Señales de amor
Parte 3.
Temprano en la oficina Heero se encontraba preparando el informe para
la junta que su jefe Traize convocaría al mediodía por lo que estaba muy
presionado, pronto se llegaría el fin de año y debía presentar los balances
ante el consejo de la compañía, eso siempre lograba frustrarlo un poco, además
de eso todo lo que sucedía con Duo y Trowa le distraía... Heero oye que llaman
a la puerta de su oficina y permite la entrada a quien tocaba, se trataba de
Quatre que vestía provocativamente, como hace mucho no lo hacía, unos
pantalones algo ajustados a su cuerpo dejando ver la perfecta cintura que
poseía, incluso más perfecta que la de cualquier mujer de buen cuerpo, una
camisa de seda color azul dejando algunos botones de arriba desabrochados y el
cabello menos peinado de lo normal, el chico rubio se acerca hasta el
escritorio y cuando Heero voltea se queda boquiabierto, realmente el chico se
veía muy sensual y ante su reacción Quatre sonríe, era la reacción que
esperaba, se acerca a Heero pasando de lado del escritorio y quedando a un lado
de su ex amante, Heero percibe el delicioso perfume en el cuerpo de Quatre y
totalmente sonrojado lo mira al rostro, Quatre se agacha recargándose en el
escritorio y mostrándole unos papeles fijando su mirada en ellos pero Heero
parecía hechizado, solo podía ver su rostro, hacía mucho que no lo veía tan
hermoso, el rubio sonríe sensualmente y acerca su rostro demasiado al de Heero
y éste podía sentir su fresco aliento en su cara
Quatre. ¿Pasa algo?
Heero. Na... da, yo... no, nada
Quatre. ¿Te dejo estos Heero?
Heero. Si
Heero no se concentraba en nada que no fuera el cuerpo del rubio
mientras le mira marcharse, sentía calor a pesar de que era otoño y ya
comenzaba a sentirse el frío del próximo invierno, Quatre había logrado
completamente su cometido, Heero seguía amando locamente a Duo pero también era
un ser humano y era completamente imposible no sentirse así al ver a alguien
como Quatre como lo había visto no hace un par de minutos, el chico de mirada
fría sacude su cabeza con fuerza para después sujetarse el cabello con una mano
haciendo su cabeza hacia atrás y recargándose en su silla giratoria la cual
gira hacia la ventana para abrirla, sentía mucho calor y había logrado
excitarse un poco. Quatre al salir de la oficina se dirige a la que le habían
asignado temporalmente a Trowa, estaba completamente emocionado, el ojiverde
abre la puerta al escucharlo tocar y lo deja pasar, el rubio se sienta
directamente en el sofá cruzando las piernas y colocando sus manos atrás de su
cabeza
Trowa. Te ves, feliz
Quatre. Y lo estoy, debiste ver la cara de Heero, estaba...
Trowa. Perplejo, lo imagino, te ves... delicioso
Trowa mira a Quatre de pies a cabeza mordiéndose el labio inferior y
el rubio se enseria bajando sus manos y sentándose con ambas piernas sobre el
sofá, no le había agradado para nada el halago del ojiverde
Trowa. Perdón, no quise ofenderte
Quatre. No importa, dime una cosa ¿cómo es él que tiene locamente
enamorados a dos personas como tú y Heero?
Trowa. Ah Duo, él es la criatura más hermosa sobre la faz de la
tierra, es alegre, agradable, simplemente hermoso, es inteligente aunque a
veces suele ocultarlo muy bien, tiene estilo, clase, es educado, tiene el mejor
de los talentos para decorar, es sensual y todo un as del sexo, demasiado bueno
en la cama para ser verdad
El rubio miraba totalmente celoso a Trowa mientras escuchaba todas
esas palabras, le habían entrado unas enormes ganas de conocer a ese tal Duo
Maxwell, no podía ser que existiera alguien como él, parecía toda una quimera
sacada de algún maravilloso cuento, todo lo que decía Trowa seguramente eran
palabras adornadas porque él le amaba, él no podía quedarse atrás y dejar que
Heero viviera feliz con ese tal Duo, él debía ganarse el terreno que durante
años no había podido ganarse en el corazón de Heero
Quatre. Ya veo
Trowa. Vamos, tú también eres hermoso, ese cuerpo, ese rostro que
tienes es precioso, esos ojos, esos labios que cualquiera quisiera besar,
tiernos y rosados, Heero es un tonto... aunque también, no te comparas para
nada a Duo, él es mil veces mejor
Totalmente molesto por el último comentario Quatre se pone de pie y le
da una bofetada al ojiverde quien sonríe por aquella acción, Trowa a veces
podía ser un hombre demasiado cínico además había notado la expresión de
desagrado por parte del rubio cuando le describía a Duo y no lo soportaba,
debía darle a entender que él no era nada comparado a su trenzado. El rubio
llega muy molesto a su oficina aventando al suelo unas cosas que estaban sobre
su escritorio, su amigo Wufei se encontraba en la puerta viendo todo ya que
había llegado ahí segundos después de que Quatre lo hiciera, el chico rubio
mira hacia allá y más molesto se sienta frente a su escritorio
Quatre. ¿Qué quieres?
Wufei. Nada
Quatre. Entonces vete
Wufei. ¿Qué te pasa? Estás muy extraño desde que dijiste esa mentira
frente a Barton
Quatre. ¿Mentira? ¿Cuál mentira?
Wufei. Que solo éramos amigos
Quatre. Ay por Dios, solo somos amigos
Wufei. ¿Entonces siempre te acuestas un par de veces con tus amigos?
Quatre. Idiota, vete de aquí
Wufei. No, quiero que me digas que te pasa
Quatre. Estoy de mal humor y no quiero ser grosero contigo
Wufei. Platícame por favor, como antes
Quatre. Está bien, cierra la puerta
Sonriendo el chino cierra la puerta y se sienta en un mueble cerca del
escritorio del rubio y éste se pone de pie dirigiéndose también hacia él y
sentándose comienza a platicarle a Wufei acerca de Trowa, Duo y Heero y el plan
que junto al ojiverde tenía previsto, Wufei no daba crédito a todo lo que oía,
eso que hacía su amigo nada tenía que ver con lo que él era, él jamás haría
algo así, eso quería decir que realmente amaba a Heero y deseaba tenerlo
nuevamente cerca, al terminar el rubio mira fijamente a Wufei quien volteaba hacia
el suelo empuñando sus manos en sus rodillas
Wufei. No me gusta cómo suena eso pero... sabes que yo te apoyo en
todo
Quatre. ¿De verdad?
Wufei. Sí, porque te amo y quiero verte feliz, con Heero, conmigo o
con quien sea, solo con que tú seas feliz
Quatre. Gracias
Wufei. Bien, me voy, te espero en casa por la noche
Quatre. Wufei, tal vez me quede con Heero
Wufei levanta su mirada y la fija en la mirada de Quatre
Wufei. ¿Qué?
Quatre. Trataré de reconquistarlo por los medios que sean necesarios
Wufei. Está bien, pero si no, sabes que te estaré esperando
Quatre. Gracias, amigo
Wufei se pone de pie sonriendo fingidamente y sale de la oficina de su
amigo, al cerrar la puerta se recarga en ella y suspira, su amigo no tenía idea
del error que cometía y que solo iba a salir herido, pero debía aprender que
contra el verdadero amor no podía y que el amor entre Heero y Duo no iba a
desaparecer en unos días siendo que había perdurado a pesar de todo durante 4
años, había personas que habían nacido para estar juntas desde un principio, se
les conocía como almas gemelas y esos dos eran una de esas almas gemelas por lo
que ni Trowa, ni Quatre, ni nadie iba a poder separar jamás, al menos no en
alma, porque sus corazones siempre iban a pertenecer al otro
A la hora del almuerzo Quatre invita a Heero al restaurante de
enfrente y éste no se niega, le gustaba la idea de que el rubio y él ahora
fueran amigos, se había enterado por rumores en la empresa que tenía algo que
ver con Wufei porque una vez les habían visto tomados de la mano muy sonrientes
pero lo que ignoraba totalmente era el acuerdo entre él y el ojiverde para
recuperar cada uno a su respectivo ex amante, el chico de mirada fría tenía aún
cosas que preparar para la junta que se llevaría a cabo en menos de 2 horas
pero no se había podido negar ante la invitación del rubio, había algo en él
que le hechizaba, quería estar cerca de él, era algo solo físico por lo que su
mente no actuaba, solo lo hacía su cuerpo
Quatre. Me alegra que ahora estemos en buenos términos
Heero. Si
Quatre. Dime, ¿ya tienes pareja?
Heero. Si, se llama Duo
Quatre. ¿Viven juntos?
Heero. No, él vive solo pero pronto eso cambiará
Quatre. Que bien
Heero. ¿Y tú que tienes con Wufei?
Quatre. Nada, solo somos amigos
Heero mira atento a Quatre, realmente creía que entre los dos había
algo, pero si su amigo decía que no entonces debía ser cierto, después de todo
en la oficina corrían muchos rumores que no siempre eran de fiar
Heero. Quatre, hoy te ves bien
Quatre. Gracias
Heero. ¿Por qué?
Quatre. ¿Por qué, qué?
Heero. Actúas así hoy, vistiéndote así y actuando como si fueras el
rey del mundo
Quatre. No es verdad
Heero. Estás provocativo, sensual, hace mucho que no caminabas así
Quatre. Solo quiero sentirme con más confianza, mi novio terminó
conmigo después de una relación seria de mucho tiempo, es todo
Heero. Ya veo
Al terminar el almuerzo regresan a la oficina después de haber hecho
una sobremesa de algunos minutos, hace mucho que no conversaban tan amenamente
como en esa ocasión, Heero se sentía más en confianza con el rubio que cuando
eran pareja, hasta había llegado a pensar que tal vez había sido un error
dejarlo pero una imagen de Duo le hizo volver a la realidad, él era a quien
amaba y a nadie más, por Quatre solo sentía un cariño amistoso además de una
extraña atracción física, sobre todo vistiendo de esa forma, pero nada más, por
Duo sentía todo, amor, deseo, cariño, se sentía en confianza para hablarle de
lo que fuera, era como Wufei los describía, su alma gemela... después de la junta
que es todo un éxito Heero vuelve a su oficina y su secretaria le informa que
Duo Maxwell llamó preguntando por él, rápidamente el chico toma el teléfono y
marca a su celular, el trenzado contesta y ambos quedan en que Duo volverá al
departamento de Heero por la noche y él muy contento desea porque ya pronto sea
de noche y volver a ver a su amado trenzado
Quatre se las ingenia para acompañar a Heero a su departamento
pretextando que ha dejado muchos cd´s de música donde su ex amante y que desea
recuperarlos, Heero no ve el inconveniente ya que Duo ha quedado de pasar al
departamento a las 10 de la noche porque ese día debía viajar a otra ciudad por
unas cosas que necesitaba para la remodelación de la casa del actor Zechs,
apenas iban a ser las 8 de la noche y perfectamente alcanzaba Quatre a recoger
sus cd´s e irse antes de que el trenzado llegara... entran al departamento de
Heero y antes que el rubio comience a revisar los cd´s Heero le ofrece algo de
tomar y el acepta una copa, al agarrarla Quatre derrama adrede el contenido
sobre la ropa de Heero, él no se enoja pero no le agrada eso porque su camisa
ha sido arruinada, el rubio se disculpa y el chico de mirada fría solo asiente
quitándose después la camisa para meterla inmediatamente a lavar porque no
quería que quedara manchada, entra al cuarto de lavado y no logra escuchar el
teléfono que suena hasta que el contestador se activa — Heero, llegaré antes de
lo planeado, espero que no te molestes, nos vemos mi amor — Quatre sonríe al
escuchar la grabación y ve ahí una oportunidad para separarlos, Heero sale del
cuarto de lavado y el rubio sonriendo finge que busca los cd´s, el chico de
mirada fría mira el reloj y ve que ya pronto serán las 9, deseaba que Quatre
saliera ya de su departamento para adecuarlo para recibir a Duo pero éste no
parecía apurarse, Heero aún no se ponía ninguna camisa
Heero. ¿Sabes? me meteré a bañar, espero visita
Quatre. Sí, no te preocupes, ya me apuro ¿sí?
