automóvil para ir rumbo al
hospital, Quatre muy desconcertado no sabe qué hacer y llama a Duo y le cuenta,
el trenzado no se preocupa para nada al saber que Heero estaba bien pero finge
estar preocupado así que Quatre queda de pasar por él a su casa para que los
dos vayan al hospital, recordaba bien el nombre porque Heero lo había
mencionado en alguna ocasión más no sabía la dirección pero su chofer era
conocedor de la ciudad así que no representaba ningún inconveniente...
Heero llega muy apurado al hospital buscando por todos los pasillos,
no sabía quién había tenido el accidente así que no podía preguntar por algún
paciente y decir del accidente era absurdo ya que en los hospitales se
registraban muchos accidentes diariamente y lamentablemente a su padre no le
gustaban los celulares y no tenía ninguno así que Heero no tenía más remedio
que buscar por las áreas no restringidas hasta que llega a una de las salas de
espera y ve a su padre sentado, se veía muy cansado y desaseado, parecía que
había pasado la noche ahí, el ojiazul se acerca y se agacha frente a él, su
padre levanta el rostro y Heero ve en sus ojos el rastro de un llanto y se
preocupa
Heero. ¿Qué paso?
Odín. Tus hermanos...
Odín comienza a llorar nuevamente tapándose el rostro con ambas manos
y Heero siente la sangre hasta los pies y el cuerpo completamente helado, el
accidente tenía que ver con sus hermanos y por la reacción de su padre se veía
que la situación no pintaba bien
Heero. ¡¿Qué les pasó?!
Odín. Relena... tu hermana está muerta
Heero. No
Heero mueve su cabeza a los lados varias veces y se pone de pie
mirando a su padre con cara de asombro, Odín levanta el rostro y ve a su hijo
quien comienza a ponerse muy enojado dejando ir su puño contra la pared y
sintiendo ganas de llorar pero no derramando lágrima alguna a pesar del dolor
Heero. No es cierto
Odín. Es verdad
Heero. ¡¿Y Trowa?!... Trowa
Odín. Tu hermano sigue vivo pero...
Heero. ¿Qué le pasa? ¿está grave?
Odín. Está fuera de peligro pero... perdió sus piernas
Heero. No, Trowa
No pudiendo más Heero recarga su cabeza sobre su brazo y comienza a
llorar en silencio, sus lágrimas caían hasta el suelo y su corazón se oprimía,
su hermana estaba muerta, eso era difícil de asimilar, después de su madre no
había pensado jamás que aquello se repitiera en la familia y además Trowa había
perdido sus piernas, él que prometía mucho como jugador de básquetbol y ahora
le sucedía esto... Heero reacciona y se acerca nuevamente a su padre quien aún
lloraba
Heero. ¿Trowa lo sabe?
Odín. No, ni lo de Relena ni lo de sus piernas
Heero. Quiero verlo papá
Odín. No se puede
Heero. Tienes que lograrlo, quiero verlo
Odín. Heero...
Heero. ¡Tú no entiendes!
Odín. Entiendo, no estas sufriendo solo
Heero. Tiene varios días enojado conmigo, yo quiero que sepa que lo
quiero
Odín. Ya habrá tiempo de eso
Heero. ¡No!... quiero verlo
Completamente alterado Heero intenta ir hacia la habitación de su
hermano aunque no sabía exactamente cuál era pero escucha la voz de Quatre y
voltea hacia atrás viendo a Duo y al rubio a unos metros de ahí, Heero aún
derramaba lágrimas en silencio y se acerca lentamente hacia los chicos pero
apurando después el paso y sin dudarlo se avienta a los brazos de Duo
apretándolo con fuerza dejando a Quatre sorprendido con los ojos completamente
abiertos, Heero sin pensárselo había ido directamente a los brazos de Duo en
vez de buscar los suyos y eso le hace sentir un fuerte dolor en el pecho y
cuando reacciona solo los observa de reojo, Duo estaba preocupado y le daba
palmadas en la espalda, Quatre agacha la cabeza y se acerca a su suegro
Quatre. ¿Qué pasó?
Odín. Relena murió
Quatre. ¿Relena está muerta?... no lo puedo creer
Odín. Y mi hijo, mi pobre hijo... perdió sus piernas
Quatre. Tro... Trowa
Ante la noticia Quatre siente un pequeño mareo y cae de rodillas al
suelo, Odín se levanta y lo ayuda a levantarse y a sentarse, el rubio se tapa
la boca con ambas manos e inhibe el llanto, más que la muerte de la rubia había
sentido el que Trowa estuviera pasando por algo tan duro, porque él a pesar de
los engaños y las intrigas de Duo seguía amando al ojiverde aunque también
estuviera enamorado de Heero, en cambio Duo que había alcanzado a escuchar no
podía evitar sentirse muy contento, la chica no había logrado su cometido de
abrir la boca y eso lo hacía feliz, pocas veces se alegraba de que alguien
muriera y esa era una de las excepciones pero debía fingir y hacerse el dolido,
lo de Trowa le parecía insignificante, si con piernas le parecía un tipo
desagradable ahora sin ellas iba a ser completamente repugnante...
Más de una hora después Odín ya no se encontraba en la sala de espera
del hospital, Quatre le había pedido que se fuera a dormir un poco mientras
ellos se quedaban al pendiente de Trowa, Odín tenía desde muy temprano en el
hospital, la enfermera encargada lo había logrado localizar hasta el día
después del accidente; Heero ya hacía tiempo que había dejado de llorar pero
estaba completamente derrumbado, ahora que por fin se sentía feliz porque
estaba enamorado por primera vez, pero lamentablemente la felicidad no era para
él, al menos es lo que pensaba en esos momentos, Duo y Quatre le acompañaban,
no habían hablado entre ellos, todo estaba muy silencioso, Heero se levanta
para ir al baño dejando a los chicos solos, Quatre tenía ganas de hablar con
Duo pero no sabía por dónde comenzar
Quatre. Que terrible todo esto ¿verdad?
Duo. Sí, pobre Relena, y Trowa también
Quatre. Heero está destrozado, sus hermanos siempre fueron lo más importante
para él
Duo. Para mí la muerte de Hilde también fue horrible y éramos tan solo
primos
El rubio sonríe y apoya su mano en el hombro de Duo y le da unas
palmadas, la expresión de Duo era indefinida pero parecía que estaba realmente
triste
Quatre. ¿Sabes? me sorprende lo que pasó
Duo. ¿Del accidente?
Quatre. No, que Heero buscara consuelo en ti y no en mí
Por las palabras de Quatre el trenzado estaba muy contento aunque no
lo demostraba pero sí que lo estaba, no se había puesto a pensar en ese detalle
pero Quatre si y de seguro era algo que lo tenía preocupado, eso sin duda le
daba puntos a su favor
Duo. No pienses en tonterías ahora
Quatre. Es verdad
Heero llega cuando los chicos ya estaban nuevamente en silencio y
cuando pretende sentarse nuevamente el doctor encargado de Trowa llega, Heero
muy desesperado se acerca a él comenzando a sentirse alterado pero sintiendo la
mano de Duo sobre su hombro se calma
Heero. Hable
Doctor. Trowa no tarda en despertar, es justo que sepa la verdad
Heero. Yo quiero estar ahí doctor
Doctor. Veo que su padre se ha ido así que accederé pero ellos se
quedan
Heero. Está bien
Doctor. Por cierto, no sé si estaban conscientes de la situación pero
su hermana estaba esperando un bebé, apenas iba a ajustar tres semanas
Heero. ¿Relena estaba embarazada?
