viernes, 23 de octubre de 2015

Loco por Shun

Capítulo 4. Revelando la verdad


Tan solo habían pasado un par de días desde que tanto Seiya como Alberich habían decidido deshacerse de Hyoga a quien veían como el peor de los rivales, era un chico bueno y nada feo así que podía ser muy fácil que alguien como Shun se enamorara de él aunque en esos momentos los puntos a favor los tenía sin duda Seiya, el estafador número uno del momento...

Hyoga va a visitar a Shun a su casa y su amigo muy contento le abre la puerta, el peliverde lo había invitado a comer, Ikki había salido aunque no sabía a donde y Seiya tenía cosas que hacer, el rubio acepta contento la invitación y por eso estaba ahí dispuesto a hacerle compañía al chico, Shun había preparado una comida especial para su amigo, no era muy bueno cocinando pero no tenía mal sazón, Hyoga muy contento come el sushi que Shun había preparado con tanto esmero y al terminar el rubio le ayuda con el acomodo de la cocina y el lavado de la loza, ambos terminan ese quehacer y Shun ofrece una taza de té verde a Hyoga aceptando él gustoso, el peliverde lleva las tasas y los dos se sientan en la sala para platicar

Shun. ¿Sabes? la otra vez estaba acordándome de la escuela

Hyoga. ¿En serio?

Shun. Sí, es que encontré el anuario

Hyoga. Yo no lo compré ¿puedo verlo?

Shun. Claro, ahora lo traigo

Shun se levanta y va a su habitación por el famoso anuario y lo lleva, en la portada estaba una foto de toda la generación pero Hyoga no se alcanzaba a ver, los perdedores siempre eran mandados hasta atrás y casi no se veían, en cambio los populares siempre estaban muy visibles y eso se aprecia cuando Hyoga ve que al frente estaban los jugadores de los equipos de la escuela, las porristas y demás niños y niñas lindos de la escuela, Shun entre ellos estaba casi al frente junto a Milo quien era su novio en aquel entonces, Hyoga ve fijamente la foto y sonríe, Shun estaba tan lindo como lo recordaba siempre

Shun. ¿Sabes? creo que solo hay una foto tuya

Hyoga. ¿En serio?

Shun. Sí, aparte de las fotos individuales de cada graduado solo viene una tuya, estabas en el club de ciencia ¿verdad?

Hyoga. Sí, Camus y yo

Shun. Camus...

Hyoga. ¿Qué pasa? ¿por qué pones esa cara?

Shun. ¿Era tu amigo?

Hyoga. Sí, hace años que no se de él pero sí

Shun. Ese amigo tuyo me besó una vez a la fuerza

Hyoga. ¿Camus? Pero si según yo no le gustabas, es más, le gustaba Milo

Shun. ¿Milo?... pero en serio, me besó

Hyoga. Qué raro

El rubio comienza a hojear el anuario viendo con cuidado cada foto, en varias salía Shun casi siempre acompañado de Milo, en la preparatoria se sabía que eran la pareja perfecta, ambos eran lindos y populares, hasta habían sido los reyes en el baile de graduación, eso ponía a Hyoga muy triste, era obvio que Shun nunca se iba a fijar en él, ni siquiera lo iba a voltear a ver cómo alguien más que un amigo, en esos momentos las tenía de perder con Seiya, el peliverde ve que Hyoga se detiene cuando ve una foto donde se están besando él y Milo y nota su expresión de tristeza, Shun lo mira después a los ojos y ve claramente en ellos esa expresión que hacía con sus gestos y al verlo durante más tiempo siente un fuerte ardor en las orejas y las mejillas

Hyoga era muy atractivo, rubio de cabello bien cuidado y un poco largo, labios perfectamente formados, una piel tersa y blanca y unos ojos azules hermosos, detalles en los que nunca antes se había fijado, ahora que lo pensaba él no tenía nada que pedirle a los chicos guapos y populares de sus días de estudiante solo que antes Hyoga tenía espinillas, un corte de cabello extraño embarrado con mucha vaselina y usaba frenos además de que no vestía muy bien y era casi un nerd aun así nunca había sido feo, lástima que en preparatoria solo se trataba de apariencias, que arrepentido estaba de no haberle hablado antes a un chico tan lindo, sencillo y agradable como Hyoga... el rubio siente la mirada y voltea con Shun quien enseguida voltea hacia el anuario completamente apenado, Hyoga voltea de nuevo al anuario y lo sigue ojeando pero había una duda que le rondaba la cabeza desde hacía varios minutos

Hyoga. Dime Shun ¿por qué terminaron tú y Milo?

