jueves, 5 de noviembre de 2015

Lo que el viento se llevó


Capítulo 7. Lo más amado


Al llegar al citado Hospital Quatre corre hacia Heero al verlo sentado en la sala de espera, el ojiazul se veía muy preocupado, su semblante estaba triste, jamás había visto a Trowa tan pálido, como inerte, irremediablemente le venían imágenes de su difunto padre, su cuerpo se estremecía solo de imaginar que podía perder a su mejor amigo... el rubio enseguida se avienta hacia el cuerpo del amigo de su novio y sujeta con fuerza la camisa de éste

Quatre. ¿Cómo está? ¿qué le paso? ¿qué tiene?

La desesperación se notaba a leguas, tanto su mirada como su voz o sus acciones, pero a pesar de eso Heero no contesta, realmente no sabía que contestar porque no sabía nada de la situación, el doctor aún no salía para darles un diagnóstico... Duo por fin llega hasta donde están en rubio y Heero ya que al llegar al Hospital Quatre se había ido corriendo dejándolo atrás, el ojiazul percibe la presencia del ojivioleta y lo mira detenidamente, el trenzado recuerda cuando Heero había intentado besarlo y al instante desvía su mirada sonrojándose sus mejillas de forma ligera... Heero cierra sus ojos un momento y voltea de nuevo hacia el rubio abriendo sus ojos volviendo a verlo

Quatre. ¡Contéstame!

Heero. No lo sé

Heero estaba igual de nervioso que Quatre pero nada ganaba mostrándose así por lo que le responde casi de forma indiferente, el rubio le suelta la camisa y se aleja acercándose a Duo, el trenzado lo abraza y su mirada no puede evitar girarse hacia Heero, el ojiazul le mira también unos momentos y se aleja para sentarse en una de las bancas

Quatre. Espero que no sea nada importante

Duo. Tranquilo, estará bien

Quatre. Siento una terrible angustia... me siento muy mal

El trenzado siente flojo el cuerpo de Quatre y enseguida lo ayuda a sentarse también en una banca pero enfrente de donde estaba sentado Heero, el trenzado vuelve a abrazarlo... minutos después uno de los doctores del hospital se acerca a ellos, al ver Heero que es el mismo que les atendió cuando llegaron a ese lugar se pone de pie, Quatre ve que el ojiazul se levanta y también lo hace, Duo permanece sentado

Doctor. ¿Alguno de ustedes es familiar?

Heero. No, su hermana estaba aquí hace unos momentos pero se fue para avisarle a su tía que está en el trabajo

Doctor. Ya veo... lo siento pero solo hablaré con un familiar

Enojado Heero mira fríamente al médico pero se queda callado, no podía hacer ninguna clase de escándalo en el hospital, en cambio Quatre si se acerca a él hablándole en tono alto

Quatre. ¡Yo soy su novio!

Doctor. Solo familiar

Quatre. ¡Quiero saber!

El doctor se molesta por la actitud de Quatre, el rubio le hablaba golpeado y mirándole de forma fría, comprendía la desesperación sentida pero no la podía tolerar... el rubio intenta acercarse al doctor pero enseguida Duo se acerca a él y lo agarra del brazo y lo jala

Duo. Tranquilo

Quatre. ¡Es que quiero saber!

Duo. Lo sé, pero así no resuelves nada

Quatre se calma un poco gracias a Duo pero continúa mirando de forma fea al doctor quien enseguida se da media vuelta y se marcha, el rubio otra vez se inquieta y se sienta en la sala de espera agachándose hasta acostar su cabeza en sus piernas, Duo también se sienta de nuevo mientras que Heero se recarga en la pared de enfrente cruzando los brazos, su mirada estaba fija al frente, el trenzado coloca su mano derecha sobre el hombro izquierdo de su amigo y le mira por algunos segundos hasta que dirige su mirada hacia Heero quien voltea al mismo tiempo mirándolo fijamente, Duo se sonroja y se voltea de nuevo hacia Quatre mientras que el ojiazul continúa mirándolo, sin duda el trenzado era hermoso y más con las mejillas sonrojadas, era tanta su belleza que él también se sonrojaba de solo verlo...

El doctor recibe por parte de una enfermera la noticia de que el paciente Barton ha despertado y enseguida va hacia él, Trowa se veía muy confundido, el doctor se acerca a él y se queda parado a un lado de la cama

Doctor. ¿Sabes por qué estás aquí?

Trowa. ¿Me... desmayé?

El ojiverde cierra unos segundos los ojos y se aprieta con fuerza la frente con su mano derecha intentando sentarse pero se sentía muy débil

Doctor. ¿Padeces alguna enfermedad?

Trowa. ¿Qué?

Doctor. Es imposible hacerte todos los estudios requeridos pero tus pruebas de sangre están muy bien, no pareces anémico, no se detectó ningún tipo de cáncer y tampoco sufres de diabetes, eres joven lo que te descarta de algunas enfermedades, pero me di cuenta con los exámenes que consumes medicinas muy fuertes ¿qué tienes muchacho?

El ojiverde se queda muy callado bajando la mirada, el doctor lo mira fijamente dándose cuenta de la expresión de tristeza en el chico

Doctor. Es terminal ¿verdad?

Trowa. ... Es una enfermedad cerebral

Doctor. ¿cuánto tiempo llevas?

Trowa. Los estudios no pudieron determinar cuándo se originó pero comencé a desarrollar los síntomas hace un mes aproximadamente

Doctor. Lo lamento

Trowa afirma moviendo su cabeza cuando el doctor le da el pésame pero continúa callado hasta que recuerda a Quatre, seguro que su novio ya se había enterado y enseguida le mira

Trowa. ¿Está aquí mi novio?

Doctor. Sí, está afuera junto con otros dos chicos

Trowa. Por favor no le diga nada ¿de acuerdo? A nadie

Doctor. Pero su familia...

Trowa. No quiero que sufran

El doctor se sorprende por la mirada suplicante de Trowa, ese chico parecía muy imponente y serio pero en esos momentos se mostraba todo lo contrario lo que hace que el doctor se conmueva y acepte, Trowa suspira y agradece con una pequeña sonrisa

Doctor. ¿Quiere ver a alguien?

Trowa. ¿Sabe si está mi hermana?

Doctor. Creo que se fue o algo así

Trowa. Entonces quiero ver a Quatre, mi novio

Otra vez el doctor acepta y mueve su cabeza, sale de la habitación y va a donde están los tres muchachos esperando noticias, otra vez Heero se levanta enseguida mientras Quatre y Duo solo lo miran desde sus asientos, el doctor les informa que no ha sido nada de cuidado pero que Trowa estará ahí un día más para tenerlo en observación y después pide a Quatre que vaya con su novio, el rubio se alegra y acompaña al doctor que le dice dónde está la habitación del ojiverde quedándose Heero y Duo solos en la sala de espera, bastante distante uno del otro, Duo continuaba sonrojado pero Heero se sentía en la desesperación total, el trenzado tan cerca y a la vez tan lejos de él, algo realmente cruel considerando lo mucho que lo deseaba, continuaba sintiéndose culpable... Quatre entra rápido a la habitación y se acerca a la cama agarrando enseguida la mano de Trowa la cual besa

Quatre. Mi amor ¿cómo estás?

Trowa. Un poco débil pero bien

Quatre. Sentí un hueco en mi alma cuando me dijeron que te habías desmayado

El rubio llora preocupado, Trowa siente como su corazón se oprime, el rubio se ponía así por un simple desmayo, ahora estaba más convencido de que ocultarle la verdad era lo mejor... el ojiverde con esfuerzo se sienta en la cama y estira su mano para secar las lágrimas de su novio

Trowa. Me descompensé un poco, es todo

Quatre. ¿En verdad?