Heero cierra sus ojos unos segundos y se coloca una mano sobre la
frente suspirando hondo, Duo y Quatre también estaban sorprendidos por la
noticia y el doctor entiende que no estaban enterados de la situación, Heero
mira al doctor y muy serio le pide de favor que no le diga a Odín de la
situación de Relena y él acepta, después de todo eran cosas de familia y él
había cumplido con informar aunque sea a un miembro de la familia, el doctor le
pide a Heero que lo siga y él obedece dejando a Duo y Quatre en la sala de
espera y sin despedirse de ellos, en esos momentos no tenía cabeza para ninguno
de los dos...
Pasan los minutos y Trowa no despierta, ya pasaban de las cinco de la
tarde y tenían esperando en la habitación casi una hora, el doctor ya no estaba
ahí porque tenía muchos pacientes que necesitaban ser atendidos pero Heero y
una enfermera estaban ahí, poco a poco Trowa abre sus ojos y al verlo su
hermano se levanta acercándose a la cama, el ojiverde ve a su hermano y le
sonríe, Heero se acerca más y le sujeta la mano derecha
Trowa. Todo está bien ¿verdad?
Heero. Trowa, necesitas saber algo
Trowa. No
Heero. Trowa...
Trowa. No digas nada
Trowa cierra sus ojos y aprieta la mano de Heero, sabía muy bien que
su hermano le iba a dar una noticia no grata y su corazón se comenzaba a
acelerar
Heero. Deja de evadirte
Trowa. Por favor, necesito escucharte que todo está bien
Heero. Pero Trowa
Trowa. ¡No!... ¡No me digas nada!
Trowa cierra con más fuerza sus ojos y eleva el tono de su voz, de las
orillas de sus orbes comienzan a salir un par de lágrimas y Heero se acerca
dándole un fuerte abrazo apretando también sus ojos
Heero. Si Trowa, está muerta
Trowa ya sabía de la situación, lo había sentido cuando Heero había
comenzado a hablar pero cuando escucha aquella afirmación de los labios de
Heero llora con más fuerza y lleva su otra mano a la espalda de Heero
apretándola con fuerza
Trowa. Yo la maté Heero, fue mi culpa
Heero. No digas estupideces, fue un accidente
Trowa. Debí obligarla antes de arrancar a que se pusiera el cinturón
Heero. No fue tu culpa, así era ella, necia... era necia
El ojiverde suelta a Heero y él se separa de él, ya Heero no podía
volver a llorar, los ojos ya no le daban para más pero Trowa tenía el rostro
cubierto de lágrimas, el ojiazul le seca unas cuantas lágrimas y lo mira
fijamente pero después se aleja, Trowa no entiende porque pero la enfermera se
acerca a él, Trowa la mira desconcertado, la chica se detiene al estar junto a la
cama
Enfermera. Trowa, quiero que me escuches bien ¿sí?
Trowa. ¿Qué pasa?
Enfermera. Aparentemente el choque no fue tan aparatoso pero el auto
iba con el cofre hacia abajo y al estamparse en el árbol se destrozó
completamente por delante, tus piernas quedaron atoradas, prácticamente estaban
desgarradas y no hubo más opción que...
Trowa. ¡Noooo!
Mientras la enfermera hablaba Trowa la veía fijamente pero conforme
avanzaba su historia iba comprendiendo a lo que quería llegar la enfermera y
antes de dejarla terminar se quita de encima la sábana y ve horrorizado como
ambas piernas se encontraban amputadas a escasos dedos arriba de las rodillas,
un escalofrío le invade por completo el cuerpo y se comienza a alterar mucho
comenzando a gritar, todo parecía una pesadilla, algo que deseaba se tratara de
un sueño pero no lo era, era real, su hermana estaba muerta y él se había
quedado sin piernas, Heero lo mira y la sensación de impotencia le hace
sentirse miserable, no había nada que pudiera decir o hacer para ayudar a
Trowa, su hermano seguramente debía de estar sufriendo mucho
Trowa. ¡Quiero mis piernas! ¡devuélvame las malditas piernas!
Enfermera. Tranquilícese por favor
Trowa. Mis piernas
Trowa cierra nuevamente sus ojos y eleva el rostro, no quería verse
así mismo sin piernas, todo le parecía horrible, la enfermera le da nuevamente
un tranquilizante para dormirlo porque estaba bastante alterado y Heero no
pudiendo más sale de la habitación recargándose en la pared y dejándose caer
poco a poco hasta sentarse en el suelo donde se encoge de piernas y agacha la
cabeza, para él todo también parecía el producto de una pesadilla pero debía
aprender a ajustarse a la realidad...
Fumándose tranquilamente un cigarro Wufei observaba por la ventana,
era de noche y la luna brillaba en su mejor estado, era noche de luna llena, en
ese momento siente como unos brazos le rodean el pecho sintiendo a su vez el
pecho de aquella persona sobre su espalda, Wufei coloca sus manos sobre esos
brazos y gira un poco su cabeza hacia atrás
Wufei. Estas despierta
Sally. Sí mi amor
La chica besa el hombro izquierdo de Wufei con ternura y luego se
besan en los labios, Wufei nuevamente mira por la ventana y continúa fumando,
estaba muy pensativo, desde que había sabido la noticia del embarazo no podía
dejar de pensar en Relena
Sally. ¿En qué piensas amor?
Wufei. ¿La verdad?
Sally. Si
Wufei. En Relena y en su hijo... mi hijo
Sally. ¿Tu... hijo?
La chica suelta a Wufei y lo hace girarse para tenerlo enfrente, no
podía creer lo que estaba escuchando ¿acaso Wufei aceptaba esa paternidad? En
cambio el chino continúa fumando despreocupado, él era de esos tipos que les
valía casi todo y para él el enojo de Sally era insignificante y aburrido
Wufei. Sí, mi hijo
Sally. ¿Cómo sabes que es tuyo?
Wufei. No sé, algo me lo dice
Sally. Eres un idiota, esa zorra logró atraparte
Wufei. No la llames así
Sally. ¿Qué no te das cuenta? Ese era su plan
Wufei. No me importa lo que pienses, es más, le pediré que se case
conmigo
Sally. ¿Qué? eres el hombre más idiota del mundo
Wufei. ¡Ya cállate urraca! No amo a Relena pero me casaré con ella y
le daré apellido a mi hijo ¿entendiste?... y la zorra eres tú
Sally abre su boca mientras observa a Wufei sintiéndose completamente
indignada por las palabras, el chino comienza a juntar la ropa de la chica que
estaba tirada en el suelo y se la avienta, Sally la agarra con ambas manos
siendo observada despectivamente por Wufei
Wufei. ¿Qué esperas? Lárgate
Sally. Pero...