Heero. Está bien
El rubio vuelve su mirada a los cd´s mientras que Heero se mete al
baño, Quatre al oír la regadera se pone de pie y se dirige al cuarto de Heero
tomando una de sus batas de baño, se quita la ropa y se la coloca encima, se
acerca al lavadero de trastos y se moja el cabello, abre la alacena y saca un
par de velas colocándolas en la sala y las prende, atenúa las luces de la casa
y prende música, minutos después antes de que Heero salga del baño se escucha
el timbre de la puerta - ¿Podrías abrir por favor? — se escucha la voz de Heero
desde dentro del baño y Quatre contesta afirmativamente, abre la puerta y ante
él estaba el trenzado que veía impactado a Quatre, se veía claramente que algo
había pasado entre él y su chico pues además ve las ropas y el ambiente del
departamento, también podía oír claramente el ruido que el agua de la regadera
hacía cayendo al suelo del baño, por sus ojos se corren lágrimas silenciosas y
Quatre sonreía ampliamente
Duo. ¿Quién... eres?
Quatre. Quatre Raberba Winner ¿y tú eres...?
Duo. Nadie
El trenzado se va corriendo con un gran dolor en su corazón, ese era
el chico ex amante de Heero y no era nada feo, realmente era muy atractivo,
además era obvio que él era a quien verdaderamente amaba Heero, se sentía
desconsolado, las lágrimas corrían locamente por sus mejillas y aunque las limpiaba
seguían saliendo, sentía que el corazón se le había roto en mil pedazos, no
podía seguir viviendo, su existencia ya no valía nada... el rubio se da prisa
en dejar las cosas como antes, se quita rápidamente la bata y la coloca en su
lugar, se cambia a prisa y apaga las velas para llevarlas a su lugar, acomoda
las luces y apaga el estéreo para después rápidamente sacar de entre todos los
cd´s de Heero los que le pertenecían, estaba muy agitado porque todo lo había
hecho rapidísimo porque sabía que su ex amante no duraba mucho bañándose, Heero
sale del baño y lo ve muy agitado y se asusta
Heero. ¿Qué pasó?
Quatre. Nada es que, estaba bailando, es todo
Heero. ¿Bailando?
El chico entrecierra los ojos y levanta una de sus cejas ante aquella
explicación, no la creía del todo pero ya no preguntaría más por eso
Heero. ¿Quién vino?
Quatre. Nadie, era una señora pidiendo limosna
Heero. Ah
Heero entra a su habitación para cambiarse ya que solo contaba con una
toalla que le rodeaba la cintura, las gotas de agua de su cabello escurrían por
toda su espalda, el chico rubio ante aquella imagen del cuerpo perfecto de
Heero mojado le comenzaba a excitar pero debía esperar aún más por volver a
tener ese cuerpo junto al suyo, ya había logrado alejar a Duo, ahora solo
faltaba que Heero volviera a fijarse en él como antes y ya todo estaría listo,
Trowa se encargaría de lo demás, solo esperaba que Duo no lograra conversar con
él y le contara lo que vio esa noche en el departamento porque se daría cuenta
Heero de lo que había hecho y eso jamás se lo iba a perdonar, conocía muy bien
a Heero y sabía que de enterarse de esa traición lo despreciaría por el resto
de su vida, la sola idea le aterraba pero ya no había nada que hacer... el
rubio toma los cd´s y despidiéndose de Heero ya que él estaba vestido se va del
departamento, el chico de mirada fría comienza a preparar el departamento para
recibir a su trenzado, pronto se le hacen las diez de la noche y sonríe porque
sabe que Duo no tardará. Cuando el reloj marca las once se preocupa y llama a
su celular pero la contestadora le dice que el teléfono tal vez se encuentre
fuera de servicio o en un lugar donde no hay señal, Heero se resigna pues no
sabe la dirección del departamento de Duo ni el teléfono de su casa, no se
habían visto mucho y por eso no había habido tiempo para darse más datos
personales que no fueran los números de celular
En su departamento lloraba sin control, ahora sabía que había perdido
a Heero en un abismo de 4 años y que jamás volverían a amarse como en aquel
momento en aquel verano... el timbre sonaba insistente pero él no tenía deseos
de ponerse en pie, vivir ahora se había convertido en algo doloroso y no
deseaba seguir haciéndolo, la persona que tocaba era Trowa que informado por
Quatre sabía lo que había ocurrido y entonces una idea viene a su mente,
entraría por una de las ventanas ya que sabía que el trenzado siempre mantenía
abierta la de la antesala y como se encontraba en un segundo piso eso sería muy
fácil así que trepa y logra meterse al departamento, escucha los sollozos de
Duo y se dirige a su habitación, el trenzado lo mira y muy enojado agarra un
objeto de cristal que se encontraba en el buró más cerca y lo avienta en
dirección a Trowa pero él lo esquiva haciendo que éste se estrelle contra la
pared y se rompa
Duo. ¡¿Qué haces aquí?... vete!
Trowa. ¿Qué tienes?
Duo. ¡Lárgate, no eres bienvenido!
Trowa. Quiero ayudarte
Duo. ¡Déjame y muérete lejos de mí!
Duo vuelve a acostarse en su cama sobre su costado derecho y continúa
llorando dejando de hacer caso a Trowa, ya no le importaba más, quería morirse
lo más pronto posible y dejar de sufrir el tormento que era el saber la verdad respecto
a Heero, después de todo el ojiverde había dicho la verdad al decirle que el
rubio y Heero se amaban intensamente, ahora no le cabía ninguna duda. Trowa se
acerca a la cama y se sienta en ella acariciando el cabello de Duo, él se quita
dándose vuelta al otro lado haciendo que Trowa se enoje e intente golpearle el
rostro pero Duo sujeta su puño con ambas manos ya cuando estaba a punto de
estrellarse en su rostro y lo avienta, el coraje que sentía al saber que Heero
no le amaba le hacía más fuerte, Trowa sonríe y se acerca para abrazar a Duo
pero éste patalea obligándolo a separarse de él
Trowa. Perdón, no intentaré golpearte otra vez
Duo. ¡Dije que te largaras!
Trowa. ¿Estas así por él?
Duo. ¡Sí!
Trowa. Lo imagino, hoy en la oficina los vi muy sonrientes, tomados de
la mano y besándose, creo que hasta volvieron a vivir juntos
Duo. ¡Cállate... cállate!
Duo se apretaba los oídos con fuerza y coraje, no quería escuchar ni
una sola palabra sobre el amor de esos dos y mucho menos en labios de Trowa
porque sabía que el ojiverde lo disfrutaba ampliamente
Trowa. Yo te protegeré de todo, de él y de todos
Duo. Cállate
Trowa. Te perdono el engaño para poderte unir con ese porque sé que
estas sufriendo
Duo. ¡Mentira!
Trowa. Déjame demostrarte que te amo y que me arrepiento de todo lo
que te hice
Duo. ¡No me importa!
Trowa. Por favor, te amo
La mirada en Trowa era sincera al decir las últimas palabras y Duo
recuerda al antiguo Trowa antes de la violación, él era realmente una buena
persona y en sus brazos se podía sentir protegido, amado, pero sabía muy bien
que él poseía una loca y extraña identidad aparte de la primera que le conoció,
estaba confundido, no sabía que pensar nuevamente, si volvía con Trowa de todos
modos no iba a conseguir olvidar a Heero y además el recuerdo de la violación
siempre iba a estar presente ¿cómo poder volver a confiar en él después de
semejante acto, no sabía qué hacer y lo único que sabía era que necesitaba
olvidar a Heero, de nada servía quererse morir, debía demostrarle a ese tipo
que podía vivir sin él para así no alimentar esa arrogancia que él sabía le
caracterizaba, ahora debía aprender a odiarlo porque su amor no le hacía nada
bien
Duo. Quiero volver, contigo
Había dejado de llorar y ahora veía fijamente a su ex amante, estaba
decidido a olvidar a su antiguo amor para siempre aun sabiendo que era algo
imposible, el ojiverde no podía sonreír más, nunca se había sentido tan
contento, su amor hacia Duo ahora se había convertido en una obsesión y se
sentía victorioso al haber separado a Heero de él, el trenzado era ahora su
trofeo y él iba a encargarse de hacerlo feliz y así conseguir el amor que no
había conseguido nunca por parte de Duo, el trenzado por su parte sentía el
alma destrozada, sabía que nunca sería feliz al lado de Trowa, él no creía en
el viejo dicho de "un clavo saca a otro clavo" pero al menos él le
ayudaría a demostrarle a Heero que él no se iba a hundir por no estar a su lado
Aún de noche Heero estaba muy preocupado, no había podido dormir
pensando en Duo, estaba casi convencido de que algo malo le pasaba, su celular
aún no estaba en servicio y eso le desesperaba aún más, en otro intento por
levantar la bocina y marcar se da cuenta que el botón de mensajes nuevos de su
contestadora palpitaba, por la preocupación no lo había visto antes así que muy
apresurado aprieta el botón escuchando al instante el mensaje de Duo, se
intriga aún más pues al saber que llegaría más temprano y no había llegado
horas más tarde eso quería decir que se encontraba en alguna especie de peligro
y decide salir del departamento para dar parte a las autoridades para que inicien
su búsqueda pero es entonces que se le ocurre revisar la hora en que llegó el
mensaje asombrándose al verificar que a esa hora Quatre aún estaba en el
departamento y que no le había dicho nada, además por simple lógica deduce que
lo de la limosnera debió ser mentira y que quien había llegado al departamento
era Duo... se sintió como nunca muy molesto, ¿cómo había sido posible que el
rubio le engañara de esa forma, y más ¿cómo había caído en la trampa, si cuando
él salió de bañarse lo encontró nervioso y además su comportamiento durante el
día también le delataba, jamás hubiera creído que Quatre cayera tan bajo, pero
ese rubio lo iba a oír, las cosas no se iban a quedar así
Golpes insistentes sonaban en la puerta del chino, él y Quatre se
despiertan asustados por los golpes saliendo cada uno de sus habitaciones rumbo
a la puerta, Wufei va antes a la cocina y agarra un cuchillo para después
anteponerse a Quatre y él estar al frente de la puerta para ver por la mirilla,
el chino se asoma y ve a Heero bastante molesto, rápidamente voltea con Quatre
y le dice que se trata de su ex amante, el rubio se pone muy nervioso y le pide
que no abra pero el chino no accede a su petición, Heero avienta la puerta y de
paso a Wufei para dirigirse directamente hacia Quatre a quien jala
violentamente del brazo, éste grita y Wufei se acerca para auxiliar pero Heero
voltea a verlo fría y ferozmente intimidando por completo al chino, su mirada
nuevamente se fija en Quatre y mientras lo sacude con violencia le grita
Heero. ¡Dime la verdad idiota ¿qué le dijiste a Duo!
