Loco por Shun
Capítulo 3. Perfidia
La noche de la cena se llega y muy emocionado Shun se arreglaba mientras
silbaba una canción, su hermano Ikki lo miraba atento desde la cama del
peliverde mientras se preguntaba que era aquello que tenía aquel tipo para
tener a Shun tan alegre, porque su hermano expresaba maravillas de ese chico a
quien lo denominaba el ideal de hombre perfecto...
El hermoso chico peliverde cepillaba su cabello con la sonrisa de
oreja a oreja, faltaba solo una hora para que pudiera ver a su Seiya, su amigo
Hyoga iba a llegar al departamento de los hermanos y de ahí se iban a ir al restaurante
mientras que a Seiya y a Alberich los había citado directamente en el
restaurante, el primero en llegar es Alberich quien tenía fama por ser puntual
y formal, la mesa estaba reservada a nombre de Shun y el chico pelirosa llega
muy contento y se sienta, mira su reloj y ve que aún faltaba media hora para
que llegaran los demás por lo que se pone a leer un libro, a los quince minutos
llega Seiya bastante formal, vistiendo de traje y sus ojos tenían antepuestos
unos lentes viéndose de ésta forma un poco más intelectual, Seiya pregunta por
la reservación a nombre de Shun y el mesero rápidamente lo lleva a la mesa
donde estaba sentado Alberich quien al ver la sombra de alguien alza su mirada
topándose con la de Seiya, el chico rápidamente reconoce que ese no es Hyoga
porque Shun le había dicho que era rubio por lo que deduce que se trata del tal
Seiya así que frunciendo el ceño se pone de pie sin despegarle la vista a
Seiya, ese hombre frente a él traía loco a Shun y eso no lo podía soportar
Seiya. Buenas noches
Alberich. Buenas noches
Los dos estiran su mano al mismo tiempo y la estrechan mirándose
rudamente, por el gesto de Alberich el estafador se da cuenta de que no le era
de agrado a aquel chico por lo que deduce que ese también era un pretendiente de
su Shun, ambos se sueltan la mano y toman asiento presentándose enseguida
guardando ambos un largo silencio
Seiya. ¿Y a quién más esperamos aparte de "mí" Shun?
Alberich. A mi pareja de ésta noche, Hyoga
Seiya. ¿Hy... oga?
Al escuchar ese nombre Seiya palidece ¿sería posible que ese Hyoga
fuera el mismo que él conocía? La probabilidad de que lo fuera era de un 90 a
favor ya que aquel a quien él conocía también era conocido de Shun por lo que
no resultaría extraño de que sí lo fuera, además a esas alturas el Hyoga que él
conocía muy seguramente estaba ya consciente de que lo había estafado...
Alberich se da cuenta de la expresión de Seiya y sonríe ¿acaso ese tal Hyoga
resultaba de peligro?
Alberich. ¿Te sientes bien? No te ves bien
Seiya. Me siento de maravilla, Shun es mi novio ¿hay algo más sublime
que eso?
El comentario del estafador no es del agrado de Alberich quien
enseguida muestra una expresión de enojo misma que es notada por un Seiya que
sonríe petulante y victorioso, ahora si estaba 100 seguro de que ese tal
Alberich también estaba que se moría por Shun, por su Shun, pero mejor era que
se fuera olvidando de él porque a esas alturas el peliverde estaba demasiado
enganchado con él y difícilmente otro podía entrar en su corazón o... ¿si lo había?
Al automóvil de Shun a último momento se le había acabado la batería
por lo que iban a tener que irse caminando, el restaurante no quedaba ni muy
cera ni muy lejos por lo que no convenía que se fueran en un taxi así que ambos
van caminando por la calle mientras conversan una que otra tontería, a Shun le
parecía muy simpático su nuevo amigo, era sencillo, lindo y aunque no era muy
intelectual su forma de ser era muy agradable, se notaba que no era un hombre
de mundo, más bien del tipo humilde, sus gustos no eran iguales pero algunos si
eran parecidos y no por eso diferían en opiniones al grado de llegar a
pelearse, sin duda se complementaban muy bien...