Trowa. Sí, mañana salgo, iré a la escuela como siempre

Quatre. Que felicidad

Bastante contento el rubio se agacha y besa a su novio dulcemente en los labios sentándose después en la cama junto con su novio, esa noche la pasaría a su lado... habían pasado ya algunos minutos y Duo evitaba mirar a Heero, el ojiazul en cambio le miraba por algunos momentos, no se decidía a hablarle o no, quería pedirle disculpas pero no sabía cómo hacerlo, nunca le había pedido perdón a nadie, pero nada se ganaba con hacerse el indeciso, no soportaba estar distante de Duo pero si él no rompía el hielo por muy hablador que fuera Duo no lo iba a hacer... por fin Heero se decide y se acerca a la hilera de bancas donde está el ojivioleta y se sienta a su lado, Duo se tensa un poco y se evita mirarle

Heero. Perdóname por favor

El trenzado se sorprende por aquellas amables palabras y enseguida voltea a verle, Heero le miraba serio pero estaba preocupado, si Duo no lo perdonaba iba a ser un golpe bastante duro pero para sorpresa de Heero el trenzado sonríe

Duo. ¿Entonces no me deseas?

El ojivioleta sonaba contento al hacer la pregunta lo que confunde por completo a Heero, no sabía si sentirse triste o contento, porque si Duo preguntaba feliz esperando un No como respuesta quería decir que sus sentimientos no eran correspondidos lo que le iba a ocasionar mucha tristeza pero también se sentía feliz porque Duo le dirigía la palabra, Heero amaba aquella hermosa voz

Heero. No, me confundí... no pasará otra vez

Duo. No sabes cómo me alegro

Duo no tenía intenciones de hacerlo pero esas palabras eran las más crueles que Heero hubiese escuchado en su vida, tal vez Duo no era para él y debía de hacerse a la idea de una vez por todas... Duo sonríe ampliamente a Heero y se anima de nuevo a mirarle con confianza a los ojos

Duo. Me alegra que no estemos distanciados

Heero. Sí

Duo. ¿Sabes? me alegra estar aquí

Heero. ¿Aquí?

Duo. Bueno, no aquí en el Hospital, me refiero a éste momento... gané un hermano y dos amigos

La mirada y la voz de Duo sonaba muy contenta, había encontrado en Quatre al hermano que siempre había deseado y en Trowa y Heero a los amigos que nunca había tenido... el ojiazul intenta también sonreírle, le encantaba ver a Duo feliz pero no podía evitar sentirse triste, Duo solo lo quería como a un amigo... con toda su inocencia el trenzado se acerca a Heero y le regala un afectuoso abrazo, el ojiazul se pone un poco nervioso, sentir el pecho de Duo pegado al suyo, alcanzar a oler el bello aroma de su cabello y sentir sus brazos apretarle la espalda le hacían sentir la gloria, Duo estaba en cambio muy feliz, se sentía mal estando enojado con Heero pero es que cualquier acercamiento de ese tipo dolía más que cualquier cosa, probablemente nunca más en su vida se iba a enamorar... más tarde ese día la tía de los hermanos Barton va a visitar a Trowa al hospital, le había sido imposible ir más temprano por culpa de su trabajo pero ahora sí podía estar ahí. El entrar a la habitación ve a Quatre a un lado de Trowa y frunce el ceño, el rubio no era de su total agrado

Leia. Buenas tardes

Trowa y Quatre voltean a ver a la mujer cuando entra a la habitación y saluda, Trowa le sonríe a su tía y Quatre hace lo mismo pero Leia solo mira a su sobrino sonriéndole tiernamente mientras se acerca a la cama, Quatre se pone de pie dejándole paso a la mujer

Leia. ¿Cómo estás?

Trowa. Bien

Leia. Marimaia quiso venir a verte pero como no puede entrar te manda saludos

Trowa. Gracias

Leia acaricia la frente de Trowa y se aleja un poco acercándose a Quatre, el rubio le mira y sonríe amablemente pero ella lo mira seria

Leia. Ya puedes irte, yo me quedo

Quatre siente feo cuando la mujer le dice aquellas palabras y enseguida baja la mirada, Trowa había alcanzado a oír las palabras de su tía y solo mira a su novio fijamente, el rubio lo mira unos segundos cruzándose ambas miradas, Trowa no dice nada para defender a Quatre lo que causa tristeza en el rubio y sin decir nada se da media vuelta para salir de la habitación, Leia se acerca una silla a la cama de su sobrino y se sienta

Leia. Perdón querido pero él no tiene ningún derecho

Trowa. Sabes que es mi novio y lo amo

Leia. Ay cariño, estas en una etapa de confusión en tu vida, después te darás cuenta que no es lo que te conviene y sentarás cabeza

Trowa. Tía... soy homosexual, te guste o no

Aquellas palabras hacen enfurecer a su tía pero en esa ocasión Trowa estaba hospitalizado y no tenía intenciones de pelear por lo mismo con él por lo que solo le sonríe

Leia. Ya, no hablemos de eso

La mujer saca de su bolsa un libro y comienza a leer, Trowa la mira fijamente y cierra los ojos, era obvio que ya no había nada más que hablar... Duo platicaba a Heero de cuando él y Quatre eran niños y hacían travesuras en Santa Fe cuando el rubio sale de la habitación de su novio, el trenzado nota tristeza en los ojos de Quatre y corta abruptamente la plática para acercarse a él

Duo. ¿Qué tienes?

Quatre. La señora Leia me corrió

Duo. Pero si se ve bien amable

Quatre. Yo nunca le he agradado

Duo. Lo siento

Quatre. No te preocupes, me iré a la casa, mañana regresaré

Duo. Yo me iré contigo... ¿no importa Heero?

Heero. ¿Eh? No

Quatre. Adiós Heero

Con una pequeña sonrisa el rubio se despide de Heero y comienza a caminar para salir de la sala de espera, Duo sin decir nada se acerca al ojiazul y le besa la mejilla yéndose después, el amigo de Trowa se lleva una mano a la mejilla besada y emite una media sonrisa, el trenzado era demasiado puro, tanto como para no darse cuenta que ese beso había provocado muchas sensaciones agradables en Heero...

Ya de noche Leia sale de la habitación de Trowa encontrándose con Heero afuera de la habitación, la mujer le sonríe amablemente y se acerca a él

Leia. Gracias por estar aquí querido

Heero. De nada

Leia. Iré a cenar algo, al rato regresa Cathita ¿eh?

La tía de Trowa le cierra un ojo a Heero y se va para la cafetería, a diferencia de Quatre, a Leia le caía muy bien Heero, sobre todo porque desconocía de sus preferencias sexuales y porque le parecía que era el candidato perfecto para su sobrina Catherine, Heero lo sabía pero trataba siempre de ignorarlo... aprovechando que se ha marchado la mujer entra a la habitación donde estaba su amigo, Trowa parecía estar dormido pero cuando escucha la puerta abre los ojos, Heero se acerca a la cama y se sienta en la silla donde antes estaba la tía del ojiverde

Trowa. Gracias por estar aquí

Heero. ¿Qué te pasa?

Trowa. ¿De qué hablas?

Heero. Te conozco demasiado bien, te conozco mejor que nadie

El ojiverde se sorprende un poco por aquellas palabras y también se sonroja ligeramente desviando enseguida la mirada, Heero le miraba fijamente y con el ceño fruncido, estaba convencido de que su amigo le ocultaba algo y estaba seguro de que no era nada bueno, el ojiazul se levanta y se sienta en la cama a un lado del ojiverde mirándole fijo

Heero. ¿No me tienes confianza?