Quatre. ¡Me lastimas, me duele mucho!
Heero. ¡Antes agradece que no te parto la cara... contesta!
Quatre. ¡Yo no sé nada!
Heero. ¡No finjas, imbécil!
Heero avienta al suelo a Quatre y Wufei se acerca para ver si se
encuentra bien pero es rechazado por el rubio, el de mirada fría tiraba con
desesperación las cosas que encontraba a su paso y después las pateaba, su
rostro estaba completamente colorado por el coraje y su respiración muy
agitada, tenía ganas de ahorcar a Quatre hasta hacerlo hablar pero el aún
rastro de cordura que poseía se lo impedía, así que también trata de calmarse
para así sacar mejor la información al rubio
Wufei. ¡Cálmate idiota!
Heero. Perdón por venir así a estas horas, no es asunto tuyo
Wufei. No llamaré a la policía pero si le tocas un solo cabello lo
haré
Quatre. Hee.. Heero
Heero lo veía con la mirada más dura que hubiera visto antes el rubio
y estaba totalmente asustado, lloraba mientras se acariciaba el brazo que Heero
había jalado y que se encontraba totalmente rojo con las marcas de los dedos de
su ex amante, el de mirada fría ya estaba un poco más calmado y se agacha
quedando frente a Quatre tomándolo del mismo brazo que había lastimado, el
rubio le miraba tímido y muy asustado, Heero lo ayuda a levantarse y se aleja
un poco de él
Heero. ¿Por qué?
Quatre. Porque te amo
Heero. ¡Mentira, si me amaras no harías esas idioteces!
Quatre. ¡Quiero volver contigo, eso es todo!
Heero. No me interesa volver con un embustero, mentiroso e infantil
como tú
El rubio no puede evitar comenzar a llorar desconsoladamente, una
opresión en el pecho le causaba un gran dolor, no había nada que pudiera calmar
ese dolor, haber terminado con Heero había sido un golpe muy bajo pero el que
ahora el chico lo odiara y le hiciera saber que ahora le repudiaba era aún
peor, era algo que nunca iba a poder superar, el de mirada fría se acerca
nuevamente al rubio y lo sujeta con fuerza de los hombros mirándole profunda y
fijamente a los ojos bañados de lágrimas del chico
Heero. No sé cómo vas a hacerle pero Duo debe saber que lo amo ¿oíste?
Quatre. S... sí
Heero. Además no te quiero volver a ver jamás ¿entendiste, porque la
próxima vez que te vea te haré pedazos, ya no me contendré como ahora
Quatre. Si
El rubio temblaba completamente, jamás habías visto a Heero así y
jamás había escuchado palabras similares a esas de su boca pero sabía bien que
todo lo que había prometido acerca de la próxima vez que lo viera sería verdad,
estaba completamente asustado y sorprendido, el de mirada fría desvía su vista
y la fija en Wufei unos segundos para después volverla al rubio que aún lloraba
Heero. Ni siquiera te mereces que él te ame
Lo avienta ligeramente y sale del departamento del chino bastante
molesto, el rubio se tira al suelo y llora otra vez desconsoladamente, Wufei
por unos segundos piensa en ir a consolarlo pero se detiene pues sabe que él se
lo buscó y ahora él no le iba a servir como paño de lágrimas, el rubio debía
atenerse a las consecuencias de sus actos, así que se regresa a su habitación
dejándolo solo y tirado en el suelo llorando y abrazándose a sí mismo, nunca en
su vida se había sentido de ese modo, era algo insoportable pero él también
estaba consciente de que se lo merecía
Al día siguiente no llegó a la empresa y sin embargo Wufei cargaba
consigo la renuncia escrita del rubio, no quería por ningún motivo que Heero le
hiciera daño.. toca a la puerta pues la secretaria del chico no se encontraba
así que Heero lo deja pasar ofreciéndole asiento, el chino seriamente en vez de
sentarse se dirige al escritorio y estira su mano hacia Heero con la hoja de
renuncia, el de mirada fría la ve indiferente y la deja encima de otros papeles
Wufei. Es la renuncia de Quatre
Heero. Me imaginé
Wufei. Heero, no te voy a decir que estas mal al enojarte, te
comprendo pero también hiciste mal en maltratarlo y decirle todo lo que le
dijiste, también ponte en su posición
Heero. Es un idiota, jamás lo creí de él
Wufei. Bien, ya no discutiremos esto pero hay algo que debo decirte
Heero. ¿Mnh?
Wufei. Barton tuvo que ver en todo lo que sucedió
Los ojos de Heero se abren completamente al escuchar aquellas palabras
y lentamente se pone de pie no apartando un solo segundo su mirada de la mirada
del chino
Heero. Sé más claro
Wufei. Quatre y él se unieron para recuperar a su respectivo amante,
no sé exactamente que planearon para hacerlo, solo sé que Quatre iba a alejar a
ese muchacho de ti y Barton te apartaría a ti de ese chico
Heero. Ese idiota, debí suponerlo, Quatre por sí solo jamás iniciaría
algo así
Wufei. Por eso te pedí comprensión para él, Barton se valió de métodos
sucios para convencer a Quatre aprovechándose de sus sentimientos hacia ti, lo
utilizó
Heero. Me va a oír...
Wufei. Espera, tú mismo dijiste que no es mi asunto pero si me
permites darte un consejo no actúes con violencia, piensa mejor en qué hacer
para que Barton no se salga con la suya, no lo pongas en alerta
Heero. Tienes razón
El chino asiente con una sonrisa ante la aceptación de Heero hacia su
consejo y se da media vuelta para salir pero el de mirada fría lo detiene, el
chino le mira fijamente a los ojos siendo su mirada contestada por Heero
Heero. ¿Por qué me ayudas?
Wufei. ¿Por qué?... ¿sabes, yo sé mejor que nadie lo doloroso de
perder a la persona que más amas en el mundo
Heero. Aún no pierdes a Quatre
Wufei. No lo digo por él, pero el pasado ya es pasado aunque yo
siempre voy a estar de parte del verdadero amor, confío en que tú y ese
muchacho son el uno para el otro, suerte
Wufei hace una señal con su pulgar a Heero y sonriendo sale de la
oficina, el de mirada fría también sonríe pero más ligeramente y vuelve a
sentarse, tenía muchas cosas en que pensar, debía buscar la forma de vengarse
de Trowa y de recuperar a Duo, no iba a permitir que el trenzado se alejara de
su vida nuevamente, eso no lo iba a soportar jamás... llegada la hora del
almuerzo se le ocurre una idea y sale a toda prisa de su oficina llevando
consigo la hoja de renuncia del rubio que el chino le había hecho llegar
temprano en la mañana, se sube a su automóvil y se dirige al departamento de
Wufei donde toca la puerta y ésta es abierta por Quatre quien muy sorprendido
deja pasar a Heero, además estaba muy asustado ya que no sabía a qué había ido
Heero y además recordaba cada palabra dicha por él la noche anterior y eso
también le daba mucho temor, pero Heero estaba muy tranquilo y sin hacer
esperar rompe ante Quatre la hoja de renuncia, él muy sorprendido ve los papeles
caer al piso y después mira fijamente a Heero
Quatre. ¿Qué pasa?
Heero. No quiero que renuncies, quiero que me ayudes
Quatre. ¿Qué te ayude?
El trenzado se había quedado de ver con su cliente Zechs es un fino
restaurante de la ciudad para platicar acerca del trabajo encomendado por el
actor, después de que los dos ya llegan a los acuerdos definitivos se quedan
platicando sobre otras cosas en ese restaurante, Trowa veía desde la entrada a
los dos, había llevado a Duo hasta ese lugar porque estaba celoso, nunca antes
se había sentido celoso de los clientes de Duo y muchos menos de Zechs que ya
antes había contratado los servicios del trenzado pero él se había convertido
en un paranoico que creía que cualquiera le podía quitar a su trenzado y eso él
no lo iba a permitir... el ojiverde recibe una llamada a su celular de Quatre
quien lo cita en un café porque quiere hablarle de su relación con Heero
argumentando que muy posiblemente Heero pretenda recuperar a Duo y deben
entonces fraguar otro plan más efectivo, Trowa acepta la invitación y cuelga el
teléfono dirigiéndose después a Duo para avisarle que tiene que irse, Duo
asiente y sonriendo se regalan un beso, el ojiverde se despide del actor y éste
también muy sonriente se despide y entonces sale a prisa del restaurante para
llegar al café donde lo había citado Quatre aunque éste aún no llegaba a dicho
lugar, Trowa se sienta y lo espera... Duo recibe un extraño mensaje a su
celular de un número que no tiene registrado, se extraña de dicho mensaje pero
decide por tomarle importancia, el número pertenecía al celular de Wufei y en
éste citan a Duo en un café referente a un trabajo nuevo para él, Zechs mira
fijamente a Duo con gran curiosidad
Zechs. ¿Por qué la cara?
Duo Un mensaje extraño pero... no importa, debo irme
Zechs. Platicábamos tan amenamente
Duo. Lo sé, será en otra ocasión, adiós
Duo se va corriendo y sale del restaurante dejando a Zechs sin ninguna
explicación pero éste no le toma mucha importancia, disfrutaba mucho el tiempo
que pasaba con Duo pero nada más, antes llegó a sentirse atraído hacia él pero
ya no, eso había acabado hace mucho tiempo. El trenzado ni siquiera sabía
porque salía con tanta prisa pero algo en ese mensaje le daba la impresión de
que era algo más importante. En el café Trowa ya estaba cansado de esperar, ya
llevaba ahí 20 minutos, Quatre se encontraba observándolo desde lejos y al
recibir la señal de Heero de que Duo está cerca se arrima, Trowa muy molesto se
levanta de su asiento y saludando a Quatre no muy amablemente le abre la silla
para que se siente, volviendo él después a su asiento
Quatre. Lamento el retraso
Trowa. ¿Qué fue exactamente lo que pasó con Heero?