A solo dos cuadras de llegar al restaurante Shun pisa un hoyo que se
encontraba en el pavimento y al estar a punto de caerse es sostenido por los
brazos de Hyoga que no lo dejan caerse, Shun un poco sonrojado voltea a verle a
los ojos y ambos se miran por varios segundos, Shun serio y Hyoga sonriendo
ampliamente, estaba feliz de que Shun no se hubiera hecho daño, el peliverde
baja su cabeza y se aleja ligeramente de su amigo colocándole ambas manos en el
pecho
Shun. Perdóname
Hyoga. No te preocupes ¿estás bien? Fue una suerte atraparte
Shun. Sí, fue una suerte que tus brazos estuvieran ahí
Hyoga. Bien, ya vamos a llegar
Hyoga suelta del todo a su amigo y éste aún sonrojado agachaba su
cabeza mientras que el rubio le dice que ya están a punto de llegar
encaminándose ambos hacia el restaurante y mientras caminan ambos permanecen en
silencio, Shun se sentía extraño, nunca antes se había detenido a oler la
fragancia del perfume de Hyoga y nunca se había dado cuenta de que tenía una
presencia tan cálida e inexplicablemente el sonrojo de su rostro no podía
desaparecer...
En la mesa estaban ambos pretendientes de Shun sintiéndose nerviosos,
ya pasaban 15 minutos de la hora acordada y esos chicos no llegaban, no se
habían caído bien y parecía que nunca iban a caerse bien, ambos enamorados de
Shun y solo uno podía tenerlo pero no por eso lo sentía 100 seguro, ya que si
ese tal Hyoga amigo de Shun era el mismo Hyoga a quien había estafado entonces
un peligro se avecinaba.
Ante los nervios y la copa de coñac que ya había consumido Seiya se
pone de pie para ir al baño quedándose Alberich solo en la mesa, a los pocos
segundos de que Seiya se pusiera de pie llegan Shun y Hyoga preguntando
enseguida por la mesa siendo guiados por el mesero hacia ésta, al llegar ambos
el pelirosa se pone de pie para saludar con una sonrisa de oreja a oreja y sin
ver a Hyoga se apresura a saludar a Shun dándole un beso en su mano derecha y
después sin muchas ganas saluda a Hyoga sentándose los tres enseguida de que
las presentaciones hubieren terminado...
En el baño Seiya renegaba en su interior por la presencia de ese tal
Alberich, ese hombre se veía de cuidado en el sentido de que era de aquellos
que no se daban por vencidos, o al menos eso parecía y lo que a él respectaba
ya comenzaba a enamorarse de Shun a quien en un principio solo había enamorado
para poderse acostar con él y tal vez hasta sacarle un poco de dinero pero
ahora todo era distinto; el estafador sale del baño aún con las manos un poco
mojadas puesto que se había olvidado de secárselas y al salir del baño ve hacia
la mesa y se da cuenta de que ya Shun había llegado pero para su sorpresa sus
suposiciones eran ciertas, ese tal Hyoga amigo de Shun era el mismo Hyoga a
quien él vilmente había estafado, ahora sí que estaba en un aprieto pero no
podía echarse para atrás, ya Alberich lo había visto y muy seguramente al notar
que él no había regresado del baño se lo iba a informar a los presentes y muy
seguramente Shun iba a decepcionarse de él por haberlo dejado plantado, así que
no tenía de otra más que salir e ir a la mesa, ya que a Hyoga tampoco le
convenía hablarle a Shun con la verdad porque al enterarse el peliverde que el
rubio lo había mandado investigar él también iba a caer de la gracia de Shun
para siempre por lo que no representaba un gran peligro ver a ese chico frente
a frente
No estaba equivocado ya que al llegar a la mesa Hyoga lo mira como si
de un desconocido se tratara y finge no haberlo visto nunca, Shun los presenta
enseguida y muy contento le da un beso en los labios a Seiya frente a sus otros
dos pretendientes que fruncen el ceño al mismo tiempo al ver aquel beso y
después se miran el uno al otro dándose cuenta ambos de que los dos también
querían a Shun
El timbre de su departamento suena y cuando abre la puerta sin mirar
antes por la mirilla de la misma se da cuenta de que nuevamente su ex cuñado ha
ido a verlo y no hace más que suspirar hondo y dejarlo pasar ya que si lo
pensaba bien Ikki no tenía la culpa de que Shun se hubiera enamorado de otro y
él no tenía por qué tirar la amistad de ambos a la basura, el hermano del
peliverde se alegra de que el amor de su vida lo haya dejado pasar y muy
contento entra al departamento con un pay de manzana en sus manos dándoselo
enseguida a Shiryu cuando éste cierra la puerta y entra de lleno al
departamento
Shiryu. ¿Y a qué debo tu visita?
Ikki. A decir verdad yo vine a decirte algo que ya no puedo ocultar
más
Shiryu. ¿Algo que ocultas?
