Lo que el viento se llevó
Capítulo 1. Esto no es amor
Esperarlo siempre al
atardecer parecía ya ser una costumbre que un gusto, realmente no tenía nada
que hacer, la vida en Provincia era más acelerada que en el pequeño pueblo, y
si a eso le sumaba las cosas que Treize le tenía prohibidas entonces podría
decir que esperarlo al atardecer era lo único que lo mantenía ocupado cada día,
porque Treize trabajaba 8 horas los 7 días de la semana, le tenía prácticamente
abandonado, sin poder salir, sin poder hacer amigos, porque lo que siempre oía
de labios de Treize era "Mi esposo debe estar en casa todos los días,
listo para cuando yo llegue y cumpla mis diversas necesidades", aquella
frase sexista siempre la tenía presente, porque si no lo hacía le podía ir mal,
porque según Treize él era el jefe de familia y se debía hacer su voluntad...
Sentado a la ventana,
mirando la luna que cada vez brillaba más se encontraba Duo Maxwell, un chico
tímido y serio, cuya sonrisa solo aparecía de vez en cuando para adornar su
rostro, su rostro lleno de cansancio y hastío, cansancio por la vida tan
monótona que llevaba y hastío por la forma en que a veces su esposo lo hacía
sentir, como extrañaba a aquel hombre del cual había escuchado
"acepto" en un altar, con una sonrisa de oreja a oreja, al hombre que
una vez había sido Treize, pero la misma vida de Provincia le había cambiado el
carácter, ese carácter tan apacible y sereno que antes siempre mostraba, ahora
solía enojarse con facilidad hasta llegar al punto de incluso golpearlo, no
solía pasar muy seguido pero era algo a lo que Duo siempre debía atenerse
Duo. Ay Treize, tardas más
que de costumbre ¿te habrá pasado algo?
La puerta se abre de
repente y rápidamente haciendo que Duo voltee enseguida, por ella entraba Treize
con el rostro bajo, el hermoso chico trenzado al verlo rápidamente se pone de
pie y va en su encuentro, su esposo levanta el rostro y difícilmente le sonríe,
tanto en su mirada como en su aspecto se veía que había tomado, una práctica
que con el paso del tiempo se hacía más frecuente, Duo ya sabía que eso podía
pasar ya que los compañeros de trabajo de Treize solían siempre inducirlo,
anteriormente el alcohol no llamaba la atención del hombre pero ahora sí
Duo. Ay Treize, otra vez
Treize. ¿Algún problema?
Duo. No mi amor... ¿ya
comiste?
Treize. No, para eso tengo
marido, para que me de
Duo. Preparé camarones
Treize. Que rico
El trenzado le sonríe a su
esposo quien le ayuda a sentarse a la mesa, le sirve de comer y enseguida Treize
comienza hasta terminar, Duo le lleva agua y entonces nuevamente Treize se pone
de pie, Duo recoge la mesa, lava los trastes y acto seguido se va a la recámara
donde Treize estaba tirado sobre la cama, boca abajo con medio cuerpo fuera y
babeando las sábanas, Duo suspira hondo y se acerca comenzando a quitarle los
zapatos
Duo. Que fastidio, verte
así, atenderte... estoy cansado de esto
Treize. Mnh... Duo... ven
acá
Treize, que no estaba
dormido se levanta un poco y atrae a Duo hacía con él tomándolo de la cintura
con una sola mano y comienza a besarle el cuello, el trenzado cierra un ojo y
con el otro ve de reojo a Treize que mientras le besa el cuello comienza a
jalar su camisa, Duo coloca ambas manos en los hombros de Treize e intenta
apartarlo
Treize. No te resistas
Duo. Treize, ahorita no,
por favor
Treize. Pero te deseo, te
quiero hacer el amor
Duo. Basta por favor
Treize. Mnh... Duo
Duo. No seas necio
Duo hace más fuerza y logra
aventar a Treize, se pone de pie y lleva los zapatos al mueble que les
corresponde, Treize se sienta en la cama y se quita la camisa que traía puesta,
Duo se acerca nuevamente a él y le ayuda a quitarse los pantalones, Treize cae
nuevamente sobre la cama pero acostado y abraza efusivamente la almohada
comenzando a besarla
Treize. Mnh... Duo, te amo
Duo. Treize...
El trenzado estira su mano
y acaricia tiernamente el rostro de Treize, sonríe y le quita la almohada
ayudándolo a acostarse bien dejándolo tan solo en boxers, enseguida su esposo
se queda totalmente dormido y suspirando aliviado él también se quita las ropas
para ponerse el pijama, se acuesta en la cama y prende la televisión, como no
había nada interesante se pone de pie y nuevamente se sienta en la ventana de
la sala donde anteriormente esperaba el regreso de Treize y mientras tanto
reflexionaba sobre la vida que llevaba hasta el momento, aún quería mucho a Treize,
y como no hacerlo si durante años había sido su pareja, al único hombre que
había tenido en su vida, el único que lo había tocado, el único que le había
hecho el amor, el único que le había dicho "te amo", no conocía amor
parecido, nunca más un hombre lo había amado, para él solo existía Treize, y no
importaba si a veces lo trataba mal, sabía que en el fondo lo quería, lo amaba,
y eso le bastaba
A la mañana siguiente Treize
se levanta con un gran dolor de cabeza y un humor de los mil demonios...
Treize. ¡Duo... no me sale
agua caliente!
Duo. Pero ya te prendí el
boiler
Treize. ¡Inútil, seguro lo
prendiste mal!
Treize le gritaba a Duo
desde el baño y éste le contestaba desde la cocina, el que Treize se levantara
de mal humor no era ninguna novedad para él, estaba más que acostumbrado, el
problema del agua caliente era el pan de todos los días, uno de los miles de
motivos por los que terminaban discutiendo... Treize sale de bañarse y se
sienta a la mesa para que Duo le sirva el desayuno, Duo enseguida le lleva su
jugo de naranja y un poco de pan tostado
Treize. Me bañe con agua
fría
Duo. Perdón
Treize. Perdón, perdón, tú
siempre haces estupideces y crees que con tu perdón, perdón lo solucionas ¿verdad?