Wufei. Nada, vete
Sally. Wufei estoy desnuda
Wufei. Te cambias afuera, anda, vete
Wufei agarra a Sally de los hombros y le da media vuelta comenzando a
empujarla ligeramente hacia la puerta, la abre y le da un empujón haciéndola
salir por completo de la habitación, la chica estaba a punto de llorar pero
mientras solloza se comienza a poner la ropa rápidamente, no quería que alguien
de la casa de Wufei la viera desnuda... Wufei apaga su cigarro y sonríe, de
seguro iba a ser muy divertido ser padre, solo esperaba que Relena lo pudiera perdonar
por como la había tratado y aceptara casarse con él, seguro con el paso de los
años podía enamorarse de ella, ya la estimaba así que no iba a ser nada difícil
llegar a amarla.
Ya casi de madrugada Odín regresa nuevamente al Hospital para relevar
a Heero que se veía muy cansado, Duo y Quatre se habían ido al caer la noche,
el ojiazul ve a su papá y se pone de pie, le da un abrazo y después ambos se
sientan, Odín mira a su hijo y le sonríe acariciándole los cabellos
Odín. Vete a dormir hijo
Heero. No puedo, quiero quedarme
Odín. No, vete
Heero. Pero...
Sin esperar a más oposiciones Odín coloca su mano sobre el hombro de
su hijo y lo atrae hacía con él para abrazarlo depositando un beso en su cabeza
sobre el cabello, Heero se sorprende un poco, Odín era muy buen padre pero
hacía muchos años que no le daba esa clase de demostraciones de cariño, Odín
suelta a Heero y él accede a irse a descansar, después de todo se sentía muy
cansado, el ojiazul se despide de su papá y se va del hospital y llega a su casa,
antes de entrar duda en abrir la puerta, sabía que esa casa ya no iba a ser
igual pero debía continuar con su vida, tal cual lo había hecho después del
fallecimiento de su mamá, Heero entra a la casa y la mira desde la puerta, se
sentía vacía, abandonada, entonces se sienta en la sala y observa hacia las
escaleras
Relena. Vas a ver, le voy a decir a papá
Heero. Dile, que al cabo sabe que eres bien chillona
Relena. No es verdad
Heero. Llorona
Relena. No es cierto
Heero. A que sí, quieres llorar, quieres llorar
Relena. ¡No es cierto... papá!
Heero sonríe al recordar cuando era niño y hacía llorar a su hermana
quien siempre había sido caprichosa e infantil y muy vulnerable, el ojiazul
aprieta con fuerza sus ojos y se agacha escondiendo su rostro entre sus brazos
que estaban sobre sus piernas, a pesar de lo mal que se llevaba siempre con
Relena no dejaba de ser su hermana y la quería, lamentablemente ella ya no iba
a estar ahí, estaba muerta y debía aprender a vivir con eso, Heero se levanta y
observa nuevamente las escaleras y después mira hacia el suelo y se da cuenta
que el celular de Relena estaba en el suelo lo cual le parece extraño pero no
lo asocia con nada malo siendo que la razón por la que estaba en el suelo era
porque al forcejear con Duo éste se había caído al suelo al soltársele de las
manos, Heero mira la pantalla del teléfono y ve que tiene una llamada perdida
sabiendo que se trataba de la que él le había hecho y enojado avienta el
teléfono lejos y decide subir a su cuarto pero antes de abrir la puerta mira
hacia el cuarto de Trowa y decide entrar acercándose directamente al librero
donde Trowa tenía mucha variedad de libros y además tenía trofeos, Heero se
acerca a uno en especial, se trataba de un campeonato que había ganado con su equipo
de básquetbol de la secundaria, recordaba muy bien el día en que lo habían
ganado, el ojiverde estaba realmente muy entusiasmado, había sido su primer
campeonato
Heero. ¿De verdad hermano?
Trowa. Claro, seré como Michael Jordan y jugaré en la NBA
Heero. Pero te vas a ir lejos y te vas a olvidar de mí
Trowa. Claro que no chaparro, yo siempre voy a tenerte presente
Heero. Si claro
Trowa. Confía en mí, te quiero mucho hermanito
Heero. Está bien, yo también te quiero
Heero. Yo también te quiero Trowa
El ojiazul deja el trofeo y suspira hondo, debía de ser fuerte y no
volver a llorar a pesar de que sentía una fuerte opresión en el pecho, debía de
mostrarse firme porque él debía de encargarse de animar tanto a su padre como a
su hermano, sobre todo a éste último quien necesitaba todo el apoyo posible, el
hacer que su familia no se derrumbara dependía ahora de él... Al hacerse las
diez de la mañana Heero despierta ya que el timbre de la casa comienza a sonar,
el ojiazul se había quedado dormido porque se sentía sumamente cansado, ese día
ni siquiera iba a ir a la escuela, ya avisaría después a sus profesores, Heero
se viste a medias y baja para abrir la puerta aun tallándose los ojos, Heero
abre y ve a un chico de cabellos negros y ojos también negros, de mediana
estatura y con cara de pocos amigos, nunca lo había visto y no sabía quién era,
se trataba de Wufei quien tampoco había ido a la escuela para buscar a Relena,
sabía que la chica a veces faltaba a clases por flojera y muy probablemente la
iba a encontrar en casa, Heero lo mira indiferente
Wufei. ¿Está Relena?
Heero. ¿Quién eres?
Wufei. Wufei, su novio
Al escuchar ese nombre Heero abre por completo los ojos, había
escuchado mucho de ese muchacho pero no lo conocía en persona, él único que lo conocía
era Trowa pero él nunca lo había visto, el ojiazul comienza a enojarse, si ese
era el tal Wufei lo más probable era que él fuera el padre del hijo que
esperaba su hermana así que muy embravecido sin aviso le suelta un tremendo
golpe en el rostro haciéndolo caer al suelo con rudeza después de hacerlo
retroceder más de un metro, la nariz de Wufei comienza a sangrar mucho y se
queja del dolor, Heero se agarra el puño con la otra mano, el golpe había sido
tan fuerte que incluso se había lastimado la mano pero eso no le importa y se
acerca a Wufei agarrándolo de la camisa lo hace ponerse de pie siendo observado
por el chico que estaba enormemente confundido
Heero. ¡¿Cómo te atreves?!
Wufei. Supongo, que ya sabes
Wufei intenta limpiarse la sangre para que no le siga cayendo a la
boca pero parecía que tenía la nariz rota porque dolía demasiado, Heero se
enfurece más por su cinismo y lo avienta con fuerza, Wufei se queja pero
también se comienza a enojar, no se iba a dejar de ese muchacho, es cierto que había
embarazado a Relena pero era algo que no había hecho solo así que no tenía por
qué ensañarse con él, Wufei se levanta y se acerca a Heero frunciendo con enojo
el ceño
Wufei. No me provoques
Heero. Tu eres quien debe cuidarse de mí
Wufei. Quiero ver a Relena
Heero. ¡Lárgate!
Wufei. Déjame verla
Heero. ¿Quieres verla? ¿eso quieres?
