Lo que el viento se llevó
Capítulo 5. Te necesito
Aunque intentara no podía
sacarse de la cabeza aquellas imágenes, todo le parecía tan desagradable que no
podía evitar sentir un profundo asco, le daba asco recordar siquiera que hasta
había tocado el cuerpo profano del trenzado, él que lo creía un chico diferente,
inocente, ingenuo y algo despistado, pero que bien había fingido Duo haciéndose
pasar por un muchacho lindo y él en cambio se sentía bastante tonto, ese chico
con cara de ángel era todo un demonio, realmente había sido bastante tonto al
haber confiado en él...
Heero se encontraba en la
oscuridad de su departamento, sentado en su cama mirando hacia la ventana con
las rodillas encogidas y los brazos sujetándose a esas rodillas, llevaba horas
pensando y recordando todas esas escenas desagradables, lo único que deseaba en
esos momentos era nunca haber conocido a Duo Maxwell
Quatre llevaba junto con
Trowa un par de horas en el Hospital, Duo no quería ver absolutamente a nadie y
el rubio se sentía bastante mal, el trenzado ni siquiera quería verlo a él, a
él que lo consideraba como el hermano que jamás había tenido, Trowa sabía que
su novio se sentía muy mal y por consiguiente él también se sentía mal, si
había algo que no soportaba era ver triste a su niño hermoso
Trowa. ¿Te traigo un café?
Quatre. No
Trowa. Te hará bien
Quatre. No quiero, solo...
solo abrázame
Atendiendo a la petición
del chico Trowa abraza cariñosamente a Quatre atrayéndolo delicadamente hacia
su cuerpo y depositándole un pequeño beso sobre el cabello, el rubio se abraza
al pecho de su novio y cierra los ojos aspirando levemente ese aroma delicioso
que impregnaba siempre a Trowa, el ojiverde también cierra sus ojos y aprieta
un poco el cuerpo de Quatre lo cual le parece un poco extraño, él tenía una
fuerte conexión con Trowa y podía sentir claramente que algo no estaba bien así
que se separa ligeramente del castaño y abre sus ojos observándolo fijamente,
Trowa también se aleja un poco pero sin quitarle el brazo que tenía sobre sus
hombros
Quatre. ¿Qué pasa mi amor?
Trowa. Nada ¿por qué?
Quatre. Cuando apretaste mi
cuerpo te sentí extraño
Trowa. No entiendo
Quatre. Por favor si algo
anda mal dímelo ¿sí?
Los ojos de Quatre estaban
cargados de preocupación, aunque Trowa dijera otra cosa él sentía que algo
estaba mal, tal vez su novio estaba preocupado por la forma en que Heero se
había ido del Hospital sin siquiera dirigirles una palabra o una mirada, o tal
vez estaba preocupado por el mismo Duo o quizás se trataba de problemas en su
casa, no sabía con exactitud, solo sabía que algo no estaba bien pero para
tranquilizarlo Trowa estira su mano y cariñosamente acaricia los cabellos del
rubio regalándole una ligera sonrisa
Trowa. No pasa nada ¿de
acuerdo?
Quatre. Está bien
El rubio también sonríe y
Trowa se acerca a él dándole un pequeño y sutil beso sobre los labios, Quatre
sonríe al recibir los labios de su novio sobre los suyos
Trowa. Yo sí quiero un café
¿vienes o esperas?
Quatre. Aquí te espero, no
me quiero separar de él
Trowa. Está bien, ahora
vuelvo
Quatre. Sí
Trowa se pone de pie y se
aleja de Quatre a paso lento, el rubio lo mira marcharse y sonríe, el ojiverde
era la persona más importante en su vida, antes solo tenía a su madre pero las
circunstancias se la había arrebatado, ahora solo tenía a Trowa, por él era capaz
de respirar, realmente lo amaba profundamente... Trowa da vuelta al cambiar de
pasillo sintiendo repentinamente un ligero mareo y entrecerrando los ojos
coloca su mano derecha sobre la pared y se apoya completamente de espalda sobre
ésta, sus ojos verdes se cierran y apretándolos con fuerza intenta desaparecer
ese mareo pero siente un fuerte dolor en la cabeza, una enfermera lo ve de
lejos y se acerca apresurada a él para auxiliarlo pero cuando llega a él Trowa
cae al suelo sentado y recargándose en la pared sujetándose con fuerza la
frente con su mano derecha
Enfermera. ¿Está bien? ¿qué
le pasa?
Trowa. Estoy bien... no es
nada
Enfermera. Se ha puesto
usted pálido ¿cómo va a estar bien?
Trowa. Estoy bien
Con ayuda de la enfermera
Trowa se pone de pie y abre por completo sus ojos, el mareo y el repentino
dolor de cabeza desaparecen y él tratando de sonar convincente se pone derecho
y sereno, la enfermera no le cree el cuento puesto que se veía bastante pálido
Enfermera. Le haremos unos
análisis ¿le parece?
Trowa. No, estoy ocupado,
el amigo de mi novio está aquí
Enfermera. Entonces
siéntese y descanse un poco, tal vez no ha dormido o comido bien
Trowa. Sí, eso debe ser
Nuevamente Trowa trata de
disimular su malestar y sonríe ligeramente a la mujer, la enfermera lo ve una
última vez para después darse media vuelta y regresar a su lugar de trabajo, el
ojiverde cierra unos instantes sus ojos y suspira para después regresar a donde
está Quatre, el rubio lo ve llegar al pasillo y se extraña de no verlo con café
en mano, Trowa se sienta a un lado del chico, estaba bastante serio, más de lo
normal
Quatre. ¿Y tú café?
Trowa. Se me quitaron las
ganas
Quatre. ¿Estás bien?
Trowa. ¡Ya te dije que sí!
Quatre se sorprende por el
tono de su novio y Trowa también se sorprende, nunca antes le había hablado de
ese modo, Quatre baja su mirada un poco triste
Quatre. Lo siento, no
quise...
Sin terminar de disculparse
Quatre siente como unos fuertes brazos le rodean su cuerpo y abre sus ojos
sorprendido sintiendo como Trowa esconde la cabeza en su cuello, el rubio
sonríe feliz, sentía que Trowa estaba arrepentido de haberle gritado y no
necesitando de palabras también abraza al ojiverde permaneciendo ambos así en
silencio por varios minutos...
Ya era de noche y Trowa
había salido del Hospital para ir a su casa y al departamento de Quatre por
ropa ya que ambos iban a pasar la noche en el Hospital, de camino al Sanatorio
Trowa decide hacer escala y va al departamento de Heero, el ojiazul le abre y
sin mucho afán lo deja pasar, no tenía deseos de conversar con nadie, ni
siquiera con su mejor amigo, el ojiverde no toma asiento, solo se queda de pie
junto a la puerta rechazando el vaso de agua que Heero le ofrece
Heero. Me imagino a que
vienes
Trowa. No lo apoyo
Heero. ¿A quién?
Trowa. A Duo... no apoyo lo
que hizo pero también fue víctima ¿no crees?
Heero. No, él sabía a qué
le tiraba
Trowa. ¿De verdad lo
crees?... un simple pueblerino que llega a una podrida ciudad sin estar
familiarizado con la porquería de ese tipo de negocios ¿realmente lo crees?
Heero se queda callado ante
la pregunta y sin voltear a ver a Trowa tan solo hace un sonido indicándole a
su amigo que estaba en desacuerdo con su opinión, el ojiverde mira
detenidamente a Heero y moviendo la cabeza a los lados se dirige a la puerta y
la abre deteniéndose ahí sin mirar a su amigo
Trowa. Piénsalo
Trowa cierra la puerta y se
va de ahí, Heero se queda pensativo cerca de la puerta y cierra sus ojos, tal
vez Trowa podía tener razón y Duo era completamente inocente, pero no podía
dejar de sentir coraje por la situación, no era la primera vez que sentía asco
de ese tipo, hace un par de años había sentido lo mismo cuando se había
enterado de aquello que le afligía desde hacía mucho tiempo y que no podía
olvidar, ahora la situación se repetía aunque de modo distinto pero bastante
parecido...
A la mañana siguiente en el
Hospital, Trowa y Quatre seguían ahí, el rubio había avisado al consultorio que
ese día no iba a ir a trabajar y quizás el resto de la semana tampoco lo haría,
quería dedicar su tiempo a cuidar de su amigo y Trowa estaba dispuesto a
apoyarlo así que tampoco iba a ir a trabajar mientras que Heero si lo estaba
haciendo, él no quería saber nada de Duo, lo sentía por Quatre porque lo
estimaba por ser el novio de su mejor amigo, pero aunque el trenzado fuera
amigo del rubio él no pensaba serlo
Quatre. Quiero verlo
Trowa. Pero ya oíste, él no
quiere ver a nadie
Quatre. Debo intentarlo ¿no
crees?