Shun. Yo terminé con él

Hyoga. ¿Por qué?

Shun. Recibí un anónimo que me decía que él me engañaba, no quise creer pero por curiosidad fui a donde me indicaba el papel y encontré a Milo besándose con uno de sus amigos

Hyoga. ¿De verdad?

Shun. Sí, se besaba con Shaka ¿lo conociste?

Hyoga trata de recordar y recuerda aquella tarde al salir de clases cuando Milo y sus amigos lo golpearon y recuerda al chico rubio de cabello largo que se encontraba al lado de Aioria quien se había aprovechado de él y recuerda que ese rubio se llamaba Shaka pero le parecía muy extraño eso que Shun le contaba ya que por lo que sabía Milo estaba perdidamente enamorado del peliverde, tanto que hasta lo había golpeado

Hyoga. Pero él te quería mucho ¿no?

Shun. Eso pensé pero me equivoqué, yo también lo amaba pero no podía soportar que me hubiese engañado... aunque él dijo que Shaka era el culpable, que él no tenía nada que ver con él pero no le creí

Hyoga. Ya veo

A Hyoga le parece más que extraña esa historia ¿Shaka y Milo? Eso era muy extraño, sobre todo porque él siempre había visto a ese tal Shaka rodeado siempre de chicas ¿cómo era que de buenas a primeras se besara con Milo? Además por lo que le contaba el peliverde su ex novio le decía que no era cierto, algo turbio sin duda se escondía detrás de eso y él lo iba a averiguar, se notaba que a Shun le seguía doliendo esa traición, seguramente a pesar de Shiryu y de Seiya, Milo seguía siendo el amor de su vida...

Por la noche Shun y Seiya se quedan de ver para ir al cine donde ven una interesante película de arte sobre los problemas sociales de la Alemania en tiempos de Adolfo Hitler, para Seiya era la película más aburrida del mundo pero para Shun era muy interesante, tanto que no pestañaba, Seiya cerraba los ojos y de vez en cuando cabeceaba o bostezaba, Shun no se da cuenta de eso hasta que la cabeza de Seiya cae sobre su hombro y el peliverde voltea y un poco molesto le da a su novio un codazo, Seiya se disculpa e intenta ver la película pero de nuevo deja caer su cabeza sobre el hombro de Shun y el peliverde enojado se pone de pie y sale de la sala de cine, Seiya despierta y se pone de pie para seguirlo alcanzándolo cuando está en el estacionamiento

Seiya. Espera

Shun. ¿Cómo podías estarte durmiendo? Estaba muy buena, ahora por tu culpa no la terminé de ver

Seiya. No te enojes mi amor, es que no he dormido bien, la película es muy buena

Shun. ¿Por qué no has dormido bien?

Seiya. Es que he estado ayudando a la gente del orfanato yendo a jugar con los niños y ayudándoles a servir la cena

Shun. Ay mi amor perdóname

El peliverde se cree la historia ridícula de Seiya y lo abraza sintiéndose muy culpable, que injusto había sido con el pobre de Seiya que tan bueno y dadivoso era, en cambio Seiya sonríe muy aliviado, otra vez había logrado salvarse de perder a Shun a quien quería mucho y no estaba dispuesto a perder y entonces ambos se besan siendo observados por Alberich desde su motocicleta de repartidor, estaba aliado con el otro estafador pero también estaba al pendiente de él, por lo que sabía ellos dos aún no habían tenido sexo y no estaba dispuesto a que eso sucediera pero a Seiya ya le urgía, tenía muchos días de abstinencia y quien mejor que Shun para liberar su pasión así que sutilmente sin parecer ansioso le ofrece que vayan a un lugar donde puedan estar más solos y sonriente Shun acepta dirigiéndose los dos hacia un Hotel siendo seguidos por Alberich que deja su motocicleta en el estacionamiento, los novios entran y piden una habitación, el pelirosa estaba perdido, no había podido llegar antes para interceptarlos por culpa de la moto, debía de dejarla asegurada para que no se la robaran...