Quatre. Me rechazó, solo quiere volver con él
Trowa. ¿Y qué vas a hacer? Porque Duo y yo volvimos
Quatre. ¿Volvieron, te felicito...
Los dos continúan hablando y Duo coincidiendo el nombre del café con
el que venía en el mensaje sonríe y se dispone a entrar pero es interceptado
por Wufei, Duo no lo conoce y se extraña de que le haya detenido mirándolo
fijamente al rostro
Wufei. Sé que no me conoces pero yo estoy de tu parte
Duo. ¿De qué hablas?
Wufei. Ponte éste audífono
Duo. ¿Para qué? ¿qué quiere?
Wufei. Ve hacia aquella mesa
Duo. ¿Cuál?
Wufei señala la mesa donde se encuentran Quatre y Trowa platicando,
Duo no cree lo que ve y se extraña de aquella imagen frente a él ¿cómo es que
ellos dos se conocían? ¿quién era ese tipo que decía que estaba de su parte,
todo era absolutamente confuso para él... el rubio voltea en dirección a donde
se encuentran Wufei y Duo y sonríe, el trenzado se extraña de eso y voltea
nuevamente con Wufei tomando el audífono y colocándoselo en uno de sus oídos
Trowa. Eso quiere decir que no sirvió de nada lo de la otra noche
Quatre. Así es, Heero se dio cuenta de que yo fragüé todo para que Duo
pensara que él me amaba y que estábamos juntos, al principio pareció funcionar
pero después ya no, veo que después de todo eso de aprovechar que Heero se
bañaba para tomar una de sus batas, mojarme el pelo, ambientar el departamento
para que creyera que habíamos tenido una sesión de romance no dio resultado,
además descubrió que le oculte lo del mensaje de ese chico, además fui tonto al
no borrarlo, dejé pasar un detalle importante
Trowa. Quatre ¿por qué lo explicas todo con tanto detalle?
Quatre. Eres un idiota Trowa
Trowa. ¿Qué dices?
Trowa. Voltéate y mira hacia la entrada
Rápidamente Trowa se da la media vuelta y ve a un Duo observándole
fija y fríamente, estaba muy molesto ahora que sabía la verdad, el ojiverde muy
molesto también se pone de pie y golpea la mesa volteando después con Quatre y
mirándolo enojado, en cambio el rubio sonreía, Trowa se acerca a prisa hacia
Duo con tal de llevárselo a la fuerza pero Wufei se antepone a él mirando
fijamente a los ojos a Trowa
Trowa. ¿Tú qué?
Wufei. Imbécil
El chino totalmente enfurecido le suelta un fuerte golpe a Trowa en el
rostro que lo hace caer al piso con sangre en la nariz, el ojiverde mira
enfurecido al chino tocándose la nariz con la mano evitando que la sangre
cayera y le manchara la ropa
Wufei. Eso es por entrometer a Quatre en tus idioteces
Trowa. ¡Ya verás!
Trowa se pone de pie totalmente decidido a comenzar una pelea con
Wufei pero antes de que pueda golpearlo aparece Heero por detrás de Duo y se
adelanta al cuerpo de Wufei que ya estaba preparado para el ataque del
ojiverde, el trenzado menciona su nombre totalmente sorprendido y con una
sonrisa en los labios, ahora sabía que entre él y el rubio no había nada y eso
lo hacía inmensamente feliz... el chico de mirada fría con toda su furia golpea
a Trowa en el estómago y éste se dobla por el dolor, Heero era muy fuerte,
Trowa no podía ponerse de pie bien porque el golpe había sido muy fuerte, el
trenzado aparta a Wufei para llegar hasta Heero y lo abraza amorosamente,
Quatre sonríe tristemente y se voltea a otro lado para no verlos tan juntos,
Wufei se siente mal por su amigo y se acerca apoyando su mano en uno de sus
hombros y ambos se sonríen; las personas del café miraban muy atentos todo, la
escena había sido algo fuerte y ya las patrullas se escuchaban a lo lejos, el
ojiverde tomando un poco más de fuerzas camina hasta su automóvil y huye, nadie
había intentado detenerlo, ya no les importaba si hacía algo o no, Heero y Duo
se toman de las manos y se dirigen a la patrulla que acababa de llegar, el de
mirada fría discretamente da dinero a los oficiales para que no los multaran o
sancionaran de otro modo por causar disturbios, los oficiales se van y ellos se
acercan a donde están Wufei y Quatre
Heero. Muchas gracias por su ayuda
Wufei. De nada
Quatre. Heero yo...
Heero. ¿Sí?
Quatre. Nada...
El rubio baja su mirada unos segundos y después la levanta con el
rostro completamente sonrojado, se sentía avergonzado por lo que había hecho y
no encontraba como pedir disculpas, aunque Heero ya no parecía enojado de todos
modos sabía que nunca lo iba a perdonar por lo que había hecho, también se
sentía muy apenado con el trenzado, seguramente él le odiaba por lo que había
hecho... su mirada azulada se fija en la mirada de Duo quien sonríe ligeramente
Quatre. Duo ¿verdad?
Duo. Si
Quatre. Por favor perdóname, yo...
Duo. Basta, no digas más, fue muy cruel lo que hiciste, no debería
perdonártelo... pero también fue muy noble lo que hiciste, a pesar que amas a
Heero has decidido dejarlo ir y ya no luchar por él, además yo te comprendo,
Trowa puede ser muy embaucador, no tuviste del todo la culpa así que... todo
bien
Las lágrimas de Quatre salen lenta y silenciosamente, definitivamente
todo lo que había descrito Trowa de él era verdad, era un chico muy noble,
Heero se merecía alguien como él... el trenzado estira su mano ofreciéndola a
Quatre y éste observándola atentamente unos segundos sonríe y también la
estrecha, los dos se sonríen amablemente mientras que Wufei le sonríe a Heero y
le guiñe un ojo y éste asiente también con una pequeña sonrisa, ahora todo se
había solucionado, lo único malo que podía pasar es que Trowa volviera a
intentar algo en contra de la pareja, no era seguro, lo que si era seguro es
que Heero iba a estar ahí para proteger a Duo y de que Quatre ya no le ayudaría
jamás a sus fines
Llegan al departamento de Heero ya de noche, estaban totalmente
exhaustos, todo había pasado tan rápido que les había fatigado, no habían
hablado mucho desde entonces, Heero había regresado a la oficina y Duo a sus
asuntos, tenían algunas horas de no verse desde lo ocurrido en el café, Heero
había pasado por Duo donde tenía su oficina donde diseñaba pues no se iba a
exponer a que Trowa lo buscara para hacerle algo, además de ese día en adelante
vivirían en el departamento de Heero, el de Duo era más grande y lujoso pero
era más seguro el de Heero, además al chico de mirada fría le gustaban las
cosas más modestas... el trenzado se sirve una copa en la pequeña cantinera que
tenía Heero cerca de la sala y se sienta en ésta después, Heero en cambio va a
su habitación y se quita el saco, desacomoda su corbata y se quita los zapatos,
se dirige a la sala donde Duo le tenía servida también una copa y él se sienta
al lado de su trenzado rodeándole la espalda con una mano la cual descansa en
el hombro de Duo y él recarga su cabeza en el pecho de Heero
Duo. Que día
Heero. Sí
Duo. Heero, temí tanto perderte
Heero. Yo también
Duo. ¿Acaso no estamos destinados a estar juntos?
Heero. ¿Por qué?
Duo. Cada vez que todo parece estar bien algo malo pasa y...
Heero. Sht... no digas tonterías
Duo. Pero sabes que es verdad
Heero. Mnh... ¿Recuerdas lo que me dijiste el día que me diste la
noticia de que pronto te irías de esa casa en la playa?
Duo. Recuérdame
Heero. Dijiste que si estábamos hechos el uno para el otro el destino
se encargaría de volvernos a unir aunque cada quien ya hubiera seguido su
propio camino
Duo. ¡Es verdad!
Heero. ¿Y no fue así?