Wufei. Si
Wufei se acerca más a Heero y lo mira muy enojado, el ojiazul lo
agarra de nuevo de la camisa pero ésta vez Wufei le arrebata con fuerza la
mano, Heero se enoja y lo empuja con fuerza haciéndolo caer nuevamente al
suelo, Wufei intenta ponerse de pie...
Heero. Está muerta ¿quieres verla?... mañana es el entierro
Las palabras de Heero sonaban frías e indiferentes, Wufei no se lo
toma en serio creyendo que el chico lo dice como metáfora así que se pone de
pie y se acerca a Heero, él cree que lo va a golpear pero Wufei no lo hace sino
que empuja a Heero para quitarlo de su camino y entra a la casa, Heero intenta
sacarlo pero Wufei se opone caminando a prisa y subiendo por las escaleras
dirigiéndose a la habitación de la difunta y al no verla ahí grita su nombre
bajando luego las escaleras volviendo a ponerse frente a su ex cuñado
Wufei. Está en la escuela ¿cierto?
Heero. No
Wufei. No me importa cuánto la niegues, no me impedirás que yo la vea
y le pida que se case conmigo, nuestro hijo nacerá, nadie lo va a impedir
Heero se queda totalmente callado observando a Wufei y éste comienza
rápido a ponerse nervioso, en la mirada de ese chico se ve que decía la verdad
pero no quería creerlo, se negaba a creerlo, Relena y su hijo no podían estar
muertos, no ahora que ya lo tenía todo claro, no en esos momentos en que había
tomado una de las decisiones más importantes de su vida, eso no podía ser
cierto
Heero. Ignoro lo que tenían ustedes dos pero siento mucho lo de tu
hijo, yo tampoco voy a poder conocer a mi sobrino ¿triste no?
Completamente nervioso Wufei comienza a caminar hacia atrás no
quitando su mirada de los ojos de Heero y al llegar a la puerta se da media vuelta
y comienza a correr, ahora si le creía al chico, Relena estaba muerta y con
ella su hijo, Wufei llega hasta un poste de luz y se recarga en él comenzando a
llorar, que tonto había sido, si no hubiera tratado a Relena como la había
tratado tal vez en esos momentos estarían vivos...
Al día siguiente es el entierro de Relena, Heero y Odín asisten al
igual que Duo y Quatre, Wufei y los compañeros de escuela de la chica, Odín y
Heero se veían serenos pero con la mirada perdida, como cuando se siente un gran
dolor pero las lágrimas se han secado, Wufei en cambio no podía dejar de
llorar, era un tipo duro y de carácter fuerte pero había perdido algo más que
una novia, había perdido un hijo al cual nunca iba a poder conocer, a un hijo
que había negado y esa si era una culpa muy grande sobre los hombros
Quatre también lloraba, había adquirido un cariño especial por la
chica, Duo en cambio estaba indiferente, hasta se sentía aburrido, pensaba que
ojalá Heero se recuperara de su pena pronto para que pudieran nuevamente volver
a ser felices y el resto de los conocidos de Relena sentían mucha pena por la
chica, era realmente joven y había muerto trágicamente, no eran más que
personas hipócritas que solo por saberla muerta sacaban de ella lo mejor que
podían ya que la chica nunca había tenido amistades sinceras, solo amistades
sociales... el entierro termina y tanto Odín como Heero regresan al Hospital
acompañados de Duo y Quatre, en su habitación Trowa estaba muy acongojado, no
apartaba un solo segundo de su mente a su hermana y seguía repitiéndose así
mismo que debió de haberla obligado a usar el cinturón pero también pensaba en
sus piernas, no lograba aceptarlo todavía
Heero. Al menos ya hablo conmigo
Odín. Qué bien... hijo, debo ir a arreglar unos asuntos, quédate con
tu hermano
Heero. Sí
Odín le da un abrazo a Heero y se despide del rubio y del trenzado,
Quatre se acerca a su novio y le da un beso en la mejilla, Duo mira y frunce la
ceja, apenas caía en la cuenta de que su ojiazul no había terminado con el rubio
como lo había prometido y eso lo enfurece
Duo. Heero ¿crees que podría ver a Trowa? ¿a "mi" novio?
El trenzado sonríe a Heero y éste le mira fijamente, sabía que Duo
resaltaba eso de que era su novio solo porque lo había visto muy cerca de
Quatre, eso le molestaba pero era mejor así, Trowa necesitaba de Duo así que
afirma con la cabeza y Duo se retira, Quatre abraza a Heero y éste recarga su
cabeza en el pecho del rubio, se sentía muy cansado, había dormido poco... Duo
entra a la habitación y sonriendo altaneramente observa a Trowa quien se alegra
de ver al trenzado ahí aunque se sentía apenado, no quería que su novio lo
viera en ese estado deplorable, Duo se acerca a la cama y mira a Trowa a los
ojos, el ojiverde le sonríe y estira su mano para que su novio la agarre, Duo
la toma y lo sigue mirando fijo
Trowa. Gracias por estar aquí
Duo. Trowa Trowa, pobre de ti
Trowa. ¿Qué?
Duo. ¿Y ahora? ¿te has visto en un espejo?
Trowa. ¿Por qué me dices eso?
Duo. ¿Sabes? ya no me interesas, terminamos
Duo suelta la mano de Trowa y lo sigue mirando fijamente sin abandonar
su cínica sonrisa, Trowa se desconcierta por completo, jamás había visto en Duo
esa mirada y esa sonrisa
Trowa. ¿Por qué?
Duo. ¿Por qué? mírate ¿quién crees que va a quererte así?
Trowa. Duo...
Trowa siente una punzada en el estómago por esas palabras, ahora más
que nunca se sentía miserable, Duo tenía razón, en ese estado ya nadie se iba a
interesar en él, el trenzado sonríe y ríe un poco dejando a Trowa
desconcertado, ahora creía en las palabras de su hermana, Duo no era nada
bueno, el ojiverde observa al trenzado directamente a los ojos mientras se
aleja hacia la puerta caminando hacia atrás, Duo le lanza un beso con tres
dedos de su mano derecha y se da media vuelta saliendo de la habitación dejando
a Trowa con las lágrimas retenidas en sus ojos y aun mirando hacia la puerta,
si eso le decía Duo seguramente Quatre pensaba lo mismo, él ya no valía nada...
Duo llega hasta donde está la pareja
Duo. Pobre
Quatre. ¿Por qué?
Duo. Está muy afligido, tanto que terminó conmigo
Heero. ¿Qué?
Duo. Sí, no quiere que sigamos juntos y yo respeto su decisión
Duo finge que está dolido y hace gala de todos sus dotes actorales
para lograr que sus ojos se humedezcan, tanto Heero y Quatre lo miran y Heero
se pone de pie para abrazarlo, Duo también lo abraza y solloza pero realmente
tenía ganas de reírse, Quatre siente feo al verlos porque no era la primera vez
que los veía tan compenetrados, sin duda había algo entre ellos aunque no
estaba consciente del grado que había alcanzado su relación y tampoco sabía que
ambos se veían a escondidas para amarse, estaba consciente de los sentimientos
pero no de los sucesos, el rubio baja un poco su mirada y también se pone de
pie, Heero lo observa
Quatre. Veré a Trowa
Heero. Está bien
Heero vuelve a prestar atención a Duo y el rubio se va a ver a Trowa
dudándolo mucho, él y el ojiverde habían tenido problemas fuertes y no sabía cómo
darle la cara ni como decirle que a pesar de todo le daba todo su apoyo... Quatre
suspira antes de entrar y cuando entra ve a Trowa tirado en el suelo
arrastrándose por éste con mucha dificultad, con el suero quitado, el ojiverde
ve que entra Quatre y continúa arrastrándose sin prestarle atención, el rubio
se asusta y se acerca preocupado agachándose un poco
Quatre. Detente Trowa
Trowa. ¡Vete de aquí!