Ikki. Sí, algo que ocultaba por compromiso, pero ahora que ya no estas
con él creo que es hora de decirlo
Shiryu. Dilo entonces
Ikki. Me gustas Shiryu, y me gustas mucho
Por fin después de haberlo ocultado tanto Ikki se decide confesarle
sus sentimientos al ex novio de su hermano quien al escuchar tan extraña
confesión no tiene otra reacción más que sonreír ligeramente aunque en sus ojos
se mostraba la confusión, no se esperaba aquella confesión por parte de Ikki,
además de que no era muy común que recibiera ese tipo de confesiones porque a
pesar de ser atractivo y buen deportista no gozaba de mucha popularidad entre
las mujeres o entre los hombres... Ikki por su parte esperaba la respuesta por
parte del chico de cabello largo quien se queda en una especie de shock por
varios segundos reaccionando solo cuando escucha su propio nombre en labios de
aquel frente a él
Ikki. ¿Y qué me dices?
Shiryu. No sé qué decirte, además yo sigo queriendo a Shun
Ikki. Comprendo, espero no haberte quitado el tiempo, perdóname
Un poco desilusionado Ikki se da media vuelta para irse del
departamento, se sentía muy tonto por haber creído por algunos segundos que su
ex cuñado iba a corresponderle, pero claro, él siempre había sido el poco
atractivo, al que no perseguían chicas y chicos por igual, él no era igual a
Shun por quien todos siempre se morían, él no estaba a su altura e inútil era
pensar que alguien que había estado antes con Shun quisiera estar después con
él, ese sí que era un cambio brusco, pero incluso pensando así y para su
sorpresa Shiryu se apresura y se acerca a él colocándole la mano sobre el
hombro haciéndolo voltear
Ikki voltea al sentir la mano y rápidamente siente como unos labios se
apoderan de los suyos haciendo que las pupilas de sus ojos se dilaten
completamente, aquel beso no se lo había esperado para nada, el pay de manzana
cae de las manos de Shiryu cuando estas se apresuran a atrapar la cintura de
Ikki fuertemente para poder estrechar el cuerpo del chico contra el suyo, la
mano derecha de Ikki se agarra fuertemente del cuello de su ex cuñado mientras
cierra lentamente sus ojos y su mano izquierda se apoya en el hombro del
muchacho haciendo de aquel un beso lleno de pasión pero a pesar del deseo
expresado en ese beso ambos se sueltan cuando se hace necesario el aire
separando por completo sus cuerpos, los dos se miran a los ojos largo tiempo
hasta que Shiryu se agacha y agarra el pay de manzana en el suelo
Shiryu. Discúlpame por ese beso
Ikki. No sabes lo bien que me hizo
Shiryu. Ikki yo...
Ikki. Lo sé, quieres a mi hermano, comprendo
Shiryu. No es que no me gustes pero...
Ikki. Ya te dije que comprendo, de todos modos gracias por oírme y
también por ese beso
Ahora si sintiéndose derrotado Ikki se da media vuelta de nuevo e
intenta irse pero nuevamente es detenido por Shiryu quien le coloca la mano
derecha sobre del hombro haciéndolo voltear enseguida, ambos se miran a los
ojos y Shiryu se acerca al chico para susurrarle unas palabras a su oído,
"Quédate ésta noche" le pide con un tono de voz que Ikki no puede
oponerse, ese chico era el amor de su vida y le estaba pidiendo que se quedara
con él, sabía a la perfección que él estaba enamorado aún de su hermano y que
si le pedía que se quedara era solo porque se sentía solo y no porque lo
quisiera pero aun así no podía oponerse, Shiryu no le estaba pidiendo que se
acostara con él, solo le pedía que estuviera con él esa noche y él así lo iba a
hacer incluso aún si Shiryu le pidiera que hiciera el amor con él aunque fuera
solo sin compromiso él iba a hacerlo porque en el mundo no había persona salvo
su hermano más querida por él que Shiryu, el amor de su vida...
La cena transcurre tranquila para Shun pero muy incómoda para los
otros tres que se miraban unos a otros como tratando de decirse lo mucho que se
detestaban, además Shun hacía intentos porque Hyoga y Alberich conversaran ya
que pensaba que harían buena pareja, ambos eran buenas personas y ambos eran
sus amigos así que para el peliverde eran la pareja ideal...
Haciendo gala de lo aprendido en un curso rápido de Internet Seiya se
luce en la cena sabiendo sobre todas las reglas de etiqueta y sobre vinos finos
mismos que no faltan en el transcurso de la cena, por su parte Alberich hablaba
alegremente sobre lo apasionante que era para él la literatura y sobre los
últimos libros de gran dificultad que él había leído, sin embargo Hyoga sin
mucho que ofrecer cuenta los mejores chistes en su repertorio, los tres
trataban de impresionar de una u otra forma a Shun quien escuchaba atento a los
tres chicos presentes, sin duda todos y cada uno de ellos tenía un encanto
especial...