Duo. Es cierto, perdóname por dudar
Heero. ... Ven acá
Heero estira su mano dejando la copa en la mesa de al lado y toma a
Duo de la barbilla atrayéndolo hacia él y deposita en sus labios un tierno
beso, el trenzado y él se miran profundamente y después vuelven a besarse,
Heero agarra la copa de Duo y la deja donde dejó la suya y profundizan el beso,
los labios de Duo se separan dejando entrar la lengua de Heero que saborea cada
rincón, disfruta ampliamente ese beso tomando a Duo entre sus brazos
separándolo del respaldo y así poder acostarlo lentamente acostándose a su vez
encima de él mientras siguen besándose, la mano derecha de Heero baja y acaricia
la pierna izquierda de Duo quien mantenía sus ojos cerrados mientras que Heero
disfrutaba ver el rostro de Duo, separan sus labios y Heero comienza a lamer el
cuello de Duo hasta su oreja la cual muerde ligeramente comenzando a causar
placer a Duo cuyo miembro ya comenzaba a despertar ante los besos y las
caricias de Heero, ambos se miran a los ojos y después vuelven a besarse, las
lenguas de ambos se acariciaban lenta y placenteramente, la mano de Heero deja
la pierna de Duo y la dirige hasta el cinturón del pantalón, la mano de Duo se
coloca encima de la de Heero y la aparta, el de mirada fría se sorprende de que
Duo lo haya detenido y le mira atento a los ojos, el trenzado también le mira y
le sonríe
Duo. Aquí no
Heero se baja de Duo y del sillón, el trenzado se dirige al cuarto de
baño y Heero sonríe siguiéndolo después, ambos comienzan a desnudarse mientras
se besan apasionadamente, completamente desnudos y acariciándose mientras el
beso aún duraba Heero lleva rápidamente a Duo hasta el área de la regadera y lo
recarga sobre la pared fría del baño, Duo se retuerce ante el frío pero sonríe
al sentir la lengua húmeda de Heero en su boca, la lucha de amígdalas era
apasionada, hacía mucho que no se besaban así, sus salivas escurrían por sus
bocas y el deseo aumentaba, necesitaban aire pero más necesitaban seguir
besándose, estar unidos por sus labios, sentirse mutuamente... Heero deja
primero los labios de Duo y baja por su pecho hasta sus pezones, uno lo lame
insistentemente y el otro lo juega con dos de sus dedos, sujetándolo y
acariciándolo, Duo sentía un gran placer que le torturaba, aprieta sus ojos y
mueve su cabeza lentamente hacia los lados, Heero deja esa zona y baja un poco
más hasta hincarse y tomar con una mano el ya muy despierto miembro de Duo,
estaba completamente duro, casi listo para derramarse y Heero necesitaba
disfrutarlo, saborearlo, le encantaba, lo deseaba, Duo completamente jadeante
abre uno de sus ojos y sonríe a Heero quien lo mira y después vuelve su mirada
hacia el miembro de su trenzado, lo toma con las dos manos y sopla ligeramente
en la punta haciendo gemir a Duo, Heero lo lame lenta y tiernamente desde el
principio hasta la punta donde juega su lengua lentamente, su saliva se mezcla
con las gotas de semen que ya escurrían del miembro de Duo haciéndole más fácil
la tarea de introducirlo y sacarlo de su boca con velocidad, los gemidos de Duo
hacen eco en todo el baño para deleite de Heero que disfrutaba de oírlos, saca
el miembro de Duo de su boca aunque éste aún no explotaba su semilla y sin
dejar de acariciarlo comienza a lamer los testículos y con la otra mano
introduce algunos dedos en la entrada de Duo quien mantenía las piernas un poco
abiertas, el trenzado gemía como nunca, la lengua de Heero en sus testículos,
su mano acariciando su miembro y sus dedos dentro de él moviéndose
traviesamente en su interior le causaban un placer enorme, sentía que perdía
fuerzas en las piernas pero se mantenía en pie mientras se acariciaba el pecho
recibiendo todo el placer que Heero le hacía sentir, los ritmos de Heero
aumentan en la mano que sostenía y acariciaba el miembro de Duo haciéndolo
explotar su semilla en el rostro de Heero quien aún continuaba lamiendo los
testículos y jugando sus dedos dentro de Duo, el trenzado se flaquea cayendo de
rodillas frente a Heero obligando a éste a sacar sus dedos y a dejar de
lamerlo, la respiración de Duo estaba completamente agitada, Heero abraza a Duo
y lo besa en la mejilla, el trenzado sonríe y agarra los dedos de Heero y los
introduce en su boca comenzando a lamerlos, estos estaban completamente mojados
y Duo disfrutaba ampliamente de sí mismo... segundos pasan en que los dos
permanecían abrazados en el piso del baño, Duo necesitaba recuperarse un poco
ya que estaba muy agitado, los dos se ponen de pie y Heero abre la regadera
regulando la temperatura del agua, los dos comienzan a besarse bajo el chorro
de agua tibia y Heero toma el jabón con ambas manos depositando en ellas un
poco después de flotarlo un par de veces, aun besándose Heero pasa lentamente
sus manos por todo el cuerpo de Duo, el jabón en ellas le permitían un mejor
deslice y para Duo un mayor placer, el miembro del trenzado nuevamente comienza
a despertar, el de Heero ya lo estaba, le dolía pues tenía tiempo en que estaba
en ese estado pero sabía que debía esperar a que Duo se recuperara y eso era
más importante que su dolor al sentirse aprisionado por no poder explotar, Duo
gime ligeramente ante aquellas caricias que le habían logrado excitar, miraba
atentamente cada movimiento de Heero quien dirige su mano izquierda hasta el
trasero de Duo el cual comienza a acariciar lentamente, Duo gime y sonríe por
ese placentero cosquilleo, la traviesa mano de Heero se dirige en medio de sus
nalgas separándolas y metiendo curioso un dedo dentro de Duo quien cierra los
ojos ante la invasión, Heero besa lentamente y repetidas veces el cuello de Duo
y detrás de su oreja a la vez que mete un segundo dedo y lo mueve dentro,
después un tercero hasta que los saca y se separa un poco de Duo, el trenzado comienza
a acariciarse a sí mismo y Heero lo observa detenidamente, sus diestras manos
acarician su propio miembro y el de mirada fría se muerde con deseo el labio
inferior disfrutando de que su trenzado se satisfaga así mismo pero lo detiene
antes de que pudiera explotar su semilla en sus manos
Heero. Permíteme
El trenzado sonríe ante la petición y suelta su miembro, Heero se
acerca y lo toma con una mano comenzando a acariciarlo, con su otra mano se
acaricia el propio y une ambos miembros acariciándolos al mismo tiempo, Duo
siente el miembro completamente duro de Heero rozarse con el suyo y gime con
gran placer, ambos se funden en un apasionado beso donde las lenguas son las
principales protagonistas, las manos de Duo que apretaban los hombros de Heero
bajan y ayudan a Heero a acariciar los miembros, la mano derecha de Duo
acariciaba el miembro de Heero y la mano izquierda de Heero acarician el
miembro del trenzado mientras que las otras manos acarician los testículos
contrarios, ambos permanecían con los ojos completamente cerrados, gimiendo y
delirando de placer, estaban a punto de explotar mutuamente, Heero es el
primero en hacerlo y Duo lo sigue algunos segundos después, las dos manos de
ambos están completamente mojadas pero son enjuagadas rápidamente por el agua
que caía sobre ellas, ambos suspiran al sentirse liberados y vuelven a besarse,
se ayudan mutuamente a jabonarse sus cuerpos, se sentían agotados y cierran la
llave del agua, Duo aún sentía la necesidad de tener a Heero dentro, lo único
que habían hecho eran simples juegos sexuales y él aún necesitaba lo principal,
que Heero lo poseyera como solo él podía hacerlo, los dos salen del baño y
primero Duo se dirige a la habitación ya habiéndose secado completamente y se
acuesta en la cama desnudo, Heero llega poco después con una bata encima de su
cuerpo, era lo único que llevaba puesto y se sienta a orillas de la cama
quedándose pensativo, el trenzado se acerca y lo abraza por la espalda
acomodando su cabeza entre el hombro de Heero y su cabeza mientras su mano
acaricia el pecho de Heero cuya mano se deposita encima de la de Duo
Duo. ¿Qué tienes?
Heero. Me llegó a la mente ese bastardo de Trowa ¿y si vuelve a
buscarte?
Duo. Que me encuentre si quiere, ya nada nos podrá separar
Heero. ¿Y si te hace daño?
Duo. No importa, lo que no soportaría sería que él te hiciera algo
Heero. Yo tampoco soportaría si te hace algo
Duo. A mí ya no puede hacerme más daño
Heero. ¿Qué quisiste decir con eso?
El trenzado guarda silencio y se aleja del cuerpo de Heero haciendo
que éste le suelte la mano que sujetaba a su pecho, Heero voltea a verlo algo
molesto, pero no con Duo, sino con Trowa pues el comentario de Duo demostraba
que el ojiverde le había hecho algo malo
Duo. Nada, lo digo porque quería separarnos
Heero. No me mientas Duo, eres al único que no le soportaría una
mentira
Duo. Heero...
Heero. Si tú me llegaras a mentir no lo soportaría
Duo. Es que ahora no te lo puedo decir
Heero. ¿Por qué?
Duo. Perdóname, además estamos pasando una maravillosa noche
Heero. Como quieras
Molesto porque Duo no le había dicho nada Heero se dirige a su lado de
la cama y se acuesta dándole la espalda a Duo quien lo mira tristemente, Heero
se había molestado con él porque no le quería decir lo que Trowa le había
hecho, pero era algo que aún le daba vergüenza contar, no era algo fácil de
decir además ya había recibido la advertencia de Heero de que si Trowa le había
hecho algo él se encargaría de matarlo y lo que menos deseaba era ver a Heero
tras la rejas pagando por un homicidio sin sentido, mejor era guardarlo un poco
más, eso era por un lado pero por el otro sentía la necesidad de que Heero lo
supiera todo de él, si iban a compartir su futuro también era justo que compartieran
su pasado, estaba entre la espada y la pared... el trenzado se acerca a Heero y
lo abraza pero éste permanece quieto
Duo. Por favor no te molestes conmigo
El abrazo de Duo era fuerte pero Heero no parecía inmutarse, estaba
molesto por el silencio de Duo respecto a Trowa, además quería saberlo todo
respecto al trenzado, hasta el más mínimo detalle, no le importaba si eran
cosas buenas o malas, él quería formar parte del todo de Duo... Duo abraza aún
con más fuerza el cuerpo de Heero y suspira en su oído, Heero por fin accede a
Duo y voltea su rostro, el trenzado coloca su mano izquierda en la mejilla
derecha de Heero y se acerca para rozar apenas sus labios con los de Heero
quien apenas si emite una pequeña sonrisa, gira su cuerpo hacia Duo y lo atrapa
en un delicioso beso y después un abrazo
Heero. Lo quiero todo de ti
Duo. Heero
Las manos de Duo rodean el rostro de Heero y se besan apasionadamente,
Duo desamarra el listón de la bata de Heero y acaricia su pecho quitándole
después completamente la bata tirándola hacia el suelo, el de mirada fría se
sube al cuerpo de Duo y profundizan el beso, las manos de Duo atraían la cabeza
de Heero hacía él posicionándose en su nuca, se separan por aire y se miran a
los ojos, un te amo por parte de Heero reanuda el beso entre ambos y las manos
de Heero acarician el estómago de Duo pasándose después a su miembro, las manos
de Heero estaban frías, Duo se retuerce ante la caricia y su miembro comienza a
despertar ya por tercera vez, Heero pasa sus manos hasta las piernas de Duo y
las separa ampliamente sujetando cada rodilla con una mano, su miembro también
ya estaba erecto y listo para invadir a Duo, suelta la rodilla izquierda de Duo
para tener libre su mano derecha y sujetar su miembro para acomodarlo e invadir
a Duo, entra lentamente en él hasta que sus testículos tocan las nalgas de Duo
y se queda ahí sin salirse, su mano derecha vuelve a la rodilla izquierda de
Duo y separa aún más las piernas comenzando a moverse en círculos dentro de Duo
sin salir de él, el trenzado aprieta los ojos y las sábanas con ambas manos,
Heero se decide por salir hasta la mitad de su miembro y después vuelve a
entrar, así repetidas ocasiones y cada vez con más fuerza y velocidad, Duo
sentía delirar del placer, Heero se apoyaba de las rodillas de Duo y eso le
daba oportunidad de ejercer más velocidad, el trenzado pedía cada vez más
fuerza para ya sentir a Heero derramarse en él pero éste involuntariamente por
la velocidad se sale completamente de Duo quien abre los ojos pensando en que pasa,
Heero sonríe y se agarra el miembro para volverlo a introducir en Duo después
de acariciarlo un poco
Duo. Que torpe eres
Heero. Cállate idiota
Reanuda su tarea embistiendo con más fuerza a Duo quien continúa
gimiendo después de ese indeseado descanso y Heero no tarda en derramarse
dentro de Duo causándole un gran goce, había estado deseando ese líquido dentro
de él desde que estaban acostados en el mueble de la sala y ahora ya lo sentía,
tan cálido como siempre, el de mirada fría permanece dentro de Duo y comienza a
masturbarlo siendo observado por el trenzado quien sujeta su cabeza
delicadamente acariciando a su vez los cabellos de Heero revolviéndolos más de
lo normal, con una sola mano masturba el miembro de Duo mientras que la otra la
sube hasta tomar con dos dedos el pezón derecho de Duo el cual comienza a
acariciar moviéndolo hacia los lados, Duo cierra los ojos y recarga
completamente su cabeza en la cama mientras gime ahogadamente por el placer,
además ya se encontraba algo cansado y Heero estaba siendo lento y delicado;
ahora con un solo dedo Heero acaricia el pezón de Duo moviéndolo en círculos,
su pulgar se entretenía bastante con ese pezón rosado que tanto le fascinaba y
que mojaba con saliva de cuando en cuando permitiendo un roce más rápido, el
trenzado explota su semilla en la mano de Heero y suspira al sentirse aliviado,
el de mirada fría comienza a salir de Duo y se acerca para besarlo pero lo ve
con lágrimas en los ojos, ya había dejado de acariciar su pezón y ahora esa
misma mano la dirige a su rostro y limpia las lágrimas, no sabía porque lloraba
Duo y estaba preocupado, entonces le abraza
Heero. ¿Te lastimé? ¿te duele algo?