Duo. No Treize
Treize. Mnh...
Duo. Oye Treize ¿a dónde
fuiste anoche?
Treize. A México
seguramente
Duo. Treize...
Treize. ¿Porque haces
preguntas idiotas? ¿No es obvio?
Duo. No me gusta que te
gastes el dinero en alcohol
Treize. ¿Algún problema en
que gaste "mi dinero"? por eso trabajo
Duo. Está bien
Treize. Está bien, está
bien, otra de tus frases tontas
Duo. ¿Quieres más jugo?
Treize. Sí... oye
Duo. Dime
Treize. ¿Quieres que
salgamos el domingo?
Duo. ¡¿De verdad?!
Treize. Sí, iremos de
paseo, a donde tú quieras, así que ve pensando a donde, ya que regrese de
trabajar me dices
Duo. Sí
Treize se levanta del
asiento y se inclina hacia Duo dándole un beso en la mejilla, toma su maletín y
sale de la casa, Duo lo despide desde la puerta con una sonrisa de oreja a
oreja, se sentía sumamente contento, el que Treize lo sacara de paseo algún día
significaba mucho para él ya que no solían salir más que para ocasiones que
para Treize parecían importantes, así que muy feliz se la pasa toda la mañana y
la tarde pensando en qué lugar será el más adecuado para pasar un lindo domingo
al lado de Treize
Sus dedos se deslizaban
traviesamente por la piel de su espalda, bajando lentamente hasta pasear
ligeramente por su espalda baja, por los glúteos, subiendo esos dedos tan finos
hasta acariciar lentamente su nuca, atrayéndolo hacia él, profundizando un
apasionado beso, las manos de ambos paseándose traviesas por todo el cuerpo,
entrando después en él, moviéndose lentamente, ambos gemidos en uno solo, el
placer presente en todos los sentidos, jadeos, sudor, caricias, besos y una
lengua que se paseaba traviesa por el lóbulo de su oreja hacia el cuello
mientras las embestidas aumentaban su ritmo, los gemidos cada vez más fuertes,
unas manos entrelazadas y un gemido final acompañado de la explosión de sus
semillas, un beso final y después cada quien de un lado distinto de la cama,
sus cuerpos nuevamente unidos en un abrazo, sus respiraciones aún alteradas y
después nuevamente sus manos entrelazadas, su cabeza sobre su pecho, sus
cabellos negros y sedosos eran acariciados por él mientras los suyos,
avellanados y finos sobre la almohada se pegaban por el sudor
Wufei. Como siempre has
estado maravilloso
Treize. Tú también
Wufei. Qué lástima que éste
domingo tenga que viajar
Treize. Sí, ahora tendré
que sacar a pasear a Duo
Wufei. Hablas de él como si
fuera tu perro, pobre de tu esposito
Treize. Eso es, un perro,
el guardián de la casa
Wufei. No le digas así, es
cierto que está medio tonto pero...
Treize. Jajaja, ¿medio
tonto? Vamos Wufei, se creyó completamente que trabajo los domingos ¿y dices
que es medio tonto? es bastante tonto
Wufei. Está bien, pero no
hablemos de él ¿sí?
Treize. ¿De qué quieres
hablar?
Wufei. ¿Cuándo te
divorcias?
Treize. Ya hemos hablado de
eso, sabes que nunca lo haré
Wufei. Yo quiero que me des
mi lugar
Treize. Lo tienes, aquí en
mi cama
Wufei. Que gracioso ¿eh?
Wufei se enoja y se cruza
de brazos volteándole la cara a Treize y apartando su mano de la suya, Treize
se ríe y roba al joven un beso en los labios, Wufei no se resiste y besa
apasionadamente a su amante, colocándose ahora sobre su cuerpo, sentándose
sobre su cadera, apoyando sus manos sobre su pecho e inclinándose hacia con él
Wufei. Tendrás que hacer
muy buen mérito para contentarme
El chico de cabellos negros
sonríe maliciosamente y se acerca más hacia Treize sacando su lengua y
pasándola por los labios de su amante, Treize sujeta con fuerza las caderas de
Wufei y las eleva para penetrarlo pero él lo evita agarrando el miembro de Treize,
soltándolo enseguida y apoyando sus rodillas en la cama manteniendo sus piernas
a los costados de la cadera de Treize, se inclina nuevamente hacia él y se
besan lenta y sensualmente, sacando sus lenguas y acariciándolas por fuera de
sus bocas, Wufei aparta enseguida sus labios de los de Treize y lo mira
fijamente a los ojos
Wufei. Te dije que debes
hacer méritos
Treize se muerde los labios
y lleva su mano derecha al pecho de Wufei, lo acaricia y después sujeta ambos
pezones del chico de cabellos negros con los dedos índice y pulgar de la mano
respectiva comenzando a acariciarlos, Wufei cierra sus ojos y comienza a
jadear, la mano derecha de Treize sujeta después el miembro del joven mientras
la otra continúa en su pezón
Su mano comienza a deslizarse de abajo hacia arriba lentamente causando no solo la excitación de Wufei sino también la propia, Treize suelta el pezón de Wufei y también su miembro mientras éste deja de apoyar sus rodillas sobre la cama apoyando ahora los pies volviéndose a sentar sobre la cadera de Treize ahora sí descendiendo por su miembro, entrando lentamente hasta estancarse, ambos jadean al sentir el tope y habiéndose acostumbrado unos segundos Wufei comienza a moverse de arriba hacia abajo apretando con fuerza sus dientes y cerrando sus ojos, Treize miraba atento el rostro lleno de placer de Wufei y sonríe lujuriosamente, que diferencia había con Duo, con el aburrido de Duo, tan solo lo penetraba y ya, no sabía nada acerca de dar placer, en cambio Wufei sabía dar placer y mucho, el sexo con él era en definitiva lo mejor, le hacía llegar a las nubes, recorrer el cielo, podía morir en ese mismo instante...