Sonriendo el rubio se
acerca a Trowa y le da un beso en la mejilla alejándose después en dirección a
la habitación de su amigo, en el camino se encuentra con la enfermera que
anteriormente le había dado noticias de Duo y le pregunta por su estado, la
enfermera le contesta que está bien aunque se había negado a desayunar, eso
preocupa a Quatre y decide darse prisa pero la mujer lo detiene recordándole lo
que anteriormente había dicho el doctor con respecto a la decisión de Duo por
no ver a nadie
Quatre. Yo no soy nadie
Sonriendo y sin estar
dispuesto a darse por vencido el rubio se dirige de nuevo a la habitación de
Duo y sin tocar abre la puerta, Duo que estaba volteando hacia la ventana se
gira lentamente hacia la puerta y al ver a Quatre se sonroja bastante y
nuevamente le da espalda girándose otra vez con cautela, le dolía todo su
cuerpo, el rubio baja un poco su mirada pero armándose de valor se acerca a la
cama hincándose a un lado de ella e intentando tocar a Duo pero él se mueve
apretando un poco la almohada
Duo. Vete de aquí
Quatre. Pero Duo, soy yo...
tu amigo
Duo. No quiero que me veas
¿qué no entiendes?
Quatre. Pero...
Duo. Vete Quatre, no
pierdas tu tiempo viendo a un desperdicio como yo
Quatre. No digas eso, yo...
Duo. ¡Vete de aquí... no te
quiero ver... no quiero que me veas... vete!
Quatre aprieta con fuerza
sus labios y cierra sus ojos unos instantes, escuchando a su amigo sollozar el
rubio abre sus ojos y levantándose se sienta en la cama junto a su amigo,
nuevamente estira su mano hacia el chico y la apoya en el brazo derecho de Duo,
el trenzado siente un escalofrío al sentir el tacto de la piel de Quatre y
comienza a llorar
Duo. No quería... no quería
seguir viviendo, me quería morir en ese mismo instante
Quatre. No Duo, no digas
eso
Duo. Si lo digo y lo
seguiré diciendo, ya no valgo nada, me quiero morir
Quatre. ¡Basta!
Quatre también rompe en
llanto y se acuesta ligeramente sobre Duo cerrando sus ojos y apoyando su
cuerpo sobre el cuerpo del chico, Duo aprieta sus ojos al mismo tiempo que
aprieta con más fuerza la almohada con su mano derecha
Duo. Quería ayudarte...
quería pagarte todo lo que hacías por mí
Quatre. ¡Tonto!
Molesto y un poco triste
Quatre se levanta del cuerpo de Duo y se pone de pie dirigiéndose a prisa del
otro lado de la cama para evitar que Duo se girara y se lastimara, el trenzado
abre sus ojos y ve a Quatre a los ojos, esos ojos hermosos que ahora estaban
cubiertos de lágrimas
Quatre. ¡Si ibas a pasar
por esto no quería ni un solo centavo!
El rubio se deja caer de
rodillas al suelo y se agarra con fuerza de las sábanas de la cama de su amigo,
Duo lo observa detenidamente y levanta su mano colocándola sobre la cabeza de
Quatre acariciando un poco sus cabellos, Quatre levanta la mirada y ambos se
miran a los ojos fijamente
Duo. Perdóname... te
decepcioné
Quatre. No me importa lo
que piensen Heero y Trowa, yo a ti te amo y confío en que no tuviste la culpa
Duo. También te amo mucho
Quatre
Ambos chicos se sonríen un
poco y levantándose del suelo Quatre se acerca a Duo depositando sobre su
mejilla un suave y tierno beso, después se toman de las manos y se abrazan
cariñosamente, ambos aún lloraban, de niños eran como un par de hermanitos y a
pesar de que habían pasado los años sin verse aún se seguían queriendo como
tal, Quatre se separa de Duo y le aparta un par de cabellos que caían sobre su
frente
Quatre. Mañana saldrás de
aquí
Duo. Me duele todo
Quatre. Me imagino
Duo. No me puedo siquiera
sentar
Soltando nuevamente el
llanto Duo se agarra con fuerza de la camisa de Quatre y cierra sus ojos
emitiendo quejidos de dolor y pena, el rubio lo abraza con fuerza y también
cierra sus ojos comenzando a llorar, ya no había palabras que pudieran salir de
sus bocas, en esos momentos contar con el apoyo de su mejor amigo era lo mejor
que le había pasado y en esos momentos solo necesitaba de ese abrazo tierno por
parte del rubio...
La nota de ese día en los
periódicos era muy comentada entre las personas: "Agarran a peligrosa
banda de pornografía ayer por la tarde" se desconocía aún el paradero de
muchos que laboraban en dicha empresa y también se desconocía el paradero del
dueño de susodicha organización que se dedicaba en su mayoría a secuestrar
desde niños hasta adultos para obligarlos a aparecer en videos de contenido
sexual, muchos de los partícipes en dichos videos aparecían ahí por voluntad
propia y a ellos eran a quienes les seguían la pista, por los demás se sabía
que eran llevados con engaños por lo que no importaba, ellos no irían a la
cárcel
Alan. Sin duda debemos huir
Ed. No, no dejaré a mi
hermana
Alan. Nos la llevaremos
pero no podemos seguir aquí Ed, nos meterán a la cárcel
Ed. Mnh...
Ambos chicos se encontraban
en una cafetería donde minutos atrás en los noticieros repetían la noticia del
día anterior sobre la banda que traficaba ilegalmente con pornografía, ambos
estaba de incógnito, usaban lentes oscuros y gorras, sabían que la ley estaba
tras ellos y que en cualquier momento les agarraría pero Alan no estaba
dispuesto a que eso pasara, Ed no podía estar en la cárcel, eso jamás lo iba a
soportar
Alan. Preparemos todo,
mañana mismo nos vamos
Ed. ¿Y mi hermana?
Alan. Tengo un amigo en San
Diego, él nos dará refugio, lo conozco, pediremos el traslado de Sonya en el
Hospital
Ed. Alan, eres muy bueno
conmigo
Alan. Es porque te amo
El rubio estira sus manos
sobre la mesa e intenta tomar las manos de Ed pero él las retira bajándolas
hasta apoyarlas sobre sus piernas desviando también su mirada, Alan comprende y
entristeciéndose baja también la mirada mientras un silencio bastante incómodo
los llena
Ed. Yo...
Alan. No digas nada...
entiendo
El rubio saca su cartera de
la bolsa del pantalón y saca dinero para pagar la cuenta poniéndose enseguida
de pie, Ed lo mira de reojo y también se pone de pie caminando atrás de él
observando fijamente su nuca y bajando eventualmente la cabeza mientras miles
de pensamientos le invadían la mente, ese enfrente suyo era un chico al que
quería mucho, es más, lo amaba profundamente pero jamás se había imaginado que
él también lo amara, aunque siempre era atento con él y velaba por su
seguridad, por eso jamás había pensado siquiera en tener una relación formal
con él y el haber escuchado esa confesión de sus labios lo tenía confundido,
habían tenido sexo demasiadas veces, tanto que se conocían el cuerpo
completamente, tanto que sabían exactamente donde lo sentía mejor el otro,
tanto que entre ellos ya no había ninguna clase de secretos, podían tener los
ojos cerrados y aun así saber dónde estaba cada lunar, se conocían
completamente pero aun así resultaba penoso saber que podían tener sexo entre
ellos, sexo real desde el fondo de su alma; verdaderamente Ed estaba muy
confundido
Ed. Alan...
Alan. ¿Qué quieres?
Ed. Deja de caminar y
voltea por favor
Alan se detiene en plena
calle y voltea hacia Ed como él lo había pedido mirándolo a los ojos, el moreno
se pone un poco nervioso pero Alan se acerca a él y le agarra la mano
Alan. Te escucho
Ed. Quiero ver a Duo
Alan. ¿Qué? ¿estás loco?
Nos denunciará, él no está dentro del grupo que busca la policía
Ed. ¡No es verdad! Duo es
una excelente persona, no hará eso
Alan. ¿Eres estúpido? Si no
le hubieran hecho algo tan horrible como lo que le estaban haciendo seguro que sí
se calla, pero pasándole lo que le hizo Robert no estoy tan seguro
Ed. ¡No es cierto! Somos
amigos, no me haría eso
Alan mira con rudeza a su
amigo quien estaba fielmente convencido de que Duo no los iba a denunciar pero
el rubio estaba dominado por los celos, Ed parecía querer mucho al trenzado y
eso él no podía soportarlo
Alan. No iremos y punto ¡se
acabó!