El peliverde en su papel de casamentero le dice a Seiya que le quiere
decir algo y le pide que vayan a un lugar privado para hablar, Seiya a pesar de
lo tonto que es entiende por qué su novio hizo eso y accede dejando los dos a
los chicos en la mesa solos guiñándole el ojo Shun a Alberich cuando se pone de
pie y toma a Seiya del brazo, tanto Alberich como Hyoga quedan en silencio al
estar solos, se sentían muy incómodos, ambos estaban tras los huesitos de Shun
y no tenían intención de consolidar algo entre ellos pero Hyoga no aguantándose
la curiosidad le hace ver a Alberich que se ha dado cuenta de su gusto por el
peliverde y el chico pelirosa hace lo mismo con Hyoga
Alberich. Por el momento no me ocuparé de ti, Seiya es un peligro
mayor
Hyoga. A mí no me importa si Shun no se enamora de mí, pero no quiero
que un inepto estafador le quiera ver la cara de tonto, se merece algo mejor
Alberich. Mnh, algo como yo
Hyoga. Já, si como no
Ante el comentario del rubio el pelirosa frunce el ceño y gruñe ¿qué
se creía Hyoga para decirle que era nada para Shun? Él si se merecía a alguien
como el peliverde, no como Seiya que era un estafador de primera, el mismo
Alberich se había dado cuenta de ello porque cometía muchas torpezas mismas que
Shun no notaba porque estaba muy embelesado con él... pasados varios minutos la
pareja feliz regresa a la mesa encontrándose con dos chicos serios con los
brazos cruzados, para Seiya eso era un inconveniente ya que conveniente era
para él que ambos se gustaran y dejaran a Shun por la paz, mientras que para el
peliverde resultaba una lástima ya que pensaba que ambos harían una buena
pareja, lamentablemente eso no se iba a poder dar porque se veía a leguas que
esos dos no se atraían para nada
Shun. ¿Todo bien?
Alberich. Sí Shun ¿y tú?
Shun. También... ¿saben? Seiya y yo nos vamos
Alberich. ¿Juntos? ¿a dónde?
Shun. A mí casa
La respuesta deja a Hyoga y a Alberich con la boca y los ojos abiertos
mientras que Seiya muestra una sonrisa de oreja a oreja, el peliverde había
aceptado que ambos fueran a la casa de Shun porque Seiya insistía en que no
fueran a su supuesto departamento que era en realidad un cuarto de Hotel de
quinta
Hyoga. Pe... pero
Shun. Perdóname, sé que venimos juntos pero Alberich puede llevarte a
casa ¿verdad?
Alberich. Sí, supongo
Hyoga. Mnh...
La sonrisa de Seiya se amplía aún más por las expresiones del rubio y
el pelirosa, sin duda él había ganado, Shun sería suyo esa noche, ya estaba
decidido y aquellos dos debían de resignarse o tal vez... ¿unir fuerzas? Sí,
eso resultaba una alternativa mejor así que cuando Shun y Seiya se despiden de
ambos chicos y comienzan a caminar hacia la entrada Alberich finge que un
fuerte dolor de estómago lo ataca y grita haciendo que la pareja voltee
encontrándose con un Alberich tirado en el suelo mientras se agarra fuertemente
el estómago y a un Hyoga tratando de ayudar al chico, Shun se asusta y corre
hacia sus amigos mientras que Seiya los ve completamente molesto, a él no lo
engañaban, esos dos se habían puesto de acuerdo...
El pay de manzana se encontraba consumido hasta la mitad, Ikki y
Shiryu se habían encargado de que así fuera y ahora se encontraban viendo la
televisión sentados en el amplio sofá de la sala del departamento de Shiryu,
veían una entretenida serie de televisión y mientras veían el episodio Ikki
volteaba de vez en cuando para observar el hermoso rostro de Shiryu, ese que
amaba desde hace mucho tiempo, Shiryu por su parte notaba esas miradas y cuando
Ikki volteaba de nuevo a la televisión era su turno de ver a su acompañante,
así hasta que sin querer ambos coinciden y se miran volteando enseguida a ver
la televisión, para Ikki era costumbre eso de la tensión sexual porque Shiryu
siempre le había gustado pero para Shiryu era algo nuevo, nunca había
experimentado con su amigo eso que se denominaba tensión sexual y mientras
observaba la televisión se imaginaba que le hacía el amor, un sonrojo se
apoderaba de todo su cuerpo y comenzaba a sentirse más incómodo mientras que
Ikki recordaba el beso de hace apenas un par de horas, sin quererlo y pedirlo comenzaba
a excitarse...