Su mano comienza a deslizarse de abajo hacia arriba lentamente causando no solo la excitación de Wufei sino también la propia, Treize suelta el pezón de Wufei y también su miembro mientras éste deja de apoyar sus rodillas sobre la cama apoyando ahora los pies volviéndose a sentar sobre la cadera de Treize ahora sí descendiendo por su miembro, entrando lentamente hasta estancarse, ambos jadean al sentir el tope y habiéndose acostumbrado unos segundos Wufei comienza a moverse de arriba hacia abajo apretando con fuerza sus dientes y cerrando sus ojos, Treize miraba atento el rostro lleno de placer de Wufei y sonríe lujuriosamente, que diferencia había con Duo, con el aburrido de Duo, tan solo lo penetraba y ya, no sabía nada acerca de dar placer, en cambio Wufei sabía dar placer y mucho, el sexo con él era en definitiva lo mejor, le hacía llegar a las nubes, recorrer el cielo, podía morir en ese mismo instante...
Treize llena por completo
el interior de su amante, llegando al más exquisito de los clímax, gimiendo con
fuerza al sentir el límite, Wufei también lo siente mojando por completo el
vientre de Treize, lentamente se levanta goteando de su entrada un poco de
semen del mismo Treize el cual cae sobre él, su miembro ya liberado estaba
completamente mojado cayendo sobre su cuerpo. Ésta vez Wufei se baja de la cama
dirigiéndose hacia su ropa comenzándosela a poner enseguida, Treize lo
observaba desde la cama y le sonríe, Wufei le devuelve la sonrisa y terminando
de vestirse se acerca a él y le da un beso en los labios
Wufei. Ya debo irme
Treize. Está bien
Wufei. Nos vemos en una
semana
Treize. Te voy a extrañar
Wufei. ¿Solo por el sexo?
Treize. Sabes que no
Nuevamente Wufei se acerca
a Treize y le besa los labios, ambos se sonríen y poniéndose de pie Wufei sale
de la habitación del departamento que ambos compartían, ese departamento había
sido comprado por Treize exclusivamente para verse ahí con Wufei con quien ya
llevaba medio año saliendo, se habían conocido en la empresa donde ambos
trabajaban, Treize era el encargado de ventas y Wufei el encargado de nóminas,
el chico de cabellos negros había quedado prendado de Treize desde el primer
momento, era un hombre bastante guapo y muy interesante, al principio Treize se
resistía a tener algo con él, aún era bueno con Duo y su conciencia no le
permitía ser así, pero con el paso del tiempo se había enamorado de Wufei, incluso
aun amando a Duo, porque lo amaba, eso sin duda, solo que a veces le enfadaba
la forma de ser de Duo, porque no poseía una pizca de maldad, porque era
demasiado bueno y como él decía "demasiado aburrido"
Por el atardecer como cada
día Treize llega a casa mostrando una cara de cansancio, como siempre Duo le
sirve la comida y lo acompaña a comer, termina y Duo recoge la mesa, lava los
trastes y se dirige a la habitación a ponerse la pijama, sí, como cada día,
todos los días de su vida eran igual...
El trenzado llega a la habitación y Treize se encontraba bañándose, Duo entra al baño para llevarle la toalla a su esposo pero antes de que salga del baño Treize le pide que se meta con él pero Duo no quiere, Treize se enoja y saliendo de la regadera sin cerrarle a la llave del agua se acerca a Duo y lo jala hacía con él, abrazándolo y besándolo salvajemente, Duo pone resistencia pero a Treize no le importa por lo que comienza a quitarle por la fuerza la ropa al trenzado y lo mete a la regadera, Duo estaba muy molesto
El trenzado llega a la habitación y Treize se encontraba bañándose, Duo entra al baño para llevarle la toalla a su esposo pero antes de que salga del baño Treize le pide que se meta con él pero Duo no quiere, Treize se enoja y saliendo de la regadera sin cerrarle a la llave del agua se acerca a Duo y lo jala hacía con él, abrazándolo y besándolo salvajemente, Duo pone resistencia pero a Treize no le importa por lo que comienza a quitarle por la fuerza la ropa al trenzado y lo mete a la regadera, Duo estaba muy molesto
Treize. No seas ridículo
Duo
Duo. No quería meterme
Treize. ¿Tanto me repudias?
Duo. No es eso
Treize. Relájate
Treize comienza a besarle
el cuello a Duo con pasión bajando su mano hasta su miembro y sujetándolo con
fuerza comenzando a acariciarlo, el trenzado se pone totalmente colorado por la
pena, es cierto que había hecho el amor cientos de veces con Treize pero nunca
le había gustado que hiciera ese tipo de cosas
Duo. No por favor...
Treize. No seas tonto Duo
Duo. Ngh... No
Treize. No te opongas
El trenzado intenta alejar
a Treize de él pero él se enoja y le da una fuerte bofetada que lo hace caer de
rodillas en el suelo del baño, Duo se agarra con fuerza la mejilla y agacha la
cabeza, Treize lo mira unos segundos y se agacha a su altura, le acaricia la
frente y baja su mano hasta la barbilla levantándole el rostro, las lágrimas de
Duo se confunden con el agua que caía sobre ambos y Treize besa la frente de
Duo
Treize. Perdóname
Duo. No me pegues
Treize. No... Ya no
Duo sonríe y Treize le besa
la mejilla ayudándolo a ponerse de pie, lentamente lo recarga sobre la pared,
el azulejo frío causa un estremecimiento en Duo y jadea, Treize lo besa
apasionadamente, Duo con los ojos abiertos mira a Treize, su rostro mostraba tristeza,
dolor, pero no por la bofetada, sino porque a pesar de ser tierno algunas veces
Treize lo trataba fríamente...