Quatre. Te vas a hacer daño
Trowa. ¡Déjame solo!
Trowa mira muy rudamente a Quatre y éste se pone de pie observando al
ojiverde quien continúa arrastrándose haciendo mucha fuerza en los brazos,
Quatre comienza a derramar lágrimas, le dolía mucho ver a Trowa en ese estado
Quatre. Basta Trowa... no te hagas esto
Trowa. ¡No necesito tú lástima!
Quatre. No es lástima, realmente me preocupas
Trowa. Si claro
Quatre. Te amo Trowa
El ojiverde deja de arrastrarse y de nuevo voltea a ver al rubio y lo
ve llorando, Quatre se pone de rodillas frente a él y estira su mano hacia el
rostro del chico acariciándole la mejilla, Trowa lo mira con gesto de angustia
y quita su rostro de la mano del rubio desviando su mirada
Trowa. No necesito de tus mentiras, lo dices por lástima
Quatre. No es verdad
Trowa. ¡No puedes amarme así... mírame!
Quatre aprieta los labios para aguantarse soltar el llanto y
nuevamente estira su mano hacia el rostro de Trowa acariciándolo, el ojiverde
voltea nuevamente su mirada hacia Quatre y lo mira a los ojos, el rubio se
acerca y le da un beso en los labios
Quatre. A pesar de todo te amo Trowa, y te amo por quien eres no por
lo que tienes o no tienes, sigues siendo el mismo al que amé, amo y si me lo
permites amaré
Trowa. ¿Y Heero?
Quatre. En estos momentos me importas tú, solo tú
Trowa. ... Mentira
Quatre. ¿Qué?
Trowa. ¡Te sientes comprometido por nuestras discusiones, me dices eso
porque te sientes culpable y quieres remediarlo todo!... Pero no necesito de tu
lástima, vete
Quatre. No, yo...
Quatre ya no sabía cómo hacerle entender a Trowa que él lo amaba aún y
que no le importaba su problema porque él seguía siendo el mismo por dentro, él
mismo del que se había enamorado y una condición física no cambiaba las cosas
pero el ojiverde nuevamente arrebata su rostro agachando la mirada y Quatre se
lleva ambas manos al pecho
Trowa. ¡Vete! Es verdad que nadie me va a amar así ¡Nadie!
Quatre. ¿De dónde sacas eso? Trowa...
Trowa. Vete ya y... no te quiero volver a ver en mi vida
Quatre. ¿Qué?
Trowa. Desaparece de mi vida... ya no quiero saber de ti
Quatre nuevamente aprieta sus labios y cierra sus ojos pero a pesar de
tratar de evitarlo comienza a llorar poniéndose de pie y abriendo sus ojos,
observa a Trowa unos segundos y le dice Adiós antes de salir a prisa de la habitación
llorando con fuerza pasando por donde estaban Heero y Duo pero sin prestarles
atención, Trowa en su habitación comienza también a llorar, si había creído en
las palabras del rubio, había creído que a pesar de todo lo seguía amando y que
no le importaba su nueva condición pero sentía que no se lo merecía, sentía que
Quatre merecía a un hombre que lo pudiera amar en todos los sentidos y no
porque él no lo pudiera hacer por su condición sino porque eso sentía él, no
podía evitar sentir complejo a pesar de que no era superficial pero él pensaba
que aceptar a Quatre era condenarlo a vivir con alguien que no podía darle todo
lo que él se merecía, el rubio debía ser feliz con Heero, él sí podía darle la
vida que se merecía...
Desde ese día ya habían pasado tres semanas y Trowa había vuelto a
casa de su padre, usaba silla de ruedas y se comportaba hostil con todos, como
si el mundo entero estuviera en su contra, las ganas de vivir se habían
debilitado, ni siquiera salía de la habitación y no dejaba que lo fueran a
visitar, ni siquiera Traize que era uno de sus mejores amigos, no quería saber
de nada ni de nadie, no comía bien ni dormía como debería, cuando no pensaba en
Relena pensaba en sus piernas y sus sueños "frustrados" de jugar básquetbol,
ya no tenía ninguna razón de continuar... Heero estaba en la sala con Quatre,
el rubio se sentía muy mal, Trowa no quería verlo ni siquiera a él, al menos
Heero estaba a su lado y él estaba al lado de Heero dándole el apoyo que
necesitaba, cosa que a Duo molestaba mucho, si no era por Trowa era por Quatre
pero Heero ya no tenía tiempo para él
Quatre. Ya es noche, debo irme
Heero. Sí, gracias por estar aquí
Quatre. Te quiero
El rubio se agacha y le roza a Heero los labios con los suyos, el
ojiazul lo mira fijamente y le coloca una mano tras la nuca atrayéndolo a él
antes de que se alejara y le da un beso no cerrando sus ojos, tampoco Quatre
los cierra, ambos se miraban a los ojos, el rubio se siente un poco nervioso
por ese beso, nunca Heero lo había besado así, como si fuera triste besarlo,
sin duda algo comenzaba a faltar entre los dos, Heero toma la mano derecha de
Quatre y agacha su mirada, el rubio lo mira preocupado, el ojiazul vuelve a
levantar su mirada viendo fijamente a los ojos a su novio
Heero. Quatre... creo que debemos terminar
Quatre. ¿Ter... minar?
Automáticamente los ojos de Quatre se comienzan a humedecer, llevaba
con Heero mucho tiempo de noviazgo y ahora de la nada le decía que terminaran
su relación, sentía que el corazón se le partía en dos y a la vez sabía que era
lo mejor, él mismo sentía que su relación se apagaba con el paso de cada día
pero aun así era muy difícil vivir ese momento y a pesar de saber la razón
necesitaba escucharla de los labios de Heero
Quatre. Dime porque
Heero. No llores
Quatre. Dime porque
Heero. Yo no te amo Quatre
El rubio aprieta los labios y de sus ojos comienzan a salir lágrimas
mientras quita su mano de la mano de Heero, ya sabía que Heero no lo amaba
desde hace mucho pero era más difícil escucharlo de él que tan solo saberlo
Heero. De hecho nunca te he amado
Quatre. ...
Heero. ¿No dices nada?
Quatre. ¿Y a Duo sí?
Heero. ¿Qué?
Quatre. ¿Estás enamorado de Duo?