Duo. Me violó, es lo que me hizo Trowa... me violó
El trenzado suelta el llanto y Heero completamente impactado por la
noticia no puede reaccionar en un par de segundos, lo único que hace es abrazar
con más fuerza a Duo y sus ojos se cristalizan pero sin dejar caer una sola
lágrima, en cambio Duo estaba completamente desolado, era la primera vez que se
desahoga por aquello que Trowa le había hecho, Heero no soporta más que Duo
llore de esa forma y también de sus ojos comienzan a salir un par de lágrimas
en silencio, de repente un enorme odio comienza a nacer de él y se separa de
Duo observándolo directamente a los ojos, Duo deja de sollozar al ver la mirada
de Heero en esos momentos, una mirada llena de odio y lágrimas que le mojaban
los ojos, jamás lo había visto llorar, además su cuerpo temblaba, Heero aprieta
sus ojos con fuerza y golpea la cama bajándose de Duo
Heero. ¡Bastardo!
El grito lleno de dolor de Heero se escucha por toda la casa, estaba
totalmente molesto, enfurecido, ni siquiera cuando había ido a ver a Quatre a
casa de Wufei se había sentido tan enojado, un enorme sentimiento de odio hacia
Trowa había nacido y no se iba a calmar hasta no matar a ese desgraciado, nadie
hacía daño a su trenzado y podía vivir para disfrutarlo, debía pagar con sangre
lo que le había hecho a Duo y no le importaba si iba a la cárcel de por vida,
él se encargaría de matarlo personalmente... el trenzado se asusta de la
reacción de Heero y se acerca, el de mirada fría vuelve a abrazar con fuerza a
Duo y susurra a su oído
Heero. Lo mataré, te juro que lo haré
Duo abre sus ojos totalmente, aquel comentario lo asusta, jamás había
escuchado a Heero tan decidido, era obvio que él no se andaba con juegos y que
iba a matar a Trowa pero él debía impedirlo, no porque le importara mucho la
vida del ojiverde sino porque no soportaría ver a Heero en la cárcel, mejor era
denunciarlo por violación como el doctor G se lo había dicho y así acabarían
con la amenaza que Trowa representaba para ellos... Duo se acerca a Heero que
permanecía sentado a la orilla de la cama después de haberse separado de Duo y
éste lo abraza por la espalda recargando su cabeza en la nunca de Heero quien
aún sus ojos se bañaban en lágrimas
Duo. No hagas una tontería por favor... no soportaría perderte
Heero. Debe morir, ese bastardo hijo de...
Duo. Sht, no sigas mi amor, acuéstate
Heero. ¿Cómo pasó?
Duo. Verás, nuestra relación apenas si estaba a flote, yo no quería
verle porque estaba confundido...
El trenzado comienza a contarle a Heero primero los problemas por lo
que él y el ojiverde pasaban en su relación para después comenzarle a narrar
como Trowa había cambiado completamente su personalidad al saber que él jamás
le había amado y que amaba a otra persona y como es que ante la idea de
perderlo Trowa se había convertido en su desquiciado obsesionado con su
relación y como en su afán por retenerlo había llegado al extremo de violarlo,
Duo no omite detalle alguno causando en Heero una furia aún mayor,
definitivamente debía matar al ojiverde por su crimen hacia Duo
Temprano Duo se despierta estirando su mano hacia el lado opuesto de
la cama y se altera al no encontrar ahí a Heero, se sienta en la cama con la
sabana cubriéndole su cuerpo desnudo y lo llama pero no obtiene respuesta,
rápidamente se pone de pie dejando caer la sábana y mostrando su hermoso cuerpo
totalmente desnudo, se pone la misma ropa del día anterior que ya no estaba
tirada por el suelo como la noche anterior la había dejado y sale del
departamento a toda prisa tomando un taxi, iría directamente a la empresa a
buscarlo pues estaba casi seguro que había ido ahí temprano para enfrentar a
Trowa y debía impedir a toda costa que lo matara... llega a la empresa y
corriendo se dirige a la recepción preguntando por el departamento de
Contabilidad pues no recordaba donde exactamente estaba la oficina de Heero,
solía ser muy distraído, la secretaria de Heero le informa que salió hace unos
minutos con el arquitecto y que no sabe a dónde, el trenzado suda frío al
escuchar las palabras de la secretaria y siente como la sangre le baja hasta
los pies desequilibrándose un poco, la secretaria se pone de pie para ofrecerle
ayuda pues lo ve mal pero él sale lo más rápido que puede de la empresa
topándose con Quatre antes de hacerlo, el rubio se sorprende no de verlo pero
si de que el trenzado se encuentre en ese estado, se le veía mal
Quatre. ¿Qué tienes?
Duo. Trowa... va a matar a Trowa
Quatre. ¿Quién?
Duo. ¡Heero... Heero va a matar a Trowa!
El rubio se sorprende totalmente de las palabras de Duo y le pide que
espere ahí mientras él va por las llaves de su auto y que juntos irán en busca
de ambos, Duo asiente con la cabeza y el rubio va rápidamente por sus llaves,
Wufei ve de lejos al trenzado y también se extraña de verlo así por lo que se
acerca pero en ese momento llega Quatre y tomando de la mano a Duo salen de la
empresa sin siquiera decirle a su amigo a donde iban por lo que Wufei se queda
muy preocupado pero nada podía hacer, debía esperar a que el rubio regresara
para que le explicara todo... los dos suben al auto y Quatre observa como Duo
totalmente consumido por los nervios comienza a perder el control
Duo. ¡Apresúrate, no llegamos!
Quatre. Tranquilo
Duo. ¡¿Cómo quieres que me tranquilice!
Quatre. ¿Sabes a donde fueron?
Duo. ¡No, no sé nada!
Quatre. Cálmate ¿tienes idea de donde pueden estar?
Duo. ¡No, maldita sea!
Quatre. Así no puedes pensar con claridad
El rubio no se percata de que el semáforo se ha puesto en rojo y frena
de repente haciendo que Duo se golpee la cabeza con el tablero haciéndolo
perder el conocimiento, Quatre a diferencia de Duo sí traía puesto el cinturón
de seguridad y solo siente una pequeña sacudida, cuando levanta el rostro ve a
Duo inconsciente y se preocupa comenzándolo a sacudir despacio para que se
despierte pero no obtiene respuesta, el rubio se desespera pues no sabe qué
hacer, Duo está inconsciente y no tiene la más remota idea de donde pueden
estar Heero y Trowa por lo que en un intento desesperado toma el celular de Duo
y busca entre los contactos el teléfono de Trowa, cuando lo encuentra manda un
mensaje preguntando donde se encuentra pero no recibe respuesta, el rubio
totalmente resignado piensa que ya es muy tarde pero minutos después éste le
contesta indicándole la dirección exacta, Quatre se extraña de que le haya
contestado así de fácil sabiendo que está con Heero pero no le toma mucha
importancia, prende nuevamente su motor después de haberlo apagado unos minutos
y reanuda el camino hasta la dirección indicada, se baja del auto y no ve más
que un callejón, no había casas o algo relevante por lo que se preocupa, vuelve
a su auto por una pequeña navaja que siempre cargaba, no por cuestiones de
seguridad pero ahora bien le podía servir para eso, el rubio está dispuesto a
entrar al callejón pero una voz atrás de él le detiene, voltea y ve a Duo que
ha recobrado el conocimiento pero la herida en su cabeza de días atrás se había
vuelto a abrir por lo que sangraba, Quatre regresa al auto tratando de
convencer al trenzado de que lo espere ahí pero Duo haciendo gala de su
terquedad no se deja convencer, Quatre le ayuda a salir del auto y juntos van
al callejón
Caminan despacio no solo porque a Duo le faltaban las fuerzas sino
porque debían tener precaución, Duo tenía un mal presentimiento respecto a lo
que pasaba y estaba muy preocupado por su Heero, llegan al final del callejón y
ven a Trowa de pie frente a ellos, Heero no se encontraba con él y se preocupan
los dos, Quatre deja a Duo y se acerca con desconfianza a Trowa que sonreía
victorioso
Trowa. Hola viejo aliado
Quatre. ¡¿Dónde está Heero!
Trowa. ¿Heero, te refieres... ¿a él?
El ojiverde señala el otro extremo del callejón a su lado derecho y
ahí está Heero tirado en el suelo y éste manchado con sangre que al parecer
proviene del de mirada fría, Quatre se asusta y corre hacia el cuerpo de Heero
gritando su nombre, el trenzado también muy preocupado intenta ir a donde vio
que corrió Quatre pero Trowa lo intercepta abrazándolo y éste con pocas fuerzas
intenta soltarse del agarre del ojiverde sin éxito, el rubio acerca su oído al
pecho de Heero y éste aún respira, Quatre sonríe y abraza el cuerpo
inconsciente contra el suyo depositando después un beso en su mejilla, Trowa
por su parte lleva a Duo hasta donde está Quatre con Heero y lo hace ver la
escena sujetando su rostro y dirigiéndolo hacia los dos en el suelo
Trowa. ¡Ve eso! ¿no hacen una linda pareja?
Duo. Suéltame
Trowa. Admítelo, así debe de ser, él con Quatre y tú conmigo
Duo. ¡Cállate!
Trowa. ¿Qué no te das cuenta que quien más te ama soy yo?
Duo. Si me amaras no me harías tanto daño
Trowa. ¿Te hago daño mi amor?