Sin poderse aguantar más Ikki se pone de pie dispuesto a irse de ese
departamento a pesar de que ya había aceptado quedarse a pasar la noche, si
seguía ahí sin duda iba a hacer algo de lo cual tal vez iba a arrepentirse y la
razón por la cual pudiera hacer eso era porque tal vez al estar haciéndolo con
Shiryu el chico iba a estar pensando en Shun, cosa que de solo pensarlo le
hacía tener un fuerte escalofrío
Ikki. Mejor me voy, Shun va a preocuparse
Shiryu. Por favor no te vayas
Ikki. Es que no puedo, si me quedo yo... no resistiré más
Shiryu. Es que yo no pido que te resistas
Ambos chicos se miran intensamente, ahora sí no había marcha atrás, o
tomaban la oportunidad con sus manos o la dejaban ir para siempre porque no iba
a haber otra oportunidad, no iba a haber circunstancia igual, éste era el
momento así que muy decidido Ikki se acerca a su ex cuñado y lo sujeta
fuertemente del cuello atrayéndolo a él y robándole un beso que no queda sin
corresponder pues Shiryu toma nuevamente a Ikki entre sus brazos y hacen el
beso más apasionado mientras jadean y comienzan a descender al suelo sin
soltarse, hasta que están acostados separando sus labios
Shiryu que estaba arriba de Ikki lo mira profundamente y el hermano de
Shun estira sus manos rodeando ambas mejillas de Shiryu y nuevamente se dan un
beso pero sin cerrar los ojos, ésta vez se veían fijamente a los ojos, el chico
de cabello largo se levanta del cuerpo de Ikki sentándose sobre las caderas del
chico y comienza a quitarse las ropas hasta que queda completamente desnudo
dejando al descubierto ese cuerpo casi tan perfecto que hace que Ikki de solo
verlo se muerda fuertemente el labio inferior, como había deseado ese momento
Las manos de Shiryu se dirigen al pantalón de Ikki y le quita el
cinturón seguido del botón y por último el cierre bajando la prenda ligeramente
al igual que el boxer pero sin quitárselo por completo, nuevamente Shiryu se
acomoda y toma el erecto miembro de Ikki comenzando a introducirlo en su
entrada comenzando él a bajar por ese mismo miembro penetrándose de forma lenta
hasta estancarse en el tope jadeando ambos
Shiryu aprieta sus manos sobre el abdomen de Ikki y armándose de valor
comienza a embestirse gimiendo por el dolor, no estaba acostumbrado a ser el
uke aunque ese papel era de su total agrado y mientras lo hacía Ikki cerraba
con fuerza los ojos cada vez que sentía el tope de su miembro en el interior
del chico de cabello largo, Shiryu comienza a imprimirle velocidad a las
embestidas que se hacía hasta que el líquido de Ikki llena su interior haciendo
que ambos giman complacidos aunque aún Shiryu no se liberaba por lo que saca el
miembro de Ikki de su entrada y se baja del cuerpo del chico, Ikki respira unos
segundos y después se limpia el sudor, se sentía un poco agotado pero sabía lo
que seguía, era su turno así que se sienta y quita por completo sus ropas
inferiores seguido de la camisa que en todo momento había traído puesta y se
acomoda abriendo sus piernas, Shiryu se lame los labios y se acerca al chico,
Ikki cierra los ojos al pensar que Shiryu lo penetrará…
Pero para su sorpresa Shiryu se dirige a la parte inferior donde
comienza a acariciar los glúteos del chico, Ikki jadea de lo bien que se siente
y se queja de dolor cuando siente dos dedos de Shiryu entrar a su cavidad y
explorarla, el hermano de Shun comenzaba a gemir, no se imaginaba que Shiryu
fuera tan buen amante, el de cabello largo saca sus dedos y le deja el camino
libre a su lengua que disfruta completamente de ese orificio, pero Ikki no
puede más ante la tortura y suplica que entre en él, necesitaba sentirlo
dentro, sentir ese tibio y delicioso líquido en su interior, sentir que Shiryu
se lo daba todo, porque él de Shiryu necesitaba todo por lo que el de cabello
largo atiende a la súplica levantando el rostro e hincándose mientras se
acomoda entre las piernas del chico, sostiene ambas con sus manos y comienza a
entrar en él hasta el tope
Ikki intenta agarrarse de algo ante la intromisión pero al no haber
nada cerca por instinto se levanta un poco quedando apoyado de sus codos
topándose la mirada de ambos, Shiryu comienza con las embestidas mientras ambos
siguen mirándose a los ojos, Ikki apretaba con fuerza sus ojos y cierra sus