Ed. Si no me apoyas iré
solo
Bastante decidido y algo
molesto el moreno se da media vuelta y comienza a alejarse del rubio pero antes
de poder acelerar el paso siente un fuerte jalón en el brazo, el cuerpo de Ed
cae sobre Alan quien lo sujeta fuertemente con sus brazos, ambos se miran a los
ojos y Ed se pone bastante colorado
Alan. No irás, no
soportaría perderte
Ed. Pero...
Alan. Olvídate de ese tal
Duo, tú me perteneces
Sujetándolo con fuerza
ahora de la cintura Alan se acerca al rostro de Ed y coloca sus labios sobre
los de Ed decidido a darle un beso pero al colocar sus labios unos cuantos
segundos sobre los del moreno, Ed le propina una fuerte bofetada haciendo que
el rubio lo suelte, Ed se va corriendo mientras que Alan solo se queda ahí
sujetándose la mejilla mientras las personas en la calle que habían visto la
escena lo miraban y murmuraban
Por la tarde y a petición
de Trowa el chico ojos aguamarina se va a su departamento a dormir un poco, el
ojiverde iba a quedarse cuidando de Duo...
Trowa estaba bastante
pensativo, de pronto su celular suena y contesta enseguida, se trataba de su
hermana Catherine que estaba bastante preocupada por él porque no había ido a
dormir pero Trowa se encarga de calmarla, la chica se convence y despidiéndose
de su hermano cuelga el teléfono, el ojiverde sonríe tras colgar el teléfono y
al guardar su celular saca de la bolsa trasera de su pantalón un papel doblado
en cuatro partes, lo desdobla y mira fijamente por algunos segundos y después
vuelve a leer el contenido de ese papel apretando ligeramente esa hoja pero
decidido a no atormentarse más decide volver a doblarlo y guardarlo en su
pantalón
De pronto escucha la voz de un chico que proviene desde otro pasillo, dicha voz le había llamado la atención porque esa persona estaba preguntando por Duo Maxwell lo cual le parece muy extraño ya que supuestamente Duo no tenía ningún conocido en la ciudad salvo Quatre y quienes le rodeaban, ¿entonces quién podría ser ese muchacho? ¿y si era su esposo? Aunque según sabía por Quatre, el tal Treize era cinco años mayor que Duo y esa voz parecía la de un chico, no la de un señor... Trowa se pone de pie y camina hacia el otro pasillo pero apenas da un par de pasos Ed cambia a ese pasillo, el ojiverde lo mira durante varios segundos haciendo que el chico se detenga
De pronto escucha la voz de un chico que proviene desde otro pasillo, dicha voz le había llamado la atención porque esa persona estaba preguntando por Duo Maxwell lo cual le parece muy extraño ya que supuestamente Duo no tenía ningún conocido en la ciudad salvo Quatre y quienes le rodeaban, ¿entonces quién podría ser ese muchacho? ¿y si era su esposo? Aunque según sabía por Quatre, el tal Treize era cinco años mayor que Duo y esa voz parecía la de un chico, no la de un señor... Trowa se pone de pie y camina hacia el otro pasillo pero apenas da un par de pasos Ed cambia a ese pasillo, el ojiverde lo mira durante varios segundos haciendo que el chico se detenga
Trowa. ¿Tú preguntabas por
Duo?
Ed. ¿Dónde está?
Trowa. Dime quién eres
Ed. Un amigo
Trowa. Duo no es de por
aquí ¿de dónde lo conoces?
Ed se pone un poco nervioso
tras la pregunta y se queda callado por mucho tiempo lo cual causa la
desconfianza de Trowa quien se acerca a él y un poco molesto lo sujeta de la
camisa con fuerza
Trowa. ¿Amigo... de
trabajo?... ¡contesta!
Ed. Yo...
Trowa. ¿Eres de los que
busca la policía?
Ed. Espera yo...
Trowa. ¿¡Tuviste algo que
ver con lo que le hicieron?!
Ed. Calma, yo...
Trowa. ¿Violaste a Duo?
Ed. ¡No... no! deja de
hacer tantas preguntas ¡déjame hablar!
Sin mucho convencimiento de
dejarlo en paz y soltarlo el ojiverde accede y lentamente le suelta la camisa,
Ed suspira y camina hacia donde están las sillas, Trowa lo sigue y se sienta a
un lado del chico
Ed. Yo realmente aprecio a
Duo, por eso estoy aquí
Trowa. Mhn ¿quién lo violó?
Ed. ¿Quién? Ojalá hubiera
sido solo uno
Trowa cierra los ojos unos
instantes y cuando los abre mira fijamente al chico, Ed se veía bastante triste
y eso hace que Trowa confíe un poco en él, el chico parecía sincero
Ed. Bueno... yo quise
decirle a Duo en qué estaba realmente metido pero cuando intenté hacerlo mi
jefe, Robert, al que detuvieron, llegó y nos interrumpió, cuando Duo se fue me
golpeó y me amenazó para que no le dijera a Duo nada, después para castigarme
me mando a la sala de videos sadomasoquistas...
Trowa desvía su mirada
cuando Ed menciona lo de la sala para videos sadomasoquistas y Ed se apena
sonrojándose completamente y haciendo una pequeña pausa a su explicación
Ed. Días después me enteré
de lo que le hacían a Duo por un video que Robert me mostró... ¡te juro que
quise salvarlo! Hasta me ofrecí para que hiciera lo que quisiera conmigo,
después de todo de eso he vivido desde los 13 años, pero él no quiso, me dijo
que Duo vendía más que ninguno y que yo de todos modos iba a servirle siempre
Trowa. Ya veo
Ahora si Trowa confiaba en
el chico, no cualquiera ofrecía su cuerpo para ser mancillado de la peor forma
y ese chico lo había hecho por Duo, debería de quererlo mucho para hacer algo
así, los ojos de Ed se humedecen un poco y Trowa lo mira fijamente colocándole
una mano sobre su hombro izquierdo, el chico voltea y le sonríe al ojiverde,
Trowa baja su mano y se pone de pie para decirle a Ed donde estaba la
habitación de Duo pero en cuanto se pone de pie ve como Heero va llegando al
pasillo y se sorprende, conocía el carácter obstinado de su amigo y estaba
seguro de que nunca iba a ir a ese Hospital para ver a Duo pero no, ahí estaba
el ojiazul, Heero al llegar al pasillo le parece extraño que haya otra persona
que no sea ni Trowa ni Quatre pero casi al instante identifica a ese chico como
aquel que vio en un video sadomasoquista que su compañero de clase Terry le había
mostrado, sin pensarlo y lleno de rabia Heero se acerca a Ed y sin aviso le
propina un fuerte golpe en la cara que lo tira al suelo, confundido el chico
mira fijamente a Heero mientras se limpia la sangre que le sale del labio
inferior mientras que Trowa también confundido se acerca al ojiazul para tratar
de calmarlo
Heero. Es uno de ellos
Trowa
Trowa. Lo sé
Heero. ¿Cómo?
Con toda calma Trowa le da
una explicación corta y bastante global a Heero de lo que Ed le había contado
acerca de Duo y el negocio y Heero se tranquiliza un poco, Trowa se aleja de su
amigo y se acerca a Ed para ayudar a levantarlo, el moreno acepta la ayuda de
Trowa pero mira duramente a Heero quien solo desvía su mirada a otro lado, no
quería ver a ese chico a la cara, él también era uno de esos asquerosos...
Trowa intenta limar asperezas y pide a Ed que se siente y a Heero también pero
su amigo no quiere, el ojiverde se sienta a un lado de Ed y le pide al chico
que expliqué a Heero que Duo no había tenido la culpa
Ed. No quiero
Trowa. Por favor Ed, para
Duo es importante lo que Heero piense de él
A Trowa le parece bastante
normal el comentario que acababa de hacer pero a Heero le sorprende y casi
imperceptiblemente se sonroja, Ed mira al ojiazul y no muy convencido comienza
a hablar
Ed. Robert le dijo a Duo
que él solo tenía que modelar con poca ropa, Duo creyó que era normal, como
esos comerciales de ropa interior o qué sé yo pero la verdad es que esa es la
estrategia que usaba Robert para iniciar a los que se ven más ingenuos, después
comenzó a pedirle menos ropa hasta que le pidió hacer desnudos, Duo se negó
bastante pero Robert lograba convencerlo con tonterías... una vez Duo vio una
filmación con contenido sexual y se asustó pero Robert lo convenció de que él
no iba a aparecer en ningún video de sexo, Duo obviamente le creyó y Robert
dejó pasar algunos días para que Duo siguiera teniendo confianza hasta que
decidió que ya no iba a ser así y decidió llevarlo al siguiente nivel,
entonces...
Heero. Lo drogó y violó...