Heero se sorprende por la pregunta y sin responder agacha un poco su
cabeza, Quatre se molesta un poco y se pone de pie, Heero le respondía con su
silencio que estaba enamorado de uno de sus mejores amigos y eso lo hacía
sentirse tonto por no haberse dado cuenta antes, Heero levanta su cabeza y ve a
Quatre poniéndose también de pie, el rubio le da una bofetada y Heero se
sorprende
Quatre. Que cínico eres... y saber que me entregué a ti
Heero. Yo no te obligué
Quatre. Pero no me amabas y sabías que yo a ti sí, sabías lo
importante que era para mí
Heero. Perdón
Nuevamente Quatre le da una bofetada a Heero, ésta vez el ojiazul lo
mira frunciendo el ceño, el rubio no tenía por qué abofetearlo
Heero. No lo hagas más difícil
Quatre. Para ti no es difícil... para mí sí
Heero. Yo te quiero mucho, eres mi amigo, fuiste mi novio, eres
importante, no te hagas la víctima ¿quieres?
Quatre. Ojalá Duo se fije en ti, pero lo dudo, ama a Trowa
Heero. ¿Qué?
El ojiazul se desconcierta completamente por esa afirmación, Duo le
había dicho a él muchas veces que lo amaba, era imposible que estuviera
enamorado de su hermano pero Quatre lo decía muy convencido, el ojiazul se
enoja y agarra a Quatre de los brazos agitándolo un poco
Heero. ¿Por qué dices eso?
Quatre. Él me lo dijo después que tuvieron relaciones
A Heero se le baja la sangre hasta los pies cuando escucha que Duo y
Trowa habían tenido intimidad, el trenzado le había negado que eso hubiera
pasado pero ahora Quatre se lo decía, el rubio sabía que había estado mal
decirle eso pero en esos momentos estaba enojado, enojado porque Heero
terminara con él y enojado por haberse enamorado de Duo y haber jugado con sus
sentimientos, al menos se sentía aliviado de que el trenzado amara a Trowa
porque su amigo Duo no merecía que alguien como Heero lo embaucara como a él...
El ojiazul suelta a Quatre y se sienta nuevamente en el mueble con los
ojos aún muy abiertos, Quatre comprende que Heero no sabía esa información y se
siente un poco culpable pero ya no había marcha atrás, Quatre se da media
vuelta y sale de la casa sin decir algo más, el ojiazul reacciona por fin y se
pone de pie para ir a la habitación de Trowa, el ojiverde lo mira entrar y se
extraña de la expresión que había en el rostro de Heero
Heero. ¿Te acostaste con Duo?
Trowa. Sí
El ojiazul siente como si alguien le hubiera dado un fuerte golpe en
el estómago, se sentía triste, enojado, sorprendido y de repente un poco
asqueado, había hecho suyo a un hombre que también había sido de su hermano,
Trowa se preocupa de la reacción de su hermano al decirle la respuesta y se
acerca a él en su silla de ruedas
Trowa. ¿Estás bien? Te ves un poco pálido
Heero. ¿Hace cuánto fue?
Trowa. Hace como un mes
Heero. ¿Cuántas veces?
Trowa. ¿Por qué preguntas eso?
Heero. ¡¿Cuántas veces?!
Trowa. Una, solo pasó una vez
Heero comienza a respirar con dificultad y sin decir más sale de la
habitación de Trowa dejándolo preocupado, no entendía porque Heero se
interesaba en esa información, el ojiazul se sube a su auto y se va rumbo a la
casa del trenzado, Noin le abre la puerta y él pregunta por Duo subiendo a su
habitación cuando la tía le dice que está ahí, Heero ni siquiera toca a la
puerta, solo abre, entra y cierra, Duo se alegra de verlo ahí y se pone de pie
ya que estaba sentado en la cama leyendo un libro, el trenzado le intenta dar
un beso pero Heero lo sujeta de los hombros y lo aparta de él, Duo no entiende
porque y casi a punto de llorar mira fijamente a Heero, si había algo que no
soportaba era que lo rechazaran
Heero. Tuviste sexo con Trowa y me lo negaste
Duo no sabe que decir por las palabras, ahora Heero seguramente ya no
lo iba a querer volver a tocar porque había sido de su hermano, Duo se pone muy
nervioso y comienza a dar vueltas por la habitación, a Heero le parece extraña
esa reacción pero sigue mirándolo fijamente hasta que se acerca a él y lo
detiene, ya estaba mareándose con tantas vueltas
Duo. Perdóname, era incapaz de decirte que sí
Heero. ¿Creíste que iba a dejarte o qué? te amo Duo, pero detesto que
me mientan
Duo. Perdóname por favor... ¿quién te contó?
Heero. Quatre me lo contó y Trowa me lo confirmó
Duo se comienza a enojar, el rubio de pacotilla había soltado la sopa
pero eso no se iba a quedar así, debía de pagar por haberle dicho a Heero la
verdad, también Trowa era un idiota por haberlo afirmado, ahora más que nunca
se alegraba de lo que le había pasado, Duo pone cara de angustia y abraza a
Heero, él no le corresponde el abrazo
Duo. Te amo te amo, por favor no te enojes
Heero. Además le dijiste a Quatre que amabas a Trowa
Duo. Pero lo hice por ti
Heero. ¿Por mí?
Heero no entiende para nada a que se refiere Duo con que lo hizo por
él, eso era sumamente muy extraño pero ya Duo estaba pensando en una salida
fácil para excusarse por eso, el trenzado suelta a Heero y lo agarra de la mano
para que ambos se sienten en la cama
Duo. ¿Sabías que Quatre ama a Trowa?
Heero. ¿Qué?
Duo. Sí, esos dos se acostaron
Heero. No es cierto
Duo. Es cierto, tuvieron sexo, Trowa ya era mi novio y obviamente
ustedes también
Heero. ¿Y por eso dijiste que lo amabas?
Duo. Heero, yo no sabía si tú me amabas, pensé que amabas a Quatre y
no quería que tu sufrieras porque él te dejara por Trowa, solo quería darle a
entender que Trowa no lo amaba y que no íbamos a dejarnos
Para Heero todo era muy confuso, Duo le explicaba pero él no lograba
entender, además eso sonaba un poco ilógico pero Duo lo decía muy convencido,
sentía que debía de creerle, en sus ojos se notaba que era sincero, Duo le
coloca una mano sobre la mejilla y le sonríe tiernamente, Heero agarra esa mano
y cierra los ojos unos segundos
Heero. Perdóname, soy un idiota
Duo. Yo te mentí, pero te amo Heero
Heero. Yo también te amo
Duo. No quería que te enteraras eso de Trowa y Quatre, sé que te duele
que haya pasado
Heero. La verdad sí, pero no puedo reclamar, hicimos lo mismo
Duo. Es verdad
Los dos se besan habiéndose contentado, ahora todo estaba aclarado,
claro que no todo porque Heero no sabía quién era realmente Duo y no sabía la
clase de atrocidades que se escondían en el pasado y en el presente del
trenzado pero cuando lo supiera muy seguramente no lo iba a poder resistir, iba
a ser muy doloroso... Duo comienza a bajar sus manos hasta el pantalón de Heero
y lo comienza a desabrochar pero él le detiene la mano, los dos dejan de besarse
y se miran a los ojos
Heero. Abajo está tú tía
Duo. No se da cuenta, está lavando
Nuevamente se comienzan a besar y Duo desabrocha el pantalón de Heero
y le baja el cierre, el ojiazul jadea y cierra los ojos con un poco de fuerza
cuando siente la mano de Duo rodearle el miembro y comenzar a deslizar la mano
por él, Heero gime un poco pero por instinto agarra la mano de Duo
deteniéndolo, Duo se sorprende por ello, Heero abre los ojos y lo mira
Heero. No puedo
Duo. ¿Por qué?