Las manos de Duo se apoyan sobre el tubo para toallas que estaba dentro del baño, ya estaban fuera de la regadera y ésta estaba cerrada, el tubo estaba a la altura de su pecho y el trenzado la sujetaba con fuerza, las manos de Treize separaban los glúteos de Duo para entrar en él, con un movimiento rápido, Duo jadea fuerte al sentirlo dentro y acomodándose bien Treize comienza con las embestidas, sujetando con fuerza las caderas de Duo y moviéndose circularmente mientras entraba y salía de él, causándose un gran placer y causando dolor en Duo, quien combina gritos con gemidos, unas lágrimas salen de sus ojos y empuña los dientes antes de sentir a Treize explotar dentro de él, Treize sale lentamente de Duo y lo ayuda a levantarse ya que se encontraba inclinado hacia delante, aun sujetando el tubo
Las manos de Duo se apoyan sobre el tubo para toallas que estaba dentro del baño, ya estaban fuera de la regadera y ésta estaba cerrada, el tubo estaba a la altura de su pecho y el trenzado la sujetaba con fuerza, las manos de Treize separaban los glúteos de Duo para entrar en él, con un movimiento rápido, Duo jadea fuerte al sentirlo dentro y acomodándose bien Treize comienza con las embestidas, sujetando con fuerza las caderas de Duo y moviéndose circularmente mientras entraba y salía de él, causándose un gran placer y causando dolor en Duo, quien combina gritos con gemidos, unas lágrimas salen de sus ojos y empuña los dientes antes de sentir a Treize explotar dentro de él, Treize sale lentamente de Duo y lo ayuda a levantarse ya que se encontraba inclinado hacia delante, aun sujetando el tubo
Treize. ¿Te gustó?
Duo. Si
Treize. Lo dices sin ganas
Duo. No, de verdad me gustó
mucho
Treize. Al rato lo hacemos
otra vez
Duo. No, ya no
Treize. ¿Por qué? eres mi
esposo ¿no?
Duo. Es que... me duele
Treize. No seas ridículo,
ni que fueras virgen jajajaja
Duo. Es que a veces... eres
rudo
Treize. ¿No será que tienes
a otro que te cansa todo el día y cuando yo llego ya no quieres?
Duo. No Treize, yo...
Treize no deja terminar a
Duo porque lo sujeta con fuerza del mentón y lo lleva hasta la pared donde lo
recarga con dureza, acercando su rostro al de Duo, el trenzado estaba muy
nervioso, cuando su esposo se ponía así muchas veces lo golpeaba, y no
precisamente una sola bofetada como la del baño sino que en verdad lo golpeaba
Treize. No quiero saber que
tienes a otro ¿oíste?
Duo. S... sí
Treize. Está bien... y por
ésta vez te la paso, ya no lo haremos
Duo. Gracias
Treize. Mnh...
El esposo del trenzado
agarra una toalla y se la coloca en la cintura y sale del cuarto de baño, Duo
mira la puerta cerrarse y suspira pesadamente sonriendo después, ésta vez Treize
se había calmado y eso le relajaba porque cuando perdía los estribos solía
golpearlo duramente y no tan solo el rostro sino todo el cuerpo... dos semanas
después pronto se llevaría a cabo la comida anual de los empleados de la
empresa donde trabajaba Treize, se trataba de una comida familiar donde
asistían los empleados y sus familias, Duo estaba contento, hacía mucho que no
iba a una fiesta y las de la compañía eran muy agradables, los compañeros de Treize
eran buenas personas que no los discriminaban por ser una pareja de hombres, al
contrario, con él siempre eran agradables.
El trenzado y su esposo
llegan al lugar donde en ésta ocasión se llevaría a cabo la fiesta y son como
siempre bien recibidos, la esposa de un compañero de Treize toma a Duo del brazo
y lo lleva a la mesa de la comida para que viera lo que había preparado, él y
la señora solían compartir recetas de comida así que gustoso Duo la acompaña
dejando a Treize platicando amablemente con su jefe hasta que éste se retira
para saludar a otros empleados quedándose Treize nuevamente solo hasta que
cierto amante hace acto de presencia acercándose tranquilamente
Wufei. Hola
Treize. Hola... qué bien te
ves
Wufei. Tú también... ¿y tú
esposo?
Treize. Está con la esposa
de Otto
Wufei. ¿Me lo vas a
presentar? Seguramente es más apuesto que en las fotos
Treize. Él es hermoso por
donde lo veas
Wufei. ¿Y yo?
Treize. Simplemente
exquisito
Wufei. Treize... alejémonos
de aquí, tengo ganas de ti
Treize. Un rato más... hay
que guardar las apariencias
Wufei. Siempre me haces
esperar
Treize. Calma... ven, te lo
presento
Wufei. Sí
Treize comienza a caminar
rumbo a Duo siendo seguido por Wufei, ambos llegan y la señora con quien Duo
platicaba se retira con una sonrisa, por fin le había sacado a Duo la receta de
los camarones que tan ricos le quedaban, Wufei sonríe a Duo y él viéndolo
fijamente pasados unos segundos también le sonríe
Treize. Mi amor, él es
Wufei Chang, compañero de trabajo y amigo
Wufei. Mucho gusto, tenía
ganas de conocerte... Treize habla mucho de ti
Duo. El gusto es mío
Duo estira inocentemente su
mano y la da a Wufei quien enseguida también se la da sonriéndose ambos
ampliamente, Treize también sonríe, su esposo sí que era tonto e ingenuo... los
hombres se sueltan las manos y tranquilamente Wufei se retira con su sonrisa
hipócrita, no le agradaba la idea de compartir a Treize, de que otro lo tocara
y se entregara a él, lo quería todo para él solo pero sabía que Treize jamás
iba a dejar a Duo así que mejor era resignarse y no dejar de lado su
amabilidad, después de todo Duo no tenía la culpa de haber sido casado con Treize,
además de que se veía buena persona... más tarde comienza el baile y Treize
saca a bailar a Duo, la pareja baila en la pista siendo observados por todos
quienes opinaban que hacían una linda pareja, la pieza termina y Wufei se pone
de pie acercándose a la pareja
Wufei. ¿Me lo puedo robar
una canción?