La explicación de Ed es
terminada por Heero y los tres se quedan callados por largo tiempo
Ed. Sí... Robert y no sé
cuantos más
Nuevamente los tres se
quedan en silencio por mucho tiempo, Heero voltea hacia Ed y le reclama no
haberle advertido a Duo pero Ed le explica de forma breve al ojiazul lo mismo
que le había dicho a Trowa anteriormente, Heero se siente culpable por haber
creído que Duo había estado de acuerdo desde un principio a hacer ese tipo de
videos y recuerda todo lo que le había dicho días antes en el Hospital, cosa
que lo hace sentirse más culpable aún, Trowa se da cuenta de eso por la
expresión de su amigo y sonríe casi imperceptiblemente, Ed recuerda que ha ido
a despedirse de Duo y se levanta apurado de su silla
Ed. Quiero ver a Duo
Trowa. Es en aquella
habitación
Trowa señala la habitación
donde está Duo y Ed sonriendo intenta acercarse pero Heero se interpone
colocándose frente al chico, Ed lo mira fríamente y enojado
Ed. ¿Qué te pasa?
Heero. No quiero que lo
veas
Ed. ¿Quién te crees que eres?
Heero. Soy su amigo
Trowa se sorprende de las
palabras de Heero ya que salvo él, Heero no tenía ningún otro amigo, ni
siquiera a Quatre se dirigía como a un amigo, al rubio lo denominaba
simplemente como "el novio de mi amigo", pero ahora decía que Duo era
su amigo... Ed en cambio se enoja y empuja a Heero, el ojiazul intenta
defenderse pero el ojiverde se interpone y los separa
Trowa. Éste es un Hospital
¿se les olvida?
Heero. Dile que se largue
Trowa. No Heero, él entrará
a ver a Duo
Heero. Pero...
Trowa. Hazme caso
Heero. mnh
Sin estar convencido Heero
gruñe y se da media vuelta cruzándose de brazos, Ed sonríe y agradece a Trowa
dirigiéndose enseguida a la habitación del trenzado, Heero voltea a ver a Trowa
con mirada fría mientras que el ojiverde sonríe un poco, nunca había visto a su
amigo ponerse así, hasta parecían celos...
Ed entra a la habitación de
Duo pero el trenzado estaba dormido, el moreno arrima una silla a la cama de
Duo y se sienta frente al chico a quien mira dormir plácidamente y sonríe, el
trenzado le había caído muy bien, no podía decir que desde el principio pues
antes lo veía como a un rival pero conforme lo había estado conociendo le iba
cayendo bien hasta el punto de considerarlo ya un amigo, Duo poco a poco abre
sus ojos y ve la figura borrosa de Ed, el trenzado se sobresalta y se talla los
ojos con afán para ver mejor y efectivamente ahí frente a él estaba Ed, el
moreno le sonríe a Duo pero él sonrojándose baja la mirada
Ed. Duo...
Duo. ¿Qué haces aquí?
Ed. Vine a verte, yo...
Duo. Por favor vete
Ed. ¿Pero por qué?
Duo. No quiero saber nada
que tenga que ver con el negocio
Ed. Pero Duo...
Duo. Por favor Ed, si me
estimas aunque sea un poco, hazlo
Ed. No Duo, no me iré así
como así porque he venido a despedirme
Duo se sorprende por la
aseveración y eleva su mirada nuevamente, Ed lo mira a los ojos y sonriendo
estira su mano acariciándole una mejilla, Duo cierra sus ojos por unos breves
instantes y después lo mira fijamente a los ojos
Duo. No entiendo
Ed. Nos busca la policía
Duo, por eso Alan y yo nos vamos a San Diego, junto con mi hermana Sonya
¿recuerdas que te hable de ella?
Duo. ¿La policía?...
entonces...
Ed. No te preocupes, solo
busca a quienes estábamos sin ser obligados, no sé como pero consiguieron una
lista
Duo. Ed, ten mucho cuidado
El moreno sonríe
ampliamente al ver que Duo se preocupa por él y baja su mano de la mejilla del
chico, el trenzado también le sonríe un poco
Ed. Solo quería saber cómo
estabas y verte por última vez
Duo. Ed...
Ed. Duo ¿te puedo dar un
abrazo?
El trenzado afirma moviendo
la cabeza y Ed se acerca a él y lentamente lo rodea con sus brazos dándole un
cálido abrazo, Duo cierra un poco sus ojos y contesta al abrazo, pasados un par
de segundos se separan y se miran fijamente a los ojos, Ed se pone de pie por
completo y acomoda la silla
Ed. Bien Duo, era todo
Duo. Cuídate mucho, y cuida
de Alan
Ed. Lo haré,
gracias...adiós
Duo. Adiós Ed...
Ed camina hacia la puerta
pero antes de abrirla se queda pensando unos segundos, Duo que se había girado
hacia el otro lado lo mira detenidamente y confundido
Ed. Por cierto, ese amigo
tuyo es un violento
Duo. ¿Cuál amigo?
Ed. No recuerdo el
nombre... pero tiene mirada asesina
Duo se sorprende cuando
escucha lo de la mirada, no podía estar hablando de Quatre porque el rubio
tenía una mirada bastante dulce y no podía ser Trowa porque el ojiverde no
tenía una mirada asesina, más bien tenía una mirada fija, vacía y sin
expresión, entonces seguramente se trataba de Heero, eso lo hace sonrojarse e
inquietarse un poco ¿acaso eso quería decir que ya no sentía asco de él? Sin
duda la opinión del ojiazul era muy importante para él... por fin Ed se va no
solo de la habitación, sino del Hospital, estaba decidido a irse con Alan a San
Diego junto con su hermana para comenzar una nueva vida aunque aún no sabía si
podía comenzar una relación sentimental con el rubio o no
Duo se queda muy pensativo
por mucho tiempo y esperaba que Ed y Alan tuvieran mucho cuidado, conocía la
situación de ambos y deseaba que pudieran por fin enmendar sus errores y vivir
una nueva vida lejos del pasado, realmente les deseaba lo mejor, mientras que
aún en el pasillo se encontraban Trowa y Heero, el ojiazul estaba muy indeciso,
no sabía si entrar a ver a Duo o no, el ojiverde lo miraba por instantes y
sabiendo que su amigo estaba confundido decide ayudarlo un poco
Trowa. Le has tomado cariño
¿verdad?
Heero. ¿De qué hablas?
Trowa. ¿De qué? mejor
pregunta ¿de quién? Aunque de antemano tú y yo sabemos la respuesta
Heero. Déjame en paz
Ligeramente sonrojado Heero
desvía su mirada y se cruza de brazos, Trowa ríe un poco y el ojiazul
sorprendido voltea a verle, era raro escucharlo reírse
Heero. ¿Qué te pasa?
Trowa. Te gusta ¿verdad?
Heero. ¿Duo?
Trowa. Sí ¿quién más?
Heero. ¿Estás loco? Claro
que no me gusta
El sonrojo de su rostro se
intensifica un poco y poniéndose de pie Heero se aleja de ahí, no quería ser
sermoneado por Trowa y aún no estaba preparado para entrar y hablar con Duo así
que mejor era apartarse un poco y estar solo, en cambio Trowa sonríe y moviendo
la cabeza a los lados cruza los brazos, nunca había visto a su amigo ponerse
así ante afirmaciones de ese tipo...
Heero camina por los
jardines del Hospital mostrándose muy pensativo, era verdad lo que le decía
Trowa, realmente le gustaba mucho Duo, era un chico no solo guapo sino también
lindo, amable, alegre y un poco inocente, eso realmente le agradaba, nunca había
conocido a un chico así, pero en esos momentos estaba un poco dolido, había
visto a Duo siendo violado por tres sujetos desagradables, esa imagen de su
mente iba a atormentarle por mucho tiempo pero también entendía que en esos
momentos Duo necesitaba del apoyo de todos los que le rodeaban y eso lo incluía
a él quien ya le había tomado cariño al trenzado, tal cual lo había dicho
Trowa...
Quatre regresa al Hospital
mostrándose bastante despejado, le había hecho muy bien haberse ido un par de
horas, Trowa le cuenta todo lo sucedido al rubio y él se alegra de que Heero se
haya decidido a ir a verle, eso hablaba muy bien de él, sobre todo teniendo el
carácter que tenía, mientras siguen platicando Quatre nota que Trowa está un
poco pálido y se preocupa interrumpiendo la plática
Quatre. ¿Qué tienes mi
amor?
Trowa. ¿Por qué?
Quatre. Te veo pálido
Trowa. Tal vez porque no he
comido bien
Quatre. Mnh, no me convence
pero tal vez sea eso así que te me vas ahorita
Trowa. Pero...
Quatre. Ahora está aquí
Heero, no pongas pretextos, ve a casa y descansa un poco
Trowa. ¿Seguro?
Quatre. Si mi amor, vete,
mañana regresas
Trowa. ¿Mañana? Pero...