La mirada de Heero era un poco blanda, le preocupaba mucho la situación, algo le decía que no sucedía nada bueno, Trowa también le mira en correspondencia y se sienta recargándose en el respaldo de la cama, el ojiverde estira su mano y sorprende a Heero cuando toma la de él

Trowa. Estoy... me estoy muriendo Heero

Confiesa por fin a su amigo después de una larga pausa, no creyendo lo que oye el ojiazul mira atónito a su amigo quedándose por completo sin habla, Trowa siente que la mano de su amigo comienza a temblar

Heero. No me gustan las bromas, lo sabes

Trowa se muerde duramente el labio inferior al ver la expresión en Heero y éste lentamente quita su mano y se pone de pie mirando a Trowa fríamente

Trowa. Voy a morir

Heero. ¡No!

El ojiazul comienza a respirar con dificultad mirando duramente a su amigo mientras empuña con fuerza sus manos, los ojos de Trowa se comienzan a humedecer

Trowa. Es cerebral y...

Heero. No es verdad

Trowa. ¡Nada ganas con negarlo!

Heero. ¡Cállate!

Desesperado Heero comienza a agarrar cosas de la habitación y las avienta al suelo, Trowa cierra los ojos fuertemente también empuñando sus manos, al instante llega una enfermera al escuchar los ruidos y se asusta al ver al chico vuelto loco tirando cosas, Trowa no podía más, su pecho estaba completamente agitado

Trowa. ¡Me voy a morir maldita sea!

El ojiverde grita desesperado apretando con fuerza la sábana sobre sus piernas, la tía Leia estaba por llegar a la habitación y escucha a su sobrino sorprendiéndose completamente mientras se lleva una mano a la boca, la enfermera baja la mirada un poco triste y Heero se detiene por completo sintiendo un fuerte dolor en el estómago, Trowa aún temblaba de desesperación y voltea a ver a Heero a los ojos, él ojiazul también lo hace

Trowa. No hay nada que se pueda hacer... por favor, no hagas de mis últimos días un tormento... quiero verte sonreír de nuevo

Heero cierra sus ojos y suspira hondo dejándose caer de rodillas al suelo y cuando los abre estos estaban un poco rojos, de dolor y coraje pero al igual que con su padre era incapaz de llorar, el ojiazul hace un gran esfuerzo y le regala a Trowa una pequeña sonrisa, el ojiverde asiente con la cabeza mientras sus lágrimas comienzan a salir rodándose por sus mejillas... tía Leia siente que se le flaquean las piernas y se sienta en una de las banquillas afuera de la habitación de Hospital comenzando también a llorar pero en silencio, seguro que Trowa lo guardaba como un secreto para no lastimar a nadie y ella no le iba hacer saber que estaba enterada de la situación, era la mejor forma de ayudarlo...

Después de cenar Quatre se había refugiado en su habitación, el trenzado estaba preocupado por él y al poco tiempo después va hacia la habitación de su amigo encontrando al rubio parado mirando por la ventana, al oír la puerta abrirse Quatre voltea y sonríe a su amigo, después vuelve a mirar por la ventana, Duo entra a la habitación y se acerca a su amigo agarrándole la mano, Quatre se voltea hacia él

Quatre. Estas preocupado ¿verdad?

Duo. Sí, porque estas triste ¿es por lo de la tía de Trowa?

Quatre. Por eso y por Trowa, me preocupa, lo siento distinto

Duo. Seguro que solo es algo pasajero, no te preocupes

El trenzado se sonroja un poco mirando a Quatre, el rubio lo mira también fijo y Duo por fin se atreve a acercarse y darle un beso en la mejilla sin soltarle la mano, Quatre se lleva una mano a la mejilla y sonríe mientras se sonroja

Duo. Es para que suban tus ánimos

Quatre. Gracias Duo, eres buen amigo

Duo sonríe alegre y suelta la mano de Quatre

Duo. ¿Estarás bien?

Quatre. Claro

Duo. Que pases buenas noches

Quatre. Buenas noches

Ambos chicos se sonríen y el trenzado sale de la habitación, Quatre cierra la ventana de su habitación y se acuesta en la cama

Quatre. Sí, seguro es pasajero... Trowa confía en mí

Gracias a las palabras y el beso de Duo el rubio se siente mejor y deja de pensar en que algo malo le pasa a su novio... Toda la noche Heero acompaña a Trowa en el hospital, no había vuelto a hablar de la enfermedad, eran las 4 de la madrugada, tía Leia se había ido apenas unos minutos atrás para descansar un poco mientras que Catherine no había ido en todo el día anterior por quedarse cuidando a Mariemaia; el ojiverde despierta poco a poco y ve a Heero dormir sentado en la silla, Trowa sonríe e intenta sentarse pero no puede y se deja caer nuevamente en la camilla

Trowa. ¿Qué le pasa a mis fuerzas?

El ojiverde se lleva una mano a la frente y cierra los ojos, en ese momento Heero despierta y al ver a Trowa en esa posición se preocupa acercándose hacia él

Heero. ¿Qué tienes?

Trowa. Nada, me sentí débil, es todo

Heero. Es por tus medicinas ¿verdad?

Trowa. Sí, al rato las tomaré... gracias

El ojiazul suspira un poco aliviado y se acerca la silla a la cama mirando fijamente a su amigo

Heero. ¿Cuándo se lo piensas decir a Quatre y tú familia?

Trowa. Nunca

El ojiverde responde determinante, no pensaba contárselo a nadie, ni siquiera tenía planeado que Heero lo supiera pero las cosas se habían dado así

Trowa. Por favor no se lo digas ni a Duo

Heero. No le diré a nadie pero tú sí deberías, piensa en tu hermana, tu tía, a Quatre lo destrozarás

Trowa. Lo sé, por eso no quiero que sepa

Heero. ¿Qué explicación va a tener cuando un día simplemente despiertes y...?

Las palabras se atoran en la garganta de Heero y desvía su mirada causando un silencio bastante incómodo

Trowa. Por favor, ya no me hagas pensar en eso ¿sabes que quiero?

Heero. Que

Trowa. Vivir, eso quiero

Heero. Trowa...

El ojiverde sonríe ligeramente y toma con delicadeza la mano de su amigo

Trowa. Escucha, si me lamento, si hago que todos estén siempre pendientes de mí, si solo pensamos y hablamos de eso no podré morir en paz... ¡quiero vivir! Aunque sean unos meses, semanas, días, horas... quiero que cada minuto valga la pena, quiero darle sentido al tiempo que me queda y quiero estar al lado de la gente que amo ¿me entiendes?

El ojiazul asiente con su cabeza y con su otra mano toma la otra mano de Trowa

Heero. Te entiendo

Trowa vuelve a sonreír a su amigo pero él solo lo mira fijamente y mostrándose sereno, admiraba a su amigo, debía ser muy duro todo por lo que estaba pasando, pero el ojiverde no estaba solo, lo tenía a él, siempre...