Duo. Sí, claro
Wufei. Ahorita te lo
devuelvo
Wufei y Duo se sonríen y el
trenzado se aleja a su mesa comenzando Treize y Wufei a bailar, se trataba de
una balada donde bailaban muy de cerca y aunque se sentía un poco celoso no
veía signo de maldad en aquella escena, no veía lo que muchas otras personas si
alcanzarían a ver...
El trenzado siente deseos
de ir al baño y se pone de pie para entrar al baño de los hombres pero antes de
hacerlo le llama la atención unas voces que provienen del baño de damas
"Pobrecito del esposo, y el otro presentándole a su amante, que
descarado" "Si, no cabe duda que ojos que no ven, corazón que no
siente", las mujeres comienzan a reír y Duo siente un estremecimiento en
su corazón, sabía de antemano que él y Treize eran la única pareja de hombres
que estaban casados dentro de la compañía de su esposo, lo que no sabía era
quien de todos los hombres y mujeres que Treize le había presentado se trataba
de su amante, habían sido ocho hombres y tres mujeres las que Treize había
presentado al trenzado ya que cuando se había hecho la fiesta del año pasado
esas personas aún no eran empleados de la compañía...
Olvidándose que tenía
deseos de ir al baño Duo regresa a donde estaba anteriormente y aún bailaban Treize
y Wufei, el trenzado observa atentamente a la pareja y nota las miradas de
ambos, se veían con cierta ¿ternura? Sí, eso parecía, ternura, como si se
dijeran algo con las miradas, Duo se lleva una mano al pecho y un par de
lágrimas comienzan a brotar y entonces se acerca lentamente a donde están Treize
y Wufei, los dos dejan de bailar y ven al trenzado quien mira fijamente a Treize,
él ve las lágrimas y se preocupa
Treize. ¿Qué tienes? ¿Te
pasa algo?
Duo. Yo... vámonos, no me
siento bien
Treize. ¿Qué te duele?
Duo. Vámonos Treize
Wufei. ¿Te puedo ayudar en
algo?
Duo mira fríamente a Wufei
y después lo ignora viendo después a Treize, lo toma del brazo y lo jala en
dirección a la salida del lugar, Treize gira su cabeza hacia atrás mirando a
Wufei y ninguno de los dos entiende el repentino comportamiento de Duo...
durante el camino de regreso Duo no habla, tan solo mira por la ventana del
automóvil de Treize quien iba conduciendo, llegan a la casa de ambos y Duo
entra ignorando completamente a su esposo, Treize sigue a Duo hasta la recámara
muy enojado porque no le hace caso
Duo. ¡Ya déjame en paz!
Treize. Dime qué te pasa
Duo. Te odio Treize ¡te
odio!
Treize. ¡Ey! Calmadito tu
tono
Duo. ¿Cómo pudiste?
Treize. ¿De qué hablas?
Duo. No te hagas el idiota
¡te acuestas con otro!
Los ojos de Treize se abren
al escuchar las palabras de Duo ¿cómo es que se había enterado? ¿Acaso los
había visto besándose cuando Treize se había apartado pretextando que su jefe
lo había mandado llamar? Muy seguramente aunque a esas horas su esposo se
encontraba jugando con los hijos de su compañero Otto y era casi imposible que
haya estado en ese lugar a esa hora pero entonces ¿cómo se había enterado?
Treize. No entiendo de qué
me hablas
Duo. No te hagas
Treize. Duo...
Duo. ¿Quién es?... ¿acaso
Wufei?
Treize. ¿Qué? estas
malinterpretando las cosas
Duo. No estoy tan idiota
como siempre has pensado Treize
Treize. No es verdad, ni he
creído que eres un idiota ni tengo un amante
Duo. ¡Ya admítelo!
Treize. No lo haré porque
no tengo
Duo. ¡Dime la verdad!
Treize. ¡Que no es verdad!
Treize se acerca a Duo y
efusivamente le da un fuerte golpe en la cara haciéndolo caer al suelo, Duo cae
fuertemente de rodillas y un par de gotas de sangre comienzan a caer sobre la
alfombra, el trenzado mantenía su cabeza hacia abajo colocando su mano en su boca
de la cual escurría sangre, Treize lo mira con enojo y se acerca a él
agarrándolo del brazo, con un movimiento rápido lo pone de pie
Treize. ¡Mírame a los ojos!
Duo. ... No
Treize. ¡Qué me mires!
Treize agarra la trenza de
Duo y la jala levantándole el rostro, acercándolo al suyo, los ojos del
trenzado estaban cubiertos de lágrimas y la sangre continuaba escurriendo por
sus labios pero en sus ojos se veía mucho enojo, por primera vez lo retaba con
la mirada
Treize. Yo te amo... para
mí solo existes tú
Duo. ¿Y por eso me pegas?
Treize. Tú me provocas
Duo. No Treize... no se
trata de provocar, tú no me amas
Treize. Si te amo
Duo. No es verdad
Nuevamente Treize se
molesta pero en vez de golpear a Duo, aprieta con más fuerza la trenza de su
esposo y lo acerca a él dándole un salvaje beso en los labios, disfrutando de
la saliva, de la sangre, de aquel beso apasionado, Duo mantenía sus ojos
abiertos, observando a Treize quien comienza a encaminarlo hacia la cama,
acostándolo ahí y subiéndose en él comienza a besarle el cuello, sin fuerzas y
sin ánimos Duo se deja besar, haciendo su cabeza hacia un lado, observando al
vacío mientras unas tristes lágrimas caen por sus mejillas y mojan la cama, Treize
quitaba a Duo la ropa mientras aún le besaba el cuello, acariciaba su cuerpo,
empezando por la pierna, subiéndola por el costado hasta su pecho...
Treize sujetaba ambas
piernas de Duo mientras lo embestía, de los labios del trenzado salían gemidos
secos, sin pasión, gemidos vacíos provocados por el coito, tan solo por tenerlo
dentro y sentirlo salirse, pero era como si no estuviera ahí, porque Treize
podía estar poseyendo su cuerpo pero su alma ya no era suya, su espíritu estaba
lejos, él ya no le pertenecía a Treize...