Seiya y Shun entran a la linda habitación y un poco apresurado Seiya saca de la bolsa de su pantalón un condón mientras Shun miraba y admiraba la habitación, de pronto siente que Seiya lo abraza y le comienza a besar el cuello con pasión, Shun siente que Seiya va bastante rápido y le pide que se calme pero él lleva al chico a la cama y lo acuesta, Shun se sorprende un poco pero ambos se comienzan a besar, Seiya nuevamente besa el cuello de Shun mientras le dice que le encanta su cuerpo y a la vez le acaricia las piernas, Shun se siente un poco presionado por esa desesperación de Seiya y lo avienta apartándolo de él

Shun. Tranquilo

Seiya. Perdón pero eres delicioso

Shun. Seiya ¿te puedo hacer una pregunta?

Seiya. Sí, dime

Shun. ¿Qué es lo que más te gusta de mí?

El estafador de queda pensando en esa pregunta, era muy extraño que el peliverde se la hiciera pero de seguro no tenía mucha importancia así que le contesta mientras le besa el cuello

Seiya. Tu cuerpo

Seiya siente que es la mejor respuesta que le puede dar a Shun porque cree que él necesitaba sentirse sensual pero para nada esa era la respuesta que buscaba el peliverde quien al escuchar la respuesta se siente muy desilusionado, Seiya solo lo quería por como lucía físicamente, ni siquiera había dicho algo como "tus ojos" que sonaba menos superficial, no, Seiya había dicho prácticamente que lo mejor de Shun era su cuerpo y eso para él no era ninguna clase de halago así que muy triste Shun se sienta en la cama y se acomoda la camisa y el cabello, Seiya no entiende porque el peliverde se ha puesto así y lo abraza intentando besarlo pero Shun se lo impide

Shun. Terminamos Seiya

Seiya. ¿Por qué?

Shun. Tú no me amas y yo no tendré sexo con alguien como tú

Seiya. Pero soy inteligente y culto, soy el hombre perfecto

Shun. ¿Creíste que solo importaba el que fueras inteligente? ¿o el que fueras atractivo? Hay cosas más importantes

Seiya. ¿En serio?

Shun. Claro que sí idiota, como el corazón de las personas

Seiya. ¿El corazón?... yo tengo buen corazón, no como grasas ni colesterol

Shun. Que imbécil estás

Seiya. No es verdad, mira, la Capital de Bosnia y Herzegovina es Sarajevo ¿qué tal eh? A que tú no te la sabías

Shun mira con cara de confusión a Seiya, nunca antes se había dado cuenta de lo idiota que estaba, ni siquiera podía entender algo tan simple como que él buscaba a una persona que lo quisiera por cómo era y no por como lucía pero Seiya era más superficial que nada y además estaba bastante estúpido...

Shun se pone de pie y sale enojado y triste de la habitación, y de pensar que él había terminado con Shiryu por irse a los brazos del idiota de Seiya, que tonto había sido... Seiya no entiende porque Shun reaccionó así y preocupado va tras él pero ya no le da alcance sintiéndose tonto por lo que había pasado, y a escasos momentos de hacer suyo a Shun, que bobo era... el peliverde camina apurado rumbo a su casa topándose "accidentalmente" con Alberich quien estaba "casualmente" caminando por esos rumbos, el pelirosa ve que está triste y sin Seiya y sonríe contento, Shun lo ve y lo abraza haciendo que Alberich se sienta muy contento y los dos se van a una cafetería para charlar, Shun le cuenta todo al chico y él estaba muy feliz, ahora solo debía de quitarse de encima a Hyoga pero de seguro era pan comido, él contaba con el soporte de ser amigo de Shun durante mucho tiempo