Quatre. Llegas antes de que
den de alta a Duo y ya
Trowa. Está bien
Trowa se agacha y besa los
labios del rubio siendo suavemente correspondido, ambos se sonríen y Trowa se
retira ya, Quatre lo ve marcharse y suspira preocupado, algo andaba mal en su
novio y él no se lo quería decir, seguro eran problemas familiares de los que
no quería hablar, él respetaba mucho su espacio personal y no iba a hostigarlo
más...
Heero llega pocos minutos
después cuando Quatre iba saliendo de la habitación de Duo, se había estado muy
poco tiempo con él porque su amigo quería estar solo un rato, ambos muchachos
se saludan y Heero se sienta en uno de los incómodos asientos del pasillo,
Quatre también se sienta tomando el asiento a un lado de Heero, el rubio
intentaba decirle algo al ojiazul pero no sabía cómo empezar, Heero se da
cuenta de ellos y decide ayudarlo
Heero. Sé de qué quieres
hablar
Quatre. ¿De verdad lo
sabes?
Heero. Quieres que entre a
verlo ¿verdad?
Quatre. Él nos necesita a
todos
Heero. Lo sé... lo que no
sé es como darle la cara
Quatre. ¿Darle la cara?
¿por qué? ¿qué pasó?
Heero. Aquel día en que lo
internaron, yo le dije que me daba asco
Quatre se sorprende por la
confesión de Heero y se queda callado por largo tiempo, no podía creer que
Heero hubiera sido capaz de decirle aquello a Duo, era bastante cruel e
injusto, con razón su amigo estaba muy deprimido, las palabras de Heero lo
habían derrumbado, por eso él mismo de despreciaba, si ya antes lo pensaba
después de las palabras de Heero ahora estaba convencido... el rubio reacciona
y se pone bastante furioso y no iba a estar dispuesto a quedarse callado así
que se pone de pie y se postra frente a Heero, el ojiazul eleva su rostro y lo
mira fijamente
Quatre. Eres un insensible
Heero, deberías disculparte con Duo
Heero. ¿Quién eres tú para
decírmelo?
Quatre. Alguien que quiere
muchísimo a Duo, ese soy
Ambos se miran fijo por
mucho tiempo y con las cejas fruncidas hasta que Heero gruñe y sin decir nada
solo se pone de pie e ignorando a Quatre se dirige a la habitación del
trenzado, Quatre sonríe y un poco calmado vuelve a sentarse mientras observa
como Heero entra dubitativo a la habitación, Duo se encontraba acostado dándole
la espalda a la puerta y mirando por la ventana, escucha que la puerta se abre
y pensando que es Quatre sonríe sin voltear atrás
Duo. Siempre preocupándote
por mí, gracias
Heero. Lo siento
Enseguida Duo se gira hacia
la puerta olvidándose por completo del dolor físico y mira sorprendido a Heero
quien mantenía la cabeza agachada, no se atrevía aún a verlo a los ojos, un
silencio incómodo los invade y sin decir nada Duo vuelve a acostarse dándole la
espalda a la puerta, el ojiazul levanta la cabeza y mira detenidamente a Duo
comenzando a acercarse hacia la cama, Duo escucha los pasos y cierra con fuerza
los ojos apretando las sábanas, Heero nota la reacción y nuevamente se siente
culpable por las palabras tan duras que le había dicho días atrás
Heero. Duo
Duo. Vete, no quiero seguir
dándote asco
Los ojos de Duo derraman un
par de lágrimas silenciosas y Heero siente un ligero dolor en el pecho al
escuchar las palabras de Duo, su voz sonaba dura y triste, sin duda lo había
lastimado y eso era algo que nunca se iba a perdonar... Heero llega por fin a
la cama y se dirige hacia la ventana por la que miraba Duo, el trenzado no
desvía su rostro, continúa viendo hacia la ventana la cual es cubierta pronto
por la figura de Heero quien miraba hacia afuera, Duo se pone un poco nervioso
pero no aparta su mirada, en cambio Heero se voltea quedando frente a frente
con Duo
Heero. Perdóname por lo que
dije
Duo. No, sé que piensas lo
peor de mí, Trowa y tú no me creen
Heero. Mentira, te creo
Duo. ¿Qué?
Nuevamente los dos se
quedan en silencio mirándose fijamente, Duo siente un pequeño ardor en sus
mejillas y desvía su mirada, Heero nota ese sonrojo y también desvía su mirada,
el ambiente estaba muy tenso y no se sentía nada bien, pero casi al mismo
tiempo los dos vuelven su mirada al frente topándose la una con la otra
Heero. Ese chico que vino
nos explicó
Duo. Ed...
Heero. Y yo me siento
apenado por lo que dije
Duo se queda sin habla tras
las palabras de Heero pero no puede evitar sonreír, le daba mucho gusto no
darle asco al ojiazul, el chico era una muy buena persona y había sufrido hace
poco una pena muy grande, debía entender su situación y su postura, merecía sin
duda una segunda oportunidad, Heero también se queda callado unos minutos,
voltea hacia la esquina de la habitación y ve una silla, va por ella y la
arrima a la cama de Duo sentándose después, el trenzado lo mira fijamente y
sonríe
Heero. Mi madre me abandonó
Duo. ¿Eh? Lo sé pero ¿por
qué lo comentas?
Heero duda unos segundos en
contestar la pregunta, hace momentos estaba dispuesto a contarle esa parte de
su vida a Duo pero después lo duda un poco, el único que lo sabía hasta entonces
era Trowa y para él no era fácil hablarlo con las personas pero necesitaba que
Duo lo supiera para que entendiera el porqué de su enojo, Duo lo mira atento
esperando una respuesta que tarda en llegar
Heero. Duo, mi madre me
abandonó para dedicarse a la pornografía
Duo se queda helado por la
confesión, por primera vez veía en Heero esa clase de expresión, se notaba en
su mirada que le dolía profundamente ese hecho
Duo. Lo... lo siento
Heero. Mi padre nunca quiso
hablarme de ella y yo me preguntaba porque se había ido, porque nos había
dejado y hace tres años me enteré de todo... esa mujer abandonó a su esposo y a
su hijo de 2 años para convertirse en estrella Porno
Duo. Heero, no tenía idea
Heero. ¿Sabes qué es lo
peor?
Duo. ¿Qué?
Heero. Que la vi antes de
saber que era mi madre
Duo. ¿Cómo?
Heero. Vi una de sus
películas, yo... me masturbaba con esa película, por eso yo... siempre sentí
mucho asco
La confesión de Heero era
bastante fuerte y Duo no podía creer que se la estuviera dando a él, los ojos
se Heero tenían un par de lágrimas que luchaban por salir y el trenzado siente
mucha tristeza y olvidándose del dolor por completo se estira hacia la silla y
abraza con fuerza a Heero, el ojiazul se sorprende al principio pero después
olvidándose de todo le corresponde el abrazo también con fuerza permaneciendo
así por mucho tiempo, en silencio, Duo ahora comprendía porque Heero había sido
tan duro con él...
Pasados los segundos en que sus cuerpos aún estaban juntos y ya que Heero se había calmado suelta a Duo poco a poco y él hace lo mismo, Duo estira su mano hacia el ojiazul y le acaricia la mejilla, como casi nunca Heero sonríe al sentir el tacto de la mano de Duo y cierra sus ojos, el trenzado lo mira detenidamente por varios segundos y un ligero sonrojo aparece en sus mejillas y por instinto quita rápidamente su mano del rostro de Heero, él abre sus ojos y se da cuenta de la situación tan incómoda sonrojándose levemente también
Pasados los segundos en que sus cuerpos aún estaban juntos y ya que Heero se había calmado suelta a Duo poco a poco y él hace lo mismo, Duo estira su mano hacia el ojiazul y le acaricia la mejilla, como casi nunca Heero sonríe al sentir el tacto de la mano de Duo y cierra sus ojos, el trenzado lo mira detenidamente por varios segundos y un ligero sonrojo aparece en sus mejillas y por instinto quita rápidamente su mano del rostro de Heero, él abre sus ojos y se da cuenta de la situación tan incómoda sonrojándose levemente también
Heero. Creo que... debo
irme
Duo. ¡No!
Heero. ¿Eh?
Duo. Es que... no quiero
estar solo... te... te necesito
Heero abre sus ojos
grandemente y su sonrojo se intensifica, Duo tenía la cabeza agachada y miraba
hacia la cama, ni siquiera había pensado antes de decir eso, pero la realidad
es que en esos momentos realmente necesitaba de Heero, el ojiazul sin decir
nada más permanece en su asiento, por su parte Duo se acuesta nuevamente y
sujetando la almohada con su mano derecha cierra sus ojos, se sentía muy
cansado y tenía sueño, poco a poco se queda completamente dormido y Heero le
observa fijamente por mucho tiempo
Heero. También te
necesito...