Quatre se va al consultorio a trabajar como acostumbraba, a Trowa lo iban a dar de alta a las 10 de la mañana y aunque no había podido ir se sentía tranquilo de que Heero estuviera a su lado, además su tía también estaba con él; Duo se queda solo en el departamento y aprovecha para ayudarle a su amigo con los quehaceres de la casa, el trenzado primero barre y mientras lo hace la lavadora trabajaba con ropa de él y de Quatre, Duo comienza a sacudir empezando por la sala deteniéndose al ver la fotografía que había visto la primera vez que había pisado el departamento de su amigo, la sostiene entre sus manos y sonríe

Duo. Después de todo no fui abandonado por Dios

El trenzado sonríe tiernamente mientras acaricia toda la fotografía donde estaban retratados los tres chicos que en esos momentos eran como su familia, después de verla durante un tiempo la deja en su lugar y termina de sacudir la sala para irse a la habitación de Quatre, el trenzado empieza con la cómoda y después con los buró, al llegar al del lado izquierdo recuerda lo que su amigo le había hablado sobre los condones y le da curiosidad por lo que abre el cajón y saca una tira que el rubio tiene

Duo. Que chistosos

Duo se ríe tontamente y un poco apenado, después intenta jalar uno de los contenidos en la tira pero no logra arrancarlo así que mejor lo abre directamente y saca el preservativo mirándolo de cerca

Duo. ¿Cómo se pondrá?

A Duo le viene una idea loca y se sonroja completamente

Duo. No... aunque estoy solo

Nervioso el trenzado voltea a todas partes varias veces, después suspira y pone firme la mirada mientras se desabrocha el pantalón y lo deja caer hasta el suelo haciendo lo mismo con su ropa interior, mira su miembro unos momentos y toma el condón intentando ponérselo pero era dificultoso

Duo. No se puede... ¿será que tiene que estar erecto?

Nuevamente Duo se sonroja completamente y desiste de ponerse el condón dejándolo caer al suelo para subirse los pantalones pero en ese momento la puerta de la entrada se abre, Duo no había cerrado la puerta de la habitación de Quatre por lo que se alcanzaba a ver claramente lo que sucedía, Duo escucha la puerta y voltea enseguida, el rubio quien acababa de llegar lo mira y se sonroja completamente cerrando la puerta quedándose afuera del departamento, el trenzado también se sonroja y rápidamente se acomoda la ropa y se acerca a la puerta para ir tras Quatre, el rubio estaba ahí un poco impactado

Duo. Yo...

Quatre. No... no me expliques

Apenados los dos desvían su mirada incómodos, Quatre entra primero al departamento y luego entra el trenzado, el rubio va a su habitación y al entrar ve el condón en el suelo, sonríe tiernamente y lo junta, Duo estaba atrás de él aún con el rostro sonrojado

Quatre. Duo...

Duo. Perdóname... me dio curiosidad

Quatre. No te disculpes

Quatre pone su mano sobre la cabeza de Duo y palmea un par de veces

Duo. ¿Por qué llegaste tan temprano?

Quatre. Le conté al doctor lo de Trowa y me dio el día pero por la tarde voy a la escuela

Duo. Ya veo

Quatre. ¿Vamos a su casa?

Duo. Claro

El trenzado se va a su habitación para cambiarse de ropa e ir más presentable mientras Quatre rejunta el tiradero que Duo hace por su experimento, el trenzado se alista y apaga la lavadora, después ambos salen del departamento hacia la casa de Trowa donde también estaba Heero, gracias a la medicina Trowa no se sentía débil pero su tía le había obligado a guardar reposo y a ir a la escuela hasta el día siguiente, Catherine les abre la puerta a los amigos y contenta los deja pasar, en la casa no estaba tía Leia pero Mariemaia sí, la chiquilla al ver a Quatre comienza a llamarle gay y aunque Catherine la regaña ella continúa diciendo tonterías, el rubio estaba avergonzado

Mariemaia. ¿También eres gay?

Duo. ¿Yo?

Mariemaia. Sí, pareces gay

La chiquilla se empieza a reír y Duo también se sonroja, Catherine pide disculpas y se lleva a la niña a pesar de que patalea para que la suelten, Quatre le muestra el camino a la habitación de Trowa a Duo y el trenzado le sigue, al entrar ven a Heero y Trowa conversar tranquilamente, el ojiverde sonríe al ver a Quatre y él enseguida se acerca a su novio y lo abraza, Duo sonríe al ver la escena y se acerca dándole un beso en la mejilla a Heero quien nuevamente se siente feliz por sentirlo y cuando Quatre suelta a Trowa el trenzado se acerca y también lo saluda a él

Quatre. ¿Cómo te sientes?

Trowa. Perfectamente

Duo. Quatre estuvo muy preocupado

Trowa. Lo siento

El rubio sonríe y niega varias veces con la cabeza dándole un beso en la frente a su novio después, Quatre se hinca a un lado de la cama mientras que Heero ofrece su asiento a Duo, el trenzado acepta y Heero se queda de pie

Trowa. Heero ¿por qué no le dices a Duo?

Heero. ¿Eh?

El ojiazul se extraña de que Trowa diga eso y se sonroja ligeramente, Heero cree que Trowa habla de sus sentimientos pero el ojiverde se apresura a aclarar

Trowa. Sí, que sea tu modelo

Duo. ¿Modelo?

Trowa. Heero perdió a su modelo y necesita entregar un cuadro en quince días

El trenzado voltea con Heero y lo mira fijamente

Duo. No sé... yo...

Heero. No, él no puede

Todos se sorprenden por la respuesta y voltean a ver a Heero, el trenzado lo mira más detenidamente que cualquiera

Heero. Es un desnudo

Ahora es Duo quien se sonroja por la respuesta y baja su mirada, Quatre se sorprende y voltea a ver a Trowa ¿cómo se le ocurría que Duo posara un desnudo sabiendo por lo que había pasado su amigo? Duo también se siente un poco mal y tarda en contestar

Duo. No

El trenzado intenta mirar a Heero a los ojos pero no puede, se sentía apenado, se había acordado de aquella vez en que el ojiazul le había salvado, el ambiente se pone muy tenso, solo Trowa sonreía, Duo se pone de pie y sale de la habitación del ojiverde, Heero se sorprende cuando lo ve irse y voltea hacia Trowa frunciendo el ceño y después sale también de la habitación, el rubio se pone de pie y se lleva ambas manos a la cintura observando acusadoramente al chico

Quatre. ¿Qué te pasa? No debiste decir eso

Trowa. Quatre, ellos necesitan superarlo

Quatre. ¿De qué hablas?

Trowa. Duo necesita superar lo que le sucedió y Heero necesita olvidar lo que vio ¿no entiendes? Necesitan enfrentarse a ello

Quatre se sorprende por la forma de actuar y de pensar de Trowa, parecía como si hubiera madurado completamente en tan solo unos días, además estaba muy cambiado, era más amable de lo normal y además sonreía seguido, antes le costaba mucho trabajo hacerlo, el rubio se acerca otra vez a la cama y se agacha abrazando a Trowa, el ojiverde sonríe y le besa sobre los cabellos... Duo estaba sentado en la sala y Heero había ido tras él, baja las escaleras y lo mira pensativo, el ojiazul se sienta a su lado y lo mira fijamente, el trenzado voltea a verle también aún sonrojado

Heero. No tienes que hacerlo, conseguiré quien lo haga

Duo. ¿En serio?

Heero. Si

Duo. Gracias por comprender

Heero asiente con la cabeza, se pone de pie y ofrece a Duo su mano para ayudarlo a levantarse, Heero se da cuenta que ha sostenido la mano del trenzado más tiempo del que debiera y se sonroja soltándola enseguida, Duo también se da cuenta y se sonroja, los dos se voltean a distintas partes hasta que el trenzado recupera su color y voltea a verle sonriéndole, Heero intenta sonreír ampliamente pero solo le sale una media sonrisa. Ambos chicos van a volver a la habitación pero se detienen al ver que Quatre baja las escaleras

Duo. ¿Ya nos vamos?

Quatre. Sí, recuerda que me acompañarás para ver lo de la Preparatoria abierta

Duo. ¡Es verdad!