A la mañana siguiente Duo
despierta antes que Treize y hace el desayuno como siempre, lo sirve a la mesa
y espera a que su esposo se levante, ese día el dueño de la compañía donde
trabajaba Treize les había dado a sus empleados el día libre así que a las diez
de la mañana se levanta Treize y se sienta a la mesa, el desayuno ya estaba
servido y Duo también desayunaba al lado de su esposo, solo silencio, ambos
terminan y Duo retira los trastes, limpia la mesa y lava lo utilizado en el
desayuno, Treize se acerca a su esposo cuando éste ha terminado de arreglar la
cocina
Treize. ¿Quieres que
salgamos hoy?
Duo. Como quieras
Treize. ¿Quieres tú?
Duo. Mírame ¿crees que
quiero salir con el labio reventado?
Treize. Perdóname
Duo. Si Treize, como
siempre, me pides perdón y te perdono, lo vuelves a hacer y vuelves a pedir
perdón, ya me la sé
Treize. No salgamos
entonces
Duo. ¿Te vas a ver con tu
amante?
Treize. Yo no sé de dónde
demonios sacaste esa idea pero yo ya te dije que no existe
Duo. Me da igual
Treize. No quiero que
pienses que tengo amante porque no lo tengo
Duo. Está bien... te creo
Treize. No lo dices con
convencimiento
Duo. De verdad, te creo
Duo le sonríe a Treize pero
aun así seguía creyendo en las palabras de aquellas mujeres, por algo lo habían
dicho y a él le había quedado claro al ver a su esposo con Wufei, esos dos se
miraban dulcemente, Treize miraba a ese hombre como a él nunca lo había
mirado...
Al día siguiente por la
noche Treize llega más tarde que de costumbre y Duo lo esperaba sentado en la
ventana como cada noche, solo que ahora no se preocupaba, ya sabía que cuando
eso pasaba Treize llegaba borracho y él tenía que lidiar con eso, a veces era
muy fácil y otras veces era bastante difícil, fácil cuando Treize se quedaba
enseguida dormido y difícil cuando se ponía necio y quería hacerle el amor o
cuando se ponía violento, esperaba que en esa ocasión fuera fácil pero para su
sorpresa Treize no llega solo
Treize. Ya vine mi amor
Duo. ¿Quién es tu amigo?
Treize. Mi amigazo del alma
Zechs Merquise
Zechs. Mucho gustazo, señor
Maxwell de Kushrenada
Duo. Un placer
Treize. Amorcito, tráenos
unas cervecitas
Duo. Los dos apestan a
alcohol, ya no beban
Treize. ¡Obedece! Perro
inútil
Zechs. Tranquilo Traixi, es
tu mujercita... digo, tu hombrecito
Treize. Es verdad... amor,
tráenos unas cervezas por favor... ¡perro! Jajajaja
Duo. Mnh
Muy molesto por la actitud
de su esposo Duo va a la cocina y del aparato refrigerador saca un par de
cervezas y las lleva a la sala donde ambos amigos estaban sentados platicando y
haciendo relajo, Duo las deja y se retira a su habitación, no tenía deseos de
escuchar y estar al lado de dos borrachos estúpidos, odiaba a Treize cuando
tomaba de más y ahora tener a dos ahí en igual estado no le iba mejor... los
amigos se quedan en la sala riéndose de cualquier tontería tomándole a sus
cervezas, Zechs se termina la suya y avienta la lata al suelo
Zechs. Ups
Treize. No te preocupes, el
perro hace siempre la limpieza
Zechs. No le digas así...
está buenísimo
Treize. Claro, es un
bizcochazo
Zechs. ¿Me lo prestas
tantito?
Treize. ¡Claro! Para eso
son los amigos... para compartir
Los dos borrachos comienzan
a reírse a carcajadas y a duras penas Zechs se pone de pie y tambaleándose
comienza a caminar en dirección a la habitación del matrimonio, Duo se
encontraba poniéndose la pijama y cuando escucha que la puerta se abre voltea
rápidamente viendo como Zechs entraba a la habitación sonriendo, los ojos del
trenzado se abren completamente y grita pero el hombre no se detiene, Duo se
aleja pero Zechs lo sigue persiguiendo, el trenzado se encontraba con solo la
parte de abajo de la pijama puesta, la camisa apenas se la iba a poner cuando
Zechs había llegado, Duo sigue caminando hasta toparse con la pared donde Zechs
lo arrincona y comienza a besarle el cuello, Duo grita pidiéndole auxilio a Treize
y golpeando al hombre para que lo suelte pero él no se aleja comenzando a bajar
sus manos...
Zechs ya estaba ansioso por
hacer suyo a Duo, ya deseaba quitarle completamente la ropa pero Duo aún
conservaba la ropa interior, en ese momento llega Treize y Duo marca en sus
labios una media sonrisa, le alegraba ver a su esposo ahí porque creía que lo
iba a ayudar, pero para su sorpresa Treize comienza a quitarse la camisa, Duo
no puede creer lo que ve, un desconocido estaba tratando de violarlo y él como
si nada al verlos se quitaba pacientemente la ropa
Treize. ¿No van a
esperarme?
Zechs. Claro que sí
Duo mira horrorizado a Treize
completamente desnudo acercándose hacia ambos, Zechs suelta por fin a Duo
cediéndoselo a Treize para él poderse quitar la ropa, Treize besa con pasión
los labios de Duo sin ser correspondido y lo acerca a la cama, Zechs se
desviste completamente y se acerca a la pareja posicionándose a la espalda de
Duo, le sujeta ambos hombros y comienza a besarle la nuca y después el cuello,
Duo cierra con fuerza sus ojos sintiendo también como Treize comenzaba a
besarle el pecho, sin duda la violación era inminente, y no solo se trataba de Treize
sino también de otro tipo al cual apenas veía por primera vez esa misma
noche...