Con su serenidad de siempre
Heero extiende su mano hacia Duo y apartando un par de cabellos sobre su rostro
le acaricia la frente con el lomo de su dedo índice derecho
Heero. ¿Qué me pasa
contigo?
Repentinamente el ojiazul
quita su dedo índice de la frente de Duo y se recarga en la espalda de la silla
cruzando los brazos sobre su pecho mientras le mira detenidamente dispuesto a
verle dormir hasta que lo sacaran de la habitación...
Eran ya las siete de la
tarde y Trowa estaba descansando en su casa, sentía mucho cansancio, como si
hubiera estado corriendo todo el día, se sentía sin fuerzas, bien sabía lo que
le pasaba y aunque era algo que guardaba celosamente solo para él no estaba dispuesto
a dañar a nadie, por eso aquello era algo que solo él sabía, la angustia era
mucha pero podía soportarla solo, debía hacerlo, por él y por todos los que le
rodeaban y querían... alguien toca con fuerza la puerta y exaltándose un poco
se levanta de la cama, estaba a punto de conciliar el sueño pero alguien le
llamaba
Trowa. ¿Quién es?
Catherine. hermano ¿estás
bien?
Trowa. Sí ¿qué quieres?
Catherine. Dice tía Leia
que vengas a cenar
Trowa. No tengo hambre,
vete por favor
Catherine. Trowa... ¿seguro
estas bien?
Trowa deja pasar unos
segundos antes de contestar afirmativamente y Catherine no tiene más remedio
que hacer caso a su hermano, si él decía que estaba bien entonces estaba bien,
conocía bien a Trowa y sabía perfectamente que no sabía mentir, Trowa en cambio
estaba un poco asqueado, solo pensar en comida le daban nauseas, ese era un
síntoma nuevo, hasta el momento solo tenía dolores de cabeza y mareos pero
ahora las náuseas le hacían sentirse muy mal, seguro aquella reacción era por
las medicinas tan fuertes que consumía, pero no había remedio, si quería vivir
un poco más debía tomarlas
Trowa. ¿Podré algún día
decírselos? Catherine... Heero... Quatre, ustedes son lo más importante de mi
vida... no quiero verles sufrir
Completamente angustiado
Trowa se deja caer sentado a la cama y se agarra el cabello con la mano derecha
sintiendo ganas de llorar pero debía contenerse, ya había llorado una vez por
esa situación y no pensaba volverlo a hacer, tampoco creía en los milagros y
sabía que soñar no servía de nada, por eso era mejor tratar de ver lo positivo
del asunto aunque realmente no hubiera nada positivo... aun intentando
contenerse Trowa permanecía sentado en la cama sujetándose el cabello,
realmente no tenía nada en mente, solo estaba como ido hasta que el sonido de
su celular lo hace salir del trance, el ojiverde se acerca a su chamarra que
estaba tirada en el suelo y saca el celular no sin antes ver que el número en
pantalla es el de Quatre
Trowa. Hola
Quatre. Hola mi amor ¿te
desperté?
Trowa. No, yo solo...
pensaba, pero estaba despierto
Quatre. ¿Sabes? llámame
loco pero sentí tu voz... como si me llamaras
Trowa sonríe ligeramente
por el comentario de su novio, Quatre era sumamente tierno
Trowa. No pensaría eso nunca
Quatre. Estas bien ¿verdad?
porque sentí grandes deseos por hablar contigo, como si me necesitaras ¿o acaso
me estoy volviendo loco?
Trowa vuelve a sonreír y se
acerca a su cama acostándose después, Quatre espera paciente su respuesta,
Trowa sabía que era cierto, que él llamaba desesperadamente al rubio porque en
esos momentos le necesitaba más que nunca pero no podía ser cruel y abrumarlo,
bastante tenía con lo de Duo como para atormentarlo con algo así
Trowa. Ya te dije que no estás
loco... tal vez sentiste eso porque tengo muchas ganas de abrazarte y besarte
Quatre. Yo también, te
extraño
Trowa. ¿Sabes? quisiera
hacerte el amor
Las mejillas de Quatre se
tiñen por completo de rojo y sonríe tímidamente, y es que el solo hecho de recordar
como Trowa solía siempre hacerle el amor de forma tierna y delicada le hacía
hervir la sangre, los dos se quedan en silencio por varios segundos
Trowa. Perdón, estoy
escuchándome como un pervertido
Quatre. No, a mí... me
encanta cuando me haces el amor, jamás pienses que creo que eres un
pervertido...
Trowa. ... Mañana te veo
¿vale?
Quatre. Sí
Trowa. ... y te haré el
amor
Quatre. ¡Trowa! Ahora sí
suenas como un pervertido
Trowa. Lo siento
Quatre. Te amo mi amor,
cuídate mucho
Trowa. También te amo,
adiós
Quatre. Adiós
Antes de colgar Quatre
manda un beso por la bocina y suspirando se lleva el celular al pecho, no podía
imaginar su vida sin Trowa, su novio había llegado a su vida en el momento en
que más necesitaba de alguien, en uno de los momentos más dolorosos de su vida,
Trowa para él era como esa luz al final de un oscuro camino, además era
demasiado lindo con él, jamás alguien lo había tratado con tanto amor después
de su mamá, por eso lo amaba con profundidad... Trowa cuelga el teléfono al
recibir el beso de Quatre y dejando el celular sobre la cama se acuesta
completamente y mira hacia el techo pasándose los brazos atrás de la cabeza y
cierra sus ojos quedándose dormido casi al instante, inexplicablemente sentía
mucho sueño...
Eran las nueve de la noche
y le esperaba impaciente en la habitación de hotel que hace días habían rentado
temporalmente en lo que abandonaban el Estado, le parecía muy extraño que aún
no hubiera llegado porque lo había dejado solo desde muy temprano cuando le abandonó
en la calle, sabía que le había tomado mucho cariño a ese chico de ojos
violetas y aquella idea no podía soportarla, Ed debía ser solo suyo, de nadie
más... le esperaba sentado en una de las camas de la pequeña habitación y
cuando más deseos tenía de ponerse de pie y salir a buscarlo el propio Ed llega
tranquilamente, más bien nerviosamente pero se le veía tan normal como siempre,
Alan lo mira detenidamente y Ed se negaba a verlo a los ojos, el moreno cierra
la puerta y sin decir nada se va directo a su cama acostándose y dándole la
espalda a su amigo, el rubio se enoja bastante y se acerca a la cama de Ed
Alan. ¡¿No dices nada?!
¿dónde demonios estuviste toda la tarde? ¿por qué llegas tan noche? ¡contesta!
Ed. Por favor, ahora no...
no quiero discutir
La voz de Ed sonaba muy
triste y Alan entiende que su amigo estaba triste porque ya no iba a volver a
ver a Duo, sabía muy bien que el moreno había ido al Hospital a ver al trenzado
y de paso para despedirse de él, he ahí el motivo de su tristeza y en parte lo
era, Ed estaba triste por eso pero más que triste se sentía angustiado por no
saber qué hacer con sus sentimientos hacia su mejor amigo, y eso es lo que Alan
ignoraba
Alan. Está bien, no
discutiremos... pero realmente estaba preocupado por ti
Ed. Gracias, de verdad
Alan. ¿Por qué no volteas a
verme?
Ed. No por favor... no me
pidas eso
Ed se negaba a ver a Alan a
la cara, tenía el rostro bastante sonrojado y se sentía muy nervioso, Alan le
había declarado abiertamente su amor y aunque él también lo amaba era incapaz
de darle alguna respuesta, Alan baja su mirada y se aparta de la cama
dirigiéndose a la luz y dejando la habitación oscura, debían madrugar al día
siguiente y era hora de dormir, el rubio se acuesta en la cama y mirando al
techo permanece pensativo, Ed seguí dándole la espalda y aún estaba despierto
Alan. ¿Sabes?... si tú
quieres puedo seguir haciéndome cargo de tu hermana y... tú puedes quedarte con
Duo, entiendo que él ha ocupado tú corazón y respetaré tus sentimientos
Ed no puede creer lo que
Alan le dice y muy sorprendido por fin se gira hacia la otra cama observando
fijamente al rubio a pesar de la oscuridad de la habitación, pero gracias a la
luz de la luna podían distinguirse ambas presencias
Ed. ¿Por qué me dices eso?
Alan. Me costó mucho
aceptarlo pero ya entendí que te has enamorado de él
Ed. ¡Eso no es verdad!
Alan. ¿Qué?