Heero no entiende de que hablan y pregunta al rubio, Quatre responde y Heero se sorprende pero a la vez le da mucho gusto, el que Duo quisiera superarse le resultaba muy bueno considerando todo lo que había vivido el trenzado y todo lo que se le había negado porque al casarse con el tal Treize había renunciado a los estudios, a su libertad y a la capacidad de pensar, ya era tiempo de que Duo comenzara a rehacer su vida lejos de las cadenas que le ataban a su pasado y a lo peor que había vivido en la vida: su matrimonio con Treize y su más reciente trabajo... Quatre también aprovecha que Heero está ahí y le hace el comentario de que Duo quiere trabajar y que tal vez lo puede hacer en la empresa del padre de Relena, al ojiazul le agrada la idea pero aún Duo no estaba muy convencido.

Los dos amigos se despiden de Heero y se van de la casa de Trowa mientras el ojiazul se queda con el ojiverde, ahora más que nunca pensaba dedicarle mucho tiempo... Quatre y Duo pasan antes a su departamento para recoger los útiles del rubio y de ahí parten hacia la Universidad donde estudiaba Quatre, el trenzado estaba maravillado, se trataba de una escuela muy grande y con instalaciones muy bonitas, en sus ojos había un brillo especial, ya ansiaba por estudiar la Universidad, Quatre lo mira tan contento que también se pone muy feliz

Duo. ¡Vaya, es hermosa!

Quatre. ¿Te gusto?

Duo. Claro, ya quiero venir a estudiar aquí

El rubio mira a Duo y después comienza a reír por lo bajo, el trenzado lo mira fijamente sin entender porque su amigo se burlaba de él, Quatre deja de reír después de un tiempo

Quatre. No Duo, ésta escuela no tiene la carrera de Leyes

Duo. Pero si está muy grandotota

Quatre. Si pero aquí solo hay carreras que tienen que ver con la salud, la facultad de economía, administración y leyes está en otra parte

Duo. ¡Cielos! Que interesante

Quatre sonríe con ternura y pasa cariñoso su mano por los cabellos de su amigo, a pesar de todo por lo que había pasado Duo aún conservaba un gran rastro de inocencia, era la primera vez que conocía a alguien así, sin tanta malicia, era como ver a un niño en el cuerpo de un adulto... el rubio baja su mano y ambos comienzan a caminar hacia el locker del rubio para que éste guarde sus útiles del día y de ahí fueran a pedir informes sobre la Preparatoria abierta que estaba cerca de la Universidad, las clases de Quatre aún no comenzaban y tenían tiempo, ambos chicos conversan mientras caminan, de repente el rubio se detiene al ver que los tres tipos que siempre les molestaban a él y a Trowa se encontraban cerca, Duo lo voltea a ver deteniéndose también

Duo. ¿Qué sucede?

Quatre. Mejor démonos la vuelta

Sin entender de qué habla Quatre el trenzado se queda ahí parado viendo como su amigo comienza a alejarse, Ralph, uno de los tres sujetos ve a Quatre con Duo y también ve que el rubio les saca la vuelta y se lo comenta a sus dos compañeros que sonriendo maliciosos comienzan a acercarse, Quatre no se da cuenta que Duo no le está siguiendo, el trenzado solo mira a Quatre marcharse hasta que siente que alguien está detrás suyo y voltea

Ralph. ¡Dios santo! Habría jurado que eres mujer

Duo inclina la cabeza ante el comentario y se queda callado, Ralph sonreía ampliamente, ese chico frente a él estaba muy lindo de su carita, él no era gay pero ese rostro le agradaba de sobre manera, los otros dos también lo ven fijamente

Erick. ¿Cómo te llamas lindura?

A Duo no le agrada que le digan lindura y sin contestar solo frunce el ceño y se da media vuelta comenzando a caminar hacia Quatre quien ya le llevaba diez metros de distancia, a Erick le molesta que lo hayan ignorado y enojado se acerca al trenzado jalándolo con fuerza del brazo, Duo grita cuando siente el jalón y Quatre enseguida voltea, el rubio frunce el ceño muy enojado y sin importar lo que le dijeran o hicieran va hacia su amigo para ayudarle, el rubio llega cuando Duo forcejea con el tipo y logra aventar un poco a Erick

Quatre. ¡Suéltalo!

Erick. Uy, que salvaje

Erick se burla del rubio comenzando a reír después siendo seguido de Ralph mientras que Trant solo se queda serio observando la escena

Ralph. ¿Cambiaste a Trowa por éste bomboncito?

Quatre. ¡Es mi amigo y suéltenlo!

Erick. Oye oye, ésta perra fue quien nos incitó

Quatre se enoja más por el insulto y agarra a Duo del otro brazo y lo jala hacia él lo que hace que Erick suelte al trenzado, el sujeto se molesta bastante y se acerca a Quatre agarrándolo con fuerza de los cabellos

Duo. ¡Quatre!

Quatre. Vete Duo, yo me encargo

Duo niega con la cabeza ante la petición y mira enojado al sujeto que agarraba con fuerza los cabellos de su amigo mientras ambos rubios se miraban retadoramente, Ralph sonríe satisfecho mientras Trant continuaba serio mirándolos

Erick. Te perdonaré si me haces una mamada

Quatre. ¿No se supone que no eres gay?

Erick. Una mamada siempre es buena, la haga quien la haga

Quatre. Púdrete

A Erick le molesta mucho más el insulto de Quatre pero lo que desata su furia es cuando el rubio después de eso le escupe en la cara, completamente furioso Erick levanta su puño con la total intención de asestarle un puñetazo al rubio en la cara, Quatre ve la intención y cierra con fuerza sus ojos mientras gira su cabeza a otro lado preparándose para el golpe

Erick. ¿Qué demonios...?

Erick voltea hacia atrás al sentir como su brazo es sujetado, se trataba de Trant que le miraba fijamente, Quatre se da cuenta que el golpe a tardado en llegar y voltea al mismo tiempo que abre sus ojos observando con sorpresa como uno de esos tres sujetos agarraba el brazo de su compañero evitando que su puño se estrellara contra su cara

Trant. Suficiente, dejen a las nenas en paz

Erick. ¡Pero me escupió!

Trant. ¡Dije suficiente!

Con enojo pero sin intenciones de oponerse a la orden Erick suelta los cabellos de Quatre y baja su puño, Trant era el líder de la bandilla y era bastante fuerte, oponerse a él era muy peligroso, Ralph también capta la orden y los tres se retiran, Trant mira fijamente a Quatre unos segundos y se aleja fríamente llevándoles la delantera a los otros dos que mientras caminaban hacia atrás voltean hacia los dos amigos haciéndoles señas, Ralph pasa su pulgar por su cuello dándoles a entender que les iba a pesar ese insulto mientras que Erick mira fijamente a Quatre llevándose una mano a su entrepierna y la sujeta con encima de la ropa mientras se lame los labios, ambos comienzan a reír y después se dan media vuelta para caminar normalmente siguiendo a su líder, preocupado Duo se acerca a Quatre y le acomoda los cabellos

Duo. ¿Estás bien?

Quatre. Sí, no es nada

Quatre le sonríe amable a Duo pero él continuaba preocupado por su amigo, por lo que veía no era la primera vez que esos sujetos le molestaban, incluso se veía que conocían a Trowa... Ralph y Erick le dan alcance a Trant colocándose cada uno a los lados de su líder mirándolo fijamente

Erick. ¿Por qué nunca me has dejado hacerle algo a ese estúpido de Winner?