Duo mira con desprecio a Trowa, jamás le iba a perdonar todo lo que
había hecho, y ya no tanto por haberlo violado sino por haberle hecho daño a
Heero... el trenzado aprovechando que el ojiverde está muy cerca de su rostro
casi para besarlo le escupe en la cara haciéndolo enfadar por lo que Trowa
avienta con fuerza a Duo y éste cae al suelo, el ojiverde se limpia la saliva
en su rostro con un paño y saca una pistola que poseía oculta apuntando con
ésta a Duo quien abre los ojos muy impresionado, había visto esa pistola antes
en el departamento de Trowa pero éste le había dicho que no servía, todo el
tiempo había estado viviendo con un loco sin darse cuenta y ahora estaba
convencido de que sería su fin, Trowa está dispuesto a disparar a Duo sin la intención
de matarlo pero siente como una piedra lo golpea en la cabeza haciéndolo
voltear hacia un lado donde se da cuenta que había sido Quatre, el rubio lo
había hecho con la intención de dejarlo inconsciente pero no lo había logrado.
Trowa apunta ahora a Quatre y a pesar del grito de Duo para que se detenga éste
dispara hiriendo al rubio en el hombro, el trenzado cierra los ojos con fuerza
por la impotencia de no poder hacer nada y además espera el tiro final pero sus
ojos se abren poco después para darse cuenta que la pistola de Trowa ya no
traía balas pues el ojiverde no podía disparar
Trowa. ¡Demonios!... otra vez
El ojiverde tira la pistola al suelo e intenta irse corriendo pero Duo
se acerca al arma y la avienta logrando golpear a Trowa, ésta es más dura que
la piedra y sí logra el cometido que la piedra lanzada por Quatre no había
logrado, el ojiverde cae inconsciente al suelo y Duo rápidamente se acerca
hacia los dos cuerpos heridos
Duo. ¿Estás bien?
Quatre. Sí, creo
Duo. ¿Y él?
Quatre. Su pulso se debilita pero creo que estará bien
Duo. Resiste mi amor
Duo acaricia suavemente el cabello de Heero y se pone de pie para
dirigirse al auto donde agarra su celular y llama tanto a la policía como a una
ambulancia regresando después a donde están su chico y el rubio... el vehículo
tarda unos minutos en llegar al lugar de los hechos siendo secundado por los
carros de policía, los paramédicos agarran cuidadosamente el cuerpo de Heero y
lo suben a la camilla, Quatre también sube a la ambulancia pero por sí solo sin
ser acostado en camilla y a ambos los llevan al hospital, a Trowa por
indicaciones de Duo se lo lleva la policía ya que no se encontraba herido de
gravedad, solo estaba inconsciente y se pondría bien, un paramédico auxilia a
Duo con su herida pero a él lo único que le importaba en esos momentos era
acompañar a Trowa a la jefatura de policía para dar parte no solo de lo que
había sucedido sino también acerca de su violación... los dos heridos son
atendidos en el hospital mientras que en la jefatura Duo se encontraba
levantando cargos por abuso sexual, intento de homicidio y secuestro, desde las
oficinas llama al doctor G que le atendió pues éste tenía las pruebas médicas
acerca de su violación y así se levanta el peritaje, ya Trowa estaba despierto
y curado de la pequeña herida en su cabeza por el golpe de la pistola y es
citado para hacer su declaración. Ya casi en la noche Duo se desocupa en la
jefatura para ir al hospital pero al día siguiente debe volver, además los
policías entrevistarían a Heero y a Quatre para rendir su declaración y así
poder sentenciar o liberar a Trowa de los cargos por los que era acusado. Duo
entra a la habitación a ver a Heero quien está semi despierto aún por los
efectos de la anestesia y se sienta en una silla que junta a la cama tomando la
mano de su amado y sonriéndole cariñosamente
Duo. ¿Cómo te sientes?
Heero. Mejor
Duo. Creí que morirías
Heero. Eso... quisieras
Duo. No digas tonterías, no eres muy simpático ni agradable pero te
amo
Heero. Yo también
Duo. No vuelvas a asustarme de ese modo
La sonrisa de Duo se borra completamente de su rostro comenzando a
llorar mientras sujetaba fuertemente la mano de Heero quien le miraba
fijamente, ahora si ya no había nadie que les pudiera separar, Heero se queda dormido
segundos después y Duo sonriendo le regala un beso en la frente para después
soltarle la mano, ponerse de pie y salir de la habitación, no eran horas de
visita pero él había logrado entrar sin ser visto, ahora iría a la habitación
donde estaba Quatre, entra y éste se encuentra sentado en la cama mirando hacia
la ventana, estaba muy pensativo y Duo alcanza a notar unas lágrimas que le
corren por las mejillas mismas que limpia cuando voltea y ve al trenzado
dirigirse a su cama
Duo. Hola ¿cómo estás?
Quatre. Bien
Duo. Muchas gracias por todo
Quatre. No hay que ¿cómo está Heero?
Duo. Bien, ahora duerme
Quatre. Yo no... podré olvidarlo en mucho tiempo
Duo. Te entiendo
Quatre. Creo que no me caerían mal unas vacaciones por un par
de días
Duo. Creo que no je je je
Ambos ríen un poco y el trenzado se acerca más hasta sentarse a los
pies de la cama, los dos se miran a los ojos hasta que Quatre desvía su mirada
hacia la ventana y después Duo hace lo mismo, había una hermosa luna llena y el
cielo estaba muy estrellado, una verdadera maravilla
Quatre. Realmente se aman ¿eh?
Duo. Si, amé a ese antipático desde el momento en que lo vi ¿sabes, no
nos caímos bien, hubo como un choque entre ambos y creí detestarlo pero la
verdad es que él se ganó mi corazón desde el principio
Quatre. No te culpo, la primera vez que vi a Heero fue realmente
maravilloso, llegué yo a la empresa con mi currículo, al verlo me intimidó
mucho pero había algo en su mirada que me hacía no dejar de verlo, sentí en él
una calidez, no sabría explicártelo pero con solo ver su mirada me enamoré,
jamás he confiado en quienes ocultan con lentes su mirada, la de Heero es
transparente y no le importa mostrarla por más fría que parezca, porque su
mirada es tan transparente que puedes ver a través de ella, y lo que logras ver
es simplemente indescriptible, te atrapa, te enamora...
Las lágrimas vuelven a salir de los ojos de Quatre y éste apretando
las sábanas con fuerza comienza a sollozar mientras Duo lo observa tristemente,
el rubio frente a él estaba completamente enamorado de Heero y lo comprendía a
la perfección, sabía cómo se sentía al saberlo lejos, con otro, porque él mismo
había experimentado ese amargo sabor, ahora podía justificar totalmente lo que
el rubio había hecho para recuperarlo pues él mismo también se había valido de
métodos no muy limpios para tenerlo nuevamente, porque tal vez de no haber
involucrado a Trowa en todo eso volviendo con él entonces muchas cosas se
hubieran evitado, entre ellas causar más dolor en Quatre, porque aunque ahora
estaba con Heero ese rubio iba a ser una especie de sombra entre los dos pues
de no haber involucrado a Trowa éste no hubiera involucrado a Quatre y entonces
él y el rubio no se hubieran conocido... al día siguiente dos agentes de la policía
visitan a Heero y a Quatre en el hospital siendo acompañados de dos testigos y
un médico en sus respectivas declaraciones, cada uno habla con la realidad de
los hechos que vivió y así se completa toda la declaración con respecto a Trowa
quien es encarcelado sin juicio, le sentencian a 20 años de cárcel por los
cargos anteriormente declarados por Duo, ahora el trenzado y Heero podían vivir
con tranquilidad sabiendo a Trowa lejos, esa tarde Duo va a visitar a Trowa en
la cárcel
Ni siquiera sé porque voy a ir a verle después de todo el daño que nos
ha hecho, jamás había odiado a alguien en toda mi vida pero debo decírselo,
hacerle saber que lo detesto con el alma y destrozarlo por dentro sabiendo que
a su loca forma de demostrarlo él me ama, y que sepa que seré inmensamente
feliz al lado de la única persona que verdaderamente he amado y amaré siempre,
Heero Yuy, mi chico de mirada fría
Celador. Trowa Barton, visita
El ojiverde sale de su celda rumbo a la sala de visitas de los reos,
vestía un espantoso uniforme gris y su aspecto era deprimente, no había pasado
una sola noche en aquella cárcel pero definitivamente esos no eran sus
ambientes, él era un importante arquitecto que estaba acostumbrado a los lujos
y a una vida cómoda por lo que vivir ahí por 20 años iba a ser algo muy
difícil... al entrar a la sala y ver a Duo sentado frente a la mesa no puede
evitar sonreír ampliamente, le daba mucho gusto verlo ahí aunque sabía que su
visita no iba a ser nada amistosa, la mirada de Duo era fría y llena de furia,
jamás había visto con esos ojos a alguien, jamás, pero el odio que sentía por
Trowa era inmenso, jamás en la vida le iba a perdonar; los dos se miran a los
ojos cuando ya Trowa estaba sentado frente a él, habían transcurridos un par de
segundos en que ninguno hablaba, Duo no sabía cómo comenzar y Trowa no sabía
que decir, con un gesto de hastío el trenzado recarga sus manos sobre la mesa y
acentúa su mirada sobre la mirada del ojiverde
Duo. Me da mucho gusto verte aquí, pudriéndote en la cárcel
Trowa. Mnh
Duo. Sabes que te odio ¿verdad?
Trowa. ¿A eso viniste?
Duo. ¿Por qué Trowa, por qué?
Trowa. Porque te amo
Duo. No me salgas con esa
Trowa. Si no iba a tenerte, él tampoco
Duo. ¿Y dices amarme?
Trowa. ¡Cuando amas a alguien no esperas que no te corresponda, debes
hacer lo posible por conseguirlo, aunque lo mates!
Duo. ¿Qué clase de infancia tuviste Trowa? Hablas del amor con odio
Trowa. Cállate y vete
Duo. Y de pensar que me sentía mal
Trowa. ¿Qué?
Duo. Cada vez que me hacías el amor yo pensaba en él y me hacía sentir
mal porque tú me dabas todo de ti y yo para ti no tenía nada... pensaba que era
el ser más cruel del mundo por estar con alguien amando a otro, entregando mi
cuerpo como si lo entregara a esa persona... creí que eras bueno y que me
amabas pero que equivocado estuve siempre
Trowa. ¡No es verdad!
Trowa se pone de pie golpeando la mesa con ambas manos haciendo que
dos celadores se volteen hacia aquella mesa e intenten avanzar hacia ella pero
Duo sin apartar la mirada de Trowa y sin ponerse de pie hace una seña con su
mano en signo de que todo está bien y que no necesita que se acerquen a lo que
los celadores vuelven a su posición original.
Duo. ¿A no?
Trowa. No... yo siempre te he amado, desde antes, desde siempre
Duo. ¿Qué?
Trowa. Yo vivía en New Orleáns
Duo. ¿Qué dices?
Trowa. Yo los maté Duo... maté a tus padres
Duo. No
Trowa. Si, lo hice para tenerte, para que solo me tuvieras a mí, a
nadie más
Duo. ¡No es verdad!
Trowa. Si lo es
Duo. ¡Pero yo te conocí en...!
Trowa. Si, cuando estudiábamos diseño, yo me metí a esa escuela por
ti, te seguí hasta ésta ciudad, planeé nuestro "casual" encuentro ¿lo
recuerdas?