Ed. Es cierto, quiero a Duo
pero no lo amo yo... amo a otra persona
Los dos se quedan en
absoluto silencio, Alan estaba sorprendido por la respuesta de Ed, el moreno no
amaba a Duo, eso lo hacía sentir mejor pero entonces ¿quién era aquel a quien
su amigo amaba? Estaba más que dispuesto a averiguarlo así que se levanta de su
cama y para sorpresa de Ed se sienta en la suya mirándolo fijamente, Ed se pone
un poco nervioso pero también se sienta sobre la cama, ambos se miran con
fijeza
Alan. Dime su nombre, dime
el nombre de aquel a quien amas
Ed. No puedo...
Alan. ¿Por qué?
Ed. Porque le amo demasiado
y no lo quiero destruir
Alan. ¿De qué hablas?
Ed. Yo no soy bueno para
nadie, estoy sucio
Alan. ¡No digas chorradas!
¿tratas de decir que también yo lo estoy?
Ed. ¡Es que tú no
entiendes!
Nuevamente se quedan en
silencio por unos momentos y no sabiendo que más decir Ed baja la cabeza y
aprieta con fuerza las sábanas, Alan lo mira detenidamente y dirige su mano al
rostro de Ed levantándole la cabeza, ambos vuelven a mirarse a los ojos
Alan. Por favor dime qué es
eso que no entiendo
Ed. Desde los trece años he
dejado que mi cuerpo sea manchado de lujuria, tantos hombres han tomado mi
cuerpo que ya no sé siquiera cuantos han sido... llegó el grado de que ya ni
siquiera me daba asco, comencé después a disfrutarlo y ahora me es indiferente,
es como si estuviera muerto, no merezco a nadie... no valgo nada
Ed mueve bruscamente su
cabeza logrando que Alan quite la mano de su rostro y deja de mirarlo
nuevamente, el rubio se queda callado por mucho tiempo, no sabía que decir, él
tenía apenas dos años en el negocio de la Pornografía y la Prostitución y había
comenzado cuando Ed había entrado a trabajar con Robert, para él era como una
especie de pasatiempo, en cambio Ed lo había convertido en su estilo de vida
desde los trece años, eso debió de haber sido muy duro para el moreno y ni
siquiera sabía que decir o cómo actuar para hacerlo sentir menos miserable
Alan. Escucha...
Ed vuelve a mirar a Alan
cuando éste comienza a hablar
Alan. A mí no me interesa
tu pasado o cuantos hombres aparte de mí te han mancillado, lo único que me
interesa es darte un futuro y cuidarte, solo quiero tenerte a mi lado y
ofrecerte algo mejor, no sé quién sea esa persona que amas pero si me lo
permites yo quiero ocupar su lugar
Ed. Alan...
Alan. Por favor...
Nuevamente Alan acerca su
mano al rostro de Ed y acercando un poco más su cuerpo al del moreno le
acaricia la mejilla, Ed se sonroja por ese cálido tacto y mira fijamente al
rubio a los ojos y viceversa
Alan. ... Por favor dame la
oportunidad de conocer la única parte de tu cuerpo que no conozco
Ed. Yo...
Alan. Por favor, quiero
conocer tu corazón
Alan acerca su rostro al de
Ed y sutilmente le regala un beso en los labios, él se sorprende de aquella
calidez porque era la primera vez que el rubio lo besaba de esa forma y hasta
se sentía extraño, tan solo cierra sus ojos y antes de poder darse cuenta ya se
encontraba acostado con el cuerpo de Alan sobre el suyo, el rubio se aparta un
poco y junto con Ed abre los ojos, ambos se miran a los ojos y poco a poco una
sonrisa adorna los labios del moreno, el rubio se sorprende mucho y también
sonríe después
Ed. Se llama Alan... la
persona a la que yo amo
Ed estira sus brazos y con
ternura los cierra sobre la nuca de Alan atrayéndolo de nuevo hacia él y besándose
después, ésta vez un beso apasionado, sin ataduras, solos ellos dos, sin
cámaras, sin obligaciones, sin nada que les impidiera amarse... las manos de
ambos se atrapan la una a la otra al entrar Alan en Ed y sus bocas también se
atrapan en un beso caliente y apasionado, Alan comenzaba con sus movimientos,
afuera, adentro, todo de una forma lenta, sensual y delicada, no había
necesidad de dar demasiado placer, quería que Ed no solo sintiera pasión
corporal, quería que sintiera la pasión de su alma y su corazón, quería
demostrar con esa unión física la unión de su amor y Ed no necesitaba recibir
de Alan el mejor de los sexos, él necesitaba que le hiciera el amor, por
primera vez sentía que hacía el amor con alguien y eso lo hacía sentirse hasta
la cima de la gloria...
Ed. Te... amo... ngh ¡Ah...
Alan!
El último grito de éxtasis
se escucha por toda la habitación mientras la espalda del rubio es fuertemente
apretada por los brazos del moreno y Alan deja salir toda su esencia inundando
por completo el ser de Ed, ambos gimen despacito al terminar completamente el
acto y con las respiraciones aún agitadas vuelven a besarse tiernamente
mientras despacio Alan sale de Ed y abrazándolo con fuerza lo atrae hacia él
haciéndose a un lado quedando de costado y Ed también de costado mientras se
miran fijamente
Alan. Gracias...
Ed. Gracias a ti... por
darme mi primera vez, gracias porque contigo he aprendido a hacerlo con el
corazón
Sonriéndose ambos se
regalan el último beso antes de quedarse completamente dormidos, y es que
estaban muy cansados, eran actores porno y tenían mucha resistencia pero en
ésta ocasión habían entregado algo más que el cuerpo y estaban exhaustos, ahora
debían dormir porque al día siguiente les esperaba uno de los mejores días de
sus vidas, iban a vivir lejos del pasado sucio que intentaba perseguirlos y
ahora por fin se habían declarado sus sentimientos, sin duda iban a ser
felices, muy felices...
No podía más con la
situación, era algo que le destruía, estaba muriendo día a día sin su amado
Duo, necesitaba tenerle de nuevo, hacerlo suyo, decirle cuanto lo amaba y
cuanto estaba arrepentido de todo lo que le había hecho porque todo eso era
culpa de Wufei, no había otro culpable más que él, seguramente aunque numerosas
veces lo había golpeado y violado el trenzado iba a perdonarlo, pero lo único
que Duo no le iba a perdonar era su infidelidad y por eso Wufei tenía la culpa
de todo, ahora él estaba solo sin Duo y se sentía morir, la vida no tenía
significado alguno para él, pero que equivocado estaba Treize porque Wufei solo
era culpable por una parte, era culpable por haberse dejado arrastrar por el
pecado del adulterio, pero no era culpable de los abusos de Treize contra Duo,
es más, ni siquiera estaba enterado de que Duo era golpeado y violado por su
propio esposo, sabía bien que Treize se expresaba de él como quien se expresa
de un inútil y también sabía que Treize lo trataba como a un sirviente, en
cambio la realidad era otra, Treize era un desgraciado y punto, era la única
verdad en todo ese asunto...
Estaba en la oficina como
ido, miraba hacia el vacío, no hacía más que pensar en Treize todo el tiempo y
no podía hacer otra cosa más que pensar en por qué ¿por qué todo había terminado
así? Si tan solo pudiera borrar el pasado y verle nuevamente sonreír él estaría
feliz, si la sonrisa de Treize volviera a su rostro con la reaparición de Duo
él estaría enormemente feliz aunque no fuera a su lado
Otto. Ey ¿estás aquí o en
otro planeta?
Wufei. ¿Eh?... sigo aquí
Otto
Con una sonrisa fingida el
chino se gira hacía Otto pero su compañero de trabajo comprende que no había
llegado en buen momento, los ojos negros de Wufei lo decían mejor que las
palabras
Otto. ¿Te puedo ayudar en
algo?
Wufei. No, no puedes, nadie
puede
Otto. ¿Por qué dices eso?
Wufei. Otto, yo sé que
estas enterado
Otto. Wufei...
Wufei. Todos en la oficina
lo saben ¿cierto? Treize y yo creímos que lo ocultábamos bien pero todos lo
supieron siempre
Otto. Lo siento, yo...