Mirando al frente y sin hacer caso a la pregunta el líder continúa caminando mientras su mente divaga en uno y miles pensamientos, Ralph y Erick voltean a verse y encogen los hombros no volviendo a tomarle importancia al asunto...

Quatre y Duo van hacia la Preparatoria y piden informes, la colegiatura era barata y no había clases en aulas, se les entregaba material didáctico tanto impreso como digitalizado para el estudio libre en casa, cada cierto tiempo se hacían exámenes en la Institución a los que el estudiante debía de asistir sin falta alguna y de ésta forma se evaluaba, además de que tenían asesoría abierta para cualquier duda con respecto a los temas, de éste modo se sacaba la Preparatoria en la mitad del tiempo que en una preparatoria normal, también había opción de que el alumno estudiara en la misma Institución si le parecía más cómodo aunque no fuera con clases en aulas... 

Duo estaba emocionado, le agradaba la idea, de esa forma podía trabajar sin limitaciones de horarios, eso lo hacía feliz así que sin pensarlo se inscribe para la siguiente generación que sería en dos semanas, los dos amigos salen de la preparatoria y se dirigen hacia la Universidad pero no entran

Quatre. Si quieres llévate mi auto, yo me regresaré en camión

Duo. ¿Tu auto? Pero si yo no sé manejar

Quatre. ¡¿No sabes?!

Duo. Recuerda que en Santa fe es raro ver autos y Treize jamás me quiso enseñar a manejar

Quatre. Ya veo, entonces te pediré un taxi

Duo afirma sonriendo y ambos caminan hacia la avenida, enseguida un taxi se detiene al ver que Quatre pide con su dedo que se detenga, el rubio le da indicaciones al taxista del lugar donde queda su departamento, el chofer sonríe amable y acepta, Duo besa la mejilla de su amigo para despedirse y se sube al taxi, Quatre se regresa a la Universidad

Chofer. No eres de estos rumbos ¿verdad muchacho?

Duo. No

Chofer. Se nota ¿sabes? por aquí hay mucha gente peligrosa, ten cuidado

Duo. Gracias por el consejo

El taxista mira por el retrovisor a Duo y sonríe, ese muchacho se veía muy despistado, seguro era muy tonto, aquel pensamiento le provoca una sonrisa, el trenzado recarga su cabeza en la ventana mientras comienza a recordar lo de esa tarde cuando Trowa había hecho el comentario del desnudo, Duo cierra los ojos volviendo sus mejillas a sonrojarse, la sola idea de pensar en volver a posar sin ropa le hacía sentir muy mal aunque también le hacía sentir mal haberle dicho que no a Heero después de lo bien que él se ha portado, sabía lo importante que era para el ojiazul su carrera y aun así no había sido capaz de decirle que si quería ayudarle y pensar que Heero no había querido decirle al saber lo mucho que le dolía recordar lo de su anterior trabajo, Heero había pensado primero en él al no querer pedirle el favor y sin embargo él había sido un poco egoísta con Heero al pensar solo en él, a pesar que ya había dicho que no comenzaba a reconsiderar la propuesta... después de algunos minutos el taxi llega a su destino, el chofer detiene el taxi y se gira hacia Duo

Chofer. ¿Es aquí muchacho?

Duo. Sí, aquí es, gracias ¿cuánto le debo?

Chofer. Nada

Duo. ¿Nada?

Chofer. Solo dame tu autógrafo

Duo se sorprende por la respuesta que le da el taxista y también por la sonrisa y la mirada fija que le acompañan, el trenzado enarca una ceja sin entender

Duo. ¿Autógrafo?

Chofer. Eres estrella porno ¿no?

El trenzado siente un fuerte vuelco en el estómago y mira muy sorprendido al sujeto mientras su rostro adquiere un color rojo profundo, el taxista no comprende la reacción de Duo y borra su sonrisa sin dejar de mirarle detenidamente

Chofer. No pongas esa cara, te he visto en el Internet ¿qué mamadas eh?

El cuerpo de Duo comienza a temblar y sus ojos comienzan a enrojecerse, el chofer no entiende la reacción, el trenzado se aguanta las ganas de llorar y enojado sale del taxi sin mirar antes al taxista quien al verlo salir también sale y se dirige a él agarrándolo con fuerza del brazo cuando lo alcanza, Duo voltea su rostro bruscamente hacia el tipo que le sujetaba, sus mejillas ya estaban mojadas

Chofer. Si no me vas a dar el autógrafo ¡págame!

Duo. ¡Toma tu estúpido dinero!

El trenzado saca de su cartera un puño de billetes sin fijarse siquiera en cuanto dinero es y los avienta en la cara del chofer quien mira sorprendido a Duo mientras los billetes caen lentamente hacia el suelo, los ojos de Duo eran un poco fríos, el chofer se sentía intimidado

Duo. ¡Toma todo ese dinero si quieres, no me importa porque es maldito dinero sucio!

Sin decir más el trenzado arrebata su brazo del agarre y se vuelve a girar para continuar caminando sin prestarle atención al sujeto quien comienza a juntar el dinero, se sentía un poco confundido, anteriormente se había encontrado con estrellas porno y les había pedido su autógrafo los cuales siempre eran aceptados, pero éste sujeto miraba de forma trémula y además se había mostrado dolido ¿qué clase de estrella porno era esa?... Duo se dirige al departamento mientras se seca unas cuantas lágrimas...

Después de haber estado con Trowa durante muchas horas Heero decide regresar a su departamento, tía Leia, Mariemaia y Catherine cuidaban de Trowa y seguro que su amigo en esos momentos necesitaba de su familia, por eso era mejor dejarle estar con ellos; el ojiazul llega a su departamento y enseguida va a la cocina a beber un poco de agua y mientras bebe se desabrocha los dos botones superiores de su camisa y después abre algunas ventanas, se sienta en la sala y se recarga cómodamente en el sillón cerrando sus ojos mientras se sumerge en un mar de pensamientos

Poco tiempo después el timbre del departamento suena y lo hace abrir los ojos, Heero se extraña de que alguien le visite, de pronto recuerda a Relena y suspira cansado imaginando que es la chica ya que era la única además de Trowa que lo visitaba, el ojiazul deja su vaso en la mesa de la sala y se levanta del sillón para abrir, no le gustaba ser descortés con Relena, por muy fastidiosa que fuera no dejaba de ser chica y él era todo un caballero. Heero suspira nuevamente antes de abrir llevándose una sorpresa cuando ve que no es Relena quien le visitaba sino Duo, sus ojos no daban crédito y miles de preguntas rondaban su cabeza ¿qué hacía el trenzado ahí? ¿cómo había dado con la dirección si no conocía la ciudad? ¿por qué sus ojos reflejaban tanta decisión? No comprendía nada y sin embargo la sensación de verle ahí de pie frente a él le hacía sentir una grata emoción

Heero. Ho... hola

Duo. ¿Puedo pasar?

Heero. ¿Eh?... sí

El ojiazul se sentía un poco nervioso y miraba por todas partes su departamento, como todo hombre no era muy ordenado y le apenaba con Duo el desorden pero el trenzado no ponía atención en esas cosas y directamente se pasa a la sala que estaba muy cerca de la entrada del pequeño departamento, Duo baja un poco su cabeza mientras se sonroja, Heero se acerca torpemente a él

Heero. ¿Agua?

Duo. Estoy bien

Heero. Siéntate

El trenzado asiente con la cabeza y se sienta en uno de los muebles de la pequeña sala, Heero no sabía si sentarse o no, estaba nervioso y confundido, no sabía qué decir, si le preguntaba a Duo el motivo de su visita a lo mejor el trenzado entendía que tal vez su presencia molestaba

Heero. ¿Co... cómo diste?