Los tres sobre la cama: Treize
acostado de espalda en la cama levantándose levemente apoyándose con sus codos
disfrutando de la boca de Duo quien a su vez estaba siendo penetrado por Zechs
quien estaba hincado, sujetando con fuerza las caderas de Duo y moviéndose
salvajemente, entrando y saliendo de él con fuerza y rapidez, las mejillas de
Duo estaban completamente bañadas en lágrimas y el apretaba con fuerza sus
ojos, deseando que por fin aquello acabara
Ya antes Treize había estado dentro de él mientras Zechs le hacía sexo oral, ya ésta era la segunda vez que le llenaban el interior, pero ésta vez se trataba de Zechs quien explota su semilla dentro de Duo mientras Treize lo hacía en la boca del trenzado, el amigo de su esposo sale enseguida de él, Duo se retira del miembro de Treize ya completamente dormido, por su boca escurría semen y él la limpia con la sábana, Treize deja de apoyase con los codos y cerrando sus piernas se deja caer completamente sobre la cama durmiéndose al instante, Zechs agarra a Duo de la cintura y lo acuesta a un lado de Treize dejándolo en medio de los dos ya que él también se acuesta y enseguida se queda dormido
Ya antes Treize había estado dentro de él mientras Zechs le hacía sexo oral, ya ésta era la segunda vez que le llenaban el interior, pero ésta vez se trataba de Zechs quien explota su semilla dentro de Duo mientras Treize lo hacía en la boca del trenzado, el amigo de su esposo sale enseguida de él, Duo se retira del miembro de Treize ya completamente dormido, por su boca escurría semen y él la limpia con la sábana, Treize deja de apoyase con los codos y cerrando sus piernas se deja caer completamente sobre la cama durmiéndose al instante, Zechs agarra a Duo de la cintura y lo acuesta a un lado de Treize dejándolo en medio de los dos ya que él también se acuesta y enseguida se queda dormido
Duo se seca las lágrimas
que le quedaban y se queda mirando el techo de la habitación durante varios
segundos, la mano de Zechs aún estaba en su cintura no dejándolo moverse pero
él sin hacer mucho alboroto lo quita para poder salirse, logra salirse de la
cama y al intentar caminar un dolor muy fuerte le hace detenerse, sentía un
terrible calambre en la parte baja de su espalda, como si algo se le hubiera
reventado por dentro y le impedía caminar pero aun así entra al baño y abre la
regadera, tranquilamente se mete bajo el chorro de agua y agarrando el jabón
comienza a deslizarlo despacio por su brazo, un par de lágrimas salen
nuevamente de sus ojos y acelera el movimiento de su mano, las lágrimas se
hacen más intensas y avienta con fuerza el jabón dejándose caer de rodillas
sobre el piso del baño y llorando con aún más fuerza
Duo. ¡Ya basta... basta...
basta!... ya no quiero... vivir así
El trenzado se abraza así
mismo y llora hasta secar completamente todas sus lágrimas, dejando que el agua
pura moje su cuerpo, su cuerpo manchado por la lujuria de dos hombres
despreciables, ya había llegado al punto de rompimiento, al límite de lo
humanamente soportable, ya no quería ser humillado y mancillado, ya no quería
estar al lado de Treize, quería vivir lejos de él, lejos de sus golpes, de sus
violaciones, porque eso era lo que su esposo siempre hacía, porque hacerle el
amor en contra de su voluntad tan solo se podía llamar de una forma y esa era
"violación", hasta el momento y por primera vez se daba cuenta en su
vida, que el solamente había tenido sexo, nunca había hecho realmente el amor,
y eso para él era sentir un inmenso vacío, un gran dolor...
El dolor de cabeza era
insoportable pero aun así hace un esfuerzo por levantarse observando al otro
lado de la cama y viendo ahí acostado a un hombre de cabello largo pero ¿quién
era? No lo conocía, o al menos no lo recordaba, lo último que recordaba era un
bar horrible y a muchos hombres acercársele pero tan solo uno le había llamado
la atención ¡ya lo recordaba! Era ese de cabello largo platinado, ya comenzaba
a recordar, pero además recordaba que habían llegado a la casa, recordaba que
Duo les había dado cerveza y poco después recuerda fragmentos de la violación
que le habían hecho a Duo
Treize se muestra preocupado y poniéndose la ropa interior sale de la habitación buscando a Duo pero éste no se encuentra, Treize desesperado lo busca por toda la casa pero con el mismo resultado, nuevamente entra a la habitación y abre enseguida el closet, éste tan solo tenía su ropa y sus zapatos, pero nada que fuera de Duo se encontraba ahí, muy molesto grita y avienta cosas haciendo que Zechs se despierte lentamente, se sienta sobre la cama y tallándose los ojos logra abrirlos observando a Treize
Treize se muestra preocupado y poniéndose la ropa interior sale de la habitación buscando a Duo pero éste no se encuentra, Treize desesperado lo busca por toda la casa pero con el mismo resultado, nuevamente entra a la habitación y abre enseguida el closet, éste tan solo tenía su ropa y sus zapatos, pero nada que fuera de Duo se encontraba ahí, muy molesto grita y avienta cosas haciendo que Zechs se despierte lentamente, se sienta sobre la cama y tallándose los ojos logra abrirlos observando a Treize
Zechs. ¿Dónde estoy?
Treize. ¡¿Dónde está?!
Zechs. ¿Quién?
Treize. ¡Mi esposo!... Duo
¡mi Duo!
Zechs. ¿Duo? ¿Cuál Duo?
Más molesto aún Treize
avienta aún más cosas, Zechs se asusta de la forma tan violenta de comportarse
de ese hombre y se pone de pie comenzando a ponerse la ropa, tan solo quería
salir de ahí, no le importaba si ese hombre le pagaba sus servicios o no,
prefería no obtener nada por su trabajito de anoche a que ese hombre lo
golpeara, ya bastantes experiencias tenía con tipos violentos que lo golpeaban
a la hora del sexo, pero no había opción, trabajo era trabajo...