piernas en la cintura de Shiryu quien comienza a descender hasta quedar
acostado nuevamente sobre Ikki continuando con las embestidas pero ambos
fundiéndose en un apasionado beso, sus lenguas batiéndose en un sensual duelo y
un hilo casi imperceptible de saliva saliendo de la comisura de sus labios,
pronto el miembro de Ikki comienza a despertar nuevamente, aún era rápido para
otra erección pero la pasión era tal que eso no había importado, Shiryu se
aleja un poco de nuevo de Ikki y baja su mano hasta el miembro del chico
comenzando a masturbarlo pero sin bajar el ritmo de sus penetraciones
Ikki estaba al punto del delirio, sus ojos cerrados se abrían por
instinto comenzando a ver nublado y a gemir con más lentitud pero completamente
hechizado, Shiryu aprieta con fuerza las piernas de Ikki e imprime más
velocidad a sus embestidas pero por mucho esforzarse no logra el orgasmo hasta
que siente el líquido de Ikki sobre su mano comenzando a brotar el suyo dentro
de Ikki gimiendo con fuerza ambos a la vez que unos cuantos choques eléctricos
les atacan la región abdominal, sus respiraciones profundas y rápidas y el
sudor bañando todo el cuerpo les hacen sentir una gran paz, toda esa pasión
desbordada les había robado el aliento...
Poco a poco Shiryu sale de Ikki y se coloca a su lado cerrando los
ojos y suspirando hondo, el hermano del peliverde completamente agotado por el
acto sexual cierra también sus ojos unos segundos pues después se gira
ligeramente quedando apoyado solo con su codo izquierdo y voltea a ver
fijamente a Shiryu mientras con su mano derecha acaricia el pecho del chico
Ikki. Estuviste maravilloso
Shiryu. Tú también
Ikki. Shiryu, nunca te pediré que me ames pero por favor, júrame que
mientras lo hacíamos no pensaste en mi hermano
Shiryu. Ikki...
Ikki. Por favor, júramelo
Shiryu. No pensé en Shun, te lo juro
Con una gran sonrisa por las palabras de Shiryu, Ikki se agacha y le
besa los labios acostando su cabeza sobre el pecho del chico mientras se
acuesta en el piso, el de cabello largo lo abraza solo con una mano y mira
hacia el techo, la mirada de Ikki al hacerle la petición anterior se había
quedado grabada en su memoria, nunca, ni por un solo segundo le hubiera pasado
por la cabeza que él le amara y mucho menos que algún día se iban a entregar a
una pasión tan desbordada como la de hace un par de minutos, sin duda la vida
siempre estaba cargada de muchas sorpresas...
Pero para sorpresas la de Seiya cuando tiene que resignarse a que ese
día Shun tampoco iba a ser suyo porque Alberich y Hyoga eran muy buenos actores
y el peliverde había caído redondito ante el susodicho malestar de su amigo
pelirosa, aunque obviamente él no había caído en ese truco para nada, el
peliverde intenta llamar a una ambulancia pero Alberich se niega pretextando
que en su casa podrá reponerse con un poco de cuidado y un delicioso té
sabiendo que con decir esto Shun se iba a ofrecer para ser su enfermero ya que
sabía que el chico vivía solo, Hyoga y Seiya también se ofrecen para pasar la
noche con Alberich con tal de que Shun no se quedara solo con él en el
departamento y así los tres se quedan en casa de Alberich donde lo atienden
siendo Shun el coordinador de todas las actividades hasta que agotado el
peliverde se queda dormido en el sofá más amplio de la sala, Hyoga va por unas
sábanas y tapa al chico sonriendo tiernamente mientras le acaricia los hermosos
cabellos verdes yéndose después al cuarto de Alberich donde está Seiya ahí
Hyoga. Ya deja tu actuación a un lado
Alberich. ¿Solo yo actúo?
Hyoga. Mnh...
Seiya. Déjense de tonterías y aclaremos las cosas de una buena vez
Alberich. ¿Qué cosas hay que aclarar?
Seiya. Que yo soy el novio de Shun y ustedes están de más
Hyoga. Eres su novio gracias a tus fraudes
Alberich. ¿Fraudes?
Hyoga. Verás...
Seiya. Ey, tú cállate
Seiya y Hyoga se ven rudamente mientras el primero señala al segundo
como diciéndole, "si hablas yo también lo hago" así que ambos dejan
esa discusión dejando a Alberich con un gran signo de interrogación en su
cabeza, no entendía de que fraudes hablaba Hyoga aunque algo se podía imaginar
por el concepto que Shun tenía de ese chico y lo que él había podido ver de
Seiya...