Duo. Agarre la libreta de Quatre y anoté tu dirección, pedí un taxi y entregue la hoja

Heero. Ah

El silencio les embarga a ambos, Duo no sabía por dónde comenzar y Heero no se atrevía a preguntar nada más, el silencio dura largos cinco minutos, el trenzado se decide y voltea a ver al ojiazul con la mirada determinante, Heero se sorprende de esa mirada y también le mira de forma fija, Duo suspira profundo antes de hablar

Duo. Quiero posar para ti

Automáticamente el rostro de Heero se incendia al escuchar aquellas palabras sintiendo una especie de escalofrío placentero que le recorre el cuerpo, Duo estaba también sonrojado, lo había pensado durante dos horas y había llegado a la conclusión de que no era mala idea posar desnudo para Heero, lo sucedido con el taxista le había abierto los ojos, si no superaba en esos momentos lo que le había sucedido jamás iba a poder sentirse tranquilo, necesitaba ya enfrentar la situación así como alguna vez se animó a contarle a Quatre sobre Treize, ahora necesitaba enfrentar junto con Heero la cruda realidad que habían vivido por culpa de aquel sucio trabajo, ahora comprendía que el comentario de Trowa había sido con buena intención...

Heero tarda en contestar, algo se atoraba en su garganta, emoción o inquietud, no sabía cómo sentirse, tener a Duo desnudo frente a él era un arma peligrosa ¿cómo hacerle para no excitarse? ¿cómo hacer para que miles de fantasías no rondaran por su mente? ¿cómo iba a hacer para no lanzarse encima de aquel hermoso cuerpo? Más que nunca se sentía el ser más sucio del mundo, Duo no merecía eso

Duo. ¿No quieres?

Heero. E... está bien

Duo. Podemos comenzar hoy, le deje a Quatre una nota

Heero. S... sí...

El ojiazul más nervioso que antes se retira a su habitación para ir por su caballete, el lienzo, su paleta para mezclar, el cernedero, sus pinturas, las brochas y demás instrumentos de trabajo mientras Duo esperaba nervioso en la sala, Heero regresa a la sala y acomoda sus cosas poniéndose después el cernedero, Duo se levanta del asiento y tímido mira a Heero

Heero. Ya puedes...

Duo. Si

Heero no se atrevía a pedirle que se desnudara pero Duo había entendido rápidamente, el ojiazul desvía su mirada hacia el lienzo cuando ve como tímidamente el trenzado se quita la camisa dejándola sobre uno de los sillones, Heero evitaba voltear a verlo mientras se desnudaba, tal vez si ponía su mirada en Duo no iba a aguantar e iba a posar su mirada en la entrepierna o tal vez aquella mirada recorrería por completo el hermoso cuerpo que seguramente tenía Duo porque cuando lo había visto en el video y cuando lo había rescatado no había puesto atención al cuerpo del chico

El ojiazul se muerde duramente el labio inferior al tratar de contenerse mientras escuchaba el sonido de la ropa, Duo baja con lentitud el cierre del pantalón, ese pequeño ruido tensa por completo a Heero, estaba un poco desesperado, el caer del pantalón se escucha enseguida, ya Duo no tenía zapatos y lo saca fácilmente, después quita cada uno de los calcetines y se queda por unos segundos en ropa interior, el trenzado se da así mismo ánimos y se desnuda por completo, todo su rostro ardía, estaba muy apenado

Duo. Ya

Heero voltea lentamente hacia él, en su mente se repetía muchas veces: "míralo a los ojos" si Duo notaba algún tipo de mirada maliciosa seguro que desistía de ayudarle y aparte de que le urgía terminar el cuadro también tenía esperanzas de que el tiempo que compartieran juntos ayudara a que el trenzado le quisiera una mínima parte de lo que él le quería y deseaba, aun cuando los fantasmas del pasado aún rondaban en el corazón atormentado del trenzado...

Duo. ¿Dónde me pongo?

Heero. Aquí

El ojiazul se acerca a otro de los muebles y lo sacude, Duo se acerca a éste y se sienta, Heero le miraba directo a los ojos, estaba haciendo un gran esfuerzo por no mirarle otra cosa, Duo estaba muy apenado, con ganas de taparse la entrepierna con las manos pero no podía hacer eso, si Heero iba a pintar un desnudo éste debía ser total

Duo. ¿Sentado?

Heero. No, acuéstate

El trenzado asiente moviendo la cabeza y se acuesta en el sillón boca arriba volteando enseguida a ver a Heero aún con la mirada tímida y el rostro sonrojado

Duo. ¿Así?

Heero. Sí pero sube tu mano izquierda al respaldo y podrías... ¿podrías soltarte el cabello?

Nuevamente el trenzado asiente y hace lo que le pide Heero comenzando por desatar su trenza lentamente hasta que lo tiene completamente suelto y pasa varias veces su mano por éste para acomodarlo porque aún tenía las marcas del peinado anterior, nuevamente se acuesta en el sillón recargando su espalda en el brazo del mueble y coloca su mano izquierda al respaldo del mismo, Heero lo mira detenidamente durante unos momentos

Duo. ¿Qué pasa?

Heero. ¿Qué opinas? ¿mano derecha entre el cabello o sobre tu estómago?

Duo. Mnh... entre el cabello

Duo lleva su mano derecha a su cabello y la mete entre éste con los dedos un poco separados casi tocando su oreja y mira a Heero nuevamente

Duo. ¿Algo así?

Heero. Sí

La vergüenza comenzaba a desvanecerse entre más compartieran palabras, Heero se concentraba en cómo iba a posar Duo olvidándose momentáneamente de que lo tenía desnudo frente a él y sin poderlo tocar

Heero. Tu pierna derecha dóblala para que te tape un poco

Duo. Está bien

Heero. Ahora tu expresión...

El trenzado dobla la pierna como el ojiazul le había indicado mientras él se queda pensativo ¿qué expresión quedaría mejor? La pose no era como para que Duo tuviera su gesto inocente de siempre, necesitaba algo más soberbio sin ser exagerado, algo que dijera mucho de Duo ¿seriedad? No, aquella no iba con el trenzado ¿felicidad? Tampoco, pues aunque le habían visto sonreír y reírse numerosas veces el ojivioleta nunca se mostraba totalmente feliz, sus ojos mostraban... tristeza, sí, eso era, tristeza, los ojos de Duo eran tristes, más que triste, su mirada era melancolía, los ojos de Duo mostraban una añoranza enorme, una añoranza de felicidad que le destrozaba el alma a gritos, eso era lo que él quería transmitir en su pintura

Duo. ¿Qué hay de mi expresión?

Heero. No te pediré que pongas una en especial, piensa en un momento que haya sido importante para ti, algo que te haya cambiado la vida por completo

Los ojitos de Duo se abren por la sorpresa, el ojiazul le pedía algo sumamente doloroso, porque aquel recuerdo que él le pedía tenía que ver con Treize y la primera vez que había recibido un golpe de él, a partir de ese día la vida del trenzado había cambiado por completo convirtiéndose en el peor de los infiernos, siendo golpeado, violado y humillado, hasta antes de ese primer golpe su vida era otra, después de aquel todo lo que podía recordar era oscuridad, tristeza, dolor, coraje, todo y a la vez nada, su matrimonio se había convertido en algo verdaderamente vacío y sin sentido...