Los ojos de Duo no podían abrirse más ante el asombro, las lágrimas
casi caían por sus mejillas, se encontraban retenidas en sus ojos sin encontrar
una salida, estaba totalmente consternado, su mano derecha cubría su boca con
fuerza, una gama de sentimientos de rencor, odio y tristeza se albergaban en su
pecho sin saber cómo hacerlos estallar, frente a él no solo tenía al hombre que
lo había violado y al que había intentado matar a Heero para separarlos, frente
a él también tenía al asesino de sus padres, a la persona que lo había separado
de los únicos familiares que poseía aun cuando no lo eran de sangre, frente a
él, ese hombre no merecía más que la muerte, la cárcel ahora le venía pequeña,
merecía morir y él iba a matarlo... el trenzado por fin suelta las lágrimas que
comienzan a caer locas de sus ojos mojando no solo su rostro sino también la
mesa, en cambio Trowa se mostraba muy tranquilo, sus ojos denotaban un brillo
singular y sonreía ligeramente, Duo de pronto se pone de pie y en un arranque
de furia se lanza sobre Trowa por encima de la mesa rodeándole el cuello con
ambas manos y cayendo ambos al suelo donde Duo no afloja para nada sus manos en
el cuello de Trowa, los dos celadores en la sala de visitas se acercan a ambos
para separar a Duo de Trowa pero por el enfado en trenzado era aún más fuerte
haciendo que los celadores no puedan separarlos, las manos de Duo se cerraban
cada vez más sobre el cuello del ojiverde quien ya parecía estar morado por el
asfixio pero a pesar de eso no sentía dolor alguno, en cambio su sonrisa cínica
era la que demostraba que realmente disfrutaba el momento, así si Duo lo mataba
iría a la cárcel y de esa forma lograría separarlo de Heero pero el mismo Duo
es quien se detiene a tiempo bajándose enseguida del cuerpo de Trowa y comienza
a secar sus lágrimas sin apartar su mirada del cuerpo de Trowa quien trataba de
recuperar aire
Duo. ¡Yo no soy como tú!
Trowa. Du... Duo
Duo. ¡Te odio te odio!
El trenzado se va muy molesto y aun llorando, jamás hubiera creído que
Trowa había sido quien se había encargado de eliminar a sus padres, parecía un
cuento absurdo como los de las novelas de la televisión pero en éste caso era
real, el ojiverde siempre había estado loco, obsesionado con él y él nunca se
había dado cuenta, eso lo hacía sentirse aún más mal de lo que ya se sentía...
totalmente derrotado regresa al hospital a visitar a Heero pero mostrándose
ante él muy tranquilo, su salud era lo único que importaba y él no quería darle
más cargas por lo que decidió guardar lo que había descubierto por algún tiempo
Duo. ¿Cómo se encuentra mi paciente favorito?
Heero. Mejor
Duo. Te traje un jugo de naranja, lo agarré de las charolas allá
afuera je je je
Heero. Tonto
Duo. Tonto tú por preocuparme de éste modo, no sé qué haría sin ti
Heero. Lo sé
Duo. Que presumido ¿eh?
Heero. Tú lo dijiste y yo lo afirmé
Duo. Heero...
Heero. ¿Qué pasa?
Duo. Aún no me has contado como es que llegaste a ese lugar con Trowa
Heero. El me pidió que habláramos y vi ahí mi oportunidad para cumplir
mi promesa de matarlo pero él me engañó... me dijo que iríamos a otro lugar,
obviamente desconfié de él pero lo seguí, fue entonces que me hirió con el arma
y me llevó a ese lugar... lo que no sé es como ustedes llegaron ahí
Duo. Realmente ya no importa, lo importante es que estas con vida
Heero. Duo
Duo. Otra pregunta ¿pensabas matarlo y no llevabas un arma?
Heero. Quería matarlo con mis propias manos, no quería utilizar ningún
arma
Duo. Pudiste haber muerto
Heero. Pero no lo hice
Duo. Aun así de solo pensarlo se me estremece el cuerpo
Heero. No te librarás tan fácilmente de mí
Duo. Ni aunque quisiera
Heero. ¿Lo quieres?
Duo. No, jamás
Heero. Te amo Duo
Duo. Y yo a ti
Duo se acerca cariñosamente a Heero y recarga su cabeza en el pecho de
éste y comienza a sollozar mientras algunas lágrimas caían, lágrimas de
felicidad porque al fin iba a estar al lado de la persona a quien más amaba,
por fin después de la tormenta se podría ver un pequeño rayo de sol en sus
vidas (que cursi )... aquella noche en la cárcel después de las actividades de
recreación para los reos Trowa se encontraba solo en su celda leyendo un libro,
había llevado muchos porque pasaría ahí un largo tiempo pues después de su
declaración ante Duo su condena había sido aumentada a 28 años de cárcel ya que
los celadores habían sido testigos de su confesión ante el trenzado de la
muerte de los señores Maxwell. Leyendo tranquilamente su libro el ojiverde
escucha unos pasos cerca de él y enseguida levanta su vista para toparse con un
par de reos que le miraban con malicia, inmediatamente deja su libro y se pone
de pie retándolos con la mirada, uno de ellos se acerca a Trowa y logra
recargarlo en la pared apoyándose con una mano sobre ésta y acercando su rostro
al del ojiverde quien no parece inmutarse
Erick.. Hola chico ¿cómo te llamas?
Trowa. Trowa Barton
Erick. Sabemos porque estás aquí
Trowa. ¿Y?
Erick. Violación ¿eh?
Los ojos de Trowa se abren ligeramente al escuchar aquella palabra en
boca del tipo frente a él y su cuerpo comienza a temblar cuando voltea hacia
los amigos de ese tipo y estos posaban su mirada en él como si lo estuvieran
desvistiendo con ella, el ojiverde mueve su cabeza hacia los lados y cierra sus
ojos con fuerza al sentir la lengua del hombre recorrerle el cuello dejando a
su paso un rastro de saliva, intenta gritar pero éste le cubre la boca con un
paño al tiempo en que comienza a quitarse las ropas siendo secundado por sus
amigos quienes se lamían los labios con lujuria, el celador de esa sección de
celdas estaba siendo distraído por alguien del grupo para que no viera lo que
le hacían a Trowa, más de diez tipos formaban la banda de Erick y todos ellos
harían a Trowa lo que en la cárcel era costumbre hacerle a los acusados por
violación, le darían una cucharada de su propio chocolate, todos y cada uno de
ellos y tal vez no solo una vez ni un solo día, Trowa tendría por fin su
merecido y después de todo la cárcel no le venía tan pequeña como castigo tal y
como lo había pensado Duo, su tiempo en la cárcel iba a ser un verdadero
infierno, peor a la muerte
Unas semanas después... el trenzado y Heero por fin vivían su vida
tranquilamente, Heero había renunciado a su trabajo y Duo había abandonado el
suyo en aquella ciudad, habían vendido el departamento que alguna vez fue de
Heero y Quatre y se habían comprado una hermosa casa en California donde vivían
felices, Heero con otro empleo y Duo también, por su parte Quatre aún vivía con
Wufei y ellos dos mantenían una buena amistad con Heero y Duo aunque aún vivían
en la misma ciudad, cada quince días pasaban un fin de semana con la pareja en
California, los recuerdos de Trowa ya no los atormentaban, el rubio aún quería
mucho a Heero pero también comenzaba a nacer en él un amor hacía el chino que
le cuidaba y le amaba con paciencia, listo para cuando el rubio deseara una
relación sentimental con él.
De noche en la ciudad de California dos amantes bajo la luz de la luna
y las estrellas se entregaban al placer dentro de la piscina, hacía un par de
semanas que no estaban juntos, las heridas de Heero debían sanar y eso le
impedía entregarse a ciertos esfuerzos pero el deseo no había desaparecido, sus
cuerpos se deseaban más que nunca a pesar de la distancia física, a pesar del
tiempo en que se habían separado, el deseo nunca había acabado al igual que el
amor
Duo. ¡Heero.. oh Heero!
Heero. Ngh... ah! Duo
Las piernas de Duo rodeaban la cintura de Heero quien se encontraba
dentro del trenzado, ambos de pie dentro de la piscina, el agua se turbaba
conforme los movimientos de ambos, Heero moviéndose hacia arriba embistiendo a
Duo y aplicando fuerza y velocidad, sus manos en el trasero de Duo sujetando
con fuerza y separando para una mejor penetración mientras el trenzado apretaba
con fuerza la espalda del chico con una mano porque la otra en su propio
miembro se encargaba de darse placer, los gemidos se perdían ante la inmensidad
de la noche, estaban al aire libre y solo unos cuantos animales nocturnos eran
testigos de aquel amor, aquella entrega, aquel placer dado por ambos, el
trenzado ayudaba a Heero moviéndose también de arriba hacia abajo, se besaban
mientras se movían a ritmo rápido y sincronizado, un beso caliente y húmedo,
sus lenguas luchando en un arrebato de placer... Duo se separa un poco de Heero
y cierra con fuerza sus ojos al sentirse venir sobre su mano y el pecho de
Heero que no es manchado gracias al agua, a causa de su orgasmo siente el
límite alentando sus movimientos pero no cesándolos, continúa moviéndose de
arriba hacia abajo lenta y sensualmente manteniendo su boca abierta aún por
aquel gemido lleno de placer que le embargaba, Heero llena enseguida el
interior de Duo al ver ese rostro tan lleno de placer que mostraba Duo y ambos
suspiran al tiempo en que con un susurro pronuncian el nombre del otro, el
trenzado deja de moverse pero baja su cabeza hasta colocarla en el hombro de
Heero quien suelta su trasero y comienza a salir lentamente de él, Duo baja sus
piernas y toca el suelo de la piscina levantando su rostro para mirar el de
Heero, él le quita unos cuantos cabellos sobre su frente y la besa, Duo cierra
sus ojos recibiendo el beso y ambos se abrazan
Duo. Como te amo Heero, te amo demasiado
Heero. Duo
Duo. Por favor abrázame fuerte, jamás me dejes ir
Heero. Jamás te dejaré ir
Duo. ¿Lo prometes?
Heero. Prometido
Duo. Muchas gracias por amarme, por todo lo que haces por mí, muchas
gracias por estar a mi lado, por soportarme, por cuidarme, pero sobre todo,
gracias por hacer de mí lo que soy... te amo, te amaré siempre
FIN
Notas de Autor: Por si les interesa el título lo saqué de la película con el mismo
nombre protagonizada por John Cusack y Kate Beckinsale aunque ésta historia no
tiene nada que ver salvo ciertos detalles, los que han visto la película sabrán
de qué hablo, para los que no ojalá tengan oportunidad de verla. Espero todos
sus comentarios ya sea a ésta página o a mi correo personal, les agradezco
mucho por leerme, Sayonarita
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