A la mañana siguiente Shun despierta poco a poco y acordándose de lo
mal que se había sentido su amigo Alberich la noche anterior se levanta
preocupado dirigiéndose a la habitación del chico y cuando llega sonríe
ampliamente, Seiya y Hyoga estaban dormidos en el suelo de la habitación, eso
le tranquilizaba, se notaba que su novio y su amigo también se habían
preocupado y habían pasado la noche cuidando del chico, que orgulloso se sentía
pero lo que Shun no sabía es que los tres habían dormido en la misma habitación
en signo de un pacto con en el lema "lo más alejado de Shun" que
consistía en que todos dormirían ahí para que ninguno osara acercarse al
peliverde y hacerle cosas extrañas mientras dormía, de ser así los demás iban a
darse cuenta...
Dadas las 10 de la mañana los tres chicos enamorados de Shun se
despiertan gracias al penetrante olor a comida misma que estaba siendo
preparada por el peliverde para los chicos, los tres se miran a los ojos y sin
decirse nada se levantan al mismo tiempo y corren a la cocina, no querían que
ninguno de ellos estuviera solo con Shun, el peliverde los ve llegar y muy
sonriente les pide que se sienten y cuando lo hacen les sirve uno a uno su
respectiva ración sirviéndose él al último sentándose al lado de Seiya a quien
le da un beso en los labios haciendo que los otros dos los miren atentos y con
el ceño fruncido, debían idearse otro plan para no dejar a Seiya y Shun solos
ya que podían retomar la decisión de la noche anterior pero para desilusión de
Alberich que propone un día de campo Shun les dice que ese día no puede ir a
ningún lado porque ese día es el aniversario de la muerte de sus padres y su
hermano y él visitaban la tumba de los señores, los presentes se quedan en
silencio y Seiya se ofrece primero para acompañar a los hermanos pero Shun se
niega, ese era un momento familiar así que Seiya no tiene más remedio que
resignarse, Alberich y Hyoga no insisten así que terminado el desayuno el peliverde
se va despidiéndose y dejando a los tres chicos en el departamento de Alberich
Hyoga. Yo también ya me voy
Alberich. Ya era hora, no recuerdo haberlos invitado
Hyoga. Lo sabemos pero no te íbamos a dejar solo con él
Seiya. Es verdad, Shun es mi novio y ustedes parecen no entender
Alberich. Eso pronto va a cambiar
Seiya. Eso crees tú
Alberich. Estoy seguro
Hyoga. Déjense de tonterías ¿qué ninguno piensa en lo que quiere Shun?
La pregunta de Hyoga es contestada por los dos chicos con un rotundo
¡NO! volteando al mismo tiempo con el rubio quien molesto por la respuesta se
da media vuelta y sale del departamento del chico, ¿acaso él era el único que
realmente quería y pensaba en el bien de Shun? Porque él no pretendía que el
peliverde se enamorara de él, el rubio solo quería el bienestar de Shun y sabía
que ni Seiya ni Alberich se lo podían dar... antes de tomar el autobús Hyoga es
alcanzado por Seiya quien había salido del departamento de Alberich segundos
después de que el rubio lo hubiera hecho
Hyoga. ¿Qué quieres?
Seiya. Será mejor que te alejes de Shun
Hyoga. ¿Bajo qué condición me dices eso?
Seiya. Con la condición de que soy su novio
Hyoga. Me engañaste y lo estás engañando a él
Seiya. Tú no entiendes, amo a Shun
Hyoga. Si como no
Seiya. Aunque te cueste creerlo
Hyoga. Aunque así fuera eres su novio gracias a engaños, pero yo estoy
dispuesto a decirle la verdad aunque también me afecte, eso con tal de que no
esté con un estafador como tú
Seiya se queda sin respuesta a las palabras de Hyoga quien se da media
vuelta y se aleja del estafador para subirse a su autobús que ya estaba
estacionado en la parada, el novio del peliverde se queda pensando en lo que
Hyoga le había dicho y reflexiona un poco, sería mejor que él le dijera la
verdad a Shun aunque eso no le convenía, pero si él primero le decía la verdad
a Shun podía cambiar un poco los hechos volteándolos en contra de Hyoga y a
favor de él... Seiya llega a su habitación de Hotel de quinta y decide que
sería buena idea pedir una pizza ya que tenía mucha hambre a pesar de que la
cena de la noche anterior había sido muy abundante, menos mal que Alberich
había pagado la cuenta porque él estaba en la total miseria tratando de
aparentar algo que no era comprándose mucha ropa fina con el dinero que le
había quitado a Hyoga con la estafa, lo bueno era que la pizza en los
alrededores era barata y eso si podía pagar...