Alberich. Lo lamento tanto

Shun. No, yo lo lamento, de seguro me vio la cara de tonto todo el tiempo

Alberich. Estoy seguro de que sí, es un desgraciado

Shun. Lo bueno es que tengo amigos como tú y como Hyoga

A Alberich no le parece nada bien que Shun mencione a Hyoga y le cambia de tema invitándolo a salir y el peliverde acepta quedándose de ver los dos al día siguiente en otra cafetería, Alberich siente deseos de ir al baño y se disculpa retirándose de la mesa y dejando su celular sobre la mesa, de pronto éste comienza a sonar y Shun contesta escuchándose la voz de un señor muy enojado, se trataba de su jefe, ese era el celular que le proporcionaban en el trabajo

Jefe. ¿Dónde demonios estás? No has entregado tres pizzas

Shun. ¿Perdón?

Jefe. Eres un idiota bueno para nada Alberich, tu madre ya llamó cinco veces diciendo que no le has dado ningún quinto de los 15 dólares que ganas a la semana

Shun. No soy Alberich

Jefe. ¿No?... lo siento joven, pero dígale a ese inútil cabellos de frambuesa que se venga para acá y que él va a pagar esas tres pizzas que no repartió

Shun. Yo le digo... no se preocupe

Shun cuelga y enarcando una ceja deja el celular sobre la mesa, ¿Alberich era repartidor de pizzas? ¿ganaba quince dólares y a pesar de ser una paga mísera le daba a su mamá? Es más, ¿Alberich tenía mamá? ¿qué no había muerto de una compleja enfermedad sin cura? Además el pelirosa le había dicho que desde los catorce años se dedicaba a ayudar a los necesitados y que tenía un buen trabajo en la empresa de su padre como un reconocido arquitecto, también se sentía estúpido por creer en sus palabras...

Alberich regresa del baño muy sonriente y Shun también le sonríe disimulando su enojo, los dos se ponen de pie y pagan la cuenta saliendo de la cafetería, Shun estaba muy callado hasta que le dice a Alberich que recibió una llamada

Shun. Me dijo que te diera un recado

Alberich. ¿Cuál?

Shun. Este...

Sin remordimiento Shun le da a Alberich una fuerte patada en la entrepierna y le dice el recado que su jefe le dejó cuando el pelirosa cae de rodillas al suelo sujetándose con dolor "el asunto", sí que le dolía bastante, a pesar de esa cara de niño lindo Shun escondía una fuerza bruta, el peliverde sonríe aunque estaba enojado e indignado se da media vuelta y se marcha dejando a Alberich quejándose del dolor y sin poder hablar, le faltaba todo el aire del cuerpo...

Completamente enfadado Shun llega al departamento que compartía con su hermano y decide darse un baño de agua tibia para después irse a dormir, estaba muy decepcionado tanto de Seiya como de Alberich, al menos tenía a Hyoga, el rubio sería incapaz de traicionarlo o de mentirle, él si era un buen amigo...

Shun deja los zapatos en su habitación y agarra su toalla para ir al baño pero algo le llama la atención cuando va rumbo al cuarto de baño, en el suelo había ropa tirada, en una reconoce a la ropa de su hermano pero la otra era ajena a sus recuerdos y se extraña, seguramente había alguien más en el departamento y le parece muy extraño pero cuando avanza más escucha un par de gemidos y se asusta ¿acaso alguien estaba teniendo sexo en su casa? Si, sin duda, y sin duda era su hermano pero ¿estaba con otro hombre? ¿qué su novia no era una tal Esmeralda? ¿a su hermano le gustaban los hombres? Eso era ajeno a sus conocimientos, entonces el peliverde no aguantando la curiosidad abre la puerta del baño que estaba sin seguro y ve asombrado y completamente rojo como su hermano estaba siendo embestido por Shiryu, su ex novio, Ikki estaba recargado en la pared del baño con una pierna sujetada por Shiryu a la altura de su cadera y él besándole el cuello mientras lo penetraba, ambos frente a frente, perdidos entre la pasión, el rostro de Ikki estaba sonrojado y tenía un gesto de total placer, el peliverde se apena bastante de esa imagen y a la vez no puede evitar sentirse triste, su hermano también lo había engañado, estaba teniendo una clase de relación con su ex novio y no le había dicho nada al respecto, se sentía muy traicionado, ese día era el peor de todos los de su vida...