Wufei. No tienes que decir
nada, además yo sé que tú esposa es muy amiga de Duo Kushrenada, sé que no le
caigo bien, a pesar de eso eres bueno conmigo, así que no te disculpes por nada
Sonriendo con un poco más
de sinceridad Wufei se pone de pie y se aleja de su compañero de trabajo, era
casi hora del almuerzo y aunque sabía que Treize lo iba a correr cruelmente de
su casa él quería seguir intentándolo, quería hacer recuperar a Treize la
sonrisa, esa se había convertido en su meta así que sin importarle que tenía
que regresar en una hora de nuevo al trabajo sale de la oficina y se dirige a
la casa que Treize compartía anteriormente con Duo para prepararle algo de
comer
Wufei llega pasados unos
minutos ya que la casa no estaba muy lejos de la oficina pero por más que toca
ésta vez Treize no le abre la puerta, a pesar de eso Wufei insiste sin
cansarse, ya comenzaba a preocuparse, anteriormente le había escuchado hablar
de suicidio y el solo pensarlo le hacía temblar de miedo así que tomando cartas
en el asunto se aleja de la puerta y se acerca al alambrado que dividía la
parte de pasto de la de asfalto afuera de la casa y jala con fuerza un pedazo,
ni siquiera sabía de donde había sacado fuerzas para hacer algo así, lo único
que sabía e importaba es que Treize estuviera con bien así que rápidamente
logra su cometido y puede entrar a la casa
Todo estaba tan desordenado
como siempre, pero sin importarle el chico de origen chino va directamente a la
habitación de Treize, llevándose una gran sorpresa cuando entra a la habitación
sin tocar la puerta y ve a Treize teniendo relaciones sexuales con un sujeto
desconocido para él, se trataba del mismo sujeto con quien en una ocasión había
violado a Duo, los ojos de Wufei se vacían por completo y un par de lágrimas se
comienzan a formar en sus ojos
Treize gemía con tanto placer que le hacía sentirse retorcer del dolor, el otro sujeto era duramente poseído por Treize, los cuerpos de ambos completamente desnudos, el de Zechs inclinado hacia la pared apoyándose sobre ésta mientras Treize lo penetraba con fuerza, haciéndolo gritar de dolor y placer mientras le jalaba con su mano izquierda sus largos cabellos y la mano derecha le apretaba con fuerza las caderas para un mejor soporte a la penetración; cuando la puerta se había abierto Treize escucha claramente y voltea de reojo observando a Wufei ahí completamente paralizado pero no le importa y continúa hasta culminar dentro del sujeto, gimiendo ambos al mismo tiempo, Treize se sale rápido de Zechs soltándole los cabellos y la cadera y se gira hacia Wufei cuyas lágrimas ya habían caído por sus mejillas
Treize gemía con tanto placer que le hacía sentirse retorcer del dolor, el otro sujeto era duramente poseído por Treize, los cuerpos de ambos completamente desnudos, el de Zechs inclinado hacia la pared apoyándose sobre ésta mientras Treize lo penetraba con fuerza, haciéndolo gritar de dolor y placer mientras le jalaba con su mano izquierda sus largos cabellos y la mano derecha le apretaba con fuerza las caderas para un mejor soporte a la penetración; cuando la puerta se había abierto Treize escucha claramente y voltea de reojo observando a Wufei ahí completamente paralizado pero no le importa y continúa hasta culminar dentro del sujeto, gimiendo ambos al mismo tiempo, Treize se sale rápido de Zechs soltándole los cabellos y la cadera y se gira hacia Wufei cuyas lágrimas ya habían caído por sus mejillas
Treize. ¿Qué haces aquí? Te
he dicho que ya no quiero verte más
Wufei. Yo... yo
Wufei estaba sin habla, ni
siquiera sabía que decir y mientras pensaba Treize lo miraba fríamente y con
fiereza, Zechs voltea hacia Wufei y le recorre el cuerpo con la mirada
sonriendo al final y pasando después su lengua por sus labios, Wufei se da
cuenta de la mirada sucia del hombre y se incomoda bastante
Treize. ¡Habla!
Wufei. Perdóname, es mejor
que... me vaya
Zechs. Espérate lindura
Cuando Wufei iba a dar un
paso escucha la voz de Zechs y se detiene completamente horrorizado, Treize
mira de reojo a Zechs y se queda quieto sin hacer nada viendo como el de
cabello largo se acerca lentamente a Wufei, el de ojos negros no se hace nada,
solo se queda paralizado y sabiendo las intenciones del sujeto sus piernas
tiemblan sin poderse mover, Zechs moja sus labios con su lengua y fija su
mirada en la entrepierna de Wufei, él logra reaccionar y se da media vuelta
intentando huir pero siente una fuerte mano que lo detiene sujetándolo del
brazo, Wufei se gira y ve el rostro de Zechs bastante cerca del suyo sintiendo
después como la lengua del rubio se pasa por sus labios sintiendo un profundo
asco, Treize miraba todo atento sin hacer nada mientras Wufei lo miraba
suplicante, sus miradas se cruzaban y sin detenerse Zechs comienza a besar el
cuello del chico de origen chino, Wufei comienza a darle fuertes empujones pero
no logra alejarlo de él, Zechs lo sujeta con fuerza de la cintura y aleja sus
labios del cuello de Wufei para girar su cabeza hacia Treize sonriendo
ampliamente
Zechs. Ven, disfrutemos de
éste
Wufei. Tra... Treize
Treize mira fijamente a los
dos y sonríe maliciosamente, Wufei se asusta demasiado y nuevamente comienza a
derramar lágrimas cerrando sus ojos mientras escucha los pasos de Treize
acercándose a ambos, Zechs sonríe ampliamente y siente pronto como su miembro
despierta solo de imaginarse que entre los dos van a poseer el cuerpo de ese
chico hermoso, Wufei estaba ya resignado, entre los dos iban a hacerle el sexo
y él no podía defenderse, su angustia no podía ser mayor pero cuando siente que
todo está perdido en vez de sentir el cuerpo de Treize cerca del suyo, escucha
un fuerte golpe y siente como los brazos de Zechs lo sueltan repentinamente
Treize. ¡No lo toques con
tus asquerosas manos!
Zechs cae al suelo con el
labio sangrando y Wufei abre sus ojos observando sorprendido la situación, por
momentos había creído que Treize iba a permitir que ese sujeto lo violara pero
contrario a eso Treize lo había defendido, Treize voltea a ver a Zechs
despectivamente y se acerca para darle una fuerte patada en la cara, Zechs grita
de dolor y Wufei asustado se acerca a Treize para tratar de calmarlo
Wufei. Para por favor
Zechs se agarraba la cara
quejándose del dolor, ahora no solo sangraba del labio sino también de la nariz
y su ropa ya estaba también manchada por la sangre, Treize le había dado la
patada bastante fuerte y sin remordimientos, Wufei estaba asustado, nunca había
visto a Treize tan violento
Treize. Maldito imbécil, si
hubiera estado sobrio aquella noche no habría permitido que tocaras a Duo
Wufei. ¿Ese hombre...?
Wufei se horroriza por lo
que se acababa de enterar, ese hombre tirado en el suelo había violado al
esposo de Treize y él lo había permitido, no podía creerlo, ahora conocía dos
aspectos de Treize que jamás hubiera pensado, se sentía mal por eso pero aun
así él le amaba y estaba dispuesto a aceptarlo como fuera, Zechs tenía lágrimas
en los ojos y voltea a ver a Treize fijamente
Zechs. Lo siento yo...
Treize. ¡Cállate!
Alejándose de Wufei, Treize
se acerca de nuevo a Zechs y le da otra patada en el rostro haciéndolo caer
acostado golpeándose la cabeza con la pared dejándolo inconsciente
Wufei. ¡Treize nooo!
Wufei asustado se acerca a Treize
y lo abraza con fuerza de la espalda mientras él totalmente tranquilo mira con
rencor al de cabello largo
Wufei. Tranquilízate Treize,
lo vas a matar
Treize. Para eso lo traje
Wufei. ¿Eh?
Wufei abre sus ojos
sorprendido y afloja el abrazo quedándose sin habla, Treize voltea hacia él y
lo mira fijamente al rostro observando esa reacción, confundido Wufei mira a Treize
y da dos pasos hacia atrás
Wufei. ¿Por... por qué
dices eso?
Treize. Por su culpa Duo se
fue, merece morir
Wufei. Pero...
Treize. Wufei, si quieres
que te perdone debes ayudarme
Wufei. ¿A qué?
Treize. A recuperar a Duo
Treize sonríe mientras que
Wufei se confunde aún más ¿cómo pensaba Treize recuperar a Duo? además ¿qué se
ganaba con matar a ese sujeto de cabello largo? Estaba muy confundido y no
sabía si decirle que sí o no porque tal vez eso incluía ayudarle a matar a ese
hombre que según Treize tenía la culpa de que Duo lo abandonara
Treize. ¿Qué dices?
Wufei. Te amo Treize...
acepto, te ayudaré a recuperar a Duo
Treize sonríe ampliamente y
con alegría se acerca a Wufei abrazándolo con fuerza, la piel de Wufei se
estremece al sentir el abrazo y enseguida lo corresponde, hacía mucho tiempo
que no sentía a Treize tan cerca aunque fuera para recuperar al amor de su
vida, aunque fuera para perderlo para siempre, pero lo único que a él le
interesaba era volver a ver esa sonrisa que en esos momentos Treize le
mostraba, al precio que fuera, incluso al de su propia felicidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario aquí ^^