Duo mira aun fijamente a Heero y sus ojos se comienzan a cristalizar pero sin ponerse rojos o derramar las lágrimas, sus ojos brillaban como nunca, su mirada y la expresión total de su rostro era melancólica, el ojiazul se queda impactado por aquella expresión de tristeza, la más hermosa que hubiese visto antes, su mirada cobalto estaba perdida en la violeta por completo, aquella imagen frente a él ahora estaba celosamente guardada en su memoria, recordaría esa expresión siempre y aun cuando en sesiones posteriores Duo no lograra la misma, él ya no necesitaba volverla a ver, podría recordarla fácilmente...

Era el atardecer y en casa de la familia Darlian se estaba llevando a cabo una reunión para celebrar el nuevo convenio entre el consorcio del señor Darlian y el del señor Noventa, al evento asistían toda clase de empresarios famosos, Relena estaba entre las invitadas y ella charlaba amenamente con Miss Noventa, hija única del señor Marshall Noventa mientras que éste se acerca al señor Darlian para conversar en privado

Sr. Darlian. Déjeme felicitarlo ya que su hija me pareció un encanto

Marshall. Pero qué dices, Relena es una chica muy linda y educada, has hecho bien

Sr. Darlian. Ella es mi orgullo, heredará toda mi fortuna y confío en que sacará en alto el nombre de nuestras empresas

Marshall. Mi hija es muy tonta para esas cosas, por eso yo prefiero dejar en manos del que vaya a ser mi yerno el manejo de éstas

Ambos hombres se lamían mutuamente las botas, el señor Darlian era más sincero que Marshall pero aun así muchas de las cosas que decía eran por compromiso, la hija de su futuro socio era alguien un poco torpe y hueca de la cabeza pero obviamente no le podía decir eso de la chica, por su parte Marshall pensaba que Relena era una ingenua niña caprichosa, nada capaz de poder manejar las empresas, por eso debía jugar bien su estrategia de lograr casarla con Wufei, a su vez trataría de convencer a Treize de contraer nupcias con su hija

Marshall. Por cierto, gente de mi confianza llegará en unos días a la ciudad, deseo presentártelos

Sr. Darlian. Será un placer, me avisas y organizaré una comida

Marshall. Me parece perfecto

Ambos hombres alzan sus copas y brindan por el futuro triunfo para después beber el líquido en la copa, Marshall sonreía malicioso ya que su plan hasta el momento iba bien mientras que el papá de Relena sonreía contento, pensaba que seguramente ese negocio iba a darle el mejor de los frutos, tenía la esperanza de dejarle al futuro de Relena un camino más fácil sin saber nada acerca de lo que su futuro socio tenía en mente para destruirlo

Quatre llega a su departamento después de clases y enseguida ve la nota sobre el refrigerador, el rubio sonríe satisfecho, seguro que Duo había comprendido la misma idea de Trowa acerca de superar lo vivido con su trabajo, se notaba que día a día su amigo comenzaba a madurar, el paso más difícil iba a ser superar lo de Treize pero tenía fe y confianza en que el trenzado lo iba a lograr, el rubio tira a la basura la nota después de leerla y se prepara la cena, eran las 9 de la noche. Quatre se mete a bañar y cuando sale enseguida se va a su habitación para llamarle a Trowa por teléfono, el ojiverde también se alegra mucho cuando su novio le cuenta sobre la decisión de Duo de posar para Heero... mientras en el departamento del ojiazul, Heero apenas llevaba la mitad del boceto que había hecho antes con lápiz, le faltaba afinar algunos detalles antes de comenzar a usar el óleo

Heero. Es tarde, mañana continuamos

Duo. ¿Seguro?

Heero. Sí, a éste ritmo en una semana quedará completo con todo y marco

Duo. Está bien

La mirada de Heero se detiene por segundos en la de Duo y sonrojándose un poco la desvía, cada vez que había silencio entre los dos recordaba que lo tenía desnudo frente a él y que lo deseaba más que nunca, aquella tortura no podía soportarla, Duo por su parte ya no se sentía tan apenado y ni siquiera nota aquella mirada cobalto tan fija en él... el trenzado termina de vestirse mientras Heero guardaba unas cosas, otras las dejaría afuera para la siguiente sesión

Duo. Bien... me voy

Heero. Te llevo

Duo. Pero no tienes auto

Heero. Te llevo en taxi y me regreso

Duo. No puedo aceptar eso

El trenzado sonríe apenado, Heero era muy atento con él, demasiado, eso lo hacía sentirse apenado pero también contento, antes nadie se preocupaba por él pero ahora tenía muchos amigos, se sentía muy contento

Heero. Si me discutes me enojo

La mirada ojiazul era seria y determinante, Duo se sorprende un poco y sin pensarlo asiente con la cabeza, Heero avanza hacia la mesa de la sala y agarra las llaves de su departamento, en silencio ambos salen del departamento, rápido pasa un taxi y se suben, Heero se baja del auto junto con Duo cuando llegan al barrio donde vivían el rubio y el trenzado y pide al taxista que lo espere, Heero lleva al trenzado hasta las escaleras, los dos quedan frente a frente quedándose callados un tiempo

Heero. Gracias

Duo. ¿Eh?

Heero. Por aceptar

Duo. Heero yo... quiero superarlo, me viste...

Heero. Sht, no...

Sin pensarlo el ojiazul lleva dos de sus dedos a los labios de Duo, el trenzado pasa duramente saliva sin dejar de ver a Heero a los ojos, enseguida lleva su mano a la mano de Heero y la aparta de sus labios pero la mantiene sostenida

Duo. Tres hombres me estaban violando

Heero. Por favor...

Duo. Dime... que sentiste cuando me viste

El trenzado aprieta inconscientemente con fuerza la mano de Heero, el ojiazul frunce un poco el ceño cuando Duo le pide algo tan doloroso como eso y solamente lo mira fijo durante algunos segundos, el trenzado suplica con la expresión de su rostro pero el ojiazul no sabía cómo contestar, el taxista los mira atento aunque no alcanzaba a escuchar nada

Heero. Asco... repulsión... coraje, mucho coraje

Duo. ¿Coraje?

Heero. Te estaban haciendo daño

Las orbes violetas se abren desmesuradamente ante la confesión y la mano del trenzado intenta soltar la mano de Heero pero él la aprieta con fuerza atrayendo a Duo lentamente hacia él, el delgado cuerpo cae lentamente sobre el cuerpo de Heero y él sin soltarle la mano coloca la otra en la cabeza de Duo apoyando ésta sobre su pecho, Duo continuaba con los ojos muy abiertos mientras que Heero los cierra al mismo tiempo que apoya su cabeza sobre la de Duo

Heero. No quiero que nadie te lastime... que nadie te toque

Sin premeditación Duo abarca la espalda de Heero con su otra mano y también cierra sus ojos comenzando a salir por estos un par de lágrimas y sin hablar o moverse los dos mantienen la posición mientras los ojos atentos del taxista estaban sobre ellos, su rostro estaba teñido ligeramente de rojo... el ojiazul abre sus ojos lentamente y suelta poco a poco a Duo, el trenzado también abre sus ojos y ambos se miran fijamente, sus manos también estaban separadas, el trenzado sonríe tiernamente

Duo. Gracias, necesitaba saberlo, me alegro que lo habláramos... eres muy buen amigo

Sin dar tiempo a réplica Duo se aleja un poco caminando hacia atrás, sonríe más ampliamente y se da media vuelta comenzando a subir las escaleras muy contento mientras la mirada atónita de Heero lo sigue hasta que ya no se ve, el ojiazul suspira pesadamente, prácticamente se le estaba declarando a Duo pero el chico no había captado el mensaje, incluso le había dicho que era muy buen amigo, seguramente entrar al corazón de Duo como él lo deseaba iba a ser más difícil de lo que creía

Continuará...

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