Shun sale del baño y la pareja nunca se había dado cuenta de su presencia, el peliverde sale del departamento muy triste y camina solo durante mucho tiempo hasta que sin pensarlo se encontraba frente al Hotel donde se hospedaba Hyoga y lo mira por varios segundos decidiéndose a entrar, el rubio escucha que llaman a la puerta y va asombrándose de ver a Shun ahí y más porque el chico tenía los ojos un poco irritados, se notaba que había llorado, Hyoga abre la puerta y Shun lo abraza necesitadamente, Hyoga corresponde al abrazo y lo deja pasar a su habitación, ambos se sientan en la cama y Shun le platica todo a Hyoga, lo de Seiya, lo de Alberich y lo de su hermano con Shiryu y el rubio no sabía cómo consolarlo, mucho menos sabiendo que él también le estaba mintiendo, Shun termina de desahogarse y se limpia las lágrimas pidiéndole perdón a Hyoga

Hyoga. Ya no llores, seguro Ikki no quería hacerte daño

Shun. Pero me lo hizo

Hyoga. Dime algo Shun ¿no fuiste tú quien terminó con Shiryu?

Shun. Si

Hyoga ¿Y no me dijiste acaso que antes de terminar con él ya te habías besado con Seiya?

Shun. Sí, también

Hyoga. ¿Entonces? No debes de ser tan duro con ellos, además en estos momentos ustedes ya no tienen nada, él no te engaño

Shun. Lo sé ¿pero mi hermano qué? él no me lo dijo, lo habría comprendido

Hyoga. En eso no te puedo decir nada pero por lo que sé él te quiere mucho, seguro no lo hizo con la intención de hacerte mal

Shun. Tienes razón

Hyoga. En cuanto a Seiya y Alberich no los defenderé

Shun. Gracias ¿por qué eres tan bueno conmigo?

Hyoga. Porque te quiero

El rubio pasa cabellos de Shun atrás de su oreja y le sonríe, el peliverde se sonroja, no era la primera vez que veía en su amigo esa hermosa sonrisa y entonces baja la mirada, Hyoga le sujeta la barbilla y le levanta el rostro, Shun voltea a verlo y le sonríe tímidamente, ambos se miran a los ojos y pronto sus corazones comienzan a latir a prisa, por alguna extraña razón se sentían nerviosos, el silencio pasaba a ser el mejor de los sonidos entre ambos, Hyoga lleva su mano al rostro de Shun y le acaricia la mejilla, ambos siguen mirándose y el rubio lleva dos dedos a los labios de Shun comenzando a acariciarlos, el peliverde cierra sus ojos y entreabre la boca, Hyoga baja su mano derecha hasta la cintura de Shun y poco a poco cierra sus ojos atrayendo lentamente el cuerpo de Shun hacia el suyo y pronto sus labios se atrapan en un tímido y cálido beso, sus lenguas siendo una sola y sus labios juntándose de forma lenta, la otra mano de Hyoga la lleva a la nuca de Shun y pronto su beso se hace profundo y bastante apasionado, sus respiraciones más agitadas que nunca y lentamente el cuerpo de Shun es descendido por Hyoga para acostarlo en la cama donde ambos dejan de besarse cuando sienten la falta de aire, sus labios se separan y de a poco abren sus ojos, los dos estaban acostados sobre sus costados y se miran a los ojos, Hyoga quita su mano de la nuca de Shun y le acaricia la mejilla

Hyoga. Lo siento, no debí...