Treize corre desesperado por toda la casa, en el baño tampoco había cosas de Duo, ni en la sala ni en ninguna otra parte, tampoco estaban un par de maletas que él había comprado para cuando salieran de viaje, además el dinero que tenía ahorrado en una pequeña caja no se encontraba, estaba la pura caja, Treize grita y se tira al suelo comenzando a golpearlo, había perdido a Duo, se había ido, lo había abandonado sin siquiera dejar alguna nota
Treize corre desesperado por toda la casa, en el baño tampoco había cosas de Duo, ni en la sala ni en ninguna otra parte, tampoco estaban un par de maletas que él había comprado para cuando salieran de viaje, además el dinero que tenía ahorrado en una pequeña caja no se encontraba, estaba la pura caja, Treize grita y se tira al suelo comenzando a golpearlo, había perdido a Duo, se había ido, lo había abandonado sin siquiera dejar alguna nota
Por la tarde el camión
llega por fin a la ciudad, un despistado joven de tan solo 20 años se bajaba de
él con dos maletas y un periódico en manos, necesitaba primeramente encontrar
un lugar donde pasar la noche y al día siguiente buscar un trabajo, los pocos
billetes que traía en las manos no le iban a alcanzar para mantenerse, si acaso
le iban a durar una semana pero no más, el chico suspira y sonriendo camina
hacia las afueras de la central camionera, estaba cansado, había sido un largo
viaje de casi ocho horas, Duo sale y ve que aquella era una gran ciudad, no se
comparaba con aquella en la que antes vivía y mucho menos se comparaba al
pequeño pueblo en el que antes vivía
Un extraño hombre se acerca
amablemente a Duo con una sonrisa en su rostro, el trenzado muy confiado
también le sonríe pero antes de que pueda reaccionar el hombre jala a Duo la
maleta más grande de las dos que traía y logra quitársela comenzando a correr,
se trataba de un ladrón, uno de esos tipos que esperan encontrarse pueblerinos
y hacérselos tontos o robarles y Duo le había parecido la víctima perfecta, el
trenzado comienza a correr siguiendo al señor pero entre tanta gente era casi
imposible alcanzarlo pero aumenta su velocidad
Duo podía parecer débil pero era bastante ágil, años de vida en el campo antes de irse a Provincia le habían dado las habilidades suficientes como para correr a grandes velocidades pero entonces una persona se le atraviesa sin querer y chocando ambos caen al suelo, Duo cierra sus ojos con fuerza al sentir el golpe en su trasero y quejándose por el dolor se soba abriendo enseguida sus ojos observando con sorpresa a la persona con la que había chocado y ésta persona a la vez veía con asombro a Duo, ambos se ponen de pie con los ojos bien abiertos y muy emocionados
Duo podía parecer débil pero era bastante ágil, años de vida en el campo antes de irse a Provincia le habían dado las habilidades suficientes como para correr a grandes velocidades pero entonces una persona se le atraviesa sin querer y chocando ambos caen al suelo, Duo cierra sus ojos con fuerza al sentir el golpe en su trasero y quejándose por el dolor se soba abriendo enseguida sus ojos observando con sorpresa a la persona con la que había chocado y ésta persona a la vez veía con asombro a Duo, ambos se ponen de pie con los ojos bien abiertos y muy emocionados
Quatre. ¡¿Duo?!... ¡¿Duo
Maxwell?!
Duo. ¡Quatre Raberba
Winner!
Ambos chicos se abrazan con
emoción, Quatre era el amigo de infancia de Duo y tenían más de 9 años sin
verse, Quatre era el vecino de Duo pero cuando los padres del rubio se habían
divorciado la mamá se había ido del pueblo para probar suerte muy lejos
llevándose a su único hijo con ella dejando a su ex esposo en el pueblo, pero
con el paso del tiempo y ya habiéndose muerto su madre, Quatre había decidido
no volver al pueblo, ya en esa ciudad tenía una vida, estudiaba la Universidad,
tenía buen sustento económico y un novio maravilloso que lo amaba y al cual
amaba... ambos se separan, los dos con lágrimas en los ojos, la emoción era
mucha, Quatre agarra las manos de Duo
Quatre. Amigo, que gusto me
da verte
Duo. Malvado, ni siquiera
me escribiste una carta
Quatre. Perdóname
Duo. No te preocupes, lo
bueno es que te vuelvo a ver
Quatre. ¿Por qué no charlamos
en una cafetería?
Duo. Está bien, pero acaban
de robarme mi maleta
Quatre. ¿Es por eso que
corrías?
Duo. Sí
Quatre. No te apures, por
lo que veo acabas de llegar, puedes quedarte en mi casa
Duo. ¡¿De verdad?!
Quatre. Sí
Duo. Que emoción... pero
una pregunta ¿qué haces aquí? ¿Vas a viajar?
Quatre. No, vine a traer al
mejor amigo de mi novio porque tuvo que salir de urgencia de la ciudad y él no
podía traerlo
Duo. ¿Tu novio? Tienes que
contarme todo
Quatre. Claro que sí, vamos
Quatre suelta una mano de
Duo pero la otra aún la sujeta y lo lleva en dirección a su auto donde lo había
dejado estacionado, no se trataba de un gran auto pero lo había comprado con el
producto de su esfuerzo y dedicación al trabajo de medio tiempo que desde hace
tres años tenía, el rubio iba a llevar a Duo a una cafetería para que ambos
pudieran contarse todo lo que habían hecho en esos 9 años que no se habían
visto, tenían tantas cosas que contarse y parecía que nunca iban a terminar
pero ese día, precisamente ese día empezaba para Duo una nueva vida ¿qué le
deparaba la vida ahora que estaba lejos de Treize? Eso no lo podía saber, lo
único que si sabía es que ya no iba a sentirse solo nuevamente, Quatre era
alguien a quien quería mucho y seguramente la iban a pasar muy bien, ya ese era
un buen principio, pero ¿sería que ahora sí iba a poder encontrar el amor?
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