Heero. Tú y Trowa... no, no puedo
Heero se pone de pie y se comienza a acomodar el pantalón, Duo se
enoja porque Heero no se podía concentrar pensando en que él y su hermano
también lo habían hecho, comprendía que sintiera un poco de asco pero no lo
podía soportar, Heero no podía rechazarlo, no lo iba a poder soportar tampoco
así que debía actuar por lo que se acerca a él y lo abraza por la espalda
comenzando a lamerle la oreja, Heero cierra sus ojos al sentirlo, que bien
usaba Duo su lengua, en todos los sentidos, cuando besaba, cuando le hacía sexo
oral, Duo era increíble y sumamente bueno pero sentía que estaba mal hacerlo
suyo invadiendo terreno que también su hermano había invadido, como si aún
hubiera rastro de Trowa dentro de Duo, eso sí que era muy extraño... Heero aparta
las manos de Duo y se aleja un poco mirándose los dos nuevamente a los ojos
Duo. No seas ridículo Heero, además Quatre también fue de los dos
Ahora también caía en la cuenta de que había hecho suyo a dos hombres
que habían sido de su hermano, sin duda se sentía un poco sucio, Heero suspira
y se sienta de nuevo en la cama, esa era una situación que no podía manejar,
Duo también se sienta y lo agarra de las manos, ambos se voltean a ver
Duo. No pienses tonterías ¿sí?... te necesito… me necesitas
Duo comienza a besar nuevamente la oreja de Heero y él cierra los ojos
dejándose ésta vez llevar, el trenzado se pasa a su cuello y le da sutiles y
sensuales besos bajando nuevamente su mano hasta el pantalón de Heero
desabrochando y bajando otra vez el cierre, el ojiazul busca los labios de Duo
entre el éxtasis que siente cuando Duo lo comienza a masturbar y gime en su
boca haciendo los besos cada vez más apasionados, usando sus lenguas con
desesperación, haciendo de sus salivas una sola, el trenzado suelta el miembro
de Heero y él comienza a acostar a Duo en la cama cayendo sobre él sin dejar de
besarse, los dos se acomodan quedando completamente sobre la cama y Heero
comienza a quitarle la ropa comenzando por la camisa encontrando los pezones de
Duo que sin dudarlo comienza a disfrutarlos con la lengua
El trenzado ya estaba completamente excitado y Heero lo siente en su
vientre sonriendo ampliamente y dejando los pezones de Duo para quitarle de a
poco el resto de la ropa bajando enseguida a la entrepierna de Duo y tomando su
miembro con la mano izquierda, Heero inclina un poco el miembro de Duo y le
lame el tronco comenzando por abajo mientras con el pulgar le masajea la punta,
Duo gime completamente complacido y se inclina hacia delante sin abrir sus ojos
sujetando la cabeza de Heero con ambas manos gimiendo despacito pero con enorme
placer, el ojiazul se mete a la boca el miembro de su amado y comienza a
succionar apoyándose con ambas manos en la cama y descendiendo primero lentamente
y después con rapidez
Duo no puede más y gime con más fuerza dejándose venir sin aviso sobre
la boca de Heero quien se hace un poco hacia atrás cuando siente el líquido
manchándose un poco el rostro pero con la sábana se limpia y el resto que
estaba en su boca se lo traga volviendo a lamer el miembro de Duo y dejándolo
caer después, Heero sube nuevamente y encuentra los labios de Duo que respiraba
con dificultad y después alejándose un poco termina de desvestirse, Duo que aún
estaba acostado estira su mano hasta el miembro de Heero que estaba hincado
frente a él y comienza a acariciarlo, Heero cierra sus ojos comenzando a gemir
y cuando Duo lo suelta abre sus ojos y se acuesta nuevamente sobre el chico
comenzando a besarse, Heero separa las piernas de Duo con sus manos y después se
acomoda en dirección a su entrada no dudándolo y comienza a penetrarlo, Duo se
queja al sentirlo dentro pero sonríe, Heero había dejado por fin de lado esa
idea de que le daba asco hacerlo suyo por haber sido también de Trowa, ahora
Heero lo iba a ser suyo después de tantos días, desde que había pasado el
accidente no lo había vuelto a hacer...
Posicionándose a su lado después de terminar Heero respiraba con mucha
dificultad, habían tenido una sesión de candente sexo, hacía mucho que no se
sentía tan complacido, Duo era sin duda una fiera, casi insaciable y además
sumamente experto aunque él ignoraba que realmente Duo no lo era, al principio
había mentido para hacer sentir mal a Quatre porque era virgen y santurrón...
el trenzado abraza a Heero tiernamente y le besa el pecho, el ojiazul con su
otra mano abraza a Duo mientras él le seguía besando el pecho, el cuerpo de
Heero le encantaba, era todo un atleta y además era sumamente bueno en la cama,
parecía un adulto, no hacían el amor como los muchachos tontos de preparatoria,
él si era un verdadero amante, un verdadero hombre, Heero era simplemente
perfecto
Heero. Duo, necesitamos hacer esto público
Duo. ¿De verdad?
Heero. Sí, quiero que todos sepan que nos amamos, Trowa fue quien
terminó contigo así que no hay problema, además ya terminé con Quatre
Duo. Ay mi amor, te adoro
Duo abraza con más fuerza a Heero y sonríe muy feliz, Heero ya le
estaba dando en su vida el lugar que se merecía, se sentía muy contento, era
una felicidad que no podía describir, simplemente su vida estaba prácticamente
completa, ya no quería saber nada, ya no le importaba que Quatre fuera infeliz,
ya que el mundo hiciera lo que quisiera mientras no los molestaran, mientras
nadie se interpusiera entre ellos
Duo. Me da mucho gusto, te voy a traer un rico café
Heero. Gracias
Duo se levanta y comienza a vestirse mientras que Heero se queda
acostado en la cama aún desnudo y sin ninguna clase de sábana encima, seguro
Duo no se tardaba y por lo que sabía su tía casi nunca lo interrumpía cuando
estaba con visitas...
Noin. Que sorpresa Quatre
Quatre. Hola señora
El rubio iba llegando a casa de Duo, quería contarle a su amigo lo que
le había confesado a Heero, no quería que entre ellos hubiera mentiras,
estimaba mucho a Duo y no quería que el chico se molestara con él, por eso lo
había ido a visitar a pesar de que era de noche, Noin le dice a Quatre que Duo
está en su habitación y el rubio se dirige hacia allá mientras que Duo
terminaba de vestirse, ya solo le faltaban los zapatos y se sienta en la cama
para ponérselos pero Heero se sienta y le comienza a besar el cuello pero él se
continúa poniendo los zapatos, el ojiazul comienza a meter su mano por debajo
de la camisa acariciando el pecho de Duo haciéndolo que deje de ponerse los
zapatos y ambos comienzan a besarse, en ese momento la puerta de la habitación
se abre y Quatre ve con sorpresa como Heero y Duo se besan, uno desnudo y otro
a medio vestir y la mano de Heero acariciando con sensualidad el pecho de Duo,
el rubio siente que las piernas le tiemblan pero no hace ninguna clase de
ruido, Heero y Duo dejan de besarse pero aún mantienen los ojos cerrados, Duo
le dice a Heero que lo ama y nuevamente se besan
Quatre. ¿Cómo pude ser tan tonto?