Shun. Ssht...

Nuevamente Shun cierra sus ojos y vuelven a besarse, de un solo movimiento Shun se posiciona sobre Hyoga y lleva su mano derecha hasta el cinturón del pantalón el cual comienza a desabrochar, el rubio se sonroja por esa acción de Shun, el peliverde lleva su mano al interior del pantalón de Hyoga y toma su miembro con ternura comenzando a acariciarlo y el rubio gime complacido, Shun era muy bueno en eso pero de pronto pone los pies sobre la tierra, si eso estaba pasando con el peliverde al fin después de tantos años de espera era porque Shun no estaba bien en esos momentos y él al igual que Seiya solo se estaba aprovechando del chico y eso no estaba bien, seguro Shun sentía necesidad de desahogar sus penas y él estando tan cerca y los dos tan solos tal vez era por eso que Shun estaba actuando de esa manera así que no puede más con ese pensamiento y antes de derramarse en la mano de Shun se arrepiente llevando su mano a la mano de Shun y deteniéndolo, el peliverde abre los ojos y mira fijamente a un sonrojado Hyoga

Shun. ¿Qué pasa? ¿no te gusta?

Hyoga. Sí pero... no está bien

Shun. ¿Por qué?

Hyoga. Estas pasándola mal y siento que es aprovecharme de ti dejando que esto pase

Shun. Hyoga...

Hyoga. ¿Sabes? me gustas desde la preparatoria, para mí es un sueño que esto esté pasando pero no puedo dejar que pase, no en estos momentos

A Shun le brillan los ojos al escuchar las palabras de Hyoga, era la primera vez que se sentía tan seguro con una persona, Hyoga era lindo, tímido, sincero y muy caballeroso, no se comparaba en nada con nadie a quien hubiese conocido antes, el peliverde sonríe y quita su mano del miembro de Hyoga acomodándole el pantalón, los dos se sientan en la cama y evitan sus miradas, se sentían apenados

Shun. Gracias

Hyoga. ¿Por qué?

Shun. Por tu sinceridad

Hyoga. Shun... yo te amo

El peliverde se sorprende cuando escucha las palabras mágicas de los labios de Hyoga y voltea enseguida a verlo completamente sorprendido pero a la vez siente algo bonito, algo que nunca antes había sentido, como cuando se descubre algo que se mantenía oculto y entonces siente que él le corresponde, por alguna extraña razón, sentía que le quería más, después de esos besos que se habían dado y de esa declaración podía decir que él también sentía algo por Hyoga, algo especial que nunca antes y por ningún otro había sentido y entonces acercándose un poco más le hace la misma pregunta que a Seiya, Hyoga no lo piensa mucho y acariciando la mejilla de Shun le contesta

Hyoga. A mí me gusta todo de ti, como eres, la forma en que sonríes y como ríes, tu manera tan bonita de ver las cosas y sacarle lo mejor a todo, tu mirada, tu sentido del humor, tu calidez, lo que sabes, lo que no sabes, lo que piensas, lo que dices, lo que sientes, tu cabello, tus ojos, tus labios, tus manos, tus pies... todo de ti me gusta

Shun sonríe apenado y baja un poco su mirada, nunca antes le habían dicho cosas así, nunca antes alguien había caído en tantos detalles y lo había hecho sentir tan lindo, se sentía tan bien que comienza a derramar lágrimas de felicidad, ahora no cabía duda, Hyoga era el hombre de su vida, el hombre por el que había esperado durante tanto tiempo y muy feliz lo abraza con ternura, Hyoga sonríe y también lo abraza, pasados unos momentos se separan y se miran a los ojos comenzando después a besarse de nuevo sentados sobre la cama y cuando se separan Hyoga mira fijamente a los ojos a Shun, si algo iba a pasar entre ellos él debía ser completamente sincero con el peliverde así que estaba decidido a contarle toda la verdad a Shun, su Shun...

Shun. ¿Qué pasa? ¿por qué me miras así?