A los 30 minutos de que ha pedido su pizza Seiya escucha que tocan a
la puerta de la habitación y se levanta tomando el dinero para pagar y se
acerca para abrir llevándose una gran sorpresa cuando lo hace, el repartidor
era el mismo Alberich que cuando ve a Seiya se sorprende tirando la pizza al
suelo, los dos cruzan miradas y Alberich intenta huir pero Seiya lo agarra con
fuerza del brazo impidiéndole que se vaya, lo jala haciéndolo entrar al cuarto
y levanta la pizza del suelo cerrando después la puerta, el novio de Shun se
comienza a reír y le avienta a Alberich el dinero de la pizza
Seiya. ¿Eres un repartidor de pizza?
Alberich. Es un trabajo decente
Seiya. No digo que no lo sea pero si mal no recuerdo ayer en la noche
Shun platicaba emocionado que eras un altruista con mucho dinero que era
sumamente culto y no sé qué tantas fregaderas más
Alberich. Y si yo mal no recuerdo Shun comentaba anoche cosas
parecidas de ti pero veo que eres un maldito pordiosero que vive en una pocilga
Seiya. Cállate
Alberich. Veo que ambos mentimos para ser de su agrado ¿verdad?
Seiya. ¿Qué hiciste tú?
Alberich. Lo vi en una galería de arte donde yo llevaba una pizza
Seiya. Yo también actué donde mismo
Alberich. Ahora comprendo a que se refería Hyoga
Seiya. Hyoga, ese maldito
Alberich. ¿Es de peligro?
Seiya. Bastante
Alberich. Entonces deberíamos...
Seiya. Acabar con él
Los dos estafadores asienten con la cabeza y después se comienzan a
reír, sin duda era una buena idea acabar primero con Hyoga y después hacerse
pedazos entre ellos, Seiya sabía muy bien porque Hyoga representaba un peligro
para sus planes de conquista y se los hace ver a Alberich a quien le cuenta la
historia desde que Hyoga lo contrato y Alberich también le cuenta como comenzó
con su mentira explicándole también que el departamento que supuestamente era
de él no era de él ya que él solo lo cuidaba cuando los dueños estaban de viaje
y había aprovechado eso para que Shun no viera que aún vivía con sus padres en
una pequeña casa bastante humilde y también le cuenta que los ahorros del año
se los había gastado en la cena de la noche anterior para impresionar a Shun,
sin duda ambos eran muy buenos estafando pero solo uno iba a resultar
ganador...
Regresando del panteón Shun e Ikki no se mostraban muy animados, sus
padres habían muerto en un accidente hace un par de años cuando aún eran muy
jóvenes, pero al menos se tenían uno al otro e Ikki se había encargado muy bien
de su hermano menor... Ikki se mete a su habitación, se sentía muy cansado, la
noche anterior había sido muy intensa e ir al panteón siempre lo fatigaba, mientras
que Shun se sienta en un mueble de la sala a pensar un poco mientras oía una
música ligera pero sus pensamientos son interrumpidos cuando el timbre del
departamento suena y él se pone de pie para abrir encontrándose con Hyoga que
portaba en su mano un ramo de flores, Shun sonríe y lo deja pasar
Shun. Hyoga...
Hyoga. Quería ir al panteón a dejarle estas flores a tus padres pero
sabía que era un momento que tú querías pasar con tu hermano así que te las
traje
Shun. Eres tan...
Sin siquiera terminar la frase Shun se acerca a Hyoga y con lágrimas
en sus ojos lo abraza tiernamente siendo correspondido por el rubio con solo su
mano derecha porque en la izquierda sostenía las flores, pero el peliverde un
poco apenado suelta a Hyoga y se disculpa pero el rubio le hace ver que no hay
problema, Shun agarra las flores y busca pronto un florero donde ponerlas para
que no se marchitaran pidiéndole a Hyoga que tome asiento y después él se
sienta a un lado de él comenzando a platicarle sobre sus padres y aquel accidente
comenzando a llorar pero siendo abrazado por Hyoga quien escucha atento la
historia de Shun; a los pocos segundos Ikki sale de su habitación y observa a
un par de metros a los chicos sonriendo tiernamente, difícilmente Shun hablaba
sobre ese tema y verlo expresándose de esa forma le alegraba, ese tal Hyoga
debía de ser muy especial para Shun para hacerlo hablar sobre ese tema
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