Tanto Heero como Duo escuchan la voz de Quatre y dejan de besarse
volteando a la puerta y lo ven ahí, parado observándolos con los ojos húmedos,
Duo intenta reírse pero sabía que si lo hacía a Heero no le iba a parecer
mientras que Heero se siente muy apenado, no quería hacerle daño a Quatre y
tampoco quería que lo odiara y sabía que esa escena era dolorosa para él sobre
todo porque a escasas horas habían terminado apenas, Quatre se da media vuelta
y sale de la habitación de Duo, el trenzado y Heero se voltean a ver
Duo. Yo hablo con él
Heero. Sí
El trenzado se levanta con tan solo los calcetines puestos y sale de
la habitación, Quatre estaba a punto de bajar las escaleras cuando escucha la
voz de Duo que lo detiene, el rubio voltea con el rostro bañado en lágrimas y
Duo lo mira indiferente
Duo. ¿Por qué tanto drama?
Quatre. Creí que eras mi amigo
Duo. Ay que tierno
Quatre. Me vieron la cara de idiota todo el tiempo... que tonto
Duo. Así es, Heero se acostaba conmigo y también contigo, solo que a
mí me ama y a ti no
El trenzado sonríe ampliamente y ríe un poco, Quatre lo mira y aprieta
los dientes, le molestaba ese tono altanero que Duo le mostraba, era un
hipócrita, ahora lo comprendía y se sentía más tonto que antes porque ya antes
lo había descubierto y se había dejado llevar por las palabras de Duo volviendo
a confiar en él, pero todo había sido truco de Duo para quedarse con Heero,
ahora comprendía también que los pleitos que había tenido con Trowa eran por
culpa de Duo, el trenzado era muy malo, Duo se acerca a Quatre lentamente y el
chico lo mira enojado
Quatre. Tú lo embaucaste, lo sedujiste
Duo. Sí, y también a Trowa, no sabes que delicioso
Quatre no podía creer lo que escuchaba de Duo, ese chico era muy
malvado, había fraguado un plan casi perfecto para hacer que Heero fuera suyo y
no conforme con eso había hecho lo mismo con Trowa, dudaba que ese chico
pudiera amar realmente a alguien, el rubio niega indignado con la cabeza y
sonríe mirando a Duo quien también sonreía muy contento estando los dos frente
a frente, Quatre con un pie abajo en el primer escalón y Duo agarrándose del
barandal sin ningún pie en la escalera
Quatre. Eres despreciable Duo, y de pensar que te estimaba
Duo. Soy adorable ¿cómo no hacerlo?
Quatre. ¡Déjate ya de eso maldito hipócrita!
Duo. No me grites
Quatre. ¡Eres escoria!
Duo. No me digas así
Quatre. Escoria
Quatre se da media vuelta y baja otro escalón pero Duo no iba a dejar
que el chico lo insultara más así que baja un escalón y apoya su mano sobre el
hombro de Quatre para girarlo y que le dé la cara pero el rubio pierde el
equilibrio al estar otra vez frente a Duo y comienza a caer de espalda abriendo
los ojos enormemente y estirando su mano en dirección a Duo, el trenzado lo
mira fijamente a los ojos sin hacer ningún intento por ayudarlo a no caer y el
rubio ve a través de los ojos de Duo todo el odio que le tiene, pero también
todo el dolor que alberga en su alma, el rubio grita con horror al hallarse
perdido y en cuestión de segundos ve la imagen de Trowa mientras se lleva ambos
brazos en forma de equis sobre el rostro y cae sobre los escalones comenzando a
descender por ellos rodando rápidamente, Heero escucha el grito de Quatre y muy
asustado sale de la habitación a medio vestir, solo le faltaba la camisa y los
zapatos, no había escuchado la conversación de los chicos pero ve horrorizado
como Quatre está al final de las escaleras con sangre que le sale de la cabeza
y con una pierna casi volteada, se había roto el hueso, se veía como inerte y
enseguida voltea a ver a Duo que miraba atento y sin pestañear la imagen de
Quatre, Heero lo agarra rápidamente de los hombros y lo voltea, Duo lo mira y
comienza a llorar apoyando su cabeza sobre el pecho del chico
Duo. Quiso correr y resbaló... fue un accidente
Heero. Lo sé, no llores
Heero suelta a Duo y baja las escaleras corriendo, Duo se seca las
lágrimas y sonríe ampliamente, no había planeado el "accidente" de
Quatre pero había quedado perfecto, se estaba deshaciendo de muchos estorbos
sin siquiera planearlo, Hilde, Trowa, Relena y Quatre se habían quitado por fin
de su camino, ahora él y Heero podían ser felices para siempre... el ojiazul
voltea hacia Duo sonriendo, el trenzado no entiende porque hasta que Heero le
dice que Quatre está con vida, que aún respira, Duo finge estar contento pero por
dentro reventaba, ese güerete de pacotilla seguía con vida, el trenzado baja
hasta donde está Heero
Heero. Parece que tu tía salió, voy a llamar a una ambulancia
Duo. Sí
Heero se pone de pie y camina hacia la sala y agarra el teléfono, Duo
se agacha junto al cuerpo de Quatre y lleva su mano hacia su nariz para
tapársela y hacerlo dejar de respirar pero Heero le interrumpe
Heero. ¿Qué haces?
Duo. Viendo si está bien
Heero. No lo toques, puede tener muchas fracturas
Duo que le daba la espalda a Heero se pone de pie y sube para ponerse
los zapatos, no le gustaba estar descalzo, sus pies podían ensuciarse, a Duo no
le preocupaba si Quatre vivía o no, le interesaba más tener los pies limpios
que la vida de ese rubio sin chiste mientras que Heero llama apurado a la
ambulancia, la vida de Quatre estaba en juego y él no podía soportar más
muertes, quería mucho al rubio... Duo llega a su habitación, se pone los
zapatos y muy sonriente se acerca a su ropero para sacar la fotografía de Trant
la cual besa y acaricia después
Duo. Amor, ojalá así se hubieran quitado los estorbos, hubiéramos sido
felices ¿pero sabes? me alegro... tú también eres un estorbo entre Heero y yo
El trenzado rompe la fotografía de Trant en cuatro partes y va al baño
para tirarla por el escusado bajándole a la cadena y despidiéndose así de su
antiguo amor, ahora que ya podía ser feliz con Heero no necesitaba ni de su
fotografía ni de su recuerdo, Trant ya estaba ahora sí completamente muerto y
perfectamente enterrado...
Continuará...
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