Hyoga. Hay algo que debes saber

Shun. ¿De ti?

Hyoga. Sí, quiero ser completamente sincero contigo

Shun se preocupa cuando Hyoga le dice eso, su rostro decía que no iba a gustarle lo que iba a escuchar y él ya había sufrido muchas decepciones ese día, soportar una más iba a ser muy duro para él pero Hyoga tenía razón, debía ser completamente sincero con él y entonces escucha atento la historia del rubio, Hyoga comienza por contarle lo mucho que le gustaba en la preparatoria y todo lo que había sucedido con Milo, claro que omitiendo lo que Aioria le había hecho y Shun se siente mal de que Milo haya hecho algo así, que injusto había sido pero comprendía lo mucho que debía de quererlo para hacer algo así, después Hyoga le cuenta a Shun como es que conoció a Seiya y le explica que él lo había mandado a investigar, eso a Shun le molesta bastante pero sigue escuchando atento a Hyoga

El rubio le cuenta todos los detalles sin omisión alguna y cuando termina Shun solo lo mira fijamente a los ojos con el ceño fruncido y bastante molesto, Hyoga intenta decirle algo pero siente el dolor de una bofetada en su mejilla izquierda, el rubio voltea hacia Shun sujetándose la mejilla y ve lágrimas en los ojos del peliverde que sin decir más se levanta de la cama y sale enojado de la habitación, Hyoga lo sigue yéndose corriendo sin siquiera cerrar la puerta de la habitación y entonces ve como Shun se mete al elevador y la puerta comienza a cerrarse pero Hyoga alcanza a llegar poniendo su pie evitando que ésta se cierre

Shun. ¡Déjame maldito mentiroso!

Hyoga. Por favor escúchame

Shun. No quiero, vete

Shun enojado avienta un poco a Hyoga y hace que quite el pie cerrándose enseguida la puerta, el rubio se desespera y comienza a bajar usando las escaleras y cuando llega a la planta baja donde estaba la entrada ve que Shun acababa de salir y lo intercepta en el estacionamiento, el peliverde lo ignora y continúa caminando pero Hyoga se le adelanta poniéndose a su frente haciendo que se detenga, ambos se miran a los ojos, Shun retándolo con la mirada, estaba muy enojado

Shun. Déjame por favor, no quiero saber nada de ti

Hyoga. Entiende que si lo hice es porque estaba interesado en saber de ti

Shun. ¿Te das cuenta de lo que provocaste?

Hyoga. ¿Qué?

Shun. Si no hubieras hecho esa estupidez no habría conocido a Seiya y no me hubiera hecho daño y yo no se lo hubiera hecho a Shiryu

Hyoga. Y tampoco hubieras descubierto a Alberich

Shun. Claro que sí porque las mentiras caen por su propio peso... ese Seiya me vio cara de idiota, burló mi inteligencia y además... yo no me hubiera enamorado de ti

Las lágrimas de Shun caen nuevamente y Hyoga no sabe cómo sentirse, si sentirse mal por la situación o sentirse feliz de que Shun le dijera que estaba enamorado de él, todo era muy confuso pero para Shun todo era bastante claro, había sido traicionado por las personas más importantes de su vida y a todas las había descubierto el mismo día, se sentía mal, se sentía miserable, que poco valía, nadie en el mundo lo quería de verdad, estaba rodeado de sucios hipócritas y mentirosos...

Hyoga se queda callado y deja de insistir, Shun baja su mirada y le saca la vuelta siguiendo su camino comenzando a llorar mientras camina y a su vez Hyoga lo observa desde el mismo lugar mientras se va alejando, el rubio también comienza a llorar y se siente muy mal por todo, si hubiera sido sincero con Shun desde el primer día en que se habían encontrado de casualidad en el café seguramente nada de eso habría pasado y las cosas serían muy distintas, los dos podrían tal vez ser felices pero ahora todo eso parecía nulo y distante, Shun no quería saber nada de él en su vida, era insoportable pero debía de respetar la decisión, el peliverde tenía toda la razón...

Continuará...


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